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Open Mind por yaonita

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo ^^

Nuevo capítulo y el primero desde que los chicos tienen una relación abierta ¿Cómo lo llevaran?

También conoceremos un poquito mejor a Roberto y lo que siente por Zen ^^

Os recuerdo que las conversaciones en cursiva son conversaciones que tuvieron lugar en el pasado y no en el momento actual.

Sin más, os dejo con el capítulo, espero que os guste ^^

Un beso

Yaonita

13. Trío.

(Tristán)

Hacía unas tres semanas que Kiel y yo habíamos comenzado una relación abierta, aún recuerdo como se tomaron la noticia los chicos.

- ¡Qué vais a tener una relación abierta! – Exclamó Toni nada más informarle de los nuevos acontecimientos.

- ¿Estás seguro de eso Kiel? – Preguntó sorprendido Zen.

- ¿Estás seguro de poder aguantar a este loco? – Respaldó Roberto a su novio, obteniendo una mirada mía matadora.

- A ver como lo estropeas Tristán – Se rió Alex.

- Vale, vale chicos, ya veo lo mucho que me queréis – Refunfuñé.

- Es que Kiel es demasiado bueno para ti – Se rió Toni.

Desde ese momento debó confesar que todo fue bastante bien. Kiel y yo habíamos ganado bastante confianza el uno en el otro, y a pesar de que de vez en cuando nos acostábamos con otros chicos, eso no estropeaba la relación, todo lo contrario le daba más vidilla y le daba un toque picante.

Aún así, había algo que aún no había podido confesarle, que no me sentía preparado para hablar con él, y era algo que me frenaba muchas veces. No quería que Kiel sufriera en un futuro, lo último que quería era hacerle daño, pero si todo seguía así, acabaría sufriendo tarde o temprano.

- Kiel nene ¿Has visto a algún chico que te haya llamado la atención? – Era sábado, y hoy nos habíamos propuesto hacer nuestro primer trío. Pero para eso debíamos encontrar a un chico que nos gustará a los dos.

- Aún no – Giró sobre si mismo entre mis brazos, ya que le había abrazado por la espalda rodeando su cintura – ¿Y tú?

- Hay un chico bastante guapo arriba, pero está con un grupo de amigos no va a ser fácil acercarse – Comenté – Pero aún queda mucha noche, seguro que aparece el indicado – Le besé.

- Seguro, y si no aparece podemos dejarlo para otro día – Kiel estaba nervioso, él no había hecho ningún trío anteriormente y no estaba muy seguro de hacerlo, pero yo conseguí convencerlo de que sería divertido.

- Tiene que ser hoy – Afirmé – Ya verás cómo nos lo pasamos muy bien – Yo estaba muy emocionado con la idea, y estaba seguro de que todo iría de maravilla y de que nos lo pasaríamos en grande.

- Está bien, a ver si aparece el chico indicado – Me sonrió para volver a besarme después, me encantaba tenerlo así entre mis brazos y presumir de chico ante todos.

(Roberto)

Iba inspeccionando el pub tranquilamente como hacía todos los días. Con la popularidad que había ganado el Open Mind cada vez venía más gente, y cada vez había más posibilidades de tener problemas, debía controlarlo todo a la perfección. A veces me asustaba un poco lo mucho que había crecido, y por momentos incluso deseaba que volviera a ser lo de antes, un pub mucho más tranquilo e íntimo.

Pasé por la barra y me encontré a Kiel y Tristán besándose, sin vergüenza alguna, como era habitual desde que tenían esa especie de relación que se habían montado, a veces sufría por ellos porque sabía que eso no podía funcionar.

Conocía demasiado bien a Tristán y sabía que él no quería lazos sentimentales demasiado estrechos, entendía sus motivos aunque no los compartiera del todo. Tarde o temprano, cuando se diera cuenta de que se estaba uniendo demasiado a Kiel le dejaría, y Kiel sufriría mucho, ya que se notaba que él está muy enamorado de Tristán, es un buen chico y no quiero que sufra.

Cuando conocí a Tristán no tenía nada que ver con el chico que es ahora, y no estoy diciendo que ahora sea un mal chico, todo lo contrario, es un chico estupendo, muy divertido pero también trabajador. Aunque después de todo lo que le ha pasado, en cierta manera entiendo su forma de ser, quizás yo actuaria de la misma manera. No es fácil salir adelante con un lastre como el suyo.

Muchas veces me emociono recordando cómo y dónde lo conocí, y doy gracias a dios por haberlo conocido, le quiero como si fuera mi propio hijo.

- Chicos, dejad de besaros y seguid trabajando – Decido reprenderlos un poquito, si no lo hago no tardaran en escaparse al almacén, y hoy hay mucha gente necesito a todos mis camareros al pie del cañón.

Sigo mi camino ignorando el gesto obsceno que me ha regalado Tristán, sonrió de medio lado y le mandó un besito como respuesta.

Subo para inspeccionar la pasarela, allí es donde hay más posibilidades de que se cometan ilegalidades, lo último que quiero en mi local es que corra la droga, me sentiría fracasado si eso pasara.

Justo cuando estoy arriba veo a mi pequeño a lo lejos, decido acercarme a él para recargar un poco las pilas, necesito su calor, su tacto, sus besos, le necesito a él.

- Hoy estás hermoso pequeño – Le sorprendo abrazándole por detrás, poniendo mis brazos sobre sus hombros.

- Rober, me has asustado – Se gira para verme, yo aprovecho para besarle y atraerlo hacia mí.

- Quería sorprenderte – Le sonrío.

- ¿Cómo va todo? – Me pregunta.

- La noche está siendo bastante tranquila, cosa rara siendo sábado – Afirmo.

- ¿Quieres que vayamos a tu despacho? – Susurra con picardía. Como negarme a una propuesta así.

- ¿Cuánto cobras por hora? – Decido iniciar uno de nuestros juegos sexuales, nos encantan.

- Cincuenta por sexo oral, cien por un completo – Me sigue el juego con media sonrisa, en seguida se ha dado cuenta de mis intenciones.

- Que sea un completo, acompáñame – Le agarró de la mano y me lo llevo a mi despacho.

Nunca en mis treinta y seis años de vida me había sentido así, estoy completamente enamorado de este pequeño diablillo. Desde el primer día que lo vi sentí algo especial, pero tarde mucho en decidirme en dar el paso. Cuando por fin me atreví y fui correspondido no podía creérmelo, me sentía el hombre más afortunado del mundo.

Sé que mi pequeño necesita tiempo, conozco su pasado y lo que le hizo el desgraciado de su ex novio Cristian, no obstante no puedo negar que deseo tenerlo junto a mí a todas horas, y continuamente le estoy pidiendo que se venga a vivir conmigo. Espero que no se sienta presionado y acabé alejándome, no lo soportaría.

A muchos podría parecerles que es inmoral que esté con un chico mucho más joven que yo, pero considero que en el amor la edad no importa. Además tampoco soy tan mayor, solo nos llevamos quince años, tampoco es tanto. Aunque debo reconocer que a veces me da miedo, pienso que él puede cansarse de salir con un viejo como yo y dejarme por un chico más joven y guapo.

Pero no debo pensar en eso, debo disfrutar de tenerlo a mi lado y luego en el futuro ya se verá, lo importante es que ahora está conmigo y le amo.

(Kiel)

- Mira ¿Qué te parece aquél chico rubio que está en aquella columna? – Tristán señaló hacia un chico. Llevaba toda la noche buscando al chico ideal para hacer el trío, el estaba muy emocionado con la idea, pero la verdad es que a mí no me hacía mucha gracia.

- No está mal, hasta ahora es el que más me ha gustado – Si bien había aceptado lo de la relación abierta, y durante estas tres semanas habíamos estado acostándonos con otros chicos, no sabía si estaba preparado para ver como mi chico se acostaba con otro. Por mucho que yo estuviera allí también.

- Voy a ir a tantearlo, a ver si es un chico lanzado o no – Me dio un beso y se fue hacia el chico, yo me quedé en la barra sirviendo.

No podía quejarme de cómo estaba funcionando hasta ahora nuestra relación, puede que en algún que otro momento, me sintiera horrible al verlo irse con otro chico, pero al menos sabía que luego estaría conmigo, y que probablemente acabaríamos juntos en su cama. Los escarceos con otros chicos se limitaban al pub, luego Tristán era para mí por el resto de la noche.

Además, yo también había tenido algún que otro encuentro con otros chicos, así que podía decirse que ambos disfrutábamos del juego por igual.

Aunque también debo reconocer que no me sentía del todo bien, yo no era así, jamás había hecho algo parecido y a veces me sentía sucio.

- Kiel, ya tenemos plan – Tristán se acercó completamente sonriente – Le he hecho la propuesta y ha aceptado, esta noche ese chico estará en nuestra cama.

- Vaya, si que ha sido rápido – Bueno, conociendo a Tristán tampoco era tan raro que se lo hubiera conquistado con tanta facilidad.

- Como iba a negarse a pasar la noche con dos bombones como nosotros – Se rió – Si hasta casi se mea del gusto cuando se lo he propuesto.

- Que creído eres – Me reí yo también con él.

- Lo soy, y todo el mundo me adora por eso – Me guiñó un ojo y luego me dio un piquito – Ha ido a despedirse de sus amigos, y ahora vendrá a la barra para que nos vayamos conociendo un poco antes de pasar a la acción.

Darío se llamaba el chico, era más o menos de nuestra edad, mucho más rubio que yo y con ojos azules, era el típico muñequito por el que muchos hombres babeaban, y como no, Tristán era uno de ellos. A mí, reconozco que también me gustaba a pesar de no ser el tipo de chico que solía gustarme, así que tampoco me desagradaba la idea de acostarme con él. El problema era hacerlo con Tristán delante, y viendo como se enrollaban ellos dos.

Estuvimos hablando con él en la barra, todo lo que el trabajo nos permitió, parecía un chico simpático, al menos era agradable.

Horas después ya estábamos los tres desnudos en la cama de Tristán. Todo había ido muy rápido, al plegar nos fuimos los tres juntos, de alguna manera Tristán consiguió que Alex y Toni no aparecieran por el piso en unas horas, así que estábamos los tres solos.

Tristán con su forma de ser tan abierta, no tardó en llevar al chico hasta su habitación, y yo les seguí como un perrito faldero. Primero fueron tímidos besos, repartidos entre los labios deseados de mi chico y los labios desconocidos de Darío, luego la cosa se fue calentando y las traviesas manos de Tristán comenzaron a desnudarnos a los dos.

Debo reconocer que el chico era muy atractivo, tenía un cuerpo muy diferente al mío, era de estatura normal y muy delgado y estilizado, no pude evitar compararme con él, si ese tipo de cuerpo era el que le gustaba a Tristán, no sabía que había visto en mí.

Cuando los tres estuvimos completamente desnudos, nos dejamos caer tumbados en la cama, Darío en medio, Tristán frente él y yo a sus espaldas. Las caricias se repartían por todo el cuerpo, los besos se intercalaban, los celos crecían de manera desorbitada.

El chico parecía ser igual de inexperto que yo, ambos nos dejábamos guiar por la evidente experiencia de mi chico, me pregunté cuantas veces habría hecho algo parecido. En un movimiento rápido de Tristán quedamos en forma triangular, y todos supimos que era lo que teníamos que hacer.

Con mi mano agarré la polla que me había quedado más cercana, que por suerte fue la suya, y comencé a lamerle y degustarle al tiempo que él hacía lo mismo con Darío y Darío me lo hacía a mí. Era una sensación extraña, muy extraña, en mi boca sentía el sabor sobradamente conocido, el tacto de la piel deseada, pero mis ojos veían como la boca deseada poseía otra polla que no era la mía y como mi polla era saboreada por una boca desconocida, pero no dejaba de ser placentero.

Una vez los tres más que preparados, Darío se puso a cuatro patas, dejándonos ver su hermoso trasero, entre Tristán y yo le preparamos por turnos y una vez completamente listo, Tristán se puso el condón y comenzó a penetrarlo. Yo me mantuve en un segundo plano, para luego empezar a participar del juego, me puse frente a Darío y le besé, después comencé a besar a Tristán mientras este seguía con las penetraciones, siendo altamente sorprendido al notar como Darío comenzó a mamármela de nuevo.

Más tarde Tristán se separó de Darío y me hizo señas para que ahora fuera yo el que lo penetrara. Me puse yo también un condón y comencé a disfrutar de intensas y profundas penetraciones, Darío apenas podía dejar de gemir. Note como Tristán se ponía detrás de mí y comenzaba a prepararme mientras yo aún seguía penetrando a Darío, bajo mi absoluta sorpresa se puso otro condón y comenzó a penetrarme haciendo un sándwich en el que yo era la carne.

Los gemidos y jadeos se apoderaron de la habitación, nuestros cuerpos sudados estaban en pleno éxtasis, piernas, brazos y manos se enredaban sin control, yo me sentía completamente extasiado. Tristán de vez en cuando repartía besos por mi nuca, yo de vez en cuando giraba mi cara para poder besarlo a la cara, Darío solo disfrutaba de ser penetrado por alguien que era penetrado a su vez.

Todo era muy confuso, muy intenso, muy extenuante. Mi consciencia estaba perdida en un punto indefinido de placer.

Después de varios minutos de depravación, los tres explotamos al mismo tiempo y nos dejamos caer completamente exhaustos en la cama, con la respiración entrecortada, todo el cuerpo sudado y la mente obnubilada.

Darío sonrió satisfecho, Tristán sonrió satisfecho, y yo… yo sonreí sintiéndome sucio pero satisfecho también.

No es que no me hubiera gustado la experiencia, todo lo contrario había disfrutado como nunca antes en mí vida, pero esto no era lo que yo quería, yo deseaba a Tristán solo para mí.

Me consolé pensando que esta era la única forma de conseguir que Tristán finalmente me amara, que debía seguir con este juego hasta conseguir llegar a su corazón, me consolé pensando que a pesar de todo, yo era alguien especial para él.

Los tres quedamos completamente dormidos y a la mañana siguiente Darío ya no estaba en la cama, había sabido desaparecer de manera elegante sabiendo que ahora ya sobraba.

(Tristán)

Desperté al notar como alguien se movía a mi lado. Tenía mucho sueño, me removí un poquito y poco a poco fui abriendo los ojos a duras penas.

- Buenos días Tris – Cuando abrí los ojos por completo pude ver a Kiel sobre mí, mirándome con una sonrisa.

- Buenos días nene – Le devolví la sonrisa y recibí un pequeño beso a cambio.

- Despierta dormilón, son más de las doce – Comenzó a hacerme cosquillas por todo el cuerpo.

- Para Kiel, para – Me reí, para luego voltearle y quedar yo sobre él, sujetándole las manos sobre la cabeza – Ahora eres mío – Me incliné y le besé con ganas, metiendo mi lengua en su boca para sentir la suya enredarse de manera juguetona con la mía.

- Debemos levantarnos Tris – Susurró al romper el beso.

- ¿Dónde está Darío? – Fue entonces que recordé lo ocurrido la noche anterior, fue espectacular, tener a Kiel conmigo compartiendo a otro chico fue una delicia.

- No lo sé, cuando desperté ya no estaba, supongo que se marchó elegantemente cuando despertó – Comentó sin más.

- Estuvo bien ¿Verdad? – Pregunté con curiosidad.

- Si, supongo que sí – Contestó sin mucha convicción.

- ¿Supongo? – Alcé una ceja interrogante.

- El sexo estuvo bien, pero yo prefiero tenerte para mí solo – Volvimos a voltear y ahora Kiel me tenía a mí bajo su cuerpo. Comenzó a repartir besos y pequeñas mordidas por todo mi cuello.

- Será mejor que nos levantemos ya, si seguimos así no te dejaré salir de la cama en todo el día, y tenemos cosas que hacer – Sonreí. Habíamos quedado con los chicos para comer en casa de Roberto, así que teníamos que ducharnos y cambiarnos.

- Tienes razón, y antes de ir a casa de Roberto tendré que pasar por mi casa a cambiarme – Comenzó a levantarse de la cama para ir hacia la ducha.

- Ponte algo mío si quieres, al fin y al cabo tenemos la misma talla – Propuse.

- ¿No te importa? – Se giró para mirarme.

- Para nada – Le sonreí.

Y así fue como comenzó nuestra mañana. Primero se duchó Kiel, cuando acabó le dejé algo de mi ropa para que se cambiara, luego me duché y me cambié yo mismo, y al poco rato salimos al salón donde unos impacientes Alex y Toni nos estaban esperando.

- Estábamos a punto de ir a despertaros – Se rió Alex.

- Tuvimos una noche movidita – Le respondí devolviéndole la sonrisa.

- No cal que lo digas, cuando llegamos aún estabais dale que te pego – Protestó algo molesto Toni.

- Y seguro que te moriste de las ganas de unirte a la fiesta – Respondí mordaz.

- Para nada, yo estoy más que servido con mi chico, y él y yo tuvimos nuestra propia fiesta privada – Toni abrazó a Alex por la cintura y le dio un beso en la mejilla. Me encantaba molestar a Toni.

- Pues la fiesta no estaría muy bien si ni siquiera os oímos – Me burlé.

- Teníamos las bocas ocupadas en otras cosas – Se rió Toni, haciéndome reír a mi también. Hoy había ganado él la partida. Al principio, cuando llegó y se instaló en casa, no podía entender que veía Alex en él, vale si está como un tren y es guapísimo, pero me parecía un chico demasiado simple y aburrido para Alex. Con el tiempo pude ver todos los encantos que tenía ocultos, y me sorprendí al ver lo bien que se complementaban él y Alex. Además de que descubrí, gracias a las extremadamente finas paredes del piso, que de aburrido no tenía nada. Sin duda, era el chico perfecto para Alex y yo me alegraba por ellos dos, pues a ambos los quería con locura.

Después de hablar un rato con Alex y Toni, los cuatro nos fuimos a la casa de Roberto, a los pocos minutos ya estábamos llamando a la puerta y Zen fue quien nos abrió.

Fue una comida agradable, la verdad es que Roberto cocinaba de maravilla, después de comer hicimos un poquito de sobremesa sentados al sofá y tomando una copita.

- Así ¿Qué pasó al final con aquel rubito? – Preguntó Roberto.

- Que esta noche ha sido el chico más feliz del mundo – Me reí.

- ¿Al final os lo llevasteis a la cama los dos? – Preguntó ahora Zen con curiosidad.

- Pues claro, yo cuando me propongo algo lo consigo – Le guiñé el ojo.

- Y tú Kiel ¿Estabas de acuerdo? – Le preguntó ahora a Kiel.

- Tristán y yo tenemos una relación abierta, este tipo de juegos entran en nuestra relación – Dijo sin más, y yo le sonreí.

- Pero era tu primer trío ¿No? – Comentó Toni.

- Sí, pero me gustó – Aseguró sin más – Aunque tampoco es una cosa que quiera hacer cada dos por tres.

- Cambiando de tema ¿Qué vais a hacer en navidades chicos? – Preguntó Roberto. Faltaba muy poco para las fiestas de navidad, Roberto iba a cerrar el pub durante una semana, hasta fin de año en que volvería a abrir, así que teníamos unos días libres.

- Nosotros aprovecharemos para volver a casa y estar con la familia unos días – Contestó Toni muy contento – La visita para mi exposición me supo a poco.

- Roberto y yo vamos a hacer un viaje – Sonrió Zen – Es su regalo de navidad – Se acercó a darle un beso. Aún me sorprendía verles juntos, no pegaban ni con cola, pero me alegraba mucho por ellos dos.

- Yo también iré a ver a mi familia – Comentó Kiel. Me sorprendí, pues no habíamos hablado nada del tema y no tenía ni idea de lo que planeaba hacer, aunque debí imaginarlo.

- Yo me quedaré solo y abandonado – Puse morritos – No tengo una familia a la que quiera ver así que…

- No puedes quedarte solo en navidad – Me interrumpió Kiel.

- No me importa, prefiero estar solo que con mi familia – Encogí los hombros en señal de indiferencia.

- Podrías venir con nosotros, no creo que a la familia de Toni les importe – Propuso Alex.

- No quiero molestar, ellos tienen ganas de veros y yo sería un estorbo – Rechacé su invitación educadamente.

- Vente conmigo – Me sorprendió Kiel – Eres mi chico y no pienso dejarte solo.

- Pero vamos Kiel, en tu casa apenas cabéis vosotros – Me reí – Además que le dirías a tu madre “Mama te presento al chico con el que me acuesto”.

- Podría decir que eres un amigo, aunque no es necesario, mis padres no son tontos saben que soy gay, así que pronto se darían cuanta de la relación que tenemos – Comentó – No te presentaría como mi novio pero sabrían que eres alguien especial, y la verdad es que no me importa.

- ¿De verdad? – Pregunté confuso.

- Pues claro, no voy a dejarte solo en estas fechas – Me sonrió.

- Pero no quiero entrometerme, seguro que necesitáis pasar un tiempo en familia – Intentaba buscar alguna escusa eficiente para escaquearme.

- Mi casa se llena de gente en navidad, de verdad que no importa – Me sonrió – ¿O es que no quieres venir? – Se puso serio de golpe.

- Claro que quiero ir, pero no quiero molestar – En realidad estaba muerto de miedo por ir, no quería conocer a su familia, no quería estrechar más el lazo que nos unía, pero no sabía cómo negarme sin que se enfadara.

- No se diga más, te vienes conmigo – Me cogió de la mano.

Y así fue como me vi empujado de una manera inexplicable a pasar las navidades con la familia de Kiel. Aunque él no les dijera la especie de relación que teníamos, estaba convencido de que su familia sospecharía algo y me verían como el futuro novio de su hijo, hermano, nieto, etc., y yo no quería que me vieran así.

Kiel me había contado que su familia era una familia muy unida, que todos se querían mucho y se cuidaban mucho mutuamente, así que me imaginaba una familia de esas típicas de las películas donde todos reciben al nuevo novio como si fuera uno más de la familia. Y yo no quería eso, no encajaba en esa imagen idílica, me entraba el pánico solo de pensar en eso. La mesa elegantemente preparada, la casa decorada con los adornos típicos navideños, un enorme árbol de navidad, el muérdago colgado del umbral de la puerta, risas, villancicos y yo allí en medio de todo, un horror.

En mi casa nunca habíamos sido mucho de fiestas navideñas, es más, a menudo mis padres nos dejaban con el servicio y se iban a alguna cena de negocios o de amigos. Mi casa la decoraba un diseñador de interiores y el árbol de navidad era uno artificial cada vez más estrafalario, según la moda de ese año. Muchas veces, a la mañana de navidad, abríamos los regalos solo acompañados del servicio porque mis padres no se levantaban debido a la resaca del día anterior.

Yo no estaba preparado para lo que podía encontrarme con la familia de Kiel, demasiado amor navideño podría causarme la muerte instantánea, pero tampoco quería quedarme solo tantos días y al menos estaría con Kiel.

Decidí no pensar más en el asunto y dejarme llevar, como siempre decía no iba a preocuparme antes por lo que estaba por venir, cuando viniera ya vería como saldría de ese marrón.

***

















Notas finales:

¿Qué os pareció el trío?

Quise contarlo sin entrar muy a fondo para no darle mucha importancia, no volveremos a ver a Darío nunca más XD

Ya comparten ropa, la relación está progresando adecuadamente ^^

Me hace gracia Roberto, reprende a Tristán y Kiel porque no quiere que vayan al almacén porque hay mucha gente, pero no duda en llevarse a Zen al despacho XD Tiene doble moral XD

Y ahora veremos cómo reacciona Tristán a las navidades junto a la familia de Kiel, puede ser un show XD O no ^^

Agradecer sus reviews a Ushio, Maraleja, Ana, Yasmin y Yuko ^^ Muchas gracias de verdad ^^

Un beso

Yaonita


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