Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Stupid youth. por LynValo

[Reviews - 407]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola.
Nos leemos abajo. 

Cuánta felicidad  emanaban esos dos, entre besos y abrazos y bromitas inofensivas. Además de novios parecían excelentes amigos. No se aburrían entre ellos, y si llegaban a pelear trataban de resolver el problema lo más rápido posible para no hacerlo más grande; lo hablaban, tal vez hasta se llegaban a gritar, pero no a ofenderse, y luego lo dejaban todo en orden. ¡Qué envidia! Era lo que pensaba Loki al mirar a Bruce y Clint, ya llevaban su buen tiempo siendo novios y seguían llevándolo todo en orden.

 

-Quieres trío, ¿o qué?

-Cállate, Tony. – Le respondió con fastidio. No estaba de muy buen humor y la verdad no estaba para soportar ninguna bromita de nadie.

-Entonces deja de mirarlos como imbécil. – Optó por mejor levantarse del pedazo de jardín dónde estaban para irse a estar solo. – Loki, ¿qué te sucede? Ya, en serio. – Cedió Anthony.

-Nada.

-Ven, te escucho. – Tony le insistió, mirándole ingenuamente y palmeando un lugar a su lado para que el pelinegro volviese a sentarse.

-Lo mío con Thor se está yendo al diablo. – Soltó cuando estuvo de nuevo tumbado en el césped.

-¿Cómo? ¿Por qué? ¿Estás seguro? – Parecía sorprendido.

-Peleamos por cualquier cosa insignificante y no sé cómo llegamos a eso. Y esto va a sonar muy marica pero…, él no se fija cuándo me está pasando algo malo, sólo hasta que ya estoy perdiendo la cabeza lo nota y medio se preocupa por mí. Porque ya sabes cómo es, quiere dejarlo de lado inmediatamente y decir que nada pasa. Ya ni acostarme con él es igual…, todo es muy mecánico. No sé si lo entiendas.

-¿Y qué no lo hablas con él?

-Lo intento pero…, sinceramente también me da una flojera meterme en un problema así. Me parece de estúpidos. – Se mordió los labios. – Siento que parecería que quiero exigir mucho, no lo sé.

-Ni cómo ayudarte, amigo.

-Lo sé. Por eso mejor ya no paso mucho tiempo con él porque hasta me desespera.

-Es un tonto, ¿qué esperabas?

-Como tú estás con Mr Perfecto. – Loki rodó los ojos.

-Pues hasta ahora, Alfie y yo no hemos tenido ningún problema. – Se encogió de hombros.

-Porque llevan poco. Un mes, ¿no?

-Igual eso ya es mucho para mí.

-¿Ya te acostumbraste a tener novio?

-Supongo que sí, le he sido fiel toooodo éste tiempo.

-No lo dices con mucho ánimo.

-Creí que sentiría algo diferente.  – Le respondió infantilmente. – No tiene nada de especial acostarse con una sola persona.

-¿Antes de Alfie con cuántas personas te estabas metiendo?

-De hecho con una, pero…. – Hizo un mohín mientras pensaba y Loki le miraba con una ceja enarcada. – ¡No sé! No entiendo qué tiene de especial tener novio. Hasta es más aburrido.

-¡Hey, chicos! – Llegó corriendo hasta ellos Steve, interrumpiendo su torpe charla.

-Hola…

-¿No han visto a Tasha, María o alguna otra de las chicas? – Les cuestionó con prisa.

-No.

-¿Por qué la prisa? – Indagó Loki.

-Necesito con urgencia la ayuda de alguna de ellas. – Hizo una expresión de estar a punto de llorar, pero sólo les hizo sonreír.

-¿Para qué? – Ahora intervino Tony. Con pesadez, Steve se sentó junto a ellos.

-Apenas en la mañana recordé que es cumpleaños de Peggy. Y no tengo un maldito obsequio. – Comenzó a relatar desesperado. – Tampoco tengo idea de qué regalarle. He estado evitándola toda la mañana para que no me cuestione.

-No seas tonto, Steve. ¿O estás seguro de que ella te exigirá un obsequio? – Le dijo Loki.

-¿Qué? Lo más probable, ¿no? Es lo que hacen los novios y le dije que sería uno muy bueno y…

-Tranquilízate, Rogers. Pareces un tarado. – Se quejó Tony, desviando su mirada del rubio con fastidio.

-Ustedes son un par de idiotas. – Les dijo Loki, mirándoles a ambos. – No saben tener pareja, piensan que hay un maldito manual con reglas específicas. Steve, sólo ve con tu novia, ¿sí? Felicítala, dale un maldito abrazo, dile algo lindo y pasa el día con ella. ¡Pero por lo que más quieras no la ignores! ¿Cómo piensas que estar evitándola es una buena opción? – Se puso de pie y se alejó dando zancadas.

 

Steve y Tony se quedaron en silencio un momento, sintiéndose idiotas y regañados, mirando cómo Loki se iba luciendo fastidiado de tratar con ellos. Luego se miraron entre sí, aún con sus caras de imbéciles. ¿Qué fue eso? ¿Un regaño de verdad?

 

-No te lo tomes en serio. Loki no ha estado con su mejor humor. – Tony le restó importancia.

-Pero creo que tiene razón. Al menos la parte donde dijo que sólo vaya con ella, sin importar el obsequio. – Le miró atentamente. – ¿Tú qué crees?

-No lo sé.  – Se encogió de hombros.

-¿A ti qué te gustaría?

-¿A mí? – Se extrañó. – Ok, preferiría no mirarte, eres odioso y arruinarías mi cumpleaños.

-¡Ja-ja! – Expresó con sarcasmo. – Pero en serio, Tony, necesito ayuda. Si fuésemos novios, ¿qué estaría bien?

-Para empezar ni siquiera puedo imaginar eso. Tú y yo de novios jamás.

-Ya lo sé. Principalmente porque te gustan los ancianos. – Se burló.

-Mira quién habla. Si con tu educación y por cómo actúas de pronto, me da la impresión de que eres un anticuado del siglo pasado.

-Está bien, enano. – Paró, no quería discutir bobamente con él por ahora. –  Supongamos que Alfred se olvida de tu cumpleaños, por ello no te compró un obsequio a tiempo, sin embargo con toda honestidad va contigo a entregarte sólo su cariño. ¿Con eso tendrías?

-Supongo que sí. Ya sabes, no sería una prioridad porque yo ya estaría en una gran fiesta festejando a mi manera. – Sonrió con autosuficiencia.

-Olvídalo. Estas suposiciones no funcionan. – Se levantó y se sacudió un poco el pantalón. – Peggy es diferente… Ella es linda.

-Entonces sólo ve con ella, porque pareciera que le tienes miedo. – Comenzó a molestarle.

-Claro que no le temo. Sólo que soy nuevo en esto. – Se hizo el inocente.

-¿Y buscas consejo de las chicas? – Soltó una risa. – Están locas. Apuesto que su mejor idea será que le hagas un baile erótico o que seas su esclavo. Si buscas consejos románticos nuestras amigas no son opción.

-Joder, tienes razón. – Pareció reaccionar. – Entonces pediré consejo a Bucky.

-Creo que… tampoco es buena opción. – Tony recordó que Bucky también da curiosos obsequios de cumpleaños.

-¿Por qué lo dices?

-No importa. – También se levantó y le dio una palmadita en el hombro. – Tengan sexo. Es lo que todos te dirán. Regálale un dibujo de ella misma, dale un masaje, follen, filmen el momento y fin.

-¿Y yo soy el odioso? – Se quejó.

-Oh! ¡Ya sé! – Actuó efusivo e infantil para continuar fastidiándole. – Se nota que tiene un buen carácter y le gusta mandar, así que regálale una fusta. Para que te deje las nalgas todas moradas y fghdjshasg. –  Ya no pudo completar su frase porque una de las manos de Steve lo calló. Pero aún con una mano sobre sus labios y la otra tras su nuca, comenzó a reír al ver cómo molestó a Steve.

-Yo te voy a dejar las nalgas moradas y sólo con mis manos. – Amenazó muy cerca de su oreja. Con eso Tony paró su risa y abrió mucho más sus párpados. Pero en un segundo ya era libre del agarre.  – Es una broma, no pongas esa cara. Sólo deja de estar de fastidioso, ¿no ves que de verdad necesito opciones?

-Pues yo soy el menos indicado para eso, ¿se te olvida? – Hizo una mueca de aburrimiento. – Busca a alguien más. – Le dijo por último, antes de dar medio vuelta y alejarse de él.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Caminó hacia su edificio, como si tuviese intenciones de regresar a su dormitorio pero no era así. A unos cuantos pasos de la entrada Loki bufó y dio media vuelta para continuar caminando sin un rumbo fijo.  Sí, estaba malhumorado, por Thor y por él mismo. Muchos desagrados últimamente.
Quería estar solo para no volver a gritarle a alguien que no lo merecía como sintió que lo hizo hace un momento con Rogers y Stark. Pero cuando uno siente que le va mal siempre se pone pero. Y es que de frente a su camino visualizó a Thor demasiado tarde, porque éste alcanzó a mirarle antes de escabullirse.

Con un movimiento brusco, Loki reaccionó y giró para ir al lado contrario y evitarle, pero por lo mismo chocó estrepitosamente con otro sujeto que estuvo muy cerca de su espalda. Ninguno cayó al suelo, pero el golpe fue agresivo. El pelinegro pretendería ignorarlo y continuar su camino, pero el sujeto con quien chocó de inmediato pareció molesto, reteniéndole con una mano.

-¡Hey, estúpido! Al menos deberías de pedir perdón. – Reclamó aquel tipo, con una mueca molesta y la mano que retenía a Loki cerca hecha puño alrededor de la camisa de éste.

-¿Perdón, por qué? Tú te tienes que fijar, yo no tengo porque andar cuidándote. – De por si Loki no era muy amigable al tratar problemas y ahora mucho menos al estar molesto con anterioridad. No se dejó intimidar a pesar del agarre y al ver que ese sujeto se encontraba con un par de amigos más que parecían igual de dispuestos a joderle más la tarde. – Y deja de tocarme, retrasado, que está camisa vale más que todos esos trapos juntos que traes encima.

-Tú te lo buscaste. – Exclamó el extraño al tiempo que le empujaba con fuerza, y así soltándole como tanto quería Loki, sólo que no había sido para dejarle tranquilo. Fue por ello que Loki también se preparó para pelear.

 

El primer golpe logró esquivarlo, pero él tampoco atinó los primeros. No peleaba mucho, y hace demasiado tiempo que no estaba en una riña así, pero eso no significaba que no lo supiera hacer. No le daba miedo enfrentarse a fanfarrones como ese.

Un par de puñetazos seguidos lograron alcanzarle la mejilla izquierda, muy cerca de su labio y lo más probable es que le haya provocado sangrar. Con eso se molestó más y con fuerza le golpeó también el en rostro. Hubo en empujón de nuevo, sus cuerpos se separaron un momento, y cuando estaba por reanudar todo otro cuerpo se interpuso entre ellos. ¡Agh! No permitiría que interrumpieran, ese idiota le había puesto de un peor humor y se merecía más golpes.

 

-¡Loki, basta! – Era la voz de Thor. Con ello reaccionó a mirar al rostro de quién se interpuso y miró a su novio.

-¡No es suficiente! – Gritó.

-¡Lo sé! – Le dio la razón Thor. El pelinegro ya estaba sonriendo al creer que su pareja le dejaría entonces continuar. – Pero me encargaré yo.

-¿¡Qué!?

-Lo sabía Richie Rich, necesitas que alguien te defienda para que no arruines tu ropa de miles de dólares ni despeines tu cabello. – Se burló su nuevo enemigo, y los otros detrás de éste también rieron.

-Vete a la mierda, Thor. – Le soltó un manotazo para que dejara de marcar la distancia y acercarse para continuar golpeando.

-Loki, por favor, no vas a aguantar mucho. – Le dijo al oído, para que los otros no escuchasen, pero aun así fue muy humillante para Loki. 

Un furioso puño voló y chocó directo en una de las mejillas de Thor, y lo desconcertante para el rubio fue que esa agresión no vino de los desconocidos, sino de su propio novio.  Después de ese golpe Loki se retiró de ahí.

Entró al edificio más cercano sólo para ir directo a los aseos y enjuagar su rostro y observar si se notaba algo. Sólo lo rojizo en la comisura de sus labios resaltaba en su piel. Se secó con las toallas de papel y salió, encontrándose directamente con Thor. ¡No!

 

-Más vale que me dejes tranquilo. – Advirtió pasando por un lado.

-Primero explícame que rayos pasó allá. – Reclamó siguiéndole el paso. Al ver que no se iba a deshacer de Thor, Loki caminó hasta uno de los costados del edificio donde nadie pudiese verlos discutir de esa forma.

-El imbécil quería pelear, pues le di pelea. – Explicó al detenerse, aún muy alterado.

-¿Y por eso también me golpeaste a mí?

-¡Interferiste! – Volvió a gritarle en la cara. – Sabes que nadie pidió tu ayuda. Todo iba bien, pero llegaste a insultarme diciendo que no podría con una pelea.

-Sólo quería protegerte.

-¡No hacía falta! No soy un debilucho, no soy un niño, no soy… ¡no soy una princesita en peligro! – Por fin expresó. – La pelea era totalmente justa. Él hombre, yo hombre. Uno a uno. Misma estatura. No necesitaba tu ayuda. Pero llegas como si yo fuese tan inútil.

-Eso no es cierto. – De inmediato alegó.

-Me dijiste que no aguantaría. ¿Qué significó eso?

-No quería que te hicieran daño, ya te lo dije.

-Eso no responde a mi pregunta.

-¿A qué quieres llegar, Loki? – Cedió el rubio, dejando su propia molestia de lado.

-¿Sabes qué? Aprovecharé para decirlo de una vez. – También se rindió. – No estamos bien, lo sabes.  Y es tu culpa. – Le señaló determinante con uno de sus dedos.

-¿Mía? – Exclamó sorprendido.

-Sí. ¿Pero cómo comenzar a explicártelo…? No importa, lo diré como es. – Le miró severamente. – Tus parejas anteriores han sido muy lindas, encantadoras… Quizá frágiles en algún momento y tú siempre al tanto, ¿no es así? ¿Pero qué crees? Qué yo soy un hombre igual que tú y si me agarro con alguien a golpes es porque puedo con ello. No se me verán mal algunos golpes en la cara.  No necesito guardaespaldas. Y no siempre tengo que abrir yo las piernas.

-Loki, eso está fuera de lugar.

-¿Lo está? – Lucía decepcionado. – Nunca me dejas estar arriba. Y con todo esto…, llevo tiempo pensando que tú buscas más una princesita de cuento de hadas. Alguien que te necesite para todo, alguien que domines y que no tengas que prestarle mucha atención.

-Sólo quiero cuidarte. No quiero que nadie te haga daño. Siempre me voy a preocupar por ti. Y en cuanto a lo demás… yo, de verdad que…

-Mejor ya cállate. – Le detuvo al ver el trabajo que le estaba costando  a Thor querer explicarse.

-Pero…

-Después reanudaremos a discutirlo, ¿sí? Quiero estar solo y es claro que tú necesitas pensarlo.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Sólo había pasado a su habitación a arreglarse un poco, ni siquiera se molestó en seguir pidiendo ayuda a alguien ni en pensar en un posible obsequio. Steve se había resignado a ir con Peggy e intentar pasarla bien, como le había dicho Loki. Ya le había hablado al móvil para saber dónde se encontraba y entonces tenía que ir  uno de los locales cercanos. A lo lejos los visualizó, y es que Peggy ya estaba con unos cuántos amigos. Parecía relajada y contenta, ya que reía junto a ellos, y cuando le miró a él no pareció para nada molesta.

 

-Hola. – Steve saludó a los cinco amigos de Peggy que en ese momento le acompañaban, mientras que se inclinó para darle un tierno beso a su novia. – Feliz cumpleaños, amor. – Le dijo al mismo tiempo que le abrazaba. Amor, nunca le había llamado así pero ésta vez se le escapó. Quizá es la reacción para expresarle a los tres varones dentro de ese grupo de amigos que Peggy era su novia, y no lo olvidarán. ¿Celos? Pero si hasta esos tipos le caían bien. Quién sabe qué pasó.

-Y yo que creí que lo habías olvidado. – Le dijo Peggy, con una leve sonrisa, sin reclamos y reproches.

-Claro que no.

 

Permaneció con ellos, en una calmada charla en la que él poco participaba. Prácticamente Steve sólo estaba ahí para tomar de la mano a Margaret. Hasta cuando comenzaron a hacer sus planes para más tarde a modo de festejar a Peggy, él les dejó que eligieran sin dar opciones, sólo mostrándose a favor de lo que ella decía. Pasado pocos minutos se pusieron de acuerdo y se dispersaron para ir a arreglar deberes que tenían antes de irse a festejar. Fue así como se quedó sólo con Peggy.

 

-¿Qué tal si mientras tanto vamos a la Plaza? – Propuso Steve.

-Tengo tarea de estadística, quiero terminarla antes de irnos al karaoke. – Respondió normalmente mientras ambos caminaban a paso lento tomados de la mano. – ¿O necesitas ir con urgencia?

-Es para que elijas tu obsequio. No se me ocurrió nada a mí. – Le confesó sintiéndose tonto y esperando que Peggy se molestase.  – Pero si no puedes lo dejamos para éste fin de semana, ¿te parece bien?

-Steve…, no tienes que comprarme nada. No te preocupes por eso. – Y se abrazó a él. Steve se relajó considerablemente y sonriente correspondió a su abrazo.  – Por cierto, éste fin de semana de cualquier modo no estaré. Iré a casa a pasarlo con mi familia.

-De acuerdo.

-¿… Quieres venir? – Le preguntó insegura. – ¿O sería raro?

-No, pero… – ¡Oh, por Dios! Conocer a sus padres, ¿¡ya!? No, por favor. Estaba entrando en pánico. No entres en pánico, Steve. ¿Qué responder? – Es que de hecho también tengo demasiada tarea para éste fin de semana…, un par de proyectos… ¡y son en equipo! No les puedo fallar, tú sabes…

-Claro. Está bien.

 

Steve dio un respiro aliviado  al ver que se había salvado, pero aun así el corazón le seguía latiendo más de prisa según lo acostumbrado por el pánico que sintió al imaginar que tendría que tratar con la familia de Peggy. ¡No! Era muy pronto para ser presentado como el novio. No estaba para más presiones, si apenas estaba entendiendo cómo ser una buena pareja, menos sabría cómo ser un buen yerno.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Ahora se sentía imbécil. ¡Genial! Seguro que había sonado justo como no quería; es decir como si exigiese demasiado en una relación. ¡Y no era así! Sólo quería que fuese como antes que se sentían como pendejos enamorados. Pero sólo parecía un histérico, lo más seguro. ¿Y tendría razón al haberse puesto así con Thor? Porque de pronto a Loki también le golpeo la consciencia. <Es tu culpa>, acusó a Thor cruelmente y muy seguro de ello. Fue injusto, ahora mismo lo aceptaba, pero no se lo haría saber. ¿O cómo decirle al tonto de su novio que por su culpa también le había sido infiel? Una sola vez y que ni fue tan gratificante, por cierto. Hay que aclarar para que él mismo no se sienta tan mierda. ¡Oh, carajo!

 

-¿Estás bien? – Fue cuestionado por una conocida voz. Era Jane. Y bueno, es que Loki había continuado vagando molesto sin rumbo y sin fijarse a su alrededor que ahora resultó detenerse justo donde Jane estaba plácidamente sentada en el césped, con un libro en sus manos y una bolsita de pequeños malvaviscos a un costado.

-¿Qué parece? – Le habló en su tono irritado.

-Por tu semblante y la forma en que pateaste aquella roca, es obvio que estás furioso. Pero sólo pregunté por cortesía, es lo que la gente hace. – Respondió tranquilamente, incluso encogiéndose levemente de hombros al final.

-Claro. – Atinó a expresar. No tendría que ir peleando con todo aquel que se topara de frente, ¿verdad? Menos con una… conocida.

-¿Puedo ayudarte? Ahora sí es un cuestionamiento amistoso. – Le miró atenta, esperando su respuesta, siendo paciente porque Loki parecía intentar tranquilizarse.

-…No, estoy bien. Es sólo que… No importa. – Evitaba mirarla para así restarle importancia.

-Vaya, ¿ya fuiste a la enfermería? – Con eso sí giró a mirarle, fue ahí donde Jane señaló la comisura de su labio donde se apreciaba muy bien la herida.

-No es nada. – Bufó.

-De acuerdo.

-El Idiota. Lo leí hace años. – Comentó luego de mirar el libro que había estado leyendo Jane. – Dos veces.

-¿En serio? Yo también. Sólo lo hago de nuevo por gusto, alguien me lo recordó ésta mañana en clase y aquí estoy.

-Con ese título es imposible que me olvide de lo que me hizo molestar. – Continuó hablándole, ahora sentándose frente a ella.

-¿Un idiota te hizo enfadar?

-Los idiotas en general me enfadan. – Miró al cielo como si estuviese harto. – Y creo que son contagiosos. – Jane sonrió ladinamente, cerró su libro y tendió los mini malvaviscos a Loki para compartirlos con él quien aceptó.

-Lamento decirte que la única cura es el tiempo, y no a todos les funciona.

-¿Y mientras tanto qué? ¿A esperar?

-Sí, pero de hecho es divertido.

-Eso sí. – Le dio la razón al recordar la otra clase de idiotas: sus amigos.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Tony se reunía con Bruce en uno de los laboratorios, de vuelta a trabajar en su proyecto al que le querían hacer modificaciones y de nuevo ganar en el concurso que se avecinaba. Bruce estaba muy contento trabajando y era obvio porque se la pasaba bobeando con Clint y así se quedaba el resto del día. Tony le miraba en momentos curioso, ya entendía porque Loki se les había quedado mirando, como descifrando su secreto. Pero provocaba sonreír, dándole gusto lo bien que ese par de tontos se la pasaban y lo mucho que se querían. Casi le daban ganas de decirle que se fuera a seguir besuqueando con Clint, que jugasen al doctor, pero ya habían desperdiciado muchos días sin trabajar. Y todo porque si no era Bruce el que se desaparecía, era el mismo Tony quien se iba con Alfie, además también tuvieron un par de días libres por ThanksGiving y se avecinaban más recesos por Navidad y año nuevo… Y mejor a trabajar para aprovechar los días libres de deberes.

 

-¿Clint te da drogas, amigo? – No pudo evitar molestarle.

-¿Qué? – Rió un poco Bruce.

-Te deja todo sonriente y juro que hay corazoncitos animados rodeándote. – Le dibujo lo que se imaginaba en el aire con ayuda de un destornillador que tenía en la mano.

-No son drogas. – Volvió a sonreírle y regresó su mirada a la máquina frente a ellos. – Conoces la reacción química del enamoramiento.

-Mírate, aun así queriéndole dar una explicación racional. – Se burló. – Sabes que el amor es la cosa más irracional, ¿no?

-¿Tú lo sabes? – Le cuestionó curioso y dispuesto también a molestarle. – ¿Alfie ya dibuja corazoncitos animados a tu alrededor?

-Tampoco te emociones, Brucie. Yo sigo tan centrado como antes.

-Pues desde que te conozco como te faltan algunos tornillos, Tony. Así que yo digo que…

-Qué gracioso. – Le dijo sarcástico. – Aun así, soy el más cuerdo en éste momento. Tal vez no lo notas porque estás igual de idiotizado, ¡pero todos andan enamorados! Aunque un par con problemas, pero al fin y al cabo; problemas de enamorados.

-¿Y eso te molesta?

-No, claro que no. Es su dignidad, no la mía. – Bruce rodó los ojos. – Pero me dejan solito por irse con sus amores. – Hizo un puchero infantil.

-Yo vi que estabas con Loki y Steve.

-Pues me dejaron. – Se quejó. – Loki para ir a hacer corajes por culpa de Thor y Steve porque tenía que ir con su linda noviecita a celebrar su cumpleaños.

-¿De qué te quejas, Tony? Bien puedes irte con Alfie en cualquier momento. – Le recordó.

-Tampoco quiero verle la cara todos los días. – Bruce casi se echa a reír.

-Quién te entiende... – Suspiró pensando un poco. – Mañana voy a estar más tiempo con Clint porque cumplimos seis meses juntos y….

-Tienes que venir a ayudarme con ésta cosa, sin excusas. – Le aclaró de inmediato sin haberle dejado terminar.

-Ya lo sé, dramático. – Le frunció el ceño. – Lo decía por si querías perder el tiempo conmigo hoy, ya que mañana de verdad pienso estar con él.

-No necesito tu lástima, Bruce. – Le reprochó sobre-actuadamente, a lo que Banner sólo pudo pensar: DramaQueen. – Terminando esto llamaré a mi novio.

-¿Y por qué pones esa cara de náusea?

-Porque aún no me acostumbro a que “mi” y “novio” salgan juntos de garganta.

 

Bruce rió por la idiotez de Anthony.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

El escritorio lleno de hojas con contenido de diversas materias, un par de libros y la laptop en la que trabaja en ese momento. Seguro que todos sus amigos estaban por ahí perdiendo el tiempo y ella sola en su dormitorio llena de tarea y con el Xbox haciéndole ojitos como pidiéndole que se tomase un break. Pero María tenía que ser fuerte, de cualquier modo era su culpa el que ahora tuviese tantos pendientes, pues los había estado dejando al último momento, todo por pasar más tiempo con Darcy. Era fácil distraerse con Lewis, siempre sacaba alguna tontería a la cual era difícil resistirse.

Suspiró con una sonrisa al final, ya que Darcy también estaba  apurándose a sus deberes. O al menos eso le había dicho. Bueno, allá ella, porque lo que era María quería apurarse para tener libre el fin de semana. ¡Pero que por favor el Xbox dejase de sonsacarla! Todo era culpa de Natasha y Bucky, que antes de que ella llegase habían estado jugando ahí.

 

-¿Todavía no terminas? – Preguntó Natasha. La parejita había regresado al dormitorio.

-Ya casi. Era un montón. – Respondió mirando como la pelirroja se retocaba el lipgloss en uno de los espejos y seguidamente tomaba una chaqueta del closet. – ¿A dónde van? – Preguntó más por alejar un poco su atención de las tareas.

-Apúrate y vamos.  Tal vez te dé tiempo.  – Le dijo Bucky.

-¿A dónde?

-Es cumpleaños de Peggy. – Comenzó a decirle Natasha.

-Sí, lo vi en Facebook. ¿Y?

-¿No que estabas muy atareada para andar perdiendo el tiempo en Facebook? – Le molestó. – No importa. Pues Peggy va a ir con sus amigos a un Karaoke para “celebrar”, obviamente irá Steve, y él nos pidió que le acompañásemos. 

-¿Aún se siente raro estando solo entre los amigos de su novia? – Le dio gracia a María.

-Sí, es un tonto. ¿Vienes?

-¿A dónde vamos? – Llegó Darcy en el momento justo, apuntándose de inmediato a la invitación.

-¿Ya terminaste la tarea?

-…No. Pero estuve buscando a Jane para que me explicase lo último que vimos en la clase del profesor Selvig, no le entendí casi nada y la tarea que me falta es sobre esa mierda.  – Se quejó.

-¿Y por qué no hacen la tarea juntas? – Cuestionó Bucky.

-… Porque…

-Porque terminamos haciendo otras cosas menos la tarea. – Terminó explicando Darcy, con un pequeño guiño al final.

-Yo te lo explicaré. – Cedió María, después volteó para ver a Tasha y Bucky. – Me voy a quedar, luego me platicarán qué tal estuvo.

-Bueno. – Ambos salieron dejándolas solas.

-¿En serio buscaste a Jane o sólo no quieres hacer la tarea?

-Sí la busqué. ¡Lo juró! No estaba en el dormitorio ni en la biblioteca. Y si no está en esos lugares es porque está haciendo otras cosas, quizá con alguien más y no la interrumpo a menos que sea importante.

-Ok…

-¿Qué tal si me explicas la tarea con besitos? – Y ahí iba. Poniendo una mueca tierna y dando piquetes a María en un brazo con uno de los bolígrafos.

-¿Qué tal si no hay besos hasta que termines la tarea? – Contratacó María.

-¡Hey, eso es cruel! – Hizo un puchero infantil.

-Tú eliges.

-Ash! De acuerdo, profesora Hill. – Teatralizó.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

No fue justo cómo Steve había pensado que sería esa salida al Karaoke. Se lo había imaginado aburridísimo, aunque tampoco resultó muy bueno, pues era obvio que no sería como aquella vez que visitó uno con sus amigos. No es que los amigos de Peggy le aburrieran, bueno, pero tampoco se entretenían mucho y fue por ello que invitó  Bucky y Natasha. Aunque eso tampoco resultó tan buena idea, porque sólo le acompañaron un momento, luego le dijeron que se aburrieron y los muy malos le dejaron solo. Ok, ellos se lo perdieron, porque de hecho pasados los minutos la situación se fue ambientando poco a poco. Lo malo, de nuevo, es que cuando Steve apenas pensaba que se pondría mejor, todo terminó.

Si de por sí habían acordado ir algo temprano y luego todo terminaba pronto, le hacía sentir a medias. ¡Apenas eran las 10pm cuando estaban de regreso en el Campus! Su excusa fue que mañana temprano había clases, pero también se pudieron haber desvelado y aun así asistir a clases. Steve lo hacía, así haya pasado una noche de destrucción al otro día iba a sus clases aunque no haya dormido nada. Hay formas de ser responsable y vamos que el karaoke no los iba a destruir. En fin… ni qué hacerle, porque Peggy también había querido irse a su habitación, claro después de unos cuántos besos y toqueteo superficial, ya que la cerveza había ayudado en algo. Pero no lo suficiente, por lo que Steve iba subiendo las escaleras rumbo a su dormitorio porque no quedaba de otra. Y mientras el subía se cruzó con Tony que bajaba, pero el castaño tenía que venir con Alfie.

 

-Hola, Steve. – Le había saludado amigablemente Alfie, por lo que no pudo ignorarles y se detuvo a saludar.

-Hola, gusto en verte de nuevo. – Le respondió esperando que no se notase que en realidad sentía lo contrario. No entendía por qué Alfred le seguía desagradando.

-¿No ibas a estar con Margaret? – Preguntó Tony, como si nada. – No me digas que sí se enojó contigo.

-Oh, ¿estás en problemas? – Interfirió Alfie.

-Ya estuve con ella, de hecho salimos y ya regresamos. No hay ningún problema, todo está excelente. – Les respondió del mismo modo, aguantándose para no mandarlos al carajo, a Tony porque sabía que le quería molestar y a Alfred por metiche.

-Pero son apenas las 10pm. – Le comentó Tony.

-Fue algo tranquilo.

-Bueno, yo me robaré a tu amigo por el resto de la noche, mañana lo devuelvo. – Jugó Alfie, tomando más firmemente de la mano de Stark.

-No importa. Es más puedes quedártelo para siempre y nunca devolverlo. – Le sonrió como si igual estuviese jugando.

-¿Ves, Tony? Tengo la aprobación de tu amigo. Puedes irte conmigo cuando regrese a Inglaterra. – Tony sólo le sonrió  forzadamente.

-Ya nos vamos. – Dijo Stark, jalando a Alfie y bajando las escaleras sin detenerse de nuevo.

 

Vaya, vaya…, Tony-jamás-tendré-novio-ni-compromiso-Stark podría irse a Inglaterra con su novio de apenas un mes. Tanto sexo (que seguro tenía con Alfie) comenzaba a hacerlo tan idiota. Steve después averiguaría si eso era cierto o una tontería de Alfred

 

*~~*~~*~~*~~*

 

La televisión estaba encendida con una película proyectándose pero ninguno de los dos le hacía el mínimo caso, la habitación era alumbrada sólo por el brillo que salía de la pantalla, Tony estaba sentado en la cama jugando con su trago mientras escuchaba todo lo que le decía Alfie, quien estaba de pie tras ir al mueble de la TV donde dejó la botella y así servirse otro trago.

Alfie siempre estaba haciendo planes, eso le gustaba a Tony  pero no lo serio que de pronto los tomaba, pues para Tony todo era más relajado. Aunque quizá para Alfie no porque era mayor. Pero de hacer planes laborales a querer llevárselo a vivir con él y más aun a Inglaterra, era demasiado hasta para él. Quizá hasta Alfie sólo lo decía para molestarlo, por ello Tony no le decía ni sí ni no, nada más le sonreía y cambiaba de tema.

 

-¿Y tú qué me dices de nuevo? – Alfie regresó hasta la cama con él, dándole un besito en la mejilla antes de sentarse bien a su lado.

-Todo ha estado aburrido. – Suspiró. – Por eso te extrañaba más. – Le sonrió  tiernamente. De pronto Tony le hablaba muy dulce, pero no porque lo sintiera precisamente así. Era extraño, le salía en automático ya decir cosas cursis de novios.

-¿Sí? Yo también te extrañaba. – Le respondió su novio en un tono más travieso, volviendo a acercar sus labios pero ahora detrás de la oreja de Tony, causándole cosquillas.

-¿Puedo quedarme a dormir aquí? – Preguntó Tony, dejando todavía que esos besitos continuasen.

-Creí que ya era un hecho. – Le susurró con una risita al final. Tony ahora sintió una lengua por su lóbulo y seguido una mordida.

 

No tuvo que pasar mucho tiempo para que se escuchasen jadeos y suspiros salir de esa habitación.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Al día siguiente, después de haber terminado las clases, Steve estaba de nuevo con Peggy, pues era viernes en la tarde ella se iría a casa. Estaban almorzando en uno de los locales dentro del campus, cada uno metido en sus pensamientos y sin interrumpir sus bocados, hasta que el móvil de Steve llamó y éste contestó al ver que era el número telefónico de su casa.

 

-¿Hola? ¿Mamá? – Esperó, pues se escuchaba ruido del otro lado de la línea.

-¡Steve! – Esa voz no era de su madre…, era una voz aguda, de niño.

-Hola, David. ¿Qué haces? ¿Están ahí tus hermanos y tu mamá? – Le dijo cuando reconoció la voz de su primo más pequeño.

-Sí. – Apenas le respondió cuando escuchó también las voces más cerca de Hannah y Tyler pidiendo hablar con él. Steve sonrió al escucharles y Peggy también sonrió, aunque ella no escuchase, pero sabía quién era David, ya que Steve le había platicado de ellos alguna ocasión.

-¡Hola, Steve! – Ahora era la voz de Hannah.

-Hola. – Volvió a decir con toda paciencia.

-Estamos en tu casa. ¿Tú dónde estás?

-En la escuela.

-Pero vas a venir, ¿cierto? ¡Dijiste que nos llevarías al parque de diversiones! – ¡Boom! Steve ahí recordó eso que les había prometido la semana pasada a sus pequeños y adorados primos. – ¿Sí, sí, sí?

-Claro. – No le quedó más que aceptar, pero no era nada catastrófico para él, le gustaba consentirlos, y más gusto le dio cuando escuchó el grito de emoción de los tres.

-¿Cómo estás hijo? – Era su madre.

-Bien…, muy bien. ¿Y tú? ¿Cómo ha ido todo por allá?

-Perfectamente… Hmm… ya les dijiste que sí, ¿verdad?

-Sí, pues ya se los había prometido.

-Lo sé. Han estado pensando en eso toda la semana, y hoy no pararon de molestar a Emma hasta que los trajese. – Soltó una risita. – ¿Pero sí puedes venir? Si no les explicaré…

-Sí puedo. Sólo diles que mañana temprano iremos. Hoy llegaré en la tarde-noche con ustedes.

-De acuerdo. Vente con cuidado.

-Sí, mamá. Adiós.

 

Colgó y quedó con la vista fija en su plato sin terminar, pero es que estaba pensando en cómo le haría ahora. ¡Todo se le olvidaba por culpa de las clases y sus deberes! Necesitaba la ayuda de al menos otra persona para que le ayudase con sus primos, y ya no contaba con Peggy porque ella tenía planes hechos. Seguramente sus amigos igual tenían planes… Oh, no… Tendría que lidiar solo con tres niños alocados por la adrenalina de los juegos y llenos de azúcar por las golosinas que comerían. Pero ya lo había prometido.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

-Tony, ¿y Bruce? – Preguntó Clint al castaño. Y es que sabía que estaban juntos por lo de su proyecto, pero ya era hora en que su novio le había dicho que se desocuparía. Y antes de llamarle para encontrarse con él, se encontró con Tony.

-Se quedó todavía en el laboratorio. Ya sabes en cuál es, ¿no?

-Sí. Gracias.

 

Fue rumbo a dónde se encontraba dicho laboratorio, habían acordado reunirse en cuanto terminase para ir a pasar juntos el cumplimiento de medio año de su relación. Qué extraño, Clint jamás se hubiese imaginado celebrando el tiempo transcurrido en una relación, ¡ni mucho menos tanto tiempo! Pero lo que hace el amor.
Sonrió cuando estuvo frente a la puerta del laboratorio, ésta estaba abierta y se asomó. En una de las grandes mesas estaba Bruce ya guardando sus cosas en la mochila.

Clint dio unos pasos dentro y así Bruce giró a mirarle y le sonrió mientras cerraba la mochila y caminó hasta él, pero dejando la mochila en la mesa. Le dio un pequeño beso con sonrisa incluida y se escurrió hasta la puerta y la cerró. Barton le miró curioso cuando Bruce se volvió a acercar a él. Pero su adorable novio volvía a impulsarse de sus hombros para unir de nueva cuenta sus labios prohibiéndole hablar con uno de esos besos tiernos y deliciosos que da Bruce.

Gustoso, Clint le correspondía, abrazándole suavemente por la cintura. Sintió la lengua ajena involucrarse en el beso y le imitó. Entre ese beso fue que se dejó guiar hasta el centro del laboratorio, hasta que llegaron al escritorio del profesor y Bruce se recargó en él, sin intenciones de soltarle. Ahí Clint entendió que pasaba. Qué iba a ocurrir. Y soltó un jadeo de emoción y previa excitación. Se separó del beso sonriendo ampliamente. Bruce le sonreía de esa forma encantadoramente perversa que sólo él poseía. Y se volvieron a devorar la boca con más prisa.

Todo podría estar perfecto, sin importar nada, pero a Bruce no se le pasaba el lugar donde estaban, ni se le olvidaba que la puerta no contaba con un seguro y que demás compañeros podían seguirse paseando por fuera, o sino es que otras personas ocupaban el laboratorio a esas horas. Así que por eso lo había conducido hasta el escritorio, sólo hacía falta sentar a Clint.

Siguió la indicación muda de Banner a sentarse en la silla del escritorio, de forma correcta, por lo que se extrañó de cómo es que iban a continuar. Pero miró a Bruce colocarse debajo del escritorio, haciéndose un espacio entre sus piernas. Clint ya no podía con la cara de imbécil fascinado que tenía. ¡Eso era de lo mejor! ¿Dónde estaba ese Bruce que prefería hacerlo en lugares propicios y privados? Vale que desde hace mucho ya jugueteaban en cualquier lado, ajá, pero jueguitos. Esto que estaba guiando ahora (porque sí, Bruce lo guiaba), parecía no ser un simple jugueteo. Y fue claro cuando le desabrochó el pantalón y bajó la bragueta.

 

-¿Estás seguro? – Le estaba encantando, pero estaba consciente del riesgo y que eso podía perjudicar a Bruce. Sin embargo éste le asintió. – ¿Y si algo pasa? Ahh… – Le preguntó con un trabajo enorme, pues su miembro ya estaba fuera del pantalón pero dentro de la boquita de Bruce.

-Confía en mí. – Pareció que le dijo Bruce, porque Clint lo escucho también como "córrete en mí". Que Bruce ya tenía la boca llena como para que le entendiera con detalle que era lo que decía.

 

Si ese era el regalo que le daría Bruce por seis increíbles meses juntos, por Dios que fue más de lo que él pudo haber esperado, porque en realidad no se imaginaba cómo pudiese ser. Él creía que sólo irían al restaurante-bar que tenía una banda en vivo y luego tal vez si habría sexo pero… Oh, por Dios!... Se le nublaron los pensamientos por lo riquísimo que se sentía lo que le estaba haciendo Bruce. Se sentía tan malditamente afortunado de tener a alguien como su novio.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Viernes ya atardeciendo pero Tony no tenía planes, todos estaban haciendo algo pero a él no le daban ganas de ir a una fiesta. Tal vez si seguía igual de aburrido llamaría de nuevo a Alfie, pero hasta muy noche para volver a quedarse con él, porque para ir a casa tampoco le daban ganas. Ah, que aburrido era todo. Oh, un mensaje nuevo en su móvil. ¿Steve preguntándole dónde estaba? Le respondió y de vuelta recibió un <Voy para alá, espérame.> Genial, Steve ya empezaría de raro.

 

-¿Por qué estás solito y con esa cara de puchero que te hace tan adorable? – Fue lo primerito que le dijo Steve cuando llegó con él.

-Estoy aburrido pero sin ganas de hacer algo. – Le confesó. – ¿Qué quieres?

-Mañana llevaré a mis primos al parque de diversiones. ¿Quieres venir? – Lo sabía, Steve empezaría de raro.

-¿Quién más irá?

-Am… sólo tú, yo y mis tres primitos. – Le hizo una mueca tierna.

-No cuido niños, Rogers.

-Vamos, no es para eso. Se los prometí, les dije que los llevaría, pero yo también quiero ir con alguien. – Trataba de convencerle. – Además ya los conociste y sabes que no son un desastre.

-¿Por qué no vas con tu novia para que se vayan acostumbrado a cuidar niños para cuando tengan los suyos? ¿O con Bucky?

-Peggy estará con su Familia y Bucky ya tiene planes. – Era mentira lo último, no le había preguntada nada, su primera opción para ir con alguien había sido Tony. – Anda, Tony, vamos.

-No sé…

-Por favor. – Hasta ojitos le hacía Steve. Tony sonrió y se le quedó mirando aunque estaban muy cerca. Le dieron ganas de darle un beso, aunque fuese uno casto, quizá por la costumbre anterior. Entonces hizo un poco más de distancia entre ellos para no hacerlo.

-Está bien, pero sólo porque quiero subirme a los juegos mecánicos. – Cedió.

-Te prometo que nos subiremos a todos los que quieras. – Le dijo muy animado Steve.

-¿Mañana a qué hora?

-Temprano, muy muy temprano. –  Y Steve volvía a pegarse a él para rodearle por los hombros con un brazo. – Por eso nos vamos desde hoy a mi casa, te quedas a dormir conmigo y despertamos pronto para irnos. Ellos ya están en mi casa.

-Ay, no.

-Ay, sí. No seas flojo, vamos. – Se paró de donde estuvieron sentados para comenzar a jalarle. – No seas mal amigo, Tony.

-Levántame si puedes. – Se acostó por completo el césped para ponérselo más difícil.

-Sí puedo. – Aceptó el reto.

 

Le jalaba de las manos, las piernas, pero de una u otra forma Tony se zafaba retorciéndose o haciéndose bolita en el césped. Incluso Steve recurrió a hacerle cosquillas un momento en que se posó sobre él, pero con tanto movimiento Tony quedó de boca al suelo y la fricción podría tornarse más peligrosa. Fue así que Steve se detuvo, esperó a que Tony se girará y como la risa le había debilitado un poco, aprovechó para tomarle con firmeza y ponerlo de pie.

 

-Te lo dije. – Expresó triunfal. Tony todavía sonreía, estaba ruborizado por la risa de hace un momento y traía el cabello un poco desordenado por el ajetreo. También estaba lleno de pequeñas hojitas y césped, por lo que Steve comenzó a quitarlas con toda calma del cabello castaño y de la ropa. Cuando finalizó le dio un beso en la mejilla a un Tony que había aguardado paciente. – Vamos. – Pidió, dándole un jaloncito a la mano de Stark que había tomado un par de breves segundos, para cambiar y volver a abrazarle por los hombros y caminar así con él.

 

 

Notas finales:

Casi tres meses sin actualizar éste fic. ¡Lo siento mucho! Pero de verdad que tengo tanto que hacer que mis hobbies van quedando al último siempre u_u Recordarán que soy madre y pues mi hija ya va entrar a la escuela elemental yuju~! Y yo volví a la Universidad <3 Y estoy casada. O sea, que apenas tengo tiempo de respirar D: Pero son vacaciones de verano *OOO*

El fic continúa, lento pero seguro, ya que todavía hay personitas geniales que me leen y me dejan sus críticas TuT Cuánto los quiero <3 Y luego a éste relajo le falta un montón. Yo sé que quieren que Steve y Tony se amen y vivan felices por siempre, pero quiero echarles todo el desmadre que uno pasa en esos momentos y más siendo un bobo jovensuelo jaja. Y no digan que no, que es verdad que todos hacemos puras tonteras y más cuando había amor de por medio jaja.

En fin..., espero no me odien. Me apuraré en éstas vacaciones para traer al menos un capítulo más sin tardarme tanto. 

¡Les quiero!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).