Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

(primero) A O por Melyoan

[Reviews - 36]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! ya llegué con la conti y como de costumbre atrasada, sé que dije que subiría cada mes al menos un cap, me atrasé mucho y me pasé al otro mes u_u pero me esforzaré y tratré de que este mes salga la conti para ponerme al corriente n_n

Este cap me salió un poco largo y la verdad me costó hacerlo u_u espero les agrade

Sin más, disfrútenlo!

 

Mientras tanto en algún lugar de Akihabara…

-vaya senpai, eres asombroso! –decía admirado un castaño claro-

-ya no exageres kazuki, ni era para tanto

En el poco tiempo que Tsumori había pasado en Akihabara, se hizo un muy buen amigo, Kazuki Okabe, el cual inmediatamente simpatizó con el rubio, además que se ofreció como guía turístico de este; aunque al principio Tusmori estaba muy desanimado para ir de paseo por cualquier lugar ya que su plan era permanecer lo más posible encerrado en su habitación en el hotel, el castaño logró convencerlo de conocer toda su hermosa ciudad

-hablas en serio?, pero si le cerraste la boca al patán del Dr. Moeda ja, ja, ja no pensé que alguien se atrevería a contrariarlo y además demostrar su error, en especial en medio de una conferencia

-bueno, cuando es, es y cuando no, pues no… -desvía la mirada- además ese arrogante me cayó mal desde un principio –se excusa Tsumori- si hubiese sido otro el de ese error no lo hubiese dejado en ridículo frente a todos…

-ja, ja, ja como sea, desde ahora en adelante tiene que cuidarse de su ira, de seguro siempre lo tendrá en la mira

-al menos algo bueno ocurrió que me levantó el ánimo –susurra-

-senpai?, vas a aceptar la extensión de la prueba para poder obtener un puesto aquí? –pregunta ilusionado-

-no lo creo, no tengo pensado quedarme aquí –dice en un tono triste- aunque allá tampoco tengo a nadie que me espere- pensando en que ya se había rendido al obtener el amor de su dulce ojimiel-

-oh… -desanimado- me hubiese encantado que te quedaras, estoy seguro que serías de gran ayuda aquí, además de que aprendería muchas cosas de ti

-vaya!, que halagador escuchar eso de un colega que no me conoce desde hace mucho, pero si ese es el caso, siempre puedes tú venir a Tokio, eres muy bueno en tu área, no olvides que me mostraste su tesis, será fácil que abarques un puesto y más si le hablo de ti al director… -le sonríe- sé que allá podrás evolucionar más rápido

-en serio lo crees senpai?! –dice entusiasta- la verdad eso me anima mucho, he pensado en ir a Tokio, pero siempre creí que mi nivel no podía ser suficiente

-pues ahora que te lo dije debes aumentar tu confianza ok?... –desvía la mirada-

-entonces lo haré, daré mi mayor esfuerzo para no decepcionarte!

-así se habla… sabes? He pensado mudarme, actualmente vivo en un departamento con dos personas más y creo que haré mal tercio si sigo permaneciendo ahí, por eso lo haré y sé que el gasto será mucho, que tal si cuando vengas para allá compartimos departamento, así el gasto se reducirá para ambos, claro eso si no tienes lugar donde quedarte, porque si es así…

-de veras senpai! –alegre- eso sería maravilloso!, de verdad muchos gracias y claro que acepto

-qué bueno, -sonríe- y bien a donde me llevarás mañana mi pequeño guía –dice de manera tierna, a lo que el menor se sonroja-

Parecía que el camino de la vida le sonreía a Tsumori, pero este aún estaba herido por su amor no correspondido, que no se daba cuenta de que tan cerca se encontraba alguien especial

-Akihiko… -susurró viendo la imagen de la portada de un periódico que se exhibía en un aparador- Akihiko se casó?... increíble… aunque no es nada extraño –sonríe ligeramente -no sé por qué esto no me duele tanto como creí que me dolería, pensé que una noticia así me rompería el corazón, pero… -piensa sin dejar de observar la imagen de la primera plana de un prestigioso periódico de Osaka-

-qué sucede pequeño, por qué tan pensativo?... es que acaso conoces a alguien de la Foto? –pregunta interesado-

-eh?... lo siento, es solo que… -nuevamente se queda pensando- quizás es porque desde que vi a Misaki supe que nunca tendría el amor de Akihiko?… o tal vez… -se sonroja al mirar por el rabillo del ojo a su acompañante- como sea –tratando de negar los sentimientos que ya sabía tenía por Nowaki- solo me siento triste por no haber estado a su lado apoyándolo en un día tan importante para él, pero si me aparezco no quiero ni pensar en cómo me mirarán por haber causado la muerte de Haruhiko ni sama… de seguro me deben odiar, por eso lo mejor es volver a irme sin decir nada, pero y si no murió, no!, imposible, yo lo vi-

-… -Nowaki no quería presionarlo, le parecía extraña su reacción, la fotografía mostraba y anunciaba claramente a Usami Akihiko y sabía algo de él ya que con anterioridad había reaccionado igual cuando le regalo un libro escrito por esa persona; sospechaba que esa persona tenía algo que ver con su Hiro san, pero no quería obligarlo a hablar y menos inmiscuirse en algo en lo que el menor no le diera confianza de hacerlo, así que solo se limitó mostrarle su apoyo tomando la mano del menos con la suya, causando un pequeño sonrojo en el mejor, que aunque algo distraído lo había sentido claramente y no hizo nada por deshacer el agarre, ya que le hacía muy feliz tener al ojiazul a su lado-

Caminaron por un largo tiempo en silencio, que para Nowaki fue un tanto desolador no poder seguir escuchando la voz de su amor, mientras que Hiroki seguía sumergido en sus pensamientos, aunque la mirada perdida y un poco triste que mostró en un principio, con el paso del camino se fue tornando pacífica hasta el punto en que llegó a esbozar una pequeña sonrisa, por lo cual el mayor se tranquilizó más aún; a ese paso lento pudieron encontrar un buen lugar, pagaron para reservarlo dejaron reposar las flores que aún cargaban y se fueron a cenar, ya durante la cena Hiroki dejó su silencio de lado, pero no habló de lo que estuvo pensando por tanto tiempo, al contrario solo desvió la conversación a como la pasarían al día siguiente, lo feliz que estaba por no haberse tenido que marchar y que sería feliz dejándole esas bellas flores a su madre, Nowaki le siguió la corriente, lo menos que quería era volver a ese silencio, al salir del restaurante caminaron de regreso al alojamiento aún tomados de la mano.

-estás bien Hiro san? –le pregunta el ojiazul a su amor, ya que desde antes de que llegaran a su habitación se había puesto muy nervioso-

-ah… si… - pronunció apenas sentándose en la cama-

-bien será mejor que durmamos, puedes ocupar la cama, yo dormiré aquí –extiende una colcha en el piso-

-pero… no sería justo –susurra lo último-

-qué, -se acerca hasta él y se pone en cuclillas para estar al mismo nivel- quieres que durmamos juntos? –le sonríe pícaramente-

-yo no dije eso! –grita aún más nervioso y cerrando los ojos, como si pensara que con eso su sonrojo dejaría de ser tan notorio-

-jump…- trata de ocultar la risa al ver la ternura que le producía, así que tomó delicadamente con sus dos manos el rostro del menor, haciendo que lo mirase- Hiro san… sé que me estoy aprovechando al estar en esta situación, es decir, solos y lejos de nuestro hogar, pero no puedo evitar decir que te amo, te amo más que a nada y nadie en este mudo y que nada me haría más feliz que aceptes mis sentimientos, que estés a mi lado de ahora en adelante y juntos hacer que nuestro amor florezca, -el menor lo mira embelesado aún con un sonrojo- porque sé que no te soy nada indiferente y me atrevería a decir que sientes más que solo cariño por mi… -es silenciado por los dedos del castaño que los había puesto sobre los labios del mayor para que no dijera más-

-no sigas, te lo suplico… -desvía la mirada hacia abajo, todo lo que Nowaki le decía era verdad, pero no quería admitirlo, porque si lo hacía sabía que le haría mucho daño a Tsumori y probablemente los médicos dejarían de ser amigos y hasta de hablarse-

-esta vez no desistiré, por favor mírame Hiro san… -muy lentamente el castaño levanta la mirada, hasta toparse con el hermoso color azul de los ojos del médico- dime la verdad… me amas? –suplicando con la mirada por una respuesta positiva-

-yo… -la mirada del ojiazul le dolía, no podía seguirlo torturando de esa manera cuando él sentía lo mismo, por más que trató de evadir ese sentimiento fue inevitable y lo sabía, sabía que se había enamorado de Nowaki desde hace ya mucho, sin siquiera verlo en persona, tan solo escuchando su voz en las conversaciones telefónicas que tenían cuando- si… te amo Nowaki san –le caen un par de lágrimas-

-Hiro san… -eso era todo, al fin escuchar esas palabras hechas por el menor le devolvieron a la vida, llevando lo al paraíso; sin esperar más le dio un tierno beso en los labios- gracias –beso- muchas gracias Hiro san –otro beso- gracias por enamorarte de mí

-tonto… -susurra- no tienes que agradecerme por eso, -le sonríe- más al contrario, gracias a ti por enamorarme, por no rendirte y en especial por salvarme… -por salvarme de la desolación –le da un tierno beso- te amo Nowaki san… -se secas las lágrimas- y me alegra hacerlo

-a mí también… -se acerca al castaño, atrayéndolo hacia sí haciendo presión en la nuca del menor y sin perder más tiempo lo besa apasionadamente, beso que fue muy largo y que para satisfacción del ojiazul fue correspondido con algo de temor por Hiroki, temía asustar al menor, por eso cuando faltó el aire se separó delicadamente- Hiro san, ha, no creo que me pueda, ha, controlar –dice entre jadeos y con una mirada llena de lujuria, para luego volverlo a besar-

-mhg… -gime entre el beso al sentir como la mano cálida del mayor acariciaba su abdomen por debajo de su playera - mmhh –intenta alejar la mano del mayor con una de las suyas y con la otra lo empuja levemente para deshacer el beso- ah, ah… -jadea- lo siento, ha, ha, tengo miedo… -dice apenas bajando la mirada-

-quieres que paremos aquí?... –pregunta comprensivo Nowkai, a lo que solo recibe como respuesta el movimiento de cabeza del castaño haciendo una negación, a lo que el mayor sonríe feliz- Hiro san… -tomando sus manos para repartir en ella tiernos besos- prometo que haré desaparecer tus temores, te amo y hare que estés seguro de eso con cada parte de tu cuerpo –cuidadosamente lo comienza a desvestir, para luego recostarlo sobre la cama- no cierres los ojos Hiro san, solo mírame –el menor obedece a duras penas, no quería hacerlo por la vergüenza que tenía, pero cedió ante la seductora voz del mayor-

Al obtener la atención del ojimiel, Nowaki empezó a desvestirse, causando un mayor sonrojo a Hiroki, cuando termino de hacerlo se posicionó encima del menor atrapando sus labios en un largo beso, con su lengua abrió el camino para intensificar el beso, el aire al cabo de segundos hizo falta y apenas terminó el beso francés el médico no perdió ni un segundo para empezar a marcar el cuerpo de Hiroki con besos y suaves mordiscos que iban descendiendo desde su mentón, pasando por el cuello y bajando hasta toparse con los rosados pezones, que no dudaron en mostrar que su dueño ya estaba excitado, provocando que Nowaki los atacara succionándolos como si quisiera que algo saliera de ellos.

Los gemidos de Hiroki salieron con mayor volumen, estaba asustado, nunca creyó que podía producir esos sonidos tan eróticos y tampoco sabía cómo dejar de hacerlo, Nowaki estaba devorándolo y cada parte que tocaba con sus labios, dientes y manos, eran como si se que quemaran, luego de agonizantes minutos de placer sintió como su miembro, ya erecto, era tomado por dos manos expertas, eso lo descolocó y cuando bajo la vista vio como el médico bajaba hasta quedar frente a su palpitante erección, sabía lo que iba a pasar, por lo que Hiroki sujetó la cabeza de su amante antes de que este lo atacara con su boca, pero tal acción fue inútil, su fuerza fue insuficiente y Nowaki cumplió su cometido, introduciendo completamente el miembro excitado del menor a su boca y sin perder tiempo comenzó a succionarlo al mismo tiempo que usaba su lengua para saborearlo por completo, el toque de Hiroki en su cabeza y sus sonoros gemidos solo lo excitaron aún más, causando así que su propia erección estuviera a tope.

Hiroki llegó al clímax rápidamente, botando su primera esencia en esa noche, de la que el mayor no desperdició ni una sola gota, disfrutando y saboreándolo en su totalidad –Hiro san eres delicioso –relamiéndose los labios- ahora… -empujando las dos piernas de menor hacia arriba hasta que se toparan con su abdomen- sujeta tus piernas Hiro san… -le pidió al castaño que todavía no se recuperaba de esa experiencia tan placentera, pero que aun temblando obedeció

En esa posición Hiroki quedaba totalmente expuesto, era un deleite para Nowaki tener a su amor así, se acercó y sin recato comenzó a probar esa pequeña cavidad prohibida, lubricando cada parte de esta, movía de tal manera su lengua que parecía que la estaba penetrando con ella, Hiroki no hacía más que retorcerse y a duras penas mantenía sujetas sus piernas; cuando el médico terminó de lubricarlo comenzó a prepararlo con sus dedos- es necesario que haga esto Hiro san, no quiero lastimarte –le decía cariñosamente ya que había sentido como el castaño había dado un respingo ante tal invasión provocando que se tensara, una vez que sintió que se relajó introdujo un segundo dedo y así siguió hasta poder introducir tres dedos, los cuales se movían de tal manera que Hiroki no pudo evitar correrse nuevamente- ya estás listo Hiro san, voy a entrar –menciona excitado a más no poder y con el semen que había eyaculado el menor se untó todo su miembro para lubricarlo posicionó las piernas de menor sobre sus propios hombros, dirigió su miembro embravecido a la entrada del castaño y lentamente lo introdujo de a poco, parando cuando veía que Hiroki hacía una expresión de dolor y continuando cuando se relajaba, cuando al fin logro estar por completo dentro de su amor, esperó lo suficiente para que se acostumbrara –ha, ha -jadeando- estás bien Hiro san?

-ahhh… si, un poco… -dice entre cortadamente, produciendo una sonrisa en el mayor-

-puedo moverme –recibe un asentimiento lento, e inmediatamente comienza el vaivén que en un inicio era lento e insoportable hasta volverse uno voraz y desenfrenado, las embestidas que Nowaki le propinaba a Hiroki eran cada vez más rápidas, no podía controlarse, el castaño lo volvía loco, al principio temía que le hiciera daño si seguía así, pero en determinado momento sintió que el menor lo resistiría, no le importó nada más que hacer sentir el mayor placer a su amor y sentirlo el del mismo modo; pasaron unos minutos y Hiroki volvió a correrse, la tensión que le provocó hizo que presionara el miembro del mayor dentro suyo, Nowaki no quería que terminara, pero esa acción lo estaba torturando y no pudo evitar hacerlo, derramando todo si semen en el interior de castaño, terminando ambos muy exhaustos, Nowaki salió lentamente del interior de Hiroki, observo con lujuria como su esencia salía del castaño quien respiraba agitado.

Nowaki se levantó de la cama con intensión de ir en busca de algo para limpiar al menor, pero no pudo avanzar ya que este lo detuvo agarrando su mano- no te vayas por favor… –le dijo soñoliento por lo que no pudo negarse y se recostó a lado de Hiroki encerrándolo protectoramente en sus brazos, esperando hasta que el sueño lo venciera.

-me pregunto qué daño te hicieron, cuánto habrás sufrido mi Hiro san y quién fue el malnacido que se atrevió a arrebatarte la inocencia –pensó furioso, odiando a esa o esas personas que tanto daño le habían causado a su amado- pero no te preocupes Hiro san, que de ahora en adelante te protegeré de todos y de todo –susurro muy bajito-

El sol salió y Nowaki le había ganado en despertar, no podía dormir, estaba demasiado feliz por haber ganado al fin el corazón de su amado y se lo había demostrado de la manera más dulce que podía hacerlo su pequeño amor, entregándole todo se si sin objetarse en lo más mínimo, claro que se reprochaba mentalmente por no haberse podido controlar y dejarse llevar de tal manera, temía haber lastimado a Hiroki y que este se sintiera muy adolorido como para salir de la cama, así que lo dejó dormir para que pudiera reponer sus fuerzas, mientras se alistaba para salir a comprar el desayuno; cuando regresó encontró la misma visión, parecía que el castaño no despertaría en todo el día, quería asearlo pero decidió no interrumpir su siesta reparadora, a regañadientes desayunó solo y luego solo se quedó viendo a su pequeño dormir, el que solo se removía ligeramente haciendo sonreír a su amante.

Ya era medio día y su pequeño amante seguía en el quinto sueño, eso le hubiera preocupado mucho de no ser que ya había verificado muchas veces que su respiración era normal, así que nuevamente a su pesar salió para comprar algo de comer.

-mhh… -Hiroki empezaba a despertarse- donde… -tratando de acostumbrar sus ojos a la luz, se tapa levemente con el dorso de su mano-

-buenas tardes dormilón! –sonriente ingresa llevando dos platos de comida-

-Nowaki san… -susurra tapándose casi toda la cara con la frazada, dejando descubierto solo sus ojos-

-si que dormiste mucho –se acerca- estás bien?

-s… si… ya es tan tarde?

-si, casi es la una de la tarde, toma, espero te guste o prefieres que te dé de comer, por mi no hay problema –sentándose en una silla a lado de la cama-

-no está bien, yo puedo solo –intenta sentarse- mhh –suelta un alarido de dolor-

-Hiro san… -lo observa preocupado- lo siento, yo no quise… -Hiroki sella sus labios con dos de sus dedos para que no diga más-

-no te disculpes Nowaki san, yo también quise hacerlo… -se sonroja a gran manera- y no me arrepiento –cabizbajo- nunca lo haré

-Hiro san! –el médico no resiste más, deja la comida en el mueble y abraza con mucho amor al menor- te amo y no sabes lo feliz que me haces a decirme eso –le da un beso tierno en la frente y luego en los labios- bueno será mejor que comamos o si no se enfriará, además tenemos que ir al cementerio a no ser que quieras quedarte otro día aquí –le sonríe pícaramente-

-no digas eso! –le da un almohadazo, agarra su plato y comienza a comer como desesperado-

-jump –ríe el médico- adoro cuando te pones así –piensa enternecido quitando la almohada que había quedado estampada en su rostro-

Luego de Terminar de comer, el mayor ayudó al castaño a alistarse para salir inmediatamente y llevarle las flores que con tanto cariño había escogido para su madre; no tuvieron que caminar por mucho tiempo para llegar, pero aun así se apresuraron porque ese día el cementerio cerraba más temprano que de costumbre.

-mira Nowaki san, sigue abierto! –va corriendo pasando la entrada, en eso sale un guardia de tras del menor, a lo que Nowaki lo alcanza y después de unos minutos le da alcance al menor- que pasó Nowaki san?

-nada importante, -reinician su caminata- es solo que hubo robos dentro del cementerio y por eso ahora todos los visitantes deben registrarse, pero como tú entraste corriendo quiso detenerte pero ya le explique que eres menor de edad y anoté los datos de ambos

-ah ya veo, pero es extraño, este lugar siempre fue seguro, creo que la delincuencia va en aumento cada día; bien ahora si te llevaré a conocer donde están mis padres –sonriendo lo lleva a paso rápido hasta llegar a las lápidas de sus padres- aquí es…

-woow estas orquídeas se ven tan reales… -tocando las flores- son reales?… por…

-las deja una persona que apreciaba mucho a mi madre y prometió siempre dejarle sus flores favoritas –teniendo la vista perdida en la lápida-

-ah, vaya que generosa es esa persona, digo, esas flores son muy costosa, lo sé porque antes trabajaba en una floristería… conocía muy bien a esa persona Hiro san?

-algo así –se estaba poniendo nervioso-

-y no te gustaría visitarla?

-no creo, además tenemos poco tiempo y vive lejos de aquí –presionando las flores con fuerza- traeré agua para las flores, ya vuelvo –deja las flores y se va corriendo-

-Hiro… san… -mira extrañado el escape del castaño- quizá dije de más, fufh, sé que quiero saber todo de Hiro san pero debo esperar a ganarme su confianza por completo, bueno –se agacha para coger las flores- será mejor que las prepare… -luego de unos minutos regresa Hiroki con el agua y acomodan las flores, para luego orar en frente de las tumbas-

-perdón por no haber venido antes mamá, papá, espero me entiendan y nunca olviden que los amo, yo ahora al fin encontré la felicidad, les pido su bendición –pedía en silencio, lo mismo que un ojiazul-

-señores Kamijou, soy Kusama Nowaki y solo quiero decirles que su hijo a quien más amo en el mundo, espero bendigan nuestra relación desde donde estén y ténganlo por seguro que haré muy feliz a Hiro san –con esos pensamientos se despidieron y salieron del cementerio al cual no podrían volver muy seguido-

Después de esa ansiada visita no les quedó mucho tiempo para dar un paseo y se dirigieron a la estación de trenes para regresar a su hogar, ambos debían volver a su rutina, pero eso sí, pensaban en cómo sería su relación de ese día en adelante.

Llegaron al caer la noche y a pesar de que no hubo algún contratiempo como en la ida, llegaron al borde del cansancio y como ese sería su último día en pasar solos, ya que al día siguiente llegaría Tsumori del congreso, Nowaki quiso dormir con Hiroki, pero solo abrazados, no quería agotar a su amor y menos sabiendo que desde ya era tan suyo como él lo era del castaño. En día siguiente llegó con pesar, sabían que antes que nada debían hablar con Tsumori, era lo justo, Hiroki se sentía mal ya que sabía muy bien lo que el rubio sentía por él y sabía que su relación le dolería mucho, pero sería más injusto ocultar lo que a leguas era evidente, mientras que para Nowaki no era muy distinto, con la diferencia de que sabía que su senpai le había admitido su derrota antes de que saliera de viaje, pero no le correspondía informarle a Hiroki de la decisión de su senpai, así que solo decidió esperar a que eso sucediera para que así su amado se quedaría tranquilo con respecto a eso.

Mientras tanto en un lugar no tan lejano, el aeropuerto de Narita; Tsumori había pasado una semana muy entretenida, contrario a lo que creía y todo gracias a Kazuki un chico muy tierno, amable y servicial que le había alegrado toda la semana, incluso había pensado en todo más relajado y ya estaba totalmente convencido de que hacerse a un lado había sido la mejor decisión, ya se lo había dicho a Nowaki, no muy convencido entonces, pero ahora lo estaba, quería la felicidad de su amigo y de su amado castaño; no sabía qué había pasado entre ellos durante toda esa semana, pero si no había pasado nada, golpearía a Nowaki estaba seguro, y si sí solo le quedaba hablar con Hiroki para que no se sienta triste de haber elegido a Nowaki

Estaba muy cerca de su hogar, el taxista se había apresurado sin que se lo pidiera, pero lo agradecía internamente. Ya en la puerta dio un largo suspiro y se adentró, grande fue su sorpresa al no encontrar ni a Hiroki, sabía que era probable que su kohai estaría en el hospital, pero el castaño estaba de vacaciones, luego pensó que probablemente había ido de compras, idea que se hizo más sustentable a ver el refrigerador casi vacío; después de esperar alrededor de una hora, tiempo justo que le dio para acomodar de nuevo sus cosas en su recámara, escuchó que alguien entraba en el departamento. Se apresuró a darle alcance y solo vio como Hiroki entraba a la cocina llevando las compras.

-ahh –suspira dejando las pesadas bolsas de compras sobre la mesada- esta vez si que fue mucho –pasando el dorso de su mano por su frente-

Hiroki! –corre hasta él y sin esperar a que se diera vuelta lo abraza por detrás- ya llegué pequeño –levantándolo del piso y comienza a dar vueltas, le emocionaba mucho ver al castaño-

-Tsumori san! –se sobresalta-

-si soy yo ja, ja, ja, -se detiene y le da la vuelta a Hiroki para quedar de frente- me extrañaste Hiroki? -le pregunta sonriente-

-claro que si Tsumori san –responde evitando mirarlo a los ojos- bienvenido a casa –sonríe quedamente-

-sucede algo Hiroki? –extrañado por las facciones forzadas que mostraba el menor-

-descuida Tsumori san, no es nada… -se desvía hacia las compras- que te parece si comemos, como sabía que el tiempo no me sería suficiente traje algo ya preparado y así mientras comemos me puedes contar cómo te fue en tu viaje –sonríe más naturalmente-

-ok… -responde siguiéndole la corriente, no quería alterarlo de buenas a primeras así que solo tomó el plato que le ofrecía y ambos se fueron a sentar en el sillón-

Tsumori le contó toda su travesía en Akihabara, el como conoció a un colega que se brindó a ser su guía turístico, hasta como había parado a un médico engreído, cosa que el menor lo reprochó por su falta de respeto a sus superiores y mayores, eso le hizo reír al rubio, contagiando a Hiroki, ni bien estaba por contarle como eran esos lugares que conoció, llegó Nowaki quien un tanto sorprendido saludó a su senpai, sabía que llegaba ese día, pero era raro que el congreso no durara más de una semana como solía hacerlo, aun así lo saludó emocionado y con fraternal abrazo; entonces Tsumori no se molestó en contar nuevamente todo lo que había vivido y disfrutado en su viaje, dándole un gusto a Nowaki ya que el hecho de que su senpai conociera a alguien, era avanzar mucho después de haberse dado por vencido con su amado castaño.

Así entre conversación y conversación pasó todo el día y el plan de Tsumori de hablar con Hiroki se fue al tacho, al día siguiente no fue muy diferente ya que tuvo que pasar mucho tiempo en el hospital, pese a estar fuera por solo una semana debía reincorporarse y archivar su nuevo certificado en su currículum.

Ya cuando tuvo tiempo para lograr su cometido, parecía como el mundo conspirara para no hablar con Hiroki, ya que hubo un grave accidente y como faltó personal requirieron sus servicios desde temprano; un nuevo día llegó, estaban en la segunda mitad de la semana y aún no había podido lograr su cometido, había tratado de hablarle o pedir hablar con él, pero Hiroki solo lo evadía, casi nunca lo miraba a los ojos e inventaba excusas baratas para no estar a solas con él; harto de todo Tsumori se puso firme, no permitiría que otro día pasara sin decir nada y así decidido llegó a su departamento donde encontró al castaño ordenando el living.

-hola Hiroki!

-Tsumori san!, bienvenido…

-te invito a comer un helado, qué te parece?

-no lo sé Tsumori san, quería hacer una limpieza general y… -ahí estaba, evitándole mirar a los ojos y otra vez inventando una excusa-

-eso puede esperar, en serio necesito hablar contigo –lo mira seriamente-

-es que también tengo que preparar la cena

-ya Hiroki!, vamos y de regreso compraremos algo para cenar –dice autoritario, evitando así cualquier replica por el menor, quien no supo cómo más negarse, así que cabizbajo asintió derrotado, sabía que ese momento llegaría, lo había tratado de evitar, pero ya era mucho; llegaron a un lugar modesto se sentaron en un lugar un tanto aislado y como el rubio le dijo le compró un helado, el cual apenas daba pequeños bocados-

-Hiroki, mírame por favor –le suplica-

-… -se tensa al escuchar aquella petición, pero con mucho esfuerzo lo logra hacer, pero su mirada reflejaba dolor, mezclado con un tanto de traición y temor al mismo tiempo-

-fuffh… -suspira, al ver esa mirada, peor solo decide responderle con una pequeña sonrisa- tranquilo Hiroki, no te cité aquí para juzgarte ni reprocharte nada, al contrario, solo quiero tu tranquilidad… -suelta confundiendo un poco al castaño- elegiste a Nowaki, verdad?

-cómo?... –susurra-

-lo sé?, vamos Hiroki, cómo no saberlo, la manera en que lo miras, el cómo se hablan y otras sutilezas que es inevitable pasar desapercibidas fueron la que los delató y no lo digo solo por lo de recién, desde antes de mi viaje ya lo sospechaba, desde entonces me percaté de lo diferente en cómo nos mirabas, pero aun así quise seguir, aún tenía la esperanza de que veía mal, pero solo me estaba ilusionando, lamento no habértelo dicho antes, yo los quiero mucho, a ti y a Nowaki, es por eso que no podía seguir jugando con sus sentimientos y solo debía dejarlo ser…

-lo siento… yo no quería lastimarte Tsumori san, pero me enamoré de Nowaki san… -suelta algunas lágrimas-

-lo sé, no voy a negarte que me duele, pero ya tomé mi decisión, prefiero verlos a ambos muy felices, que restringiéndose solo para no dañar mis sentimientos, no es tan malo, aún soy joven, todavía puedo volver a enamorarme, verdad? –Hiroki asiente quedamente con una pequeña sonrisa- pero esta vez me aseguraré en no tener competencia y menos alguien tan bueno como Nowaki, ja, ja –se ría contagiando al menor-

Luego de esa necesaria conversación, todo se apaciguó, Hiroki se reprochaba mentalmente por todo lo el desplante que le hizo al rubio al tratar de evitarlo a toda costa, cuando Tsumori solo quería que estuvieran bien, sin duda se seguía comportándose de forma inmadura, pero era normal aún tenía 16 años y a esa edad la mayoría solo quiere evadir los problemas y no enfrentarlos, cuando enfrentarlos resulta mucho más fácil que huir de ellos. Cuando Nowaki llegó los encontró riendo felices, y supo que al fin dejaría de ocultar su amor, claro que tampoco era de aprovecharse; comieron, vieron una película, rieron, todo los tres juntos.

Así pasó el resto de la semana con bastante tranquilidad y con un par de tortolitos enamorándose más día tras día, aunque para Hiroki era sigue difícil mostrar sus sentimientos, seguía siendo un poco aprensivo con ellos, pero resuelto a cambiar y ser más espontáneo, decidió que ese día sería más cariñoso, preparó una deliciosa cena y los vestigios de una velada romántica, ese día Nowaki llegaría antes del anochecer y para su suerte Tsumori no terminaría su turno hasta entrado el día siguiente, quería sorprender a su novio y mostrarle que él también tenía iniciativa. Tan afanado estaba en terminar todo a tiempo que casi no escucha el timbre y un poco extrañado va a abrir la puerta.

-será que Nowaki san olvidó su llave? –se pregunta mentalmente, mientras abre lento la puerta- … -queda petrificado-

Ahí estaba, en la entrada se encontraba su peor pesadilla hecha realidad, con una sonrisa sádica y llena de satisfacción, la persona que más daño le había hecho y que deseaba nunca más volver a ver, pero sobre todo al que creía que había matado.

-al fin te encontré, –adentrándose en la vivienda- Hiroki…

Notas finales:


Bueno, no se enojen conmigo por favor u_u creo que ya sabían que algo así tenía que pasar algún día


Cualquier reclamo, queja, regaño, crítica o quizá felicitación (aunque dudo mucho con esta conti n_nU) será bien recibida


Muchas gracias a todos los que se toman su tiempo para leer el fic y en especial a todos los que me dejan sus hermosos reviews, gracias Naoki-san y Chiaki28 es un honor que leas mi fic, de verdad mil gracias!


Cuídense mucho, hasta pronto!!!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).