42. Planificando la venganza.
(Alex)
La semana haba sido muy larga y dolorosa. Toni al final no haba vuelto a clases en toda la semana ya que a pesar de encontrarse bien, tena marcas visibles en toda la cara y prefera quedarse en casa recuperndose.
Por suerte el asunto no pareca haberle afectado mucho anmicamente. Despus de haberlo encontrado en el estado en que lo encontr pens que le quedara un trauma, pero quizs todo lo vivido en la isla y las cosas por las que habamos tenido que pasar all nos haban hecho a ambos ms fuertes, y ahora ramos capaces de aguantar cualquier cosa por dolorosa que fuera.
Habamos pasado juntos la tarde del viernes en su casa, y por la noche habamos pedido pizzas y visto unas pelculas con sus hermanos, no quera salir pues le daba vergenza por sus marcas. Ahora acababa de despedirme de ellos y deba volver a mi casa, no sin antes haber quedado con Toni para salir el sbado, necesitaba estar a solas con el de manera urgente, adems deba convencerlo de salir y olvidarse por completo de sus marcas, que por otro lado ya casi que no se vean.
Iba en mi moto pero en lugar de tomar el camino en direccin a mi casa decid desviarme y hacerle una visita a Marc, con suerte le encontrara en casa y despierto. A pesar de que ya era bastante tarde confiaba en que Marc an no se hubiera puesto a dormir, ni siquiera me molest en avisarle por mvil.
Marc haca un tiempo que viva solo, l tena diecinueve aos y segn me coment en cuanto cumpli los dieciocho se fue de casa. Claro que tambin es fcil emanciparse cuando tus ricos padres te lo pagan todo. Porque por mucho que renegara Marc y por mucho que de vez en cuando criticara a los ricachones, su familia tambin era una de las ms ricas del pas, claro que su familia no tena nada que ver con la ma.
Ellos haban conseguido su fortuna gracias a una cadena de comida rpida con establecimientos repartidos en todo el mundo, haban pasado de ser pobres a ser ricos en apenas unos aos, eran de esos nuevos ricos que tanto odiaban mis padres y que despilfarraban su fortuna de manera extravagante. Adems de eso, eran totalmente liberales y haban criado a sus hijos de esa manera, sin ser para nada estrictos y permitindoles el libre albedrio. Marc y yo nos habamos conocido aos atrs, yo deba tener unos ocho aos y l diez, fue en una horrible fiesta de ricachones de la que tanto l como yo intentbamos escapar huyendo al rincn ms alejado posible, desde ese da nos habamos hecho los mejores amigos muy a pesar de mi familia la cual no lo soportaba y no soportaba a su familia.
Al llegar al apartamento de Marc aparqu mi moto y me dispuse a subir lo ms rpido posible, me mora de ganas de hablar con l ya que haba una cosa que deba solucionar lo antes posible y saba que l podra ayudarme.
Llam al timbre de la puerta cruzando los dedos para que estuviera en casa y no siguiera en alguna alocada fiesta. Nada, no recib respuesta alguna as que volv a llamar insistentemente, casi con desesperacin, si no reciba respuesta en un ltimo intento probara de localizarle por telfono pero dudaba de que si estaba en una fiesta oyera mi llamada.
Cuando ya estaba a punto de darme por vencido y coger mi mvil para intentar localizarle, o pasos que se dirigan hacia la puerta y suspir con alivio.
- Sea quien sea quien viene a molestar a estas horas juro que est muerto – Refunfu al tiempo que abra la puerta.
- Siento molestar Marc pero necesito hablar contigo – Empuj la puerta y entre sin esperar su permiso – Es importante – Marc solo llevaba puestos los bxers as que imagin que le haba despertado.
- Y no podas simplemente llamar? – Pregunt molesto.
- Ya te dije que era importante Tanto te molesta que un amigo te haga una visita? – Empezaba a molestarme yo tambin, nunca le haba sentado tan mal a Marc que fuera a su casa – Si tanto te molesta me largo.
- Joder Alex! No es eso, es que estaba haciendo algo importante – Dijo al fin resignado – Anda Dime qu es eso que tanto te preocupa?
- No estabas durmiendo? – Me sorprend – Ohh dios mo! Pelo alborotado, algo de sudor, furioso por haberte interrumpido… t ests con un chico – Le acus – Anda Dime quin es? – Intentaba aguantarme la risa.
- No es asunto tuyo – Protest.
- No importa Marc. No cal que me cubras, tarde o temprano se enterara – Mir en direccin a la voz y lo que vi me dejo de piedra.
- Pero! Esto… – No saba que decir, me haba quedado con la boca abierta.
(Marc)
Notaba su cuerpo removerse bajo el mo. Con mi boca comenc a lamer todo su pecho, detenindome a degustar sus erguidos pezones, no pude evitar mordisquear uno de ellos, me volvan loco. Segu bajando y llegu a la cinturilla del bxer que era la nica prenda que nos quedaba a ambos. Se los fui bajando poco a poco al tiempo que chupaba y mordisqueaba la piel que iba quedando a la vista, su pene ya estaba bastante abultado, aunque no tanto como el mo que ya peda a gritos ser completamente liberado.
Le deje completamente desnudo y me separ un momento de l para poder liberarme yo tambin de toda tela molesta. Volv a colocarme entre sus piernas apoderndome de sus labios y haciendo que nuestros respectivos penes chocaran entre s, provocando una descarga de placer como antesala de lo que vendra despus.
…l acariciaba mi espalda y se contoneaba reclamando ms atencin, yo intentaba con todas mis fuerzas aguantar y no explotar en ese mismo momento, nunca me haba resultado tan difcil controlarme.
Volv a bajar por todo su cuerpo, haciendo el mismo hmedo recorrido de antes pero esta vez con un destino mucho ms goloso. En cuanto llegue a m deseado objeto de deseo, no dude en meterlo a mi boca y saborearlo como se mereca, provocando que l se estremeciera y se revolviera de placer. Entre sus gemidos pude or algo raro, algo que me estaba desconcentrado y que no encajaba muy bien con lo que estbamos haciendo, pero intent seguir con lo mo sin hacer mucho caso. Pero l no pareca pensar igual que yo.
- Marc ahhh… para, para, estn llamando a la puerta – Maldije interiormente a quien se atreva a interrumpir un momento tan especial.
- Deja que llamen, ya se cansaran – Intent seguir con lo mo, esperando que el maldito que estaba llamando a la puerta se cansara y se marchara de una vez por todas.
- Pero Marc ahhh… siguen llamando, parece importante – No quera escuchar nada, solo quera seguir con lo que tena entre mis manos o mejor dicho dentro de mi boca – Marc as no puedo concentrarme.
- Maldita sea! – Se me baj toda excitacin de golpe – Te juro que matar al desgraciado que nos ha interrumpido.
Sin decir ms me puse los bxers y fui furioso hasta la puerta dispuesto a echar a patadas, despus de matarle, a quien estuviera al otro lado.
(Alex)
- Pero! Esto… – No saba que decir, me haba quedado con la boca abierta.
- Deberas cerrar la boca o te van a entrar moscas – Se ri Guille de m. No poda creerlo Marc y Guille, Guille y Marc, cuando se lo contara a Toni iba a flipar.
- Estis juntos? – Miraba a uno y a otro con incredulidad.
- En realidad solo nos lo estamos pasando bien juntos – Confirm Marc.
- Y te agradecera que no fueras contndolo por ah – Me pidi Guille.
- No s si podr controlarme y no contrselo a Toni – Me re – Es que esto es muy fuerte.
- T mismo con tu conciencia – Amenaz Guille – Supongo que queras hablar a solas con Marc, ser mejor que me valla.
- En realidad no hace falta, t tambin me puedes ayudar – Tres cabezas piensan mejor que dos pens – De hecho es algo que a ti tambin te incumbe.
- Qu pasa Alex? Me estas preocupando – Marc me incit a que fuera al grano.
- Venganza – Dije sin ms y pude ver como ambos abran los ojos por la sorpresa.
- As que, por fin te has decidido a vengarte de los cabrones que le dieron la paliza a Toni – Susurr Guille – Ya iba siendo hora – Dijo molesto.
- No es tan fcil Guille, por eso he venido aqu, necesito vuestra ayuda – Dije resignado.
- Y en qu podemos ayudarte? – Pregunt Marc.
- Veris, tengo claro que quiero venganza, pero tampoco quiero causarle problemas a Toni – Ellos asintieron mudamente – Los malditos tienen mucho poder y si voy de frente contra ellos, irn contra el eslabn ms dbil.
- Y ese es Toni y su beca – Confirm Guille.
- Exacto! Y si por mi culpa, Toni pierde su beca jams me lo perdonara – Me puse triste – As que no s que puedo hacer, ni tampoco se me ocurre una venganza lo suficientemente buena.
- T les conoces bien, no nos olvidemos que haban sido tus amigos Qu es lo que ms les preocupa a ellos? – Inquiri Marc.
- No s, quizs lo que ms les preocupa sea su imagen pblica – Coment de forma distrada.
- Ah est – Sonri Marc – Debes atacarles en donde ms les duele.
- S Pero cmo? – Le mir esperando una respuesta.
- Humllalos y gurdate un as bajo la manga para que no se vayan de la lengua – Volvi a sonrer – Puedo asegurarte que tanto yo, como el resto estamos dispuestos a ayudarte.
- Eso no lo dudes, todos queremos darles su merecido a esos desgraciados – Asegur Guille.
Estuvimos durante horas planeando una buena venganza hasta encontrar la que cremos sera la mejor, ahora solo quedaba comunicrsela al resto de los chicos y convencer a Toni, cosa que iba a resultar difcil.
No estaba seguro de que Toni aceptara nuestro plan, l haba mencionado infinidad de veces que no quera que nos vengramos de ellos, que no quera que nos metiramos en los por l, pero yo necesitaba hacerlo. No poda ver sus caras sonrientes todos los das y recordar lo que le haban hecho a Toni sin recibir castigo alguno a cambio, saba que Toni no lo aceptara pero deba hacerlo.
Por un momento se me pas la idea de hacerlo sin decirle nada a l, ocultrselo para que no pudiera negarse, pero luego record que tenamos una relacin de respeto mutuo y que no deba ocultarle nada ni hacer nada a sus espaldas, as que decid contrselo e intentar convencerlo.
Pero eso ya sera otro da, ahora era tarde y deba irme a casa y dejar al par de tortolitos que continuaran con lo que estaban haciendo.
- Bueno chicos, maana lo organizamos todo con los dems, ahora os dejo solos para que continuis con lo vuestro – Sonre.
- Ya estas tardando – Brome Marc – Lrgate o empezamos aqu mismo delante de ti.
- Arggghhhh que asco – Hice cara de repulsin – Mejor me voy Adis! – Me desped desde la puerta dejndolos solos.
(Marc)
- Por fin solos – Le dije con una sonrisa burlona en la cara a Guille – Dnde nos habamos quedado?
- Y quin te dice a ti que a m me apetece continuar? – Arque una ceja interrogante.
- Vamos Guille – Fui acercndome lentamente a l acorralndolo contra la mesa del comedor – T sabes que lo estas deseando tanto como yo – Y me apoder de sus labios, degustndolos como a m me gustaba para luego profundizar el beso metiendo la lengua.
- Ahhh.. Marc! – Eres tan sexi – Vamos a la cama.
- En realidad no creo que pueda aguantar hasta llegar all – Met mi mano por dentro de su pantaln para poder masturbarle su casi ya duro pene – Podemos hacerlo aqu mismo – Volv a besarle al tiempo que Guille me rodeaba el cuello con sus brazos.
- Ests loco… ahhh – …l me imit y comenz tambin a masturbarme. Yo poco a poco fui quitndole toda la ropa sin dejar de besarle, hasta dejarle completamente expuesto. Lo cog de la cintura y le hice sentar en la mesa, para luego colocarme entre sus piernas.
- Y a ti te encanta – Sonre entre besos – …l acabo de quitarme los bxer que era la nica prenda que llevaba y ya ambos estbamos en igualdad de condiciones. Hice que se tumbar en la mesa para poder tener un buen acceso a la parte que me interesaba, me agach y con mi lengua comenc a prepararle, me encantaba ver como se estremeca ante la humedad de mi lengua.
- Ahhh… dios! – Le gustaba lo que le estaba haciendo y eso a m me encantaba – Marc… ahhh! – Yo segu con lo mo, preparando bien el terreno. Y cuando ya cre que estaba listo, me puse de pi y sentndole de nuevo en la mesa me coloqu entre sus piernas.
- Me encanta verte tan excitado – Sin decir palabra, rode mi cintura con sus piernas y mi cuello con sus brazos y lenta pero decididamente comenc a penetrarle.
- Ahhh… Marc! Para, para – Me detuve por un momento cuando ya estuve completamente en su interior, para dejar que se acostumbrara.
- No s si aguantar mucho… ahhh – Necesitaba moverme, todo mi cuerpo me lo peda.
- Est bien… ahhh… muvete – Y no dude en hacerle caso, comenc a moverme primero con estocadas lentas pero cada vez ms profundas, para poco a poco ir aumentando el ritmo. El sexo con Guille me encantaba, era delicioso, explosivo, todo mi cuerpo senta algo que no sabra definir, algo que no haba sentido hasta ese momento.
- Guille… ahhh! Me encanta – Esta era la tercera vez que nos acostbamos pero ya haba tal conexin entre nosotros, que pareca que hubiramos nacido para hacer el amor el uno con el otro.
- Marc… ahhhh! – Se inclin haca tras, apoyando la parte alta de la espalda en la mesa y cambiando as el ngulo de penetracin, provocando nuevas y excitantes sensaciones.
- Guille… ahhh… si haces eso… no voy a durar… ahhh… mucho ms – Casi no poda hablar, notaba que me faltaba el aire, pero no quera parar mis embestidas que cada vez eran ms intensas y devastadoras. Comenc a masturbar de nuevo a Guille, cog su pene entre mi mano y la mov arriba y abajo al mismo ritmo de mis estocadas.
- Marc… ahhhhh! – Se corri, a penas hicieron falta un par de sacudidas para que explotar entre mis manos.
- Guille… ahhh! Ya mismo… ahhh… te sigo – Y efectivamente, un par de estocadas y estaba corrindome en su caliente interior – Joder… ahhh… eres increble – Me dej caer sobre su pecho, a penas aguantndome de pie.
- Mierda Marc! No usaste condn – Era cierto, con lo intenso del momento me haba olvidado por completo de ponerme el condn.
- Lo siento Guille – Realmente lo senta, nunca lo haba hecho sin condn, y no era mi intencin hacerlo sin su permiso – No me di cuenta, pero puedes estar tranquilo estoy limpio.
- Eso no lo puedes saber, y tampoco puedes saber si yo estoy limpio – Se alz haciendo que yo me apartar de su pecho y quedramos ambos de pie.
- joder te he dicho que lo hice sin querer! Me dej llevar – Guille estaba enfadado y yo no entenda porque se molestaba tanto.
- Ahora tendr que hacerme pruebas – Dijo apenado.
- Ven aqu! – Le agarr del brazo y lo acerqu a m para abrazarle – Te he dicho que estoy limpio, confa en m, nunca lo haba hecho con nadie hasta ahora sin condn. Yo confi en ti, confa t en m por favor.
- De verdad que no lo habas hecho antes? – Levant la cabeza para mirarme fijamente.
- De verdad! – Le confirm.
- Yo tampoco! – Sonri y me beso.
- Entonces no hay problema – Asegur – Aunque si necesitas hacerte las pruebas para estar ms tranquilo, iremos juntos.
- Gracias Marc! – Y volvi a abrazarme.
Me gustaba sentirle entre mis brazos, tan clido, tan intenso, a veces inocente y otras veces diablillo. Estaba empezando a sentir algo por l que no deba, algo que saba que deba evitar, algo que por desgracia ya estaba bastante instalado en mi corazn a pesar del poco tiempo que llevbamos vindonos. Lo abrac con fuerza y me prepar para poner mi mascara de indiferencia, esa que finga y no admita el dolor que me causaba el saber que solo era sexo, sexo y nada ms. Pues su corazn an era ocupado por otra persona, y no saba si algn da habra lugar para m en l.
Nunca cre en el amor a primera vista, crea ms en la atraccin fsica o el simple calentn, y ahora me encontraba ah, luchando por no dejarme llevar por unos sentimientos que haban surgido de la nada en apenas unos das.
Quizs siempre haba estado equivocado y realmente haba algo mgico, algo que haca que cuando dos personas que estaban predestinadas a estar juntos se encontraban, una seal del destino o un sentimiento, llmalo chispas, mariposas en el estomago, chiribitas en los ojos, llmalo como quieras, apareca. Ese algo que haca que desearas tener a esa persona entre tus brazos de por vida y que al mismo tiempo te asustara, y te provocara miedo descubrir que realmente haba pasado, que te habas enamorado cuando menos lo esperabas.
O quizs simplemente se me haba pegado lo cursi de Alex, si eso era lo ms probable, quizs ltimamente estaba pasando demasiado tiempo con l, deba alejarme era una mala influencia para m.
Mejor dejaba de pensar en tonteras y volva a ser realista. Lo que haba entre Guille y yo no era ms que una simple atraccin fsica, quizs no tan simple puede que fuera una atraccin algo brutal, pero no dejaba de ser una reaccin qumica que sentas al verte atrado por otro cuerpo que resultaba ser de tu agrado. Deba dejar de complicarme la vida y disfrutar de eso, de nuestros encuentros sexuales, sin ms implicaciones ni ms sentimientos de por medio.
El sexo entre nosotros era bueno, lo disfrutaba de manera brutal, eso era lo nico que importaba, que ambos voluntariamente disfrutbamos de encuentros sexuales altamente gratificantes, no haba que darle ms vueltas al asunto.
- Ser mejor que me vaya ya – Guille se separo de m dispuesto a vestirse para irse.
- Si quieres puedes darte una ducha – Le ofrec como buen caballero que era. En realidad deseaba que se quedara, que pasara toda la noche conmigo pero no me atreva a decrselo por dos motivos. El primero no saba si tena esa libertad para poder quedarse y el segundo porque tena miedo de lo que eso poda significar. Se supone que a un compaero de sexo no le pides que se quede a dormir, haces lo que tienes que hacer y adis muy buenas.
- No te importa? – Cuestion indeciso.
- Claro que no, adelante – Segua esforzndome por no pedirle que se quedar a dormir.
Guille se duch y se cambio y an con el pelo mojado ya estaba dispuesto para marcharse.
- Gracias por dejarme dar una ducha, ahora estoy mucho ms a gusto – Sonri – Nos vemos Marc – Se acerc a m y me dio un piquito como despedida.
- Adis – Susurr. Y le deje marchar finalmente, sin atreverme a decirle lo que realmente quera, contenindome para no cometer una estupidez y estropearlo todo.
Una vez solo, me dispuse a ducharme yo tambin, me puse unos bxers limpios y me fui a la cama para dormir. No sin dejar de pensar en todo momento y darle vueltas continuamente al mismo tema Qu mierda me estaba pasando?
Maldito Alex que me haba pegado su estpida cursilera.
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