20. Rescate.
(Alex)
Deje el trozo de madera que estaba tallando a un lado y me relaje observando a Toni. Desde que Toni me haba enseado no poda parar de hacerlo, aunque las figuras que yo consegua no tenan ni punto de comparacin con las obras de arte que poda llegar a hacer l.
Ese era uno de los pocos entretenimientos que tenamos en la isla y por desgracia, nuestra navaja se estaba desgastando despus de casi dos aos de uso.
Casi dos aos llevbamos ya en la isla y en esos dos aos a penas habamos tenido contacto alguno con la civilizacin, a excepcin de un par de veces que habamos visto aviones volar demasiado lejos como para poder vernos, no haba habido ningn otro tipo de contacto. Ya habamos perdido casi toda esperanza de que nos rescataran algn da.
Y no es que me quejara en absoluto, Toni y yo habamos aprendido a vivir en la isla sin necesidad de nada ni de nadie ms, con las pocas cosas que tenamos y la nica compaa el uno del otro.
Me fije en Toni que segua nadando en la charca, yo haca un rato que haba salido a descansar a la orilla, pero a l le encantaba estar en el agua nadando o haciendo el tonto y se haba quedado un rato ms.
Toni haba cambiado mucho en todo este tiempo, al igual que yo ya tena diecisis aos y debido al esfuerzo fsico que hacamos en la isla, su cuerpo se haba desarrollado por completo.
Haba crecido unos diez centmetros y deba medir el metro ochenta y cinco perfectamente, yo tambin deb crecer porque notaba que seguamos siendo de la misma altura. Nos dbamos cuenta de nuestro crecimiento sobre todo por la poca ropa que tenamos, de la cual mucha ya se nos haba quedado pequea, y la poca que an podamos usar nos quedaba ajustada o corta.
Toni ahora llevaba el pelo bastante largo, aunque siempre intentbamos mantenerlo por encima del hombro. Tenamos tijeras para cortar el pelo, pero despus de la primera vez que nos cortamos el pelo mutuamente, y los trasquilones que resultaron al hacerlo, decidimos que mejor nos lo cortaramos solo para no dejar que creciera mucho. As que cuando el pelo nos molestaba, cortbamos un par de dedos y listo. A Toni con su pelo liso le quedaba bien el pelo largo, bueno le quedaba bien de cualquier manera, pero para m con mi ondulacin natural era un suplicio aunque a Toni deca que le gustaba, as que por mi estaba bien.
De cara Toni estaba ms o menos igual, quizs con sus facciones algo ms marcadas, hacindole parecer ms adulto, pero su sonrisa y sus ojos seguan siendo igual de vivaces que antes, y eso me encantaba.
En definitiva, el chico que conoc y del que me enamore, se haba convertido en todo un hombre, un hombre que me volva loco y del cual an despus de dos aos de relacin segua locamente enamorado.
Haban sido dos aos de relacin estupendos, con altos y bajos como cualquier relacin, pero en resumen haban sido muchos ms los momentos buenos que los malos. Y es que yo adoraba a ese loco rebelde e impulsivo, que lo mismo te rompa el labio en un arrebato de enfado que te pareca tan tierno como un osito de peluche, y a m me encantaban todas y cada de sus facetas. Incluso cuando discutamos por cualquier tontera y me sacaba de mis casillas, yo no poda ms que ver el lado bueno, era mi nio y nunca dejara de serlo.
- Alex! – Antes de darme cuenta tena a Toni sentado sobre mis caderas y aprisionando mis brazos por encima de mi cabeza con sus manos – En que estabas pensando? Estabas en Babia.
- En nada, solo divagaba – Del pelo mojado de Toni caan gotas sobre mi cara, su cuerpo hmedo mojaba mi piel. No lo haba visto venir, pero estaba encantado de la posicin en la que estbamos.
- Pues parecas muy concentrado, casi me daba pena sacarte de tus pensamientos – Se inclino hacia m y me beso, fue un beso hmedo y refrescante.
- Si me vas a besar as, puedes molestarme siempre que quieras – Una sonrisa picara adorno mi cara – Estas guapsimo! – No pude evitarlo, tena que decirlo, con todo el cuerpo y el pelo mojado, y la luz del sol reflejndose en su piel estaba irresistible, y sus ojos estaban de un verde casi cristalino.
- Eres tan adulador, tu lo nico que quieres es meterme mano – Dejo de apresar mis manos y me pellizco un pezn, yo di un brinquito de sorpresa – Que ya nos conocemos Alex jajaja.
- No necesito adularte para meterte mano – Pellizque sus dos nalgas aprovechando que haba liberado mis manos y en venganza por lo del pezn – Eres mi novio y puedo meterte mano cuando quiera.
- Eres un salido y yo un tonto por dejarte – Y volvi a inclinarse para que pudiramos besarnos de nuevo. Mis manos ahora eran libres de masajear sus nalgas y el no dejo de pellizcar y acariciar mi pecho al tiempo que nos besbamos cada vez ms apasionados, con nuestras lenguas intercambiando posiciones continuamente y quedndonos casi sin aire.
- Y se puede saber Desde cundo te baas desnudo? – Ohhh si, tena a mi chico completamente desnudo sobre m.
- Desde que el maldito baador se me quedo pequeo – Hizo una mueca que me pareci muy graciosa.
- Eso no pasara si m chico no se estuviera convirtiendo en un hombretn – Le mord el labio.
- Y eso te encanta No? – Me susurr al odo.
- Por supuesto! – Y al tiempo que se lo deca le met un dedo.
- Ahhh… Alex! – Se removi sobre m y despus empez a besar y mordisquear mi cuello al tiempo que diriga su mano hacia mi entrepierna.
- No he podido resistirme Estas tan guapo! – Segu preparndole ahora con un segundo dedo.
- Luego me tendrs que compensar… ahhh… de alguna manera – Dej mi cuello y se apodero de mis labios.
- Como quieras! Pero ahora es mi momento – Le dije tras romper el beso con un mordisquito en su labio inferior.
Sin decir ms Toni bajo mis pantalones, yo ya estaba excitado no me haca falta mucho ms, un par de toques de su mano en mi pene y ya estaba totalmente empalmado y listo para la accin. Acabe de prepararle con un tercer dedo, no dejbamos de besarnos apasionadamente y Toni se remova de manera sensual sobre mi cuerpo, provocndome cada vez ms solo con su movimiento. Nos conocamos de sobras, sabamos perfectamente lo que le gustaba al otro y nos aprovechbamos de eso.
Cuando lo not completamente preparado le pellizque una nalga, l me observo con lujuria.
- Ahora me toca a m! – Y tras decir estas palabras, se sent sobre mis caderas y alzando las suyas se empalo lentamente, haciendo que mi pene se adentrar poco a poco en su interior.
- Ahhh… Toni! Me estas matando – Me mora de ganas de agarrarle por las caderas y obligarle a llevar el ritmo que yo necesitaba.
- Ya sabes que a m… ahhh… me gusta a fuego lento – Se qued quieto cuando ya estaba completamente en su interior – No te muevas – Y se inclin para besarme una vez ms.
- Toni… ahhh… te necesito! – No poda ms, necesitaba que se moviera, lo necesitaba desesperadamente.
- Ahora! – Y empez a moverse lentamente subiendo y bajando como l saba que a m me gustaba, volvindome loco con el lento movimiento – Alex… ahhh!
- Djame a m! – Le cog de la cintura y empec a marcarle el ritmo con el que deba subir y bajar – As… ahhh!
- Ahhh… ms… profundo… ahhh! – Alc mis caderas para llegar cada vez ms adentro de su interior – Ah… si… ahhh! – Haba encontrado el punto y segu embistiendo en esa zona que le volva loco.
- Si… Toni… ahhhh! – Estaba a punto de llegar a mi lmite.
Y no tardo mucho en llegar esa oleada de placer que nos haca explotar, yo en su interior y el entre mis manos, que en algn momento haban empezado a atender sus necesidades. Los orgasmos eran tan intensos, tan deliciosos, que quedbamos extasiados de placer y extasiados fsicamente, con nuestras respiraciones agitadas y las fuerzas reducidas al mnimo.
Toni se dejo caer rendido sobre mi pecho, yo le abrac por la espalda y se la acarici intentando que nuestras respiraciones se acompasaran, ese tambin era un momento mgico, un momento en que nos sentamos ms unidos que nunca.
- Este ha sido intenso – Susurr en mi odo.
- Todos lo son – Me re y el acompa mi risa.
- Pens que te acabaras cansando de m – Dijo con su cara enterrada en mi cuello.
- Eso nunca! – Le di un suave beso en la cabeza sobre su pelo an algo hmedo.
Estuvimos un buen rato as, desnudos y enredados el uno en el otro, no tenamos nada mejor que hacer que disfrutar de nuestra compaa. Al rato Toni se tumbo a un lado y nos pusimos a hablar.
- Qu estabas tallando? – Me pregunt al ver el trozo de madera que haba apartado.
- Pretenda tallar una flor pero no hay manera, entre el poco arte que tengo y la maldita navaja que ya est muy desgastada no me sale – Me entristec, no se lo dije pero la flor que quera tallar era para celebrar nuestros dos aos juntos, an faltaban un par de semanas pero quera preparar las sorpresas con tiempo.
- Te falta paciencia, con paciencia todo se consigue – Me sonri y paso la palma de su mano por mi mejilla – Estoy seguro de que t lo puedes conseguir.
- Para ti es fcil de decir, tienes mucho talento – Le mir orgulloso.
- Gracias! Aunque t no eres objetivo, eres mi novio – Se ri.
Estuvimos un rato ms hablando, l me dio algunos consejos de cmo tallar la flor y de esa manera se nos paso la tarde y llego la hora de volver al refugio. Nuestra rutina no haba cambiado mucho en estos casi dos aos, si era buena para que cambiarla, excepto algunos das en que hacamos excursiones por la isla el resto eran prcticamente iguales.
Eso s, habamos cumplido con aquello que dijimos en su da de hacer el amor en cada rincn de la isla, cualquier lugar era bueno para ello, una pequea cala recin descubierta, el tronco de un rbol de camino a la playa, todos y cada uno de los recovecos de la charca, el lago… absolutamente todos esos rincones haban sido inaugurados.
Cuando empez a oscurecer, lo recogimos todo y nos dispusimos a volver a la playa, a nuestro querido refugio. Cog a mi chico de la mano y empezamos a andar de regreso.
Nos sabamos el camino de vuelta de memoria, pero siempre descubramos algo nuevo, una nueva flor, un claro de luz que llamaba nuestra atencin, exticos insectos. Nos gustaba ir paseando y comentando lo que veamos a nuestro alrededor, incluso habamos inventado un juego con el cual le ponamos nombre a todo lo que veamos y no sabamos lo que era.
As, por ejemplo, habamos rebautizado a una extica pero horrenda flor que no sabamos cmo se llamaba como “Barbie Rubia” idea de Toni por supuesto, o habamos llamado “Clan todo poderoso” a unos insectos carroeros que veamos de vez en cuando sobre algn animal muerto. Y a las flores ms bonitas y hermosas las rebautizbamos con los nombres de nuestros seres queridos.
Pronto llegamos al refugio y empezamos a dejar las cosas en su sitio como siempre hacamos, despus recogimos un poco todo lo que habamos utilizado por la maana para la comida. Me encontraba recogiendo los cuencos del suelo cuando vi algo en el horizonte, se me callo lo que tena en la mano de la impresin.
- Toni! – Le grit.
- Qu pasa? – Se gir hacia m preocupado.
- Mira all! – Seale hacia donde haba visto algo que me pareca un espejismo – Es un barco!
- No puede ser! – Toni vino corriendo hasta mi lado mirando hacia donde yo le sealaba – Si que lo es! Parece un buque de guerra.
- Corre! Hay que hacer fuego y hacer seales – Y los dos corrimos a coger troncos para hacer una gran hoguera.
No estbamos acostumbrados a algo as, habamos visto algn que otro avin lejano pero nunca barcos, estbamos muy nerviosos e ilusionados. Entre los dos hicimos una gran hoguera para que pudiera verse, cremos que al estar oscureciendo iba a ser ms visible para el barco.
Con la hoguera ya encendida y tras avivar el fuego todo lo posible, ambos cogimos un par de antorchas encendidas y empezamos a hacer seales en direccin a lo que pareca un buque de guerra, era intil gritar no nos oiran, tenamos que conformarnos con las seales. Estaba muy lejos y no lo veamos muy bien, pero pareca enorme.
Tuve la tentacin de lanzarme al mar y empezar a nadar haca el barco, pero me di cuenta de que jams llegara, era imposible estaba demasiado lejos, antes de llegar se me tragara el mar.
Estuvimos mucho rato haciendo seales, pareca que no nos vean y empezbamos a perder las esperanzas, si volva a pasar de nuevo… s de nuevo nuestras esperanzas se esfumaban y el barco se iba sin vernos, no saba si bamos a poder soportarlo, sera muy duro un golpe as.
Toni me miraba sin dejar de hacer seales, su rostro empezaba a mostrar desolacin y yo no poda ms que animarle a seguir y no rendirnos. No podamos hacer ms, debamos tener fe en que tarde o temprano nos acabaran viendo.
Entonces de pronto algo llamo nuestra atencin en el cielo oscuro.
- Mira Alex una vngala! – Haban lanzado una vngala desde el barco.
- Nos han visto Toni, nos han visto! – Era una clara seal de que nos haban visto y de que venan a por nosotros. Mire a Toni con una sonrisa de oreja a oreja – Nos van a rescatar cario – Su rostro mostraba felicidad y emocin, hasta que se apen de golpe.
- Lleg el momento, ahora todo cambiar – Me mir serio y yo entristec de golpe comprendiendo. Era el fin de nuestro pequeo paraso, muchos cambios estaban por venir e iba a ser duro para nosotros que estbamos acostumbrados a nuestra deliciosa rutina.
- Estaremos juntos en esto Toni, no nos separaremos – Le cog la mano apresndola fuertemente – Te amo! Y eso no va a cambiar – …l me mir asintiendo.
- Que vamos a hacer Ocultaremos lo nuestro? – No haba pensado en eso.
- Quizs sea mejor no decir nada de momento. No s cmo se lo tomara mi familia – Agach la cabeza apenado.
- Tampoco s como lo tomara la ma – Resopl – Supongo que tendremos que escondernos.
- Al menos durante un tiempo si – Le solt la mano viendo como una lancha se acercaba a nosotros.
Haba llegado el momento que tanto esperbamos, el momento del rescate. Y no estaba seguro de que fuera lo mejor que nos poda pasar. En la isla no habamos tenido ninguna preocupacin respecto a nuestra relacin, pero al volver a casa las cosas iban a ser diferentes.
Cmo se tomara mi familia, una familia estricta y tradicional con un estatus y unas apariencias que mantener, que su hijo pequeo saliera del armario y se declarara gay y con pareja, esa era mi gran duda y mi gran miedo para que negarlo.
Sera mejor ocultarlo al principio, por mucho que nos pesara a ambos, y tantear para saber cmo iban a tomrselo. Iba a resultarnos muy difcil al principio, pasar de compartir veinticuatro horas al da con la persona a la que amas a dejar de verla de golpe no es fcil, pero seguro que ambos lo superaremos juntos.
El amor que sentamos el uno por el otro era muy fuerte, nada ni nadie iba a poder romper ese vinculo que habamos creado, de eso estaba convencido.
Mire a Toni con una sonrisa que l me devolvi de inmediato, estbamos a punto de comenzar una aventura nueva pero seguiramos juntos eso era lo importante.
Le amaba y de eso no tena la ms mnima duda.
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