Dos días después de que me vi con Alan empezaron las vacaciones de verano, y como todos los años mi tío Brandon, que es solo un año mayor que yo, se vino a quedar con nosotros hasta que empezara el nuevo año escolar. ¿Uh? ¿Qué porque esto es algo que deban saber? ¡Ah! Que no les eh dicho, ¿Verdad? A veces pienso que soy una chica muy afortunada por tener un tío como él y dos amigos que me consienten mucho, dicen que soy “Su chica/persona/amiga/loca/sobrina preferida”. Y de nuevo… ¿Por qué nos cuentas esto? pues bueno, ¡No podía quedarme callada! ¡Me sentía soñada! ¡Realizada! Y es que… ¿Se imaginan semejante cosa? Un tío guapo + dos amigos lindos + me consienten mucho + cámara = Fanservice. Y yo no estaba tan idiota como para no aprovechar semejante oportunidad que el mundo me estaba, prácticamente, restregando en la cara.
-¡¡¡¡Fernando!!!!-chille emocionada cuando mi amigo me contesto, y es que después de enormes peripecias buscando mi celular en el desastre que era mi escritorio le mande un mensaje a mi amigo Adrian para que viniera a mi casa y a él lo llame-¡¡Tienes que venir a mi casa!! ¡¡¡Por favor!!!-le rogué, esperando que pudiera venir.
-¡¡Cállate Ai!! ¡Maldición! ¡Vas a dejarme sordo!-me grito de vuelta, parecía molesto, pero después suspiro-está bien… tiene que ser importante para que gritaras inmediatamente conteste…-refunfuño y tras unas cuantas groserías dirigidas hacia mí por “ser una puta loca chillona” y responderle “jodete puto de mierda” terminamos la llamada.
Me guarde el celular en el bolsillo y empecé a buscar mi cámara… Hurgue en mis cajones, en el ropero, en mi mochila y… nada, estuve a punto de empezar a llorar cuando abrieron la puerta de mi cuarto y entro un chico alto, de cabello negro y ojos entre azules y verdes, algo bronceado y con una sonrisita burlona… era mi tío, y traía mi cámara.
-Deberías cuidar mejor tus cosas Ai, encontré tu cámara en un sillón de la sala-me entrego la cámara y me despeino el cabello, hice un mohín y le saque la lengua-¿Qué?-se rio de mi el muy desgraciado y se hecho en mi cama.
-Sabes que yo soy tan despistada como tú eres mujeriego… oceace que mucho, considerando que eres un bastardo Playboy-bufe molesta, para después poner una de esas sonrisas mías que son más grandes que las del gato Chisiere y los demás tachan de diabólica-Nee… Onii-sama-le llame poniendo una vocecita dulce e infantil-mis amigos Fernando y Adrian vendrán al rato…-le informe, poniendo a la altura de mi boca la cámara y miraba hacia a otro lado de forma falsamente inocente.
-Ah… ¡Ya se! Como te molesto tanto que la última vez que vine a quedarme me ligue a Hannah, la de enfrente, te compensare con Fanservice con ellos-me giño un ojo mientras me lo “proponía”, ya que obviamente había captado la indirecta.
-¡Yei!-salte de la alegría y baje corriendo las escaleras, justo cuando llegue a la puerta iban llegando Adrian, el más bajo de nosotros, cabello castaño y ojos cafés, y Fernando, mas alto que yo por 2 centímetros, cabello negro y ojos del mismo color.
-Adrian~-abrí la puerta y lo llame de una forma falsamente dulce, jugando con la cámara en mi mano-¿Sabes? Mi tío se quedara estas vacaciones y… no sé si podre perdonarte que te comieras mi panque…-¡Bueno! ¡Es que ese panque era de mis preferidos y el ultimo!-así que…-mire alternamente la cámara y a él.
-¡Ya capte la indirecta!-mascullo molesto-vamos pues, mientras más rápido termine, mas rápido me iré…-me empujo, abriéndose paso hacia dentro de mi casa, caminaba rápido y yo lo seguí, indicándole que estaba en mi cuarto.
-Tsk… sí, claro, ignórenme-mascullo con molestia Fernando, entrando a la casa y cerrando la puerta.
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Brandon tomo del mentón a Adrian, acercándose peligrosamente a su boca mientras con el brazo que tenia libre lo abrazaba por la cintura y lo atraía hacia él. El castaño estaba más rojo que un tomate, mientras poco a poco iban cerrando los ojos. Sacaba una serie de fotografías, para que cuando las hiciera libretita pudiera jugar a animarlas. Reí como una idiota, esto era tan genial…
-No sé porque siempre tienen que ser esos dos… siempre es Mercado-murmuro con molestia Fernando, tan bajo que solo yo pude escucharle, ya que estaba a su lado, tenía el ceño fruncido y las manos hechas un puño disimuladamente atrás de su espalda.
-eh, ahora te toca a ti-le dije animadamente cuando terminaron esos dos, empuje a mi amigo Mercado, que termino tirado de nalgas en el suelo, y les di indicaciones…-y cuando pongas tu mano en su mejilla entre cierras los ojos, tu igual Fernando, y cuando finalmente se besen quiero que…-pero me interrumpieron
-¡¡¿N-nos b-besemos?!!-tartamudeo alterado mi amigo azabache-¡¡Adrian no hace eso cuando le dices a él!!-se quejo, completamente sonrojado, Brandon y yo contuvimos una risita, era tan lindo… note como Adrian aprovechaba el alboroto para escabullirse de ahí.
-Claro, te besaras con Brandon de una manera tan apasionada que quieras mas y cuando te separes de él, quiero que quede un hilillo de saliva uniéndolos… ¿Vale?-explique como si fuera lo más normal del mundo, vi como su cara descubría un color más intenso de rojo.
-Entendido-dijo simplemente mi tío, como si nada, el ya había besado muchas beses, así que… no pensaba que yo lo tenía todo fríamente calculado para curarle eso de andar de fácil con cualquier chica.
Fernando se acostó en la cama, renegando, medio recargado en las almohadas y la cabecera, para que después el mayor se posicionara sobre él a gatas, recargado en una mano en la cabecera llevo la otra a la mejilla del menor, que se sonrojo en el acto.
-“Esto se ve mejor de lo que me imaginaba”-reí pervertidamente, pero bajito para no interrumpirles-“Hacen tan buena pareja… lástima que el pollo sea un fácil en cuanto a las chicas…”-me reí de nuevo, con burla, al recordar porque lo apodábamos “Pollo”… pero me concentre inmediatamente en mi serie de fotografías.
La distancia iba desapareciendo poco a poco, cerraban los ojos lentamente. Mientras tomaba las fotografías pude notar algo en ellos… pero no sabía que era… Después de aquel ligero rose entre sus labios, con una expresión que parecía de repentina necesidad… o al menos así lo veía yo… volvieron a juntar sus labios rápidamente, con un beso que paso de inocente a uno totalmente apasionado, casi desesperado. Después de unos momentos les hizo falta el aire, así que se separaron, quedando unidos por un hilillo de saliva, que cuando se rompió callo y le escurrió por la comisura de los labios al azabache.
El ambiente era extraño, era como si yo hubiera desaparecido y algo cambiara entre ellos… era extraño. Aquel extraño sopor e intercambio de miradas entre ellos fue interrumpido por tono de mi celular, “Shinkai Shoujo”, conteste inmediatamente.
-¡Claudio!-deje caer mi cámara de la sorpresa, para mi suerte la alcanzo a tiempo mi tío-¡Pensé que estabas en el hospital todavía!...Eso es un alivio… ha, me alegro… oh, así que Oliver ya callo en tus redes, ¿Eh?... Hey, ahora que lo pienso, si ustedes fueran personajes de Kuroshitsuji, tu serias Grell y el seria William-sonreí mientras él me gritoneaba, seguramente sonrojado y enojado, de que no le dijera zorra- hay, cariño, pero si tu sabes que lo eres-solté una carcajada al imaginarme su cara.
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-¡Ya te digo~! ¡Son una monada!-me reí mientras cambiaba de posición en la cama, estaba hablando con mi amiga Emi por el celular mientras miraba las fotos que les había tomado-¿Cuánto crees que gane si las vendo en la próxima convención?-mire por la ventana de forma distraída, pero… ¡Que grande fue mi sorpresa cuando vi que mi amigo Fernando estaba en la entrada hablando por teléfono!-Emi-chan, creo que acabo de ver algo que podría ser lo mejor que me haya pasado en estos días… te dejo, ciao-y colgué, revise mi celular, y nada, así que no era yo con quien hablaba.
Escuche los pasos rápidos de mi tío bajar por las escaleras y el sonido de la puerta de entrada abrirse. Éramos los únicos en la casa, aun que él no sabía que yo estaba aquí, así que fue inevitable que mi cerebro empezara a maquinar teorías… Primero aquellas reacciones de Fernando, que catalogare como celos, después de esa fácil aceptación de besar a un chico por parte de mi tío, esa extraña mirada que note, esa expresión que parecía de repentina necesidad… aquel beso en el que pareció que crearon su propio mundo y me excluyeron… Todo cobraba sentido y al mismo tiempo me parecía demasiado irreal, algo que no podía estar pasando.
-¿Para qué me querías Brandon?-escuche la voz de mi amigo mientras ambos subían las escaleras… estaba agradecida de que estuvieran cerca de mi cuarto.
-Ya lo veras-le respondió este, me sorprendí por el extraño tono con que lo había dicho, con malicia.
Me mordí el labio. Me levante lo mas silenciosamente que pude de la cama y pegue mi oreja a mi puerta, el sonido de sus pasos se perdía por el pasillo. Justo cuando escuche la puerta del cuarto de mi tío cerrarse, abrí la mía, salí y me dirigía a la suya lo más silenciosamente posible, me recargue en ella sin hacer ni un solo ruido y me dedique a escuchar que pasaba dentro de aquella habitación, me moría de curiosidad. Hubo un momento de incomodo silencio, hasta que lo rompió el sonido de la cama moverse y un quejido de sorpresa que identifique por parte de Fernando, después de unos momentos de silencio abrí los ojos de la sorpresa, no me lo podía creer…
-Quiero hacerte mío-dijo finalmente el moreno
-¡¿Pero qué dices?!-chillo mi amigo, avergonzado
-Ya lo oíste… no podía aguantar más… te extrañaba-y mientras yo me quedaba viendo a la nada como idiota…
-¡¿Qué?!-grito con sorpresa el azabache-¿C-como puedes d-decir eso con tanta n-normalidad? –tartamudeo avergonzado y con nerviosismo.
-Sabes que te quiero…-escuche movimiento de nuevo, mire por debajo de la puerta, con lo poco que pude observar me di cuenta que Fernando le había dado un beso, que yo interprete que era para decirle que el también le quería.
Me levante rápidamente y me senté a un lado de la puerta, no quería que me descubrieran y tampoco quería dejar de escuchar. Estaba toda roja, no podía creérmelo, uno de mis mejores amigos y mi tío, que antes era un bastardo… Y de un momento a otro mis pensamientos tomaron un rumbo diferente, no podía evitar preguntarme si el pollo sabia como hacerle para no lastimar tanto a mi amigo, si habrá leído algo o si se habrá preparado… Mis, de alguna extraña manera en mal camino según yo, pensamientos, se vieron interrumpidos por el sonido de un jadeo, seguido de un pequeño gemido, proveniente del cuarto.
-Veo que eres algo sensible aquí-casi grito cuando escuche decir eso a mi tío.
Me concentre mas, escuche sonidos de unos cuantos besos húmedos, el de la ropa ser botada…
-¡Ah!-un gemido que tenia tono de sorpresa se le escapo a mi amigo.
Tuve que clavar, literalmente, mis uñas en el suelo y morderme el labio para contenerme de abrir la puerta para saber que pasaba allí dentro y gritar por lo emocionada y al borde del colapso como estaba. Suspiros, más jadeos y gemidos. Yo en serio no sabía cómo carajo lograba quedarme quietecita y callada como estaba ahora. Después de un rato escuche un gruñido de protesta.
-Ya viene lo mejor-ronroneo con voz ronca.
Hay, me desmayaba, estaba toda roja y juraría que me salía humo de la cabeza… jamás imagine que estaría escuchando una situación tan… tan… aun me seguía preguntando por que llegaba a tener vergüenza y ser tan pudorosa en algunas cosas si en general era una desvergonzada que no ponía trabas a su lengua… un ligero quejido de dolor, una sensualona palabra tranquilizadora y los siguientes sonidos obscenos me sacaron de mis pensamientos y me hicieron prestar atención. Después, los jadeos eran sustituidos por gemidos y estos, en ocasiones, por gritos. Y ahí estaba yo, oyendo las obscenidades que le decía mi tío a mi amigo, obscenidades por aquí y por allá, que para mi ahora avergonzada persona era demasiado, hasta había comenzado a sangrarme la nariz. Tiempo después, justo cuando esos dos ya habían llegado al orgasmo, me desplome en el suelo. Escuche movimientos rápidos y antes de caer en la inconsciencia por estar desangrándome, los vi salir del cuarto, tomados de la mano, solo con los pantalones.
-Oh My Fucking God-murmure y me desmaye.
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-Hay, por el amor al yaoi-masculle tomando mi cabeza mientras me incorporaba en la cama, me dolía y me sentía mareada, seguramente por la desangrada.
-Al fin despiertas-dijo con cierto enfado y burla mi tío, que estaba sentado en una silla a un lado de mi cama y Fernando estaba a un lado de mi escritorio, ambos completamente vestidos.
-¿Uh? ¿Pero que no estaban ustedes follando en el otro cuarto?-pregunte desconcertada, haciendo que mi amigo se sonrojara más de lo que ya estaba
-¡¡No lo digas así!!-chillo avergonzado Fernando.
-¿Qué? pero si es verdad-me defendí haciendo un puchero, para después sonreír con malicia-gimes y gritas de una manera tan sensual… ¿Pero qué rayos te hacia el Brandon como para que hicieras eso?-me reí al ver su expresión pero…-¿Por qué mierdas no me dijeron que salían… desde cuando lo hacen?-pregunte ahora con total seriedad y enojo.
-Desde la mitad de las vacaciones pasadas… fue por el que termine con Hannah-me explico mi tío después de un largo y pesado suspiro-no te lo dijimos porque… espera, pensé que ya se lo habías dicho-dijo algo sacado de onda mirando a mi amigo.
-yo… bueno…-balbuceo.
-Ah… déjenlo así… mejor tráiganme un betabel, creo que casi muero desangrada, me dará anemia-chille falsamente de manera infantil.