ES MI HIJA
-Dale un tiempo Harry, ya se le pasara el enojo-
-¡Por Merlín Hermione, ellos no eran pareja!-
-Ron, ten un poco de sensibilidad por favor- le regaño señalando con la cabeza a su demacrado amigo.
-Pero Mione, es verdad, el solo era un allegado-
-¡Ron!-
-No, tiene razón- dijo lamentosamente el moreno.
-Ves, te lo dije- replico sonriente el peli rojo.
-Pero lo amo-
-Hay no, maldita sea Harry, no digas eso- gruño el peli rojo con algo que tanto el cómo su novia se temían que ocurriera.
-Es cierto, lo amo- dijo levantándose de golpe del sillón -Debo ir a buscarlo-
-Harry, cálmate por favor y piensa en lo que vas a hacer-
-No tengo nada que pensar Hermione y él no tiene por qué estar viviendo con esa- soltó despectivamente.
-Harry no porque tú te hayas enamorado de Malfoy significa que él te amé-
-¿Pero?-
-¡No Harry! ¡Ya has hecho suficiente por el!- su amigo negó con la cabeza -Sabia que algo asi podría suceder- se quejó la castaña -Sobre todo por el buen corazón que tienes-
-No digas eso-
-¡Pero es la verdad!- reclamo eufórico Ron.
-Tu no lo amas Harry, esto, esto es solo una ilusión, una hermosa y quizás bella ilusión de la familia que jamás tuviste pero es solo eso amigo y como cualquier ilusión se desvanecerá apenas intentes-
-No, no es asi-
-Si lo es- contesto cansado el peli rojo que volvia a tomar asiento.
-Harry, sé que para ti sería un sueño tener una familia y que por tu…opción, quizás nunca la obtengas- decia suavemente la castaña que veía como su amigo se deprimía ante la verdad.
-Si la tendré-
-Sí, claro que sí puedes, puedes ir al mundo muggle y arrendar un vientre y-
-No, asi no-
-Pues te será difícil encontrar un mago sangre pura que quiera darte ese honor amigo- dijo para luego ver con grandes ojos al moreno -Un momento, acaso por eso querías tener cerca a Malfoy, es por eso-
-Ron eso-
-Harry, si era por eso debiste haber hablado conmigo, pudimos haberle hecho firmar un contrato o que ustedes realizaran una promesa inquebrantable o-
-¡No Hermione no se trata de eso, ustedes no entienden!-
-¿Como que no?, ahora todo está claro-
-¡Ron no, eso no!-
-Podría hablar con él, bueno, no creo que le haga mucha gracia pero te debe una y si le ofreces algo-
-¡Ya basta ustedes dos! ¡Yo no necesito una familia nueva porque ya la tengo!-
-Gracias hermano- sonrió Ron al escucharlo.
-No me refería a…Ron, gracias pero-
-Harry, a que te referías- pregunto un tanto dudosa su amiga.
-Adhara es mi hija-
-No-
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Sus amigos habían armado un escándalo mediático a su alrededor cuando les conto lo que había ocurrido y como él estaba seguro que esa hermosa bebita era suya, obviamente omitiendo ciertas circunstancias que por obvias razones terminarían por dejarlo ante los ojos de su mejor amiga como un monstruo y que por lo cual de seguro no solo no le ofrecería su ayuda, sino que además lo más probable es que lo delatara con el mismísimo Draco, quien por el momento no debía saber quién era el padre de Adhara, ni mucho como había sido concebida porque si en ese momento lo detestaba, cuando supiera la verdad eso sería una caricia para el odio que seguramente le profesaría.
Lo primero que había dicho Ron era que su rubio de seguro lo había engatusado con tal de ayudarlo a él o a su padre pero el cálculo le había quedado mal y por eso había pagado bien caro.
-Castigo de los ancestros-
Había dicho provocando que tuviera que contar hasta diez antes de perder los estribos y darle un buen golpe en el rostro.
Luego estaba Hermione, quien siempre tan objetiva no pudo más que mirarle horrorizada haciéndole pensar que ya había aprendido legerimancia y gracias a ello había escudriñado en mis recuerdos descubriendo su vergonzosa verdad.
-Te cobraste la deuda de vida, ¿es eso?-
Y claro, con la conversación anterior su amiga no pudo más que pensar que se trataba de un acuerdo hecho en la época en que los Malfoy se encontraban mal, cosa que como era previsible no cumplieron por lo cual él había desistido por un buen tiempo, hasta que ya no pudo más al ver que su mayor sueño no sería cumplido.
-Lo obligaste a hacer una promesa inquebrantable- pregunto preocupada su amiga -fue por eso que no se pudo negar, ¿cierto?-
-Hermano…pero habiendo tanto mago, ¿Por qué con él?-
-Porque era el único al que podía obligar-
-¡Hermione no hables asi que cualquiera podría pensar mal de Harry! Además el hurón estuvo de acuerdo y…- el peli rojo se lo quedo mirando estupefacto -Harry el desgraciado se burló de ti, te gano la partida-
-¿Cómo? No, no Ron, no es lo que imaginas-
-¡El muy hijo de su madre se borró la memoria a propósito para no tener que concretar su acuerdo!-
-Es eso cierto Harry- le preguntaba con lastima la castaña entonces.
-Yo…-
-Claro que es cierto y obviamente Harry no le dijo nada porque… ¡bueno porque es Harry, maldita sea!-
Cuando el caos se había calmado y les había explicado a sus amigos la verdad a su pinta, claro, estos no entendieron por qué le había borrado la memoria tras el encuentro a Draco, mucho menos porque no le dijo la verdad luego de que descubriera que estaba en cinta.
-De seguro el Huron salta de cama en cama y por eso dudaste, no hermano-
-¡Por supuesto que no! ¡Yo fui el primero!-
-Ya Harry que con las chicas eso se sabe pero con-
-¡Mira Ron yo lo sé y punto!-
-Tranquilo Harry te creemos- dijo su amiga echándole una mirada de advertencia a su novio.
-Es la verdad Hermione y por eso… tuve que borrarle la memoria-
-¿Pero porque Harry?, no lo entiendo, ¿porque si era tu sueño ser padre, porque hiciste eso?-
-Porque…luego de….- no pudo mirar a la cara a su amiga, no solo porque le contaría parte de la verdad, sino porque la maquillaría nuevamente -él se puso mal…lloro…-
-Pobrecito el Huron-
-¡Ron!- advirtió nuevamente su novia.
-Pero Harry, quizás el, bueno-
-Comenzó a decir que…por mí causa perdería a su familia…-
-Maldito idiota- rebuzno Ron.
-Hasta hablo de quitarse la vida-
-¡Pero qué dices!- exclamo su amiga preocupada.
-Ves porque tuve que hacer lo que hice-
-Bueno, no dudo que cualquier mago en su posición hubiera cumplido con su palabra pero vamos chicos, hablamos de Malfoy- acoto el peli rojo cansado de todo eso.
-Pero Harry jamás se arriesgaría a tener una muerte en su conciencia, ¿verdad Harry?-
Apenas pudo asentir a la conclusión de su amiga para dejarse consolar como siempre deseo desde que aquella maldita pesadilla que el mismo había creado exploto en su cara, porque aunque era exclusivamente su culpa dolía, dolía el no tener a su rubio a su lado y más al saber que jamás podría ver crecer a una hija que ni siquiera podía tratar o llamar como tal por su maldita cobardía.
Estaba a punto de reventar a punto y si no fuera porque sus amigos estaban a su lado y lo detenían con sus palabras de apoyo y sus varitas de seguro hubiera hecho añicos al pobre elfo doméstico y esa maldita casa en donde supuestamente vivía la idiota de Parkinson. En donde no solo no se encontraba ella, sino que además tampoco estaban su rubio y su hija. Para colmo el desgraciado elfo a cargo de la residencia se negaba a darle información sobre ellos, ni siquiera para saber si habían o no llegado ahí. Fue entonces que entendió el odio profundo profesado por Sirius hacia esos seres. Perdóname Dobby, dijo desde fondo de su corazón a su viejo amigo, pero la verdad es que si esa cosa no soltaba un simple pio lo mataría, con o sin Hermione de por medio.
Su vida se había ido entre el trabajo y el buscar a su familia, era tanta su desesperación por saber de ellos que hasta fue por información a la mismísima casa de los Malfoy en donde no solo tuvo que soportar siempre comportamiento hostil, sino además sus insidiosas insinuaciones, dejándole en claro solo una cosa y es que ni su rubio, ni mucho menos su hija habían pisado esa Mansión de víboras.
-No lo entiendo Harry, porque simplemente no pones una orden de aprensión por rapto y ya-
-¡Ron como se te ocurre que Harry va a hacer eso!-
-Porque no, la niña es su hija, hizo un trato para concebirla con Malfoy y el falto a su palabra y se la llevo-
-No hare eso Ron-
-Pero es lo mejor amigo-
-Harry, quizás Ron tenga razón-
-¿Hermione?-
-Solo piénsalo, puedes ponerlo como un caso de custodia por paternidad-
-Pero Hermione, ni siquiera tengo algo que me respalde, ni en papel, ni en magia-
-Rayos hermano y yo que pensé que tú eras más listo que yo-
-Eso no importa Harry- dijo su amiga sentándose frente a el -Porque hay duda razonable, no lo ves- pregunto notando como su amigo no entendía nada como siempre -Él vivió en tu casa y vamos, para nadie paso desapercibido, mucho menos como te comportabas con él y sumémosle-
-Que muchos te achacaron el misterio del bebe solo por ser buen samaritano- agrego el peli rojo.
-No lo sé chicos, no quisiera traumar a mi hija-
-Harry ella es apenas una bebe- se quejó su amigo.
-Mira Harry, sé que es difícil pero deberás decidirte, aun con o sin escándalo de por medio, porque el tiempo vuela y ya llevas cinco meses buscándolo, cinco meses en los cuales no has visto a tu hija y en los cuales Malfoy podría estar en cualquier parte del mundo-
Si de algo estaba seguro era que no metería al ministerio en sus problemas personales, mucho menos para darles una excusa en la cual podrían cobrarle el favor en un futuro que bien sabia vendría tarde o temprano, sobre todo en época de elecciones, pero sobre todo para evitar poner en el centro del huracán a las personas más importantes en su vida. Porque de tan solo recordar las amenazas que recibió tras la gran revelación que hizo por casualidad en la casa de su familia adoptiva algo le había quedado más que claro, una, los Mortifagos ya no le temían, al menos no como antes y dos, había sumado más enemigos por el simple hecho de no gustar de los calderos.
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