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NUNCA JAMAS por DRAGIOLA

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Notas del capitulo:

"Y cuando piensas que todo esta perdido viene la luz  para darte esperanzas y........."

CAPTILO III

 

 

 

 

 

El rubio ante el rio dando un giro en su propio puesto provocando que con esto la túnica que solo era ajustada en su pecho mas no bajo esta expusiera un par de hermosas y largas piernas que lograron ruborizar al moreno.

 

 

-Oye, ¿A dónde vas?-

 

-Eso a ti no te importa-

 

-Oh, vamos solo quiero ayudar-

 

 

Harry no le prestaría atención, le pasaría de largo, ya no caería ante las trampas obvias de los habitantes de ese mundo, aun si creía conocerlos, aun si tenía el rostro más hermoso del mundo.

 

 

-Sabes, yo sé de un camino para llegar a la salida- dijo risueñamente el rubio enrollando unos mechones en su dedo índice.

 

-¿Por dónde?, por favor, dime, ¿por dónde debo ir?- pregunto con premura y desesperación el moreno.

 

 

Cuando aprendería se preguntaba Harry luego de caminar por largas horas o al menos eso creía él. El rubio al principio había estado caminando a su lado canturreando una canción vieja de las brujas de Macbeth, mientras el solo intentaba de recordar que diablos eran esas imágenes que le habían arrebatado de su cerebro en aquel circo y como era posible que aquello fuera posible. Se preguntaba que opinaría su Tío Vernon si hubiese presenciado aquello y como de seguro le culparía por ello. Podía escuchar ahora como el rubio le hablaba pero como sus palabras solo pasaban por sus oídos sin la mayor importancia como si fuera una simple bruma hasta que este lo detuvo en seco a mitad de camino.

 

 

-Sigues siendo el mismo de siempre-

 

-¿Qué cosa?-

 

-Te mereces lo que te pase-

 

-¿Asi y que se supone que me merezco?- pregunto molesto ante su ataque verbal.

 

-Todo, todo, todo- repetia alejándose poco a poco de él.

 

-Todos ustedes están locos, ¡yo no me merezco esto, yo no le he hecho daño a nadie a nadie!-

 

 

Pero el rubio solo desapareció ante el con una última advertencia resonando en su cabeza.

 

 

-Jamás, jamás, jamás, jamás-

 

 

No pudo evitar largarse a llorar, estaba harto de todo eso, estaba harto de caminar sin rumbo fijo, estaba harto de pasar frio, de pasar hambre, de no tener padres, de que todo el mundo lo apuntara con el dedo, de escuchar a sus tíos gritándole fenómeno. Él no se merecía eso, no se lo merecía, no se merecía ser odiado, repudiado, ¡porque nadie lo amaba, porque nadie se fijaba en el cómo una persona normal, porque nadie se daba cuenta que el también merecía ser feliz!

 

 

Se limpió el rostro lo mejor que pudo, mirando el cielo más negro que alguna vez vio en su vida. Definitivamente el mundo de Nunca Jamás no era lo que alguna vez se imaginó.

 

 

 

//Es lo que mereces, es lo que mereces, es lo que mereces//

 

 

 

Canturreaba la misma niña peli roja bailando a su alrededor.

 

 

-¡Aléjate de mí!- exigió más temeroso que furioso el moreno al ver como esta aun sostenía su varita.

 

-Pero Harry, yo pensé que me extrañabas, ¿O acaso también me has olvidado?-

 

 

El moreno la vio detenidamente por fracción de segundos, él sabía bien quien era ella, aun si se disfrazaba de una inocente niña, él lo sabía.

 

 

-¿Qué quieres?-

 

-Que me recuerdes, solo eso- dijo con melancolía la niña arrancando el frasquito que llevaba atado a su cuello para lanzarla en un agujero que había aparecido en medio del camino.

 

-¿Qué…que pretendes?- pregunto temeroso retrocediendo pero deteniéndose en seco al ver como las imágenes comenzaban a surgir ante ellos.

 

 

“¿Por qué Harry?” preguntaba aterrada la mujer que alguna vez creyó amar mientras se arrastraba por la alfombra de su nuevo departamento.

 

“Lo siento Ginny, pero es necesario” dijo alzando su varita.

 

“¡Por favor no lo hagas! ¡Piensa en los niños, en nuestro hijos!” suplicaba entre lágrimas la mujer,  intentando de ocultarse tras una cortina que de nada le serviria.

 

“Ginny, si tan solo hubieras desistido en quedarte con los chicos, si al menos hubieras entendido que nuestro matrimonio podía seguir tal y como lo hemos llevado hasta ahora”

 

“Tú me engañabas” respondio furiosa olvidando su temor por primera vez esa noche.

 

“Mierda Ginny a mí no me hubiera importado que tu hicieras lo mismo, mientras fueras discreta” dijo quitado de pena viendo la cara de asombro que ponía ante sus dichos su ex esposa “Te quiero Ginny, no solo porque alguna vez te amé o porque fuiste mi amiga antes que mi esposa, sino porque me diste el regalo más grande de todo el mundo”

 

“Una familia” respondio atormentada la pelirroja.

 

“Exacto, una familia, lo que siempre añore, lo que siempre soñé”

 

“Harry…por favor…no tienes porque, podemos solucionar esto… ¡bórrame la memoria, eso, lánzame un obliviate!”

 

“Ginny y que ganaría con eso”

 

“¡No recordare nada, todo volverá  a ser como antes!” decía con el corazón en el puño la mujer que veía esa alternativa como su única vía de escape.

 

“Aun si lo hiciera Ginny, no olvidarías más que una hora y no dejarías atrás tu maldita obsesión de quedarte con la custodia de los chicos. Y eso, eso no lo puedo aceptar”

 

“Harry…no…no lo hare tú, tu puedes”

 

“Lo siento Ginny pero no perderé a mi familia, no otra vez”

 

“Harry no, por favor, no”

 

“¡Levi corpus!” exclamo levantando a la peli roja del suelo para provocar que su cuerpo se golpeara contra la  pared con violencia “¡Expulso!” grito entonces lanzando a la bruja fuera de la ventana de un octavo piso “Lo siento Ginny, pero era necesario”

 

 

Harry levanto su cara horrorizado por lo que acababa de ver, porque eso no podía ser cierto, no podía, aquello era mentira, él no podía ser capaz de hacer eso, el no, él era bueno, él era un Potter, él no era…un…un…

 

 

-Has sido un niño muy pero muy malo Harry- dijo la peli roja desapareciendo el recuerdo del agujero para devolvérselo de golpe al moreno.

 

-¡Duele!-

 

-Claro que duele tontito, los pecados siempre duelen-

 

-¡¿Porque me haces esto, porque?!-

 

-Acaso no está claro, acaso no lo entiendes- el moreno negó angustiado -bueno, creo que debes ver este otro recuerdo que he guardo- dijo la joven que había perdido ya su aspecto infantil otra vez.

 

 

El recuerdo había dado unas cuantas vueltas en el aire antes de caer y deformarse en horizontal en el agujero para exponer ante un aterrado Harry lo que se temía sería un nuevo pecado que no aceptaría tan fácilmente en su herido corazón.

 

 

“Harry quizás esto es una trampa, no deberíamos estar aquí”

 

“Hermione, Voldemort atacara el ministerio, el viene a robarse algo importante, no voy a permitir que ese monstruo se salga con la suya, eso no”

 

 

-No, eso no, no quiero ver esto-

 

 

Las imágenes pasaron a una velocidad casi aberrante ante sus ojos dejando entre ver solo la frondosa melena negra de quien fuera el único padre que conociera en su corta vida para desvanecerse ante sus ojos tras un grito desgarrador y una risa cantarina y perversa de una bruja que siempre deseo torturar con sus propias manos pero que el destino le arrebataría en la gran batalla de Hogwarts a manos de su ex suegra.

 

 

“¡Sirius no, Sirius!”

 

 

-Por tu culpa el murió, por tu culpa,… técnicamente tú lo mataste, ¿no cres?-

 

-¡No es cierto, yo amaba a mi padrino, yo jamás, jamás quise que pasara eso!-

 

 

Harry vio un tanto aterrado como el recuerdo plateado volaba por su cabeza pero sin llegar hasta él, deshaciéndose en el aire, perdiendo asi el último vestigio de quien había sido Sirius Black, su amado padrino.

 

 

Su verdes ojos se veían perdidos en el paraje para ser atraídos nuevamente ante la jovencita peli roja que reía ante lo que debía ser otro recuerdo en su botellita.

 

 

-¿Quién eres?-

 

-Es gracioso que preguntes eso- sonrió a sus anchas la joven para introducir el que sería su ultimo recuerdo.

 

 

“No digas esas cosas delante del niño”

 

“Harry no entiende, es demasiado pequeño para hacerlo”

“Aun asi, por favor no digas esas cosas”

 

“Entonces no finjas que no has escuchado, ni mucho menos te pongas cariñoso conmigo”

 

“Lily, vamos podemos solucionar esto, te amo”

 

“Pero yo no y si estoy a tu lado no es más que por Harry, solo por eso”

 

“Cuantas veces debo pedirte perdón”

 

“¡Y de que me sirve eso a mí cuando me arruinaste la vida!”

 

“Acaso dices que nuestro hijo es”

“¡No te atrevas a meterlo en esto James!”

 

“Pues debo hacerlo, porque si no lo querías podrías”

 

“Yo no soy como tu Potter” dijo despectivamente la mujer que reconocía como su madre “Yo tengo principios, valores, no como tú”

 

 

Se levantó del suelo para huir de aquel recuerdo que nada bueno traería consigo, aun si eran sus padres los que aparecían en él. Pero entonces sintió como unas uñas puntiagudas se aferraban a su cuero cabelludo hundiendo su rostro de forma violenta y completa dentro del agujero en donde reposaba el dichoso recuerdo.

 

 

“No me arrepiento de lo que hice, porque te amo y gracias a ello nació Harry”

 

“Lo único en lo que puedo estar de acuerdo es mi hijo”

“Nuestro hijo” dijo esperanzado el hombre.

 

“No Potter, mi hijo, porque apenas todo esto termine informare al ministerio sobre lo que me hiciste”

 

“¡Lily no puedes, acaso no entiendes lo que pasaría!”

 

“Que pasa Potter, no estabas tan seguro que todos entenderían lo que hiciste” decía meciendo al pequeño que tenía en brazos.

 

“Por favor Lily piensa en Harry” suplico intentando de tocar al niño para ver como su esposa lo alejaba de él.

 

“Precisamente pensando en él es que no dejare que tu estés en su vida”

 

“¿Qué?, no, eso no Lily, tú no puedes hacerme eso”

 

“Claro que puedo y el  Wizengamot estará de acuerdo con mi petición, asi que ni te hagas ilusiones que una vez que salgas de Azkaban podrás acercártele”

 

“¡Es mi hijo Lily, no puedes hacerme esto, no puedes!”

 

“¡Pues eso debiste haberlo pensado antes de haberme embrujado para que te amara!”

 

 

-¡No, eso no es cierto, ellos se amaban, mi madre amaba a mi padre!- gritaba fuera de sí Harry intentado en vano de sacar su cabeza de esos recuerdos macabros -¡Nada de eso es cierto, es falso, todo esto es falso!-

 

 

“Harry ya se quedó dormido”

 

“Si” respondio secamente la peli roja.

 

“Lily, estas segura de lo que harás…una vez que esto termine” pregunto con tristeza el mago.

 

“No voy a discutir esto otra vez James” contesto de forma cortante la bruja.

 

“Por favor, necesito saberlo”

 

“Suéltame James, porque juro que esta vez no dejare pasar esto” dijo zafándose del agarre de a quien miraba con odio profundo.

 

“Siempre te he amado Lily” decía el hombre para ver una mueca de desagrado en el rostro de su amada “Pero ahora mismo, amo más a Harry” pronuncio con voz ahogada llamando la atención de la bruja “Avada”

 

 

La mujer apenas alcanzo a esquivar el rayo verde para defenderse lo mejor que pudo repeliendo los hechizos que luego fueron lanzados en su contra uno tras otro, sin tregua alguna.

 

 

“¡Desgraciado, juro que te hare pagar por esto James! ¡Y asi dices que me amas maldito!” recriminaba oculta tras una pared a la espera del nuevo ataque de su esposo.

 

“Te amo Lily pero no dejare que me alejes de mi hi…”

 

 

El mago se cayó de golpe al sentir como las barreras de su hogar desaparecían y con ella el fidelius que la protegía.

 

 

“¡Lily, Harry!” grito asustado el hombre al ver como la puerta salía despedida por los aires dejando entre ver entre las sombras a la peor pesadilla que el mundo mágico había tenido hasta esas fechas.

 

 

Por fin habían soltado su cabeza permitiéndole retirarla del pozo de recuerdo que solo provoco hacerlo infeliz. Aquello no podía ser cierto, esos recuerdos eran falsos, sus padres se amaban, su padre no era un ser vil, su madre jamás hubiera roto su hogar, todo eso era falso. Se decía a si mismo mientras lloraba sin pudor tirado en el suelo ante aquella peli roja que lo miraba con una ceja arriba.

 

 

-Todo es falso…y sabes porque… lo se…- pregunto sin mirarla -porque… ¡yo no estaba en la última escena!- rio como desquiciado ante su descubrimiento -¡Asi que, eso, eso no es posible!-

 

 

La pelirroja negó cansinamente ante las teorías del moreno que la miraba con los ojos anegados en lágrimas.

 

 

-¿Y porque crees que este es tu recuerdo?-

 

-¿Qué?...no, no el, está muerto y yo, ¡no!-

 

-Aun si él está muerto un pequeño resquicio de sus memorias aún sobreviven en ti…Harry-

 

-¡¿Quién eres, porque me torturas, quien demonios eres?!-

 

-Harry, aun no te has dado cuenta- el moreno se arrastró hacia atrás -Aun no te das cuenta de quién soy- dijo arreglando su cabello -mírame Harry, mírame y dime a quien vez- le exigió al moreno que por más que esforzaba su visión no notaba diferencia en ella a no ser por la edad.

 

 

La mujer ahora frente suyo retiro el recuerdo del agujero para volver a guardarlo en su frasquito.

 

 

-Me has decepcionado Harry-

 

-¿Ginny? … eres tu… eres Ginny?-

 

 

La pelirroja estaba  hincada frente a él, cara a cara con expresión seria.

 

 

-Mírame Harry y dime quien soy-

 

 

El moreno la miro con mayor detenimiento, la forma de su rostro, el color de su cabello, el largo de este, hasta sus malditas pecas más nada aparecía en su mente, nada.

 

 

-¡Espera!- casi suplico al verla alejarse nuevamente -¡¿Quién eres, por favor dímelo, quién eres?!-

 

-Soy parte de tu familia Harry, solo eso- dijo difuminándose nuevamente ante él.

 

 

Estaba agotado, ya no podía más con su cuerpo, su mente, su alma o sus malditos recuerdos, asi que se recostó en medio del camino a descansar, mientras la voz de otro ser llegaba hasta él.

 

 

-No, esta vez no, aun si me matan, no me moverán de aquí- se lamentó Harry con lágrimas frescas en el rostro  -Porque…porque estoy solo…porque…- decía abrazándose a sí mismo -¿Cómo sucedió esto?... ¿Cómo me quede tan solo?-

 

 

“Yo jamás quise esto padre, te lo juro. Yo solo deseaba estar a tu lado, que tú me amaras pero ni aun enfermo conseguí eso, ni mucho menos al estar senil“

 

 

Se sentó lo mejor que pudo para ver de dónde provenía aquella voz tan familiar para él.

 

 

“Te amo papa“

 

 

Fueron las palabras que escucho a lo lejos para sentir como un extraño sentimiento crecía en su pecho, mirando con desesperación a su alrededor, preguntándose quien era aquella persona que aún le amaba.

 

 

-¡¿Dónde estás?!- pregunto emocionado para no recibir respuesta alguna -¡Por favor respóndeme!, ¡¿dónde te encuentras?!- pregunto angustiado al no encontrar respuesta alguna -¡Mi nombre es Harry!-

 

 

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja.

 

 

Risas, risas era lo único que escuchaba tras sus preguntas pero sabiendo bien que aquellas no eran de la voz anterior que tanta paz y esperanza le dieran, sino de alguien más que de seguro no deseaba que escuchara la respuesta quien aún le amaba.

 

 

-Te encontrare- se prometió a si mismo reuniendo todas sus fuerzas para levantarse del suelo  y encontrarse con que no tan solo sus manos se veían más vieja.

 

 

Debía ignorar a su propio cuerpo, debía obviar el paso del tiempo, sus flaquezas y temores, porque lo único que importaba en realidad era encontrar a la dueña de esa voz, a su salvadora.

 

 

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

 

 

Reían a sus espaldas con cada paso de tortuga que daba mientras se apoyaba con esfuerzo a una rama seca que levantara en su trayecto.

 

 

-La encontrare…ya lo verán, la encontrare y me marchare de este maldito mundo- les advertía a quienes solo se mofaban de él y no se atrevían a mostrarse.

 

 

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

Jajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajjajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

 

 

-¡Cállense malditos, cállense!- ordena el anciano Harry ante las risotadas cada vez más fuertes a su alrededor -¡Cállense!-

 

 

Y entonces una luz brillante lo cegó por fracción de segundos, acallando de golpe aquellas risas molestas y mostrarle al fin la salida a un sonriente Harry.

 

 

-La salida- susurro emocionado rozando con su mano la brillosa estela de luz que la rodeaba.

 

 

Nuevamente lloro pero ya no de tristeza, ni dolor, sino de alegría, porque al fin esa pesadilla terminaba y volvería con los suyos y sobre todo porque esa voz, esa que le decía amarlo le ayudaría a recordarlos a todos.

 

 

Introdujo su cabeza por la abertura de la puerta para ver una imagen borrosa ante él. Una joven hermosa se despedía diciéndole que le amaba y mirándolo con una profunda ternura y algo de tristeza. Debía ser ella, se dijo, ella era quien lo había atraído hacia la salida y de seguro ella sabría quién demonios era esa peli roja que tanto lo atormentaba.

 

Intento pasar sus brazos por la estrecha puerta cuando su cuerpo completo fue arrastrado fuera de este para su espanto.

 

 

-¡Nooooooooo, ayúdame, ayúdame!- suplicaba con los brazos alzados hacia esta que perdía su luz para acoplarse a la oscuridad perversa de ese mundo que le arrebataba de cuajo la ultimo esperanza que albergaba en su corazón.

 

-Harry, no puedes irte sin resolver la incógnita-

 

 

El anciano Harry giro la cabeza sobre sus hombros para darse cuenta de que la peli roja había regresado para continuar con su tortura.

 

 

-¡Me marchare de aquí maldita, lo hare y ni tu ni nadie lo evitara!-

 

-Jamás saldrás de aquí, jamás- le escucho decir con voz hueca a la mujer que miraba horrorizándose al notar el color de sus ojos.

 

-¿Tu?...no, no tu…no…tu no…-

 

-Nunca jamás volverás a tu mundo, nunca- recalco la peli roja para ser acompañada por todos los habitantes de ese mundo.

 

-¿Por qué, porque, respóndeme porque?-

 

-¿Por qué?-

 

-Señorita, señorita dígale que dia es hoy, dígaselo- suplico el semi gigante que alguna vez creyera conocer en otro mundo.

 

La peli roja sonrió encantada por el recordatorio rosando apenas el rostro del anciano que su mano que le hizo el quite con asco apenas tuviera contacto con él.

 

 

-Hoy es 31 de Octubre, Harry Potter-

 

-No, no, esa fecha, esa maldita fecha- gimoteo el anciano cayendo de bruces al suelo, agarrándose la cabeza -¿Por qué…porque…porque?- la peli roja sonrió con autosuficiencia viendo su obra, mientras las criaturas a su alrededor vitoreaban fuera de si por esta –Déjame salir de aquí...por favor…libérame…-

 

 

-Nunca…Jamás….-

 

 

 

 

 

 

 

Fin

Notas finales:

Bueno y este es el final de esta historia tan extraña que me salio de haber visto una pelicula muy hermosa y emotiva llamada "IMAGINARIUM" de la cual saque dos historias, "PAPA" y "NUNCA JAMAS". Espero les haya gustado, aun si fueran tan raras.

Como siempre, gracias por leer y mucho mas por comentar, hasta la proxima.


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