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Strings & Piano por andherezu_rosui

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Notas del capitulo:

Hola como es probable que no pueda actualizar la proxima semana debido a que salgo de viaje decidi subir el capitulo el dia de hoy.

Una de mis primas se casa es la segunda prima que tengo que lo hace. u.ù me hace pensar que yo tambien quisiera... Pero despues me veo atareada con mis cosas y pienso que mejor no. XD 

Ojala disfruten el cap diculpenme por lo errores de ortografia y eso.

 

Capítulo 4 La melancolía del Príncipe…

 

Minato había decidido que la suficiente espera seguro le daría tiempo a Kakashi, para reflexionar su insolente comportamiento, por lo que con una sonrisa apenada aceptó escuchar la petición del pequeño Iruka, era lo menos que podía hacer por él.

-Está bien, te escuchó, siempre que pueda hacerlo lo haré. –Respondió a su determinada petición del menor que sonrió agradecido. Kushina un poco ansiosa por la retirada de Kakashi volvió a comentar preocupada.

-¿Chicos están seguros de que está bien  dejar que se vaya así? Aun podríamos alcanzarlo...- Dijo preocupada. Minato e Iruka la miraron con cara de circunstancias antes que ella siguiera - No es normal que se haya enfadado tanto, incluso si lo del certamen le hubiese molestado, estoy segura de que no lo habría dicho de esa forma. Kakashi-kun no es un mal chico. Algo debió molestarle antes para que actuase de ese modo…- Minato entonces decidió interrumpirla.

-Kushina, ya te dije que está bien. Kakashi es así de despectivo, siempre ha actuado distinto contigo eso es todo, aunque es cierto que nunca imagine que reaccionaria así…. Conociéndolo lo más probable es que ni se hubiese inmutado… Y en todo caso no se desquitaría así con Iru-chan, digo antes parecía realmente interesado en conocerle –Comentó comenzando a pensar detenidamente en lo que había sugerido la peli roja. Iruka se exaltó al escuchar lo último ¿Kakashi quería conocerle? ¡Sí claro!

Minato notó la leve reacción del menor y fijó su mirada en él, preguntándose si acaso había sido él chico el detonante de aquel arranque en Kakashi, el moreno lo miró de vuelta con gesto de no enterarse de nada y decidió que ese no podía ser el caso. ¡Kakashi era incomprensible!

Minato siempre supo que Kakashi era orgulloso, arrogante y pendenciero por naturaleza, pero también como decía Kushina él era un buen niño. De eso no había duda, sus modales y cortesía eran impecables, y aunque desde el principio pareció no encajar con Iruka no podía decir que no lo había intentado, ya que muchas veces el mismo pelo plata le había dicho que “la diplomacia era necesaria hasta entre enemigos”  Por lo que teniendo ese protocolo personal de Kakashi en cuenta jamás haría algún desplante como ese frente a conocidos o ante el público, y el restaurante en si estaba lleno se dijo al darle un vistazo alrededor, y entonces una cabellera negra familiar le hizo pensar que tal vez lo que había dicho Kushina no podía ser del todo equivocado.

¡Esa chica era…!

-Iru-chan…- Llamó con seriedad al menor mientras se cruzaba de brazos. Iruka se tensó en reacción.- Por favor se sinceró al responder ¿Paso algo antes de que llegáramos al restaurante? –El menor pareció pensarlo un momento pero su apariencia parecía renuente de responder y Kushina alentó a que respondiera.

-Iru-chan, sí sabes algo es mejor que lo digas ahora.- Inesperadamente su tono era paciente y maternal. Por lo que Iruka se sorprendió gratamente al verla hablar tan tranquila por primera vez. – Sabes, Kakashi-kun es un chico muy bello y por eso muchas personas se acercan a él, así que rara vez se abre a ellas… Para él las personas son únicamente maneras de obtener algo, nunca  ha estado lo suficientemente involucrado para establecer lazos de amistad con alguien… Conmigo se porta así pero eso también es una fachada más para protegerse así mismo, por eso tenía la esperanza de que pudieses ser un buen amigo para él. E inesperadamente me sorprendió que él te rechazara tan abiertamente, para serte franca esta es la primera vez desde que le conozco que he sido testigo de ese comportamiento.- Iruka se sonrojo un poco por la dulce sonrisa de la mayor, no podía estar hablando del mismo Kakashi.

- Estoy seguro de que exageras Kushina-san, ¡Ese chico es un pedante grosero!- Refutó sin convicción el moreno, los mayores le miraron con una cálida sonrisa.

- Sin embargo, cuando se conocieron hace un rato parecía que realmente quería ser amable contigo… Creí que todo saldría bien, pero creo que sólo fue una mala impresión mía…

Minato observó que la joven se culpaba de cierta forma por el grosero comportamiento de Kakashi, pero era claro que no era el caso, sobre todo porque él conocía bien al pelo plata y sabía de lo que era capaz de hacer. No obstante, era cierto que Kakashi era muy inaccesible y desconfiado de la gente por lo que se reusaba a entablar amistades duraderas con sus compañeros de escuela o rechazaba a las personas que decían enamorarse de él. Sin embargo Iruka había mostrado inmunidad a su apariencia y había rechazado la amabilidad que Kakashi le había ofrecido cuando se presentó ante él. Eso debería bastar para que el menor supiera que Iruka era alguien digno de confianza, que no se fiaba de las apariencias sin embargo minutos antes le había dicho cosas terribles… ¿Qué había pasado?

-Iruka-kun por favor ¿Viste algo que incomodara a Kakashi? ¿O se pelearon por algo?- Inquirió sin forzarle a responder la pelo rojo.

-La verdad… Es que…- Balbuceó Iruka incomodo- No peleamos en el sentido estricto de pelear, pero si dije algo que pudo ser la causa de su enfado…

-¿Qué fue eso?- Inquirió intrigado Minato. Kakashi era voluble pero no perdía la paciencia tan fácilmente. Al contrario solía contenerse muy bien prefería proyectar esa clase de sentimientos en la música que creaba.

-Yo le dije que era un tipo horrible por maltratar a la gente del local…- Dijo apenado el moreno bajando la cabeza.

-¿Maltrató a la gente del local? ¿De este restaurante dices?- Preguntó confundido el rubio señalando el piso con su dedo en un gesto implícito y el menor asintió.

Minato entonces pensó, que eso sí era raro, Kakashi siempre era amable aun si su amabilidad era disfrazada, no era despectivo con las personas de clase trabajadora, nunca le haría feo a un empleado, siempre era muy cuidadoso y cortés sin importar con quien estuviese. Las únicas ocasiones que solía ser arrogante siempre tenían que ver con su persona, era muy vanidoso y si lo comparabas o desestimabas su apariencia entonces podía ser muy desdeñoso, igual que antes cuando le preguntó qué era lo que le veía ese chico de su clase que estaba con el cuándo fue a buscarle.

-¿Estás seguro de que eso fue lo que paso? – Cuestionó para corroborar el hecho.

-Sí, cuando entramos aquí unas chicas mayores estaban sentadas en la mesa de la entrada, y el paso por ahí con cara de “¡Soy muy guapo alábenme!” –Dijo el moreno poniendo comillas imaginarias a sus últimas palabras con sus dedos. Gestó que impresionó a ambos mayores que arquearon las cejas inquisitivamente en sospecha ¿Eso no parecían…? Pensaron ambos adultos mientras escuchaban el resto de lo que el moreno decía.

- ¡Entonces él fue y les sonrió con cara de playboy y las chicas esas se volvieron locas!- Dijo Iruka imitando lo que al parecer era la sonrisa de “playboy de Kakashi” los dos mayores simplemente se quedaron viendo el gesto con perturbación pues mientras más oían, más parecía que eran las palabras de un joven enamorado y celoso... – Luego la mesera se nos acercó y ni siquiera la miró, la paso de largo como si ella fuese invisible o algo dejándola con la palabra en la boca. ¿No crees que fue demasiado cruel? ¡Por eso le dije que era un insensible! ¡Que no soportaba a la gente como él! – Dijo casi gritando del enfado que sentía al volver a recordarlo apretando un puño en el aire como si fuese alguna clase de victoria o algo, que rápidamente perdió su fuerza, pues inmediatamente después bajo el puño hasta adquirir una pose humilde y apenada quizá por su comportamiento.

Minato y Kushina se rieron de buena gana al ver el cambio drástico de actitud en el moreno que sonrojado bajo más la cabeza. ¡Ya no sabían que decir! Al parecer este adolecente también era complicado a su manera, por un segundo pensaron que él estaba completamente celoso ¡Que risa!

-Entonces dices que le hizo un desplante a la mesera ¿Era la de hace un momento?- Preguntó relajado Minato gracias a el arranque de risas de antes, Iruka le miró con desconcierto y aclaró.

-No, la chica de antes era distinta. La otra era una de cabello negro y ojos purpura. –Dijo levantando su mirada al cielo como si estuviese recordando a la mesera. Minato abrió los ojos con reconocimiento por la descripción y se giró como buscando a alguien la persona que había visto antes podía ser ¿Mia?

-¿Te dijo algo Kakashi? ¿No notaste algo raro en ese momento?- Inquirió exaltado el rubio afirmándose en la mesa. Iruka se asustó un poco pero respondió.

-Ahora que lo dices, ella parecía conocerle, cuando le dije que nos sentaríamos a esperar a algunas personas, ella miró con cautela a Kakashi-kun y se retiró, luego cuando salió el tema de su comportamiento con ella, dijo que tuviese cuidado, aunque no entendí porque lo dijo, en ese momento pareció muy molesto. – Concluyó el moreno con inseguridad.

-¡Ah! Eso fue, lo que le dejo tan irritado.- Comentó para sí mismo Minato. Los dos presentes sólo se miraron con curiosidad entre sí. – ¡Esa chica creo que es Mia!- Afirmó como si los dos pudiesen entender de que hablaba, dejó salir un suspiro abatido y procedió a explicarles-  Mia era una compañera de escuela de Kakashi el año pasado, su Sempai por decirlo de algún modo. Se graduó esta primavera así que ahora ya no están en la misma escuela…- Explicó.

-¿Paso algo con esa chica?- Preguntó con interés la joven. Minato asintió.

-Mia era algo así como la novia de Kakashi… Aunque no te sé decir sí realmente fueron algo, pero Kakashi solía pasar mucho tiempo con esa chica. - Contó el rubio y por un segundo Iruka sintió que una opresión se cernía sobre su pecho. – Sí me preguntas a mí, te diré que fue su novia, porque le permitía acerarse más que a cualquier otra persona ajena a él, muchas veces incluso fue a nuestra casa y se encerraban horas en su habitación para “platicar”. Ella es dos años mayor, así que más parecían hermanos conviviendo, pero Kakashi jamás aclaró nada.- Contó con nostalgia mezclada con algo más- El asunto es que al ser mayor y con “experiencia” un chico como Kakashi no podía ser lo que esperaba –Dijo con énfasis la última palabra para no tener que explicar los detalles, que el sonrojo de Kushina delato había entendido.- Al principio parecía ser una buena chica, tierna, complaciente y aparentemente enamorada de Kakashi…

-¿Está bien que nos digas esto? Parece algo muy privado de Kakashi-kun - Inquirió nerviosa Kushina y Minato sonrió con desgano.

-Sí, ya es algo del pasado. Ella al parecer salía con alguien más aparte de Kakashi, y se quedó embarazada de esa persona, como no sabía que hacer decidió hacerle creer a Kakashi que era suyo…- La revelación fue un poco chocante para Iruka que sin evitarlo dejo salir un gemido dolido.

- No tengo idea de los detalles pero Kakashi se dio cuenta de la mentira y se alejó de ella. Pero Mia no supo cómo tomarlo e incluso fue a nuestra casa para buscarlo, como ellos no le permitieron verle ella entro en pánico y les dijo sobre su bebe y la paternidad de Kakashi. – Meditó un momento y continuó- Como dije no sé muy bien los detalles sobre ese asunto, porque en ese momento me encontraba en parís.- Dijo acomodándose en el respaldo del asiento.- Pero básicamente eso fue lo que paso.

-Parece una historia bastante seria…- Comentó decaída Kushina- Kakashi-kun debió sentirse muy dolido.

-Eso no lo sé, porque no dijo nada en ese momento ni siquiera se defendió o negó tener que ver en todo eso. Afortunadamente mis padres saben que él sería incapaz de no asumir sus responsabilidades así que no le creyeron a Mia. Así que sin más ella se fue, lo último que supimos es que había desaparecido unas semanas después, No sabemos que paso con el niño, pero creo que Kakashi sí… Seguramente verla aquí fue de gran impacto para él. – Comento el rubio sintiéndose algo culpable por pensar que su primo fuese así de grosero sin razón alguna.- De haber sabido que Mia trabaja aquí no habría elegido este lugar en primer lugar.

-Cálmate Minato-kun no podías saber eso. No es tu culpa.- Confortó la joven tomando la mano del rubio en gesto de camaradería. – Será mejor que vallamos con el seguro nos espera en el auto. Intentaremos que acepte la petición de Iru-chan cuando se tranquilice estoy segura de que dirá que sí.

-¿Tú crees?- Preguntó dudoso el rubio y la chica sonrió radiante. – Bien, hagamos eso entonces… - Respondió mirando a Iruka, desde hacía un rato que lo veía diferente, lucía cabizbajo pero más bien parecía lejano, tal vez no se esperaba escuchar algo como eso. –No te preocupes Iru-chan, estoy seguro de que Kakashi te perdonará por el mal entendido. ¡Ten más confianza! Estoy seguro de que sí le dices cómo te sientes él aceptará tus sentimientos como corresponde y te dará una respuesta. ¡Sólo tienes que ser positivo!

-Sí Iru-chan eres muy lindo y Kakashi pareció interesado no te preocupes ¡Puedes tener fe!

-¿Eh? ¿De qué hablan?- Preguntó confundió el moreno, pero los dos adultos sonrieron con aquellas sonrisas que no auguraban nada bueno y no le quedó más remedio que callar

-Es hora de irnos ese chico puede impacientarse más de lo que queremos y no será bueno.- Sugirió Minato levantándose de la mesa al mismo tiempo que Kushina.

-¡Espera, Minato-san! ¡Kushina-san! ¿Qué? ¡Oigan! –Les dijo reaccionando al fin-¿Qué saldrá bien?- El rubio le puso un mano en su cabeza revolviendo sus cabellos con una sonrisa al tiempo que decía.

-¡No te preocupes! ¡No te preocupes! ¡Tú puedes hacer que él te quiera! ¡Así que esfuérzate mucho, te estaré apoyando!- Le ánimo dejándolo aún más confundido. No tuvo oportunidad de aclarar lo que pasaba pues ambos mayores ya se habían adelantado.

***

Lejos de ahí.  En la estación del subterráneo, Kakashi se preparaba para abordar el tren que le llevaría a unas cuantas cuadras de la casa, su corbata la tenía doblada y guardada en el bolsillo delantero de su chaqueta, los primeros dos botones de su blanca camisa estaban abiertos dejando ver la exquisita forma de su clavícula, sus alborotados mechones plateados oscilaban en distintas direcciones dándoles un aspecto seductor, con las manos guardadas en sus pantalones y una postura un poco desaliñada daba el aspecto de ser un joven distraído y melancólico.

Las personas a su alrededor lo miraban con ojos soñadores y mejillas sonrojadas, de vez en cuando uno que otro suspiro se dejaba escuchar. Lo que lo llevo a pensar que su teoría de haber perdido el toque era errónea seguro ese chico tenia mala visión, pensaba Kakashi hacía mucho tiempo que no tenía dolor de cabeza por pensar tanto.

Y sobre todo no a causa de una persona. “Umino Iruka” un chico muy extraño, sin delicadeza y dispuesto a pensar lo peor de él sin ayuda ni fundamento. Mira que ponerse a defender a la arpía de Mia, esperaba no tener que topársela jamás pero parecía una sombra que le seguiría por toda su vida, recordándole lo idiota que había sido al permitirle acercarse demasiado.

***

Minato creía firmemente que Kakashi estaría esperando en algún lugar cerca del auto pero se encontró con que no había Kakashi en ningún lugar ¿De verdad se había ido en el tren? ¡No podía ser!

-¡Kakashi! ¡Sal de donde sea qué te escondes no es divertido!- Gritó en alto probando su teoría de que se escondía únicamente para que se preocupará por él. Sin embargo no hubo respuesta.- ¡Ese mocoso! –Soltó entrando en pánico.

¡Su mochila estaba ahí! Se dijo pegando su cara al cristal del su coche verificando el objeto, sin embargo el recuerdo de Kakashi sacando algo de ella antes de tirársela vino a él ¿Era su cartera? ¡No podía ser posible! Se dijo a punto de arrancase un poco de cabello por el pánico ¡Si su madre se enteraba de que había dejado que Kakashi se fuese solo en el subterráneo estaba muerto! ¡Dios!

¡Qué no le pase nada malo! ¡Qué no le pase nada malo! ¡Qué no le pase nada malo! Imploro, asustado.

-¡Suban al auto! ¡Creo que podemos alcanzarlo si nos damos prisa!- Imperó nervioso a Kushina e Iruka que no les quedó de otra más que obedecer.

***

-“Por favor manténganse tras la línea amarilla” – Anunció la voz en el megáfono- “El tren está a punto de arribar”

Un largo y exhausto suspiro por parte de Kakashi se dejó escuchar junto al estruendoso arribo del tren, la onda de aire que trajo consigo desordeno más sus cabellos plateados que intento mantener en su lugar con una de sus manos causando una nueva postura en su cuerpo que a ojos de los extraños a su alrededor se veía sensual.

Las puertas se abrieron y las personas cuyo destino era esa estación bajaron del otro lado del andén, segundos después las puertas del andén de embarque se abrieron y sin demoras Kakashi fue el primero en subir.  Se colocó junto a uno de los tubos que usaban de apoyo sin querer ocupar algún asiento, se cruzó de brazos y miró por una de las escotillas a las personas que aún se quedarían en la estación esperando tal vez el siguiente tren. Entre la multitud pudo reconocer la cabellera roja de Kushina y tras ella la de Minato, sin embargo era demasiado tarde las puertas se habían cerrado ya y no podrían subir con él ¡Lástima! Pensó malévolo Kakashi, apostaba que el inútil de Minato creía que le esperaría en el auto ¿Quién creía que era? Pensó cruzándose de brazos… Otro suspiro escapó de sus labios, no tenía idea de porqué pero empezaba a sentirse muy agotado.

El tren comenzó a moverse y después de unos metros lo único que podía verse a través de las escotillas eran las paredes de los túneles que formaban el subterráneo. Iba tan absorto rememorando cada uno de los segundos junto a Iruka intentando descifrar la razón por la que no habían podido llevarse bien con él desde el inicio. No es que le importase mucho pero no dejaba de darle vueltas al asunto.

Conforme analizaba cada una de las vivencias anteriores, un sentimiento de irritación se apoderaba de él y le hacía hervir la sangre, había resultado un verdadero fiasco aquel encuentro, aun si no tenía planeado realizarlo en absoluto. Tener que encontrarse con la bruja de Mia, ¡Eso era el tener suerte! Una persona que esperaba no volver a ver jamás y un chico que no quería verlo jamás… ¡Eso no podía ser peor!

***

En la estación, Minato veía con cierto aire de melancolía como el tren donde Kakashi iba alejarse. Estaba seguro de que ese mocoso le había visto. ¡Frustrado! ¡Sí, así se sentía en ese momento!

-Minato-kun si nos damos prisa podremos encontrarlo al otro lado en la parada.-Sugirió la pelirroja. Minato asintió y volvieron rápido al auto.

Ya en el auto rumbo a la siguiente estación, Iruka iba sumergido en sus propios pensamientos. ¿Estaba bien que el fuese con Minato-san y Kushina-san?

***

Sé que después de aquella historia de Minato-san, lo que Kakashi dijo comienza a tener sentido y aunque no quiero admitirlo tal vez dije de más. Ahora que lo pienso creo que me predispuse a odiarlo desde aquella vez en que lo vi ignorar a esa chica que se le había confesado. Creo que fui un poco prejuicioso al respecto, pero incluso si voy estoy seguro de que ese chico me ignorara esta vez… Me pregunto ¿Cómo habrá sido descubrir que la chica que le gustaba le traiciono de repente? Tal vez si a mí me pasara algo así, también me cerraría al mundo y a las personas. Tendría miedo de salir herido. ¡Decidido! ¡Lo intentaré una vez más! ¡Intentaré llevarme bien con Kakashi! Todavía estoy a tiempo de poder disculparme con él… O al menos intentaré disculparme con el…

Kushina observaba las caras que Iruka hacia al parecer sin darse cuenta, lucía muy pensativo, y de un momento a otro pasaba de una emoción a otra, al ver la mirada decidida en los ojos del moreno a través del retrovisor no pudo evitar sonreír cariñosa…

¡Tú puedes Iru-chan!

***

Sin que Kakashi se diera cuenta el vagón se llenó. ¡Como quería desahogarse! Cuando llegará a casa tocaría hasta caer rendido, era una verdadera lástima no poder participar en el certamen pero no podía evitarse. Seguro su tío entendería. Después de un suspiro más su hilo mental volvió una vez más al moreno, y algo fastidiado por eso pensó auto convenciéndose.

Sí él no quiere verme ¡Entonces yo tampoco! ¡Deja de pensar en eso Kakashi! No tengo por qué encontrarme con ese delfín de nuevo. ¡Es una estupidez! Estamos en la misma escuela, pero si no lo había visto hasta hoy, seguramente no me lo encontraré ahora que sé quién es y qué sé que le desagrado seguramente él tampoco me buscara… ¡Mejor así! ¡No quiero relacionarme con alguien así de nuevo!

Siguió sumido en su propio mundo, sin darse cuenta que un sujeto de aspecto sospechoso se acercaba cada cierto tiempo un poco más a él, hasta situarse justo a sus espaldas.

Debido a que el vagón iba lleno al principio no le tomo importancia, no obstante, fue hasta que sintió un leve roce en su parte baja que notó que la presencia tras él no tenía buenas intenciones.

¡¿Qué demonios?! ¡Un pervertido! Se dijo conmocionado al sentir un nuevo toque en sus perfectas nalgas.

Si él hubiese sido un dulce doncel como lo aparentaba tal vez hubiese aceptado sumisamente aquella invasión a su espacio vital, tal vez incluso se pondría a llorar. Comenzó a pensar como reaccionaria un chico como Iruka en esa situación, si un pervertido como ese le manoseara y se le hizo extraño que conforme la imagen se formaba en su cabeza una furia que se incubaba fría en él desde hacía rato explotó.

-¿Qué crees que estás haciendo viejo pervertido?- Siseó con voz cruda el menor. Tomando la mano del pervertido con fuerza entre la suya.

-¡……..!

Para desgracia del depravado ese, Kakashi no era Iruka y de lejos ni siquiera un tierno e inocente doncel como aparentaba, por lo tanto la mirada gélida y la fuerte palma que le apreso sus lascivas manos no podían ser del hermoso niño peli plata que había hecho que se excitará con tanto suspiro.

-¡Es descortés tocar algo que no te pertenece!- Volvió a decir el menor con crueldad disfrazada de una radiante sonrisa, que hizo palidecer al instante a su agresor.

En ese momento el pervertido incluso fue capaz de sentir como la sangre de su cuerpo parecía serle drenada al ver como esos perdidos ojos ébano de antes le escrutaban como profundos posos llenos de oscuridad y malicia pura, el torcijón del que eran victima sus dedos sólo parecían el preludio del dolor que aquellos ojos oscuros prometían y fue justo cuando sintió una mano posarse sobre su preciado “amiguito” y un milisegundo después estrujarlo sin piedad, dejando salir un grito ahogado de dolor.

- ¡Me encargaré de que no vuelvas a pensar en el sexo jamás! – Le dijo al oído en un susurro sádico más que otra cosa y posteriormente el mundo se volvió negro para el pobre sujeto, cuando un puño se estampo en su cara rompiéndole la nariz.- ¡Sabandija, más te vale quedarte tirada ahí si no quieres saber lo que el dolor puede significar!- Advirtió Kakashi mientras pisaba con saña las partes nobles del sujeto a sus pies.

Las personas ni se inmutaron ante el desplome de aquel hombre, fue como si ese simple segundo pasara de largo a través de sus cerebros y ni siquiera lo hubiesen percibido. Lo único que veían era el hermoso rostro de un doncel pelo plata pisar sin cuidado a un despojo de ser humano sanguinolento sobre el suelo del tren segundos antes de que las puertas del andén se abrieran para poder salir a la estación.  

-¡Es tan genial!- Susurró una chica deslumbrada por la divinidad del menor.

Haciendo que Kakashi enfriará al fin su cabeza, miro con detenimiento sus nudillos que comenzaba a ponerse rojos, tal vez no debió golpear tan fuerte la cara de ese pervertido, pero francamente lo habría hecho de nuevo sin dudar. Minato muchas veces había descrito su personalidad como la de un lobo disfrazado de oveja y esa exactamente era la imagen que proyectaba a propósito en la escuela, con las personas a su alrededor y con todos los desconocidos que pudiese toparse alguna vez.

Realmente no importaba mucho quien fuese su contrincante, todos y cada uno de ellos buscaban algo al acercarse a él, Mia por ejemplo había logrado acercarse a él porque de alguna forma creyó que era una buena chica, distinta de lo que había visto hasta ese momento, era bonita pero no como para que él se fijara en ella, lo que le había atraído había sido su voz. Era una voz muy hermosa que armonizaba perfectamente cuando el tocaba su violín y ese fue el inicio de su encuentro.

Al principio le sorprendió encontrar a alguien tan espontaneo como ella, que decía lo primero que le venía a la cabeza sin pensar, malinterpretándolo como sinceridad. No paso mucho tiempo para que empezara a guardarle cariño, la veía como una amiga y aunque fuese mayor que él también la veía a largo plazo como una especie de enamorada, había llegado a creer que estaba enamorándose de ella. 

Descartando la idea cuando de algún modo notó que era más bien porque ella le recordaba a Kushina-san. Tras descubrir su embarazo no deseado, y lo que planeaba hacerle, se sorprendió del hecho de que haberlo descubierto no le causará pesar. Sí había sido un shock pero del tipo que hiere el orgullo, sólo eso. Mia había resultado lo que esperó todo el tiempo desde que la había conocido que sería. La única diferencia había sido que ella había conseguido mantenerse junto a él por más tiempo de lo que ningún otro había logrado. Por eso fue capaz de seguirle el juego cuando ella al fin decidido hacer su jugada y endosarle a un niño que claramente no podía ser suyo.

Recordaba que ese día ella le había llamado para poder cenar juntos, ya que se quedaría sola en su casa, él tuvo franca curiosidad de saber lo que haría así que acepto ir, su comportamiento fue natural y ella nunca sospecho nada, por supuesto sabía que el té tenía alguna droga rara para que él se desmayase así que fingió tomarla sin que lo notará y siguiendo la corriente simuló marearse por la droga y ella le llevo hasta su habitación donde comenzó a desvestirlo, en algún momento aparentó quedarse dormido y lo único que ella hizo fue quitarle la ropa hasta dejarle en calzoncillos, para después meterse con él en la cama.

Cuando se cercioró de que estaba totalmente dormida salió de la casa en completo silencio. Había sido decepcionante descubrir su verdadera naturaleza, pero lo había superado desde el mismo momento en que la escuchó hablarle de lo que haría a su amiga.

Por eso cuando ella fue a la semana siguiente a decirle sobre su bebé simplemente le dijo que no quería verla de nuevo. El juego había terminado. Cuando le dijo eso le amenazó con decirle a sus tíos, sin embargo no le importó ya que la misma noche que había vuelto de su casa le había contado todo a su tío y tía, quienes pacientemente le escucharon y creyeron. Pese a que no esperaba que cumpliese su amenaza la reunión con sus tíos y Mia fue inevitable. Aquello había sido todo un drama con lágrimas y todo, por parte de la chica, verla en ese estado tan lamentable solo le causo la impresión de que era una excelente actriz, de cierta forma le daba pena, por lo estúpida que podía llegar a ser, ¿De verdad creyó que era tan ingenuo? Si ella hubiese sido sincera desde el principio tal vez él la habría ayudado, sin embargo sus métodos sucios y sus mentiras habían desestimado la opinión que guardaba de ella… No la odiaba, no valía la pena, pero la humillación que le hizo pasar había sido por mucho algo que jamás olvidaría. Sería el eterno recordatorio de que había sido idiota al confiar en una chica sólo porque le gusto su voz…

***

El pequeño delfín tenía razón, reconoció Kakashi le había dicho que prefería estar solo a acompañado de gente que no le importa, pero el delfín no tenía en cuenta que esas personas tampoco buscaban estar con él y si era así ¿Entonces porque él no podía hacer lo mismo? Desde lo de Mia había empezado a desconfiar en su habilidad para leer a las personas, por lo que en todo caso era mejor ser hipócrita y saber dónde se pisa a quedarse sosegado por la ilusión de lo que llaman “amistad” “amor” “compañerismo” nada de eso podía ser menos significativo para alguien como él. Y el encuentro con Iruka era ahora una prueba irrefutable que nunca debía fiarse por sus primeras impresiones, al menos lucia sincero cuando decía que no quería acercarse a él y eso ya era ganancia.

De todas formas sabía que incluso si buscara el amor, no podría encontrar a aquella persona que pudiese entenderle sin palabras, con una sola mirada a sus ojos, que supiera como se sentía con solo verle, alguien así no existía. No podía existir… Porque si fuese así no podría confiar en sus ojos aunque se paseara frente a él con reflectores, y si iba a hacer así era mejor no pensar en eso.

Mi madre había creído encontrar eso que llaman amor en los brazos de mi padre pero lo cierto fue que mi padre no tenía ni idea de lo que el amor significaba, él sólo veía en mi madre lo que las personas miran ahora en mí un doncel delicado y hermoso… Y fue precisamente la apariencia de mi madre lo que llevó a la destrucción a mi padre.

¡Ya es hora de que dejé de pensar en estas estupideces! Tal vez algún día en algún lugar encontraré a alguien tan hermoso como yo y estaremos juntos porque después de todo sólo alguien igual a mi podría entender lo que se siente sentirse como me siento ahora. Melancólico. Aunque el que nos entendamos y nos juntemos, no quiere decir que pueda amar a ese alguien…

Se detuvo un momento en la salida de la estación contemplando el cielo de la tarde que comenzaba a enrojecer por el atardecer. Y por enésima vez ese día dejó salir un suspiro taciturno cuando la cara sonrojada de Iruka cruzó como un relámpago por su mente.

Llevó la palma de su mano a su frente para frotarse la cien agobiado ¿En qué rayos pensaba? Sé dijo algo fastidiado, hasta que el gesto había causado un dolor algo agudo en sus nudillos, y bajando su mano a la altura de su barbilla inspeccionó la zona afectada descubriendo que su puño derecho comenzaba a mostrar indicios de inflamación. Se  encontraba caminando rumbo a casa, haberse encargado de aquel tipo había sido una buena terapia anti estrés pero había usado mucha fuerza al parecer, aunque si bien había valido la pena la golpiza que le había dado a ese sujeto, debió haber considerado la seguridad de sus manos. Sin embargo después de ese día podía garantizar que aquel pervertido no volvería siquiera a pensar en tocar el trasero de ningún pasajero de nuevo. Por lo que decidido que valía la pena el regaño que vendría cuando sus tíos se enterarán.

***

Sí Kakashi se hubiese detenido un par de minutos más habría sido capaz de ver cruzar la calle el auto de Minato, que a su vez no le vio doblar la calle rumbo a su casa. Iruka que iba mirando por la ventana le pareció ver la platinada cabellera del príncipe como había decidido llamarle en sus pensamientos, pero tras un parpadeo la silueta se le perdió en la multitud y pensó que quizá lo había imaginado por lo que no comento nada cuando Minato se bajó del auto pidiéndoles que esperaran mientras iba a verificar la llegada del tren a la estación.

***

Kakashi llego a su casa al fin, estaba cansado por caminar tanto por primera vez desde hacía un tiempo, se dispuso a buscar la llave de la puerta en su mochila recordando que la había dejado en el auto de Minato. Decidió intentar girar la perilla, si sus tíos estaban seguro estaría abierta. Afortunadamente pudo abrirla, y entró en la casa sin ningún percance, en el pasillo contiguo se encontró con su tía Tsunade cargando consigo una botella de vino, seguramente para la cena.

-Buenas tardes- Saludó con una reverencia formal- Ya llegue…

-¡Kakashi! ¡Qué bien que llegaste! ¿Y Minato?- Preguntó después de verle entrar solo y cerrar la puerta.- ¿Creí que iría a recogerte a la escuela? –Inquirió confundida.

La mujer estaba llegando a sus cuarenta, pero cualquiera que la viese diría que aun ronda los veinte, pues conservaba su belleza de antaño sin aparentar un año de los que tenía en realidad.

-Nos separamos después…- Dijo con indiferencia. La mayor arqueó una ceja y puso cara de sospecha.

-¿Entonces en que has venido?- Preguntó sin ápice de broma.- No escuche el taxi estacionarse.- Agregó cruzándose de brazos sobre su generoso pecho. Kakashi la miró con cierto aire de vacilación pero la mayor no cedería, así que con un suspiro sumiso respondió.

-En el subterráneo…- Dijo bajando la cabeza.

-¿En el…? –Repitió analizando su respuesta- ¡¿Qué?! ¡Ese lugar es muy peligroso para un niño como tú! ¿Por qué no llamaste un taxi? ¿No te paso nada? ¡Te he dicho siempre que vengas en taxi! – Regaño con voz imperante- ¿Minato lo sabe? ¿No te paso nada?- Preguntó de nuevo la mayor e inconscientemente él trató de esconder la mano magullada, fue contraproducente pues la mujer se acercó a él sosteniéndole la mano y levantándola en el aire, dejando la botella de vino en el suelo en el proceso. Cuando vio la leve inflación en ella, se apresuró a revisar la otra.

Las giró de forma específica, primero reviso sus nudillos, y cada uno de sus dedos, la giró de manera que su palma quedase hacia arriba y le pidió apretar la mano en un puño, una leve molestia se dejó ver en su rostro y la mayor acentuó su ceño serio.

-¡Kakashi ¿Qué fue lo que pasó exactamente?!- Imperó inflexible Tsunade con mirada amenazante Kakashi suspiró resignado y le contó el episodio del pervertido, omitiendo el hecho de haber discutido con el rubio fue la causa por la que decidió ir a casa en el subterráneo, ya era bastante que ella pareciera realmente enfadada por el asunto y el temió por un instante el castigo por no esperar a Minato.

-Entiendo, vamos a la estancia primero…- Fue su única respuesta, recogió la botella de vino y la siguió por el pasillo hasta la estancia de la casa.

***

Tsunade y Jiraya sus tíos maternos son lo más cercano a padres reales que he tenido por lo tanto los respeto y confió en ellos sin dudar, la única opinión que me importa es la de esas únicas dos personas. Jiraya era el hermano mayor de mi madre, aunque fuesen sólo medios hermanos que compartían la misma madre, ya que los padres de cada uno eran diferentes, razón por la cual yo no me apellido Namikaze como mi tío. Sino que tome el apellido de mi difunta madre Sakumo Hatake, él era un doncel con mucho talento, y con una belleza que yo superaré algún día sin dudas tal como afirmaba mi tío. Mientras viajaba por el mundo conoció a Madara Uchiha un empresario que se prendo de él en cuanto le vio convirtiéndose en mi padre y más tarde en la persona más abominable que eh tenido la desdicha de conocer.

Tras la muerte de mi madre, mi padre me llevó a su casa contra mi voluntad, a pesar de ser un hombre casado cuando conoció a mi madre no dudo de enredarse con él, y con otros más trayendo al mundo a un buen número de hijos bastardos al mundo. Sin embargo de lo poco que consigo recordar de mi madre en vida jamás le reprochó aquel comportamiento a mi padre, al parecer su amor por él era más fuerte que su amor propio. Hasta antes de la muerte de mi madre, yo sólo conocía a mi padre por fotografías y platicas que mi madre me había contado en ocasiones en las que se ponía melancólico, y unos días después de que hubo al fin fallecido, mi padre apareció para llevarme a la mansión donde conocí a mi hermano mayor, el único hijo legítimo de mi padre y la única otra persona que a parte de mis tíos que respeto.

De algún modo mi tío pudo encontrarme y traerme con él pues mi padre se había vuelto un peligro para mí, tras la muerte de mi madre poco a poco empezó a perder el sentido de la realidad y en ocasiones me llamaba por el nombre de mi madre, luego reaccionaba y se daba cuenta de que no era él, tal vez si lo amaba después de todo, aunque eso nunca lo sabré. Porque al igual que mi madre murió en un accidente un año después de que vine a Inglaterra con mi tío.

***

Al llegar a la estancia la cara seria de mi tía me hizo sentarme en uno de los cómodos sofás de la sala, ella pareció mirarme como esperando a que dijera algo y decidí hablar entonces sí iba a ser reprendido por mis malas decisiones era mejor hacerlo lo mas rápido.

-Lo siento tía no creí que fuese a pasar algo como eso…- Empezó a decir el realmente apenado.

-¡Eso no importa! Lo importante es que tus manos no se dañen. Kakashi sabes que tus manos son la parte más importante de tu cuerpo como un músico y aspirante a solista. ¡Debes hacer lo imposible por protegerlas! ¡Sé que eres fuerte! ¡Pero debes tener más cuidado para la próxima! – Le sermoneó y él asintió dócil dejándole que continuará. Sin embargo la mayor le miró más tranquila y después de asentir satisfecha preguntó con una siniestra mirada y una sonrisa sádica- ¿Le diste su merecido a ese bastardo cierto?

Kakashi sonrió malévolamente en complicidad y afirmó, su tía era una persona de armas tomar, incluso su tío tenía miedo de ella. Aunque no sabía porque su personalidad retorcida le agradaba más que la que siempre tenía a la vista.

-Como me hubiese gustado poder hacerlo yo…- Se quejó como si fuese realmente lamentable y él la miró con cara de circunstancias - ¡Bien voy a darte un masaje, y vendarte las manos, hoy no puedes practicar!- Dijo volviendo a su estado habitual. – Evita usar las manos lo más que puedas. ¡Entendido!

-Está bien… - Aceptó él, y ella fue hasta un pequeño armario en uno de los costados de las paredes y sacó el botiquín de primeros auxilios. Cuando termino Tsunade de vendarle ambas manos él las abrió y cerró para confirmar que el vendaje no quedase tan ajustado.

-¿No te aprieta?- Preguntó Tsunade y el negó.- Bien anda a cambiarte quieres.- Le dijo revolviendo su cabello en un gesto de cariño.- Tu tío está haciendo la cena hoy. Iré a ver qué tal le va. No creo que haya quemado la cocina o ya lo sabríamos. – Comentó a modo de broma tomando consigo la botella de vino que antes había sacado del sótano.

Kakashi se rio por la broma ya que Jiraya podía cocinar al nivel de un chef de cinco estrellas y esperó a que la mayor se perdiera en el pasillo de la cocina. Suspiró aliviado de que no le castigaran por nada y guardo sus manos en los bolsillos de sus pantalones.

Se quedó viendo con aire perdido la entrada del pasillo por donde se había ido la mujer y pensó algo triste en el hecho de que ese día no podría practicar. No había más que hacer ahí así que decidió irse también, subiría a su habitación a cambiarse, y se quedaría ahí hasta la hora de la cena haciendo sus deberes. O ese era el plan, hasta que se giró sobre su cuerpo y ahí frente a él se encontró con el chico que se suponía no volvería a ver jamás…

-¿Qué?- Alcanzó a decir antes de que el castaño hablará por no decir gritará.

-¡Siento mucho lo de antes! ¡Te probaré que puedo ser tu acompañante en el certamen! – Kakashi arqueó una ceja incrédulamente ¿Era una disculpa lo de recién?- ¡Así que toca tu violín! ¡Te demostraré que puedo armonizarme a ti!

Por un largo segundo sus miradas se chocaron entre sí, Iruka podía sentir el palpitar de su corazón que parecía querer salir por su garganta, el calor en sus orejas y mejillas le decían que estaba sonrojado y sus puños bien apretados a sus costados eran la muestra de que el permanecer parado frente al pelo plata en ese momento era un gran esfuerzo para él.

Minato y Kushina aparecieron tras el castaño con cara de circunstancias, aliviados en parte porque el menor pareciera ileso después de su viaje en el tren pero con el humor aparentemente irritable aún. Las manos en los bolsillos de su pantalón y en una postura relajada aun si se encontraba de mal humor, su expresión era más bien indiferente. Si algo sabían ambos adultos era que Kakashi no haría nada que no quisiera a menos que Jiraya o Tsunade lo obligaran y ahí en la casa con ambas figuras respetables para el menor pelo plata, era la mejor oportunidad para Iruka sin dudas. O eso creían,  pues el pelo plata simplemente suspiro fastidiado, y con frialdad dijo.

-¡Me niego!- Y tras decir esas dos únicas palabras se retiró de la habitación pasando por un lado del castaño que del shock ni se movió de su lugar.

Kakashi le miró de reojo y algo se estrujo dentro de su pecho al ver la silueta del castaño tan abatida, pero aún si quisiera que fuese su compañero simplemente era ¡Imposible! Para empezar no podía tocar con las manos vendadas y tampoco tenía porque decirle que estaba lastimado ¡Sería ridículo! ¡Tenía que rogar con más ganas si quería ser su acompañante! Su música era lo único con lo que no sería mediocre y ese delfín debía entender al menos eso, por su cuenta.

-“¡Sólo aceptaré si dices “por favor” sinceramente!”- Pensó para sí mientras una sonrisa de lado en actitud burlona se instalaba en sus labios.

Salió de la habitación sin mirar siquiera a los dos adultos que impávidos a su comportamiento se limitaron a dejarle pasar. Si seguían presionando al menor de esa forma terminarían haciendo más confuso todo y la silueta desplomada de Iruka no podía ser mejor confirmación de eso.  

-Apareció de nuevo el príncipe desalmado…- Susurró con palidez Minato al ver la sonrisa de Kakashi y Kushina simplemente asintió en trance. Kushina giró su rostro al moreno que aún no salía del shock arrodillado en el piso y llamándole con voz contrita.

-Iru-chan…- ¿Qué le digo? Se preguntó angustiada no tenía ninguna palabra de aliento para el menor, y sin moverse de su lugar volteo esta vez su mirada a Minato que seguía con la mirada perdida en las escaleras por donde Kakashi se había ido. Un golpe seco al piso los saco de sus cavilaciones y al voltear ambos vieron que el aura del dulce moreno lucia igual o más aterradora que la del pelo plata ausente.

-¿I-Iru-chan?- Le llamó una vez más la pelo rojo asustada por el comportamiento raro del menor, quien empezó a reírse de una manera muy, MUY tétrica. Los mayores se miraron entre si y como si fuese su mantra de ese día pensaron asustados ¡Enserio que los adolescentes eran de temer!

 

Continuará…

 

 

 

Notas finales:

Y ahi esta. ¿Meresco un RR? ¿Sì? 

Bueno si quieren dejen me uno yo me paseare por aqui hasta la semana que viene. 

¡Buen fin de semana!

Adiosin


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