24. Cita con la psicloga.
(Alex)
Despert a la maana siguiente an con la sonrisa en la cara, haba estado curioseando las fotos que Toni tena en su facebook mientras esperaba a que se conectara. Me haba redo con todas y cada una de las fotos que haba visto, con un Toni haciendo el tonto con sus amigos o con un Toni de nio con esos enormes ojos verdes que an destacaban ms en su redondita y pequea carita. Las nicas fotos que no me haban gustado ni un pelo, haban sido las de Toni con una chica rubia y delgada que se le pegaba mucho y que saba que haba sido su novia durante un corto periodo de tiempo.
Haba tenido la esperanza de que Toni se conectara pero no estaba del todo convencido, y tras un buen rato esperando y justo cuando estaba a punto de desconectarme desilusionado, salt una ventanita del chat que indicaba que Toni me estaba escribiendo.
Estuvimos casi dos horas hablando por el chat, Toni me contaba feliz como haba sido el reencuentro con su familia, me contaba lo mucho que haban crecido sus hermanos, lo feliz que haba visto a su madre que no quera separarse de l, lo bien que se haba sentido al llegar de nuevo a su casa y sentirse en su hogar. No pude evitar sentirme feliz por l.
Yo le cont mi salida de compras y le dije que me haba cortado el pelo cosa que no le hizo mucha gracia, evite contarle la frialdad e indiferencia de mi familia no quera que se sintiera mal por m.
Me enter por l, ya que mi madre no me haba dicho nada, que por la maana tendramos una reunin con el comisario que haba llevado el caso de nuestra desaparicin, me dijo que l crea que estaramos los dos juntos. Tambin tenamos una visita con los psiclogos de la polica, gente acostumbrada a casos parecidos al nuestro y que podan aconsejarnos en cmo seguir adelante.
Por eso despert tan contento, tena muchsimas ganas de verle, no haba pasado ni un da sin verle y ya le echaba a faltar como si me faltar un cachito de a mi propia alma.
Me duch y me vest para bajar a desayunar, en la cocina ya me esperaba m madre, mi padre no estaba ya que se haba tenido que ir a trabajar. Despus de dar los buenos das, me sent a la mesa al lado de mi madre y empec a desayunar.
- Hijo cuando acabes de desayunar debemos salir, tenemos una cita con el comisario Rodrguez – Me inform mi madre aunque yo ya lo saba, pero evidentemente me hice el tonto.
- Quin es el comisario Rodrguez? – Pregunt anodino.
- Es el comisario que llevo vuestro caso, ahora que os hemos encontrado quieren hablar con vosotros – Coment – El muy intil no fue capaz de encontraros l y ahora se quiere llevar la gloria – Refunfu.
- Aja – No quise protestar ni seguir con esa conversacin.
- Adems creo que quieren que veas a algunos psiclogos, creen que ellos os podrn ayudar – Sigui – Me parece una tontera, pues si necesitaras ayuda nosotros te pagaramos al mejor psiclogo – Como siempre presumiendo de dinero – Pero por no discutir no quise llevarles la contrara.
- Est bien mama, no me cuesta nada hablar un poco con ellos – Sobre todo teniendo en cuenta que as podra ver a Toni.
Cuando acabamos de desayunar nos fuimos, el chofer nos llevo hasta la comisaria, pareca que mi madre se conoca esos pasillos de memoria e imagine que haban ido muchas veces a hablar con el comisario.
Cuando llegamos pude ver que ya se encontraban all Toni y sus padres, cuando vi que me miraba no pude evitar sonrer, mi madre se quedo apartada pero yo quera acercarme a l.
Toni estaba muy guapo, llevaba los mismos pantalones que le haban prestado en la clnica y una camiseta roja que le quedaba algo ajustada, sonre imaginando que no tena ropa que ponerse pues todo se le haba quedado pequeo. Mi chico haba crecido mucho.
- Mama puedo ir a saludar a Toni? – Pregunt por respeto aunque estaba decidido a hacerlo.
- No s que tienes que decirle t a ese chico, pero ves – Acept a regaadientes.
No quise discutir con ella as que sin decir ms me dirig hacia ellos, vi como Toni se pona algo nervioso al ver cmo me acercaba, pero lo entend perfectamente al fin y al cabo iba a conocer a mis suegros y ellos, an sin saberlo, conoceran a su yerno.
- Hola Toni! – Le salud con una sonrisa – Y ustedes imagino que son los seores Santos Verdad? – Esta vez me dirig a sus padres – Yo soy Alex Miraflores Un placer conocerles! – Y alargu mi mano para saludarles.
- El placer es nuestro! – Dijo su padre al tiempo que estrechaba mi mano – Yo soy Cesar el padre de Toni y ella es mi mujer Heidi su madre – Dijo sealando a la mujer.
- Encantado! Es una mujer muy guapa – Coment al tiempo que le daba la mano esta vez a ella.
- Gracias! Pero vas a conseguir que me ponga colorada – Me pareci una mujer muy simptica y divertida y en algunos gestos me record por completo a Toni, sobre todo cuando se sonrojaba.
- Alex Viniste solo con tu madre? – Me pregunt Toni que segua algo incomodo.
- S, mi padre tuvo que ir a trabajar y mis hermanos estn liados con los estudios y otras cosas – Coment.
- Sabes Alex – Comenz la madre de Toni – Toni nos ha contado mucho de ti y s que tenemos mucho que agradecerte, si no fuera por ti nuestro nio quizs no habra sobrevivido solo – Agach la cabeza apenada – Es por eso que quera darte las gracias y decirte que sers bienvenido a casa siempre que quieras – Me sonri – Pareces un buen chico y s que en este tiempo tu y Toni os habis unido mucho.
- De verdad que se lo agradezco seora Santos – Sonre agradecido – Y por supuesto que si Toni me lo pide no dudar en ir de vez en cuando a su casa.
- Ayyysss por favor no me trates de usted que me hace sentir vieja – Se quej – Puedes tutearnos cielo.
- De acuerdo lo har – Me hizo mucha gracia como lo dijo.
- Seores Miraflores, seores Santos pueden pasar a ver al comisario – Anunci la secretaria des de su mesa.
Me desped de Toni y sus padres y volv con mi madre para luego volver a reunirnos todos juntos en el despacho del comisario Rodrguez. Este nos dio una charla de lo contento que estaba por vernos vivos, que haban estado mucho tiempo buscndonos, que estaban muy preocupados por no encontrar nada, etc. Luego nos inform de que la isla donde habamos sido encontrados era una isla muy pequea que ni siquiera sala en los mapas, la isla 5687 segn nos coment, y era una isla que se encontraba en medio de una zona de mar con muchas corrientes marinas y que debido a eso no era muy concurrida esa zona por barcos.
Nos estuvo hablando de muchos temas y nos coment, que sera bueno que hablramos los dos solos con los psiclogos de la polica que eso nos podra ayudar, de hecho se haba tomado la libertad de pedirnos cita para cuando acabara la reunin con l.
Y as fue como despus de una inaguantable charla acabamos la reunin con el comisario Rodrguez y fuimos directos a hablar con los psiclogos, en este caso solo Toni y yo. En un momento dado nos quedamos solos en el despacho del psiclogo o psicloga, an no sabamos quin nos tocara, esperando a que llegara.
- Toni te he echado mucho de menos! – Le dije tras asegurarme de que no haba nadie que pudiera escucharnos – Sobretodo esta noche en la cama – Le lanc una sonrisa picarona.
- Slo me quieres por el sexo! – Hizo un gesto de fingida molestia y yo me re.
- No seas tonto, si sabes lo mucho que te amo – Puse mi mano sobre la suya dulcemente.
- Cuidado! – Retir su mano de inmediato – Pueden entrar en cualquier momento, ya sabes que no deben vernos en actitud rara.
- Cmo ests? – Pregunt mirndole de lado disimuladamente por si alguien entraba.
- Bien! – Sonri – Mi familia me est ayudando mucho con todo, pero me va a costar empezar de nuevo, y me cuesta mucho no tenerte a cada momento a mi lado – Se apen de golpe – Pero debemos acostumbrarnos a esta nueva vida, tenemos que adaptarnos a la situacin.
- Todo ir bien Toni! Ser diferente pero seguiremos juntos eso no lo dudes – Le anim – Los primeros das sern difciles porque estarn muy pendientes de nosotros, pero luego tendremos ms libertad y ser ms fcil.
- Eso espero! – Coment.
Y no pudimos seguir hablando porque nos interrumpieron. Entro al despacho una mujer de unos treinta y cinco aos, con el pelo castao, largo y liso y unos ojos azules muy bonitos. La verdad es que era una mujer muy guapa no poda creerme que fuera psicloga.
- Siento mucho haberos hecho esperar chicos – Se disculp al tiempo que se sentaba detrs de la mesa que haba frente a nosotros – Soy la Doctora Sheila Santiago pero me podis llamar Sheila – Se present con una sonrisa – Mi trabajo es intentar ayudaros a salir adelante despus de lo que os paso – Nos sonri de nuevo – Tu eres Alex y tu Toni Verdad? – Nos pregunt al tiempo que nos sealaba primero a uno y despus al otro.
- As es – Confirm. Toni estaba bastante callado imagine que se senta algo intimidado.
- Perfecto! – Empez a leer unos papeles que tena en sus manos – No quiero que me veis como a vuestra psicloga, espero que me consideris como una amiga que os intenta ayudar. Por desgracia he visto casos parecidos al vuestro y s con los problemas que os podis encontrar – Nos tranquiliz.
- Gracias! Aunque yo no creo necesitar ayuda, de momento lo llevo bastante bien – Habl por primera vez Toni, la verdad era que me sorprendi ver esa chulera en Toni, hasta que record que as era como se comportaba con la gente de la que desconfiaba.
- Si pero an no habis empezado a recuperar vuestra vida, tendris que volver al instituto, recuperar a los amigos, adaptarse de nuevo a vivir con la familia, y eso despus de estar durante dos aos a vuestro royo no es fcil – Nos hablaba con una familiaridad que a m por lo menos me haca sentirme cmodo con ella.
- Yo la verdad es que me he sentido un poco raro desde que he vuelto – Le confes.
- Es normal sentirse raro, vuestra vida ha dado un giro de ciento ochenta grados en apenas unas horas, a m me da vrtigo solo de pensarlo – Coment fingiendo un temblor en todo su cuerpo, me pareca muy amigable.
- Quizs tenga razn – Dijo Toni – Puede que s que me haya sentido algo raro a pesar de sentirme bien con mi familia, por momentos me senta fuera de lugar.
- En primer lugar Toni puedes tutearme – Le gui un ojo – En segundo lugar, eso es lo ms normal del mundo, a todo el mundo le pasa por mucho que tu familia te quiera y te d la bienvenida a lo grande.
- Y cmo podemos evitar sentirnos as? – Pregunt curioso.
- Lo ms importante es intentar integrarse a la vida que tenais anteriormente lo antes posible, hablar con vuestros padres para que volvis de inmediato al instituto – Asegur – Adems tambin es importante que os mantengis unidos, despus de tanto tiempo juntos no podis separaros de golpe, estara bien que todo el proceso lo podis llevar a cabo juntos – Solo por decir eso ya se gano mi total simpata.
- S, eso creo que es importante – Le dije al tiempo que miraba de reojo a Toni – Me he acostumbrado a hacerlo todo con Toni y ahora lo echo de menos – Toni me lanz una mirada asesina como advirtindome de que estaba siendo demasiado obvio – Pero no s si mis padres vayan a permitrmelo – Me apen.
- Tranquilo Alex, yo hablar con tus padres – Me tranquiliz – Creo que lo mejor es que tengamos terapia al menos una vez por semana los dos juntos conmigo, s que tus padres quizs quieran que vayas a un psiclogo privado pero intentar convencerles.
- Espero que lo consiga, pero mis padres pueden llegar a ser muy cabezotas – Le dije desanimado.
- Tranquilo! Tengo mis mtodos – Y me sonri como si estuviera pensando alguna maldad – Ahora chicos salid y dejadme hablar con vuestros padres, debo contarles lo que creo que es mejor para vosotros.
Nos despedimos de ella y salimos hacia la salita de espera donde estaban nuestros padres, entonces Sheila les llamo a ellos que de inmediato se dirigieron al despacho, volvimos a quedarnos solos, bueno casi solos ya que estaba la recepcionista a escasos metros de nosotros entretenida en sus asuntos.
- Toni necesito ir al servicio Vienes conmigo? – Le gui un ojo para que supiera cuales eran mis intenciones.
- S, yo tambin necesito ir, te acompao – Me sigui el juego. Informamos a la recepcionista a dnde bamos por si a caso salan a buscarnos, y nos dirigimos a los servicios ms cercanos.
- Tena tantas ganas de estar a solas contigo – Le dije nada ms entrar y cerciorarme que no haba nadie – No sabes cunto te deseo – Me fui acercando a l arrinconndole contra la pared.
- De verdad? – Una sonrisa torcida apareci en su rostro – Dime Que parte de ti me desea ms? – Y dirigi su mano hacia mi entrepierna, acaricindola – Esta parte?
- Esa parte y todo mi cuerpo entero! – Me lanc a devorar su boca, nuestros labios se haban echado de menos, nuestras lenguas deseaban reencontrarse de nuevo y nuestro cuerpo entero deseaba el tacto del otro cuerpo.
- Alex… ahhhh! Aqu no – Dijo al tiempo que me separaba de l empujndome por el pecho – Pueden vernos, vamos a un cubculo estaremos ms resguardados – Me cogi de la mano y me llevo hasta uno de los tres cubculos que haba, obligndome a entrar y cerrndonos con el pestio una vez dentro – Aqu mucho mejor – Y volvimos a lanzarnos el uno a devorar al otro ahora ya sin miedo.
- Ahhh… Toni! No tenemos mucho tiempo – Haba metido su mano por dentro de mi pantaln y masajeaba mi pene de arriba abajo, yo le imite y empec a hacer lo mismo con su pene, todo sin dejar de besarnos de manera demencial.
- Lo s… ahhh! Tendremos que conformarnos con esto – Agarr mi pene, esta vez con ms fuerza sabiendo que tenamos poco tiempo y debamos acabar pronto – Vamos Alex… ahhh! – Me anim a hacer lo mismo y no dude en hacerle caso, agarr su pene de forma firme y empec a masturbarle al tiempo que le daba pequeas mordidas en el cuello.
- Toni… ahhh! No aguantar… mucho – Estaba en mi limite, cuando Toni quera saba cmo volverme loco.
- Los dos… ahhh! – Aceleramos el ritmo de nuestras manos y segundos despus not a Toni explotar en mi mano, yo no tarde en seguirle llegando a mi punto mximo de placer – Alex… Te amo! – Estbamos apoyados el uno en el otro intentando acompasar nuestras agitadas respiraciones, senta su ardiente aliento en mi cuello.
- Yo tambin te amo! – Le bes una vez ms, de forma posesiva y segura, confirmando mis sentimiento haca l – Ser mejor que volvamos antes de que nos echen en falta.
- Aja! Vamos – Salimos del cubculo y nos aseamos todo lo que pudimos en el lavamanos. Por suerte no haba entrado nadie en ese ratito, porque de ser as nos habra odo seguro.
Una vez aseados volvimos a la salita de espera, respiramos aliviados al ver que nuestros padres an no haban salido, sera difcil explicar porque habamos ido los dos al bao al mismo tiempo, eso con las chicas es normal pero con los chicos est mal visto.
- Me ha cado bien la psicloga – Le dije a Toni una vez estuvimos sentados – Parece simptica.
- S, eso parece – Afirm Toni – Aunque yo me senta un poco cortado, me da un poco de vergenza hablar con ella.
- Ya lo not, pero con el tiempo seguro que te acostumbras – Le sonre.
- Crees que nos hace falta? – Me mir interrogante.
- Creo que nos puede ayudar mucho, no es fcil recuperar tu antigua vida cuando has estado dos aos llevando una vida completamente diferente. Quizs ahora pensemos que no nos hace falta pero ms adelante no se sabe – Coment – No s, yo me alegro de poder hablar con alguien.
- Supongo que tienes razn – Afirm – Va a ser difcil volver al instituto y todo eso.
- Adems me gust mucho lo que dijo de que tenamos que hacer las cosas juntos jajaja – Me haba gustado mucho esa parte – As tendremos escusa para vernos ms a menudo sin llamar mucho la atencin.
- Tonto! – Me dio un ligero codazo – Debes disimular ms o acabaran descubrindonos.
- Est bien! – Baje la cabeza apenado – Nada de bromas tontas ni miradas indiscretas.
- Exacto! – Asegur – Nada de hacer el tonto delante de nadie.
- Ostras se me olvidaba! Tienes telfono mvil? – Pregunt deseando que lo tuviera para poder estar en contacto con l en todo momento, y no solo a travs del facebook.
- Todava no! – Respondi apenado – Aunque mi madre dice que esta tarde iremos de compras y me comprara uno.
- Perfecto! Pues toma – Le di un papel donde haba apuntado el mo.
- Qu es esto? – Pregunt al tiempo que coga el papelito doblado.
- Es mi numero – Le sonre – Ayer estuve de compras y mi madre me compro un mvil, te lo doy para cuando tengas el tuyo.
- Ya me he dado cuenta de que estuviste de compras jajaja – Se ri – Vaya ropa ms pija que llevas jajaja – Sigui riendo – Y no te he dicho nada del corte de pelo porque no me disgusta, pero espero que no vuelvas a engominrtelo nunca ms o te dejo – Me advirti al tiempo que me daba golpecitos con su dedo ndice en mi pecho – Estas avisado! – Intent fingir enfado pero se le escapaba la risa.
- Oye! No te ras de mi ropa – Frunc el cejo fingiendo molestia – Yo no tengo la culpa de que mi familia tenga dinero.
- Ya,ya! – Movi su mano como si no le importara – Pero recuerda, nada de estpida gomina.
- Me dejara usted por usar gomina seor Santos? – Alc mi ceja interrogante.
- O te dejara o te tirara un cubo de agua encima para quitrtela jajaja – Empez a descojonarse.
- Tonto! – Me enfurru.
Y hablando de eso estbamos cuando se abri la puerta de la psicloga y salieron nuestros padres interrumpindonos, mi madre se dirigi hacia m con prisa.
- Vmonos Alex! Tenemos prisa – Dijo al pasar por mi lado sin ni siquiera pararse.
- Voy! Adis Toni – Corr detrs de mi madre.
- Adis Alex! – Se despidi Toni de mi apenado.
- Adis Alex! Pronto nos volveremos a ver – Se despidi la psicloga con una sonrisa, y eso me emocion al pensar que haba podido convencer a mi madre para que volviera a tener visitas con ella. Si la haba convencido de eso, seguro que la haba convencido de otras cosas, como el hecho de no tener que separarme de Toni.
Mucho ms tranquilo al ver la expresin de Sheila, deje de mirar atrs y segu a mi madre que ya iba al menos veinte metros por delante de m. Esperanzado supe que todo iba a ir bien y que lo mo con Toni iba a seguir adelante, nada iba a poder destruir mi felicidad, de eso me encargara yo.
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