-al fin te encontré Hiroki –adentrándose en la vivienda, impidiendo así que el aterrado castaño pueda cerrarle la puerta- sorprendido? –pregunta irónico, le satisfacía de sobremanera ver la aterrada expresión que mostraba su presa-
-no… -retrocede muy asombrado y horrorizado, sentía que el miedo le calaba lo huesos- no puede ser… estabas…
-muerto? Ja, ja, de seguro eso es lo que hubieras querido no?, pero no te alegra el saber que no eres un asesino?, pensé que si lo haría –cierra la puerta- en serio te hubiese gustado matarme? –se acerca intempestivamente al menor-
-por qué estás aquí? –retrocede rápidamente- qué quieres?!
-vine por ti, es obvio, no creías que podías esconderte por mucho tiempo no?
-… -estaba atónito, ni en sus peores pesadillas había imaginado eso- yo no –dice muy bajo, mientras se abrazaba a sí mismo en un vano intento de protegerse del mayor-
-bien vámonos! –dice determinado mientras tira de la mano del menor-
-no! No quiero, suéltame!! –forcejea con todas sus fuerzas- no regresaré!
-déjate de tonterías Hiroki, vendrás quieras o no, no tienes opción –empezaba a enfurecerse haciendo mayor presión en la mano del castaño-
-claro que la tengo, gritaré, los vecinos vendrán y les diré que me quieres obligar a hacer algo que no quiero! –trataba de defenderse, claro que su miedo seguía latente-
-en serio?! –sarcástico- hazlo!, cuánto te conocen esas personas?, basta con decir que eres mi hermanito caprichudo que se escapó de la casa y que papá está preocupado y verás que quien sea se hará a un lado, además solo diré la verdad –sonríe satisfecho al ver que Hiroki se queda quieto- y más importante, eres menor de edad, no te mandas solo –suelta la mano del más bajo con rudeza al verlo derrotado-
-por qué ahora?, ya han pasado 4 meses, pensé que ya ni me recordarían… -murmura-
-porque fue hasta ahora que di contigo, no fue fácil –se toca la cabeza como si recordarlo le proporcionara un dolor de cabeza-
-qué es lo que quieres de mí, por qué quieres que vuelva?! –le dice casi gritando-
-jump –sonriendo toma el mentón de Hiroki- en serio no lo adivinas?, ya te lo dije tú eres mío y siempre lo serás, te marqué, me perteneces –dice con altanería-
-suéltame!! –se zafa golpeando la mano del mayor- no me vuelvas a tocar, yo le diré a papá todo lo que me hiciste y de por qué escape!
-y te creerá como la última vez, claro… -mofándose de la desdicha del menor- basta de tonterías Hiroki, eso no te servirá de nada –acorralándolo contra la pared- armé muy bien mi juego, expliqué como terminé en esa situación a mi modo, si me contradices nadie te creerá
-qué les dijiste? –pregunta temeroso-
-seré bueno contigo y te contaré todo lo que pasó desde que escapaste… -se separa un poco- cuando Akihiko y su noviecito me encontraron tirado en un charco de sangre, no supieron que sucedió, además de eso tú no aparecías, me llevaron al hospital, llamaron a la policía, investigaron la escena del crimen, pero no encontraron nada concreto y solo tenían que esperar a que despertara para escuchar mi versión de los hechos; un mes, estuve un mes en coma por tu culpa, ja, perdí un mes de mi vida gracias a ti –Hiroki evitaba su mirada- ellos te buscaron discretamente por todas partes, no salieron de la ciudad y ese fue su error, cuando padre llegó se desesperó, contrató investigadores, ineptos debo decir, pero todo fue en vano, te escondite bien
-entonces ellos me buscaron, pensé que me habían olvidado… quise pensar que eso era lo mejor –murmuraba cabizbajo-
-evitaron divulgar tu desaparición a los medios por miedo a quien te tuviera te desapareciera para evitar cualquier represalia y por eso siguieron con la inútil búsqueda, cuando desperté mi padre se sintió aliviado y más al sabes que no estaba mentalmente afectado, así que les conté mi versión y fue muy fácil convencerlos de lo cierta que era –soltaba sin más, disfrutando la frustración de la mirada del castaño-
-… -Hiroki no podía pronunciar palabra alguna, esperaba impaciente por saber que había inventado el mayor, la sonrisa de Haruhiko se había tornado grotesca, como victorioso por lo que iba a decir-
-les dije que alguien había entrado a robar y al verse descubiertos por ti quiso llevarte a la fuerza, yo salí de mi habitación al escuchar ruidos extraños y llegué justo a tiempo para evitar que te llevaran, pero no me di cuenta que tenía un cómplice, forcejeamos y terminé cayendo por las escaleras… les dije que no recordaba bien las caras de los tipos esos y me creyeron, el desastre que provocaste al querer huir dieron crédito a mis palabras; pero aún quedaba el hecho de que no se sabía aún nada sobre ti, al enterarme no aparecías, inmediatamente pensé que habías huido asustado por mi accidente, me sorprendió, pero fue algo muy bueno al menos para mí; así que para evitar que te encontraran antes que yo pagué a alguien para que se hiciera pasar por los secuestradores, mandó cartas bajo mis órdenes advirtiendo que no avisaran a nadie y que mandaran dinero de vez en cuando, la desesperación de mi padre y de Akihiko por encontrarte fue tan grande, que siguieron todas las órdenes al pie de la letra y solo se conformaban con pequeñas supuestas informaciones sobre ti
-ah… -Hiroki no caía de la sorpresa- cómo es posible que accedieran así de fácil
-estaban desesperados Hiroki, quién no sedería en sus zapatos… los animé a seguir con sus vidas para que evitaran sospechas y les dije que yo me encargaría de buscarte; como era de esperarse Akihiko sospechó, pero me vi tan preocupado que al final aceptó, además no quería sobre alterar a mi pequeño cuñado, si te enteraste que se casaron, no?
-lo vi en el periódico –dice con cabizbajo-
-no te deprimas, tu amor con Akihiko siempre fue un imposible, -suelta sin cortesía, queriendo abrir una herida en el corazón del menor- la verdad Akihiko y Misaki querían esperar a que aparecieras, pero surgió algo… pero eso es otro tema, así me vieron de aquí para allá haciendo todo a mi alcance para encontrarte y en serio ese era mi objetivo, me extendía hacia otras ciudades, nunca imaginaría que vinieras a Tokio, es decir es una ciudad enorme, con menos oportunidades para vivir, en especial para un niño; y cuando creí que no aparecerías, apareció una pista muy valiosa, pero que arriesgó mi plan… -el menor lo miraba atento, mientras el pelinegro seguía con su monólogo- Tanaka te vió en el cementerio, en una de las visitas que hizo mi padre a la tumba de tu madre hace más de un mes
-… –Hiroki abrió los ojos de sobremanera, claro que era verdad, cuando fue a Osaka con Tsumori los vio de lejos y huyó, no quería que lo encontraran-
-entonces ya lo sabías –confirma al ver la reacción del castaño- tuve suerte de que no le dijera nada a mi padre, me lo contó y le dije que era algo muy poco probable y si lo decía podría crear falsas ilusiones, por eso le dije que lo confirmaría; ahí supe que esa sería la mejor forma de dar contigo, te tardaste, pero caíste en la trampa
-qué?! A qué trampa te refieres –pregunta confundido-
-al cementerio, en serio no te pareció sospechoso que de un de repente quisieran registrar a todos los visitantes?, como te escabulliste muy bien esa era mi única opción para encontrarte; me ofrecía a pagar los servicios de un guardia de seguridad para el cementerio, alegando que ya era mucho los asaltos de las lápidas, los dirigentes se mostraron agradecidos y así no pareció sospechoso, el guardia me informó inmediatamente de tu visita, me dio los datos de tu acompañante y ya con un nombre la búsqueda fue más rápida, no tardaron en investigar todo de ese tipo, de su compañero de departamento, su pequeño inquilino, -afila su mirada- su trabajo y todo, obtuve la dirección e inmediatamente le informé a Akihiko que tenía sabía cómo encontrarte y que me lo dejara, no quiso decirle a padre por su salud… y aquí estoy para llevarte de regreso, vámonos! –con voz autoritaria-
-te dije que no iré y menos contigo –aparta la mano del mayor, que quería agarrarlo-
-en serio? –sonríe- ok… entonces tendré que llamar a la policía para acusar a los residentes de este lugar de tenerte secuestrado por cuatro meses
-qué dices?, eso no es cierto y tú lo sabes!! –entra en pánico-
-y qué, todos piensan que estás secuestrado, solo necesito decirles que ya te hallé y los responsables terminarán tras las rejas
-no te creerán, yo lo desmentiré todo Nowaki san y Tsumori san son buenas personas y todos lo saben
-no podrás desmentirlo, sabes? Tienes un mal tic si se le puede llamar así y es que cuando te encuentras pensativo pones una cara de sufrimiento y lo haces muy a menudo debo decir, es por eso que no fue difícil tomar estas fotografías –mostrándolas al castaño- estas son reales, estás aquí con esos medicuchos en distintos lugares y en todas la fotos pareces reprimido, cualquier extraño que las viera aseguraría que te están forzando a algo; no tienen salvación Hiroki, terminarán en la cárcel y aún si se probara su inocencia su reputación caerá por los suelos, no podrán encontrar trabajo nunca e incluso yo puedo hundirlos en ese aspecto-
-no por favor, no puedes, no puedes hacerles eso, ellos no hicieron nada malo –le suplica desesperado-
-la solución está en tus manos Hiroki, todo depende de ti –lo toma del mentón- si me obedeces en todo y prometo no hacerles nada, es tan simple como eso
-si me voy contigo los dejarás en paz?
-claro, pero ya lo dije no es solo eso, si no que no les hare nada si desde ahora en adelante haces todo lo que yo te diga –mirándolo con altivez- aceptas? O no…
-acepto –cede derrotado-
-bien, entonces ya vámonos! –lo jala de la mano-
-no, espera… -se zafa del agarre- por favor, dame solo unos minutos, es todo lo que te pido
-esta bien, pero date prisa
-si –sale corriendo a su habitación, quiere llorar, su dulce sueño había sido vilmente pisado por quien más odiaba y lo peor de todo es que no tenía opción; sin casi nada de energía cogió un papel y una pluma, escribió una nota explicando su ida, pero no diciendo la verdad y contando su sufrimiento, sino más bien contando una cruel mentira, no quería que lo buscaran y menos que lo extrañaran, debía ser el malo para que así nadie lo sufriera, así que con todo el dolor de su corazón salió de su habitación para dejar esa carta en la recámara de la persona de la cual se había enamorado, votó sus últimas lágrimas y salió de allí-
-vaya planeabas una cena romántica?, no me digas que en realidad te enamoraste de uno de esos tipos –no recibe ninguna respuesta- que no estabas muy enamorado de mi hermano?, tal parece que te puedes desenamorar y enamoras rápidamente jump –se mofa- bien por ti, ya que será mejor que también lo olvides, porque nunca más lo volverás a ver –Hiroki empieza a sollozar- vamos –demanda autoritario- y despídete de su ridículo sueño –sonríe triunfante al ver la inmensa tristeza del menor –eso te ganas por haber querido escapar de mí –dice internamente mientras ambos salen de ese pequeño y acogedor departamento y perderse por el camino mientras se asomaba la noche-
Hacía frío, Hiroki no traía nada abrigador encima, prácticamente había salido con algo parecido a lo que llevaba el día que el ojiazúl lo encontró; el mayor paró un taxi y se subió, Hiroki dio una última mirada al lugar en el que creía había encontrado su felicidad y libertad, aunque solo una de las dos cosas se llevaría consigo en su corazón, terminó de subir a un regaño de su hermano y el auto partió a la estación de trenes, Haruhiko era muy calculador y sabía que regresaría con el menor y que no le tomaría mucho tiempo así que ya tenía los boletos con la hora casi justa a la que llegaron, abordaron sin más en una vagón lleno lo cual le fastidiaba al pelinegro, pero debía poner los puntos sobre las íes, sabía que tenía a Hiroki en sus manos, pero necesitaba que supiera con detalle lo que tenía que decir y no hablar de más.
-no te sorprende que te lleve de regreso en un asqueroso vagón de tren y que para colmo está repleto?, -no obtiene ninguna respuesta- incluso tuve que rebajarme a esto por ti, no te da gusto? –el menor sigue con la vista perdida en el negro paisaje- pues no podía solo pedir el avión privado de la empresa, sería sospechoso y no quiero levantar ninguna, además quiero que tu llegada sea una sorpresa para papá, él ha estado muy mal –eso si le llamó la atención, quería mucho a ese hombre que lo cuidó y le demostró cariño paterno, así que levantó la vista- desde que Hiromi murió, papá cayo en la depresión, no quería que lo notáramos pero era muy evidente y con tu desaparición esta empeoró, pero ahora te verá y eso lo animará mucho –decía mostrando una leve sonrisa, Hiroki pensaba que alucinaba, nunca creyó que el mayor sonriera de esa manera, no es que creyere que sonriera por él ya que a él lo detestaba, pero eso no quería decir que no amara a su padre-
-yo… no quería preocuparlo
-además el que Akihiko se fuera de la casa tampoco ayudó…
-Akihiko se fue?! –preguntó muy sorprendido-
-sí, se fue un poco después de ti, lo que pasa es que el gran Usami Fuyuhiko no aceptó que uno de sus hijos se enamorara de un hombre, alegando que así no podría ser feliz y que no podría formar una familia y lo que creía más importante un heredero, así que Akihiko se fue por esas razones, prometiendo que demostraría que su amor era verdadero y que podría formar la familia que tanto nuestro padre pedía –sabía que para Hiroki su hermano menor sería su única salvación, el que siempre lo protegió, su consuelo y el saber que ya no estaría para protegerlo más causaba un gran dolor al menor y eso lo satisfacía en gran manera, no quería que tuviese ninguna escapatoria y se lo haría saber- es más en estos momentos no siquiera están en el país, ellos siguen en su luna de miel en América
-ahhh… -estaba incluso más asustado que antes-
-bien, ahora escucha muy bien lo que tienes que decir, ya sabes que si mencionas cualquier cosa que se desvíe, no les irá nada bien a tus amiguitos médicos… -el castaño con mucho pesar levanta la mirada para prestar atención- lo primero, te dije que Tanaka te vio en el cementerio, de seguro él será el primero en preguntarte del por qué huiste ese día, simple, solo di que te prohibieron tener contacto y que no podías hablar con nadie, porque te tenían amenazado con hacernos daño a todos, a mi padre le dirás que estás bien porque no te hicieron nada y que solo te trataban bien por el dinero que les enviábamos, también que no sabes exactamente dónde te tenían porque siempre que te sacaban del lugar lo hacía cubriéndote los ojos hasta llegar a su destino, eso es todo cualquier pregunta que sea diferente en base a eso la responderás sin levantar sospechas, tienes que ser inteligente en responder y no dudar, de acuerdo?
-diré todo lo que me dijiste, mientras no les hagas nada a Nowaki san ni a Tsumori san
-no les pasará nada en tanto no metas la pata –el castaño solo asiente cabizbajo; era la única conversación que se dio en el transcurso del viaje, mientras Hiroki solo quería ser fuerte para enfrentase a su futuro incierto-
…
Mientras tanto en un lugar lejano, el hospital Central, Nowaki estaba realmente molesto por la mala suerte que tenía, no creía que justamente ese día un tipo estúpido que se había embriagado día y noche causaría un accidente, lo cual ocasionaría que todo el personal del hospital que terminaba su turno debía quedarse horas extra, estas que se habían extendido hasta casi media noche.
-ahhh –suspira cansado un ojiazul- creo que no debo hacer planes nunca, porque siempre surge una emergencia derrumbándomelos! -reclamaba frustrado-
-calma Nowaki, esas cosas nadie lo predice, pero ya bueno ahora pasó y por ello no dieron mañana libre, así podrías aprovechar el tiempo –llegando al departamento-
-si, pero tú también estarás en casa senpai –le sonríe de forma burlona-
-waa que malo eres Nowaki, -haciéndose el ofendido- yo animándote y me dices que estorbo, pero ya que, qué se le va hacer –devolviendo la sonrisa- solo déjalo dormir esta noche –bromea, viendo como su departamento no tenía ninguna luz encendida- al parecer ya se durmió
-ahh –suspira- pues yo creo que si, además es tarde –ingresan al departamento-
-woow mira Nowaki Hiroki preparó una bella cena romántica –exclama viendo la mesa del comedor decorada hermosamente- huy, quizá si se enoje contigo –le dice a su amigo frotando su espalda para confortarlo-
-será mejor que lo vaya a ver, necesito pedirle disculpas y contarle por qué no pude llegar –se encamina hacia la habitación del castaño- Hiro san? –abriendo la puerta- Hiro san? –insiste acercándose hacia la cama, la habitación seguía en penumbras y en silencio y lo peor es que la cama parecía estar vacía, eso lo alteró, su amor no estaba- Hiro san!! –desesperado quita de golpe las frazadas no encontrando nada, respira hondo y piensa que quizás el menor se había dormido en algún otro lado, por lo que rápidamente se encamina a su habitación-
-qué sucede Nowaki? –pregunta un tanto preocupado al ver a su kahai alterado-
-Hiro san no está en su habitación, lo buscaré en la mía –se va corriendo-
-ok, yo lo busco en las otras habitaciones –empieza su búsqueda-
-no está!, no está, no está!! –grita alterado, entrando en una y otra habitación- HIRO SAN!!! –buscando en las habitaciones faltantes- no está, Tsumori no encuentro a Hiro san por ningún lado! –respira alterado-
-tranquilo Nowaki, seguro que lo buscaste bien? –deteniendo al ojiazul por los hombros-
-por supuesto que si!
-ok, solo sé paciente, quizás salió, anda, todo debe tener una explicación
-salir? Por favor Tsumori, es media noche! Y él es apenas un adolescente que va a cumplir 17
-es cierto tienes razón, hay que seguir buscando, puede que haya quedado dormido en algún lado, debemos buscarlo mejor –el menor asiente y ambos se encaminan nuevamente en su búsqueda, Tsumori entraba buscando minuciosamente en las habitaciones que el ojiazul había buscado y Nowaki buscaba en los lugares que Tsumori había buscado- dónde te metiste Hiroki?, por qué así de repente?, no hubo nada extraño, ningún indicio para que de repente te desaparezcas… -sumido en sus pensamientos terminó en la última habitación que le faltaba y esta era la del ojiazul, buscó algún indicio por cada rincón y visualizó un papel doblado encima del buró atrapado debajo de la lámpara, era casi in notable si se pasaba de largo, pero como estaba buscando tan minuciosamente lo vio, al tomarlo lo leyó –“Para: Nowaki san” –susurró, quiso leerla en ese mismo momento pero decidió dársela al destinatario, entonces salió deprisa de ese cuarto y se topó casi al instante con su kohai-
-no está… -dice un ojiazul sumamente triste-
-hey Nowaki… -el pelinegro le dirige la mirada- es para ti –entregándole la carta- lo encontré en tu buró, Hiroki te la dejó…
-ahh –rápidamente el ojiazul le arrebata el papel de las manos al rubio y comienza a leer en silencio-
Querido Nowaki san, perdón por haber desaparecido así de repente, pero, el juego se acabó, ya que de alguna manera ya obtuve lo que quería, siento decirte que todo lo que alguna vez les dije tanto a Tsumori san como a ti fueron un engaño, para que así me permitieran quedar sin reproche, todo se trataba de una simple pero importante apuesta que hice con unos amigos, la cual trataba de sobrevivir a costa de la caridad de las personas, lo mínimo era durar cuatro meses, pero en serio me estaba divirtiendo tanto con ustedes, que decidí quedarme un poco más; el modo en que me hallaste, creo que eso fue lo mejor, aunque fue difícil fingir estar dormido por tanto tiempo, claro que fue relajante, y todo lo que les conté a cerca de mí, todo eso solo fue un invento mío y por ende comprenderás que les di datos falsos, como que Hiroki Kamijou no es mi verdadero nombre, entre otras cosas; que tal me saqué 100 en actuación.
Lamento si se haya salido de control todo y en serio espero que realmente no te hayas enamorado de mí, porque está por demás decir que yo no me enamoré de ti, incluso no dudo que te hayas dado cuenta de que no era mi primera vez cuando lo hicimos, ya eso te dirá mucho, solo tómalo como una aventura más, tal y como lo haré yo…
Ah por cierto, no me busquen, de todas maneras no creo que puedan encontrarme, solo olviden que alguna vez no cruzamos en la vida, de acuerdo?, y muchas gracias por todo, por su cariño desinteresado y su amabilidad, sigan siendo así.
Y por último, muchas gracias por hacerme ganar una apuesta.
Atte. Kawai
PD: como un pequeño agradecimiento, les dejo una hermosa cena de despedida, adiós Nowaki san.
Terminó de leer la carta y no pudo evitar que se le salieran un par de lágrimas, cayendo sobre el blanco papel, todo eso siendo observado con angustia por su senpai.