Después de haber concluido los estudios en Sakura, Usami Akihiko se fue de Japón hacia Inglaterra por imposición de su padre, para estudiar leyes, en realidad él tenía muchas ganas de revelarse tal y como lo hizo su amigo Miyagi, pero sabía que para eso era demasiado pronto, el revelarse a esa edad solo le haría terminar como Miyagi y esa vida en la que tenía que trabajar mucho por poca paga no era para él, Akihiko estaba acostumbrado a una vida de lujos, le encantaba derrochar el dinero por todo y revelarse lo privaría de todo ello
Pero esa predeterminación no se iba ir de su mente ni un solo momento, solo necesitaba tiempo, él era muy bueno haciendo lo que le gustaba, que era escribir novelas, desde muy pequeño había descubierto ese don para crear fabulosas historias, y calculaba que al menos en 5 años se volvería popular y luego muy famoso, pero al parecer era mucho más bueno de lo que pensó, ya que llegar a obtener esa fama solo le tomó poco más de dos años, así que a sus escasos 20 años gozaba de popularidad y hasta había logrado acumular mucho dinero, con lo que decidió que ya era tiempo de revelarse y hacer lo que le venga en gana, pero eso tenía un objetivo en la mira, aparte de solo diversión y era encontrar a alguien especial para ser feliz, desde un principio ese era su mayor objetivo, encontrar a esa persona espacial a quien amar, pese a que nunca admitiría eso frente a alguien más ni siquiera lo había admitido frente a sus mejores amigos
Su búsqueda había empezado incluso mucho antes de salir de Sakura, había salido casi con media clase, sin contar a los de los demás; realmente no le daba importancia salir con mujeres u hombres, pero al parecer mejor le iban los hombres; probó muchas veces, él sentía casi de inmediato que esa no era la persona que buscaba, odiaba la soledad por lo que no permanecía sin pareja por mucho tiempo, cambiando de una en una por tanto tiempo ya le estaba siendo muy aburrido, pero no declinaría, aún era joven, tenía una vida por delante, e incluso había encontrado a alguien que parecía ser el correcto…
-se está tardando demasiado! Ahh… -bosteza- será mejor que se apresure, no pienso seguir aquí plantado… -dice para si mismo un peliplata fastidiado-bien ya es suficiente, me voy!
-heyyy… Akihiko!! –llegaba corriendo un joven de ojos cafés oscuros y pelo marrón- ha, ha, ha –respiraba con dificultad- ya te ibas?
-claro que si baka, no pienso seguir esperándote! –se pone en marcha-
-pero si ya llegué!.... waaa no aguantas nada… hey, me oyes! No te vayas! –lo sigue de cerca- pues lamento no estar a tu disposición todo el tiempo, señor escritor famoso, también tengo una vida sabes?... –viendo como el ojilila se sube a su deportivo rojo-
-cállate y sube de una buena vez! –abriendo la puerta del copiloto-
-fuhh –suspira- ok… -sube al auto y se coloca el cinturón de seguridad- supongo que te fue mal, no?
-pues claro, como crees que me va a ir si de repente le digo a mi padre que dejaré la universidad para dedicarme a ser escritor, eh? –dice muy furioso-
-bueno, pues ese es un punto, pero otro es que tus libros son una maravilla, son tan exitosos que te han llevado a la fama muy rápido, me cuesta decirlo pero eres mejor que mi padre…
-eso lo sé Keiichi –mofándose-
-pero que pedante eres!... –haciendo un puchero- y ahora que harás, regresarás a Japón?
-no lo creo al menos no por el momento, la vida es buena aquí, conseguí un departamento lujoso, tengo un buen prestigio y muchos admiradores, disfrutaré lo más que pueda ahora que no dependo más de mi padre
-ummh, suerte la tuya, pero bueno, se puede saber por qué me llamaste?, la verdad me sorprendió tu llamada, pensé que al primero que llamarías sería a ese noviecito tuyo, no me digas que te aburriste de él? –le pregunta sonriendo a lo que recibe una mirada cómplice del peliplata- en serio? Pero si parecía que él sería el indicado, estabas muy entusiasmado con él y más porque era japonés
-pues simplemente no me gusta lo meloso que se pone, además es malo en la cama ja, ja, ja
-y eso es lo principal no? él lo tomó bien?-
-claro que no, está flechado conmigo, como todos!
-no generalices que soy la excepción –sonriendo-
-uffh… bueno si tú lo dices, ahhh –suspira- el sexo contigo si era bueno
-deja de decir eso, acaso quieres causarme problemas con Haruhiko? –con una mirada seria-
--no exageres, ni que él estuviera aquí, además lo pasado pisado –sonríe provocativamente-
-sabes creí que lo nuestro no funcionaría y más cuando él estaba enterado de que éramos amigos con derechos, pero al parecer no le importó, eso sin duda me demostró que era él indicado… -dice con una expresión embelesada- de verdad espero que tú también encuentres al indicado –mirando de reojo a su amigo- porque indicada no lo creo ya me queda claro que estás mejor con los hombres…
-eso si –sonríe- y probando de todo un poco lo encontraré, aún tengo mucho tiempo para hallarlo, aunque mientras más pronto más tiempo tendré para amarlo
-y crees que te acepte con todo tu pasado y presente?
-si es el indicado lo hará así como tú –estacionan en el parqueo de la universidad- bien a hablar con el decano, vas conmigo o te quedas?
-prefiero esperarte, me cansan las conversaciones aburridas –reclinando el asiento hasta quedar semirecostado y con brazos como almohada-
Así el peliplata fue a solicitar su retiro de la carrera de leyes, a pesar de que el decano trató de convencerlo que era una mala decisión la que estaba tomando y más porque era el primero en su año, no desistió y sin más remedio el decano lamentado al perder un buen precepto aceptó la solicitud, una vez más el peliplata se estaba saliendo con la suya
-ya? Tan rápido, ni siquiera me dejaste tomar una siesta, ahhh –bostezaba-
-el único que me hace esperar eres tú –sube al auto y lo pone en marcha-
-y a dónde vamos? –posicionando el asiento-
-a dónde más, a celebrar que ya no estaré en esa odiosa institución-
-ja, ja, ja se ve que la odiabas, está bien, pero no me quedaré por mucho, tengo una cita con tu hermano a las 9, así que tienes 3 horas de compañía, aunque siendo tú después que me vaya no tardarás en encontrar a alguien
-y vaya que me conoces, ojalá pueda encontrar un reto
-reto? –pregunta intrigado- te refieres a alguien que no se enamore de ti a primera vista? Jump… -se ríe- pues la veo difícil
-tienes razón –sonríe altanamente-
-lo he dicho, eres un pedante, que no puedes ser un poquito modesto?
-la modestia no vale nada, así soy y así me quieren –a lo que Sumi niega con la cabeza-
-te parece este lugar? –estacionando su deportivo-
-cualquiera está bien –baja del vehículo- ahora te quedan poco más de dos horas para disfrutar la compañía de tu amigo –se dirige al bar-
-como digas –siguiendo al pelimarrón hasta quedar en una mesa- ummh no hay muchos buenos prospectos…
-son apenas las 7 de la noche, más tarde encontrarás más –levanta la mano para que un mesero lo atienda-
-muy buenas noches, sean bienvenidos, en qué les puedo servir señores? –pregunta sonriente un mesero muy joven al parecer de pelo y ojos castaños, se inclina y toma nota en su libreta-
-un Gordon’s gin para mí y un –haciendo una seña a su acompañante llamando su atención que estaba puesta en alguien en particular-
-un… -entrando en cuenta- whisky en las rocas
-eso es todo… -mirando extrañado la reacción del escritor a lo que el mesero se va-
-qué fue eso? –con una expresión como de no creer-
-creo que ya encontré a alguien muy interesante –entrecerrando los ojos-
-eh!, en serio… no me digas que ese mesero te interesa, pero sí parece ser un niño, ni idea como le permitieron el trabajar aquí
-es por eso que me llama más la atención –viendo de reojo al castaño que les dejaba las bebidas y se retiraba a atender otras mesas-
-hey! Akihiko, ya deja de verlo!! –le retaba al escritor, ya estaban dos horas desde que habían llegado y el peliplata no dejaba de ver al mesero castaño cada vez que se daba la oportunidad-
-solo quiero que se sienta intimidado –bebiendo de su vaso sin desviar la vista-
-pues él no te presta la más mínima atención, está trabajando y al parecer solo eso es su prioridad! –se enfada- ya es hora de retirarme, te dejo con tu mesero!!
-ok! Atiende bien a mi hermano! –le grita a su amigo antes de que salga del lugar, y este le devuelve una mirada de enfado- será divertido jugar con ese niño… -viéndolo más atentamente- me pregunto cuántos años tendrá, parece de 15 o 16… jump –ríe- no importa me las arreglaré para hablar con él –termina su bebida y se incorpora determinado a entablar una plática con el castaño-
-hola guapo –un joven rubio atractivo interrumpe al escritor- sabes? Eres muy sexy, te gustaría pasar una noche de placer conmigo? –pregunta seductoramente-
-viendo lascivamente al rubio- claro, por qué no? –ni siquiera hizo esfuerzo alguno para conseguir un juguete de paso y no iba a desperdiciar esa oportunidad- bueno no creo que ese mesero deje de trabajar aquí –piensa mientras se dirige con el rubio hacia su deportivo para salir de ese lugar para divertirse como suele hacerlo-
…
-mhh –se empieza a despertar un rubio- ahhh… -bosteza- te ibas a ir sin avisar siquiera? –dirigiéndose al peliplata con el que había compartido una noche llena de placer para su gusto-
-pues claro, que no me ves?... –dice indiferente tomando su abrigo- no lo malentiendas el sexo estuvo bien, pero hasta ahí con una vez ya tuve suficiente contigo, así que nos vemos!-
-espera! En serio no te gustaría tener nada conmigo, ayer parecías disfrutarlo
-y qué querías, que lo hiciera de mala gana –dice en sarcasmo mientras intenta marcharse nuevamente-
-a ti te interesa el mesero del bar no es cierto? –pregunta deteniendo el paso del escritor-
-y por qué piensas eso? –dice tratando de disimular su interés-
-no te hagas el tonto, ayer vi perfectamente como lo mirabas y hasta quisiste acercarte a él, fue ahí cuando intervine
-si lo sabías por qué interviniste entonces? –frunciendo el ceño-
-ese chico no te hará el mínimo caso, -dice desviando la pregunta- en serio quieres perder tu tiempo con él?
-ja, -se burla- parece que hablas con experiencia, es que acaso él te rechazó? –mirándolo burlonamente-
-se puede decir que quería estrenarlo, pero por más que insistí no logré nada, a ese niño solo le importa trabajar
-mmhh… así que solo le importa ganar dinero –sonríe pícaramente-
-no, trabajar dije!, ni creas que no intenté pagarle por ser el primero en tomarlo, le ofrecí una suma considerable y el no aceptó, realmente solo le importa trabajar
-ah, entonces no aceptaría ningún dinero que no sea proveniente de su trabajo, pues eso habla muy bien de él, y qué más sabes de él?
-a poco crees que me sacarás información así de gratis? –viendo como el peliplata se pone serio- te cuento si a cambio me das otra noche de placer y no tienes que volverme a ver otro día, puede ser ahora mismo, porque es ahora que tengo ganas, qué dices? –pregunta relamiéndose los labios-
-ok, espero no te arrepientas después de que no puedas caminar, porque no pienso ser amable contigo –el rubio asiente con una sonrisa de satisfacción y una mirada de placer imaginando lo que le esperaba- bien –tira su abrigo a un lado sacándose la corbata- pero antes me contarás todo lo que sabes, prometo no escapar –empieza a desabotonarse-
-está bien, pues… -apoyando su mentón en su puño a manera de pensar- el chico tiene 15 años, se llama Kamijou Hiroki, es japonés supongo que de eso ya te diste cuenta no? –el otro asiente lentamente como restándole importancia- estudia el penúltimo año de una secundaria pública, está aquí con su madre y a parte de ella no tiene a nadie, no sé dónde vive o por qué está tan lejos de Japón, prácticamente eso es todo lo que le pude sacar en muchos intentos de conversación que tuve con él, ah y también que no tiene pareja, pero realmente debe tener muchos problemas económicos como para trabajar en semejante lugar y a esa edad, supongo que eligió un bar para poder seguir estudiando por las mañanas, eso creo además que el dueño del bar es muy amable con él –el peliplata levanta una ceja como si sospechara algo- no pienses de más, no tiene nada con el viejo, es solo que debe tenerle mucha estima por lo trabajador que es; realmente si logras algo con él serás alguien de admirar –le sonríe de manera cómplice-
-bueno no es mucha la información, pero al menos vale de algo… -se acerca al rubio de manera seductora- bien aquí está tu recompensa… -empezando a besar los labios de otro, dando rienda suelta a la lujuria que estaba en un alto nivel en esos momentos y al parecer tardaría en complacerse-
…
-así como te dije amor, no sé qué le pasa por la cabeza a tu hermano –se quejaba Sumi recostado sobre el pecho desnudo de su novio, después de haber tenido una noche llena de pasión-
-es solo que es un obsesionado, mi padre casi lo mata, pero se alivió porque le dije que yo me haría cargo de todo lo que concierne a la compañía
-sabía que asumirías tu responsabilidad, eso es lo que más amo de ti –besando sus labios-
-entonces mi hermanito está interesado en un niño? –acariciando los cabellos de su amado-
-sí, la verdad en estos momentos lo debe estar ya probando, sabes cómo es de insistente, pero solo espero que siente cabeza algún día y no me importaría si fuera con ese niño, pero realmente estoy cansado de ayudarle a atrapar a sus conquistas, me alegra haberme podido librar ayer, pero si sigue con su afán de buscar al indicado terminará con mi vida…
-quisiera decirte que ya no le hagas el menor caso y que no lo ayudes porque me muero de celos cada vez que estás cerca de él y más sabiendo que alguna vez salieron, pero no sería muy maduro de mi parte y demostraría un poco de falta de confianza…
-pero si ya me lo estás diciendo! –hace un puchero-
-Ja, ja, lo siento creo que no lo puedo evitar, pero sobre lo último, si confío en ti mi amor, por eso no dejes solo a Akihiko en sus locuras, porque tú eres la única cordura que le queda, hasta que encuentre su sentido de vivir claro
-me estás dando permiso para que ayude a tu hermano a encontrar pareja o me estás dando la tarea?
-un poco de los dos –le sonríe- solo no sé si él encuentre a la persona indicada, pero si lo ayudas creo que estará mejor
-está bien… -dice serio, para luego cambiar su semblante mostrando una encantadora sonrisa- gracias por amarme y confiar en mi –dando se un beso intenso lleno de amor-
…
Después de haber saldado su deuda el escritor salió con un plan para ganarse a su nuevo objetivo, ya que mientras más pronto mejor
-bueno a empezar! –entró al bar en el cual no había casi ningún alma, pero estaba quien le interesaba y eso era lo importante, lo miraba tan inmerso como limpiaba las mesas y así se dirigió hasta el bar - disculpe, quisiera hablar con el dueño –le pide al barman, el cual se dirige hasta la oficina del dueño para llamarlo; parte del plan del peliplata era primero tratar de ganarse la confianza de Hiroki, ya sabía que un ataque directo no daría resultado-
-es el señor –el barman le indica a su jefe quien lo estaba llamando-
-buenas tardes en qué puedo ayudarlo?
-es usted el dueño del bar? –el otro asiente- puedo hablarle en privado?
-está bien, sígame por favor –lo conduce a su oficina- bien qué es lo que quiere decirme –ofreciendo al escritor asiento y sentándose él también-
-verá no soy muy partidario de usar esto a mi favor pero… la verdad soy un escritor reconocido, casi una celebridad y me gustaría que por hoy uno de sus meseros me bridara atención personalizada, es decir que solo me sirva a mí y me sea de compañía
-entiendo su posición, pero no sería justo que un mesero solo lo atienda a usted, de verdad le agradezco su preferencia por el bar pero
-por el dinero no se preocupe que tanto al que me atienda como a usted los pienso recompensar, en sí será más una ganancia que una pérdida, -mira como el dueño lo ve de reojo-
-bueno si es solo por hoy no creo que haya mucho problema –doblegándose-
-perfecto, dígame quien de todos su meseros cree que necesite de una buena propina?
-ah, eso sin duda sería Hiroki, él tiene muchos problemas con el dinero y una buena propina no le caería nada mal
-perfecto, –se levanta de su silla- entonces mándemelo iré a encontrar un buen lugar-
-de acuerdo señor, será en seguida
-asiente con la cabeza y sale de la oficina a buscar un buen lugar donde no sería interrumpido, se sienta y en seguida ve como el dueño habla con el castaño- excelente, todo salió como lo planee, fue mucho más fácil de lo que pensé –piensa mientras ve como el menor se acerca hasta su mesa-
-buenas tardes –se inclina a manera de respeto- se me ha pedido que atienda su mesa de manera particular y lo haré con todo placer, dígame quiere tomar algo?
-si por favor, quisiera la mejor champagne del bar y un par de copas
-de acuerdo, enseguida regreso –se marcha-
-bueno, continúa el plan A –ve como el castaño regresa y coloca en la mesa lo pedido para luego servirle en la copa- por favor sirve esta también –refiriéndose la otra copa, el mesero lo hace inmediatamente-
-desea algo más señor
-si, que te sientes conmigo –el otro lo mira extrañado-
-lo siento pero estoy traba… -el mayor lo interrumpe-
-el trato especial también abarca el que me hagas compañía, así que siéntate por favor –el menor confundido busca con la mirada al dueño y cuando lo encuentra este le asiente, por lo que el menor se sienta sintiéndose algo incómodo- sírvete por favor alcanzándole la copa extra- bien Plan B da inicio, tratar de embriagarlo –piensa mientras sonríe-
-ah, lo siento pero soy menor de edad y no puedo beber, además estoy en horas de trabajo –se excusa-
-vamos no seas aguafiestas! –le sonríe encantadoramente-
-perdóneme pero debo negarme –responde firme-
-fuffh –suspira- bueno el plan B no funcionó, sigamos con el plan A, hacer que me cuente de su vida –piensa sin cambiar su expresión- está bien, creo que no te convenceré-
-si quiere que lo acompañen bebiendo puedo pedirle al dueño que me reemplace con alguien que si pueda hacerlo
-no está bien –haciendo señas para que no se levante– no puedo creer que este niño no haya caído con mi sonrisa, compruebo que todo lo que me dijo ese sujeto es cierto, muy bien, iré despacio- bien solo me harás compañía, me dices cuál es tu nombre?
-no creo que le interese señor –su incomodidad aunmentaba-
-solo respóndeme y el que me interese o no estará en mi
-mi nombre es Kamijou Hiroki
-y bien Hiroki, cómo terminaste trabajando aquí?, lo pregunto porque eres menor de edad, verdad?
-ahh… -se sorprende por esa pregunta- de que habla señor, yo tengo 18 años –esquivando la mirada del escritor-
-vamos no me mientas, que a leguas se nota que no tienes la minoría de edad para trabajar y menos en un lugar como este
-no yo… -viendo la mirada acusatoria del otro- si, soy menor de edad… tengo 15 años
-ves que no es algo tan malo el decirlo, pero por qué estás trabajando desde tan joven, que acaso no tienes a tus padres?
-yo, preferiría no hablar de eso –frunce el ceño cabizbajo-
-este chico es más duro de lo que imaginé –piensa fastidiado- y por qué no?, solo cuéntame, créeme que te comprenderé y hasta te puedo echar una mano
-eh? –levanta la mirada entre extrañado y sorprendido- bueno… mi padre murió hace tiempo, yo vivo solo con mi madre
-ahh y ella trabaja?, -el otro niega con la cabeza- y por qué están tan lejos de su país natal, porque a leguas se nota que eres Japonés al igual que yo
-es que mi madre está muy enferma y aquí la medicina está muy avanzada… la verdad, es que hace un año inscribí a mi madre a un programa de salud en el que podían tratar su enfermedad casi de forma gratuita, pero tenía que estar aquí en Londres, yo no podía dejarla sola por eso vine con ella, sus gastos no son muchos ya que el hospital lo cubre casi todo
-qué raro que un hospital se brinde a tratar una enfermedad de forma gratuita –lo mira afilando la mirada-
-lo que sucede es que ella está en una fase experimental, por lo que debe quedarse todo el tiempo ahí mientras la tratan
-ah, ya veo
-mis gastos son otra cosa, por eso es que trabajo para poder mantenerme y en parte por conveniencia por los horarios trabajo aquí, ya que por las mañanas estudio en una secundaria pública
-mhh, me alegra que no dejes tus estudios, veo que eres un buen muchacho, y dime no te gustaría ganar más dinero? –pregunta llamando la atención del menor que estaba cabizbajo de lo triste que se ponía al recordar su situación-
-y cómo? –pregunta entre incrédulo e interesado-
-pues trabajando para mí, te interesa? –sonríe al sentirse cerca de su victoria-
-trabajar para usted? –se extraña-
-si, verás acabo de mudarme a un buen lugar y necesito a alguien que cuide del este, que lo mantenga en buen estado y además que me atienda, podrías quedarte a vivir ahí, dijiste que tu mamá está en el hospital así que no veo que sea un problema, además sería un gasto menos para ti
-ah… -sonríe- le estoy muy agradecido por ofrecimiento, pero el dueño del bar se ha portado muy bien conmigo y no quisiera ser un malagradecido dejando botado el trabajo que con tanto pesar conseguí, además de que me gusta trabajar aquí
-entiendo… -dice calmado haciendo hasta lo imposible por controlar la furia que sentía al ser rechazado de alguna manera tantas veces seguidas- no puedo creer que este niño se dé el lujo de rechazarme dos veces, primero con la copa de champagne!, pero no pienso rogarle, como te diste ese lujo pasaré al plan C –piensa mientras bebe de su copa hasta terminarla sin quitar la vista del menor- es agradable que seas tan leal con el dueño, pero ten cuidado que si descubren que eres menor de edad te pueden despedir y dependiendo de quien lo haga hasta te pueden deportar, dijiste que estás aquí más de un año verdad? –el otro asiente lentamente- el permiso que un extranjero tiene de quedarse en otro país es solo de tres meses, es por eso que si te descubren estarías en serios problemas
-descuide sé cuidarme de eso y mientras el dueño me acoja esteré muy bien –le sonríe confiado-
-jump –ríe- eres un muchachito muy valiente… bueno, -se levanta del asiento- me agradó mucho tu compañía, pero es hora de marcharme, regresaré otro día y espero tener también una noche agradable como esta, ten –ofreciéndole una buena propina-
-ah! Pero esto es mucho señor, yo no puedo aceptarlo –dice sorprendido-
-vaya que eres muy orgulloso mocoso!! –Cavila- es tu propina, me hiciste buena compañía te lo mereces y no lo aceptaré de regreso
-… -sonríe alegre- está bien, muchas gracias señor
-de nada y puedes llamarme Akihiko, ese es mi nombre –tiene una sonrisa encantadora- piensa mientras le sonríe-
-está bien, muchas gracias Akihiko sama, le deseo buena noche –despide al peliplata con una reverencia-
-ya verás niño –dice muy bajito mientras se alejaba del bar para subir a su deportivo- vendrás a mi suplicando trabajo –sonríe de una manera cruel-