19. Reconstruccin y entrega.
(Alex)
Haban pasado ya varios das desde que paso todo, mi enfermedad y la tormenta, ambas cosas haban puesto nuestra vida patas arriba.
Habamos estado muy ocupados reconstruyendo nuestro refugio y poniendo en orden todo a nuestro alrededor, por suerte yo ya me encontraba perfectamente y poda ayudar en todo a Toni.
Estaba tan orgulloso de l, de cmo lo haba llevado todo y cmo lo haba superado, no s si yo lo hubiera podido hacer mejor todo sea dicho.
Estbamos los dos de pie, frente al refugio, observando nuestro trabajo finalizado, nuestro hogar finalmente reconstruido. Nos sentamos orgullosos del resultado, no era fcil hacerlo con las pocas herramientas que tenamos, y lo habamos conseguido.
- Ha quedado perfecto! – Toni me cogi de la mano.
- Mejor que antes incluso – Se la apret para que notar mi alegra.
- Deberamos hacer una inauguracin en toda regla – Me miro pcaramente.
- Y a que estamos esperando! – Le empuje detrs de m haca el interior de la tienda.
Antes de que nos diramos cuenta ya estbamos lo dos tumbados en nuestra cama, besndonos con pasin, con entrega y devocin. Me gustaban tanto sus labios, su dulce sabor mezclado con el salado del mar que ya tenan impregnado, su suave tacto y su deliciosa ternura. Todo en ellos me volva loco.
Toni estaba sobre m, mis manos apresando su cintura, mi boca devorando la suya. De pronto se sent sobre mis caderas sensualmente.
- Echaba de menos esto – Empez a moverse provocativamente al tiempo que se quitaba la camiseta. La verdad era que con lo liados que habamos estado y con todos los problemas que habamos tenido, el sexo haba quedado un poco de lado.
- Pues imagnate yo! – Me alce para apoderarme de uno de sus pezones, saborendolo y mordindolo delicadamente, el me quito la camiseta lentamente, ya los dos estbamos a pecho descubierto.
- Tienes ganas? – Me alzo la cabeza con ambas manos para devorar mi boca, su lengua se adentro buscando la ma y ambas jugaron el juego que ms les gustaba.
- Muchas! – Susurr al romper el beso.
- Hazme tuyo! – Dijo mordiendo ligeramente mi labio inferior. Saba a lo que se refera y eso me volva loco.
- Te devorar enterito! – Y empec a besarle y morderle el cuello.
Volvimos a caer tumbados, Toni empez a descender con su lengua por mi pecho y rpido llego a mi ombligo, se entretuvo en l al tiempo que con sus manos desabotonaba mi pantaln, el cual fue bajado juntamente con mi ropa interior, cuando quise darme cuenta ya estaba completamente desnudo. Volvi a subir lentamente, detenindose unos momentos en mis dos pezones, consiguiendo que se pusieran completamente erectos bajo su toque, y continuo hasta m cuello el cual degusto a su antojo.
Mis gemidos eran clara seal del placer que estaba sintiendo, pero pens que ya era hora de empezar a tomar parte en el juego, ese da deba dominar yo.
He de decir que Toni me haba sorprendido muy gratamente, si alguna vez llegue a pensar que sera dcil y sumiso, estaba completamente equivocado, Toni era ardiente y fogoso en el sexo. Y si bien an tena algunos tabs, cosa a la que pensaba ponerle remedio ahora mismo, se mostraba abierto a experimentar y eso me haba agradado sobremanera. Esa rebelda suya que siempre me haba gustado, tambin la mostraba a la hora de tener relaciones, pero yo no me quejaba en lo ms mnimo, todo lo contrario me volva loco.
Hice que volteramos rodando sobre el colchn y para esta vez quedar yo encima, ahora me tocaba a m. Primero le bese, juntando nuestros labios de forma algo brusca, y en cuanto abri un poco su boca le met mi lengua profundizando el beso. Mis manos se paseaban por sus costados, acariciando cada centmetro de piel, l me abrazaba por la espalda acaricindola de arriba abajo. Romp el beso y comenc a bajar besando su mandbula, su cuello y su clavcula hasta llegar a uno de sus pezones del cual me apoder.
- Ahhhh… Alex! – Arque su espalda al notar mi boca sobre su pezn – Me encanta!
Yo no detuve mi avance y segu jugando con su pezn hasta notarlo completamente erecto, con la mano empec a jugar con el otro que reclamaba atencin, los gemidos de Toni me encendan cada vez ms y mi pene se senta cada vez ms y ms duro.
Deje uno de sus pezones para desabotonar su pantaln, haba demasiada tela entre nosotros, necesitaba sentir su piel al tacto con la ma. Luego segu descendiendo con mi boca, pasando por su ombligo el cual rodee con mi lengua. Me deshice de sus pantalones y su ropa interior lo ms rpido que pude.
Ya estbamos los dos desnudos, piel contra piel, adoraba sentir el cuerpo desnudo de Toni bajo el mo, sentir sus reacciones a mis besos, a mis mordiscos y a mis lamidas. Toni ya estaba excitado, su pene se ergua orgulloso y eso era toda una tentacin para m.
Comenc tmidamente a lamer toda su extensin, mirndole con cara de nio bueno, Toni me miraba con deseo, con sus pupilas dilatadas y su boca entreabierta.
- Alex ahhhh! No pares ahhh – Estaba deseoso y yo quera complacerle.
Tras jugar un rato con mi lengua abarque todo su pene con mi boca, no era la primera mamada que le haba hecho pero esta quera que fuera la mejor de todas. Succione su pene con fuerza y mov mi boca arriba y abajo a un ritmo rpido, los gemidos de Toni eran cada vez ms intensos, ms demandantes. Saque su pene de mi boca y decid jugar con sus testculos, lamindolos y mordindolos ligeramente, consiguiendo ms gemidos de placer.
- Alex por dios! Ahhh… si sigues as… me voy a correr… – Toni estaba al lmite, su cuerpo se remova de manera muy sexi.
- An no! – Deje su pene y sub para devorar su boca – An queda lo mejor – …l se estremeci tras mis palabras.
Me mora de ganas de dar el siguiente paso, poseer a Toni de la nica manera que no lo haba hecho todava, muy dentro de m tena algo de miedo de que se echara para atrs en el ltimo momento, saba que para Toni no era fcil dejarse hacer. Pero deba intentarlo, l saba lo que iba a hacer y me estaba dando su permiso.
Gracias a todas las veces que haba sido yo el pasivo, ahora saba perfectamente cmo prepararlo para no hacerle ningn dao, e iba a intentar algo diferente algo que no habamos hecho todava.
- Toni! Date la vuelta – Le susurre al odo.
(Toni)
Me di la vuelta como me haba pedido Alex, estaba decidido a dejarme llevar, quera que Alex me poseyera, pertenecerle por completo. Tena miedo s, pero Alex me haba demostrado mil veces lo mucho que me quera y saba que no me hara dao.
Sent su lengua bajar por mi columna vertebral, dejando un rastro hmedo, sus manos se deslizaban por mis costados, yo estaba ansioso y mi cuerpo se remova inquieto.
Not como sus manos sujetaban mis nalgas, masajendolas y separndolas ligeramente, mi cuerpo se tenso esperando el primer dedo, pero lo que paso no lo esperaba, era demasiado hmedo para ser un dedo. Gire mi cabeza por encima de mi hombro intentando ver qu pasaba y casi me corro en ese mismo instante con la imagen que vi, Alex estaba utilizando su lengua haciendo mucho ms placentera la preparacin.
- Alex ahhhh! Me encanta – Necesitaba hacerle saber que agradeca lo que estaba haciendo por m y que lo estaba disfrutando de lo lindo.
…l sin decir nada sigui preparndome, introduciendo y sacando su lengua imitando as los movimientos de una penetracin, yo no poda parar de gemir de placer. Pronto dos dedos substituyeron a la lengua, sent una sensacin extraa pero no me doli, sin duda la lengua haba desempeado perfectamente su funcin de lubricacin.
- Te deseo tanto! – Susurr roncamente en mi cuello, despus de dejarse caer en mi espalda y sin dejar de prepararme con sus dedos.
- Y yo! Ahhh … – Un tercer dedo me invadi.
- Te duele? – Se preocup.
- No! Sigue… ahhh – Efectivamente no me dola, era una sensacin muy extraa pero mi cuerpo deseaba ms.
Despus de un rato de sentir sus dedos movindose en mi interior, estos me abandonaron y yo sent que me faltaba algo, incluso me queje con un lastimero gemido, me senta tan ansioso de sentirlo en m interior que ni me reconoca a m mismo.
Me obligo a voltearme de nuevo con suavidad y se puso sobre m, acomodndose entre mis piernas.
- Quiero verte! – Susurr en mi odo con la voz tomada por el placer, y luego me beso de manera ardiente.
- Hazlo ya! – Estaba desesperado, tan caliente y necesitado que incluso el miedo haba desaparecido ya.
- Que impaciente te has vuelto de pronto – Sonri al tiempo que suba mis piernas a sus hombros. Yo me deje hacer, sin miedo alguno en absoluta entrega.
- Te necesito! – Puse mis manos en su cara y le mire fijamente, luego le bese en seal de completa aceptacin. Sent una presin en mi ano y not como poco a poco iba adentrndose en mi – Ahhhh… Alex! – Grit con fuerza al sentirle ya completamente en mi interior – No te muevas! – Senta un dolor punzante en mi interior, cerr mis ojos con fuerza, unas traicioneras lgrimas escapaban por mis mejillas.
- Toni… ahhh! No te centres en el dolor… cntrate… en m –Me susurro de forma entre cortada, rozando mis labios. Yo abr mis ojos para mirarle de nuevo y l me beso. Pronto me olvide del dolor y me centr en el movimiento de sus labios sobre los mos, en su aroma, en la mirada de deseo que haba visto al abrir mis ojos. Sent como mi cuerpo se iba acostumbrando a Alex, a su intromisin, y entonces me sent preparado.
- Muvete…ahhh! – Le dije tras romper el beso. Y as lo hizo, comenz a moverse en mi interior con un vaivn que me volva loco. Sent algo de dolor al principio, pero poco a poco el dolor iba desapareciendo y se iba substituyendo por un intenso placer – Ahhh… Alex! – No poda parar de gemir.
- Eres increble… ahhh! – Alex jadeaba de placer. Mis manos le rodeaban por el cuello, quera sentirlo cada vez ms cerca, ms adentro. Baje mis piernas para conseguir una postura ms cmoda y le rode con ellas la cintura. …l no paraba de besarme al tiempo que abrasaba mi interior, su cabello, que ahora luca ms largo, rozaba mi cara, su mano no s en qu momento comenz a masturbar mi pene y yo estaba a punto de estallar.
- Ahhh… si! – Ese, ese era el punto de placer, ahora entenda cuando Alex me hablaba de ese punto en el que el placer llegaba a su nivel ms alto, ese punto que a l le haca enloquecer y que a m me estaba haciendo delirar.
- Ahhh! Es… aqu? – Alex se haba dado cuenta y se centraba en ese punto.
- Si… ah… ahhhh! – Le arae la espalda al agarrarme con fuerza, quera sentirle cada vez ms adentro de m.
- Toni… ahhh! – Jade en mi odo.
- Ahhhh… ya no puedo ms… ahhhh! – El aument el ritmo ms si cabe.
- Toni… ahhh… juntos! – Y segundos despus, tras un par de estocadas ms, nos corrimos juntos. Not como su semen caliente se derrama en mi interior y un ronco jadeo sala de Alex, yo me corr slo de escucharle – Toni..! – Se dej caer sobre m – Ha sido… increble! – Su voz entrecortada me son mejor que nunca.
Alex sali lentamente de mi interior y se acomod a mi lado, apoyado en m pecho, ambos estbamos con la respiracin agitada, recuperando el aliento despus del intenso orgasmo. Yo me senta en las nubes. Aunque Alex me haba dicho que haba sido increble, tena la duda de si realmente le haba gustado y necesitaba preguntarle.
- Alex de verdad… Te ha gustado? – Le pregunt curioso, necesitaba saberlo.
- Mucho! – Susurr en mi odo – A ti no? Te he hecho dao? – Me mir preocupado.
- Has estado… Fantstico! – Le sonre ponindole una mano en su mejilla – Me doli un poco al principio pero se paso rpido.
- Me alegro! No quera hacerte mucho dao – Me bes carioso.
- Amor… Te amo! – Le dije con mi mirada fija en la suya – No me arrepiento de esto.
- Yo tambin te amo cario! Y jams me arrepentir de amarte – Volvi a besarme pero esta vez de forma ms pasional – Gracias por entregarte a m – Yo sonre exhausto.
Aunque al principio haba sido doloroso, poco a poco el placer haba ido ganando terreno, y justo cuando Alex dio en el punto exacto, en ese momento ya solo exista el placer delirante. Haba tenido mucho miedo en entregarme a Alex, le tena respeto al momento, pero no me arrepenta, Alex era la persona adecuada.
Nos quedamos as tumbados, con Alex en mi pecho acaricindome el vientre con su mano, y yo acaricindole suavemente su espalda.
Me senta feliz, destruido pero feliz, sentir a Alex en mi interior fue una de las experiencias ms maravillosas de mi vida. Ya habamos hecho el amor muchas veces, pero ahora… ahora ya no existan barreras entre nosotros, l me perteneca y yo le perteneca a l.
(Alex)
Senta la respiracin acompasada de Toni bajo mi, ya llevbamos rato descansando y habamos recuperado el ritmo normal de nuestras agitadas respiraciones despus del intenso placer.
Haba sido maravilloso poder poseer a Toni de esa manera que an no me haba sido permitida, sentirme en su interior fue lo ms excitante que haba sentido en mi vida. Me gustaba ser pasivo, y sentirle en mi interior era fantstico, pero realmente necesitaba hacerlo mo por completo. Ahora realmente me senta la persona ms especial para l.
Saba y deseaba, que despus de este momento nuestras relaciones serian an ms especiales e imprevisibles, haciendo que disfrutramos el doble de lo que ya lo hacamos. En una relacin el sexo no es lo ms importante, pero si este funciona como en nuestro caso, pues mucho mejor, y yo no me poda quejar.
Escale por el cuerpo de Toni para quedar justo encima de l, apoyndome con mis brazos en su pecho y mirndole con una sonrisa tonta en mi rostro, sonrisa que saba que no desaparecera mientras estuviera l a m lado.
- Te das cuenta… – Con mis dedos fui serpenteando por el torso desnudo de Toni – De qu ahora no tenemos escusa para no hacer el amor, siempre que queramos, de mil formas diferentes y en todos y cada uno de los rincones de la isla? – Mi voz son insinuante, tentadora, excitante.
- Eso no suena nada mal – Susurr en mi odo – Hay muchos sitios de la isla por inaugurar.
- Y cul ser el siguiente? – Dirig mi mano a su entrepierna, an hmeda por la an reciente explosin de placer.
- Ahhh… Alex! Eres un insaciable – Sonri tras la sorpresa – Acabamos de hacer el amor Y ya quieres ms?
- Yo nunca me cansar de ti – Me inclin y le bese ferozmente, con furia y ganas, devorando sus rojos y tentadores labios – Eres como una droga para m, susurr al romper el beso.
- Y t eres mi perdicin! – Se lanz deseoso de nuevo a mis labios, voltendonos y ponindose ahora el encima con una pasin desbordante.
Hicimos una vez ms el amor, no tenamos lmites ni mesura, nos desebamos y eso era suficiente. Hay muchas maneras de demostrarle a una persona que la quieres, y una de ellas es sin duda alguna, entregarte en cuerpo y alma para darle placer.
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