En El Capítulo Anterior
Salí de nuevo de la casa y me acerqué al lugar en donde había dejado las demás cajas, me incliné y tomé dos más acomodándolas bien entre mis brazos. Volví a caminar hacia el interior de la casa, pero choqué contra algo y casi lograba que tirara las cajas, pero logré mantenerme en pie. Las cajas cubrían un poco mi vista, me asomé un poco y vi a alguien de pie frente a mí…
-hola ¿quieres que te ayude?-me sonrió
No era James ni tampoco Tía Lucy…
Sean me había dicho de los “normales”, los “sin poderes”… y frente a mi… había uno… un humano sin poderes…
-hey, ¿estás aquí?-el extraño agitó su mano frente a mí rostro y logré reaccionar de nuevo
-este… yo… ha… si…- parpadeé repetidas veces y di un paso hacia atrás, tomando mi distancia del humano sin poderes
-¿entonces no quieres que te ayude con eso?, se ve pesado- señaló hacia las cajas que aún mantenía en mis brazos, las miré un momento
-he… no, no gracias, yo puedo hacerlo-…me sentía increíble… jamás había platicado con alguien normal… él no sabe que tengo poderes y menos, que los poderes sobrenaturales si existían
-¿estás seguro?, déjame ayudarte-se acercó a mí y tomó la caja más grande-¿vivirás en esta casa?- parpadeé un poco más
-no… yo no, solo Tía Lucy y James- miré fijamente al humano
-oh, ellos, se ve que son una gran pareja- sonrió-¿tú que eres de ellos? ¿su sobrino?- … ¿yo?... ¿Qué era de ellos?... ¿Qué era sobrino?... abrí mi boca-disculpa, lo siento, que modales tengo- se carcajeó un momento- me llamo Efrén y vivo en la casa de al lado- señaló hacia una casa de dos pisos con las paredes de color amarillo anaranjado-¿Cuál es tu nombre?-cargó con una mano la caja y extendió su mano libre hacia mi… miré su mano un momento… vi que tenía anillos en los tres dedos de en medio…
-…Efrén…- murmuré su nombre…
-¿te llamas igual que yo?, vaya que sorpresa, creía que mi nombre era extraño- se volvió a carcajear
-¿he?... a… no, no, mi nombre es Daniel-dejé la caja en el piso y tomé la mano de Efrén
-mucho gusto Daniel- me sonrió, pude sentir su mano… era igual que la mía… nada fuera de lo normal…
-¡Dany! ¿Por qué estas tardando tanto?- Efrén soltó mi mano y giró para ver de dónde provenía esa voz… vi hacia la entrada de la casa y de ella salió Tía Lucy, pero se detuvo al momento que nos vio-ha, no sabía que estabas platicando con alguien- se acercó a nosotros con una sonrisa en su rostro, volví a cargar la caja y ella llegó a mi lado
-hola, yo soy tu vecino, vivo en la casa amarilla, tú has de ser Tía de Daniel ¿no?-miré de reojo a Tía Lucy, ella seguía sonriendo
-sí, esa misma- amplió la sonrisa-me llamo Lucy- ambos se estrecharon las manos-no te había visto por este lugar ¿también te acabas de mudar? ¿Cómo te llamas?-
-no, la casa es de mis abuelos, los visito todos los fines de semana- sonrió- Efrén, mucho gusto Lucy-
-mucho gusto Efrén, creo que nos veremos solo en fines de semana- miré a Efrén, era de estatura mediana, su cabello era de color chocolate… o así se le veía contra los rayos del sol, su piel era morena clara, sus ojos se veían del mismo color que cuando el chocolate lo hacían con agua… era un chocolate andante… no había duda… -yo me acabo de mudar junto a mi novio, esperamos vivir por mucho tiempo en este lugar-
-eso esperemos- Efrén volvió a sonreír
-¡oh mira! Ese es mi novio-Tía Lucy señaló hacia un James que se acercaba a donde nosotros estábamos –mira cariño, él es Efrén, nuestro vecino- James posó sus ojos en Efrén, ambos se estrecharon las manos
-mucho gusto, espero que les guste vivir en este lugar-
-según varias páginas de internet, este es el mejor lugar que se pueda encontrar-le contestó James
-sí, internet nunca miente- los tres rieron y me empecé a sentir un poco excluido, así que simplemente volví a acomodar la caja en mis brazos y empecé a caminar hacia el interior de la casa, a lo lejos escuché más risas por parte de los tres, los volví a mirar de reojo y vi a Efrén de espaldas. Utilizaba pantalones de mezclilla que tenían manchas… de pintura, o al menos eso fue lo primero que se me vino a la mente. Su playera blanca con mangas largas, la utilizaba un poco chueca… o así me parecía a mí…
Empecé a subir las escaleras hacia el cuarto de Tía Lucy, recordé que ahí se encontraba Sean, así que me apresuré en llegar a él.
Pero cuando entré a la habitación, vi que Sean no estaba en ella, dejé la caja en el piso junto a las demás, me senté en flor de loto frente a ella y la abrí. Observé su contenido, el cual era muchas figuras de cerámica y de vidrio… tantas cosas extrañas que guardaba Tía Lucy… empecé a sacar las figuras de los perros, elefantes, gatos… unos animales que no recordaba su nombre pero que tenían un cuello muy largo y tenían manchas en el cuerpo…
-ya regresaste- me giré y vi a Sean entrando en la habitación con dos jugos en mano, se sentó a mi lado y empezó a tomar un jugo, me entregó el otro
-Tía Lucy me dijo que limpiara estos adornos, quiere que los acomode por toda la habitación- tomé un trapo húmedo que había sobre la cama y empecé a tallar las figuras de los animales mientras tomaba un sorbo de jugo
-parecía que querías devorarlo- dejé de limpiar la cabeza de un elefante y miré a Sean
-¿a qué?-… Sean sonrió y tomó otro sorbo del jugo
-el vecino, con quien estabas hablando hace poco, se veía que querías comértelo- Sean empezó a reírse y mi rostro se calentó al recordar ese pensamiento que tuve al mirar al vecino
-…es que… parece un chocolate muy grande…- evité la mirada de Sean y seguí limpiando mi segunda figura, esta vez era un perro. Noté que Sean se levantaba del piso, lo miré, él terminó de tomarse su jugo y me miró desde arriba
-levántate- levanté una de mis cejas-…solo hazlo…- se inclinó y me quitó la figura de las manos e hizo que me levantara del piso
-¿Qué haces?-… me tomó de ambas manos y no respondió, simplemente pasó un brazo por mi cintura, me acercó a él, inmediatamente me puse de puntitas y me besó en los labios, los succiono e hizo que se frotaran con los de él, luego me tomó de la barbilla e hizo que lo mirara fijamente
-quiero que no lo mires más de esa forma, puede que sea un chocolate amargo- elevó más mi rostro y besó mi barbilla-¿entendido?- su mirada era como la de siempre… pero un poco más severa…
-¿por qué?-
-es solo que no quiero lidiar con otro Thomas-… lo miré con los ojos entrecerrados
-¿otro Thomas?- Sean sonrió pero no dijo nada, simplemente volvió a besar mi barbilla
-solo promete que no lo verás como algo comestible ¿sí?, no quiero que lo termines mordiendo – se carcajeó levemente y me liberó
-sí, está bien-… le sonreí y volvió a besarme en la boca, luego pasó a mi mejilla
-…perfecto…- lo dijo mientras aun besaba mi mejilla-te ayudaré a limpiar, dame un trapo- me tomó de la mano e hizo que nos volviéramos a sentar en el piso frente a la caja que contenía las figuras de Tía Lucy, tomé otro trapo que había sobre una de las cajas y se lo entregué a Sean, me dio un beso en la mejilla y ambos nos pusimos a limpiar las diferentes figuras que había. Algunas tenían más polvo que otras y algunas eran más difíciles de limpiar por los pequeños detalles que tenían los animales.
Cuando ambos nos dimos cuenta ya marcaban las 5 de la tarde en el celular de Sean, decidimos darnos un descanso y ambos nos acostamos en la cama, que compartían Tía Lucy y James. Nos acomodamos con nuestros pies colgando y nuestras brazos sobre nuestros regazos. Mirando fijamente el techo y en silencio.
-oigan chicos ¿ya terminaron?-Sean y yo giramos nuestras cabezas hacia la entrada de la habitación, y por ella apareció Tía Lucy-¿Qué hacen ahí acostados?- miró hacia las cajas y nosotros también-aún les faltan dos cajas-nos volvió a mirar y nosotros a ella, suspiró y puso sus manos en la cadera
-Lucy, a los invitados no se les pone a trabajar, te ayudamos un poco, confórmate con eso-… Sean se sentó en la cama y suspiró, me fijé en que su cabello se había alborotado un poco
-aceptaste ayudarnos-me senté al lado de Sean y empecé a acomodar su cabello
-pero no te aproveches de eso-Sean la miró seriamente, seguí acomodando su cabello y Tía Lucy suspiro
-bien, ya, de acuerdo- quitó las manos de sus caderas-hagan lo que quieran hasta que los llamemos para la cena-Tía Lucy se fue pero regreso-y Dany, vendrá a cenar con nosotros Efrén- me sonrió y otra vez, se fue de la habitación. Pero de nueva cuenta regresó-James y yo saldremos por suministros, así que no se porten mal-nos sonrió y esta vez, se fue definitivamente
-¿Efrén?-Sean tomó mi mano retirándola de sus cabellos, que ahora estaban mejor, y la besó mientras me miraba
-es el vecino de Tía Lucy-… Sean no se movió para nada
-ah, que bien-… miró hacia la ventana que teníamos en frente y nos volvimos a quedar en silencio, miré hacia mi mano que aún era sostenida por Sean, él acariciaba distraídamente mis dedos, lo miré fijamente y él volteó a verme, me sonrió y acarició mis cabellos-¿Qué te parece ir a un parque?-sonreí
-¿Qué es un parque?- Sean soltó mi mano y se levantó de la cama
-un lugar en donde va la gente a pasar el tiempo, Lucy me dijo que había uno cerca ¿vamos?-también me levanté de la cama
-sí, vamos-… Sean sonrió, me tomó de la mano y salimos de la habitación, bajamos lentamente y en silencio las escaleras.
Al llegar al primer piso, Tía Lucy y James ya se habían ido.
-tendremos que irnos sin avisar- dijo Sean mientras revisábamos todas las habitaciones de la cada, hasta que regresamos a la entrada y salimos cerrando muy bien la puerta
-¿en dónde está ese parque?-miré por todo el lugar, no sabía cómo era un parque, pero tal vez estaba cerca y podría verlo a la distancia. Sean apretó mi mano y empezamos a caminar fuera del jardín, en donde las cajas ya no estaban y el automóvil de Sean estaba acomodado de otra forma, tal vez fue James el que lo movió de lugar…
-está cerca, tendremos que caminar un poco- empezamos a caminar por las calles, meneábamos un poco nuestras manos entrelazadas y caminábamos uno al lado del otro, a veces me estrellaba ligeramente contra el brazo de Sean o a veces él hacía un movimiento extraño con mi brazo dando como resultado que me estuviera abrazando por detrás, luego me besaba el cuello y terminábamos riendo… no sabía el motivo, pero eso me gustaba.
El sol empezó a colocarse entre las pocas nubes que había en el cielo, dándonos un bonito color naranja y sus rayos ya no quemaban como lo hacían a la una de la tarde, llegamos a un lugar que a mí parecer, era agradable…
-este, es un parque-… Sean pasó un brazo por mis hombros.
Frente a mi había un lugar con gente que platicaba y reía entre ellos, había árboles pero no parecía un bosque, en el piso había una parte de piedra y la otro parte cubierta por pasto verde, muy verde y que realmente daban ganas de acostarse en él y hacer nada. También por donde caminaba la gente había bancas y faroles de color blanco que aún mantenían sus luces apagadas. Vi otra zona en donde había unas extrañas figuras, eran de colores, tenían pequeñas escaleras y uno que otro parecía que tenía tubos enredados entre si…
-Sean, ¿Qué es ese lugar?-le señalé hacia las extrañas figuras
-es un parque infantil, vamos, hay columpios para nosotros-… empezamos a acercarnos a ese lugar. Había niños y adultos. Los adultos platicaban entre si mientras que los niños se perseguían y reían…
Pasamos de largo esa zona y llegamos a una en donde solo había adultos, nos acercamos a unos extraños asiento que eran sostenidos por unas gruesas cadenas
-estos son los columpios, siéntate en uno- solté la mano de Sean y lo obedecí, sentándome en un asiento flotante… un columpio…me sujeté de las cadenas y Sean se colocó atrás de mi-sujétate fuerte y eleva un poco tus pies- así lo hice y Sean empezó a empujarme lentamente. Yo me elevaba con el columpio y bajaba… subía y bajaba… era divertido estar en ese lugar.
Pasamos un buen tiempo ahí, en la otra zona los niños empezaban a irse con sus padres y el sol ya estaba ocultándose…
-vamos a sentarnos-… Sean detuvo el movimiento en el columpio y yo me bajé. De nuevo nos tomamos de las manos y caminamos hacia una banca que había cerca. Noté que atrás de esa banca había un lago y que en el lago había unos…
-¿son patos?-… le señalé a Sean hacia el lago que estaba frente a nosotros
-si, son patos, vamos- Sean me abrazó por los hombros y nos acercamos a la banca.
Nos sentamos uno al lado del otro, yo me giré y me senté en flor de loto viendo hacia el lago, veía como los patos nadaban mientras comían algo que la gente les lanzaba… nunca antes los había visto, solo los conocía por un libro de aves que había leído hace mucho, me gustaba verlos nadar, comer y moverse… parecía que nada les importaba y eran felices con esa gran cantidad de agua… me entretenía viendo cómo se hundían en el agua y como algunos se mordían entre sí. Las personas les lanzaban por lo que yo veía eran trozos de pan... lástima que yo no tenía para poder darles de comer y hacer que se acercaran a mi…
-¿quieres tomarles una foto?-… Sean se giró un poco viendo hacia los patos, lo miré
-sí, sí, una foto- le sonreí y el a mí. Vi como sacaba su celular
-acércate-… me levanté de la banca y me puse frente a él, vi como ponía el celular frente a él y la imagen de los patos apareció en la pantalla… -presiona el botón rojo-… vi en la pantalla y localicé un puntito rojo… estiré mi mano y utilicé un dedo para poder tocar el puntito… el celular hizo un ruido extraño y la imagen de los patos se quedó ahí aunque Sean moviera su celular… -¿te gusta?-… tomé el celular entre mis manos y vi que en la pantalla había 4 patos… asentí y seguí viendo la imagen, un pato estaba con su cuello en el interior del agua mientras que los otros simplemente se dedicaban a comer el pan que les lanzaba… la pantalla quedó en negro y le devolví su celular a Sean, él miró un momento la pantalla, presiono un botón y esta volvió a prenderse-Daniel, Lucy dice que regresemos, la cena ya está lista-… volvió a mostrarme la pantalla de su celular, y pude leer lo que Sean me había dicho, cierto, ya era hora de volver. Sean se levantó de la banca y guardó su celular en el bolso de su pantalón.
-¿después vamos a regresar?-… Sean me tomó de la mano y empezamos a caminar entre la demás gente que aún seguía en el parque
-sí, será para la próxima- me besó la frente y le sonreí. Ya quería que fuera la próxima… miré hacia el cielo y lo vi sin ninguna nube, su color era un azul oscuro y con muchas estrellas, se veía diferente al cielo que estaba sobre la fábrica…
-hay más estrellas que en la fábrica-… ambos nos quedamos viendo el cielo
-es la osa mayor- Sean señaló hacia un conjunto de estrellas
-no tiene forma de osa- miré a Sean, él sonrió y bajó su brazo
-yo tampoco, pero así lo ve algunas personas que tienen mucha imaginación- suspiró y nos quedamos viendo un poco más el cielo. La gente seguía pasando a nuestro lado y algunas personas también miraban hacia el cielo…
-¿la osa mayor se ve desde la fábrica?- reanudamos nuestro camino a la casa de Tía Lucy
-puede ser, debemos buscarla bien-… me abrazó por los hombros y seguimos caminando mientras platicábamos cosas sin mucho sentido. Normalmente eran preguntas que le hacía de cada cosa que veía en todo el camino y me gustaba muchísimo que Sean me contestara, me alegraba el saber que me estaba escuchando…
Entre pláticas, besos y abrazos en medio de las calles regresamos frente a la casa de Tía Lucy. Las luces de las casas ya estaban encendidas, miré hacia la casa del vecino, sus luces aún estaban apagadas… ¿ya estará en cada de Tía Lucy para cenar con nosotros?...
Llegamos frente a la puerta y vi que Sean tocaba un pequeño aparato que estaba pegado en la pared de la casa, hizo un ruido que retumbó por toda la casa…
-¿Qué es eso que tocaste?-señalé al pequeño aparato
-se llama timbre, es para que sepan que hay alguien afuera que quiere entrar-… me sonrió y luego miré fijamente el timbre… que curioso era ese objeto…
La puerta se empezó a abrir y ahí encontramos a…
-hasta que llegan- una Tía Lucy un poco molesta…-¿en dónde andaban?, Sean, tienes celular para poder avisar en donde andan, creía que le habías echo algo a mi Dany- me abrazó y empezó a acariciar mi cabello
-¿me crees capaz de hacerle algo?-… todos entramos a la casa y Sean cerró la puerta a sus espaldas
-sí, si te creo capaz- Tía Lucy me abrazó con más fuerza y Sean solo sonrió… ¿hacerme qué?... –solo los estábamos esperando, James y Efrén están en la cocina, como tardaron empezamos a comer sin ustedes-
-¿el vecino?-… Sean se puso entre Tía Lucy y yo, haciendo que me alejara de ella
-sí, se llama Efrén, y trátalo bien-nos quedamos en medio del pasillo que conectaba al comedor, Tía Lucy miró fijamente a Sean y él simplemente no volteó a verla
-no prometo nada-… Sean sonrió
-hablo en serio Sean-… Tía Lucy no parpadeó y mucho menos se movió
-y yo igual- lo mismo pasaba con Sean… ¿qué estaba sucediendo?...
-bien, ya, como sea, vamos a comer tranquilamente-… Tía Lucy sonrió y los tres ingresamos al comedor, Sean puso sus manos en los bolsillos del pantalón y se puso a mi lado… Sean estaba actuando de una forma extraña… o eso creía yo…
Mi vista se puso en la mesa que había en el comedor. Ahí estaban James y Efrén platicando…
-ya regresamos- James y Efrén dejaron de platicar y nos vieron. Nadie dijo nada…- bien, iré por el segundo plato, ustedes dos- nos señaló a Sean y a mí, ambos la vimos- siéntense y compórtense-… Tía Lucy se fue del comedor y nos dejó a los cuatro solos… Sean y yo nos sentamos en dos de los tres asientos que aún quedaban sin ocupar, Sean se sentó al lado de Efrén y yo al lado de Sean. El silencio era total. Vi que frente a mi había un plato hondo y que a su lado estaban los tres cubiertos, cuchillo, tenedor y cuchara. Empecé a jugar con ellos esperando a que Tía Lucy… ¿me rescatara?... de esa situación… que sentía un poco extraña…
-¿A dónde fueron Sean?-… fue James el que habló primero
-al parque- Sean se recargó en la silla con el salero en manos…
-¿te gustó ir Dany?- ahora miré a James, me estaba sonriendo
-sí, nunca había visitado uno, vimos patos- James sonrió y en ese momento Tía Lucy entró al comedor con una olla en manos y la puso sobre una tabla de madera que había en medio de la mesa
-después me agradecerán de lo bien que comieron-Tía Lucy sonrió y empezó a servir la comida-continúa Efrén, antes de que estos llegaran- nos miró con reproche y yo me concentré en empezar a comer de mi plato, al igual que Sean.
-continúa contándonos de tus alumnos- le dijo James a Efrén… ¿alumnos?... ¿Qué era eso?
-ha pero antes- Tía Lucy se sentó en su lugar-déjame ponerlos al corriente- Tía Lucy nos miró-Efrén tiene 24 años y da clases en la universidad ALAR, imparte la materia de Matemáticas avanzada ¿no es genial? -… ¿Qué era universidad?...
-¿tú en que universidad estudias Daniel?, supongo que tienes unos 18 años-… Efrén se inclinó un poco y yo igual, lo que nos impedía vernos bien era Sean, quien estaba en medio de los dos… terminé de comer el pedazo de pollo que tenía en mi boca
-no… no sé qué es universidad…- Efrén elevó ambas cejas
-¿en serio?- me preguntó, Sean se hizo hacia adelante, cubriendo mi vista a Efrén
-Daniel no ha ido a ninguna escuela, Lucy y James le dan clases en casa ¿verdad?-… habló Sean… lo miré, vi que él estaba sonriendo mientras tomaba un poco de agua que había en su vaso. Tía Lucy y James se miraron de reojo
-sí, nosotros le damos clases privadas a Daniel-habló primero James
-¿y por qué no lo dejan ir a una escuela?- solo escuché la voz de Efrén, pero no pude verlo porque Sean seguía tapando mi vista
-es más fácil así, Dany es malo conviviendo con más gente-… dijo Tía Lucy sonriendo y llevando un trozo de pollo a su boca
-…con que es así…- respondió Efrén y todos volvimos a guardar silencio… yo estaba confundido ¿de qué estaban hablando?, ¿escuela?, ¿clases?... no entendía nada…
En el resto de la cena Tía Lucy, James y Efrén se la pasaron platicando sobre otros temas, en cambio, Sean se mantenía callado y comiendo lentamente, mientras que yo los escuchaba platicar y reírse pero prefería ver de reojo a Efrén… su nariz era recta y sus pestañas eran largas… por alguna extraña razón no podía dejar de verlo…
Era un tipo agradable, se la había pasado contándonos situaciones graciosas que le habían pasado a él pero también nos contaba algunas de sus abuelos y… esos abuelos me agradaron aunque no los conocía, sea lo que fuese abuelos…
-qué familia más extraña tienes, no puedo creer que tu abuelo le lanzara granadas activas a los pretendientes de tu abuela-todos reímos, a excepción de Sean
-viene de familia, cuando ponemos el ojo en algo o alguien, hacemos hasta lo imposible por tenerlo-Tía Lucy sonrió y seguimos comiendo tranquilamente.
Hasta que Sean se levantó de la mesa
-¿Qué haces Sean?, aún falta el postre- lo regañó Tía Lucy
-no, no queremos postre-… ¿no queremos postre?... –Daniel, nos vamos-… Sean salió del comedor y fue hacia la cocina con su plato y vaso vacíos en manos, lo miré un momento y luego hice lo mismo. Caminé atrás de él y llegamos a la cocina. ¿Qué es lo que había pasado? todo sucedió con gran rapidez.
Sean dejó sus trastes en el fregadero y empezó a lavarlos, dándome la espalda. Me quedé atrás de él observando cómo su plato se empezaba a llenar de espuma
-¿Sean?-abrió el grifo y el agua empezó a salir-¿Sean?- me puse a su lado y lo miré, su rostro esta igual que siempre… pero… lo sentí extraño… -¿Sean?-volví a preguntarle
-¿Qué?-… por fin me respondió… aunque de una forma que no me gustó
-humm… -empecé a jugar con mi plato-yo quiero quedarme para comer el postre-… miré a Sean quien aún no decía nada…-¿Sean?-
-he dicho que nos vamos-volteó a verme, me quitó el plato de las manos y empezó a lavarlo, esta vez lo talló con más fuerza de lo normal.
-yo quiero postre…- murmuré y me recargué a un lado del fregadero
-Daniel-me habló Sean y lo miré, él me estaba observando-nos vamos-… elevó un poco sus cejas y continuó lavando mi plato, nos quedamos en silencio un momento, no me armaba de valor como para preguntarle él porque ya teníamos que irnos…
-Sean, ¿me puedes explicar por qué ya se van?- en ese momento entró una molesta Tía Lucy, y se puso a mi lado tomándome de los hombros-estoy segura de que Dany quiere el postre, no puedes obligarlo a que se vaya contigo- pude sentir como apretaba con más fuerza mis hombros y miraba fijamente a Sean, quien ya la miraba con esa seriedad en él… -respón…-
-está bien Tía Lucy, yo… yo también quiero irme porque ya estoy cansado-Tía Lucy me miró
-¿estás seguro?, se podrían quedar esta noche pero aún no tengo lista la habitación para invitados… -
-no hay problema- le sonreí un poco y ella me acarició los cabellos
-de acuerdo, de acuerdo, solo porque tú lo dices- me besó en la mejilla-y tu Sean- ahora se giró a ver a Sean, quien ya había terminado de lavar los trastes y ahora solo estaba recargado en el fregadero, observándome-conduce con cuidado y cuida a Dany-… Tía Lucy besó en la mejilla a Sean-yo los despediré de James y Efrén, cuídense-… salió de la cocina y me quedé a solas con Sean
-dijiste que no lo verías como un chocolate- dijo Sean, lo miré de reojo…
-¿al vecino?, lo siento…- puse mi vista en el piso y empecé a mover mis pies lentamente.
Sean no dijo nada, solo me tomó de ambas manos y se puso frente a mí, no me dijo que lo mirara y simplemente, me besó en la frente…
-vámonos-me beso en la mejilla, asentí levemente y nos dirigimos tomados de la mano hacia la salida de la casa. A lo lejos pude escuchar la risa de Tía Lucy. Después la volvería a ver…
Salimos de la casa sin mencionar alguna palabra… la verdad es que ya me empezaba a llegar el sueño, me había movido mucho durante todo el día y quería acostarme tranquilamente en mi cama.
Subí al automóvil de Sean y él lo puso en marcha.
El camino de nuevo fue en silencio, mi mirada se mantenía en las luces de la ciudad, no tenía tantas ganas de preguntarle sobre algo a Sean, sabía que él estaba molesto… o algo así… me invadió el primer bostezo de la noche, me froté un poco los ojos y me estiré un poco más en el asiento, vi el reloj que estaba frente a mí, ahora podía ver que los números se marcaban de color rojo, el mismo rojo que se ponía en los semáforos, y la hora que aparecía era 9:18 de la noche…
Vi que pasábamos por la gasolinera en donde Sean me había comprado un sándwich… ahora todas sus luces estaban encendidas y me gustó mucho el cómo se veía… también había más automóviles tomando gasolina… de seguro iban a alguna parte… y en esa parte había personas que los esperaban… vi de reojo a Sean. Él se mantenía conduciendo y con la vista hacia la calle que se abría frente a nosotros… suspiré lentamente y me acomodé aún más en el asiento. Me puse a ver el techo del automóvil y empecé a sentirme cansado… cerré mis ojos un momento…
-niel… Daniel… despierta…- entreabrí mis cansados ojos y vi que el automóvil había dejado de moverse, me senté correctamente y volví a frotar mis ojos, bostecé
-¿ya llegamos?-… estiré mis brazos hacia arriba y vi a mi alrededor.
A mi lado estaba Sean apoyado en la ventana, y atrás de él había un lugar bien iluminado y que de él salía un poco de música…
-no, aún no, baja del auto- Sean abrió la puerta y bajé del automóvil…
-¿en dónde estamos?- me tomó de una mano y cerró la puerta del automóvil
-te debo un postre-… miré a Sean…
-¿un postre?-… volví a bostezar miré mejor el lugar que había a espaldas de Sean. Era una tienda que estaba iluminada con unos focos que daban luz blanca… y que brillaba mucho. También había gente en su interior que estaba riendo y comiendo algo… que parecía un cono…
-sí, un postre- me abrazó por la cintura e hizo que mi espalda quedara pegada a una ventana del automóvil, puse mis manos frente a mi pecho y las recargué en el abdomen de Sean mientras jalaba un poco su playera y lo veía fijamente –hice que le mintieras a Lucy solo para que no me soltara un sermón- acomodó mis cabellos atrás de mi oreja para luego acariciarla un poco
-no… no mentí… en verdad tengo sueño…-en mis puños apreté la playera de Sean, él sonrió un poco, se inclinó y besó mi cien
-cuando lleguemos a la fábrica…-ahora besó la punta de mi nariz…- quiero que me abraces…- besó mi mejilla…-y quiero que me beses… hasta que te quedes completamente dormido-… ahora me besó en los labios… presionó los suyos con los míos. Mis brazos pasaron a rodear su cintura y él me abrazó por los hombros. Hizo que me inclinara un poco hacia el lado izquierdo y besó mi barbilla-por ahora, comamos unas crepas, puedes elegir la que quieras- lo solté y me abrazó por la cintura, empezamos a caminar hacia el local
-¿Qué son crepas?-lo miré
-ya lo verás-…
Las palabras que Sean me había dicho no pude sacármelas de la cabeza. Era la primera vez que me hablaba de esa forma… la primera vez que pedía que le abrazara… lo haría con gusto… solo, estaba muy feliz.
Por primera vez probé las llamadas crepas, había pedido una de chocolate con helado de vainilla y Sean una de cajeta…
Las habíamos comido en medio de tanta gente pero solo le presté atención a Sean, viendo cómo comía la crepa, cómo la mordía y cómo la saboreaba… terminé suspirando a cada rato.
Al empezar de nuevo el regreso a la fábrica Sean y yo no platicamos para nada. Pero esta vez fue diferente. Me sentía mejor. Más contento.
Cuando llegamos a la fábrica, las luces estaban por completo apagadas y no se veía movimiento de nadie…
Fuimos directamente a mi habitación y no prendimos las luces, solo llegamos y ambos nos acostamos en la cama, ahí, Sean y yo nos besamos como, creo yo, nunca lo habíamos hecho antes. Nos habíamos besado lentamente, yo sobre él y con mi manos sobre las suyas pegándolas a la cama. Sean en un momento logró soltarse de mi agarre, se enderezó, me abrazó por la cintura y me hizo echara la cabeza hacia atrás, con una mano sujetó mi barbilla y me besó, muy, muy lentamente… nos miramos entre la oscuridad y una sensación extraña llegó a mi estómago, era como si quisiera quitármelo por tanta felicidad que sentía, mis órganos se removían y mi corazón latía lentamente…
-…Daniel…- susurró cerca de mi oído-… eres lo mejor… que me ha pasado…-su aliento me dio cosquillas, sentía mi rostro caliente pero agradecía que las luces estuvieran apagadas, así evitaba que Sean me viera en esa forma…
-tu… tú también pa… para mi… Sean… - besé sus labios y terminé dormido sobre Sean…