Al verse descubierta la personita tras la puerta no tuvo mas remedio que armarse de valor y abrir un poco mas asomando su cabeza. El cabello lila tenue sobre la cabeza del que parecia un niño fue lo primero que vieron todos atravez de la puerta semi abierta, su aspecto dulce y timido le daban ese toque infantil que solo los pequeños tenian, sus ojos eran azules y enormes con la misma forma que las del chico sombra.
Su naris pequeña y respingada y su boca pequeña y definida completaban el rostro del mini Kuroko frente a ellos, vestia un oberol azul y una playera blanca de mangas largas. Dio un paso mas hacia adentro abriendo por completo la puerta tenia un gesto timido y las mejillas sonrosadas, miraba temeroso a todos los extraños presentes y habia comensado a jugar con los ganchos de su oberol con nerviosismo. Sin poder hacer algo para detenerla la entrenadora corrio a su encuentro levantandolo con facilidad por el torso, como si fuese algun muñeco al tiempo que gritaba euforica dando vueltas con el pequeño.
-¡Que lindo eres! ¿De donde saliste?- le decia una euforica Riko al pequeño pelo lila - ¡Eres la cosita mas linda que he visto!
Mientras mas hablaba la entrnadora el pequeño componia un gesto lo que para todos era visible que estaba asustado, y apunto se llorar pues una pequeñas lagrimitas se comenzaban a asomar por las comisuras de sus ojitos.
-¡Ternurita~!- dijo el grupo al unisono.
¡Ese pequeño desprendia ternura por cada poro de su pequeño cuerpo. Kuroko se desespero temeroso por su pequeño hermano y sin que la entrenadora se diera cuenta libero al niño de sus tenasas cargandolo con cuidado en una pose semisentada sobre sus brazos.
-¿Estas bien Takumi?- interrogo preocupado. El menor al verse en los brazos de su hermano se seco las pequellas lagrimitas que habia conseguido contener y asintio en respuesta.
La entrenadora tardo unos segundos en ubicarlo en los brazos de Kuroko y al verlo corrio hasta el pequeño que puso cara de horror al verle de nuevo junto a el y aferrandose a la camisa del mayor oculto su rostro en su pecho. Nuevamente a coro se escucho.
-¡Ternurita~!
-Hola, ¿Como te llamas? - pregunto la castaña aguantando las ganas de tomarlo entre sus brazos y apretujar sus mejillas por el simple placer de sentir y comprobar si eran tan suaves como se veian.
El pequeño estuvo apunto de emprender la retirada al sentir el peligro que segun el la castaña representaba. Afortunadamente Kuroko salio al rescate.
-Takumi, ¿Que sucede?- hablo el peliazul tratando de sacar la carita del niño de su escondite con leves caricias. Eso parecio tranquilizarlo y poco a poco dejo ver parcialmente su rostro mirando a la castaña de reojo aun con cautela. - ¿No piensas responder? Te han hecho una pregunta.- el pequeño parecio dudar un poco pero finalmente salio al completo de su escondite mirando a su hermano que le sonreia alentandole.
-Nii-chan... - dijo aliviado el menor de que su hermano no se hubiese enfadado con el, miro a Riko en un gesto que calificaba la castaña como de extrema dulzura y dijo con su vocecita infantil-Me llamo Kuroko Takumi...- Riko sintio lo mas cercano al Nirvana al ver que el niño le habia respondido y comenzo a girar sobre si misma feliz. Takumi la quedo viendo unos segundos y despues de recordar porque estaba ahi dijo.- Nii-chan, Mama me ha pedido que te de un mensaje...- Kuroko lo observo alentandole a que continuara y el menor asi lo hizo- "Tetsu-kun ¿Tus amigos se quedaran a cenar? ¡Habra parrillada!"- repitio como un lorito programado imitando las emosiones que seguramente su madre uso para decir aquellas mismas palabras. Emosionado espero la respuesta de su hermano.
Kuroko delizo su vista entre todos sus amigos quienes le devolvieron un asentimiento agradecidos por la invitacion.
-Dile a mama que si...- el menor asintio bajandose del regazo de su hermano para comenzar a retirarse. Sin embargo Riko lo impidio intentando llamar la atencion del menor acercandose a el de nuevo pero esta vez sin perder del todo el control.
-¡Ne! ¡Ne! ¡Takumi-kun!- le llamo la joven emosionada porque el niño no intenatara huir de ella esta vez.- ¿No te gustaria quedarte un rato con nosotros? Prometo cuidarte bien.
El menor la miro con cautela, pero al ver que la chica solo queria ser amable. Respondio cortez.
-Lo siento, debo terminar mi tarea antes de la cena, gracias por su amabilidad- la vision del pequeño fue demasiado para Riko y sin poder contenerse mas al fin hizo lo que habia estado reprimiendo desde que le habia visto.
Lo atrajo hacia ella apretujandolo en un abrazo al tiempo que frotaba su mejilla con la del pequeño Takumi que parecia sorprendido y mas sonrojado que asustado esta vez por la reaccion de la castaña que le repetia en gritos euforicos que era un niño muy lindo.
Hyuga y Kiyoshi lograron separarla del pequeño que huyo como si espantaran en esa habitacion y cerro la puerta con prisa. Kuroko miro preocupado por donde se habia ido el menor y de un momento a otro la entrenadora estaba junto a el.
-¡Kuroko-kun tu hermanito es una ternura!- le dijo la muchacha disfrutando de su refresco. Kuroko se pregunto confundido ¿Donde habian quedado los sempai? Y giro su mirada en su busqueda, descubriendo a un Hyuga Junpei y un Kiyoshi Teppei con una marca roja en la mejilla cada uno, intentando comer sus sanwiches.
-Gracias, siempre suelen decirme eso. -comento el sixman con su habitual tono- Momoi-san suele reaccionar parecido cuando lo tiene cerca, pero ultimamente se contiene porque a Takumi no le agrada mucho.
-Lo siento, ¡Pero es tan lindo que no pude mas!- dijo apenada la entrenadora, Kuroko sonrio inperceptiblemente.
-La entrenadora tiene razon Kuroko.- dijo Kagami
-Es un niño muy tierno.- agrego Izuki- ¿Dijiste que iba a la primaria verdad?
-Asi es. Es muy listo tambien.- alardeo el sixman.-pero tambien un poco timido.
-¡Eso solo lo hace mas tierno!. ¿En que año va? - indago la chica aun en su estado de ensueño.
-Esta en sexto año de primaria...- respondio Kuroko relajado.
Todos los presentes se quedaron cogelados de nuevo, ¿Que habia dicho? ¿Sexto de primaria? Si el pequeño Takumi facilmente pasaba de ¡los ocho años!
-¿Te refieres a que salto año, no?- pregunto incredula la castaña. Kuroko la miro extrañado y respondio
-No, Takumi tiene doce años.- informo indiferente Kuroko.
-¡Oye, Kuroko no juegues! ¡No hay posibilidad de que ese niño tenga doce años!- argullo Kagami alterado, sosteniendo los hombros de su sombra para que lo mirara mientras le hablaba.
-Lo siento, Kagami-kun pero es cierto.- dijo el peliazul mirando fijamente al as de seirin.- Tu mismo puedes preguntarle cuando lo veas en la cena. -Kagami quiso poder decir muchas cosas mas a Kuroko por su actitud poco accesible o ese gesto impavido que siempre llevaba pero el estruendo de la puerta al abrirse llamo la atencion de todos sin exepcion.
Ahi frente a ellos con la mirada mas sexy que habian visto con un cuerpo noventa, sesenta, noventa, se alzaba ante ellos la que facilmente podia ser llamada Afrodita...
Continuara...