Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

EL MISTERIO por DRAGIOLA

[Reviews - 58]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

"Y cuando el Misterio mas grande de tu vida es descubierto, ¿Que haces?"

LA DECISION

 

 

 

 

 

La plática que tuvieron después de lo que para Harry fue una gran revelación no duro mucho, ya que sus amigos inoportunos como siempre llegaron demasiado pronto con una pequeña que lloraba a mares en los brazos de una atribulada Hermione que alegaba era la primera vez que le ocurría eso con un infante para pasársela de inmediato a su papa que la llevo a dormir al que fuera su antiguo cuarto mientras estuvo en esa casona.

 

 

A duras penas pudo sonsacarle a su amigo que fue exactamente lo que escribió en la dichosa carta para sentirse completamente feliz al saber que su rubio se preocupaba por el hasta el punto de dejar todo sin importarle siquiera perder un empleo que el bien sabia le había costado encontrar. Si, Draco lo amaba y de eso no había ninguna duda, aun si este se negara a aceptarlo, lo  amaba y por eso no dejaría de luchar por él.

 

 

Aunque si bien era cierto gran parte del mundo mágico Londinense le había dado la espalda al salir del closet, aun le quedaban en el algunos admiradores y sobre todo amigos fieles que estarían dispuestos a brindarle ayuda cuando se lo pidiera por más absurdas que sus peticiones fueran, consiguiendo asi que el buen Peter McNillan no solo le negara un viaje en trasladador a su rubio, sino que le mintiera con total descaro alegando que todos los viajes en trasladadores estaban completamente copados hasta dentro de un buen par de semanas provocando no solo la ira iracunda de este, sino además amenazas que por poco provocan que linchen ahí mismo a su rubio quien había olvidado por completo que ante aquella gente el aún era un sucio Mortifago.

 

 

Dos semanas le había advertido McNillan, pues ni el con su puesto en la central de trasladadores y aun sabiendo que a su jefe le importaría un rábano si le negaba o no un ticket a un Mortifago, podría continuar sosteniendo aquella farsa sin tener repercusiones, más cuando sabia  con plena certeza que ciertos magnates intentaban a toda costa crear otra terminal para ser su más acérrima competencia, con lo cual lo que había hecho, si es que llegaba a los oídos incorrectos solo podría traerle desgracias económicas, porque para bien o para mal, lamentablemente quienes más gastaban en su transportes internacionales eran precisamente aquellas familias que eran repudiadas por su participación en la pasada guerra.

 

 

Dos semanas, solo dos semanas eran las que tenía para hacerle ver definitivamente a su rubio que él le convenía sobre todas las cosas y que a su lado los tres podían ser felices, ser una familia, la familia que por tanto tiempo deseo y no consiguió, aun si esta tenía una porción de su propia sangre o si era prestada gracias a la bondad de sus amigos, no, lo que el necesitaba, lo que él deseaba y lo que el obtendría era aquella familia que alguna vez tuvo y que perdió gracias a un demente.

 

 

Los primeros días no fueron fáciles porque su testarudo rubio aun creía que el había tenido algo que ver con la fatídica carta que irónicamente había resultado ser la más grandiosa oportunidad para estar cerca de su familia. Pero luego de que las aguas se calmaron y que su rubio volvió a sentirse como en casa las cosas empezaron a ir mejor, mucho mejor, permitiéndoles hablar tranquilamente como siempre deseo pero que por alguna extraña razón en Francia nunca lograron.

 

 

oooooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Estaba tan furioso que cada vez que podía se desquitaba con Potter utilizando la maldita carta de la comadreja en su contra y es que su maldito viaje relámpago no solo lo había traído directo a una trampa del trio dorado, sino que además le había dejado varado sin opciones de marcharse de un país que simplemente lo repudiaba igual o más que antes por su pasado. Claro que podría utilizar transporte Muggle pero el solo pensarlo le erizaba la piel sobre todo al imaginarse junto a su pequeña en una de esas cosas que sobre volaban los cielos y de las cuales tanto hablaba un compañero de trabajo suyo de como a diario caían del cielo asesinando a un centenares de personas a la vez. No, ni loco subiría a una de esas cosas, mucho menos con su hija. Gracias a Merlín  se le había ocurrido mentirle a su jefe diciéndole que sus padres deseaban verlo después de tantos años, sobre todo al saber que el viejo Mago sentía lastima por cualquiera que hubiese sido repudiado por su familia al haber sido el mismo rechazado por la propia al casarse con una mestiza que al poco tiempo le dejo por otro. Pues bien, quizás ese era el castigo que se merecía por mentirle al único que se había atrevido a darle empleo y quien además sin chistar le había otorgado unas vacaciones que aún no merecía. Aunque por otro lado gracias a dichas mentiras el no solo había descubierto que si al moreno le pasaba algo el prácticamente se moría de la preocupación, sino que aquel sentimiento despertado por sueños nocturnos llenos de pasión y lujuria que fueron indudablemente e irónicamente en aumento tras haber estado con el moreno le hacían arder de deseo al estar a centímetros de este, más cuando por casualidad le rosaba una mano, el rostro, el brazo…y entonces sin poder evitarlo debía hacerle el quite para encerrarse por horas en su cuarto antes de cometer una nueva estupidez en su vida.

 

 

-Haría lo que tú quieras si tan solo me dieras una oportunidad- le pedía el moreno cada mañana apenas se veían.

 

-Te amo y no temo decirlo- agregaba de la nada para hacer estremecer al rubio que no sabía que contestar.

 

-Quisiera que fuéramos una familia, los tres, como la que nunca logre  llegar a conocer y como la que tu tuviste una vez- suplicaba con aquellos ojos esmeraldas que tan bien había aprendido a ignorar si no deseaba sucumbir ante ellos.

 

-¿Por qué, solo dime porque lo nuestro no es posible, solo dímelo e intentare de remediarlo, por favor?- insistía aquel mago que por tanto tiempo detesto.

 

-Y de que serviría si ni siquiera vivimos en el mismo país- lanzo sin siquiera meditarlo para darle una idea al moreno que jamás se imaginó.

 

 

ooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooooooooooooo

 

 

-Es una locura Harry- le regañaba su mejor amigo tras escuchar su noticia.

 

-No, no lo es Ron-

 

-Sí, si lo es y te arrepentirás Harry- le decía preocupada su castaña amiga.

 

-No Mione, no lo hare porque estaré con ellos, con mi familia- le decía a su amiga con una gran sonrisa en el rostro.

 

-Pero y tu trabajo hermano-

 

-De eso ni tengo porque preocuparme- contesto relajado el moreno.

 

-Como que no tienes por qué preocuparte, Harry conseguir empleo no es tan fácil, aun siendo tú, más si te vas al extranjero en donde apenas y saben quién eres- le regaño más preocupada que molesta su amiga.

 

-Kingsley ya soluciono ese tema por mi- respondio el moreno para ver como su amigo abría de par en par sus ojos expectante a saber cómo se suponía había ocurrido eso –Bueno, verán, me voy a Francia como-

 

-¡No!- chillo emocionada Hermione dando un salto en su lugar que logro asustar al mismísimo Ron -¡Te han nombrado embajador, Harry es eso, en serio!-

 

-Hermione eso es imposible, Harry es demasiado joven- alego el peli rojo para ver como el moreno sonreía de lado alzando una ceja -¿Harry, porque lo es, verdad?-

 

 

Harry negó soltando una corta carcajada para recibir a una emocionada Hermione que le brindaba llena de emoción y orgullo un gran abrazo.

 

 

-Es en serio, serás Embajador de Inglaterra Mágica, en serio- preguntaba dudoso el peli rojo sin poder creer lo que escuchaba.

 

-Me dijo que por nada del mundo permitiría que el “Héroe del mundo mágico” se marchara a otro país sin contar con un empleo seguro-

 

-¡Esto es grandioso Harry! No lo es Ron- decía la castaña mirando a su bo qui abierto novio que aún no creía lo que escuchaba.

 

-Si-

 

-Ya saben, después de lo que ocurrió en la Academia de Aurores el me juro que siempre contaría con su apoyo, después de todo según sus propias palabras le salve el culo a todos los magos de este país-

 

-Por Merlín, Harry, serás el mago más joven en ser nombrado embajador-

 

-Bueno no lo había pensado todavía, para mi es solo trabajo-

 

-Guauu, eres el primer niño que venció a un mago oscuro, el primer adolecente en destruir a un mago oscuro, el primero en ganar la Copa de los Tres magos a tan corta edad y ahora…el primero en ser embajador a una edad que ni el mismísimo Dumbledore pudo siquiera imaginar- menciono  un tanto envidioso el peli rojo intentando de ocultarlo con una carcajada teñida de desilusión al recordar que el apenas y había conseguido entrar a la Academia de Aurores para darse cuenta al poco tiempo de estar ahí que solo había entrado llevado por el ímpetu de igualar o en ese caso, superar a su mejor amigo al este no poder llevar a cabo su mayor anhelo.

 

-Hay que contarle a todo el mundo- continuaba Hermione emocionada por la noticia de su amigo.

 

-No Mione, quiero que esto sea lo más discreto posible, ya sabes cómo son los medios-

 

-Pero de que estas hablando Harry-

 

-Él tiene razón, más cuando el cargo se lo han dado solo por el mérito de ser Quien venció a tu ya sabes quién-

 

-¡Ron su nombre era Voldemort, Voldemort!- exclamaba la castaña para agonía de su novio que se tapaba las orejas como si con eso consiguiera algo.

 

 

ooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOooooooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Aun con protestas de por medio y la sorpresa arruinada para su rubio, la familia Wesley un buen dia se aparecieron en su hogar para hacerle una cena de despedida en la cual estaban todos sus cercanos, incluida cierta morena que le miraba con claras intenciones de intentar hacer legeremancia con él, cosa que no le saldría fácil, pues el ya había aprendido a repeler tal acto que en la niñez por desgracia no había aprendido a detener bajo la tutela de Snape.

 

 

-No tienes por qué hacer esto Potter-

 

-Pero ya lo he hecho- le respondia a su rubio que desde que se enterara de su decisión estaba sumamente preocupado por su futuro, sin entender que este estaba asegurado desde que venciera al imbécil de Voldemort -Ya veras, seremos felices-

 

-Potter- apenas alcanzo a decir el rubio para ser callado por un par de dedos sobre sus labios.

 

-Solo te pido una oportunidad, solo eso mi rubio-

 

-Y si no te la doy, echaras todo por la borda- dijo retirando los dedos de su boca -Lo harás, te quedaras-

 

-De ninguna manera, porque de todas formas me iré a Francia-

 

-Aun si no te doy una oportunidad- pregunto intrigado el rubio.

 

-Aun, porque…aun si tu no me la das tengo otra razón para irme a vivir al país de los croissant-

 

-Asi y cuál es esa-

 

-Mi hija o mejor dicho- se acercó a sus labios juguetonamente –Nuestra hija- para robarle un corto beso que hizo ruborizar al rubio – ¡No me respondas aun!- le grito a la lejanía el moreno -Solo piénsalo y dame tu respuesta al final de la velada-

 

-¿Pero Potter?- reclamo el rubio al ser dejado con la palabra en la boca para sentir como una mano apretaba su brazo.

 

-Cariño, Harry es un buen hombre y no merece que lo hagan sufrir para eso ya ha tenido bastante, no crees- le enfatizo una robusta mujer peli roja de mirada tan melancólica que solo por eso le perdono el atrevimiento de haberle agarrado con tal rudeza –Ahora, me harías un favor-

 

El rubio solo asintió sin saber por qué o simplemente porque no deseaba un nuevo sermón al cual no podría rebatir, no por no tener fundamentos, sino por estar confuso por aquellos sentimientos que habían nacido en su interior hacia Potter.

 

 

oooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooooooooooo

 

 

Le habían dicho que los vinos se encontraban en el desván cosa normal y fácil de encontrar  en una casa normal pero no en esa, no por nada era la “Ancestral Casa de los Black”, una de las familias de Sangre Pura más antiguas de Inglaterra Mágica antes que a su ultimo descendiente falto de sensatez no solo se negara a dejar un digno descendiente de su sangre, sino que además le dejara como herencia aquel lugar a un mestizo que sin entender para nada la importancia de preservar ciertas cosas en un hogar mágico solo lo había echado a perder hasta el punto de provocar que una simple búsqueda del baño se transformara en una travesía al pasar el umbral de la puerta y encontrarse con una habitación contigua. Claro estaba que se debía tener un tiempo en esa casa para acostumbrase y adaptarse, pero ya no estaba para esas cosas.

 

 

Vino, vino, vino, buscaba con esmero al fin al encontrar el maldito desván para toparse solo con basura que para otros serian recuerdos invaluables que intento ignorar con esmero al recordarse que solo estaba ahí para encontrar lo que le ayudaría a emborracharse para encontrarse de repente con las manos en un baúl viejo y raído mirando fotos escolares de un Harry Potter de pacotilla con una snitch en la mano y una que otra cosita, hasta que sus fríos dedos se toparon con un frasquito de color plateado que logro llamarle la atención.

 

 

-Vaya, vaya, ¿Acaso esto no será?- pero no, ni el mismo Potter podía ser tan idiota para… ¿o sí? -Un recuerdo- se dijo imaginándose que evento bochornoso de este podría contener que el muy granuja había preferido retirarlo de su mente momentáneamente para mantenerlo guardado en ese frasquito en su forma más pura, pues aun manteniendo el recuerdo en su mente bien sabía que comparado con el del frasco jamás sería tan fidedigno con el paso de los años -Bien- se dijo levantándose del suelo -¿Dónde tienes un pensadero?-  pregunto al aire mirando a su alrededor sin encontrar nada hasta que sus ojos se posaron en cierto articulo medio roído que no resulto ser lo que necesitaba para terminar llamando al único que podía brindarle la ayuda que realmente necesitaba en esos momentos.

 

 

No había sido difícil convencer a la criatura para que le brindara su ayuda, mucho menos al recordarle quien era y de la pureza de su sangre para tener asi a escasos segundo un pensadero que según el Elfo ocultaba del nardental de su nuevo amo que no había hecho si no desde su llegada al hogar de sus antiguos amos, más que destrozarlo.

 

 

Le había despachado casi de inmediato, pues apenas y soportaba los lamentos de esas criaturas, mucho menos sus protestas que estaban exageradamente de más.

 

 

Vertió el líquido con cuidado para sumergir su cabeza con delicadeza en esta y encontrarse con una escena que jamás siquiera llego a imaginarse en sus más macabros pensamientos.

 

 

-No…esto…esto no puede ser…- trago en seco sin creerse lo que sus ojos veían ante si –No…puede…- decía atolondradamente para sentir como alguien le retiraba del recuerdo bruscamente tirando de su brazo.

 

-¿¡Pero qué demonios crees que haces!?-

 

-Tu…- apenas dijo -Tu, ¡Tu maldito hijo de puta!- grito zafándose del agarre del otro -¡Me das asco!, ¡¿cómo pudiste, cómo?!-

 

 

El moreno solo agacho la cabeza ante tal pregunta que ni el mismo sabía como responder, pero no por mucho tiempo, pues en esas circunstancias no podía darse ese lujo.

 

 

-No sé qué es lo que viste pero puedo asegurarte que-

 

-¡No te atrevas a negar lo que vi!-

 

-No intento de hacer eso- dijo levantando las manos en forma defensiva.

 

-¡Eso es un recuerdo, no otra cosa!-

 

-Si…lo se…-

-¿Cómo pudiste?- volvió a preguntar con asco -¿Cómo? Yo confié en ti-

 

 

El moreno rio intentando de tapar su avergonzado rostro sin percatarse de como esto enfurecía a su contra parte aún más.

 

 

-Te ayude y tu…tu…- le miro con repugnancia -Tu- recalco con ímpetu sacando su varita para sentir como esta volaba de sus manos.

 

-¡Expelliarmus!- grito el moreno provocando que por poco cayera junto a su varita.

 

-¿Qué vas a hacerme?...vas a matarme, eso harás-

 

-No Parkinson, no hare eso y sabes porque-

 

-Porque me tienes un destino peor, por eso, no es cierto- pregunto con un dejo de temor.

 

-No, porque yo no soy un asesino-

 

-Mataste a Voldemort-

 

-No por gusto-

 

-Pero lo hiciste- rebatió para abrir desmesuradamente sus ojos al pasársele una idea por la mente -Me encerraras en Azkaban, ¿es eso?- le apunto con un dedo abriendo la boca –Eso es lo que harás, inventaras una excusa y te creerán, después de todo aun siendo un maldito desviado eres el héroe del mundo mágico- termino de decir ahogadamente.

 

-Aunque me encantaría hacer eso- dijo el moreno notando como la bruja sin el menor disimulo miraba a su alrededor en busca de su varita perdida –No lo hare-

 

-Y porque, porque te ayude con Draco, con mi amigo…por Merlín, lo traicione y por ti-

 

 

Harry alzo una ceja divertido pues no entendía aun en que se suponía que la morena lo había ayudado si hasta ese dia no había sido más que una gran molestia en su relación con su rubio.

 

 

-Jamás debí hacerle caso a Granger de seguro ella está al tanto de todo y esto no se trata más que de una venganza- dijo con repulsión.

 

-¡Eso no es cierto, yo amo a Draco, lo amo!-

 

-¡Por eso lo  violaste!-

 

-No es lo que-

 

-¡Lo vi!- chillo apuntando el pensadero -¡Lo vi asi que no lo niegues! ¡Y de seguro se lo mostraste a tus malditos amigos con el único fin de burlarte de mi amigo pero claro, jamás te imaginaste que tu infamia tendría consecuencias!-

 

-Yo jamás haría algo como eso,  yo le amo y amo a nuestra hija-

 

-Mentiroso, debería darte vergüenza, tanto a ti como a la sangre sucia-

 

-No te permito que hables asi de ella-

 

-Yo hablo de ella o de la comadreja como se me pegue la gana- se avalentó la morena para luego decaer en su discurso –Por Merlín…yo  conspire contra Draco…hice… que te diera no solo una sino dos oportunidades…yo…-

 

-Por favor Parkinson a quien tratas de engañar-

 

-¡Yo creí en ti, en Granger asegurándome que tú lo amabas! ¡En tu maldito nombre! Cuando…cuando no eres más que un monstruo-

 

 

Escuchar a Parkinson lo hacía sentir como la mierda que era pero se negaba a reconocer luego de haber tenido a su rubio entre sus brazos, porque aquello no había sido una mentira forzada por su fuerza bruta o su habilidad con los hechizos, no, eso había sido real, tan real como lo que sentía por Draco desde que tras la guerra se diera cuenta de los verdaderos sentimiento que tenía hacia él.

 

 

-Tú y la sangre sucia convenciéndome porque no revelara la trampa en la colonia que le dio a Adhara- casi reía amargamente la morena pero sin conseguirlo.

 

-¿De qué rayos hablas Parkinson?-

 

-No te hagas el que no sabes nada- dijo furiosa la bruja ante la ignorancia del otro –Porque bien sabes lo que tenía-

 

-No, no lo sé y te exijo que me lo digas ahora- respondio ahora molesto Harry.

 

-Tu, exigiéndome algo-

 

-Si mi hija está de por medio lo hago y más- dijo amenazante dando un paso hacia delante que hizo retroceder a la bruja agachando la cabeza pero no por temor, sino en busca de su varita.

 

-La colonia que le regalaron tenía una poción-

 

-Poción de que-

 

-Una poción de inhibición mezclada con un toque de afrodisiaco- dijo la chica dándose cuenta que o Potter no tenía idea de lo que había hecho su amiga o simplemente era un gran actor –Estaba mezclada con su colonia-

 

-¿Pero para qué?, ¿porque haría algo asi?-

 

-Para que Draco perdiera los prejuicios contra los desviados o mejor dicho, ¡contra ti!- escupió con repulsión la bruja.

 

 -¿Draco? Pero si era el, porque le dieron eso a mi hija, un momento, acaso esto podría lastimarla- pregunto preocupado ante una mueca molesta de la morena que ya había divisado donde había caído su bendita varita.

 

-¡Acaso crees que yo lo hubiera permitido si llegaba a lastimar a mí ahijada Potter!-

 

-¡Y yo que voy a saber!-

 

-Por Merlín, Draco siempre tuvo razón con respecto a ti-

 

-¿Qué efectos tendrá en mi hija?-

 

-Te he dicho que no hubiera permitido que se usara en ella si hubiese habido la más mínima posibilidad de lastimarla, la poción solo afecta a adultos y esta sobre todo solo a Draco porque fue hecha para él y disfrazada con un aroma infantil para que no despertara sospecha alguna-

 

-Vaya- susurro más tranquilo el moreno pensando nuevamente que su amiga era un genio sin percatarse de como la bruja ante él se agachaba sigilosamente.

 

 

Era su oportunidad y no la dejaría pasar, menos cuando el Cara Rajada sonreía como el idiota que era. Lo haría pagar, por haberla utilizado para sus infames planes, por haberle desgraciado la vida a su amigo pero sobre todo por utilizar a su ahijada para continuar mortificándolo. Por fin sentía entre sus dedos su fina y delgada varita vibrando, exigiendo una venganza que su dueña emitía por cada poro de su cuerpo y que su magia bullía porque fuera efectuada. Se levantó de golpe con varita alzada para lanzar su primer hechizo cuando un rayo le dio de lleno en el pecho llevándola directo al suelo con varita y todo.

 

 

-Parkinson, Parkinson, no deberías ser tan estúpida, ni mucho menos sobre estimarme, acaso se te olvida ante quien estas-

 

-Ante…un…monstruo- contesto la adolorida bruja intentando de ponerse de pie en vano.

 

-Puedes llamarme como sea, no me importa- dijo el moreno pateando lejos de la mujer la varita a escasos centímetros de su mano –A mí lo único que me interesa es recuperar a mi familia, estar a su lado, amarlos-

 

-Todo eso…es una…mentira…-

 

-No Parkinson, ya no lo es, ahora es real, tan real como el hecho de que gracias a ti- recalco con saña –Lo tuve en mis brazos-

 

-Me das…asco- dijo la chica arrastrándose apenas unos centímetros hacia atrás.

 

-Me tiene sin cuidado lo que te provoque mientras a el…bueno- sonrió con total descaro el moreno.

 

-Entonces…me…mataras- dijo con un dejo de temor la bruja.

 

-No Parkinson no hare eso, ya te lo dije y no, no me las arreglare para enviarte a Azkanban porque por más que quisiera sacarte de nuestro camino- dijo refiriéndose a su rubio –Se perfectamente que Draco no me lo perdonaría y que entonces lo nuestro ya no tendría ningún futuro. Además eso lo haría infeliz y yo lo único que deseo es que él sea feliz-

 

-Draco…lo sabrá…el tarde o…temprano-

 

-No Parkinson, no lo hará- dijo apuntando hacia donde se encontraba el pensadero –Porque eso que viste nunca paso- agrego lanzando un hechizo casi incomprensible a este y difuminando todo resto de su primera incursión con su rubio.

 

-Yo…-

 

-No Parkinson- sonrió el moreno –Tu no dirás nada- dijo provocando casi un paro cardiaco en la moreno al ver cómo le apuntaba nuevamente -¡Obliviate!-

 

 

Tomo a la morena con dificultad al igual que un par de botellas de vino que levito al frente suyo, mientras fraguaba un plan infalible para que nadie sospechara sobre lo que podría estarle afectando a la moreno al verla tan ida y sobre todo al percatarse que había olvidado casi una hora de su vida esa noche, después de todo, no le convenía que alguien se diera cuenta del hechizo que era víctima y que se la llevaran a San Mungo. Pero él sabía bien lo que hacía, después de todo había hecho lo mismo con su rubio en una época en la cual creía que este jamás le amaría y por lo cual aún se arrepentía, sobre todo al haber guardado ese primer recuerdo con el temor de ser descubierto y que fuera llevado ante la directora antes que frente a un Auror y esta quisiese hacerle legeremancia para saber si algo de eso era cierto, olvidando por completo después de pasado el peligro destruirlo y dejándolo en el olvido junto a otros objetos al final de un baúl que termino en el desván de la vieja mansión heredada por Sirius.

 

 

-Bien Parkinson, aquí te quedas- dijo el moreno abandonando a la chica en un pasillo cualquiera de la mansión junto a una botella de vino –Debería darte vergüenza la forma en que bebes- rio el mago riendo de buena gana para regresar a la que era su fiesta de despedida.

 

 

Lamentaba el mal rato que pasaría su rubio a causa de su amiga pero eso era preferible a que descubriera el verdadero Misterio que ocultaba el momento más dichoso de sus vidas, la llegada de su hija. Porque ese, ese sería un secreto que se llevaría hasta la tumba y un misterio que aun creyéndose resuelto, jamás lo estaría.

 

 

ooooooooooooooooooooooooooooooOOOOOOOOOOOOOOoooooooooooooooooooooooooooo

 

 

Nunca debio haber dejado que Pansy fuera por los vinos, no que desconfiara de su amiga, sobre todo por su pequeño problema para controlarse cuando tenía una bebida al frente, sino por la infraestructura de la Mansión Black que le provocaba a más de alguno un buen dolor de cabeza los primeros días habitándola y mucho más al ser un invitado, pero claro, el no deseaba dejar a solas a su hija con aquella manada de peli rojos, mucho menos ahora que gracias al bocón de la comadreja estaban al tanto de quien era en realidad y no hacían mas que atosigarla hasta el punto de asustarla por lo cual ante el pedido de la matriarca de estos su amiga sospechando sus temores se ofreció ir en su lugar  hacia más de una hora según sus cálculos.

 

 

-Potter, no has visto a Pansy- le pregunto al moreno que acababa de llegar con unas botellas en las manos.

 

-Lamentablemente si- contesto Harry poniendo cara de circunstancia.

 

-Le sucedió algo- pregunto preocupado el rubio.

 

-Bueno…no sé si…sea algo- dijo entregándole las botella a un desesperado George que le recriminaba por su tardanza para retirarse con ellas meciéndolas como si de un bebe se tratara.

 

-Potter, si sabes dónde está por favor dímelo-

 

-Ven, sígueme- le respondio el moreno haciéndole una seña para que le acompañara hasta un pasillo un tanto oculto en donde se encontraron con el cuerpo desmadejado de una morena sentada incómodamente con una botella vacía a un lado y otra casi vacía en las manos.

 

-¿Pansy?, pero que significa esto- pregunto molesto el rubio agachándose hasta llegar a la altura de su amiga.

 

-¿Quéeeeee?… ¿Draco?....- decía arrastrando las palabras pesadamente la morena levantando la vista con mirada perdida hacia su alrededor -¡Draco amigo!- chillo alzando sus manos hacia el rostro del otro aun con la botella en mano.

 

-¿Pansy esta borracha?-

 

-Bueno eso es obvio- comento el moreno tras suyo fingiendo preocupación con una media sonrisa en el rostro.

 

-¡Esto no es gracioso Harry!- le recrimino su rubio intentando de levantar a su amiga del suelo.

 

-Lo siento-

 

-No lo…legañes…pobechito…- decía haciendo un mohín la morena afirmándose de los hombros de su amigo –No ves…que ell ti ama…mmm…Daco malo…- rio su amiga viendo como el rubio comenzaba a ruborizarse por su comentario.

 

-Yo te ayudo Draco- dijo el moreno cargando a la bruja en brazos.

 

-Llevémosla a mi cuarto hasta que se recupere-

 

-¿A tu cuarto?-

 

-Si, a mi cuarto- recalco el rubio un tanto molesto por la situación tan embarazosa que le hacía pasar su amiga.

 

-Hay otros cuartos sabias- dijo con tono celoso el moreno que al rubio se le hizo tierno.

 

-¿En serio?-

 

-Si- le respondio molesto.

 

-Bueno Potter, si los hay, guíanos a uno de ellos- dijo con una media sonrisa muy marca Malfoy que hizo ruborizar al mago más poderoso de Inglaterra Mágica sin siquiera que este se percatarse de ello.

 

-Sígueme-

 

-Eso hare- respondio el rubio viendo como el moreno llevaba en brazos a su mejor amiga.

 

 

Ver a Potter en esa faceta de Héroe con una damisela en peligro en sus brazos extrañamente en vez de enfurecerlo como en el pasado despertó algo distinto en su pecho, algo que jamás imagino y que extrañamente le hizo anhelar que aquella escena fuera distinta solo por un individuo en ella.

 

 

-Si- susurro provocando que el moreno girara su cabeza y le mirara extrañado.

 

-Me decias algo-

 

-Después te lo digo, ahora lo que importa es dejarla en un cuarto- dijo indicando a su parlanchina amiga a la cual por suerte no se le entendía ya nada de lo que parloteaba.

 

 

Le había costado dejar de lado sus prejuicios, esos que le enseñaron e inculcaron desde temprana edad, esos por los cuales tantas veces había discriminado, lastimado y dejado de lado los sentimientos que tenía hacia otros y sobre todos los causantes de haber herido a la persona más bondadosa de todo el mundo y que una vez más le demostraba que no había mejor futuro que el estar a su lado.

 

 

Si, esa sería su respuesta a la petición de Potter…No, de Harry, porque desde ese dia, el ya no sería un apellido que despreciaba, sino un nombre que amaba, Potter, no, Harry Potter.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fin

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

Bueno y he aqui el final de esta historia que en un principio se inicio como un on-shot y que termino siendo un fics de larga duracion, si, ya lo se, ¿pero, pero y que paso con...? Les aseguro que mi final es mucho mas decente que el del "Barco", upppsss, perdon.

Se reciben tomatasos porque me hacen falta, estan muy caros los condenados.

Gracias a quienes han leido esta historia hasta el final pero un agradecimiento especial a todos quienes se han tomado la molestia de dejar un comentario.: Angelfiregot, Mixhii, Morgana Blackthorn, Tannia,Anónimo,  Mary0o,  Cesumiss, tania-chan, aliceaxx, vania, sandra, tamashiyuki, vanessa,  Sami chan, rey_lin.

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).