DUDAS, CONFUSION Y UN CORAZON INCONTROLABLE
Dale un tiempo, le había dicho Parkinson.
Ella tiene razón Harry, le había dicho Hermione, su amiga, ¡su amiga!
Olvídalo, dijo tajante Ron para agregar, pero llévate a la niña contigo si no la quieres ver convertida en una mortifaga cuando grande.
Por Merlín, estaba confundido con que decisión tomar, aunque si algo tenía claro es que no se echaría para atrás porque él amaba a Draco y no lo abandonaría, por eso le daría su espacio, un espacio largo, o quizás corto, porque el estar demasiado lejos de él y su hija había sido una tortura en aquel año pero lo era aún más al tenerlos tan cerca y no poder estar cerca de ellos.
Paciencia Harry, paciencia, el solo tiene que asimilar lo que le dijiste y…Dios, era un paria, un mal nacido que no se merecía el amor de su rubio pero que aun asi lucharía con todas las armas que tenía a su disposición para tenerlo consigo. Pero y si eso nunca ocurría, y si Draco finalmente desidia huir nuevamente de su lado, y si la desgraciada de Parkinson jugaba con un arma que él no tenía o si alguna otra hacia lo mismo ganándoles a ambos y llevándose a Draco…
Pensar en todo ello solo lo deprimía aún más, sobre todo cuando tenía que ver a lo lejos a su amado junto a su hija, oculto bajo su siempre fiel capa de invisibilidad.
-Algún dia Draco…algún dia…- suspiro cansinamente al verlo desaparecerse a un paso suyo dejándole como único recuerdo de ese dia el exquisito aroma de su perfume.
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No le agradaba como le miraba, menos cuando la idea en un principio había sido suya.
-¿Estás seguro?-
-Lo estoy-
-Porque la última vez-
-La última vez no estuve a la altura de la situación, actué patéticamente, fui un cobarde hasta el punto de avergonzarme a mí mismo pero ya no Pansy, ya no-
Ella lo miro con detenimiento como asimilando lo que acababa de escuchar y sobre todo preguntándose si aquello sería lo mejor para él o no.
-¿Que sucede?, ¿acaso no estabas segura de esto?-
-Sí, lo estaba pero…solo quiero estar segura que no pasara lo mismo de la otra vez, no quisiera que mi ahijada quedara huérfana antes de tiempo, ni mucho menos que Potter viniera y me la arrancara de los brazos sin siquiera estar seguros si el-
-Pansy no tienes por qué preocuparte, una de las cosas que tratare con él será eso, ya ordene mis ideas y te aseguro que esta vez nada saldrá mal-
-Eso espero-pensó la morena suplicando porque su amigo no cometiera ninguna estupidez en esa ocacion -Me comunicare con Potter y –
-No,… lo hare yo-
-Entonces porque me –
-Porque eres mi amiga y fue tu idea- dijo el rubio interrumpiéndola otra vez -No tienes nada de qué preocuparte Pansy, esta vez seré yo quien tenga el toro por los cuernos- dijo el rubio con una sonrisa ladeada que a la morena más que tranquilizarla la puso más nerviosa de lo debido. Pues no sabía con exactitud que planeaba su amigo en esa ocacion en particular y como podría afectarles en un futuro.
-Usa la cabeza Draco- pidió en tono suplicante para escuchar un sonoro bufido de parte del rubio.
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Cuando recibió aquella nota pensó que debía cambiar de anteojos inmediatamente pero al ver la cara de asombro de Hermione al leer también de quien era supo que sus ojos no estaban peor de lo que creía sonriendo de oreja a oreja por el milagro que tanto había pedido al cielo que le concediera y es que su rubio, su Draco, le había citado para hablar con él.
-Vez Harry, te lo dije con un poco de paciencia todo saldría bien-
-Si- contesto emocionado.
-Pero recuerda Harry, tacto, ten un poco de tacto esta vez de acuerdo- le reprocho su amiga al igual que lo hiciera cuando se enteró de como abordo el asunto la vez anterior dejándole en claro que el tanto como Ron eran un par de neandertales con respecto al trato humano.
-No te preocupes amiga, que en esta ocacion todo será diferente-
Y asi fue, totalmente diferente, tan diferente que creyó por un momento estar en ese programa que veían sus tíos cuando él era un niño y como a escondidas lo veía junto a ellos imaginándose que el televisor se los tragaría para su diversión en un capitulo cualquiera de la “Dimensión Desconocida” Porque graciosamente, asi era como se sentía en esos momentos.
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Y ahí estaba frente a el su rubio, intentando de aparentar una serenidad que no tenía, refregándose sus manos para luego ponerla tras su espalda en una pose de superioridad que solo le recordaban la primera vez que le tuviera en sus garras con la única resolución de bajarle de sus nubes y hacerle entender que ante él no era más que otro pedazo de carne que con el tiempo para su desgracia termino convirtiéndose en una parte importante de su vida y de su corazón.
-Draco…estas seguro de esto- pregunto una voz irritante que de solo escucharle Harry quiso asesinarle pues hasta ese momento ni cuenta se había dado de su presencia.
Draco solo asintió susurrándole algo al oído a su amiga que un tanto seria afirmo para dirigirse hasta la puerta pero no sin antes advertirle amenazante al moreno frente a ella una última vez.
-Cuidado con lo que haces esta vez Potter-
-Lo tendré- soltó entre dientes intentando de no perder la poca serenidad que tenía al ver aquella arpía que tanto detestaba.
El silencio reino en aquella oficina de una forma incomoda recordándole a ambos lo ocurrido hace más de un mes ahí y viéndose de soslayo para luego mirar la puerta por donde saliera la bruja, uno pendiente de que no estuviera tras esta, mientras el otro rogaba porque si lo estuviera.
-Tom…tomemos asiento- ofrecio el rubio indicándole un sillón al moreno que dubitativo fue hasta este viendo como el otro hacia lo mismo para quedar casi frente a frente.
-Draco- le llamo temeroso al notar como el otro rehuía su mirada -Draco, quiero agradecerte por…bueno, por recibirme y-
-No tienes porque, después de todo teníamos una plática…pendiente- respondio un tanto nervioso el rubio que sin darse cuenta puso una mano sobre sus ojos.
¿Acaso esta avergonzado? Se preguntó el moreno negándose de inmediato a creer en aquello pues lo más seguro es que tuviera miedo, aquel miedo que tanto le destrozaba el alma cada vez que despertaba descubriendo como había sido ultrajado por él.
-Sobre eso…yo quiero pedirte disculpas…-
-¿Disculpas? Un momento, lo que me dijiste, ¿acaso no era verdad?- pregunto esperanzado el rubio para ver por primera vez aquellos ojos Kadabra sobre el con algo de ¿rabia?
-No me refería a eso, sino a la forma en que te lo dije-
El rubio expiro cansinamente al darse cuenta que su última esperanza de normalidad se iba por la ventana, recordándole de sopetón los asquerosos sueños húmedos que había tenido con aquel que le miraba en esos momentos de una forma felina que no supo bien que era lo que le hacía sentir a no ser…
-Sí, tienes razón, existe el tacto, lo sabias-
-Sí, Hermione me lo repite constantemente- contesto Harry para verse sumido nuevamente en un silencio sepulcral que tal parecía no sería roto por su rubio que nuevamente perdía su vista en otro punto del cuarto ignorándole completamente -Draco, oye solo quisiera decirte que-
-¿Cómo fue?- soltó el rubio sorprendiendo un poco por sus palabras al moreno que no se esperaba aquello -Como fue que…olvídalo- añadió un tanto arrepentido luego el rubio para volver a posar sus ojos sobre sus manos ya reposando en sus piernas.
-No, no pregunta por favor-
-Yo…por más que intento recordar-
Draco se quedó en silencio pensando en cómo debía ahondar aquello, pues toda pregunta o conjetura sacada horas antes habían sido borradas de sopetón al tener al moreno frente a él. Odiaba sentirse nervioso, odiaba desconocer lo que había ocurrido y sobre todo el no saber qué demonios pasaba con él y porque aquel hecho no era lo único que lo tenía asi, pues frente a el no solo estaba el responsable de sus desgracias, sino también quien había inundado sus noches de sueños lujuriosos y pecaminosos al punto de despertarle al filo del orgasmo provocando que no solo se sintiera miserable por ello, sino cínico y traidor a las creencias que su familia con tanto ahínco le habían inculcado y que el tanto defendió en su momento hasta el punto de negar la existencia de su hija en su vientre al pensar que era una aberración de la naturaleza que nada tenía que ver con él.
¿Y si el realmente se había acostado con Potter? Si lo había hecho y esos sueños no eran más que recuerdos reprimidos que su subconsciente se encargaba de enviarle al único lugar a salvo de su incredulidad.
Levanto la vista levemente para notar como Potter se lamia el labio inferior imperceptiblemente produciendo en el unas ganas horrorosas por hacer lo mismo. Apretó su puño con violencia sobre su pierna rogando que el dolor le hiciera olvidar aquellos pensamientos impúdicos y más cuando sintió su pecho oprimirse con fuerza sobre su pobre corazón al tiempo que este latía con alarma contra este.
¿Y si Potter realmente decía la verdad?, ¿y si él se le había ofrecido en bandeja de plata? ¡No, eso no podía ser cierto! Debía calmarse, debía pensar bien las cosas o mejor dicho no debía pensar en nada, en nada……. ¿Acaso Potter le miraba con lujuria? ¡Pero qué diablos estaba pensando! Aquello no era su culpa, no lo era, eso era culpa de Pansy, si, de Pansy con sus constantes ataques que entre ellos si había pasado algo, relatándole los posibles escenarios que pudieron llevarlo hasta los brazos de Potter y….como la odiaba en esos momentos.
-El obliviate es responsable de ello- respondio tras un silencio de más de un minuto el moreno al ver que el rubio no continuaría con su pregunta –O mejor dicho…yo lo soy- dijo casi en un susurro diciendo por primera vez una verdad que sabía bien le podría costar caro pero que en fin de cuentas era la única que tendría para recuperar algo de su honorabilidad después de sus continuos actos cobardes contra el rubio que amaba.
-¿Tu? Entonces no fui yo como dijo la comadreja-
-No…fui yo…- respondio esperándose una maldición por parte del rubio que nunca llego, pues este parecía más preocupado en mirarse las uñas que en prestarle atención a él.
Noto como una hebra de su rubio cabello caía sobre sus ojos y como este en vez de recogérselo continuaba preocupado por el cuidado de sus uñas notando entonces como sus mejillas parecían estar un tanto ruborizadas para luego ver como aquella boquita rosácea se abría un poco dándole esperanzas porque ese maldito silencio que parecía reinar entre ellos dos desde que llegaran a esa oficina se difuminara de una buena vez pero solo consiguiendo escuchar un escaso suspiro por parte del rubio.
-Lo hice porque tú me lo pediste- soltó sintiéndose como una mierda por volver mentir en la que sería su única verdad.
-De seguro yo…-
-Draco, sé que me comporte como un cobarde al no decirte nada con anterioridad pero yo…yo no sabía como…-
-¿Cómo reaccionarían tus queridos amigos y súbditos?-
-¡No!...Temía tu reacción…que tu…temía que no lo tomaras bien y por eso decidí que lo mejor sería esperar…-
-¿Esperar que? A que yo me olvidara del asunto, eso- dijo un tanto molesto el rubio.
-No, claro que no, es solo que tu…luego de que nosotros…-
-¿Qué?-
El moreno se quedó en silencio, no sabía si sería buena idea contarle como había intentado de echarse un Avada contra sí mismo o como en otra ocacion había intentado tirarse desde la mismísima torre de Astronomía alegando que sería lo más justo al recordar de golpe la muerte del viejo director de Hogwarts.
-Olvídalo, quizás esto…no fue tan buena idea como…- El rubio se quedó callado al sentir como sus manos eran tomadas con ternura por otras mientras sus ojos se encontraban con unos verdes que extrañamente en vez de causarle agruras como en el pasado en esos momentos solo le producían mariposas en el estómago.
Si antes se sentía confundido en ese momento estaba aún peor, pues podía ver como aquel moreno movía sus labios pronunciando palabras que no llegaban para nada a sus oídos pues estos estaban tapados por los miles de pensamientos que desbordaban su mente y su traicionero corazón que estaba a punto de salir de su garganta de una forma espantosa, produciéndole una terrible desazón que no hacía más que hacerle gritar aquel moreno una y mil verdades que el mismo desconocía de su persona.
-Mira…yo entiendo que esto es difícil para ti, pero también lo es para mí- decía el moreno ignorante del terrible suplicio que el tenerle cerca significaba para ese rubio –Pero debemos hablarlo, no tan solo por nosotros, sino por Adhara, por nuestra…-
-¿Quiero recordarlo?- apenas se le escucho decir para hacer sentir miserable por primera vez al moreno –Yo…-
-Lo lamento pero eso, eso es imposible-
-No, no lo es- dijo sintiendo como su corazón estaba a punto de estallar -¿Quiero hacerlo?-