4. Primer confidente.
(Kiel)
Hacía dos semanas que me había acercado a Tristán, y en esas dos semanas me había unido mucho a él, desgraciadamente no en el sentido que a mí me hubiera gustado.
Pasábamos mucho tiempo juntos, en el conservatorio siempre comíamos juntos, por la tarde íbamos juntos a algún sitio, a veces nos uníamos con el resto y otras veces estábamos solos, los fines de semanas quedábamos antes de ir a trabajar, y ahora desde hacía tres días encima trabajábamos juntos.
Tal y como él me había prometido, habló con Roberto para darme trabajo en el Open Mind y por suerte Roberto estuvo de acuerdo. Según me confesó el jefe el día que comencé a trabajar, llevaba tiempo pensando en coger a alguien más pero le daba miedo meter a algún chico que rompiera el buen rollo que había entre todos, así que estaba encantado de que yo quisiera trabajar allí, pues me había hecho amigo de todos y todos estaban de acuerdo en que yo trabajara con ellos.
En estas dos semanas me había hecho muy amigo de todos, además de Tristán, me llevaba muy bien con Alex, Toni y Zen, y también con Roberto aunque a él le tenía un poco de respeto por ser mi jefe. Había descubierto que me sentía muy a gusto hablando con Toni que, aunque era un chico que por fuera parecía algo rebelde e impulsivo, por dentro era un cachito de pan, y tenía un corazón enorme, así que encontré en él una especie de confidente. Si no fuera porque estaba coladito por Tristán y Toni coladito por Alex, sin duda habría ido a por él, porque además estaba tremendo. Bueno siempre me habían gustado los chicos de pelo oscuro y ojos claros así que era totalmente mi tipo, pero no podía ser, así que me conformaba con ser su amigo, un buen amigo eso sí.
Al estar lejos de mi casa y de mis amigos de siempre me había sentido solo, yo siempre había necesitado tener gente a mi alrededor, gente con quien poder hablar, y aunque seguía hablando con mis amigos de siempre por Skype o por Whatsapp no era lo mismo, los echaba mucho de menos. Ahora por lo menos, podía asegurar que había hecho nuevos amigos aquí, y ya no me sentía tan solo.
- ¡Kiel nos seleccionaron! – Tristán se abalanzó sobre mí eufórico, abrazándome con mucha fuerza, luego al separarse de mi me dio un piquito – Actuaremos en la próxima exhibición es increíble – Estaba muy emocionado.
Habían sido las pruebas de preselección y habían seleccionado a Tristán y su grupo, yo estaba muy contento por él a pesar de que yo me había quedado fuera. A mí me habían eliminado hacía un rato, y me había quedado para esperar a Tristán y saber si él había tenido más suerte.
Era la primera vez que lo intentaba, y me había presentado con mi guitarra y mi voz pero les pareció poca cosa, me sentí un poco defraudado pero entendí que era mi primer año y que me quedaba mucho por aprender, el nivel era muy alto y era muy difícil que te seleccionaran. Sólo elegían quince actuaciones y participaban todos los estudiantes en igualdad de condiciones, sin tener en cuenta que fueran de primer o de último año, así que Tristán tenía mucho merito de haber sido seleccionado, y encima esta sería su tercera vez. Aún no había podido disfrutar de verle bailar, pero estaba convencido de que debía de ser buenísimo.
- Me alegro un montón Tristán ¿La actuación es mañana? – Normalmente las exhibiciones eran el sábado por la tarde en el auditorio del conservatorio, pero a veces por algún que otro motivo se pasaban al domingo.
- Si, es mañana, espero que vengas rubiales o no te lo perdono – Me sonrió. Ahora le había dado por llamarme rubiales, tenía la tonta manía de apodar a todo el mundo con algún calificativo, Alex era amorcito, Toni era el novio lapa, bueno en realidad a Toni lo llamaba “cariñosamente” de muchas maneras, Zen era Zencito y a mí me había tocado rubiales. Aunque en realidad nos cambiaba los calificativos continuamente, también nos llamaba bomboncito, cariño, guapito de cara, cari cuando estaba más cariñoso de lo normal, cora de corazón, etc.
- Pues supongo que ahí estaré – En realidad me moría de ganas de verle bailar, no me lo perdería por nada del mundo.
- Perfecto, voy a llamar a los chicos para que sepan que tienen que venir, no aceptaré un no por respuesta – Me sonrió y se alejó un poco para llamar por teléfono.
Se le veía muy contento y yo estaba contento por él, sabía que si había algo que a Tristán le importaba en esta vida, quizás lo único que él se tomaba en serio, era el baile.
Esa misma tarde quedamos con los chicos antes de ir a trabajar y fuimos directamente desde el conservatorio al lugar del encuentro.
- Amorcito soy el mejor, me han seleccionado – Presumió con Alex nada más llegar a la cafetería donde habíamos quedado. Alex y Toni ya estaban sentados en una mesa y solo faltaba por llegar Zen.
- Baja esos humos Tristán, seguramente solo has tenido suerte. O a lo mejor te has ligado a uno de los profesores para que te eligieran – Bromeó Toni al que le encantaba picar a Tristán.
- Tú cállate novio lapa, no me ha hecho falta ligarme a ninguno de los profesores para que me eligieran, aunque no me hubiera importado – Se rió Tristán devolviéndole la broma.
- Así que es mañana la exhibición ¿No? – Preguntó Alex como si nada ya acostumbrado a los piques de Tristán con su novio.
- A las seis en el auditorio del conservatorio, tenéis que estar allí sin falta – Aseguró Tristán.
- Si queréis podemos ir juntos – Propuse – A mí no me han seleccionado así que no tengo que actuar – Comenté entristecido.
- Qué pena Kiel, yo tenía ganas de oírte cantar – Me reconfortó Toni.
- No le des importancia rubiales, cantas muy bien seguro que algún día te seleccionan – Me animó Tristán.
- Eso espero porque la verdad es que tengo ganas de cantar en una exhibición, y si me llevo el premio mejor que mejor – Me reí.
- Chicos, siento llegar tarde me entretuve – Apareció por fin Zen y se sentó con nosotros en la mesa.
- No te preocupes Zencito, pero mañana no puedes llegar tarde para verme en la exhibición – Volvió a repetir Tristán – Si alguno me falla lo castro – Bromeó.
- No te preocupes que ahí estaremos, iremos juntos – Aseguró Alex.
- No sé, quizás yo prefiera ir a depilarme antes que a verte bailar – Comentó como quien no quiere la cosa Toni.
- Tú no te depilas, no te hace falta niñato imberbe – Gruñó Tristán –Así que quiero verte en el auditorio para disfrutar de mi momento de gloria – Presumió – Y ni se te ocurra entretener a Alex con tus cosas pervertidas para que no pueda venir. Vosotros dos – Nos señaló a Zen y a mí – Aseguraros de que estos dos depravados sexuales estén en la sala apoyándome como es debido. Ingratos amigos – Protestó molesto.
- Está bien, no te enfades que ahí estaremos – Comentó Alex al tiempo que todos habíamos comenzado a reírnos por la actitud de Tristán.
Después de una agradable tarde con los chicos fuimos a trabajar, y como todas las noches tuve que presenciar como Tristán coqueteaba con cualquiera que llevara pantalones. No podía reprocharle nada, pues solo éramos amigos y él no tenía ni idea de mis sentimientos hacia él, pero de igual forma me dolía.
Alguna vez, y viendo como coqueteaba con cualquiera, me preguntaba porque no había intentado nada conmigo la primera vez que nos vimos, y entonces me hundía en la miseria al darme cuenta de que, probablemente, él no sintiera ninguna atracción física por mí. Posiblemente era uno de esos a los que él denominaba “descartados”, y si no había ni un mínimo de interés físico poco podía hacer por desgracia para conseguir mi objetivo.
- Kiel, estas muy pensativo hoy ¿Qué te pasa? – Estaba en la barra sirviendo copas y se me acercó Toni para hablar conmigo. Alex y Tristán habían ido a servir a VIPS en la zona de arriba y Zen estaba al otro extremo de la barra.
- Nada, solo estaba pensando en tonterías – En tonterías que me traían de cabeza sí, pero al fin y al cabo eran tonterías nada más.
- Pues alegra esa cara que es fin de semana – Me animo Toni – Por cierto, Alex y yo hemos pensado que como vamos a ir juntos a lo de la exhibición de Tristán, y él seguramente estará muy liado, si quieres puedes pasarte antes por nuestra casa y nos vamos juntos. Allí también hemos quedado con Zen.
- Pues es una buena idea, aunque no sé dónde vivís – Aún no había ido ningún día a su casa, siempre nos encontrábamos fuera – ¿Y a qué hora paso por allí?
- Luego te apuntaré en un papel la dirección – Comentó Toni – Y la exhibición es a la seis, pero pásate después de comer y así charlaremos un rato antes de irnos – Me sonrió.
- Perfecto Toni, gracias por pensar en mí – Le devolví la sonrisa.
La noche siguió como era habitual y, también como era habitual, al acabar nuestra jornada laboral Tristán se despidió de todos con un piquito y se fue con un desconocido con el que había ligado, mientras que el resto se iba cada uno a su casa.
Al día siguiente era el día de la exhibición, me había estado mensajeando con Tristán y el parecía muy tranquilo y seguro de sí mismo, me había confesado que después de ver los ensayos generales de la mañana, estaba bastante convencido de que si todo salía bien iban a ganar.
Comí algo rápido en la residencia y cuando creí que era una buena hora, ni demasiado tarde ni demasiado pronto, me dirigí hacia la casa de los chicos cuya dirección tenía apuntada en un papel.
Subí al último piso del edificio y cuando localicé la puerta correspondiente llamé esperando a que me abrieran.
- Hola Kiel, bienvenido – Toni fue quien me abrió.
- Hola Toni, espero no llegar demasiado pronto – Saludé.
- No que va, de hecho ya estaba comentando con Alex que estarías a punto de llegar – Me sonrió – Pasa, siéntate en el sofá ¿Te apetece algo?
- Un refresco estaría bien, traigo sed ¿Alex no está? – Miré alrededor del piso, era un estudio bastante amplio, en una de las esquinas del salón había como una especie de zona de baile supuse que era para que Tristán ensayará, se veían varias puertas que supuse que serían las habitaciones y la cocina.
- Está en la habitación arreglándose, se tenía que duchar – Comentó – Vaya que desconsiderado no te he enseñado el piso.
- No te preocupes, no importa – Le quite importancia.
- Ven te enseño la cocina – Me levanté para que Toni me hiciera una visita guiada – Esta es la cocina, entramos en una de las puerta que había visto y efectivamente había una amplia cocina perfectamente equipada – Luego por aquí está la habitación de Tristán – Fuimos hacia una de las puertas que estaba al lado de la cocina – Como verás es bastante desordenado, creo que no ordena por no perder tiempo innecesario – Hizo una ligera mueca – Luego esa es nuestra habitación, no te la enseño porque engancharías a Alex medio desnudo – Se rió – Cada habitación tiene su cuarto de aseo y luego está este que es el de invitados – Me enseñó lo que escondía la última puerta – Como verás no hay mucho más que ver, todas las habitaciones dan al salón.
- Me parece muy bonito – Era bastante amplió y hasta tenía lugar para que Tristán ensayara – Y me encantan las fotos que tenéis colgadas – Me fijé atentamente y en alguna de ellas salían ellos y también Tristán.
- Son mías – Afirmó ruborizándose.
- ¿De verdad? – Pregunté completamente sorprendido, las fotos se veían preciosas, parecían hechas por un profesional.
- Sí, me gusta mucho la fotografía y estoy haciendo varios cursos sobre ello – Comentó – Incluso es posible que me permitan hacer una exposición en un galería pero aún no es seguro, están entré un par de fotógrafos más y yo.
- Eso es estupendo – Que un chico, con dieciocho años, estuviera a punto de conseguir una exposición en una galería era increíble.
- Sí, la verdad es que me gustaría dedicarle más tiempo pero con los estudios y el trabajo no puedo hacer más – Explicó – Aunque la verdad es que también me gustan mis estudios, así que no me quejo.
- Me dijiste que estudias Bellas Artes ¿No? – Me había comentado algo de pasada en una conversación anterior.
- Sí, y además hago algunos cursos de diseño grafico y fotografía – Era increíble que hiciera tantas cosas.
- Es increíble que tengas tiempo para todo – Comenté sorprendido.
- Bueno, podría hacer muchas más cosas, pero también quiero tener tiempo para poder estar con mi chico – Dijo con una sonrisa de orgullo – Hay que saber dosificarse.
- ¿Lleváis mucho tiempo juntos no? – Tristán me había comentado que llevaban toda la vida juntos.
- Cuatro años – Sonrió – ¿Te ha contado Tristán lo nuestro?
- No mucho – Solo sabía que llevaban mucho tiempo juntos y que los llamaban los inseparables.
- Verás cuando teníamos catorce años…
Y mientras esperábamos a Alex, Toni me estuvo contando toda su historia haciendo que los admirara todavía más. No solo habían conseguido sobrevivir en una isla durante dos años y descubrir allí el amor que se procesaban, sino que además habían conseguido superar los problemas que se encontraron al volver a la civilización. Habían conseguido mantener e incluso hacer crecer ese amor, a pesar de todos los problemas con los que se encontraron. Mientras Toni me contaba su historia, podía perfectamente darme cuenta de lo enamorado que estaba de Alex, su sonrisa, su rostro por momentos sonrojado, su admiración por su chico, todo eso mostraba un amor de proporciones inmensas ¿Sería yo capaz de sentir y vivir un amor así?
- Kiel siento haberte hecho esperar, tenía que ducharme – Apareció Alex, saliendo de su dormitorio ya perfectamente arreglado. Se acercó hacia nosotros y antes de sentarse al sofá junto a su chico lo saludó con un beso.
- No te preocupes Alex, Toni es un buen anfitrión – Sonreí.
- Eso no lo dudo – Me devolvió la sonrisa – ¿Qué te ha parecido nuestro pisito?
- Es estupendo – Comenté – Y lo que más me ha sorprendido son las estupendas fotos de Toni, no sabía que fuera tan buen fotógrafo.
- Mi chico es un genio y tiene mucho talento – Alex agarró a Toni por la cintura y le dio un beso en la mejilla.
Estuvimos un ratito hablando, conociéndonos un poco mejor, me lo pasaba muy bien con ellos y disfrutaba mucho de su compañía, en todo momento me trataron como a un amigo más a pesar del poco tiempo que llevábamos conociéndonos. Pronto y sin casi darnos cuenta llegó la hora de irnos si no queríamos llegar tarde, Alex llamó a Zen pues este no había llegado aún, y quedaron en que nos encontraríamos a las puertas del conservatorio.
Una vez en el conservatorio nos encontramos con Zen y le mandamos un mensaje a Tristán para que supiera que habíamos llegado, él salió de donde estaban todos reunidos antes de la actuación para hablar un poco con nosotros.
Se le veía muy tranquilo y seguro, no parecía afectarle el hecho de tener que actuar ante un montón de personas y ser juzgado por los profesores.
- Bueno chicos, voy para adentro ya mismo empieza la exhibición – Ya eran casi las seis y el show debía comenzar.
- ¿En qué posición actuáis? – Le pregunté con curiosidad.
- Somos los séptimos, el número mágico – Sonrió.
- Mucha suerte Tristán – Le animó Alex.
- Rómpete una pierna – Todos miramos a Toni – ¿Qué?, ¿No es eso lo que se dice?
- No a un bailarín desgraciado – Protestó Tristán consiguiendo las risas de todos.
Entre risas y burlas se despidió y nosotros fuimos a sentarnos a nuestro sitio para disfrutar del espectáculo.
Observando una tras otra las actuaciones fui consciente del alto nivel que había, y entendí porque no había sido seleccionado, no me lo merecía. Debía trabajar mucho más duro y currármelo mucho más si quería algún día actuar en una exhibición, y no tener que verla entre el público.
- Ahora le toca a Tristán – Comentó Alex.
- Seguro que lo hace genial, es muy bueno – Aseguró Toni. Cuando estaba Tristán delante siempre se metía con él, pero cuando no estaba se notaba el gran cariño que le tenía.
Yo no dije nada, pues estaba demasiado expectante. El presentador del acto que era uno de los profesores del conservatorio anunció al grupo y las luces se apagaron, al rato comenzó a sonar la música y apareció Tristán de manera espectacular.
Había cinco chicos, todos vestidos simplemente con unos pantalones muy ajustados de color negro. Había una enorme estructura metálica en el centro del escenario, y los chicos, estaban en ella en diferentes posiciones acompañando con sus movimientos los primeros acordes de la canción.
La canción era “Black & Gold” de Sam Sparrow y pronto comenzaron a bailar una coreografía muy sexy. Yo me había quedado con la boca completamente abierta por la sorpresa, no me había esperado para nada algo así, pensé que iban a bailar una pieza de contemporáneo y la coreografía que bailaban tenía un poco de todo, pero ante todo predominaba la sensualidad.
Tristán estaba impresionantemente guapo, su torso completamente desnudo permitía ver a la perfección como se tensaban todos y cada uno de sus músculos a la hora de hacer algún movimiento más complicado, y sus tatuajes lucían de maravilla en ese cuerpo. …l era el protagonista absoluto y los demás le rodeaban, en un momento dado incluso se sentó sobre dos de sus compañeros avanzando sobre ellos con total seguridad. Eran movimiento muy sexys pero estilizados y muy técnicos, para hacer alguno de ellos se debía presumir de mucha flexibilidad.
Pero lo que más llamaba la atención sin ninguna duda, era la seguridad que desplegaba Tristán en el escenario y como se comía, casi literalmente, al público que no dejaba de admirar su trabajo. Yo solo tenía ojos para él, ni tan siquiera me fije en sus compañeros, sólo lo veía a él, absolutamente poderoso y majestuoso. La actuación acabó y la gente se levantó a aplaudir como loca, en una sola palabra Tristán había estado soberbio.
Ahora entendía a la perfección su seguridad y su tranquilidad, él sabía que llevaban un buen trabajo y que no tenían rivales en esa exhibición, hasta ahora eran los mejores de los que ya habían actuado.
- ¡Ha estado genial! – Comenzó a exclamar Zen.
- ¡Increíble! – Se expresó Alex.
- Hoy se ha salido – Admitió Toni.
- ¡Soberbio! – Exclamé yo completamente emocionado.
Si bien no era la actuación que me esperaba había estado increíble y eso era lo importante, aunque a mí, se me había quedado la espinita de verle bailar un contemporáneo puro, con la sensibilidad y emoción que eso requiere. La verdad era que no me podía imaginar a Tristán mostrando esa clase de sentimientos, por eso quizás lo que había visto, a pesar de haberme sorprendido, era lo que podía esperar de él pues le iba como anillo al dedo y se sentía muy cómodo en ese papel.
Siguieron las actuaciones y seguía pensando que la del grupo de Tristán era la mejor, pero faltaba saber el veredicto del jurado. Todos nos miramos con nerviosismo e impaciencia hasta que el portavoz del jurado nombró al ganador, y ese era nada más y nada menos que el grupo de Tristán.
Todos nos levantamos a aplaudir emocionados, Tristán estaba pletórico recogiendo el premio y se le veía totalmente satisfecho. En un momento dado pude notar como Toni me miraba con curiosidad, no quise darle importancia aunque me pregunté porque me miraba así.
Una vez acabado el acto, salimos del auditorio para esperar a Tristán a la salida y poder darle la enhorabuena. …l no tardo ni cinco minutos en estar allí con nosotros y lanzarse a abrazarnos de manera desesperada.
- ¡Chicos, chicos! Os dije que ganaríamos, ha sido estupendo – Estaba muy contento, se le notaba totalmente satisfecho y a mí se me caía la baba.
- Enhorabuena Tristán, has estado estupendo – Todos asentimos el comentario de Alex.
- Fuisteis los mejores – Aseguró Toni.
- Y tú has estado soberbio – Comenté sin poder evitarlo.
- Sabía que eras el mejor – Comento por último Zen.
- Muchas gracias chicos, dejadme que entre a cambiarme y en un ratito salgo y vamos a celebrarlo antes de tener que ir al curro – Propuso.
- Dale, te esperamos – Y tras las palabras de Alex, Tristán salió disparado de nuevo hacia el interior del auditorio para cambiarse y recoger sus cosas.
Nosotros nos habíamos quedado en la puerta a la espera de que volviera, en un momento dado Toni y yo nos quedamos a solas pues Alex había ido al servicio y Zen se había alejado para llamar por teléfono a su chico misterioso. Todos sabíamos que se estaba viendo con alguien pero no quería decirnos con quien, Tristán incluso había propuesto organizar turnos para espiarlo y descubrir al misterioso chico, propuesta que evidentemente fue desechada por los sensatos del grupo, o sea, todos menos él.
- ¿Desde cuándo estas enamorado de Tristán? – Toni interrumpió de golpe mis pensamientos con semejante pregunta.
- ¿Qué? – Me había quedado sin habla y me hice el tonto.
- Vamos Kiel, se te nota muchísimo, aún no se como los demás no se han dado cuenta – Comentó como si nada.
- Yo… por favor no se lo digas a nadie – No tenía sentido ocultarle algo que era tan evidente para él.
- Tranquilo, puedes confiar en mí – Aseguró – Hace días que lo sospechaba pero hasta hoy no lo he tenido claro, pero se te nota tanto en la mirada.
- Creerás que soy un estúpido ¿Verdad? – Pregunté sin esperar respuesta – Tristán es la peor elección para enamorarse, es imposible que él se fije en mí de la misma manera.
- Tristán es un buen chico aunque no lo parezca, y por dios que él no se entere que te he dicho esto – Resopló – No te será fácil, porque por alguna razón él huye de compromisos, seguramente incluso habrá veces en que querrás matarlo y lo odiaras, pero si no te rindes y luchas por él, estoy convencido de que será un buen novio y seréis felices juntos.
- No sé Toni, creo que ni siquiera le gusto físicamente lo tengo muy difícil – Suspiré.
- Estás tremendo – Me alagó – Y si Tristán tiene ojos en la cara, que los tiene, puedo asegurarte que físicamente le pones un montón.
- Pero él va tras cualquier chico, y conmigo ni tan siquiera lo intentó cuando nos conocimos – Rebatí – Eso es que no le gusto.
- Eso es que le caes bien – Me rebatió él a mí – Si no le cayeras bien se habría acostado contigo a la primera y no lo hubieras vuelto a ver. Hazme caso, sé de lo que te hablo. En este tiempo he llegado a conocerle bastante bien.
No pudimos seguir hablando porque pronto apareció Tristán, al rato volvió Alex y Zen dejó de hablar por teléfono. Ya estábamos todos era hora de celebrar el triunfo.
Todos estaban muy contentos excepto yo, que no podía quitarme una cosa de la cabeza. Si Toni se había dado cuenta de mis sentimientos ¿Cuánto tiempo tardaría Tristán en darse cuenta? Y la pregunta que más me preocupaba ¿Qué haría cuando se diera cuenta?, ¿Se distanciaría de mí?
Eran muchas preguntas para las cuales no tenía respuesta, y lo peor de todo era que no podía hacer nada más que esperar. Porqué, aunque en varias ocasiones se me pasó por la cabeza hacer algo, intentar conquistarle de alguna manera, rápidamente descartaba esas ideas. Tristán no es de los que se dejan conquistar, pero… ¿Y si encontraba la forma de que fuera él, el que intentará conquistarme?
Pero como iba a conseguirlo, él tenía a un montón de chicos guapos a su alrededor dispuestos a todo por él.
Así que lo mejor era dejar pasar el tiempo y esperar, esperar a ver si en algún momento encontraba la oportunidad perfecta para acercarme a él de una manera distinta a la amistad, el problema vendría si el descubría mis sentimientos antes de que ese momento llegara.
Aunque, bien pensado, a mí nunca me ha gustado demasiado esperar, de hecho no soporto tener que esperar, podría intentar jugar con la tentación… sí, eso haría probaría de tentarle un poco, así como disimuladamente, para ver dónde estaba su límite.
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