EL SUEÑO I PARTE
Apenas le colgaron el teléfono cierta duda se sembró en su mente que ignoro olímpicamente de momento al pensar que tal vez el muchacho no le creyera solo o peor aún, que el muy cretino que tenía por novio se había hecho de su teléfono de alguna forma para ubicarlo.
Ese Usami sí que debía ser alguien de cuidado cuando se lo proponía y el pobre de Misaki debía saberlo mejor que nadie, mas eso a él no le importaba, porque no le temía, ni a él, ni a nadie, pues todo lo que tuvo en su vida, lo único que realmente le preocupaba perder y temía no tener cerca ya no estaba a su lado y precisamente a causa de el…o mejor dicho de ambos.
Tras dos largos turnos simultáneos y sin poder sostenerse más en pie se fue a recostar al dormitorio designado a los médicos en donde se dejó atrapar entre los brazos macabros de Morfeo que en esta ocacion no hizo más que sembrar saña en su cordura y que solo le dejo en paz cuando el bello Mercurio le coqueteo descaradamente para que le acompañara al fin del mundo. Libre de la repetitiva pesadilla en donde le era recordada la gran pérdida de su vida y su maldita soledad, la tranquilidad abordo su mente y con ella los sueños que siempre serian bienvenidos.
“¿Qué crees que haces baka?”
“¿Cómo que, qué? Abrazarte” sonrió satisfecho al poder sostenerse entre sus brazos a su castaño.
“Claro, ahora que solo me tienes a mi”
“¿Acaso estas celoso?” sonrió con el corazón al borde de la emoción.
“¿Yo? Ya quisieras baka” respondio con un mohín adorable su amor mirándolo con el ceño fruncido.
Le beso en la mejilla, aun si lo que deseaba era hacerlo en la boca.
“¿Que haces amor?” pregunto al notar como era ignorado por su castaño.
“Uniendo piezas”
“¿Por qué?”
“Porque tú eres muy baka para ver lo que tienes frente, por eso” dijo despertando la curiosidad del joven pediatra que se acercó a ver lo que su castaño cortaba con un cuchillo sobre una tabla como si de una zanahoria se tratara.
“No entiendo”
“No me extraña” rio su castaño mientras sentía como el otro olía su cabello “Claro que no” sonrió el castaño continuando su tarea con aquella bocina de teléfono “Escucha Nowaki, escucha” le pidió el profesor, mientras el castaño se concentraba en entender el difuso sonido proveniente del aparato.
“¿Que rayos significa eso?”
“Solo concéntrate amor” el moreno sonrió aún más si era posible, ya que en muy pocas ocasiones escuchaba tan bello apelativo ser usado a su favor por su novio “hazlo por mí, concéntrate” pero aun asi el sonido era lejano, extraño y… “¿acaso no lo entiendes?”
“Son…palabras, ¿pero qué?, lo siento amor pero no entiendo” dijo dándose cuenta entonces de lo lejano que se encontraba ahora su novio y como era a otro ser a quien abrazaba.
“Nowaki…concéntrate…por favor…hazlo” dijo perdiéndose en las sombras.
“¡Espera Hiro-san, espera!” grito intentando de soltarse del que ahora le agarraba con fuerzas de la cintura “!Hiro-san espera, espera!”
“No vas a contestar el teléfono”
“Suéltame por favor, que se va”
“¿Quién se va?”
“Hiro-san, por favor suéltame”
“El ya no está pero ahora me tienes a mi” sonrió el castaño que ahora le sonreía.
“¿Misaki?” dijo asombrado el moreno viendo como las facciones del chico iban cambiando al son del trililin del teléfono que aun roto funcionaba a la perfección “¿Pero qué? ¿Cómo?”
“Contesta el teléfono Nowaki, vamos, hazlo, hazlo…hazlo”
El moreno dudoso miró su mano en la cual un teléfono se encontraba en buen estado a diferencia del que instantes antes había destrozado su amado.
“¿Alo?...Alo… ¡Alo!...” contesto finalmente desesperado para escuchar como alguien lo nombraba.
“Nowa…”
El moreno se sorprendió al notar como el castaño ahora a escasos pasos de el continuaba cambiando.
“Nowa…ki” llego un susurro a sus oídos a través del auricular ensombreciendo las facciones del pacifico rostro del joven frente a el para deformarlo a otro golpeado y lloroso “Nowaki”
“¿Yunai?”
“Nowaki…No…wa…ki…”
“Tú, pero qué demonios”
¡Nowaki! ¡Nowaki!
-¡Aléjate de mí desgraciado!-grito lleno de ira levantando los puños en contra de quien odiaba sin darse cuenta que hacia segundos el sueño había terminado y que quien se encontraba enfrente suyo no era otro que su Sempai que apenas había podido esquivar el primer golpe.
-¡¿Pero qué rayos te pasa?!-
-Tsumori Sempai, yo…lo siento, lo siento mucho-
-Bueno eso espero-dijo azorado el otro.
-Estaba soñando y yo…rayos-dijo el moreno pasando su mano por su nuca.
-Eso se nota porque te removías como si te hubieran echado polvo pica pica, sabes-dijo el otro mirándolo curioso-Y se puede saber de qué se trataba el dichoso sueño que casi provoca que me golpees-
El moreno que apenas estaba saliendo de su sopor se levantó de golpe, sin siquiera darle una explicación a su Sempai que lo vio salir corriendo del cuarto como alma que lleva el diablo.
-Contesta, contesta maldición, contesta-pedía con desesperación el moreno mirando de tanto en tanto la pantalla de su teléfono como si con eso cambiara el nulo resultado a su petición marcando una y otra vez el mismo número dejándolo sonar por bastante tiempo sin tener contestación alguna hasta que se atrevió a llamar a quien menos ganas tenia.
-Usami-
Continuara................................................................