7 Iniciando una vida nueva
Tsumori estaba sorprendido y rebosante de alegría, al mismo tiempo, al ver a su adoración despierto, al fin podía ver iluminados esos hermosos ojos color miel, se veía como un ángel, lentamente se acercó al menor, pero este se aterrorizó y trató de huir
-ah!… -asustado el castaño se mueve bruscamente, lo que le causó mucho dolor- ahh –gime de dolor-
-no, espera tranquilo! –preocupado trata de calmarlo- No temas prometo que no te haré ningún daño, solo no te muevas mucho, estuviste recostado por mucho tiempo, es por eso que moverte te produce mucho dolor y en especial en la espalda, verdad? –el menor asiente lentamente intentando cubrirse lo más posible con la sábana, lo que hace que el rubio sonría- que lindo es, debo estar soñando, debe tratarse solo de un sueño –piensa intentando tocar la mejilla del castaño, por lo que este solo cierra los ojos fuertemente como resultado del miedo que tenía al encontrarse en ese estado solo e indefenso- Kawai –dice bajito mientras acaricia la mejilla del menor- ese nombre te va perfecto, pero no es el tuyo… hoy pensaba llegar más lejos, pero estoy tan feliz de que despertarás que no me importa! -piensa mientras se aleja un poco - no hay que temer, no te haré daño!
-qui.. quién es usted? –pregunta apenas audible-
-mi nombre es Tsumori Yatsushi y soy un médico –dice sentándose en una silla a lado de la cama-
-estoy en un hospital? –algo sorprendido mira nuevamente su entorno-
-no, esta es mi casa, pero quisiera que me contaras cómo es que terminaste en ese estado que te tuvo en inconsciencia por casi un mes –el castaño gira a verlo con una expresión atónita-
-qué?... un mes?! –sumido en la sorpresa-
-umh?! –demonios, como pude decir eso tan a la ligera!! –se reprochaba mentalmente- eh… si, estuviste dormido por casi un mes, a veces te daba fiebre y en otras tenías calosfrías, temblabas y sollozabas, no despertabas con nada, por eso solo decidí tratar tus síntomas mientras dormías… -se ve muy asustado, pero debo seguir interrogándolo, necesito saber todo de él- por eso necesito que me cuentes todo de ti
-yo… -apretando los puños-
-cuál es tu nombre?, cuántos años tienes? –mirándolo tiernamente para calmar su miedo-
-ah?… mi nombre es Us… -no! no puedo decirle que soy un Usami, no debo usar más ese apellido- meditaba cabizbajo- Ka… Kamijou Hiroki y tengo 16
-uhm… -sonríe- que lindo nombre, me gusta!, sabes?, yo te puse un nombre al desconocer el tuyo… -ladea su rostro para que el menor lo vea- te llamaba Kawai –dice sonriendo mientras el menor lo veía totalmente sonrojado- no puedo creerlo, con ese rubor se ve mucho más lindo, sin duda me encanta… -divagando en sus pensamientos-
-ese nombre, no me va… -tratando de ocultar su sonrojo-
-por algo te lo puse –sin apartar su sonrisa- así que tienes 16, eres casi un niño…
-no soy un niño!! Es más ya estoy por terminar la adolescencia! –grita ofendido mirando al mayor con enfado- ah… lo siento… -reflexiona por su anterior conducta y vuelve a desviar la vista apenado-
-ja, ja, ja me alegra que estés tan enérgico! Bueno está bien ya eres todo un hombre –tratando de no parecer que se está burlando- pero aún así debes tener padres y por ende deben estar muertos de la angustia, creo que lo mejor es que los llame… -se levanta del asiento para salir-
-no!... es decir, no tengo padres, ellos murieron hace tiempo…
-y hermanos?
-abre los ojos a más no poder pero sin levantar el rostro- tampoco…
-umhh, ya veo, lo lamento… -lo observa con tristeza- entonces me contarás el por qué terminaste casi medio muerto? –volviéndose a sentar-
-yo… -qué hago? No puedo decirle que me escape de casa por matar a mi hermano mayor! Y más cuando acabo de decirle que no tengo hermanos!- no tenía a donde ir… –es cierto no tengo a donde ir- no tengo casa ni nada…
-pero cómo puede ser eso posible, eso quiere decir que tampoco estudiabas?
-ah?... –rayos, todo lo que digo suena ilógico, debo inventar algo rápido!, lo mejor es que me vaya… -su mirada se entristece- pero a dónde, no conozco a nadie, no tengo a nadie, ni a Akihiko –las lágrimas empiezan a caer de sus ojos mojando su rostro-
-lo siento no quise… -intenta consolarlo-
-no está bien, -limpiándose las lágrimas- le contaré… después que mis padres murieron seguí estudiando, es decir hasta antes de terminar así, hace una sem… -recordando que el rubio le había dicho que estaba inconsciente casi un mes- bueno, hace más de un mes ya no pude seguir viviendo en mi casa
-por qué?...
-porque… ya no tenía dinero –mintiendo- y terminé en la calle, por eso empecé a vagar y comía lo que encontraba o lo que la gente que se compadecía de mi me daba –es cierto, desde que escapé solo iba de un lugar a otro, sin rumbo, sin nada de dinero- decía en sus adentros- la verdad no sé hacer casi nada, por eso no pude trabajar, y tampoco pude seguir con mis estudios, pasé más de una semana en esas circunstancias y ya no pude continuar más, tenía hambre, y con la nevada me estaba muriendo de frío, por eso…
-que triste que hayas pasado por tanto siendo solo un ni… cof, -tose tragándose lo que le iba a decir- siendo muy joven, y descuida es de entender que no hayas conseguido siquiera un trabajo porque eres menor de edad, pero ahora estás aquí, calentito y donde nada te faltará, claro si quieres quedarte a vivir aquí?
-eh?! –lo mira incrédulo- de verdad puedo quedarme a vivir aquí Tsumori san!! –pregunta alegre y con los ojos iluminados-
-Tsumori san!!! Que lindo se escucha cuando pronuncia mi nombre!! –piensa muy feliz con una sonrisa tonta en el rostro- seguro no le veo el problema, trabajo y gano bien, te puedo enseñar a mantener la casa y ese puede ser tu forma de pago
-Si! –dice entusiasmado- haré lo que me diga para poder quedarme, -mi suerte no puede ser mejor, esta es la oportunidad que estaba buscando!- incluso yo puedo hacer todas las comidas, aprendí a cocinar muy rico con… -Misaki san -pensaba algo entristecido- un amigo… él cocinaba delicioso y le pedí que me enseñara por eso lo sé hacer
-en serio! Ya quiero probar algo hecho con amor!
-amor?... –con una expresión de confusión- esta bien Tsumori san, cocinaré para usted! –intenta pararse-
-no, espera ja, ja… -reacomodándolo en la cama- por hoy no debes hacer esfuerzo alguno y si es posible reposarás por lo menos una semana, tu cuerpo está débil y necesitas recuperar fuerzas
-pero estoy bien, puedo hacer…
-son órdenes de tu médico, debes obedecer –le dice tiernamente-
-esta bien, gracias –sonríe quedamente-
-de seguro también te gustaría volver pronto a clases, no?
-puedo ir a la secundaria?
-por supuesto, debes terminarla, apuesto a que no te falta mucho, no?
-si, gracias, a mi me gusta mucho estudiar y volver a… -no, no puedo volver allá, me encontraría rápido, además era un colegio caro- mi secundaria, pero está muy lejos
-umhh, bueno entonces creo que no habrá problema que entres a una que queda cerca, es estatal y como acaba de empezar el año estudiantil, lograrás entrar, que te parece?
-si!! Que alegría, muchas gracias Tsumori san –se lanza a abrazarlo-
-de nada, cualquiera haría lo mismo
-ah!, es cierto, quería preguntarle algo
-qué será?
- usted… fue quién me salvó ese día?
-esa pregunta le sorprendió mucho, pero no la pregunta en sí, si no el momento, había olvidado ese pequeño detalle pero ya sabía lo que tenía que decir…- si, estaba regresando del hospital cuando te vi tirado en media calle con la nieve cubriendo casi todo tu cuerpo, en cuanto me cercioré de tus signos vitales te traje aquí
- entonces era a usted a quién oía entre sueños?
-eh? De qué…
-cuando dormía escuchaba a alguien hablarme, me decía cosas dulces, me hacía sentir muy bien, sentía una enorme calidez y por eso desde entonces quería despertar para saber quién era el dueño de esa cálida voz, pero no hay quien más, era usted quien me animaba con sus palabras!
-me podías escuchar? –demonios, él pudo escuchar todo lo que Nowaki le decía!- pensaba sin cambiar su semblante-
-si, pero no escuchaba palabras en si, si no como murmullos, pero que me hacían sentir bien, no sabía que había pasado tanto tiempo, pero por saber de quien se trataba quería despertar, aunque a veces sentía lo contrario, y un temor crecía en mi interior, pero han de haber sido solo pesadillas…
-si, de seguro fueron malos sueños, je, je… -quizá sintió eso cuando lo tocaba, no!, no creo que haya sido eso!...-
-me alegra mucho saber que alguien tan bueno como usted cuidará de mi ahora, prometo hacer todo lo posible por corresponder de la mejor manera toda su ayuda! –le dice entusiasmado encerrado entre sus manos las del rubio-
-vaya eres muy educado, para mi también será un placer cuidar de ti! –abrazando tiernamente al castaño- así me ganaré tu confianza y haré que te enamores de mi antes de que Nowaki llegue, así él no será ningún inconveniente- jump –ríe sin soltarlo-
Luego de unos cuantos minutos Hiroki se quedó dormido, la sonrisa de felicidad que tenía Tsumori no se le quitaba con nada, había soñado con el despertar del castaño por tanto tiempo y ahora ya estaba lúcido y totalmente a su disposición, aunque tenía poco tiempo, lo iba a emplear muy bien sin precipitarse, pensando en ello acostó y arropó al menor en su cama y salió a duras penas, ya que quería quedarse ahí, con rumbo hacia su habitación para descansar, aunque quería pasar todo el día siguiente junto a Hiroki, no podía dejar sus responsabilidades de lado, pero por lo menos tendría un poco de tiempo más para ganarse más al castaño
… En un lugar alejado …
-Nowaki a ti te pasa algo! –afirma preocupada una compañera-
-eh?... –sacándolo de sus pensamientos- de qué hablas Sachiko? –pregunta confundido-
-pues de eso justamente hablo, estabas distraído todo la mañana, como mirando hacia la nada y perdido en tus pensamientos, normalmente estás alerta y anotando todo lo que te dicen, pero hoy no, además casi no mueves ni un músculo
-ah, lo siento… no era mi intención preocuparte, es solo que no pude dormir bien, tuve algunos sueños extraños…
-que clase de sueños extraños picaron!! –sonríe de manera cómplice dándole de codazos al ojiazul-
-no!, no es lo que te imaginas, bueno, solo fueron sueños fuera de lo común, además desde que desperté he tenido un extraño presentimiento
-ummh… bueno quizá le haya pasado algo a ese amigo tuyo que dijiste que es tu compañero de departamento, no? –pregunta sabiendo por ende que familiar no podía ser, ya que al ser amiga del pelinegro sabía de antemano que era huérfano-
-abriendo los ojos a más no poder- ahh… quizá!... lo siento Sachiko debo irme –sale corriendo-
-hey Nowaki espera!!! Y qué pasará con las clases de la tar… de, fufhh -suspira- ya se fue, que será eso tan importante como para que no le importe faltarse –levanta los hombros- bueno, será mejor que tome buenos apuntes así se los paso, pero él tendrá que pasarme los del otro día –dice complacida mientras se encamina de nuevo al hospital-
-ha, ha, ha –jadea agotado por la carrera que había realizado hasta un centro de llamadas al exterior del cual ya era cliente regular, entró a una cabina y marcó rápidamente un número- puede ser que Kawaii haya despertado, por eso yo tengo esta inquietud, lo presiento –dice con una sonrisa- pero… -después de un par de tonos corta la llamada- si Kawai hubiese despertado Tsumori me lo habría dicho, no?… no, tal vez no quiere interrumpir ninguna de las sesiones, si! Eso debe ser –vuelve a marcar, esperando impaciente a que contesten del otro lado- vamos Tsumori contesta!! –ansioso después de oír el tono por quinta vez- rayos, no estará en casa? Un par de intentos más y ya! –corta la llamada e intenta otra y otra vez- contesta por favor!! Ahh! –escucha el ruido típico de un teléfono al ser levantado- Tsumori!, ya era hora llevo marcándote casi por media hora!!
… en la llamada…
-ahhh… -bostezando- Nowaki?, qué rayos!, por qué llamas tan de madrugada! Ahhh… -vuelve a bostezar- te dije que dejaras de llamar, en especial a estas horas! –protesta intentando no levantar mucho la voz- ya mi vida estaba tranquilizándose de las incesantes llamadas que hacías y ahora las retomas?, es que a caso no quieres que duerma pacíficamnete?!!...
-lo siento Senpai, es que…
-descuida ya estaba acostumbrado, -moviendo su cuello para relajarse- pero por qué llamaste, sucede algo?
-solo quería saber si Kawai aún sigue inconsciente, lo que pasa es que… -lo interrumpe el rubio-
-Eh?... no!! cómo crees?!, -poniéndose nervioso- si lo hubiera despertado ya te lo habría dicho y estaría brincando de felicidad- pero que rayos!!, cómo es posible que Nowaki pregunte eso justo ahora! –pensaba frustrado- por qué lo dices?
-ahh, ya veo… -silenció unos segundo- bueno es que de verdad creí que ya había despertado, es que tuve una extraña sensación que me ha estado poniendo ansioso y a la vez muy pensativo, en serio creí que se trataba de eso –decía triste-
-yo… -cierra los ojos fuerte, como si no quisiera decir más- lo siento Nowaki, no es eso… por favor no te distraigas por culpa de aquello y aprovecho lo más posible estando allá, si ocurre algo te lo diré de inmediato, te recomiendo que no llames tanto, eso podría frustrarte más de lo que ya estás y descuida que yo te estaré al pendiente –no!, no puedo permitir que Nowaki se entere que Kaw… que Hiroki despertó, si se entera es capaz de dejarlo todo y regresar en seguida, entonces perdería la única oportunidad que tengo de enamorar a Hiroki libremente- traga su saliva con dificultad-
-esta bien… -menciona decepcionado- gracias senpai ah sí, se me olvidó decirte que a Kawai le gusta que le hables de hermosos lugares
-eh?!, cómo sabes eso? –pregunta sorprendido-
-es por que cuando yo le describía lugares que había conocido, en su rostro siempre se formaba una sonrisa, quizá solo haya sido coincidencia, pero no pierdes nada intentándolo, tal vez te funcione igual contigo
-ah… -incluso sabe cosas como esas!, me molesta tanto!, si Nowaki regresa sin duda Hiroki lo preferirá –pensaba deprimido por no ser el peliazul- ok, lo intentaré, bueno será mejor que duerma o mañana llegaré tarde
-si, lo siento senpai, cuídate, esperaré tu llamada… -cuelga- que decepción, en serio pensé que esta inquietud se debía a eso, si hubiera sido así entonces iría de inmediato para saber todo de él, escuchar su voz y ver la luz de sus ojos –dice ensimismado- pero bueno, paso mucho mientras estaba ahí y no despertó, solo espero que no sea malo que esté así tanto tiempo y que cuando despierte no hayan muchas consecuencias… bien será mejor que regrese –piensa mientras sale de la cabina y paga el monto de la llamada- o Sachiko se enfadará si pierdo más sesiones… -sale corriendo del centro telefónico-
…
-mmhh –empieza a despertarse un castaño- qué es ese ruido?... –levantándose de la cama- alguien está hablando?.... es Tsumori san –se acerca a la puerta para abrirla despacio- está hablando por teléfono, quién llamaría tan tarde –piensa mientras ve como el rubio cuelga el teléfono suspirando, por lo que sale completamente- ah Tsumori san…
-ahh! Kawai… -desde cuando estuvo escuchando?!!! –piensa alarmado- que sucede, por qué estás despierto?
-lo siento, es que escuché ruidos y quise saber de donde eran… luego vi que estaba hablando con alguien y colgó… por qué alguien llamaría tan tarde? Eh… lo siento sé que no es de mi incumbencia pero…
-descuida Kawai, digo Hiroki, lo siento es que aún no me acostumbro… -fiuuu que bueno, parece que no oyó nada importante- pues verás normalmente recibo llamadas a toda hora, es la vida ajetreada de un médico ja, ja, -dice algo nervioso, ya que no sabía que inventar- así que no te preocupes, será mejor que regreses a tu habitación y descanses, no es bueno que andes y más a estas horas, es malo para tu recuperación
-si, lo siento Tsumori san, bueno me voy… -dando media vuelta-
-Hiroki una cosa más –llamando la atención del menor- es mejor que lo tenga controlado- dice internamente-
-dígame Tsumori san –responde con una sonrisa-
-que lindo se ve –piensa embelesado- no, vamos no te distraigas!! Es tu oportunidad para advertirle- solo quería pedirte un favor… -el menor asiente- podrías por favor no contestar el teléfono nunca… -el castaño lo mira extrañado- bueno, no es que me moleste si lo haces, si no que los que me llaman son sumamente insistentes, incluso molestos, además no serviría de nada que lo hagas si solo me buscan a mi, podría desconectar el teléfono, pero se preocuparían si suena siempre ocupado…
-claro, descuide Tsumori san, no contestaré aunque insistan mil veces si eso es lo que quiere!
-gracias por comprender, bien ahora ve a dormir, que descanses bien y perdón por haberte despertado
-descuide Tsumori san, con permiso…
-si que es muy educado, como si proviniera de una buena familia… fuff –suspira- bueno al menos esto ayudó a pedirle a Hiroki que no contestara nunca, así Nowaki no se enterará por él, una menos… -se va a dormir-
…
- pobre Tsumori san, incluso lo llaman a tan horas de la madrugada, debe trabajar muy duro… Tsumori san es una muy buena persona, -piensa Hiroki llegando a su ahora habitación y se metió en la cama- es como mi ángel, quizá Dios se apiadó de mi y me lo mandó para cuidarme y que ya no sufra más –dice bajito con una sonrisa que no duró mucho, borrándose casi de inmediato y se borra- Akihiko… de seguro me odia por matar a nuestro hermano, padre también debe odiarme –las lágrimas amenazan con salir- qué hago?... por nada del mundo quiero volver allá, el solo imaginarme la mirada de odio de Akihiko , hace que me duela mucho el corazón… -se cubre más con las cobijas- no, no volveré allá, ahora estoy muy lejos de casa y no creo que me encuentren, además Tsumori san dijo que no había problema en que me quede, incluso podré estudiar –recupera su sonrisa- en verdad es mi ángel –pensando feliz en eso último el sueño lo venció y cayó dormido-
Hiroki necesitó tres días para recuperarse en su mayoría, en esos días Tsumori no le permitió hacer casi nada, pero los aprovechó para poder conocerse mejor, hablaron de sus gustos y disgustos, le mostró todo lo referente a su departamento, también salieron de compras ya que el menor no tenía ninguna ropa que le quedara, su cuerpo era mucho más pequeño y delgado que de él y ni hablar de Nowaki; a insistencia del menor no compraron muchas prendas porque ya por ende se sentía muy mal que el médico le diera vivienda casi gratuita, le pagara el colegio y encima tenía que comprarle ropa, eso era mucho, pero aún así no pudo negarse en aceptar al menos algunas, porque no tenía nada que ponerse
Durante ese corto tiempo Nowaki no había llamado casi nunca, había bvuelto a la rutina anterior, aunque a Tsumori no se le quitaba ese temor de que Hiroki pudiera contestarle, pese a que había prometido no hacerlo, aún así decidió que eso no tenía que afectarle, ya había avanzado mucho al volverse el ángel protector del ojimiel, siempre le hablaba con cariño, le contaba de todos los lugares que conocía y tal como Nowaki lo había dicho al menor lo ponía feliz saber de ello, e incluso ya había arreglado los trámites necesarios para inscribirlo en la secundaría, no le fue muy difícil porque contaba con que el director era un paciente al cual había ayudado mucho y por eso le hizo el favor de inscribir al menor sin necesidad de papeles, alegando que se los habían robado…
-en serio Tsumori san!! –grita emocionado Hiroki-
-por supuesto, cuando te he mentido –dice sonriéndole- bueno si mentí pero no lo hice de mala manera –pensaba excusándose-
-que alegría –se lanza a abrazar al mayor- gracias, gracias, gracias!!! –Hiroki estaba emocionado porque el rubio le había dado la noticia de que ya podía estudiar, eso lo hacía muy feliz, le encantaba estudiar y en especial estar rodeado de libros en la biblioteca, explorando cada uno de ellos-
-calma pequeño… -despeina los cabellos del menor- primero deber recuperarte por completo!
-pero yo ya estoy bien –empieza a entristecerse- no necesito reposar más…
-es necesario, además ya estás inscrito, la secundaria no se moverá, el Lunes podrás ir normalmente, además hay que conseguirte los materiales necesarios, si no te molesta podemos encontrar unos de segunda mano
-claro que no, de verdad le estoy muy agradecido por todo lo que ha hecho por mi Tsumori san, no sé cómo podré pagárselo –empieza a sollozar-
--no Hiroki, no llores por favor!... –pobrecillo cuánto a de haber sufrido, ya no quiero que llore más- sabes cómo me lo pagarás? –menciona obteniendo la atención del menor- siendo feliz, sonriendo siempre, ser el mejor de toda tu clase –sonríe- y sobre todo quedándote siempre a mi lado –limpiándole las lágrimas- es tan hermoso, quiero tenerlo solo para mi, que me ame y que nada nunca nos separe… -traga su saliva con dificultad intentando controlarse- quisiera besarlo, pero temo arruinar todo lo que he progresado, solo un poco, un poco más y le confesaré mis sentimientos, quizá no sienta la mismo que yo, pero al menos no se negará en darme una oportunidad… - pensaba mientras terminaba de limpiarle las lágrimas- me prometes que nunca te irás? –dice sin apartar su sonrisa-
-si! –abraza nuevamente al mayor- si se lo prometo Tsumori san, prometo estar siempre a su lado –una promesa inocente, desconocía las verdaderas intenciones del médico, pero no le importaba ya que para él, el rubio era su ángel salvador-
-eso quería oír –correspondiendo el abrazo- bueno solo vine para darte la buena nueva, tengo que regresar al hospital, hoy tengo turno doble, ceo que regresaré mañana como a medio día –va hacia el mueble en el que reposaba su maleta-
-esta bien Tsumori san, entonces para mañana cocinaré su platillo favorito!
-ummmh –imaginándose lo delicioso que sería- lo esperaré ansioso! –bueno será mejor que me apresure porque si llego tarde, termino tarde y por nada del mundo me pierdo ese exquisito almuerzo –desordena los cabellos del menor el cual se había sonrojado por el acto- cuídate pequeño, y que duermas bien – se dirige a la puerta-
-gracias, usted también Tsumori san –dice antes de que el mayor terminara de salir- siiii!!!! Pronto regresaré a clases!! –saltando de alegría- quiero terminar de estudiar allá, luego la universidad y… no, sueño mucho, ya es demasiado que Tsumori san me esté pagando la secundaría, la universidad es mucho… -dice desanimado- ahh, pero quizá si consigo una beca, si!, daré lo mejor de mi para poder obtener una beca para la universidad, de seguro Tsumori san estará orgulloso de mi! –dice mirando por donde el rubio había salido y luego algo más pasa por su mente, mira la puerta como cuidando que no regresara el mayor y cuidadoso se dirige a una puerta en medio del pasillo e intenta abrirla- mhh –decepcionado- sigue cerrada, me pregunto que habrá en esta habitación, Tsumori san la cerró desde la vez en que quise ver que había, no entiendo porque se enfadó cuando la abría y quise entrar, será que ahí están todas las cosas importantes de Tsumori san?... el que esté prohibida me hace querer entrar con más ganas… ah!... -estaba tan ensimismado en sus pensamientos que cuando el teléfono empezó a sonar casi grita del susto- fuffh –suspira- solo es el teléfono, otra cosa prohibida -sonríe- bueno será mejor que haga algo para mañana –con eso se dirigió a la cocina para tener preparado algo y hacerle más fácil el almuerzo del día siguiente
Entre ese tiempo el teléfono solo sonó un par de veces, los cuales fueron ignorados por el castaño, quien cuando había terminado lo que se propuso se dirigió cansado a dormir, el rubio tenía mucha razón, Hiroki aún necesitaba reposo ya que se cansaba con facilidad… de pronto alrededor de las dos de la madrugada el teléfono, volvió a sonar, aunque el menor se propuso a ignorarlo nuevamente, eso le fue imposible ya que ni bien pasaban cinco minutos, este volvía a sonar, haciéndole imposible la tarea de dormir, cuando ya habían pasado casi dos horas de tanta insistencia, el castaño se hartó y decidió contestar…
-no lo puedo creer, esta persona no se cansará de llamar, es mejor que conteste y le diga que Tsumori san está en el hospital y que llame en la tarde –dice mientras se dirigía a la sala para contestar- y si Tsumori san se enfada… no!, es mejor que pare esto o si no Tsumori san se enfadará más si sabe que no dormí nada –levantan el auricular- aló?!...
-ahh… Kawai?! -responde sorprendido Nowaki, al escuchar una voz desconocida del otro lado, había insistido mucho debido a que nuevamente tenía esa sensación extraña y al parecer no estaba errada-