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Confesiones de un rubio pasivo adolescente © por Charly D

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Notas del capitulo:

Hola, gracias a todos por sus lecturas y RWs... ya tenemos 550!! un numero fenomenal!! gracias...

Este capítulo es el penultimo capítulo de esta segunda temporada, habrá tercera, pero será muy corta... la siguiente temporada será para despedir la historia... nos encaminamos al final de "Confesiones de un rubio pasivo adolescente" gracias a todos ustedes...

A leer!!

Era real, lo vivía, ¡George Acoste me dijo que me ama! No sé qué tan correcto haya sido, pero yo le dije que también, bueno, me toma por sorpresa, pero creo que yo también lo quiero, ¿si siento rabia de que cargue a otros o ande paseando con la plástica es quererlo? Me siento tremendamente caliente, y no en el sentido sexoso, sino en el sentido de estoy más colorado que una manzana…

-Ta… ¿también?- me preguntó con miedo

-Creo que sí…- me hundí en su pecho, nunca me imaginé que ese bruto, que tantos maltratos me dio durante todos estos años me amara, creo que soy un poco lento para darme cuenta de las cosas o es que sus señales no eran tan eficaces. A lo mejor cada vez que me tiraba en el depósito de basura significaba un: buenos días, sí eso debe ser…

-Yo no quiero dejarte ir… no puedo, no puedo- abrazó fuertemente mi flaco (ya no tanto) cuerpo, poco a poco yo lo apreté también, nunca un abrazo fue tan satisfactorios como los que me daba George, solo él podía transmitirme tanto con un gesto tan simple.

-E… espera…- lo separé un poco de mí - ¿esto es verdad? Quiero decir… ¿no es parte de algún sucio juego?- a lo mejor y soy un poco duro, pero es normal, me ha dañado gran parte de mi fea adolescencia, debo ser desconfiado

-Si con palabras no me crees… entonces…- se acercó, sentí como temblaba, yo temblaba, ambos temblábamos y puedo asegurar que no era de frío, puso nuevamente sus labios en los míos, como aquella vez, solo que en esa ocasión ya lo esperaba, cerré los ojos y lo sentí, me besaba, no sé besar, pero intenté devolverlo, moví mi boca para que él sintiera mi cooperación, apreté mucho mis ojos, me sentía nervioso, era la segunda vez que nos besábamos. Me tensé, pese a creo ser muy torpe besuqueando una corriente eléctrica me recorrió la columna, este momento era tan romántico como erótico… y sin quererlo mi “amigo” se despertó… ¡demonios! - ¿ya me crees?- me parece que su argumento no verbal pero sí bucal fue demasiado convincente

-Si…- jadeaba y por todos los medios intentaba calmar esa excitación que el torpe de mi ex amigo causó.

-Mikel, yo quiero ser bueno para ti… darnos un chance…- ¿me proponía algo? Se acercó nuevamente y me tomó por la cintura, casi me besaba cuando…

 

-¡Por todos los  cielos, infiernos, manicomios y bares gay! ¿Qué hacen?- mi tía Beth nos interrumpió

-¡Tía no es lo que parece!- pero entonces esa mujer entrecerró los ojos para observar la escena, cuando se posicionó en “el amigo” su gesto se volvió a escandalizar…

-¡Mikel! Si tu padre se entera, lo mata, me mata, me revive, me  vuelve a matar y a ti te encierra en un monasterio…- luego se dirigió a George- Y tú jovencito, deberías calmar tus hormonas, no voy a permitir que mi lindo y… bueno no tan lindo pero sí simpático sobrino pierda su castidad en una quema, ¡olvídalo!

-Pero señora yo…- se iba a defender Acoste pero ella lo interrumpió

-Señorita por favor-

-A já, y ese bulto en su panza me va a decir que son tacos  ¿no?- debatió mi ex… ¿amigo? ¿Sigue siendo mi “ex amigo?... aguarden un momento… ¿bulto? ¿Cuál bulto?

 -Muchacho mal educado no debes de burlarte de una mujer que…- iba a decir algo, me puse atento para no perdérmelo…- que… que… que está… que está gorda, ¡sí eso!, ¡gorda!-

-Claro, y yo me chupo el dedo- George la miró con desconfianza

-George, no debes insultarla, mira que su gordura la trauma, pobrecilla ha comido mucho- la quise defender

-¡Ay no Mikel! No me salgas con eso, tu tía está gorda, sí, pero no por comer, bueno, sí se comió algo, pero eso de su panza no es grasa, eso que tiene dentro es…-

-¡Nos vamos! Mikelito, ya nos vamos, mira que Mau se quedó muy nervioso porque te dejó de ver y también te anda buscando-

-¡Ah no! él y yo no hemos terminado de hablar- entonces me jaló de un brazo ese chico rudo… pero lindo…

-Y yo dije que ya nos vamos- mi tía me jaló del otro, esto no me agrada…

-Que no, él se queda-

-Que no, él se va- y comenzaron a tirar, cada uno para su lado, no era divertido, y menos porque no soy un muñeco armable, si me chispan un brazo no me lo pegan ni con cola, así que ¡espero que paren!

-No, tengo que hablar con él…- Acoste jalaba

-Claro y yo soy la madre Teresa ¿no? un par de jovencitos querendones, se quedan en lo oscurito solo para hablar… claro…- mi tía jalaba también

-Tía… es verdad solo platicaaaaaaaaaaaaaa- me volvieron a jalar, ¡me duele!

-Si no te conociera, y si no hubiera tenido tu edad te creería…-

-Pues los tiempos cambian doña, y cuando usted tuvo nuestra edad, Cristóbal Colón apenas había descubierto América- entonces ella me soltó… como me jalaban con fuerza me estrellé de cara contra George, mi cráneo, como de costumbre, sufrió las consecuencias, creo que es bastante resistente porque hasta hoy no se ha partido…

-¿Me llamaste vieja?- su cara se transformó, últimamente tiene cambios de humor demasiado bruscos

-No, yo solo dije…-

-Vámonos Mikel, Mau nos espera- con la cabeza girándome caminé rumbo a mi tía y entonces él me detuvo…

-No- un par de letras, pronunciadas con voz ronca, fría, pero muy firme. Tanto mi tía como yo lo miramos, él me sostenía fuertemente de la muñeca, al parecer no dejaría que me fuera, al menos no tan fácilmente. La mujer nos miró, pensaba pues su cara daba a entender eso, no sé qué era lo que exactamente llegaba a su cabeza, pero ojalá no fuera algo malo…

-Te espero en el coche, tienes veinte minutos- su voz volvía a ser delicada y dulce, ¡en eso pensaba! Me iba a dar un tiempo libre

-Sí tía, yo te alcanzo- la mujer se giró y caminó para ir al vehículo, entonces nos volvimos a quedar solos, nuevamente mi corazón se aceleró, me gustan los hombres es cierto, lo sé desde que veía las telenovelas con mi mamá y los protagonistas me parecían hermosos, pero George… él era otra historia, éramos amigos, pasamos a ser el dúo presa-cazador, hoy me confiesa que me ama, entonces como pueden entender estoy más que nervioso…

-Rivierea, yo… yo no sé qué hacer…- bajó su cara y la ladeó, pude notar que un leve rubor se formó en sus pómulos, se miraba como un cachorrito asustado, pero en ningún momento dejé de sentir que estaba frente a un hombre, fuerte, viril, fálico… hombre en toda su expresión.

-Yo tampoco… hasta hace no mucho me odiabas…- dije

-Ya no, no puedo odiar cuando sé que te amo más de lo que pude llegar a creer-

-Geo…- iba a decir algo pero me interrumpió

-No sé que pienses, pero no ando por el mundo diciendo a las personas y menos a los chicos: te amo. Sé que he sido cruel, violento, grosero, idiota… pero es solo que no sé cómo tratarte…- seguía con la cabeza gacha, pero ahora me tomaba de las manos- a veces creo que debo llevarme contigo como con cualquier chico, pero a veces creo que te debo considerar como una chica… me confundo, no sé cómo hacer las cosas bien. Enfurezco cuando sé que te gusta alguien, enfurezco cuando sé que alguien se interesa en ti, mis dos grandes enemigos han sido Jake Thomas y ese imbécil que canta, a ambos los odio porque te quieren… pero Mikel… yo también te quiero…- mis ojos se nublaron, desnudaba su alma, es cierto que ha sido muy malo conmigo, pero verlo  así, tan sincero, nervioso, arrepentido, me da la seguridad que es honesto, que de verdad me quiere… ¿yo también lo quiero?- Solo pido una oportunidad, déjame acercarme a ti… ser tu amigo de nuevo, reconquistarte… volver a ganarme tu corazón…- con la última frase casi se me desmayo… “volver a ganarse mi corazón” esto es muy gay, pero también muy romántico.

-A… ace…- aclaré mi garganta para continuar- acepto, George… empecemos de nuevo, seamos amigos- le sonreí, fue hasta ese instante en el que él me miró a los ojos con ese brillo que tenía cuando fuimos amigos en la primaria

-¿Enserio?-

-Enserio, olvidemos el pasado, y empecemos de nuevo- le di un abrazo para sellar el pacto, solo había algo que no dejaría pasar por alto, mientras nuestros cuerpos estaban juntos, al  oído se lo comenté- lo único que quiero que me digas es por qué te alejaste de mi, solo eso quiero que me respondas para que deje atrás el pasado- se tensó, tal vez era mucho pedir, pero necesitaba saberlo, conocer el motivo de su odio todos estos años. Nos separamos lentamente y con mis ojos le supliqué su explicación

-Mikel…- volvió a bajar la cabeza, estaba muy nervioso ese muchacho, me gusta que sea así de tierno- hace años me mostraron un papel… un papel que he guardado por años, ese maldito recuerdo que me hizo despreciarte por tanto tiempo…- ¿papel? ¿De qué habla? ¿A qué papel se refiere?- Mira, esto que hiciste me partió el alma… nunca pude superar que tú, el ser que tanto quiero y respetaba me hiciera eso…- una hoja muy maltratada fue sacaba de su billetera, temblaba cuando me la dio, era una hoja de cuaderno, y por el color, textura y apariencia se ve que tiene años, tomé la hoja doblada y la abrí, escrito con letra visiblemente fea, propia de un niño de primaria leí esa frase: “George apestas”

 

Miré incrédulo un momento… ¿qué demonios significa esto? Digo he hecho muchas tonterías en mi vida, pero esta cosa no es mía, yo no hice esto…

-¿De dónde sacas que yo hice esto?- le pregunté mirándolo a la cara

-Los del grupo me dijeron que tú te burlabas de mi, que decías solo te servirte de mi protección, que yo como amigo no te importaba y que yo apestaba, dejando claro lo sentías en esa maldita hoja- mi amigo cerró los ojos tratando de controlar la visible furia que le resurgía – Mikel yo confiaba en ti, yo te respetaba, y que me hicieras esto me dolió-

-Es que George… yo no lo hice…- levanté su cara para vernos fijamente- yo no hice esto-

-Ya no mientas, solo dejemos esto atrás, solo quiero que volvamos- me respondió

-No George, no así, yo quiero que te quede claro, si fuera culpable lo entendería, pero yo no hice esto, no permitiré que mi nombre se ensucie de a gratis, yo no soy responsable de esto- su confusión apareció

-Pero… yo te oí… hablabas con ese torpe de Nicholas, cuando me enseñaron este papel  fui a buscarte, y entonces te escuché, decías que yo apestaba, eso lo escuché de ti- ahora el confundido era yo… ¿Dije eso? ¿Nicholas? ¿Qué tenía que ver él en este asunto?

-No George, yo no fui, y no pude decir eso, yo no pude decirlo…- tomé sus manos de nuevo y las apreté fuertemente, deseaba que me creyera, y no por falsedad, sino por limpiar mi honor, yo no lo hice, tengo muchos defectos, soy feo, tonto, lento, pero si algo me enseñaron mis papás es ser derecho, directo nunca atacar por la espalda y decir las cosas de frente, y pese a todas mis desventajas y fealdades, trato siempre de decir las cosas en la cara, en verdad yo no haría algo como lo que mi amigo me relata…

-¿Entonces? ¿Por qué dijiste eso?- he ahí el meollo, lo tendría que averiguar…

-No sé en qué situación lo haya dicho, pero ten la seguridad que si lo dije no fue para ti… y lo descubriré, sabré que fue esto que pasó, por lo pronto, no te vuelvas a alejar de mi- posesivamente lo abracé, no quería volver a perder a mi amigo, y buscaría saber qué ocurrió, si estaba como él dice con Nick, por él comenzaría para descubrir qué ocurrió.

-mikel, ya pasaron los veinte minutos, debes irte o te regañaran- me dijo

-Sí…- lentamente nos separamos- te juro que voy a descubrir que pasó, te prometo que no hice esto…. ¿me puedo quedar con la hoja? La necesito- él asintió.

 

Caminamos rumbo al auto. Mi tía ya esperaba en el asiento del conductor, no me despedí de Mau, pero supongo que él tiene muchas cosas que hablar con su papá…

-nos vemos en la escuela- le extendí mi mano para un apretón y volví a ver la pulsera, otra duda y la tenía que despejar…- George ¿quién te dio esa pulsera? Que yo sepa no tienes conocidos universitarios-

-Es verdad, no tengo conocidos universitarios, pero si conocidos amigos, y una gran amiga algo anciana me la regaló- no dijo más… ¿una anciana? ¿Qué haría una anciana con el boleto de una quema universitaria?

-¡Con que fue ella!- gritó mi tía dentro del auto… ¿y ahora? Esta mujer está mal, ya habla sola.

-Gracias por todo y voy a saber todo esto, lo prometo… ¿te damos aventón?- ya era tarde para que se fuera solo

-Descuida, estaré bien-

-Bueno, cuídate mucho ¿si?-

-Sí, te veo en la escuela…- subí al coche, él me cerró la puerta y mi tía Beth arrancó.

-Uuuuuuu… se quieren, ese maleducado te quiere… uuuuuuu- canturreaba, mi tía a veces parece una niña. Qué es todo esto que ocurre, mi cerebro piensa, a veces lo logro, y sé que eso de “George apestas” es una vil y puerca trampa, y la pregunta del millón es ¿Quién la fraguó?  La duda me acompañaría hasta que la resolviera y como que soy feo que la resolveré.

 

 

 

En clase, con la temible Cassey, nos preparábamos fuertemente para el fin de cursos, nuestra presentación ya casi ocurriría, entonces si meses antes era cruel, ahora era terrible, desde que sonaba el timbre anunciando el inicio hasta que volvía a sonar para advertir el final, no parábamos, esto  era muy costoso, doloroso, pero para mí muy divertido.

-Muevan esos cuerpos flácidos, que tengo estudiantes no gelatinas… ¡muévanse! Recuerden la música, la música debe quedar bien emplazada con la coreografía- Nick me miraba imitando las caras disgustadas de la maestra, me reía discretamente, en verdad cuando les digo que no teníamos tiempo de nada, era eso: de nada.

 

Sonó el timbre, mis compañeros suspiraron aliviados, se acababan los gritos de la profesora. Con las piernas temblando bajamos del escenario y nos sentamos un momento en los cómodos lugares del auditorio, estábamos muertos de cansancio.

-Es empíricamente imposible que sobreviva si continúo bailando así-

-No te quejes, que bien nos tornea este bailecito- traté de sonar relajado, pero la verdad es que a mí también me dolían las extremidades.

-Claro, desde que eres el consentido de esa mujer, es empíricamente imposible que te disguste su clase-

-Ya, no es para tanto, baila bien y entonces tú serás su favorito.- reímos, y entonces di paso a lo que realmente  me importaba en ese momento- Nick, quiero que me ayudes-

-¡Úpale! Estás muy serio… ¿es algo grave?- su cara de risa también cambió al ver la mía

-Hace años, por culpa de una persona mi gran amigo me despreció como nunca lo han hecho- saqué la hoja y se la dí- sé que ese día tú tuviste algo que ver porque G…- iba a continuar hablando pero mi amigo, que se puso aún más serio me interrumpió

-Fue una tonta broma, nunca pensé que llegara a tanto- me digo sin quitar la vista de esa hoja, yo iba a decir que él tuvo que ver porque George me dijo que lo vio platicando conmigo y tal vez por eso el pudiera ayudarme a descubrir que pasó, pero su respuesta me sonó a una confesión, y no me estaba gustando…

-¿Broma?- ya lo miraba, como dije no me agradaba el rumbo que esta plática estaba tomando…

-Solo quería que él te soltara un poco, yo también deseaba ser tu amigo, y por su culpa siempre te la pasabas pegado a él, cuando te invité a mi cumpleaños no fuiste porque te ibas a ir con él y su mamá a otro lado- sus palabras eran de reproche pero seriedad al mismo tiempo

-Nicholas… tú…-

-Sí, lo siento, se me escapó de las manos, solo era una broma, algo para que se distanciaran un poco, nunca me imaginé que este tonto papel iba a causarte tanto daño…-

-¡Nicholas! Tú… ¿tú escribiste esta cosa?-

-Sí…- bajó la cabeza avergonzado…

-Cuando George me dejó de hablar, me ignoraba, me hacía menos yo sufrí, tú lo viste, lo viviste conmigo, fuiste testigo de cuanto lloré por perder a mi amigo y no tuviste el valor de decirme y aclarar lo que pasaba…- a estas alturas ya me había levantado, pocas veces me enojo, creo que a lo largo de mi vida han sido pocas las veces que me enojo en verdad, y hoy es una de esas ocasiones, me siento enojado, engañado… traicionado, Nicholas lo sabía, él fue responsable y me lo ocultó…

-Mikel, puede que sea muy infantil, y lo era, pero en verdad, solo quería que fuéramos amigos y por tonto fue lo único que se me ocurrió… en verdad no lo hice con el afán de dañarte…-

-¿Por qué George dice que me escuchó insultarlo?- se quedó callado- ¡Dímelo!- grité, afortunadamente estábamos los dos solos en el auditorio

-E… ese día, yo te llevé al patio del colegio, y te comencé a hablar del horrible gallinero de mi abuela, te dije que olían feo, que apestaban cuando no limpiaban… entonces vi como George iba caminando a nosotros y te dije que repitieras cómo era el gallinero, tu dijiste que “es horrible y apesta” George escuchó y se fue…- así que por eso mi amigo me mandó al diablo por una estupidez creada por un niño envidioso- en verdad Mikel, no era mi intención causarte daño-

-Lo hiciste, y cuando nos volvimos a ver supiste cómo George me trató los años posteriores, fuiste tan cínico que fingiste sorprenderte que mi amigo me tratara tan mal, por supuesto que tú sabías la razón…- mis ojos comenzaron a cristalizarse, estaba muy enojado, decepcionado… eso es lo que un amigo nunca debe hacer: traicionar.

-Mikel, es verdad que yo…- me intentó tocar…

-¡No te me acerques! Eres de lo peor Nicholas, te consideré mi amigo, y resultaste ser un tramposo, egoísta mentiroso… está de más aclarar que no te vuelvas a meter conmigo…-

-Mikel, escúchame por favor... yo no…-

-¡No quiero! Con amigos como tú… prefiero estar solo igual que antes… eres un asco Nicholas…- tomé mi mochila y di la vuelta, ese miserable tuvo la culpa de todo y yo sufrí tantos años alejado de George por su culpa, ¡solo por su culpa!…

Notas finales:

Saludos!!


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