7. Descubriendo una deliciosa rutina.
(Alex)
No poda creerme lo que haba pasado, Toni senta algo por m y …ramos novios! Estaba rebosante de felicidad era un sueo cumplido. Toni era MI NOVIO, ahogue un grito de felicidad entre mis manos. Me senta tan bien, iramos poco a poco pero el simple hecho de poder besarle me hacia estar en una nube.
An no poda crermelo, era como un sueo cumplido.
- Te toca Alex – Toni sali sacndome de mis desvaros, con su baador ya puesto Dios que bien le sentaba!
- Voy… no tardar mucho – Me adentr en la tienda y me cambie todo lo rpido que pude, al poco rato ya volva a estar con Toni.
- Vamos a buscar las ramas ms adecuadas para hacer una lanza – Me dijo nada ms verme salir.
- Vamos – Y fui tras l.
Estuvimos buscando un rato alrededor de nuestro refugio hasta que encontramos un par de ramas perfectas, no muy finas ni muy gordas y lo ms rectas posible. Con la navaja afilamos las puntas hasta convertirlas en un par de lanzas mortales para los peces, ya con las herramientas adecuadas nos dirigimos al mar.
No haca falta adentrarse mucho para llegar a los corales donde se encontraban los peces, de hecho tocbamos de pies al suelo sin tener que nadar lo que nos facilito mucho el poder pescar o al menos intentarlo.
- Alex mira, a tus pies hay un pez grande corre pscalo! – Era fcil decirlo pero del dicho al hecho…
- Mierda se me escapo – La pesca no era lo mio.
- Jajaja que malo eres pescando. Ahora ya s un deporte que no se te da bien – Me saco la lengua divertido.
- La pesca no es un deporte – Le dije frunciendo el ceo fingiendo enfado.
- Muchos piensan lo contrario, de hecho incluso existe la Federacin de Pesca y Caza – A veces me sorprenda lo mucho que saba Toni. …l segua rindose de mi inutilidad pescando.
- Qu graciosillo! – Le salpique con agua porque se estaba riendo a mi costa – Pues no he visto que a ti se te de mejor – Ahora fui yo el que le saco la lengua.
- Dame tiempo, ya vers como pesco ms que tu – Y se puso serio a pescar. Me haca gracia la cara de concentracin que haba puesto.
Poco tiempo despus ya estbamos de vuelta en nuestro refugio, Toni haba pescado dos peces y yo ninguno, por supuesto no perdi la oportunidad de echrmelo en cara.
- Jajaja te dije que pescara ms peces que tu... lo que no pens es que tu no conseguiras ninguno jajaja – No paraba de rerse el muy maldito.
- Hoy no he tenido un buen da pero ya vers maana, el que re ltimo re mejor – Refunfue fingidamente molesto. En realidad estaba encantado escuchando la risa de Toni.
- Si si si lo que digas, pero mientras tanto me lo estoy pasando pipa – Corr hacia l y le tire al suelo quedndome yo encima, sintiendo como nuestros cuerpos semidesnudos se rozaban.
- Ahora seguirs rindote de m? – Le dije con un tono sensual mientras sujetaba sus manos por encima de su cabeza.
- Qu me hars si lo hago? – Sigui con mi juego de sensualidad.
- Esto… - Le bese de nuevo pero esta vez con ms pasin, moviendo mis labios sobre los suyos, disfrutando al mximo de su tacto y su sabor. …l me correspondi, tmido al principio para acabar desenfrenado, nos separamos y nos quedamos mirndonos con la respiracin agitada.
- Creo que van a gustarme mucho tus castigos, seguir rindome de ti continuamente – Me sonri algo avergonzado – Ahora ser mejor que continuamos trabajando hay que hacer la comida – Me levante de encima de l antes de que notara que algo haba empezado a despertar en el interior de mi baador.
- Si, vamos – Le ayude a ponerse en pie con m mano.
Ambos buscamos algo de lea a nuestro alrededor, era hora de hacer fuego. Hicimos una pequea fogata con una de las cerillas que, por suerte, no se haban mojado y funcionaban, la hicimos algo alejada del refugio para que luego no oliera todo a humo, una vez asegurado el fuego nos dispusimos a cocinar.
- Cmo hacemos el pescado? – Me pregunto Toni mirando con cara de circunstancias los dos peces que haba pescado.
- Pues por desgracia no tenemos sal ni ningn tipo de condimento as que no hay ms remedio que simplemente asarlo al fuego – Nunca me haba gustado la comida sosa, pero ahora no haba ms remedio.
- Los pinchamos en una rama y los hacemos al fuego, as es como lo hacen en las pelculas – Me di cuenta de que le gustaba mucho el cine, siempre mencionaba las pelculas – Espero que estos peces estn buenos.
- Tengo tanta hambre que me sabrn a gloria – Dije acariciando la tripa para dar ms sentido a mi frase. El se rio y empezamos a cocinar los peces.
Al poco rato estbamos sentados alrededor de la fogata, cada uno con nuestro pescado pichado en un palo, ponindolo sobre la fogata y viendo como poco a poco se iban haciendo.
- Toni, deberamos mantener siempre el fuego encendido, no tenemos muchas cerillas y no tenemos ni idea de cmo hacer fuego sin ellas – Era algo a lo que llevaba rato dndole vueltas, sin fuego estbamos perdidos – Ser complicado pero debemos intentar mantener, al menos, una pequea fogata para no tener que gastarlas.
- No haba pensado en eso pero tienes razn – Toni estaba pensativo – No sabemos cunto tiempo vamos a estar aqu y si se nos acaban las cerillas no habr forma de hacer fuego. Tendremos que mantener las brasas.
- Creo que mi pececito ya esta – Acerqu el palo a mi cara para ver si ya estaba bien hecho – Ummmmm huele delicioso.
- Exagerado jajaja – Se puso a rer a carcajadas, como me gustaba verle rer – Yo me conformo con que este comestible, el mo parece que tambin est hecho.
- Pues ala a comer se ha dicho! – Y ambos empezamos a degustar nuestra comida.
Era increble la complicidad que habamos conseguido en tan poco tiempo, ah estbamos los dos comiendo y compartiendo ancdotas como dos amigos de toda la vida. Toni me explicaba aventurillas que haba vivido con sus amigos y yo no poda ms que escucharle embobado. Me gustaba verle tan emocionado y contento, no tena nada que ver con el chico rebelde y malhumorado que quera aparentar ser, y yo me preguntaba porque se empecinaba en esconder al verdadero Toni y mostrar algo que no era.
Habamos estado hablando de cmo mantener siempre una pequea fogata, iba a ser difcil, pero teniendo una zona resguardada y destinada solo a eso y alimentando el fuego de vez en cuando, lo podamos conseguir. O al menos intentar que apagara el menor nmero de veces posible, para as ahorrar en cerillas.
- Dios! Se ha pasado el tiempo volando crees que nos dar tiempo de ir a la charca? – Me pregunto mientras acabbamos de hacer la mini fogata, que intentaramos mantener encendida las veinticuatro horas del da tal y como habamos estado hablando – Necesito darme un bao urgentemente, tengo arena y sal por todas partes.
- Pues si vamos rpido y por el camino ms corto que vimos no creo que haya problema – Yo tambin tena ganas de un bao en agua dulce.
- Vamos entonces! – Y se levanto sin pensrselo dos veces.
Cogimos nuestras cosas y nos dirigimos a la charca, aprovecharamos el viaje para coger algo ms de fruta y llenar las botellas de agua.
El camino se nos hizo mucho ms corto que la primera vez, y vimos muchos rboles frutales y palmeras con cocos, lo que nos alegro al pensar que fruta no nos faltara.
Lo que no vimos fueron animales, a excepcin de muchos insectos y algn que otro pequeo pjaro nada de nada. Nos iba a resultar difcil conseguir carne, y a parte de la fruta y el pescado la carne era importante para nuestra dieta.
Llegamos a la charca y Toni sali corriendo al tiempo que se desvesta, fue rpido como un rayo a tirarse al agua y yo me quede vindole.
- Alex que esperas! El agua esta buensima ven aqu – Me invitaba a acompaarle.
- Ya voy no seas impaciente! Pareces un nio chico – Empec a desvestirme para unirme a l, me mora de ganas pero no quera que l notara mi impaciencia.
- Ahhhh es maravilloso poder darse un bao en agua limpia y fresca despus de un da caluroso – Toni nadaba encantado de un lado a otro, yo me met al agua y me acerqu a l.
- Si es maravilloso… y ms si estas en buena compaa – Me acerqu ms a l con una sonrisa picara y una mirada seductora, me mora de ganas de volver a besarlo.
- Porqu me miras as tonto? No te acerques que me das miedo – Sonrea y me salpicaba con agua al mismo tiempo ahuyentndome en broma.
- Ven aqu, no te escaparas – Alargue mis brazos y le agarr, le acerqu a mi cuerpo lentamente l segua rindose – Estas precioso cuando sonres – Le abrace con mis brazos alrededor de su cuello l me rodeo la cintura con sus brazos y nos besamos, nuestros labios jugaban entre ellos, se saboreaban, se mordan suavemente, se acariciaban y se deseaban. Nos separamos por falta de aire y ambos con una sonrisita tonta.
- Besas muy bien lo sabas? – Me dijo Toni al tiempo que se mordi sus labios.
- Eso es porque tus labios me inspiran mucho – Me acerque le di un piquito y luego me puse a nadar.
- Y me dejas as! Sers malo… dnde vas no te escapes.
Al igual que el da anterior estuvimos tonteando como nios, nos gustaba tanto estar all en aquella nuestra charca que se nos pasaba el tiempo volando. Disfrutbamos como enanos y por unos momentos nos olvidbamos del mundo y de todo, centrndonos solo en nosotros y pasndolo bien sin ninguna preocupacin.
Pero todo lo bueno se acaba, empezaba a oscurecer y tenamos que volver a nuestro refugio. Llenamos de agua las botellas, recogimos algunas frutas y un par de cocos en el camino de vuelta y al poco ya estbamos en nuestro hogar.
Cogimos un par de frutas para comer y nos sentamos en el mismo tronco de la vez anterior mirando hacia el mar, ese troco iba a convertirse en uno de nuestros lugares favoritos ya que estaba en un lugar perfecto y era bastante cmodo.
- Es una noche preciosa Verdad? – Toni miraba al horizonte ensimismado.
- Si, es perfecta hay luna llena y esta estrellada, en la ciudad es imposible tener unas vistas as – Aunque a m, mirarle a l era lo que ms me gustaba.
- La contaminacin lo tapa todo es una mierda – Frunci el ceo.
- Creo que podra acostmbrame a esto perfectamente – Yo podra acostumbrarme a l.
Estuvimos un rato callados, solo observando el mar y las estrellas, se respiraba tanta paz y tranquilidad que era fcil dejarse llevar y relajarse por completo. Mire a Toni que se encontraba a mi derecha, estaba completamente absorto mirando hacia el horizonte, y en ese momento tuve claro que no quera perderle por nada del mundo, era la persona con la que quera pasar el resto de mi vida, e iba a hacer todo lo posible por que l quisiera seguir a mi lado. Saba que era pronto para decirlo, que apenas nos conocamos pero no me importaba yo lo tena muy claro.
Llego la hora de dormir y ya nos encontrbamos tumbados en el colchn, es muy difcil dormir con la persona que te gusta y tenerse que controlar pero tenamos que hacerlo. Nos habamos propuesto ir despacio y eso haramos, los dos lo tenamos muy claro no queramos estropear las cosas por ir demasiado rpido, ninguno de los dos estaba preparado y debamos ir paso a paso.
- Toni puedo dormir abrazado a ti? – Necesitaba al menos poder sentir su contacto.
- No s… supongo que s – Estaba de espaldas a m pero se le notaba avergonzado – La verdad es que me gustara.
- Gracias! – Y me abrace a su espalda para dormir a su lado toda la noche.
Al principio me cost dormir. No par de darle vueltas a todo lo ocurrido durante el da, la pesca, el bao, las risas y los besos.
Era increble la complicidad que habamos conseguido en tan pocos das, Toni se comportaba completamente diferente conmigo. Haba roto completamente ante m, esa barrera de frialdad y rebelda con la que siempre se paseaba no dejando ver al autentico Toni.
Y yo, por supuesto encantado de ello, no iba a perder la oportunidad de conocerlo completamente a fondo, sus defectos y sus virtudes, lo quera conocer todo.
Note como Toni se remova, a l tambin le estaba costando dormir, eras muchas dudas las que nos acechaban.
En primer lugar estaba la duda de si conseguiramos sobrevivir en la isla hasta que nos rescataran, o si llegaran algn da a rescatarnos. Yo estaba bastante confiado, hasta ahora nos las habamos apaado bien, y saba que tarde o temprano nos encontraran. Este tema no me preocupaba en sobremanera.
Pero la segunda duda era la que me traa loco Conseguira que Toni me amar de la misma manera en que le amo yo a l? De esto no estaba tan seguro, lo que si tena claro es que lo iba a intentar con todas mis fuerzas.
No le iba a dar ms vueltas, abrace a Toni con ms intensidad y deje mi mente en blanco solo disfrutando de la calidez de su cuerpo.
No saba que iba a pasar ms adelante, pero de momento, dormir abrazado a l y despertarme al da siguiente a su lado iba a convertirse en una de las rutinas ms maravillosas de mi vida.
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