Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Open Mind por yaonita

[Reviews - 439]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^^

Volvemos una semana más, y veremos cómo reaccionaran nuestros chicos después de lo que paso en el capítulo anterior.

Espero que os guste ^^

Un beso

Yaonita

6. Descontrol.

(Kiel)

Hacía algunos días que no había visto ni hablado con Tristán. Había faltado varios días al trabajo y en clases no aparecía a la hora de comer, estuve tentado en varias ocasiones de ir al departamento de danza para ver si me lo cruzaba por allí, pero me resistí pensando que si él no quería que nos viéramos era mejor respetar eso.

Tampoco había contestado a mis llamadas o mensajes y ya empezaba a estar preocupado.

Hablé con Alex, que era quizás con quien más confianza tenía Tristán, y le pregunté si sabía que le pasaba y porque estaba enfadado conmigo, él me comentó que no me preocupara que Tristán reaccionaba muchas veces así, que ya se le pasaría. Pero yo no podía evitar preocuparme y preguntarme si era por mi culpa, si todo esto era por mi tontería de intentar atraerle físicamente.

Habían pasado nuestros días libres en el trabajo y hoy comenzaba una semana nueva, estaba seguro de que Tristán sí que vendría a trabajar hoy, no podía faltar tantos días o acabaría perdiendo el trabajo.

- ¿Aún no ha hablado contigo? – Me preguntó Toni pillándome por sorpresa. Estábamos en la pequeña habitación que hacíamos servir de vestuario cambiándonos para empezar a trabajar, de momento habíamos llegado todos menos Tristán.

- Aún no sé nada, me está evitando – Dije completamente entristecido – ¿Hoy vendrá?

- Alex dice que sí, pero no estoy seguro – Comentó – Ha tenido unos días duros – Le miré con un interrogante pintado en mi cara – No soy quién para contártelo Kiel, por más que me gustara.

- Lo entiendo – Al fin y al cabo ellos eran sus amigos, no podían traicionar su confianza.

Cuando llegó la hora de abrir, Tristán aún no había llegado y comencé a pensar que hoy tampoco vendría. Pero a los pocos minutos, apareció por la puerta sonriente como si nada hubiera pasado.

- Siento haber llegado tarde chicos, voy a cambiarme y enseguida vuelvo – Nos saludó a todos en general.

Pasaron las horas y Tristán se comportaba como si nada, más raro aún parecía más feliz que nunca, pero había una cosa que me sorprendía y extrañaba, estaba bebiendo más de la cuenta.

Si algo sabía era que Tristán no solía beber y menos durante las horas de trabajo, no era que lo tuviéramos prohibido, Roberto siempre nos permitía tomarnos una o dos copas, pero Tristán no solía hacerlo. Hoy en cambio, llevábamos un par de horas y ya llevaba como mínimo tres copas de combinados diferentes.

- ¿Qué le pasa a Tristán? – Le pregunté a Alex completamente extrañado. Ahora no había mucha gente en la barra y podíamos tomarnos un respiro, entre semana siempre había menos gente aún así Roberto quería que estuviéramos los cinco.

- Te has dado cuenta ¿Verdad? – Me miró algo triste.

- Como para no darse cuenta, lleva toda la noche muy raro, y él no suele beber durante el trabajo – Aseguré.

- Verás, ha tenido unos días duros y creo que ha visto a sus padres – Confesó.

- ¿No se lleva bien con ellos? – La verdad era que no sabía mucho de la familia de Tristán, a él no le gustaba hablar de ellos.

- Ellos no entienden su homosexualidad y siempre lo repudian por ello. En cierta manera me recuerda a mí historia, aunque por suerte yo ya lo tengo superado – Confesó.

- Es increíble que aún haya gente que no acepte la homosexualidad – Suspiré.

- Siempre habrá retrógrados que piensen que es una enfermedad – Puso cara de asco, imagine que era lo que pensaban sus padres pero no quise indagar más – ¿Tus padres saben que eres gay?

- Sí que lo saben, y lo aceptan sin problemas, siempre me han apoyado en todo – Dije muy orgulloso de mi familia.

- Eres afortunado, la familia de Toni son estupendos y también nos aceptan, pero no siempre es así, tanto Tristán como Zen y yo mismo hemos tenido problemas – Reconoció con algo de tristeza.

- La verdad es que si que soy afortunado – Reconocí – Y en vuestro caso, lo importante es que seáis vosotros mismos a pesar de lo que vuestra familia pueda pensar.

- Te puedo asegurar que a mí hace tiempo que dejo de preocuparme lo que pensara mi familia, por suerte tengo a Toni a mi lado y eso es lo importante – Sonrió – Quizás Tristán necesita eso, alguien que le apoye pase lo que pase – Y me miró fijamente – Si de verdad te gusta no le tengas en cuenta muchas cosas, es un chico estupendo, pero tiene sus demonios interiores y se esconde con esa pose de “vive la vida”.

- ¿Tú también lo sabes? – Parecía que Alex también sabía que me gustaba Tristán.

- Entre Toni y yo no hay secretos – Sonrió – Además, hacía tiempo que lo sospechábamos, se te nota bastante.

- ¿Tristán te ha dicho algo? – Quizás Tristán le había hablado de mí o algo.

- Tristán es muy cerrado con sus cosas, no le gusta mucho hablar de sentimientos – Volvió a mirarme fijamente – Creo que le gustas, pero dale tiempo.

Iba a contestarle algo pero no pudimos, Tristán apareció ante nosotros completamente alegre, por no decir que estaba completamente borracho.

- Caris ¿Qué hacéis ahí cotilleando? – Se colgó de nuestros hombros a nuestras espaldas – Hoy esto está muy muerto, me aburro – Puso morritos.

- Estamos entre semana, es normal – Se rió Alex.

- Qué sepas amorcito que tú novio me ha hecho bajar de la barra, yo intentaba animar un poco esto – Protestó Tristán.

- Estás borracho, es un peligro que te subas a la barra – Argumentó Alex.

- Claro, tú siempre defendiendo a ese parasito que tienes por novio – Volvió a poner morritos provocando nuestras risas.

- No te rías de mí rubiales – Protestó – Por cierto ¿Qué tal con el chico de la otra noche? – No me podía creer que actuara como si nada hubiera pasado.

- Al final no estaba de humor y me olvidé de él – Aseguré con un deje de molestia, no podía entender el comportamiento de Tristán.

- Joder cari, pues habérmelo dicho y me lo quedo yo – Volvió a hacer morritos – Me lo quitaste para nada. Bueno os dejo que por arriba hay unos chicos muy guapos y divertidos que seguro que quieren pedir algo para beber ¡Chao caris! – Y dicho esto se fue, igual de alegre que había venido.

- Creo que hoy se está pasando con la bebida más de lo normal – Comentó Alex – Normalmente le afecta un poco pero lo de hoy ya es exagerado.

- Chicos ¿Habéis visto como está Tristán? – Llegó Toni a donde estábamos – Lo tuve que bajar de la barra por miedo a que se cayera.

- Lo hemos visto – Confirmó Alex – Ahora mismo le comentaba a Kiel que no era normal su actitud.

- La charla con sus padres debe de haber sido dura – Especuló Toni.

- Seguro – Confirmó Alex.

- Si Roberto lo ve así puede tener problemas – Comenté, lo último que quería era que perdiera el trabajo.

- No te preocupes por eso, Roberto lo quiere demasiado y sabe de sus malos días – Intervino Zen que apareció de la nada.

- ¿Tú dónde estabas? – Preguntó extrañado Alex, hacía rato que no lo veíamos.

- Pues… como hoy no hay mucha gente he estado ordenando cosas en el almacén – Se disculpó.

- Yo vengo del almacén y allí no estabas pillín – Se rió Toni – No estará ese chico misterioso con el que andas por aquí ¿No?

- Ehhh… no, no, solo salí a tomar un poco el aire – Se sonrojó.

- Zen, a ver cuando nos presentas a ese chico que no nos lo vamos a comer – Intervino Alex – Y antes de mentir asegúrate de qué tú “amante”, o lo que sea, no te deje un chupetón en el cuello – Zen inmediatamente se llevó la mano al cuello.

- ¡Caíste! – Exclamó Toni – Es el truco más viejo que existe, a nosotros también nos lo hicieron – Se rieron Alex y Toni.

- ¡Vale ya! Dejemos de hablar de mi supuesto “amante”. Hay que hacer algo con Tristán, no podemos dejar que siga bebiendo – Propuso Zen.

- Está bien, que tal si lo controlamos un poquito entre todos ¿Os parece bien? – Preguntó Alex.

- De acuerdo, no debemos perderlo de vista, hagamos turnos – Planificamos los turnos para vigilar a Tristán y que no hiciera tonterías, tarea que concebía bastante difícil visto su estado.

El primer turno fue de Alex, así que el resto seguimos sirviendo en la barra esperando nuestro turno. Yo me había quedado con las ganas de hablar seriamente con Tristán y saber que era lo que había pasado, y porque me había estado evitando los últimos días. Pero evidentemente, dado el estado en el que se encontraba, iba a ser completamente inútil hablar con él ahora.

La noche fue avanzando hasta que llego mi turno de controlar a Tristán, cuando eso paso él ya estaba bastante más “animado” que antes. Fui a buscarle a la zona VIP, donde me dijo Zen que se encontraba ahora, cuando llegué lo encontré en uno de los sofás coqueteando con unos clientes, pero lo que más me sorprendió fue ver lo que vi sobre la mesa.

En la pequeña mesa que había delante de los sofás, habían un montón de rayas de cocaína dispersas, y varios de los chicos que rodeaban y agasajaban a Tristán esnifaban sin ningún disimulo, antes de que yo pudiera reaccionar Tristán hizo lo mismo ¿Desde cuándo se drogaba?

Debía hacer algo si no quería que Tristán se metiera en líos, si Roberto lo pillaba lo echaría a patadas, por mucho que lo quisiera no le perdonaría algo así. Siempre nos había dicho que en su pub no quería nada de drogas y que si veíamos a alguien drogándose, fuera quien fuera, lo echáramos de inmediato.

Decidí ir a pedir ayuda, aquellos individuos me superaban en número y podían ponerse violentos. Bajé corriendo al piso de abajo y me dirigí a la barra, intentando evitar que Roberto, que estaba inspeccionando la pista, se diera cuenta de mi nerviosismo.

- ¡Chicos, chicos! Necesito ayuda – Exclamé nada más llegar a la barra.

- ¿Qué pasa Kiel? Me estas asustando – Se acercó Toni rápidamente.

- Hay un grupo de chicos arriba drogándose, tenemos que echarlos fuera – Alex y Zen también se habían acercado.

- Habría que avisar a Roberto – Mencionó Zen.

- No podemos – Sentencié.

- ¿Por qué? – Preguntó extrañado.

- Porque Tristán está con ellos y si lo ve Roberto lo echa – Les confesé.

- ¿Me estás diciendo que Tristán esta con unos drogatas? – Preguntó completamente furioso Alex.

- No solo eso, le he visto consumir – Agaché la cabeza apenado.

- ¡Mierda Kiel!, ¿Y porque no lo has evitado? – Exclamó molesto de nuevo Alex – ¿Cuántos son?

- Lo siento, no llegué a tiempo, lo vi todo de lejos – Me disculpé – Son cuatro, más Tristán.

- Está bien, vamos tú y yo a sacar a esos drogatas del pub y luego te llevas a Tristán a casa para que no haga más tonterías, Toni y Zen quedaros en la barra – Lo planificó todo Alex sin darnos oportunidad de hablar al resto.

- No pienso dejar que vayas solo – Protestó Toni – Son muchos, iré yo también, que se quedé Zen en la barra.

- Yo no voy a discutir, me parece perfecto quedarme en la barra – Comentó Zen levantando las manos. Era lógico que él se quedara ya que era el de complexión más débil.

- Está bien, vamos los demás – Aceptó Alex mirando mal a Toni, no le sentó nada bien que él también quisiera ir.

Fuimos hacía el piso de arriba donde seguía aquél grupo sin esconderse de nada, al ser un día entre semana no había tanta gente, aún así intentamos ser discretos para que no se liara mucho alboroto.

Al llegar al sofá donde estaban, Tristán nos vio enseguida, estaba completamente drogado.

- Chicos ¿Habéis venido a uniros a la fiesta? – Preguntó con algo de dificultad al hablar – Habéis visto que amigos tan guapos que tengo – Comentó entre risas al resto del grupo.

- En realidad hemos venido a pedirles amablemente a tus amigos que salgan del pub, aquí no se permiten drogas y tú deberías saberlo – Comentó completamente serio Alex.

- No seáis aguafiestas – Protestó uno de los acompañantes de Tristán en el sofá sin dejar de meterle mano.

- Lo sentimos pero aquí no están permitidas las drogas, y si no queréis que llamemos a la policía, será mejor que nos acompañéis fuera donde podréis continuar con la fiesta si queréis – Se impuso Alex, Toni y yo éramos meros observadores solo estábamos para hacer bulto.

- Está bien, está bien – Se levantó otro de los chicos – Vámonos de aquí, son unos aburridos.

Los cuatro chicos se levantaron y fueron saliendo poco a poco acompañados de Tristán, nosotros los seguimos hasta la salida para asegurarnos de que se iban sin causar problemas.

Una vez fuera y entre insultos y palabras malsonantes comenzaron a marcharse intentando llevarse a Tristán con ellos.

- …l se queda aquí – Alex agarró del brazo a Tristán y lo obligó a quedarse con nosotros.

- Déjame Alex, quiero pasármelo bien – Protestaba un drogado y casi inconsciente Tristán.

- ¡He dicho que te quedas aquí! – Gritó Alex – Toma Kiel, sujétalo.

- Si él se quiere venir con nosotros, se viene con nosotros – Uno de los cuatro chicos sacó una navaja casi sin que nos diéramos cuenta y se lanzó hacía Alex pillándole desprevenido. Toni pudo reaccionar a tiempo, apartando a su novio de un empujón y evitando que recibiera un navajazo, los otros al ver que habían fallado salieron huyendo. Todo había pasado muy rápido, sin tiempo alguno de reacción.

- ¡Alex, Alex! – Toni abrazaba a su novio – ¿Estás bien?

- Tranquilo amor, estoy bien – Respondió con mucho cariño.

- Me llevé un susto de muerte – Cada vez lo abrazaba con más fuerza, por momentos tuve celos y deseé llegar algún día a tener un amor así. Ellos se abrazaban con mucho cariño y Toni le daba pequeños besitos por todo el rostro a Alex, mientras yo tenía que aguantar a Tristán para que no se callera al suelo inconsciente y con cuidado de que no me vomitara encima.

- Kiel toma – Alex se acercó a darme una llave una vez que consiguió deshacerse del abrazo de su novio – Es la llave de nuestra casa, por favor lleva a Tristán para que duerma, nosotros nos quedamos y le explicamos a Roberto lo que ha pasado.

- ¿No quieres ir tú? – No sabía si yo era el más indicado para hacer eso.

- No quiero dejar a Toni sólo después del susto y no podemos irnos los dos, te lo pido como un favor – Me miró con suplica.

- Tranquilo no te preocupes, voy yo – Acepté.

Alex y Toni entraron de nuevo al pub abrazados, mientras yo, me dispuse a llevar a Tristán a su casa, lo agarré con fuerza de la cintura y lo cargué como pude ya que él no me ayudaba mucho.

- ¿Dónde vamos? – Consiguió balbucear.

- A casa – Contesté de manera seca.

- No, yo no quiero ir a casa, quiero seguir con la fiesta – Intentó soltarse de mí y casi nos caemos los dos al suelo.

- Joder Tristán, estate quieto y no seas tonto – Le reñí – ¿No ves en las condiciones que estás? Debes ir a casa y descansar – Volví a cargarle de la cintura lo mejor que pude.

- Kiel, rubiales de mi corazón, no sé como todavía me hablas – Comenzó a sollozar, ahora le venía el momento de bajón de toda borrachera. Después de un largo y duro camino arrastrando a Tristán como me fue posible habíamos llegado a su casa, y ahora había comenzado a desnudarle para meterlo en su cama y que pudiera dormir la mona – Soy un desastre de amigo y encima tú me ayudas.

- Para eso están los amigos ¿No? Para soportarnos y cuidarnos cuando nos emborrachamos – Sonreí, aunque con algo de tristeza, en definitiva eso era para Tristán solo un amigo.

- Por eso no está bien que quiera follar contigo – Se le escapó. Cuando le miré asombrado y quise preguntarle qué quería decir con eso, ya se había quedado completamente frito.

Acabé de quitarle la ropa que llevaba y lo dejé simplemente en bóxers, no hacía frio y así dormiría más a gusto. Se me había pasado por la cabeza la idea de desnudarlo y ducharlo antes de dejarlo dormir, pero no sabía si sería capaz de soportar el verlo desnudo y no poder hacer nada así que rechace la idea.

Una vez en bóxer y listo para dormir la mona, lo arropé con cariño y lo miré con duda, quizás era peligroso dejarlo solo en el estado en el que se encontraba ¿Y si se despertaba y le daba por salir de nuevo?

No podía dejarlo solo, así que, abusando de confianza, decidí primero darme una ducha y después ponerme a dormir con él.

Durante la ducha no dejé de pensar en lo que había dicho Tristán antes de caer dormido ¿Eso significaba que Tristán me deseaba físicamente?, ¿Había conseguido que se sintiera atraído por mí?

Quizás no debía hacerle mucho caso a las palabras de un borracho, pero ya se sabe lo que dice el refrán, los borrachos y los niños nunca mienten, y eso me daba una mínima esperanza de que no estuviera todo perdido. Si al menos había atracción física, lo demás se podía conseguir con el tiempo.

Me sequé completamente, cogí unos bóxers del cajón de Tristán, pues no quería volver a ponerme los míos después de haberme duchado, y me metí con él en la cama muy despacio para no despertarlo.

Antes de ponerme a dormir le observé atentamente, tenía toda la parte superior destapada y podía verle la espalda, con mis manos delineé toda su columna vertebral, siguiendo con mis dedos el dibujo de su tatuaje. Eran una serie de estrellas de todos los tamaños que bajaban de manera desordenada por toda su columna, y entre las estrellas se podían ver una serie de letras chinas, ojala supiera lo que significaban. Así dormido parecía un ángel, desprendía tanta calidez e inocencia, lástima que no fuera así en la vida real.

Esta noche iba a dormir con él, y me iba a costar horrores no tener pensamientos impuros, ahora solo estaba ahí para ayudar a un amigo. Eso sí, ahora que sabía que algo sí que le atraía, iba a ir a muerte a por él, quizás no consiguiera lo que deseaba desde un principio, pero iría pasito a pasito hasta lograr ganarme su corazón.

Ahora más que nunca estaba decidido a ganarme su corazón y curarle esas pequeñas heridas que parecía tener en su interior.

***
Notas finales:

Hemos visto el lado más destructivo de Tristán, y más que nos queda por ver :(

Por suerte ahí estaban sus amigos para controlarle ^^ Eso sí, Alex casi se lleva un navajazo por su culpa ¬¬

Me gustaría saber que os ha parecido este nuevo Tristán.

Y kiel ha decidido ir a muerte a por Tristán ¿Qué hará?

Todo lo veremos en el próximo capítulo ^^

Como siempre gracias por sus estupendos reviews a Zione, Maraleja, Ana, Orenjiyuu y Yuko ^^

Un beso

Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).