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LA CAIDA DEL ANGEL. por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

"Cuando estas tan cerca ya nada importa, nisiquiera tu propio bien estar"

 

 

 

A UN PASO

 

 

 

 

 

 

 

-¿Qué cosa dijiste?-

 

 

-Na…nada-levanto sus manos a la defensiva el chico.

 

 

-Repítelo por favor-

 

 

-No dije nada, nada, en serio, nada-contesto con pánico el joven.

 

 

-Que importa lo que haya dicho Kusama-

 

 

-¡No, si importa!-reclamo para ver como el chico intentaba de correr hacia el que debía ser su departamento-¡Quieto ahí!-

 

 

-¡Auch, mi brazo!-grito al sentir el fuerte agarre del otro.

 

 

-No te hare daño pero solo quiero que repitas lo que has dicho hace un par de segundos, ¡dilo!-

 

 

El chico temblaba de miedo pero al ver que aquel sujeto no le soltaría hasta que lo repitiera nuevamente, lo dijo pero  con un poco de temor en su voz.

 

 

-A…a…dije….Yunai tenía razón con respecto a los ricos…todos son unos…idiotas-cerro los ojos imaginando que recibiría un golpe por ello pero en cambio se llenó de pavor al sentir aquellas manotas sobre sus hombros-Por favor…no, no era en serio…eso…eso no lo dije yo…, sino alguien que conozco-

 

 

-¿Dónde vive ese tal Yunai?-

 

 

-El…-apunto hacia sus cabezas-en el último piso-

 

 

 

 

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOooooooooooooooooooooo

 

 

 

 

¡Hijos de Puta! ¡Se la pagarían, lo harían, tarde o temprano lo harían! Los muy bastardos no sabían con quien se estaban metiendo pero ya verían de lo que era capaz el Cerdo, ya lo verían. Se repetia iracundo mientras secaba la sangre de su boca y cerraba de un portazo la puerta de su departamento para irse derecho al hogar de su más reciente adquisición.

 

 

-¡Yunai! ¡Abre la maldita puerta ahora!-exigió tras notar esta trancada dando un buen par de golpes que luego del rato comenzó a abrirse ante él.

 

 

-Sr. Tochi… ¿qué hace aquí?-

 

 

Apenas alcanzo a decir el chico para sentir su cuerpo atrapado entre la pared y ese inmenso armatoste que era el cuerpo de aquel hombre que lo superaba en tamaño y temperamento.

 

 

-Vengo a ayudarte amorcito-dijo sujetándolo del mentón para darle un beso-acaso no prometí ayudarte en todo lo que fuera necesario-el chico solo asintió asqueado por haber tenido que soportar sus asquerosos labios sobre los suyos una vez más y sobre todo al imaginarse a que había regresado nuevamente a su hogar.

 

 

-Si…pero…vera…yo ahora, no puedo…no…-sintió el fuerte agarre de dos par de manotas alrededor de su rostro a punto de aplastarlo.

 

 

-El chico, el que tienes en el cuarto-casi escupió el hombre con desdén-hay que sacarlo ahora mismo de aquí-

 

 

-¿Qué?-apenas pudo articular el castaño para sentir su rostro liberado mientras el hombre se dirigía a grandes zancadas hasta la puerta de su maltrecho cuarto.

 

 

-Debemos moverlo ahora-recalco el hombre notando el desazón del muchacho frente a el que le hizo perder la poca paciencia que tenía-¡hay que sacarlo ahora Yunai, ahora!-grito furioso golpeando la puerta.

 

 

-Pero…-el chico no podía creerlo, acaso el viejo Tochi pensaba vender a Misaki, pensaba arrendarlo o peor aún, pensaba…..-No, él no se mueve de aquí-dijo terminantemente para ver la ira en aquellos ojos ocres que ya le miraban de frente haciéndole sentir el fuerte agarre de sus manotas en sus pobres y delgados  brazos.

 

 

-Creo que no me he explicado bien chico, pero si digo que se mueve se mueve-

 

 

-No…el no…el…-

 

 

-Bueno, si lo que quieres es ir a la cárcel haya tu-le soltó con fuerza provocando que se golpeara contra la pared-Es eso lo que quieres-pregunto provocando que el joven recordara su corta estancia en aquel lúgubre y asqueroso lugar en donde había dejado a su querido Oni-chan-¿Eso es lo que quieres?-

 

 

Negó tembloroso, pues ni loco volvería a ese lugar, mucho menos para que su Oni-chan le diera un buen par de golpes por lo idiota que había sido para caer en el mismo lugar de donde él se había encargado de sacarlo echándose toda la culpa de lo ocurrido con respecto al secuestro y asesinato de aquel profesor que por error se habían llevado consigo.

 

 

-Bien, porque hay un par de sujetos que andan buscando a tu amiguito-dijo el hombre regresando hasta la puerta del cuarto-Y no tienen muy buenas pulgas-agrego indicando los golpes en su rostro que hasta ese momento ni se había molestado en notar.

 

 

-Ellos… ¿Quiénes son?-

 

 

-No lo sé, lo único que sé que esos dos están locos de remate-

 

 

-¿Cómo eran?-

 

 

El hombre apenas y le miro pues estaba más preocupado en sacar al muchacho que yacía en el cuarto contiguo.

 

 

-Sr. Tochi, como eran, como eran esos sujetos-

 

 

-Uno de ellos era un maldito engreído de  cabellos plateados que…juraría haber visto pero no, no sé dónde-se rasco la cabeza para entrar al cuarto que aun permanecía a oscuras-el otro, ese parecía un gigante de lo alto que era-

 

 

El chico se puso nervioso al escuchar eso, ignorando por completo que alguien más había escuchado aquello sintiéndose de igual manera sin siquiera saber el porqué.

 

 

-Su…su cabello, de qué color era su cabello-

 

 

-Negro-respondio de mala manera el hombre encendiendo la luz del cuarto para luego ir donde se encontraba un maltrecho muchacho sobre un sucio colchón-Vamos ayúdame a ponerle algo de ropa-le exigió al chico que aun permanecía en la entrada del cuarto-¡Yunai, vamos que esos sujetos andan de puerta en puerta preguntando por este maldito puto!-

 

 

Nowaki estaba en su edificio, Nowaki estaba cerca, muy cerca de su hogar y no precisamente yendo por él, sino más bien por ese asqueroso chico por el cual lo había cambiado tanto a él como a ese que decía amar aun si estaba bajo cien metros bajo tierra.

 

 

 

 

oooooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

 

-¡Es aquí!-dijo tirando del chico que no hacía más que resistirse a avanzar mientras era jaloneado por el par de hombres que no paraba de hacerle la misma pregunta desde que llegaran al último piso.

 

 

-¡Es o no es, maldita sea, contesta!-le increparon dándole un golpe en la cabeza.

 

 

-No… ¡si, si!-

 

 

-Pero que rayos, es o no es-

 

 

-No te preocupes Usami que ahora lo sabremos-dijo el moreno tocando a la  puerta frente a él.

 

 

-Es la otra-susurro el chico apuntando la puerta contigua.

 

 

-Más te vale-gruño el escritor soltándolo para golpear con ímpetu aquella puerta que suponia mantenía cautivo a su amado.

 

 

 

 

ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

 

Podían escuchar los golpes tras la puerta, tan fuertes y claros a punto de hacerla caer destrozada en cualquier momento.

 

 

-¡Habrán la puerta, ábranla maldita sea!-

 

 

-Ese es uno de ellos, el que me parece conocido-dijo el hombre alzando al lánguido chico de un brazo.

 

 

-¡Habrán por favor, no les haremos daño, solo necesitamos hablar con ustedes un momento!-se escuchó otra voz en un tono más amable que si Yunai no le hubiera conocido no hubiese dudado de sus puras intenciones…Pero lamentablemente para ambos, si se conocian y sabia perfectamente de lo que era capaz ese demonio con cara de angel.

 

 

-Nowaki-

 

 

-Asi que los conoces-

 

 

-…-

 

 

-Mierda ya no alcanzamos a sacarlo-dijo soltando al chico que cayó como peso muerto sobre el suelo-¡Maldita sea!-lo pateo con molestia-todo por este puto, pero tú no te preocupes-le dijo al joven parado a escasos centímetros suyos-porque esos idiotas no pasaran de esa puerta yo te lo puedo asegurar-

 

 

 

 

oooooooooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

 

-¡Habrán maldita sea, habrán si no quieren que les eche la puerta abajo!-

 

 

-Usami, ¡Usami tranquilo!-

 

 

-¡No, él está aquí, lo sé! ¡Sé que lo tienen y juro que si le han hecho daño!-

 

 

-¡Usami ni siquiera sabemos si esta no es la casa de un amigos suyo!-

 

 

-Deja de hablar estupideces, porque tu bien sabes que eso no puede ser posible-le enterró un dedo acusadoramente sobre el pecho.

 

 

-Yo…yo, ya me tengo que ir, asi que…-dijo bajito el chico que se encontraba aun con ellos-Me voy…-

 

 

-¡De eso nada, aun tienes que decirnos quien es ese tal Yunai!-

 

 

-¡Y quien mierda te crees para andar preguntando por los inquilinos hijo de puta!-vocifero alguien a las espaldas del chico que dio un salto a un lado aterrado por quien había llegado ahora.

 

 

-Bo…bochan-

 

 

-Vete a casa Rochi-

 

 

-Pe…pero-

 

 

-¡Vete ahora!-ordeno el hombre fornido empujando al chico hacia las escaleras-Y más te vale no salir de ahí-dijo viendo esfumarse al chico tras las escaleras.

 

 

-¿Quién eres tú?-pregunto con desdén el escritor.

 

 

-¿Eres el conserje?, puedes ayudarnos-pregunto el moreno controlando su genio pues con el de Usami  tenían suficiente-Por favor, estamos buscando a alguien y-

 

 

-Miren imbéciles estoy a punto de llamar a la policía, asi que mejor den la vuelta y lárguense-

 

 

-¡No, nos iremos sin que nos abran esta puerta!-grito apuntándola el peli gris.

 

 

-Si no les abren es porque no hay nadie idiotas, ahora márchense-dijo de mala gana el hombre.

 

 

-Tienes llaves de todos los departamentos-pregunto Nowaki sin perder la mirada del otro.

 

 

-Soy el puto conserje, tu qué crees idiota-

 

 

-¡Bien entonces ábrenos y acabemos con esto!-vocifero el escritor acercándose hasta el hombre que en esos momentos dejaba ver un bate de béisbol ante ellos.

 

 

-Yo no lo creo, ahora-dijo indicándoles con la cabeza las escaleras.

 

 

Aquello no estaba bien, sabía perfectamente que al igual que Usami él no se iría de ahí sin constatar que en aquel departamento no estaba Misaki, más si ya tenía la certeza que el desgraciado de Yunai vivía ahí.

 

 

-Me vas a abrir esa maldita puerta hijo de puta o juro que…-

 

 

Apenas había alcanzado a frenar al escritor que ya había metido la mano en su chaqueta. Negó con su cabeza ante la furia del otro que se debatía entre sacar o no el arma cuando el moreno le grito al otro la solución más simple de todas.

 

 

-¿Cuánto quieres por abrirnos la puerta?-

 

 

El tipo rio de buena gana jugando un poco con su bate para luego lanzarles una suma que para alguien de su calaña lo más probable seria desorbitante, mas no para Usami Akihito que enseguida acepto.

 

 

-Bien, pero deberán esperarme, no tengo las llaves conmigo-dijo el hombre perdiéndose por las escaleras.

 

 

Aunque tanto el como Usami deseaban echar la puerta abajo decidieron no hacerlo y confiar que llevado por su avaricia el maldito conserje llegaría más rápido de lo que lo habían visto bajar las escaleras y por suerte no estaban equivocados en ello.

 

 

-El dinero primero que no nací ayer-increpo de mala gana el hombre para luego de tener un buen par de billetes separar la bendita llave de un manojo de llaves-Yo no les entregue esto, ustedes la robaron, ¡entendido!-

 

 

Ambos hombres asintieron tomando bruscamente la llave de las manos del hombre que ni tonto ni perezoso, ya con el dinero en sus manos desapareció del lugar.

 

 

 

 

oooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

 

-Creo que están abriendo la puerta-susurro el chico hecho un atado de nervios.

 

 

-No, claro que no, llame a Bochan hace un rato y él dijo que se encargaría de ese par-dijo el hombre mientras se escuchaba como la puerta rechinaba al ser abierta.

 

 

-Sr. Tochi-susurro asustado el joven a su lado.

 

 

-No te preocupes-dijo el hombre dirigiéndose hacia la puerta-tu quédate aquí-le ordenó mirando al chico tirado en el suelo-Y no le quites el ojo de encima-

 

 

 

 

ooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

 

 

Entraron intentando de no hacer ruido o al menos de no alertar aún más a los habitantes de aquel lugar que si bien aparentemente no se encontraban en el lugar, al menos les daría tiempo suficiente para investigar a quién demonios pertenecía.

 

 

-Este es un chiquero-rezongo el escritor tapando su nariz con un pañuelo.

 

 

-Intenta de buscar alguna pista Usami, quien sabe y –

 

 

-¿¡Qué demonios hacen en mi hogar hijos de puta!?- los encaro nuevamente el mismo grotesco hombre que hacia menos de media hora se encontraran en otro lugar.

 

 

-Vaya, vaya, no me digas que alguien como tú tiene para dos departamentos-sonrió de lado el peli gris-o mejor aún, que tienes un hermano gemelo y se comunican por telepatía-

 

 

-Fuera de mi hogar-escupió el hombre tomando una botella del suelo para estrellarla contra la pared y apuntarle con lo que había quedado de ella a ambos hombres frente a el-Si saben lo que les conviene, claro está-sonrió para dejar ver sus asquerosos dientes teñidos aun por la sangre del golpe dado por el peli plata.

 

 

-Bueno, si eso es lo que quieres-dijo el escritor sacando de su escondite el arma que había llevado consigo para ver palidecer aquel sujeto ante el-Ven y sácame infeliz-

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Continuara.................................................

Notas finales:

Bien se que llevo diciendo que ya se termina y ya se termina pero en serio, no se si es por las horas exsesivas de trabajo o porque simplemente no se me ocurre como plasmar el ultimo capitulo de la forma siniestra que se me habia ocurrido en un principio y que por asares del destino ha cambiado para dar un giro inesperado hasta para mi que lamentablemente esto no se concreta pero eso si, ahora que sali de vacaciones me tomare el tiempo suficiente para acabar con esta historia, se los prometo, ahora si se viene el final, eso si, no se si sera en el proximo capitulo pero de que falta de uno a dos, faltan de uno a dos.

Como siempre gracias a mis fieles lectores por continuar leyendo esta historia y sobre todo por tomarse las molestias de dejar un comentario, en serio, muchas gracias.


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