40. Mimos y cuidados.
(Alex)
No s cunto tiempo estuve abrazando a Toni, acaricindole le espalda y apoyndole en su lamento, hasta que finalmente se qued dormido. Puede que no fueran ms de quince minutos, pero a m se me hicieron los quince minutos ms largos y difciles de toda mi vida.
Verlo sufrir de esa manera y no poder hacer absolutamente nada, me estaba matando por dentro, me senta tan tristemente impotente. An no saba exactamente qu haba pasado o quien haba sido, y mi rabia interior creca cada vez ms y ms de una forma arrebatadoramente intensa.
Ahora que tena a Toni durmiendo entre mis brazos haba llegado el momento de hacer algo, deba evitar que nadie del Instituto le viera en ese estado, si eso pasara sera incluso ms duro que la propia paliza para l. Intentando moverme lo mnimo para no despertarle, cog mi telfono del bolsillo y llam a Silvia.
- Alex le has encontrado? Yo acabo de llegar a casa y aqu no hay nadie – Dijo nada ms descolgar.
- Lo encontr – Susurr a penas sin voz, no quera despertarle – Necesito que me hagas un favor Tienes carnet de conducir?
- Si que tengo – Confirm – Dime que est bien por dios.
- Est bien! Luego te cuento – La tranquilic, no quera ponerla ms nerviosa de lo que ya estaba – Ahora necesito que consigas un coche y vengas al Instituto Puedes conseguirlo?
- Ningn problema – Asegur – Coger el de mama que est en el garaje, ahora mismo salgo.
- De acuerdo, ven hacia aqu y aparca en la puerta, cuando hayas llegado envame un mensaje De acuerdo? – Le ped, luego ya le dara explicaciones.
Una vez dadas todas las instrucciones colgu el telfono y toc el turno de llamar a alguno de los chicos, llam al primer nombre que me sala en la lista de contactos.
- Alex est Toni contigo? – Carla tena voz de preocupacin – He buscado por todos lados pero no lo encuentro.
- Esta conmigo, necesito que me hagas un favor – Fui directo al grano no se poda perder el tiempo.
- Lo que sea Dime? – Segua preocupada.
- Primero necesito que avises al resto de los chicos para que dejen de buscar y luego os necesito para sacar a Toni de aqu sin que nadie nos vea – Coment – Es muy importante que nadie le vea Carla – Suspir.
- Por favor Alex Dime que est bien? – Exclam.
- Ya te lo contar luego, ahora necesito que hagas lo que te he pedido Se te ocurre alguna idea? – No saba cmo hacerlo para sacarlo de ah sin que nadie le viera, estbamos en un Instituto con cientos de estudiantes.
- Estn a punto de empezar las clases – Coment – Cuando empiecen no habr gente por el pasillo, podemos hacer una cadena ponindonos cada uno en un punto clave para controlar que no haya nadie. As podremos asegurarnos de que salgis sin ser vistos. Pero Dnde estis y a donde tenis que ir?
- Estamos en uno de los servicios del pasillo donde Toni tiene su taquilla y necesito ir a la puerta principal cuando llegue su hermana, ya la he avisado y viene con el coche – Le inform – En cuanto llegue me avisara y podremos salir.
- Ok, pues haremos una cosa, cuando empiecen las clases nos escondemos para no entrar luego nos ponemos por el pasillo y por el grupo del Whatsapp te vamos informando de si hay moros en la costa o no – Planific todos los detalles – Id por el pasillo contrario a la cafetera ser ms fcil que no haya nadie.
- De acuerdo, yo os aviso en cuanto haya llegado su hermana – Puede que sonara una tontera pero saba que Toni me agradecera que nadie le viera en ese lamentable estado.
Carla colg, y yo le escrib un mensaje a Silvia para ver si llegaba ya, estaba muy impaciente. Toni segua entre mis brazos y con suavidad le acarici el pelo, era mejor que siguiera durmiendo as se le vea mucho ms tranquilo y relajado.
No tard en llegar un mensaje de Silvia informando que ya estaba en la entrada, le dije que esperara all que no tardaramos en salir. Les escrib a los chicos para ver cmo estaban los pasillos. Una vez que confirm que los pasillos ya estaban completamente desalojados y que no haba peligro de que nadie nos viera, cog a Toni entre mis brazos con delicadeza cual princesa desvalida, cog como pude todas nuestras cosas y con el mvil en mano y a la vista para poder ir leyendo los mensajes de los chicos me dispuse a salir.
A medida que iba pasando por los pasillos iba viendo a los chicos que estaban vigilando, cuando me vean pasar con Toni en brazos y al darse cuenta en el estado que estaba, sus caras cambiaban de la preocupacin a la desolacin y la rabia segn el caso. Solo haba que ver sus reacciones para saber lo mucho que queran a Toni.
Cuando llegu a la entrada pude ver a Silvia esperando fuera del coche, al verme cargando con l inmediatamente me abri la puerta trasera para que pudiera ponerlo estirado en el asiento.
- Qu demonios le ha pasado Alex? – Me pregunt Silvia con lgrimas en los ojos una vez que lo dejamos durmiendo en el asiento.
- No lo s – Reconoc con frustracin – Cuando le encontr estaba acurrucado en uno de los servicios, no quera que lo tocara y no haca ms que llorar, sus cosas las haban tirado en una papelera y bueno… ya has podido ver su estado – Se me cort la voz por el dolor que senta al verlo as – Est claro que le han dado una paliza pero no s quien, se quedo dormido antes de decirme nada.
- Hay que llevarlo a un hospital – Dijo apenada.
- No – Dije categricamente – El no quiere que nadie lo vea as y yo le entiendo, nos matara si le llevramos a un hospital – Finalic.
- Y qu vamos a hacer? Por lo que he visto tiene todo el cuerpo golpeado, puede que tenga lesiones internas y eso es peligroso – Silvia estaba realmente preocupada por su hermano.
- Primero lo llevaremos a casa, all me encargar de lavarle bien y curarle las heridas, segn como vea que son lo llevaremos o no a un hospital, ya veremos – Afirm.
- Es imposible ocultarlo Alex, mis padres se van a enfadar si no lo llevamos a un hospital – Segua muy preocupada – De hecho no s si debera avisarles ahora mismo.
- Por favor Silvia! – Me acerqu y la cog por los brazos mirndola fijamente a los ojos – Djame esto a mi Vale? Conozco a Toni y s que no soportara que sus padres le vieran as, ahora lo que necesita es un buen bao y descansar, ya me encargar yo luego de contrselo a tus padres.
- Est bien! – Acept resignada – Pero t te haces responsable.
- Si, no te preocupes – Asegur.
- Chicos como est Toni, que ha pasado? – Los chicos haban salido del Instituto y ahora se acercaban a nosotros con preocupacin.
- A ver, no podemos quedarnos hablando aqu fuera, ahora vamos a casa de Toni quien quiera venir all os lo contar todo cuando este en su habitacin descansando Vale? – Propuse – Aunque no hace falta que faltis a clase ya os contar.
- De eso ni hablar! – Dijo Ral furioso – Que le den por saco a las clases ahora Toni nos necesita y no os vamos a dejar solos con esto.
- Pues vamos – Dijo Silvia al tiempo que suba al coche – No podemos subir todos al coche, id andando a casa os esperamos all.
- De acuerdo! – Dijeron todos a la vez, yo me sub en el asiento de atrs poniendo la cabeza de Toni encima de mis piernas intentando no despertarle, Carla se subi en el asiento de copiloto y Sandra, Ral y Guille se fueron andando.
De camino a casa de Toni, no paraba de acariciarle la cabeza, deseando que todo esto quedara como un pequeo susto y que no le quedara ningn trauma, yo iba a luchar y hacer todo lo que estuviera en mis manos porque as fuera.
Cuando Silvia aparco ante la puerta de su casa no hicieron falta palabras, sin hacer movimientos bruscos ni ruidos extraos, Silvia me abri la puerta y yo sal cogiendo a Toni entre mis brazos, me sorprendi lo ligero que me resultaba an siendo igual de pesado que yo, imagine que la fuerza me vena de las ganas de ayudarle. Silvia y Carla me iban abriendo las puertas mientras yo iba llevando a Toni hasta su habitacin, una vez all lo tumb en la cama l segua sin despertarse.
- Necesitar algo de ropa limpia y toallas, Toni necesita un bao, tambin necesitare un botiqun para hacerle curas – Le susurr a las chicas. Lo ms importante era quitarle de encima cualquier recuerdo doloroso y los escupitajos que pude observar en su ropa no iban a ser fciles de borrar de su cuerpo.
- Necesitas algo ms? – Pregunt Silvia con un susurro al volver con todo lo que le haba pedido, a su lado Carla estaba muy callada. Todo el ambiente era silencioso y respetuoso, no hacan falta muchas palabras para saber lo que todos pensbamos.
- Solo esperadme fuera, dejadnos solos por favor – No quera ser maleducado con ellas, pero era algo que necesitaba hacer yo solo – Os necesitare fuera para hablar con los chicos cuando lleguen – Al menos hara que se sintieran tiles en algo.
- De acuerdo, avsame si necesitas algo – Y salieron por la puerta sin hacer ruido.
Lleg el momento de despertar a Toni, por mucho que me doliera no poda baarle estando dormido. Me tumb junto a l en la cama y comenc a acariciarle el rostro con suavidad, mirndole con una dulce sonrisa para que al despertar se sintiera bien.
- Toni mi amor, despierta – Le susurr. No hizo falta ms para que sus hermosos ojos, a pesar del llanto, se abrieran.
- Dnde estoy? – Pregunt an adormilado.
- En tu habitacin – Le habl con ternura – Tengo que baarte – Comenc a desnudarle poco a poco, l me miraba confuso, cuando estuvo desnudo lo cog entre mis brazos de nuevo y lo lleve al cuarto de bao.
- Puedo andar, no hace falta que me cargues como a una princesa – Protest dbilmente al tiempo que se sonrojaba.
- Lo s, pero quiero mimarte – Le sonre. Toni se dejo hacer supongo que sin fuerzas para seguir protestando.
En absoluto silencio me encargu de baarle, frotaba con ganas pero con delicadeza al mismo tiempo, intentando que el dolor, la vergenza y la frustracin se fueran con el agua y el jabn. Puse abundante champ en su hermoso y suave pelo, y sonrindole aparentando una total tranquilidad que en realidad no tena masaje su cabeza con mis manos.
Cuando ya consider que estaba lo suficientemente limpio, le saqu de la baera y lo sent en el retrete para secarle, no pude evitar sonrer recordando cuando Toni hizo algo parecido por m, aunque en aquella ocasin por un motivo muy diferente. Sonrisa que se borr por completo al observar, ahora ya detenidamente todos los golpes que tena en todo su cuerpo, golpes que ya se estaban oscureciendo y que dejaran enormes moratones durante das y algn que otro rasguo con rastros de sangre.
- Te duele? – No pude evitar preguntrselo mientras le secaba con la toalla, lo ltimo que quera era hacerle dao con mi toque.
- No ms que la humillacin que he sentido – Contest completamente apenado.
- Los que deberan sentirse avergonzados son los que te hicieron esto no t – Susurr aguantando la rabia que senta – Me vas a decir quien fue?
- No puedo – Apret el puo de la rabia contenida.
- Toni No confas en m? – Le supliqu.
- Si que confo en ti, pero si te lo digo te meter en los – Se apen – Y eso es lo ltimo que quiero.
- Si no me lo dices, pondr el Instituto patas arriba hasta saber quien fue – Estaba siendo duro, pero necesitaba saberlo con toda mi alma – Y sabes que soy capaz de hacer cualquier locura por ti – Una vez seco volv a cogerle en mis brazos para llevarlo a la cama, all cog el botiqun y me dispuse a curarle las heridas comenzando por los cortes que tena en la cara.
- Si te lo digo, me prometes que no hars ninguna tontera? – Me pidi con los ojos llorosos.
- No puedo prometrtelo, pero har un esfuerzo por evitarlo – Dije resignado. Segu curndole las heridas del cuerpo, por suerte o por desgracia segn se viera, tena experiencia en ello tras los dos aos en la isla.
- Fueron tus amigos – Confes finalmente y yo no pude ms que irritarme aunque intente ocultarlo – Borja, Diego, Sal y Cristy, ellos me encerraron en el servicio y me dieron una paliza para advertirme de que me alejara de ti – Malditos sean – Cristy cree que eres su futuro marido y que yo me interpongo entre vosotros – Sonri con tristeza – Por favor no les hagas nada, ellos tienen mucho poder y pueden conseguir que nos echen del Instituto.
- Est bien Toni, no les har nada por ahora, para m ahora lo importante eres t – Le susurr – Ya veremos cmo vengarnos de ellos despus.
Con mucho cuidado y en absoluto silencio, despus de curarle todo el cuerpo y cerciorarme de que, a pesar del mal aspecto de las heridas, no pareca haber ninguna lo suficientemente grave como para tener que ir al hospital, le puse una muda limpia y lo acomode en la cama cubrindolo con las sabanas. Toni se dejo hacer, sin protestas, sin fuerzas para nada, decirme quien haba sido le haba quitado un peso de encima pero a m me haba provocado una enorme culpabilidad, lo que le haba pasado haba sido culpa ma y deba encontrar la manera de vengarme sin que con ello provocara ms problemas, tena que pensar en ello detenidamente, deba tener la mente fra y no dejarme guiar por mis impulsos asesinos.
- Ahora debes descansar mi amor – Le di un suave beso en la frente – No te preocupes por nada yo me encargar de todo, duerme y recuprate pronto.
- Gracias por todo Alex – Susurr antes de acurrucarse y ponerse a dormir.
- Te amo! – Susurr en un tono que apenas se pudo or.
Sal de la habitacin sin hacer ruido, deba bajar y contarles a todos como estaba Toni y lo que haba pasado, cuando llegu al saln estaban todos all, Silvia y los chicos me miraron con la preocupacin pintada en la cara.
- Nos vas a decir ahora lo que ha pasado? – Pregunt Ral con dureza.
- Est bien Toni? – Pregunt Silvia con preocupacin y los dems miraban expectantes.
- Est bien – Asegur – O al menos todo lo bien que podra estar en esta situacin. Le he ayudado a darse un bao y ahora se ha quedado descansando. Necesita dormir un rato.
- Qu le ha pasado Alex? – Pregunt Sandra muy apenada – S le vea fatal.
- No s mucho, no he querido atosigarle demasiado – Comenc a contarles lo que saba – Pero parece ser que le han dado una paliza.
- Eso no hace falta que lo digas ya lo hemos visto – Me cort Guille que pareca muy enfadado.
- Djale que siga Guille – Le amonest Carla.
- Pues parece ser que cuando iba a ir a clase lo interceptaron y lo metieron en el servicio donde le dieron la paliza – Segu contando.
- Quin fue? – Pregunt Ral que pareca estar furioso.
- Fueron mis ex amigos – Reconoc completamente apenado, ya no poda considerarlos mis amigos despus de lo que le haban hecho a Toni – Parece que piensan que Toni me separa de ellos y le amenazaron para que se alejara de m.
- Malditos sean! – Ral se levanto completamente furioso – Vamos Guille tenemos cosas que hacer – Dijo al tiempo que se diriga a la puerta.
- Qu ests haciendo? – Le alcanc y le detuve antes de salir.
- Algo que, por lo que veo, t no piensas hacer – Solt venenosamente – No voy a permitir que esos bastardos le den una paliza a mi amigo y se queden tan tranquilos – Sultame Alex!
- Yo tengo las mismas ganas que t de vengarme – Le dije completamente furioso – Pero piensa bien la situacin de Toni, si nos metemos en los l puede ser el peor parado, pueden conseguir que pierda la beca Es eso lo que quieres?
- Qu est pasando aqu? – Sergio que en ese momento llegaba a casa, nos sorprendi discutiendo y se sorprendi a vernos a todos all.
- Sergio peque! – Silvia se levant y fue a abrazar a su hermano – Le han dado una paliza a Toni, ahora est arriba descansando.
- Y qu hacis aqu en lugar de ir a buscar a los desgraciados que le hayan hecho dao a mi hermano para darles una paliza? – Sergio estaba furioso.
- Eso mismo estaba discutiendo con Alex – Le respaldo Ral.
- Vale chicos ya basta! – Solt al final enfadado – Soy el que ms ganas tiene de hacerles pagar a los desgraciados por lo que han hecho, pero tenemos que pensar con sangre fra. Vuelvo a repetirlo, si les hacemos algo puede perjudicar a Toni, sus familias tienen mucho poder y por mucho que ellos hayan sido los instigadores, pueden conseguir que le quiten la beca a Toni Es eso lo que queris?
- No, pero no podemos dejar las cosas as – Intervino Silvia.
- Y no lo vamos a hacer, pero tenemos que pensar en algo que no le perjudique a l, debemos tomarnos un tiempo para encontrar la mejor forma de vengarnos sin causarle problemas a Toni – Propuse.
- Est bien, pero ahora quiero verle – Dijo completamente resignado Sergio.
- Ahora no Sergio, tiene que descansar – Silvia le gui hasta que se sentaron en el sof.
Estbamos todos sentados al sof en un silencio tenso, sabamos que no podamos hacer nada y que solo nos quedaba aguardar hasta que Toni se recuperara. Los chicos al ver que no podan hacer nada ms por l decidieron irse, no sin antes hacernos prometer que les tendramos al tanto de todo lo que pasara. Silvia, Sergio y yo, esperamos sentados en el sof la llegada de sus padres, contarles lo que haba pasado iba a ser muy duro.
(Cesar)
Un da ms estbamos mi mujer y yo de camino a casa tras cerrar la tienda, era todo un lujo poder trabajar con ella y haciendo algo que me gustaba. Si bien la tienda haba tenido sus momentos delicados, en varias ocasiones habamos estado a punto de tener que cerrar puertas, por suerte habamos superado los malos momentos y ahora estbamos completamente asentados y con clientes fijos que nos aseguraban un buen futuro.
Aparcamos el coche en la entrada y cogidos de la mano nos dispusimos a entrar en nuestro hogar, ese hogar que habamos formado con nuestro amor y del que estbamos tan orgullosos y felices.
Nada ms abrir la puerta vimos a los chicos en el sof, y al instante supe que algo haba pasado. Heidi apret mi mano preocupada seguramente con el mismo pensamiento.
- Qu pasa chicos, donde esta Toni? – Pregunt Heidi dando por sentado que algo le haba pasado a l, pues era el nico que no estaba.
- Esta arriba descansando mama, le han dado una paliza – Inform Silvia casi llorando.
- Dios mo Est bien? – La abrac de la cintura para que sintiera mi apoyo.
- Esta golpeado y tiene todo el cuerpo magullado, pero est bien, ahora descansa despus de darse un bao – Nos inform Alex que evidenciaba en su rostro lo mal que lo haba pasado.
- Por qu no nos llamasteis? – Pronunci severamente – Tenais que habernos informado de todo en cuanto pas.
- Cesar, eso ha sido culpa ma – Informo Alex – Pens que a Toni no le gustara que lo vierais as y le ped a Silvia que me dejara a m hacerme cargo. Le he curado y no tiene nada grave, aunque se ven feos solo tiene golpes y rasguos.
- Alex no debiste pasar por encima de nosotros de esa manera – Le amonest – S que eres su novio y le quieres mucho pero nosotros somos sus padres. Heidi se abrazaba a m con fuerza y pude notar que estaba llorando.
- Lo siento! Quizs no deb hacerlo pero en ese momento me pareci lo mejor.
- Y quin ha sido? – Quien se hubiera atrevido a tocar a mi pequeo se iba a enterar.
- Unos compaeros del Instituto, mis ex amigos para ser exactos – Confes Alex.
- Pues ahora mismo vamos a hablar con la polica y denunciarles, y maana hablaremos con el director, esto no se va a quedar as – Dije furioso.
- No papa! – Toni estaba mirndonos con los ojos llorosos desde las escaleras, y ver su cara llena de rasguos y moratones fue de las cosas ms dolorosas que haba tenido que soportar en mi vida – No quiero que esto se sepa.
- Pero cario! – Heidi se lanz a las escaleras a abrazarlo – Hay que tomar medidas por lo que te han hecho mi nio.
- Estoy bien no ha sido tan grave – Asegur Toni – Y si liamos las cosas pueden hacer que me quiten la beca, no quiero arriesgarme.
- Heidi, Cesar, yo me encargar de que no vuelvan a hacerle nada malo pueden estar seguros – Sentenci Alex, y no s porque pero le cre.
Alex y Toni nos explicaron como haban pasado las cosas con todo lujo de detalles, Toni aunque pareca apagado y se notaba que se haba sentido humillado, resulto ser ms fuerte de lo que pens. Alex nos pidi permiso para quedarse a cenar, quera estar con Toni en todo momento y a m me pareci que se lo mereca despus de todo lo que haba hecho por nuestro hijo.
Estuve debatindome interiormente todo el rato, sobre si era una buena idea o no dejar el tema sin denunciar Deban seguir de rositas los chicos que le haban hecho tanto dao a mi hijo? Pero pensndolo framente, Alex tena razn, las familias de esos chicos tenan suficiente poder como para conseguir que le quitaran la beca a Toni si denuncibamos a sus hijos, y Toni adems de resultar golpeado acabara siendo el ms perjudicado. Una vez ms me sent culpable por no poder darle a mi hijo la educacin que se mereca, con todo el potencial que tena era una pena que tuviera que depender de becas para poder estudiar en las mejores escuelas.
Una vez acabada la cena, Alex se despidi de todos y se fue a su casa, era un buen chico y aunque me molestaba saber que mi hijo estuviera ya tonteando con alguien con lo joven que era, no pude evitar pensar que Alex era perfecto para l y sentirme completamente tranquilo sabiendo que no le hara ningn dao.
- Cesar no puedo soportar ver lo que le han hecho a nuestro nio – Ya estbamos en la habitacin para ponernos a dormir cuando Heidi se sincer ante m.
- Cielo, no podemos hacer nada para evitar que les pasen cosas malas a nuestros hijos, desgraciadamente el mundo muchas veces es malvado e injusto, lo nico que podemos hacer es estar ah para ellos cuando les pasen – La abrac dulcemente para consolarla, saba lo mal que se estaba sintiendo por no haber podido ayudar a Toni.
- Lo s, pero an as me siento mal – Me abraz con ms fuerza.
- Por suerte nuestros chicos son fuertes Heidi, podrn superar cualquier cosa que se les anteponga en el camino – Le acariciaba la espalda para tranquilizarla.
- Te amo Cesar! Y me has dado unos hijos estupendos – Me bes y mi cuerpo reaccion como la primera vez que nos besamos. Por mucho tiempo que llevramos juntos yo segua amndola como al principio o incluso ms, pues habamos superado juntos muchas cosas.
Intranquilo por todo lo que haba pasado solo pude desear que el de maana fuera un mejor da, y que mis seres queridos estuvieran protegidos de cualquier mal que pudiera acecharles.
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Amor Yaoi
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