51. Solo soy feliz con l a mi lado.
(Toni)
- Mierda Toni! Ni siquiera vas a luchar un poquito por m? – Me detuve al or a Alex y me di la vuelta de inmediato A caso no tena nuevo novio? Por qu quera ahora que luchara por l? An quera hundirme ms en la miseria restregndome que tena nuevo novio y no iba a volver conmigo?
- An quieres que luche por ti? – Pregunt incrdulo mirando haca el chico nuevo.
- Esa no es la pregunta – Se desesper – La pregunta es si t Quieres luchar por m? – Me seal furioso.
- Y a que te crees que he venido! – Exclam molesto – A conocer a tu nuevo novio?
- No s a qu has venido Toni, pero ya veo que te rindes muy rpido, no debo valer mucho para ti – Estaba molesto y no me pareca justo, aqu el molesto tena que ser yo y no l.
- Perdona? T eres el que solo ha necesitado tres meses para cambiarme por otro – Explot finalmente completamente furioso – Tanto que decas amarme y todas esas chorradas y no has tardado nada en andar revolcndote con otro.
- Creo que yo me voy y os dejo a solas – Interrumpi el chico nuevo al tiempo que coga algo de la mesa y sala por la puerta – Deberas entrar dentro o todos los vecinos se van a enterar de vuestros problemas amorosos – Coment. Yo le mire con furia, si las miradas mataran habra cado al suelo completamente fulminado.
- No hace falta que te vayas, soy yo el que se va de aqu para no volver– Y volv a darme la vuelta para irme, pero Alex me lo impidi antes de que pudiera dar dos pasos.
- Maldita sea Toni! Entra dentro y hablemos joder – Me cogi del brazo y me oblig a entrar en el piso – Gracias Tristn, nos vemos luego – Le dijo a su amorcito, la furia me iba invadiendo por dentro poco a poco.
- Sultame! Quiero irme de aqu ahora – Protest casi llorando. La furia se estaba convirtiendo en desolacin.
- T no te vas a ningn sitio! – Me oblig a sentarme en el sof empujndome por los hombros y yo solt la maleta en el suelo exasperado – A ver Dime para que has venido?
- Eso ya no importa! – Volv a levantarme con intencin de irme.
- S, s que importa Dmelo! – Grit muy cerca de m, provocndome un respingo por el susto.
- Para qu quieres saberlo? Ahora tienes otro novio y…
- Olvdate de eso y dmelo! – Susurr esta vez interrumpindome. Mis lgrimas ya salan libres de mis ojos.
- Yo vine a por ti… pero parece que llegu tarde – Confes al fin dndome la vuelta para no tener que verle a los ojos.
- Viniste solo a verme y volver a marcharte dejndome destrozado o viniste a quedarte conmigo? – Susurr acercndose a m poco a poco.
- Y qu importa ahora eso Alex? Ahora tienes otro novio y ya no me amas, por favor djame irme y no me hagas ms dao – Comenc a sollozar y puse mis manos en mis ojos para ocultar mis lgrimas.
- Toni! – Se acerc a m y me rode con sus brazos, senta su pecho contra mi espalda y sus manos rodeando mi cintura. Yo acarici sus manos con las mas, haba echado tanto de menos eso, su contacto, sentir su olor, lo necesitaba tanto –Tristn no es mi novio, solo es mi compaero de piso y amigo – Confes, susurrando en mi odo. Y lo que sent en ese momento solo tiene un nombre, alivio, me senta completa y absolutamente aliviado.
- De verdad? – Me gir entre sus brazos para verle de frente y le rode el cuello con mis brazos – No ests con nadie?, An me amas? – Pregunt esperanzado.
- Has venido por m?, Para quedarte conmigo para siempre? – Contraatac mis preguntas.
- Para siempre – Reconoc – Te amo Alex! Y no sabes cunto te he echado de menos. Te necesito, necesito estar contigo, tenerte a mi lado en todo momento, vivir contigo cada segundo de mi vida – Me bes. Mis labios por fin volvieron a sentir los suyos despus de tres largos y duros meses. Fue un beso suave, pero conciso, demostrando con l todo lo que sentamos el uno por el otro.
- No sabes cunto he deseado orte decir eso – Confes nada ms separarse de m. Pude ver como pequeas lgrimas salan de sus lindos ojos.
- No llores amor – Con mis pulgares intente hacer desaparecer esas lgrimas traicioneras – Ahora estoy aqu contigo deseando pasar el resto de mi vida a tu lado Todava me amas?, Sigues querindome despus de todo? – Con mis pulgares ahora comenc a acariciarle los labios.
- Claro que te amo! Jams podra dejar de amarte – Confes – Lo eres todo para m, sin ti me senta vacio y senta que mi vida no tena sentido. Intent olvidarte, todos me decan que deba superarte, pero me era imposible Toni, porque t lo eres todo para m. Yo he nacido para estar contigo, y ahora que te tengo aqu no te voy a dejar marchar.
- Te amo! – Volv a besarle. Alex lo era todo para m, le amaba con locura y durante estos tres meses pude darme cuenta de lo mucho que me haca falta.
Poco a poco Alex fue guindome a la que supuse era su habitacin, caminbamos juntitos y sin soltar nuestro abrazo. No hacan falta palabras, ya lo habamos dicho todo, ahora solo hablaban nuestros ojos y nuestras sonrisas. Volvamos a estar juntos, el uno con el otro, unidos por algo invisible, algo que muchos dirn que no existe pero que yo lo senta con todas mis fuerzas.
Lentamente y con suavidad Alex me hizo tumbarme en la cama para luego ponerse l sobre m. Me sonri y con su mano comenz a acariciar mi cara, para luego bajar por mi cuello y mi clavcula.
- Eres lo ms hermoso que he visto en mi vida – Susurr antes de besarme ligeramente – Y me siento el hombre ms afortunado del mundo por tenerte aqu conmigo de nuevo.
Luego me bes ms intensamente, adentrando su aorada lengua para degustar todos y cada uno de los rincones de mi boca. Yo comenc a acariciar su cintura, metiendo mis manos por debajo de su camiseta para poder sentir esa piel que me volva loco.
Todos nuestros movimientos eran lentos y pausados, pero cargados de un sentimiento que superaba en intensidad a cualquier acto apasionado. Nos habamos echado de menos y nos estbamos reconociendo de nuevo, disfrutando nuevamente del tacto de nuestras lenguas o del roce de nuestras pieles. Lentamente fui quitndole la camiseta, necesitaba sentirlo mucho ms, l protest por tener que dejar de besarme para poder quitrsela. Aprovech que deba dejar mis labios, y me quit la ma tambin, ahora nuestros pechos se sentan sin barrera alguna.
Alex comenz a descender por todo mi torso dejando un caminito de suaves besos, mi cuerpo se estremeca a cada instante, a cada suave contacto de sus labios con mi piel. Mis manos despeinaron su pelo, el cual le haba crecido mucho en tres meses, no pude evitar sonrer al pensar que quizs se lo haba dejado largo porque saba que a m me gustaba ms as. Sent como comenzaba a desabrochar mis pantalones y a bajrmelos lentamente, acariciando con suavidad mis piernas.
Una vez sin pantalones volvi a subir lentamente recorriendo el mismo camino de besos que haba dejado en mi piel. Cuando llego a mis labios de nuevo no pude evitar sonrer.
- Te amo Alex! – Susurre mirndole fijamente. No poda decir nada ms, le amaba con locura, mi cuerpo, mi alma y todo mi ser le pertenecan por completo – Promteme que no vas a dejarme nunca – Ped casi sin voz. Necesitaba aplacar mis inseguridades, saber que ese maravilloso chico estara siempre conmigo y que jams me abandonara o me cambiara por nadie.
- Jams te abandonar! – No dud en asegurar – Luchar para que cada da te enamores un poquito ms de m. Luchar para que te entre en esa cabecita tonta – Con su dedo me dio golpecitos en la cabeza – Que solo quiero estar contigo y con nadie ms, que te amo con locura y no puedo fijarme en nadie que no seas t Te amo! – No pude evitar devorarle de nuevo a besos.
Alex era la persona que ms me conoca en este mundo, conoca mis miedos y mis inseguridades, mis estpidas e ilgicas inseguridades, conoca mi yo verdadero, ese que muy pocas veces mostraba y que luchaba por esconder para evitar que se rieran de m o me hicieran dao.
Hice que rodramos sobre la cama para quedar yo ahora encima. Alex acariciaba mi espalda y yo comenc a besar su cuello, me encantaba su cuello.
Nuestros cuerpos no paraban de moverse ansiando el contacto con el otro, nuestras piernas se enredaban de manera casi imposible, nuestras manos no paraban de acariciar y masajear cada centmetro de piel, nuestros labios y nuestras lenguas no paraban de saborearse mutuamente.
Descend yo tambin por su torso besando y dejando pequeos mordisquitos, consiguiendo algn que otro delicioso gemido por parte de Alex. Me detuve en sus tentadores pezones, comenzando a jugar con ellos hasta conseguir erguirlos de placer.
Haba echado tanto de menos esas sensaciones tan exquisitas, el sentir que tu cuerpo reacciona con el simple tacto de sus dedos, el desear acariciar cada poro de su piel, el anhelar el tacto de sus labios por todo tu ser.
Cuando pens que sus pezones ya estaban lo suficientemente atendidos de momento, segu bajando por su vientre, rode con mi lengua su ombligo y con mis manos comenc a descender su bxer para dejarle completamente desnudo. Pude notar que Alex estaba algo ms delgado y me sent culpable al darme cuenta que quizs lo haba pasado muy mal por mi culpa.
- Ests ms delgado! – Susurr pero sin dejar de pasar mi lengua por su vientre y su ombligo.
- Es por culpa de los disgustos que me das – Suspir – Toni… ahhhh! – Me haba apoderado de su pene con mi boca. Su cuerpo serpenteaba bajo el mo y sus manos se apoderaron de mi pelo, acaricindolo y maltratndolo por igual – Ahhh... Toni… sigue!
- Te gusta? – Quera que le gustara, quera compensarle por lo mal que se lo haba hecho pasar.
- Me encanta… ahhh! – A penas poda orse su voz.
Durante bastante rato estuve lamiendo su pene con ganas, succionando, rozando con mis dientes, apretando sus bolsitas. De Alex solo poda or sus gemidos y sentir su cuerpo removindose continuamente bajo el mo.
- Ahhhhhh! Para Toni… no quiero correrme todava – Suplic Alex.
- Pero yo si quiero que te corras – Segu con lo que estaba haciendo y en unos segundos Alex se corra en mi boca entre incontrolados jadeos y convulsiones. Sub gateando por su cuerpo y cuando estuve a su altura relam mis labios en un acto que pretenda ser sensual – Hoy quiero que te corras mil veces – Ronrone.
- Dios eres tan sensual! – Me bes desesperadamente – Pero ahora me toca a m – Susurr entre el beso.
Volvimos a rodar sobre la cama para quedar de nuevo yo debajo y el encima.
- Eres tan excitante – Susurr en mi odo antes de comenzar a devorarme de nuevo. Nuestros labios ya estaban rojos de tantos besos pero no importaba, no podamos dejar de besarnos.
Alex comenz a descender por mi cuerpo, dejando besos repartidos por mis partes ms sensibles. Saba perfectamente cuales eran mis puntos dbiles y se aprovechaba de ellos para conseguir mis gemidos. Mi cuerpo se remova inquieto por tanto placer. Mis pezones pronto sufrieron de excitantes pellizcos y pequeas mordidas, yo no poda hacer ms que gemir y avergonzado morda mi mano para intentar controlar los gemidos. No tard en estar completamente desnudo. Cuando Alex descendi para quitarme el bxer aprovech para coger mi pie y lamer mis dedos provocando una infinita vergenza en m.
- Alex… ahhh! No hagas eso – Supliqu avergonzado.
- Por qu? – Me mir con provocacin – Adoro cada parte de tu cuerpo.
Sigui chupando los dedos de mis pies como si fueran deliciosas golosinas, jams pens que fueran un punto tan ertico pero me estaba volviendo loco con ese acto. Cuando se cans de los dedos de mis pies, subi acariciando y besando mis pantorrillas hasta llegar a mi pene, el cual no dud en meter por entero en su boca.
- Alex… ahhh! – No poda parar de gemir y mi cuerpo no poda dejar de removerse por el placer. Alex no paraba de chupar y succionar hacindome ver las estrellas. Estaba tan excitado que no tard en correrme – Ahhhh… Alex! – Mi cuerpo qued completamente laxo y mi mente a penas estaba lucida.
- Date la vuelta! – Susurr Alex, despus de haber subido hasta mis labios para besarme y hacerme sentir mi sabor en su boca.
No dud en hacer lo que me peda. Not como dejaba caer su cuerpo sobre mi espalda, para comenzar a dejar pequeos besos en mi nuca, sentir su respiracin en mi cuello haca que todo mi cuerpo se estremeciera. Poco despus comenz a bajar acariciando mi espalda y dejando pequeos mordisquitos por ella, cuando llego a mi trasero no dud en darme placer.
Su lengua lo humedeca todo y de vez en cuando se adentraba sin permiso, mi cuerpo no dejaba de removerse y suplicar por ser penetrado lo antes posible. Gir mi rostro ligeramente para poder ver lo que haca Alex, esa imagen era una de las imgenes ms excitantes que podra llegar a ver jams. Tambin pude comprobar que Alex ya volva a estar duro, haba llegado el momento.
- Alex… ahhhh! Hazlo ya – Susurr – Me mora de ganas por sentirle nuevamente en mi interior, lo aoraba con locura.
- Amor quiero verte la cara – Susurr al tiempo que volva a girarme para quedar frente a frente.
Se coloc lo mejor posible entre mis piernas y al tiempo que me besaba con pasin, comenz a penetrarme de forma lenta pero completamente apasionada. Haba echado tanto de menos sentirlo en mi interior, al principio fue algo doloroso ya que haban pasado tres meses desde la ltima vez, pero pronto comenc a sentir ese place abrasador que recorra todo mi cuerpo.
- Alex… ahhh! Sigue… ahhh – Quera que no parara nunca, que siguiera invadiendo mi interior una y otra vez. Con mis manos araaba su espalda marcndolo como mo, y con mis piernas rodeaba su cintura para aprisionarlo.
- Te amo Toni, te amo… ahhh! – Alex acarici mi mejilla, yo puse mi mano sobre la suya quera sentirlo con todos mis sentidos. Las certeras estocadas me estaban volviendo completamente loco – Ahora t, te necesito… ahhhh, te necesito ahora – Alex sali de mi interior e hizo que rodramos sobre la cama una vez ms. Me cost reaccionar, estaba casi ido por el placer, pero saba lo que Alex quera. Me posicion entre sus piernas y sin ninguna preparacin lo penetr lentamente – Ahhhh… Toni! Despacio.
- Alex… ummm! – Dej que se acostumbrara un poco antes de comenzar a moverme. Me senta como en una nube, no haba nada que importara en ese momento ms que l y yo.
Cuando hacamos el amor, solo existamos los dos. Poda haber un terremoto o un incendio en nuestro edifico que ni siquiera nos daramos cuenta. Le amaba y necesitaba con toda mi alma, y quizs por eso mi miedo a perderle era tan grande. Nunca sabr en qu momento me enamor de l, si fue la primera vez que me sonri con esa sonrisa que poda iluminar el mundo, o la primera vez que me mir con intensidad en sus ojos. Quizs fue con aquel primer beso robado, o puede que me enamorara con el pasar de los das en la isla. O incluso es posible que fuera la primera vez que lo vi entrar al saln de actos rodeado de sus amigos, y no pude evitar mirarlo con fijacin. No s en qu momento fue, slo s que desde ese momento se convirti en lo ms importante en mi vida. Alguien completamente imprescindible para m, porque as era, necesitaba estar con l en todo momento, no slo haciendo el amor como ahora, si no en cada segundo de mi vida.
- Toni… ahhhh… ah! – Su cuerpo se remova bajo el mo y nuestros gemidos y jadeos inundaban la habitacin.
- Te amo Alex… ahhh! ,Te amo! – Lo tena tan claro, que no me importaba gritarlo una y mil veces si era necesario.
Alex me haca sentir tan especial, me trataba como si yo fuera la persona ms importante en este mundo. Siempre pensaba en m y haca lo posible por hacerme sonrer, con l mis das de mal humor se convertan en das de risas, me respetaba en todo momento y en definitiva me haca feliz.
- Ahhh… Alex! No aguantar… mucho ms – Viendo ya prximo mi final comenc a masturbarle con intensidad, quera que nos corriramos juntos, me gustaba cuando nuestros cuerpos se estremecan al mismo tiempo y cuando quedbamos sin respiracin los dos uno encima del otro.
- Ahhhh… ahora… Toni! – Su voz sala entrecortada por la pasin del momento. Tres meses de abstinencia se notaban, y nuestros cuerpos deseaban liberarse en un xtasis de placer.
- Ahhhhhhh! – Me corr finalmente en su interior, dejando salir con ello todo el placer que mi cuerpo estaba sintiendo. Mi cuerpo qued completamente laxo, ni fuerzas tena para sujetarme a m mismo, ca sobre Alex completamente agotado. Entonces not sus ligeros temblores y me di cuenta de que l tambin se haba corrido, haba disfrutado tanto mi orgasmo que ni siquiera me haba dado cuenta – Te amo! – Dije casi sin fuerzas y en un ltimo suspiro.
- Te amo! – Me devolvi en iguales condiciones.
Me acomod sobre su pecho para poder descansar y ni cuenta me di cuando me quede dormido, por fin poda dormir tranquilamente, por fin estaba donde tena que estar. Estaba con la persona adecuada, l me amaba yo le amaba, estbamos hechos el uno para el otro, y ya jams nos separaramos.
(Alex)
Abr los ojos poco a poco, me molestaba la luz que entraba por la ventana. Sent un peso sobre mi pecho y mir hacia abajo, y ah estaba l, el ser ms hermoso que haba sobre la tierra, y era mo.
Sonre con ganas. Despus de tres meses de dudas y sufrimiento por fin todo se haba arreglado, an quedaban cosas de que hablar pero estaba a m lado y eso era lo que me importaba. Ahora que volva a tenerlo a mi lado me daba cuenta de lo mucho que lo haba echado de menos y de lo mucho que lo necesitaba, sin Toni yo no soy nada.
Cuando vi que iba a marcharse sin tan siquiera luchar por m me puse furioso, pero bien pensado, ese chico maravilloso que ahora dorma plcidamente sobre mi pecho, haba venido a por m. Haba dejado a su familia y amigos para seguirme a una ciudad lejana y desconocida, lo haba dejado todo por m. Sin duda era para sentirme amado y orgulloso.
Toni comenz a removerse, se estaba despertando, no saba cuntas horas habamos estado durmiendo, pero no me importaba. En estos momentos no me importaba nada ms que el chico entre mis brazos.
- Buenos das amor! – Salud cuando vi que esos dos ojos que me volvan loco se abran, casi provocndome un sincope por tanta belleza.
- Buenos das! – Salud perezoso – Qu hora es?
- Ni lo s, ni me importa – Afirm sonriendo.
- Tonto! – Sonri. Se alz un poquito y me bes – Estas muy guapo por la maana.
- Y t siempre estas guapo – Le devolv el cumplido.
- Eres todo un adulador jajaja – Se subi sobre mi cuerpo riendo y me bes.
- De verdad te vas a quedar conmigo? – Pregunt finalmente, necesitaba asegurarme.
- Si t quieres – Sonri.
- Y qu pasar con t familia? – Saba lo importante que eran ellos para Toni.
- Aunque no te lo creas, fue mi madre quien me empuj – Sonri avergonzado – Me vea tan mal que prefiri que me fuera contigo a que siguiera as de mal – Se entristeci – Ya encontrar la forma de estar en contacto con ellos.
- Lo siento! – Asegur.
- Por qu? – Cuestion extraado – No fue culpa tuya que yo estuviera mal, tendra que haberme ido contigo desde un principio.
- Lo siento por no ir a verte – Confes finalmente – Supe que habas estado enfermo dos semanas despus de irme, tuve la tentacin de ir a verte, pero pens que si iba sera ms duro para m y que mi padre podra encontrarme.
- No te preocupes, s que te hubiera gustado venir – Sonri – Ahora lo importante es que estoy bien y aqu contigo.
- Eso es cierto, ahora eres mo – Le apret fuertemente contra mi cuerpo – Solo mo – Le bes de nuevo.
- Alex…
- Si…
- Has estado con otro chico? – Pregunt con tristeza.
- No pude – Reconoc – Intent olvidarte enrollndome con un chico, pero cuando nos estbamos besando me di cuenta de que no eras t y lo empuj con todas mis fuerzas. Mis labios solo te pertenecen a ti – Vi como me sonrea con picarda – Y t Has estado con alguien ms?
- A penas sal de mi habitacin Alex – Asegur – No haca ms que pensar en ti.
- Eso me gusta – Volv a estrujarlo contra mi cuerpo consiguiendo que se riera.
- Vas a tener que hablarme de t nuevo compaero de piso – Coment finalmente.
- Ahora es nuestro compaero de piso recurdalo – Le rectifiqu – Y es una historia muy larga.
- Tenemos todo el tiempo del mundo – Asegur con una sonrisa y un tierno y delicioso beso de sus hermosos y deseados labios.
Y era verdad, ahora tenamos todo el tiempo del mundo, ahora lo tena a mi lado e bamos a comenzar juntos una nueva vida.
Quizs no fuera una vida perfecta, todo trayecto vital que se precie tiene sus momentos buenos y sus momentos malos, pero al fin y al cabo en eso consiste vivir. Tendramos que pasar por momentos duros, otros no tanto, quizs algn que otro tropiezo en la relacin, o tonta discusin, momentos felices que esperaba que fueran los dominantes, momentos rutinarios…
Pero saba que junto a Toni, todos y cada uno de los das de mi vida seran especiales. Porque l y yo estbamos hechos el uno para el otro, estbamos predestinados a encontrarnos en algn punto de nuestras vidas.
Le amo y solo soy feliz con l a mi lado.
FIN
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