Habían pasado ya dos días desde aquel incidente y para Nowaki era un buen comienzo el haber salvado a alguien en su primer día, ese hecho llegó a oídos del director el cual no dejó de alabar las proezas del ojiazul, ese proceder tan espontáneo y entusiasta del joven es lo que ansiaba ver el director en alguno de su personal desde hace mucho tiempo, así que fue un comienzo excelente para el ojiazul, justo lo que había deseado y más aún ya que tenía su primer paciente favorito aquél que había salvado y del cual recibía mucho afecto a cambio
-buenos días!!, -entrando a la habitación de un ojiesmeralda- cómo amaneció mi paciente favorito –con una gran sonrisa-
-muy bien Kusama san!! –devolviendo el gesto con una tierna sonrisa-
-listo para ser dado de alta? –a lo que el menor pone una cara de tristeza- pero que sucede Misaki, no me digas que te gusta estar recluido en el hospital, no están malo lo sé, pero aún así no es tu casa
-es que si me voy ya no podré verlo más y yo… -dice cabizbajo-
-no digas eso Misaki, somos amigos no? –el menor levanta la vista esperanzado- y puedes venir a visitarme cuando gustes
-de verdad Kusama san? –pregunta alegre-
-claro que sí!, además aunque sea pediatra ya soy tu médico personal, así que si tienes cualquier duda no temas en consultármela… -busca con la vista por la habitación- por cierto, tu hermano todavía no llegó?
-de seguro ya está por llegar, dijo que tenía que ir al banco a cobrar su paga y con eso pagar el hospital… -poniendo una expresión triste nuevamente- siempre le estoy causando muchas molestias y no dejo de preocuparlo por todo, a veces pienso que si nichan no cuidara de mí ya hubiera hecho su propia familia
-oh Misaki… no pienses así, de acuerdo? Tu hermano te quiero mucho y todo lo que hace no lo hace por obligación, sino por amor
-hola Misaki!! –entrando estrepitosamente a la habitación del menor- ah, buenos días doctor Kusama, cómo está Misaki?
-pues ya mucho mejor justamente viene a darlo de alta, verdad? –pregunta sonriendo al menor-
-en serio?, que bueno, -se lanza a abrazar al castaño- que bueno Misaki, no sabes lo solo que me sentía en la casa –sollozando-
-ya nichan, de seguro aprovechaste que no estuve ahí para meter a tu novia dentro, no es cierto? –le mira con picardía-
-cof, cof, -se muestra acorralado- pero que dices Misaki, eso no…
-y si no lo hiciste eres un lento nichan!! –le reprocha con una mueca de decepción- la verdad yo creía que eras más osado!
-pero que dices Misaki –queriendo volver a sollozar-
-ja, ja, ja es broma!!, pero ya en serio, debiste aprovechar! –le guiña el ojo a su hermano-
-el ojiazul mira enternecido el reproche que recibía el mayor de los Takahashi por parte del menor- bien, espero que te cuides más Misaki y chequea siempre que tu inhalador siempre esté cargado, no vaya a sucederte nuevamente lo mismo –el castaño asiente animado- y Takahashi san –obtiene la atención del mayor y le señala un lugar un poco apartado para que lo siga- quisiera pedirle que no sea tan sobreprotector con Misaki, sé que es raro lo que le pido, pero muchas veces esa es una de las razones por las que un tratamiento no funciona del todo
-pero si –queriendo protestar-
-no le estoy pidiendo que lo descuide, solo dele un poco de espacio e independencia, ya que por otro lado Misaki se siente muy culpable de que tenga que cuidarlo día y noche y esté descuidando su vida privada, es por eso de la conversación de hace rato
-ah ya veo, pensé que a Misaki le gustaba molestarme con ello, pero veo que era una indirecta –dice algo triste-
-descuide Misaki ya no es un niño y es necesario que ya aprenda a cuidarse por si solo –le coloca una mano en su hombro a manera de apoyo-
-gracias, haré lo que me pide –le sonríe agradecido-
Era un hecho, extrañaría a ese niño con los ojos más lindos que haya visto y que animaba sus días, pero para su fortuna no esperó mucho ya que casi a diario el menor visitaba al doctor, tal parecía que ese pequeño despertaba algo en el interior del ojiazul, no sabía que era pero estaba consciente que no era amor
Por otro lado a Misaki le daba mucha alegría visitar a su doctor favorito, desde después de su incidente su hermano ya no lo atosigaba tanto y por alguna extraña razón sus ataques de asma disminuyeron, quizá haya sido porque ya no sentía la presión de ser vigilado continuamente o tal vez era otra cosa, algo que lo animaba día con día y eso era visitar al peliazul, al cual le contaba todo lo que había hecho todo el día
Pero sin duda lo más sobresaliente y que no había sido desapercibido por nadie era que el castaño le llevaba sin falta el almuerzo a Nowaki y cabía decir que el menor era un excelente cocinero tanto era el hecho de que a diario recibía su delicioso almuerzo que se había acostumbrado a ese gesto de parte del menor
-mmhh, está exquisito!! –dice casi con la boca llena-
-tenga cuidado Kusama san, si sigue hablando se atragantará con la comida!! –le regaña el menor-
-lo siento –termina de masticar- pero es que tu comida es tan deliciosa
-siempre me dices lo mismo! –sonrojado-
-y es la verdad, para tener tan solo quince años cocinas como todo un chef profesional
-gracias, es que tengo mucha inspiración –se sonroja-
-ah si?... –ve el sonrojo del menor- pues me pondré celoso de quien es tu inspiración, de seguro es una bella jovencita, pero que suerte tiene, y yo que quería que fueras mi esposa –haciendo que el sonrojo del menor se incrementara demasiado-
-de, deja de decir tonterías Kusama san!!
-ja, ja, ja, solo bromeaba –despeinando al menor- sabes?, cuando me vaya te extrañaré mucho, en especial a tu deliciosa comida!
-qué? Te irás?!! –pregunta desconcertado-
-si, es que solo estoy haciendo mi internado aquí, luego iré a EEUU para obtener mi título y haré una residencia en Tokio
-pero no te puedes ir!! Yo…
-lo siento Misaki eso no lo puedo evitar, es algo que debo hacer
-entonces llévame contigo por favor –le pide a manera de súplica, lo cual sorprende al ojiazul-
-eh?... pero Misaki –le sonríe- por qué quieres que te lleve?
-ah?... –no tenía pensado que responder, el ojiverde estaba tratando de pensar a mil por hora en una excusa que decirle del porque su insistencia de no separarse de él, en sí ese era el punto, y el de llevarle con él era solo algo que taparía de momento los sentimientos que ocultaba por ese hermoso ojiazul quien le habría salvado la vida; no, no era algo que debía confesar, al menos no por el momento, ya que siendo un adolecente de solo casi 16 años y él de 24 sonaría como algo absurdo, lo mejor era convivir más con Nowaki y así enamorarlo con sus detalles, no quería ni se separaría de él-
-sonríe al ver lo distraído que estaba Misaki- que por qué quieres que te lleve?
-pues… -vamos Misaki piensa rápido!! -se decía mentalmente- claro!! – pues hace mucho me contaste que la secundaria de la que saliste era muy buena y que al salir de ella aumentaba las posibilidades de entrar a la universidad que quiera verdad? –mira con emoción al médico-
-si, eso fue lo que te dije, pero aún así… -lo interrumpe el castaño-
-pues esa es la razón, quiero estudiar en esa secundaria, así mis posibilidades para entran a Mitsuhashi aumentarán! –mirando a Nowaki con estrellitas en los ojos- eso es Misaki, eres un genio!!! – se alababa a si mismo mentalmente-
-mmhh con que quieres entrar a Mitsuhashi, bueno si sales de la secundaria Sakura no solo tendrás más posibilidades de entra a Mitsuhashi, si no que lo harás, pero entrar a Sakura no es nada fácil, te había dicho de los requisitos, allá son muy estrictos con eso de provenir de buena familia, -observa lo deprimido que se estaba poniendo Misaki- sobre lo del intelecto no dudo de tus habilidades pequeño –sonríe revolviendo los cabellos de menor para animarlo-
-es cierto, quizá solo soñé muy alto… -cabizbajo-
-vamos Misaki no te pongas así!... bien si tanto quieres estar en esa secundaria te ayudaré gustoso, puedo pedirle a mi padre para que nos ayude con el director!
-en serio Nowaki san! –pregunta emocionado-
-claro, no creo que sea algo imposible, pero hay algo que me preocupa… -cambiando de semblante-
-mmh?... ah… no te preocupes Nowaki san una vez me establezca ahí buscaré trabajo para mantenerme –dice tratando de comprender a lo que el doctor según él se estaba refiriendo-
-qué?... no!! no es por eso Misaki, yo no le veo ningún problema de eso, podemos vivir juntos, yo me encargaré de los gastos y tú si quieres para pagar tu parte puedes cocinar tu deliciosa comida todos los días! –mostrándole su hermosa sonrisa-
-en serio?!!! –se pone muy feliz porque su sueño se estaba volviendo realidad, luego de unos segundos cambia su semblante al recordar lo que Nowaki le había dicho- entonces si no es eso, qué es lo que te preocupa?
-tu hermano… no creo que quiera dejarte ir, él es muy sobre protector
-ah, es cierto… -se desanima- lo había olvidado, nichan nunca dejaría que me fuera, pero- pensando- Nowaki san por favor!! –se incorpora violentamente e inclina- te lo suplico, ayúdame a convencer a nichan para que pueda dejarme ir!!
-ja, ja, Misaki en serio nada te hará cambiar de opinión verdad?... –se para del asiento y hace que el menor levantara la vista- pediré a tu hermano que te deje ir y le diré que conmigo estarás en muy buenas manos!
Eso era lo que el menor quería escuchar, al fin había logrado un pequeño gran avance con su amado médico, ahora todo dependía de él y solo de él
Los días pasaron muy rápido, Nowaki regresó a los Estados Unidos a terminar el trámite de sus papeles del internado que había realizado en Osaka y para dar su examen de grado, pero ya que era uno de los mejores estudiantes de su facultad, los docentes titulares estuvieron de acuerdo que el ojiazul se graduara por excelencia lo que anulaba el examen de grado y aceleraba el proceso de su papeleo
Entre súplicas del director para que se quedara a trabajar en el hospital de la facultad y la promesa que le había hecho a su pequeño paciente, pesó más su promesa ya que había llegado primero, además de que quedarse en EEUU no estaba en sus planes
Una vez terminado todo emprendió su viaje de regreso a Tokio, sus padres lo recibieron gustosos y muy orgullosos, no dudaban que sería un gran medico solo un poco más y su padre le confiaría su responsabilidad, se quedó un par de días en su casa y entre tanto le pidió el favor a su padre de hablar con el director de la secundaria Sakura para que Misaki ingresara a ella, el director de Sakura estuvo de acuerdo ya que el señor Kusama le había dicho que se trataba de su sobrino, a pesar de que aún no tenían el permiso de Takahiro, estaba seguro de que por el bien de su hermanito él aceptaría, por lo que no se preocupó en ello más si no empezó a buscar un buen lugar, un lugar que se acomodara tanto a sus necesidades como a las de Misaki, le pidió ayuda a su sempai que ya tenía un tiempo trabajando en el hospital que dirigía su padre, Tsumori fingió molestia cuando se enteró de que su kohai había conseguido a alguien con quien vivir, malinterpretando la situación, y se quejó del por qué ese muchacho tenía preferencia por el ojiazul más que él que era su amigo desde que había empezado la carrera, pero no insistió con ello, mas al contrario le interesaba de sobremanera conocer a aquella persona que había convencido a Nowaki de entrar a su vida de esa manera
Una vez encontrado el lugar perfecto fue a Osaka a darle a Misaki la gran noticia de que ya había sido aceptado, los contactos y el poder sí que pesaban, el castaño estaba rebosante de alegría y con muchas ganas de seguir adelante, así que se armó de valor y junto con Nowaki se enfrentaron a Takahiro, este al principio pegó un grito en el cielo, pero al escuchar las súplicas de su hermanito y las promesas de cuidarlo muy bien de parte del médico, no le quedó otra opción más que acceder a sus súplicas con la condición de que el menor lo llamara casi a diario además de mandarle fotografías de todo lo que hiciera y que cuando entrara en vacaciones se quedará con él
Al menor le pareció todo menos lo último, no es que no le gustara pasar tiempo con su hermano, si no que eso significaría que el único tiempo libre que tuviera y quisiera pasar a lado de su salvador no se haría realidad, pero nada podía hacer y oponerse sería muy injusto para Takahiro quien había sacrificado tanto por él, pero al menos sabía que su hermano no se quedaría solo ya que se había enterado de Takahiro ya tenía una novia, Manami así era como se llamaba la susodicha, le caía muy bien ya que se notaba que ella era muy tierna, amable y noble, además de que era bastante obvio que ambos se amaban mucho
Llegado el día de partir en la estación de trenes estaba un castaño emocionado por partir con su hermano que parecía no querer soltarlo y que entre lágrimas apenas deshizo si abrazo con ayuda de Manami quien le deseó buena suerte, así se fueron en un viaje no tan largo hacia Tokio
Misaki nunca había estado ahí y al llegar quedó sorprendido, era una ciudad inmensa, más llena de personas que en Osaka y abarrotada de edificios y grandes estructuras, al llegar al lugar donde sería su hogar por los próximos años quedó maravillado, la verdad esperaba un lugar modesto, sabía que Nowaki provenía de una familia rica, pero eso era demasiado, se sentía un poco fuera de lugar e incómodo ya que el ojiazul le había dicho que no era necesario que pagara en efectivo su parte y solo bastaba que se encargara de la vivienda, no lo podía evitar y su rostro mostró esa frustración
-sucede algo Misaki –observando la reacción del menor-
-es que… este lugar es tan grande y hermoso que… -decía cabizbajo-
-mmh? –comprendiendo a lo que se refería- descuida Misaki, ya te lo había dicho pequeño, no te sientas mal, yo personalmente escogí este lugar para los dos
-eh? -escuchar eso de los labios del ojiazul lo ponía muy feliz, además que lo hizo ruborizarse hasta las orejas- para los dos? –preguntaba incrédulo, todo lo que el médico había hecho por él era demasiado solo para considerarse buena persona, incluso era mucho para que solo le reconozca como su primer y mejor paciente, el ojiverde sabía que se trataba de algo más, algo que él sin duda era lo que más deseaba-
-además no tienes que preocuparte por la renta ya que no existe porque compré este departamento, era lo mejor considerando que viviremos muchos años aquí –le dice con su hermosa sonrisa mientras alborota los cabellos del menor- yo seré muy feliz si me cocinas todos los días, que me recibas después del trabajo con tu dulce sonrisa y me alegres los días contándome tus aventuras en Sakura y luego en Mitsuhashi, con eso será más que suficiente! –decía inocentemente el mayor, siempre vio a Misaki como el hermanito que nunca tuvo y solo eso y eso nunca cambiaría, pero inconscientemente creaba en el menor falsas ilusiones-
-Ah Nowaki san!! –se lanza a abrazarlo- te quiero mucho!!! –si, mi deseo se ha vuelto realidad mi salvador, mi amado doctor me quiere tanto como yo a él, eso es, por eso hace tanto por mí- pensaba con una sonrisa y derramando lágrimas de felicidad-
-yo también te quiero mucho Misaki –correspondiendo el abrazo- gracias por estar a mi lado… -piensa mientras secaba las mejillas mojadas del menor- al parecer mi pequeño acosador se ha convertido en mi nuevo querido hermanito –decía en sus adentros sonriéndole al castaño quien ya no derramaba lágrimas-