Hoy es mi primer día en este país luego de un año de ausencia, me sucedieron tantas cosas, hubo situaciones que me ayudaron a salir adelante, en verdad este tiempo en España me sirvió para reencontrar al Ken que había perdido. Hacía unas horas que llegué a casa, mi madre por diferentes motivos ajenos a ella no pudo ir por mí y le pidió a su ahora novio Román que me recogiera en el aeropuerto, el hombre me cae muy bien, desde que lo conozco ha sido muy amable conmigo y se nota a kilómetros que mi mamá lo tiene loco.
Ya era tarde, tenía que inscribirme lo más pronto posible en la facultad y revalidar algunas materias que tomé en la Universidad de Valladolid. Iba en la camioneta de Román platicando muy amenamente.
-¿Te divertiste mucho allá Ken?- me preguntó
-Por supuesto, hice tantas cosas que ni te imaginas- esbocé una sonrisa
-Ya me doy cuenta, me alegra que estés de regreso, tu mamá te extrañó mucho-
-Yo a ella, no tienes idea de cuánto la eché de menos-
-¿Y cuáles son tus planes?-
-Lo primero es terminar la carrera, ya me falta poco, por eso me urge inscribir, ya después hay otras cosas que tengo planeadas hacer-
-Qué bueno, me parece que eres un chico muy centrado-
-No tanto, a veces hago una que otra tontería, sin embargo trato de no equivocarme tanto-
-Eso es bueno. Sabes, te noto diferente- me sorprendió su comentario
-¿Diferente? Ha de ser por el cabello, por primera vez lo dejé de este tanto largo- me llegaba a la oreja, como lo tenía corto desde siempre me notaban distinto, o eso suponía…
-No… yo siento que hay algo diferente en ti, no sé exactamente qué es, pero te noto diferente… sin ofender, te noto más hombre- reí por lo que dijo, me pareció algo no tan descabellado si me ponía a analizarlo concienzudamente.
-No para nada me ofendes, bueno… no sé que decir…- seguí riendo
-Nada, no digas nada Ken… ya casi llegamos…-
-Si… mira ese taxi, ¿a qué idiota se le ocurre estacionarse frente a la escuela? Y todavía metiendo maletas, ¡no pude ser!- dije algo fastidiado
-Ya se van, menos mal-
-Menos mal…- se acercó y nos estacionamos por la escalinata, miré para afuera y contemplé mi escuela, sin menospreciar a la de España, mi facultad estaba más grande y bonita, honor a quién honor merece. Bajé del auto y seguí viendo la fachada del edificio…
-Apresúrate que ya es tarde- me dijo Román
-Ya voy…- me embobé mirando la institución. Caminamos, mientras nos adentrábamos mi futuro padrastro me hacía platica…
-Puedo notar que extrañaste tu escuela-
-Muchísimo, ya quería volver a estar aquí- antes de entrar percibí un olor, una fragancia que me pareció familiar, no le di importancia y seguí avanzando.
Miré en la explanada caras nuevas, chicos que ingresaron mientras yo andaba de intercambio, al verlos me recordé a mi mismo cuando llegué, entusiasmado, feliz de ser universitario, no pude evitar traer al presente varios episodios nefastos.
Sonreí pretendiendo dejar de pensar en situaciones tristes sin embargo algo me inquietó un poco, un joven de aspecto pulcro, educado, se le nota la clase me dirigió un saludo muy efusivo…
-Creo que ya pescaste algo Ken- expresó Román mientras reía
-Cómo crees…- quise no seguirle la corriente, pero las sorpresas no pararon ahí…
-Ken- me llamó alguien seriamente, levanté la vista, yo sabía quién era dueño de esa voz, lentamente giré y ahí estaba, justo el último chico que me rompió el corazón luego de no verlo durante un año, ahora lo volvía a contemplar… Ralph.
-H… Hola…- titubeé, el seguía con el semblante serio, podría decir que hasta molesto
-Yo pensé que éramos amigos- me habló nuevamente
-Ralph… yo…-
-Nunca pensé que fueras de esas personas- para este punto Román nos miraba a ambos sin comprender del todo lo que ocurría. El chico de la sonrisa encantadora ya no sonreía, creo que no era feliz como antes.
-Tuve que irme, no tenía otra opción-
-¿Y también debías desaparecer sin dejar rastro alguno?-
-Era por el bien de…-
-¿De quién? ¿El tuyo?- comenzó a levantar el tono y mi padrastro intervino
-Hey, hey, no te pases, baja la voz y no le hables así a Ken- Ralph nos vio furioso, tenía la misma expresión que cuando se agarró a golpes con Tucker
-Descuide, no me interesa perder mi tiempo- lo dijo muy despectivamente, me hirió, no sé qué le ocurrió, yo debería ser el enojado, con su trato me hizo pensar que le interesaba y no era así, seguramente su novia no la ha tratado bien y por eso se desquita conmigo.
-Pues entonces no lo pierdas- di media vuelta y continué mi camino.
Ya dentro con la secretaria, entregué los documentos que eran indispensables para mi inscripción. Llegué feliz, pero toparme con un Ralph así de molesto le dio un bajón a mi ánimo. En todo momento Román me ayudó, notó que no estaba de humor para formalismos. Salimos y algo frustrado le pedí a Román que nos retiráramos lo antes posible. Él accedió, justo antes de irnos otro hecho extraño ocurrió, un nuevo sujeto, pero este de apariencia un tanto rockera, rapado, con chaqueta de piel color negro, pantalones del mismo tono, playera blanco me miró con demasiado interés, me sonrió y yo por educación le devolví el gesto…
-Si te digo, vienes con todo Ken- volvió a reírse de mi Román
-O sea… déjame en paz- por la confianza que le tengo le confesé mi homosexualidad, mi madre estaba con él cuando se lo confesé por la video-llamada, él me hizo sentir bien a la distancia cuando me aseguró que era el joven más valiente del mundo.
-Yo qué, desde hace rato vienes impactando a los muchachos, y el que menos me agradó fue ese Ralph, ¿cómo se atrevió a hablarte así?-
-Olvidemos eso, quiero ir con mamá, desde que llegué no la he visto-
-Tienes razón, debe estar desesperada por verte-
-Yo estoy más ansioso, anda vamos- para mi fortuna el chico de la sonrisa encantadora ya no estaba, ya no me debía afectar, total, ya tengo nuevas opciones para ser feliz.
Ya era de noche cuando llegué a casa, para mi resultó interesante ver que Román tenía llaves para abrir. Desde afuera noté las luces apagadas de seguro mamá aun no llegaba. Entramos y por arte de magia los focos se prendieron….
-¡Bienvenido!- mi madre y René me recibieron. Yo abrí la boca como tonto, no me esperaba algo así…
-Gracias… wow- reí al ver la mini sorpresa
-Me alegra que estés de vuelta- se me acercó René y me abrazó
-Gracias por todo, has sido un gran apoyo para mí durante todo este tiempo- le respondí
-¿Y qué para tu madre no hay abrazo?- la mujer tenía los brazos abiertos, hice un puchero para después correr hacia ella.
-¡Mamá!- la abracé con mucha fuerza, desde hace tiempo que requería sentir la cálida piel de el ser que me dio la vida
-Mi vida, te extrañé tanto, tanto, no vuelvas a irte tan lejos ni por tanto tiempo- lamenté esas palabras, posiblemente me volvería a ir…
-Ya te contaré muchas cosas mami…-
-¿Y la cena?- preguntó el novio de mamá
-¿Por eso no fuiste recogerme verdad?- le cuestioné
-Pues sí, debía hacerte una cena de bienvenida-
-Pues qué estamos esperando…- nos reunimos los cuatro y celebraron mi regreso, me alegraba volver con mis seres queridos, afortunadamente en España hice buenos amigos, pero la familia es la familia y ya la extrañaba.
Platicábamos de nuestras aventuras, de algunas de mis dificultades en el viejo continente, la cena nos mantuvo entretenidos, entre risas y bromas el tiempo transcurría, mi casa, mi familia, la comida de mamá… ¡ah! Qué feliz me siento.
Luego de un rato ameno, Román y René se despidieron…
-Futuro hijo, me alegra que estés de vuelta-
-Futuro padre, yo igual- nos dimos un apretón de manos y tocó el turno de mi amigo.
-Te veo mañana ¿de acuerdo?-
-De acuerdo- nos abrazamos- gracias por todo-
-No tienes qué agradecer, te quiero mucho-
-Yo igual, hasta mañana- nos soltamos y el muchacho se fue con mi padrastro. Antes de entrar me pareció ver a alguien afuera, pero creo que no era nada.
Ya en mi alcoba llegó mamá para platicar…
-Veo que ya estás instalado-
-Sí, y estoy arreglando mi cama para dormir-
-Tienes muchas cosas que contarme, mira que llegando a tu escuela te salieron dos galanes- se burlaba, Román lo platico durante la cena.
-No es cierto, son inventos de tu novio-
-A já, pues con lo bonito que regresaste, no dudo que te salgan muchos-
-No mamá, no me interesa-
-Te noto distinto- no puede ser, tanto se me nota, mi amiga Lucía, en España fue la primera en decírmelo hace un par de meses, más de uno de mis amigos allá me lo dijo, Román también, ahora mi mamá…
-Es el cabello- le contesté
-No, no… tú tienes algo diferente y no es el físico, te noto algo que no puedo explicar con palabras, siento como que ya no eres mi niño inocente…- me sonrojé
-¿Qué más puede ser mamá?-
-No sé, dímelo tú- me miró directo a los ojos, comenzaba a sentirme intimidado
-Ya, no me veas así-
-Así ¿cómo?-
-Pues así-
-Hijo, sabes que puedes confiar en mí, si te lo digo es porque quiero ser parte de tu vida, parte de tus ilusiones y tus sueños-
-Mamá yo…- me comenzaron a sudar las manos- Mamá… yo ya no soy virgen…- agaché la mirada un poco avergonzado…