48. Dar nombre a lo nuestro.
(Guille)
No tard en llegar a la cafetera en la que haba quedado con Marc, le vi sentado en una mesa y me dirig directo hacia l. Estaba tan guapo como siempre, su pelo rubio estaba perfectamente peinado, ni un mechn fuera de lugar, sus enormes ojos negros estaban centrados en su mvil el cual estaba toqueteando con sus grandes y varoniles pero a la vez suaves manos. Tena un aire distrado que le sentaba muy bien, de hecho no poda evitar ser el centro de atencin de varias chicas que haban sentadas a su alrededor. La verdad es que no poda negar que era guapo, y tena muchas otras virtudes escondidas, y poda presumir de que estaba conmigo.
- Hola Marc, siento llegar tarde – Salud nada ms llegar, l se sorprendi ya que no me haba visto llegar distrado como estaba, le di un beso y me sent en la silla de en frente.
- Has ido a ver a Toni? – Pregunt casi con afirmacin. En los ltimos das mis amigos y yo procurbamos no dejar a Toni solo, y nos bamos turnando para ir a su casa cuando no estbamos en el Instituto. Desde que Alex se haba ido, y de eso haca ya un mes, Toni solo haba salido de casa para lo bsico, luego se encerraba en su habitacin y no haba manera de sacarlo de all. Yo me senta muy mal por no poder ayudarle, pero lo nico que podamos hacer era estar a su lado y no dejarlo solo.
- Si, vengo de all – Confirm – Ahora se ha quedado Carla con l, y creo que luego irn Sandra y Ral.
- Y como esta? – Pregunt preocupado pero con un deje de molestia. A pesar de que Marc estaba resentido con Toni, porque crea que le haba hecho mucho dao a Alex al no quererse ir con l, no dejaba de preocuparse por su estado y eso lo agradeca. Aunque ltimamente habamos tenido muchas disputas por este tema y evitbamos hablar ms de la cuenta. Como era lgico l apoyaba a Alex ya que era su mejor amigo, y yo apoyaba a Toni a muerte, y siempre acabbamos discutiendo.
- Igual de mal que los ltimos das – Reconoc apesadumbrado – En cuanto decimos algo que le recuerda a Alex o ve algo que le recuerda a l se pone a llorar desconsoladamente, y no hay forma de hacerlo salir de su habitacin.
- Me sabe mal por l pero… se lo merece – Sentenci.
- Marc! Toni tambin es tu amigo, no deberas decir eso – Le amonest.
- Pero Alex es mi mejor amigo, y l lo est pasando mal por su culpa – Recrimin – Lo siento Guille pero no puedo compadecerme de Toni.
- Has podido hablar con Alex? – Le pregunt desviando un poco el tema, no quera que acabramos discutiendo como siempre, y menos en pblico.
- Habl ayer con l por telfono – Coment – Ha encontrado trabajo y piso, en ese sentido no se puede quejar. Pero sigue pensando todos los das en Toni y lo not muy triste. Cre que l tambin lo est pasando bastante mal – Se entristeci – Le he aconsejado que se olvide de Toni y salga de juerga a enrollarse con un to bueno para foll…
- Marc! –Le cort – No puedes decirle eso, no est bien.
- Por qu no? – Recrimin – Toni ha pasado de l completamente, lo que debe hacer ahora es olvidarse de l y divertirse.
- No ha pasado de l – Argument – Simplemente le pidi que entendiera que no poda dejar as como as a su familia, y la verdad es que yo lo entiendo, le pidi mantener la relacin a distancia pero Alex fue muy radical y eso hasta t debes reconocerlo.
- Si de verdad le amara se habra ido con l, yo no lo hubiera dudado – Coment – Tampoco es que Alex le pidiera que no volviera a ver a su familia nunca ms, hubiera podido mantener el contacto con ellos perfectamente.
- Pero fue todo demasiado repentino y pill a Toni por sorpresa – Suspir – Pero si Alex al menos quisiera hablar con l… Lo que no me parece correcto es que Alex no quiera saber nada de Toni, si hasta t has hablado con l.
- Alex piensa que le dolera mucho hablar con Toni y saber que no podra estar con l – Coment con tristeza – Hay que entender ese punto de vista tambin Guille.
- Supongo que tienes razn – Reconoc – Pero por culpa la tozudez de Alex, Toni lo est pasando an peor. Ha intentado localizarlo de varias maneras pero nada de nada, ni en facebook, ni por supuesto en el mvil, no sabe absolutamente nada y eso le hace sufrir.
- Te repito, que por mal que me sepa, se lo merece – Sentenci de nuevo y yo me crisp.
- Bueno creo que no vamos a solucionar nada, ser mejor que dejemos de hablar del tema – No quera discutir con l, pero por defender a Toni lo acabara haciendo.
- Est bien cambiemos de tema – Comenz – Dnde vamos esta noche?
- No s, podramos ir a cenar y luego al Sutton – Propuse.
- Como quieras, aunque yo preferira ir directos a mi casa – Comenz a acariciarme el brazo sobre la mesa.
A los pocos minutos ya estbamos en su casa, ms concretamente en su cama quitndonos la ropa mutuamente. No saba que me pasaba que no me poda resistir a Marc, deseaba tocarle, besarle, acariciarle todo su cuerpo en todo momento.
La primera vez que lo vi pens que era el tpico chulito que iba por ah presumiendo de los tos con los que se haba acostado, pero no tarde en descubrir que era algo ms que eso y por eso me senta muy cmodo hablando con l. Puede que s, que fuera algo arrogante, a veces eglatra y credo, pero yo saba que solo era su fachada, esa cara que mostraba a los dems. En su interior haba mucho ms y eso me encantaba.
- Guille me vuelves loco! – Marc estaba recostado sobre mi cuerpo, ya nos habamos desecho de nuestras camisetas y nos besbamos con pasin desenfrenada. Agarr mis manos y las apres sobre mi cabeza – Hoy te voy a comer y luego me pedirs por ms – Susurr con voz deseosa.
- No seas fanfarrn – Me re – Deja de hacerte el chulo y bsame – Me solt como pude y agarrndole de la nuca le acerqu a m para seguir con nuestros deliciosos besos.
- Jajaja a los tos suele gustarles que les hable as – Susurr entre besos.
- Puede que a otros tos s, pero ahora ests conmigo – Dije un poco molesto. Y sin darle tiempo a recusar baj mi mano haca su bragueta y me apoder de su pene que an estaba aprisionado. Quera que supiera que estaba conmigo, que era yo ahora el dueo de su colita.
- Y puedes hacer conmigo lo que quieras – Susurr de nuevo despus de dar un pequeo gemido por la sorpresa.
- Deja de hablar y ponte en accin – Y dicho esto comenz a descender por mi pecho, lamiendo y succionando trocitos de mi piel, se detuvo en mi pezn derecho y comenz a castigarlo mientras que yo no poda dejar de jadear – Marc… ahhh! – No poda negar que saba perfectamente lo que se haca, sigui bajando hasta llegar a la altura de mi cintura, me mir con una sonrisa traviesa y comenz a desabrochar mis pantalones. No tard en estar completamente desnudo.
- Como me gusta verte as, completamente desnudo e indefenso – Y cuando iba a replicar sus palabras, me fren provocndome un gran gemido al sentir su boca apoderarse de todo mi pene.
- Ahhhhhh! – Me estremec. Todo mi cuerpo se remova bajo el suyo, impulsado por todas las sensaciones que su boca provocaba en m.
- Lmelos! – Sin dejar de hacer lo que estaba haciendo, estir su brazo para dejar sus dedos al alcance de mi boca, y sin dudarlo hice lo que me pidi. Pareca que hoy me tocaba a m el papel de pasivo, pero no me importaba para nada. Tuve muchos amantes que resultaron ser unos egostas, solo pensaban en su disfrute y no les importaban lo ms mnimo mis necesidades, pero Marc era diferente, l saba satisfacerme en todos los sentidos y era muy generoso. Adems cambibamos habitualmente de rol y eso era fantstico.
- Ahhh… Marc! Afloja o me… ahhh… correr – Si segua a ese ritmo no durara mucho ms, estaba a punto de explotar de placer.
- Aguanta un poco ms que ahora llega lo mejor – Me sonri y dirigi sus dedos ya hmedos a mi entrada. Yo alc mi pierna derecha sobre su hombro para que tuviera mejor acceso, saba lo que vena ahora y estaba desendolo con ganas.
- Ahhhh… maldito! – Haba metido dos dedos de golpe y me haba dolido un poco, pero pronto comenz a moverlos con pericia y se mitigo por completo el dolor.
- Ya est mejor? – Pregunt con algo de preocupacin.
- Si… ahhh… sigue – El segua haciendo su trabajo con una mano, incorporando un tercer dedo, al tiempo que se masturbaba con la otra, tan consumido por el deseo estaba que no me haba dado ni cuenta de cuando se haba quietado los pantalones y se haba quedado completamente desnudo. Su boca volvi a apoderarse de mi pene y yo enred los dedos en su cabello acompaando su movimiento.
- No puedo esperar ms – Se coloc a mi altura, y con movimientos giles cogi un condn y se lo coloc, mi pierna segua encima de su hombro dndole un acceso inmejorable. Ya completamente preparado, se acomod en mi entrada y al tiempo que me besaba comenz a penetrarme lentamente.
- Ahhh… Marc despacio! – Deba recordrselo pues a veces Marc se emocionaba demasiado, era muy pasional – Ahhhhh! – Ya estaba completamente en mi interior, hacindome sentir todo su ser.
- Ahhh! Como me gusta estar as – Susurr en mi odo. La postura era algo incomoda para m ya que pareca un contorsionista, pero no me importaba, slo quera que comenzar a moverse lo antes posible.
- Muvete ya… ahhhh! – No tuve que esperar mucho, en cuanto lo dije comenz a moverse desatando la locura en mi cuerpo. Las sensaciones que senta eran tan deliciosas, si, era doloroso, pero ese dolor no tardaba en transformarse en inmenso placer – Ahhhh… ahhhh… Marc – Haba tocado m punto especial y ya casi ni era capaz de componer frases completas.
- Aqu es… ahhh… donde te gusta… ahhh – Segua movindose a un ritmo lento pero sin pausa. Llegando cada vez a ms profundidad, ms adentro de m ser.
- Si… ah… ahhhh… sigue! – Me costaba hablar, estaba completamente perdido en el placer.
- Eres tan delicioso… ahhh! – Susurraba Marc entre jadeos. No note en qu momento haba comenzado a masturbarme de nuevo, aumentando as la sensacin de placer.
- Marc… ahhh… ya llego… ahh! – No iba a aguantar mucho ms, estaba al lmite de placer – Ahhhhhhhh… si! – Finalmente me corr despus de que Marc aumentara el ritmo en las ltimas estocadas, mi cuerpo qued completamente laxo.
- Ahhhhhhh! – Marc no tard en seguir mi camino, vindose arrastrado por el estremecimiento de mi cuerpo.
- Ha sido increble! – Suspir completamente agotado. Marc se dej caer sobre mi cuerpo al tiempo que sala de mi interior.
- Te amo! – Susurr. Y mi cuerpo tembl ante esas palabras. Se supona que lo nuestro era solo sexo, nada ms, no tena derecho a decir esas palabras.
- No debiste decir eso – Le quit de encima de m y le di la espalda sentndome al borde de la cama.
- Si que deba! – Exclam algo molesto – Llevamos ms de tres meses vindonos, nos acostamos, salimos juntos a cenar No crees que ya va siendo hora de ponerle nombre a lo que tenemos? – Se abraz a mi espalda.
- Esto ya tiene nombre “amigos de cama” Recuerdas? – Reclam.
- Para m nunca ha sido eso Guille! – Confes – Y por mucho que t quieras engaarte para ti tampoco.
- Te equivocas! – Asegur al tiempo que me soltaba de su agarre y me levantaba de la cama – Desde un principio te dej claro que no quera nada serio y t estuviste de acuerdo. Ahora no quieras cambiar las reglas.
- Entiendo! – Dijo dolido – Entonces si lo nuestro es solo sexo No te importara que me acostara con otros no?
- No… bueno… – No me importara No? No debera importarme.
- Desde que estoy contigo no me he acostado con nadie ms – Se levant para ponerse a mi altura – Porque contigo tengo ms que suficiente Guille – Me abraz – Te amo!
- Marc! – Suspir – Yo…
- No digas nada – Me cort – S que no me prometiste nada, s que lo nuestro comenz como solo sexo, pero yo no puedo seguir as, para m nunca ha sido solo sexo, siempre he sentido algo especial por ti. Si acept lo de solo sexo fue porque saba que t an tenas un lastre del que necesitabas deshacerte, pero esperaba poder hacerte cambiar de opinin – Segua abrazado a m y hablaba en susurros en mi odo – Pero necesito algo ms de ti Guille.
- Marc yo no s si estoy preparado para esto – Reconoc.
- Qu sientes por m Guille? – Pregunt a bocajarro, separndose de m y mirndome a los ojos.
- Yo… creo que tambin te amo – Not como sonrea ligeramente.
- Entonces Por qu tienes miedo? – Se acerc y puso sus manos en mis mejillas haciendo que no tuviera ms remedio que mirarle a sus negros ojos, sin poder apartar la vista de esa mirada que me desarmaba por completo – Te amo Guille! No voy a hacerte dao, dame la oportunidad de demostrarte todo lo que siento por ti.
- De verdad me amas? – Mis ojos se humedecieron, me costaba retener las lgrimas.
- Mucho! Djame demostrrtelo, djame hacerte feliz, djame ser feliz a tu lado, djame compartir mi vida contigo, djame darte todo el amor que siento por ti, djame hacerte el amor todos los das, djame besarte por la maana, por la tarde, por la noche, djame acariciar t piel, djame que te apoye cuando necesites nimos, que me ra contigo cuando ests contento, en definitiva djame amarte Guille – En ningn momento apart sus ojos de los mos, era completamente sincero con sus palabras – Escchame Guille T E A M O – Susurr recalcando todas y cada una de las letras.
- Marc! – No pude decir ms, me lanc a abrazarme a su cuello y besarle con todo el amor que hasta ese momento haba estado reteniendo – Yo tambin te amo! Y quiero que lo intentemos – Acept al fin, ya era hora de olvidar mis miedos y seguir adelante, tena a un chico estupendo a mi lado y no poda dejarlo escapar o me arrepentira el resto de mi vida.
- Entonces… Quieres ser mi novio? – Pregunt con una sincera sonrisa. Y yo me senta como una colegiala enamorada.
- No – Note como se entristeca – Quiero que t seas mi novio – Sonre.
- Tonto! Me asustaste – Ri – Entonces podemos decir que Somos novios?
- Si – Le bes. Nuestros labios se saboreaban con gusto, adentr mi lengua para juguetear con la suya tan hbil y deliciosa, me encantaba besarle, me volva loco – No me falles Marc – Le susurr al odo despus de abrazarle con ms fuerza.
- Jams te fallar – Afirm sin dudarlo.
- Necesito hacerte el amor por favor – Susurr de nuevo an sin separar el abrazo.
- Si me lo pides as no puedo negarme – Sonri.
Sin decir ms nos separamos del abraz y cogindome de la mano volvi a guiarme hacia la cama que estaba a escasos metros. Volvimos a hacer el amor, y no fue como las otras veces, fue an ms especial, por fin poda decir que no era solo sexo, era hacer el amor con todas las letras de la palabra.
Hicimos el amor varias veces en la noche, necesitbamos entregarnos mutuamente y demostrarnos lo que sentamos el uno por el otro, ya no haba barreras, ya no haba miedos o incertidumbres, no haba lastres innecesarios, ahora solo el futuro dira si lo nuestro funcionara o no.
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