18. Desesperacin e impotencia.
(Toni)
Tras haberle hecho el masaje a Alex para que se sintiera mejor, este se haba quedado dormido con lo que me haba quedado mucho ms tranquilo y pensaba que se recuperara pronto. Pero no fue as, no solo haba ido a peor si no que ahora mismo se encontraba teniendo fiebre y no era capaz de despertarlo.
Lo haba intentado todo, llamarle a gritos, zarandearle, empujarle, incluso le haba tapado la nariz para ver si se despertaba al no poder respirar, pero nada no haba manera.
Alex no paraba de temblar y su frente estaba ardiendo, le haba puesto paos fros en la frente para ver si se le pasaba la fiebre, pero nada daba resultado.
Ahora me encontraba a su lado mirndole, sin saber qu ms poda hacer, pero no se me ocurra nada y estaba completamente desesperado.
Para colmo de males y por si fuera poco, tal y como habamos previsto una fuerte tormenta haba llegado a la isla, agua y fuertes vientos eran mi sonido de fondo, mi nica compaa.
Me di cuenta de que tena que entrar todo lo que pudiera al refugio, dejarlo a la intemperie con una tormenta as era muy peligroso. As que tras ponerle el ultimo pao en la frente a Alex y saber que no poda hacer ms por l que esperar, me abrigue todo lo que pude y sal fuera a resguardar todo lo que pudiera, comenzando por lo ms importante.
El viento me complicaba mucho mi trabajo, pero como pude me dirig primero a la despensa para entrarlo todo, quizs en das no podramos salir as que haba que guardar como oro en pao toda la comida y el agua que tuviramos. Me costaba horrores dar un simple paso, estaba empapado y la lluvia golpeaba de manera salvaje mi rostro, no recordaba una tormenta tan fuerte como esta.
Cuando hube resguardado todo aquello que me pareca importante, me dispuse a apuntalar lo mejor que pude la tela del paracadas que nos haca de techo, sera un desastre si esta saliese volando, una vez ya estuvo a punto de pasar deba evitar que sucediera de nuevo.
Una vez que cre que todo estaba asegurado y sin ningn riesgo de prdida, volv a entrar en el refugio, me seque el cuerpo todo lo que pude y me cambie la ropa por una seca, por nada del mundo poda permitirme caer yo tambin enfermo. Ya no poda hacer nada ms que velar de Alex y rezar por su pronta recuperacin.
De vez en cuando le iba cambiando los paos, procurando que siempre estuvieran fros, por desgracia no tenamos hielo ni nada parecido, as que tena que conformarme con humedecer los paos con agua. Alex segua temblando por la fiebre, yo intente taparlo todo lo posible, por desgracia an no haba habido ninguna reaccin por su parte y eso me preocupaba mucho.
En estos algo ms de siete meses que llevbamos en la isla, Alex se haba convertido en la persona ms importante de mi vida, haba llegado a conocerle como a m mismo y sin l, yo no podra seguir viviendo.
S que puede sonar exagerado, sobre todo teniendo en cuenta lo que me cost al principio reconocer mis sentimientos, pero ahora mismo amaba a Alex de tal manera que sin l no le encontraba sentido a mi vida. Lo era todo para m, y no exagero.
Al estar todo el tiempo con Alex, sin tener a mi familia o amigos a mi alrededor, me haba centrado completamente en l, convirtindose como en mi segunda mitad, mi segunda piel.
Y es que echaba de menos, y mucho, a mi familia y amigos, mil veces me haba preguntado como estaran, si estaran todos bien, si les iran bien las cosas, pero Alex haba ocupado de manera demoledora ese hueco que ellos haban dejado.
Note como Alex murmuraba algo, as que deje mis pensamientos a un lado y me acerqu a l de inmediato.
- Alex Me oyes? – Le toque en el hombro para que notara mi presencia.
- Toni… Toni – Eran leves susurros, no podra decir si fruto de pesadillas que estaba teniendo o debido a que empezaba a despertar.
- Estoy aqu Alex! Me oyes? – Insist esperanzado en que reaccionara.
- Me encuentro fatal! – Abri casi imperceptiblemente los ojos, supuse que me oa as que insist.
- Tienes fiebre amor, pero no te preocupes yo te cuido – Le di un suave beso en su mejilla al tiempo que pasaba mis dedos entre su pelo suavemente.
No recib ms respuestas, Alex volvi a quedar dormido, aunque ahora pareca ms relajado y eso me tranquilizaba un poco.
(Alex)
Lo vea todo oscuro, mi cabeza me daba vueltas y senta mucho calor, me asuste y empec a llamar a Toni.
- Toni… Toni… Ests ah? – Los parpados me pesaban toneladas y era incapaz de levantarlos como yo quera.
- Si Alex! Estoy aqu – Note como me coga la mano entre las suyas.
- Qu me pasa? – No saba que me pasaba y no recordaba nada, mi cabeza me iba a estallar.
- Estas enfermo amor, llevas as dos das, pero tranquilo que yo te cuido – Deseaba verle, hice un esfuerzo por abrir mis ojos y lo consegu, pero lo que vi no me gusto nada, Toni tena sus hermosos ojos verdes humedecidos de haber llorado.
- Cario no llores! Me pondr bien – Los ojos se me volvieron a cerrar, no tena las suficientes fuerzas.
- Lo s, te quiero Alex! – Intent contestarle pero no pude, de pronto sent el vacio.
(Toni)
Alex llevaba ms de dos das enfermo en cama, de vez en cuando despertaba desorientado y me llamaba, yo siempre le deca lo mismo, que no se preocupara que yo cuidara de l, pero todo estaba resultando muy duro.
Intentaba obligarle a beber cuando poda y siempre le mantena un pao hmedo en la frente, pero no estaba consiguiendo nada. Varias veces me haba hundido y haba explotado en llanto debido a la desesperacin y la impotencia.
Por si todo eso fuera poco, la tormenta no haba cesado, y en lugar de ir amainando, pareca enfurecerse cada vez ms, provocando que el refugio se tambaleara de manera alarmante en varias ocasiones debido al furioso viento. En ms de una ocasin haba tenido que salir para apuntalar la tienda, jugndome la vida ya que volaban todo tipo de cosas por el aire.
El que haba sido nuestro paraso durante tanto tiempo, se estaba convirtiendo en m infierno personal. Si al menos tuviera a Alex sano y salvo a mi lado todo sera mucho ms fcil, pero no le tena, en esta situacin me encontraba yo solo, y yo solo sin la ayuda de nadie tendra que afrontarla.
Mire a Alex, pareca ms calmado despus de la ltima vez que se despert, esperaba con toda mi alma y todo mi corazn que lo peor ya hubiera pasado, y que pronto se recuperara. Le necesitaba conmigo desesperadamente.
Estaba muy cansado, ya era de noche y yo no poda hacer nada, as que decid descansar un rato. Me tumb abrazando a Alex de forma protectora, necesitaba sentir su calor y que el sintiera que yo estaba all con l, que nunca le abandonara. Pronto, agotado como estaba me quede completamente dormido.
(Alex)
Cuando despert, sent que me encontraba algo mejor, pude abrir mis ojos pues mis parpados ya no me pesaban tanto, note a Toni abrazado a mi espalda, pobrecito seguramente lo haba pasado fatal.
Intente no moverme mucho, no quera despertarle ya que seguramente haba estado mucho tiempo despierto cuidndome, pero un ligero movimiento por parte suya me hizo ver que ya le haba despertado.
- Alex Estas despierto? – Pregunto an adormilado, con los ojos cerrados y bostezando de sueo.
- S, pero tranquilo sigue durmiendo, estoy bien – Susurre procurando no despertarle ms de lo que ya estaba, necesitaba descansar.
- No seas tonto – Se separo de m y con sus manos se restreg los ojos para acabar de desperezarse – Ahora que estas despierto tengo que cuidarte – Se sent a horcajadas sobre mi vientre y me puso la palma de su mano en la frente – Parece que ya no tienes fiebre Te encuentras mejor?
- Un poco mejor si, aunque an sigo un poco mareado – …l se inclino para darme un beso y me abrazo.
- Qu susto me has dado! Pens que te perda – Me abrazaba con mucha fuerza casi no poda ni respirar.
- Si sigues achuchndome as, sers tu el que acabe conmigo – Intent sonrer para que viera que me encontraba mejor, aunque todo el cuerpo me dola.
- Uy perdona! – Se aparto de mi y se levanto – Debes comer algo y beber mucho – Se dirigi hacia las estanteras a coger una botella de agua que me acerco para que bebiera.
- Qu es ese ruido que se oye fuera? – Le pregunt antes de coger la botella e intentar beber algo, todo lo que haca me costaba horrores.
- Llevamos varios das de fuertes tormentas, en mi vida haba visto nada igual – Entonces me di cuenta que efectivamente el viento mova de manera brutal toda la tienda – Tranquilo, he apuntalado varias veces la tienda, no hay peligro – Toni me haba ledo la mente.
- No debes salir fuera, es peligroso – Me preocupaba pensar que Toni haba tenido que pasar por todo eso solo.
- No te preocupes, he salido solo lo necesario. Por suerte tenamos suficiente comida y agua – Se acerco a m con un par de frutas para empezar a darme de comer.
- Puedo yo solo, no hace falta que me des de comer – me enfurrue, me trataba como si fuera un nio.
- Estas dbil, necesitas mi ayuda – Empez a darme la comida – Qu tal tu estomago?
- Mejor! Al menos ahora no me dan nauseas solo de ver la comida – Me senta dbil y senta que me dola todo el cuerpo pero al menos no tena ganas de vomitar.
- Menos mal! Parece que te vas recuperando – Sigui dndome de comer hasta que me acabe un par de frutas que l me haba partido – Por el momento bastara con esto, tampoco es bueno que comas demasiado, eso tambin podra sentarte mal.
- Necesito ir al bao – Me senta avergonzado de tener que pedirle ayuda, pero no me crea capaz de levantarme solo.
- Me temo que tendrs que hacer tus necesidades dentro del refugio, con lo que est cayendo fuera, no es recomendable salir – Le mir con cara de espanto – Tranquilo en la esquinita hay un cacharro, hazlo all y cuando podamos lo tiraremos fuera.
- Qu remedio! – Me ayudo a levantarme y hacer lo que tena que hacer. Al poco rato ya estaba de vuelta en la cama.
- Sabes? Me has asustado mucho Alex – Toni me coga de la mano – Me alegro de que ests mejor – Me sonri tranquilizador y me dio un ligero beso en los labios.
- Debo estar horrible – Me imagine mi cara y me eche a temblar.
- Vahhh! Eso no importa, pronto estars tan guapo como siempre – Y me guio un ojo sonriendo al mismo tiempo. Toni era tan bueno conmigo, le quera tanto – Anda descansa un poco ms, seguro que en unas horas estars en perfecto estado.
- No quiero dormir ms, ya he dormido bastante – Le cog de la mano – Anda ven a mi lado y hablemos – Le echaba de menos necesitaba saber que haba pasado durante el tiempo en que haba estado enfermo – Cuntame todo lo que ha pasado estos das.
Toni se acerco y se echo en la cama a m lado, estuvimos un buen rato hablando. Me explico todo lo que haba tenido que hacer durante esos das y lo mal que lo haba pasado debido a la tormenta. Yo me sent horrible por haberle dejado solo en un momento como ese.
Le miraba al tiempo que l me explicaba todo lo que le haba sucedido, y me senta cada vez ms orgulloso de l, de cmo haba afrontado la situacin, de cmo me haba estado cuidando todo ese tiempo. Me sorprend al saber que haba estado tres das enfermo, de los cuales me haba pasado gran parte del tiempo inconsciente.
Que estpido haba sido comindome aqul pescado, estaba casi al cien por cien convencido de que haba sido debido a eso que haba enfermado. No deb poner en riesgo mi vida de esa manera, cuando Toni me dijo que no tena buena pinta deb hacerle caso, pero fui un autentico gilipollas.
Quizs al llevar tanto tiempo en la isla nos habamos confiado y ese era un grave error. Si bien la mayor parte del tiempo la isla era un pequeo paraso, sin peligro alguno, debamos estar en alerta en todo momento, ya que en cualquier momento las cosas podan cambiar. Haba muchas cosas que an desconocamos, y muchos peligros que an no habamos descubierto.
- Siento no haber estado contigo en un momento tan difcil – Le dije despus de que me lo contar todo.
- T no tienes la culpa de haber enfermado, no te preocupes, lo importante es que ahora te pondrs mejor y podrs ayudarme – Me lo deca al tiempo que acariciaba dulcemente mi mejilla con su mano.
- Te amo! – No pude evitarlo, tena que decrselo.
- Y yo! – Me beso – Sabes? He tenido mucho tiempo de pensar en estos das, y si hay algo de lo que me arrepienta, es de no haberme dado por completo a ti – Me miro profundamente a los ojos – Necesito sentirte dentro – Susurr.
- Y me lo dices ahora que soy incapaz de moverme solo! – Frunc el ceo – Si me dices esas mismas palabras estando yo en pleno rendimiento, ya me habra tirado encima de ti a desnudarte con mis dientes – Sonre.
- Jajaja que tonto eres – Se lanz hacia m para abrazarme – Pues ya sabes lo que tienes que hacer No? – Se separ de mi y alzo una ceja en seal de interrogacin.
- Qu? – Ahora fui yo el que rozo su mejilla con mi mano.
- Ponerte bien pronto para que puedas devorarme por completo – Se mordi el labio coquetamente.
- Eso no lo dudes! En cuanto est completamente sano y en perfectas condiciones, lo primero que har ser lamerte enterito de arriba abajo y devorarte, no dejare ni un cachito de tu piel sin saborear – Y le bese desesperadamente, le necesitaba, le deseaba, le amaba con todo mi ser.
Las horas restantes pasaron rpido. Yo an no me encontraba muy bien, pero con Toni a m lado hablndome y cuidndome, todo fue mucho ms llevadero. Al da siguiente ya me encontraba mucho mejor, segua algo dbil pero al menos poda levantarme solo.
Lamentablemente an no podamos salir del refugio, ya que el aire soplaba de manera furiosa y la lluvia an caa de manera abundante. Nunca nos habamos topado con una tormenta que durara tantos das y estbamos preocupados porque empezaban a escasear los alimentos.
- Debera salir ahora que parece que ha apaciguado un poco la tormenta, necesitamos ms comida – Me informo Toni.
- Ests loco! Es muy arriesgado – Me asustaba pensar que Toni tendra que salir ah fuera solo – En todo caso ir contigo.
- Ni hablar! T an no estn del todo bien, no puedes salir – Se levanto del rincn donde estbamos sentados y empez a abrigarse – No tardare mucho, se donde hay fruta o en su defecto seguro que hay cocos por el suelo, adems hay que coger agua que ya no queda.
- Pero es muy peligroso Toni Y si te pasa algo? – Me levante y le abrace por detrs, agarrado a su cintura y poniendo mi barbilla sobre su hombro.
- Ahora est ms tranquilo, si me doy prisa volver antes de que la cosa se ponga peor – Se gir entre mis brazos y me rodeo el cuello con los suyos – No te preocupes – Me beso la nariz – No me pasara nada – Y sin decir ms cogi una mochila y se marcho.
(Toni)
La tormenta haba amainado, an llova y el viento segua molestando, pero ni punto de comparacin con lo de la ltima vez que sal.
Trate de ir lo ms rpido posible, pero no tarde en estar empapado. Me dirig al interior de la isla por la zona donde saba que tena ms posibilidades de conseguir comida, pronto hube llenado la mochila de fruta y cocos.
Me costaba orientarme y desplazarme se me haca difcil, pero conoca tan bien la isla, que incluso a ciegas hubiera podido hacerlo.
Volv al refugio con la mochila llena, entr y sin decir nada a Alex ni pararme para nada, dej la mochila en el suelo y cog unas botellas, tena que ir a buscar agua.
Me dirig hacia la despensa, lo que vi all me dio mucha pena y sent rabia e impotencia. Todo lo que habamos construido con nuestro esfuerzo, absolutamente todo, estaba tirado por el suelo y destruido casi por completo, mire hacia el refugio y me di cuenta de la suerte que habamos tenido de que este no saliera volando. Por fortuna agua no faltaba, haba muchos cacharros llenos, eso s, tendramos que hervirla pues no saba si sera muy potable.
Volv a entrar por segunda vez para dejar el agua y me dispuse a salir de nuevo, pero esta vez Alex si me pregunto.
- Dnde vas ahora? – Se le notaba preocupado.
- Hay que volver a apuntalar el refugio, si la tormenta recupera fuerza corremos peligro de que finalmente acabe destruido – Habamos tenido suerte hasta ahora, no podamos arriesgarnos.
- Est bien, pero ten mucho cuidado – Sal de nuevo.
El viento empezaba a coger fuerza de nuevo, las palmeras a nuestro alrededor se mecan de manera peligrosa y de pronto, mientras estaba apuntalando la tienda, una palmera se desplomo encima del refugio. Tuve que apartarme para que no cayera encima de m y tuve un extrao presentimiento.
- Alex! – Grite asustado al tiempo que corra hacia el interior – Alex! – Entre despavorido, Alex estaba tirado en el suelo y me acerque corriendo a l – Ests bien? Contstame!
- Estoy bien! No te preocupes – Sent un gran alivio al orle – Me ca al evitar que me cayera el techo encima Qu ha pasado?
- Una de las palmeras se ha desplomado, casi me cae encima, pero lo peor ha sido el susto que me he llevado al ver que caa encima de la tienda – An segua afectado por el momento de pnico que haba vivido.
- Yo tambin estaba preocupado por ti – Se lanzo a abrazarme con posesin – No te alejes de m Toni, no quiero perderte de vista – Yo le devolv el abrazo de la misma forma.
- No me ir a ninguna parte – Le susurre en su odo – Pero ahora hay mucho que hacer y t no puedes – Me separe de l lentamente y mirndole fijamente a los ojos le dije – Ahora djame que ponga un poco en orden en nuestra casa y luego quiero que me des muchos mimos Vale?
- Vale! – Sonri – Pero no tardes cario.
Por suerte el refugio no se haba desmontado del todo, la palmera haba cado en un costado, justo donde tenamos nuestra cama. Sal fuera de nuevo e intente arreglar los desperfectos todo lo que pude, cuando tuve la sensacin de que ya no poda hacer nada al menos hasta que dejara de llover, entre resignado.
- He hecho lo que he podido – Le dije a Alex que estaba arreglando nuestra cama que haba quedado completamente desmontada.
- Lo has hecho muy bien Ven aqu! – Me alargo sus brazos, invitndome a abrazarle.
- Est todo destrozado – Me deje abrazar por Alex y deje caer mi cabeza en su hombro, fue entonces cuando me desplome y empec a llorar desesperado, toda la tensin vivida se me vino encima.
- Shhhhh no llores! Lo has hecho muy bien pequeo – Sus brazos se movan sobre mi espalda reconfortndome.
Y as fue como acabo uno de los peores momentos que haba vivido en la isla, estaba agotado, empapado de arriba abajo y desolado por todo lo que haba quedado destruido, pero al menos Alex estaba bien y estaba a m lado.
Nos dormimos despus de haberme secado y cambiado de ropa, Alex se encontraba mucho mejor aunque an estaba dbil, y eso me ayudo a dormir mucho mejor, saba que las cosas mejoraran al da siguiente.
La tormenta cogi fuerza una ltima vez durante la noche, pero a la maana siguiente ya no haba ni rastro. Yo me encontraba parado frente la entrada observando cmo haba quedado todo, Alex me rodeo la cintura por detrs poniendo su barbilla en mi hombro, al menos l ya se encontraba mucho mejor.
- Tenemos mucho que arreglar – Me dijo al odo.
- S, pero al menos sigues conmigo – Puse mi mano en su brazo – Eso es lo importante.
Y as era, todo estaba destrozado, haba muchas cosas que arreglar, cosas que reconstruir, cosas que volver a hacer de nuevo, pero al menos Alex haba superado esa enfermedad que tanto me haba asustado y juntos volveramos a poner en pie nuestro hogar.
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