Amar en tres segundos. por angel-san

Eran las 12 am y tenia entrenamiento pero aunque le gustaba ese deporte quería que el tiempo pasara rápido para poder ver a su pequeño, el entrenamiento comenzó hicieron calentamiento, y después se dividieron para jugar.
 
 
No sabía exactamente a donde iba solo salió de la biblioteca y tenía una suerte no haberse encontrado con nadie en ese día, caminaba por los pasillos sin rumbo cuando regreso a la realidad estaba en el campo de futbol donde el equipo entrenaba y lo vio ahí apenas y lo pudo distinguir con ese traje y estando tan lejos, ahí estaba Morgan sin pensarlo se sentó en las gradas que en ese momento estaban bacías por la poca sombra que había se sentó hasta una esquina y se quedo viendo como jugaban.
 
 
Morgan estaba cansado el sol estaba en su punto más alto y el entrenador no tenia compasión, fue cuando voltio inconscientemente hacia las gradas viéndolas casi vacías solo por un pequeño niño que estaba sentado hasta arriba observándolo fue cuando vio que le alzaba la mano tímido en señal de saludo el igual lo hizo sonriendo, fue cuando sus compañeros se dieron cuenta y empezaron silbar avergonzando al pequeño, hasta que el entrenador intervino poniéndolos a practicar pero a Morgan no le importa mucho, tenia nuevas fuerzas se sentía contento de que su pequeño estuviera ahí; cuando la practica termino se dirigió hasta las gradas y atreves de la rejilla le grito a Spencer que lo esperara recibiendo solo un asentimiento por parte del pequeño, se apuro a ducharse aun con los comentarios de sus amigos que decían cosas inapropiadas en son de relajo, salió de los vestíbulos a alcanzar al pequeño, lo encontró ahí en la primera banca sentado con una sonrisa tímida, después de saludarlo de palabras se fueron a la biblioteca estudiaron y se fueron los dos caminando Morgan ofrecía llevarlo hasta su casa lo que el pequeño no pudo rechazar se despidieron quedando de que se verían mañana.
 
 
Si Morgan dijese que no estaba feliz sería una gran enorme mentira se sentía tan contento que no podía ocultarlo, se durmió con una sonrisa en los labios.
 
 
 
La siguiente semana fue casi igual, Morgan le había pedido al pequeño que asistiera sus entrenamientos, a lo que el pequeño le respondió que haría lo posible por ir, y es que aunque quisiera ir todos los días tenía que ir a clases y sin darse cuenta llevaban dos semanas y media desde que empezaron las clases de tutoría, Morgan se enamoraba cada vez mas del pequeño mientras Spencer pensaba día y noche sobre aquel libro que ya había terminado de leer, seria tal vez ese libro las respuestas de sus preguntas, sin pensárselo mucho había encontrado a una persona con la cual pasársela bien, aprendieron de ellos mutuamente, Derek se había encargado de que nadie molestara al castaño aunque esto afectara su popularidad, pues desde que se expandió el rumor de que Morgan  defendía a la ratita muchos de sus supuestos amigos lo dejaron de hablar, también decían que Morgan era un marica y solo estaba con Spencer porque quería llevárselo a la cama y aunque Morgan sabia de estos rumores poco le importaba, se había concentrado en tres cosas, la primera y la primordial Spencer, la segunda el equipo de futbol, y la tercera aprobar todas sus materia pero para eso le ayudaba Spencer que ya no solo le daba tutoría de la física matemática si no de todas las materias y también le ayuda con el futbol que según Spencer es fácil hacer movimientos perfectos con un poco de física.
 
Esas semanas Morgan se dio la tarea de que Spencer lo notara, haciéndole detalles mínimos, como  que siempre lo acompañaba a la hora de salida hasta su casa o cuando alguien quería fastidiarlo Morgan estaba con él para ayudarlo, y esos últimos días se había ofrecido a llevarle su mochila alegando de que por eso no crecía su mochila pesaba mucho, a lo que Spencer se sonrojo y se la entrego, el acercamiento cada día era más y ahora justo el miércoles de la tercera semana de tutoría había acompañado como de costumbre a Spencer a su casa, ese día se había venturado y le había dado un beso en los labios, uno ansioso que el pequeño correspondió torpemente  después de separarse Spencer se sonrojo dijo un torpe nos vemos agarro su mochila y se metió a su casa, Morgan estaba con una gran sonrisa por lo menos no le había rechazado.
 
Al día siguiente fue extraño, con la intención de hablar con el castaño llego temprano al colegio y fue hacia la biblioteca pero no encontró a nadie quizá se le hizo tarde, y depues cuando tuvo entrenamiento y espero ver a Spencer en las gradas no lo vio tal vez fue demasiado el atrevimiento  que tuvo el día anterior hoy tendría que hablar con él, solo esperaba de que las cosas no salieran tan mal; una vez terminado su entrenamiento se dirigió a la biblioteca encontrándola  vacía, la recorrió toda y no había nadie, será que el castaño se había molestado, tendría que disculparse, esperaría a mañana tal vez el pequeño solo quería tiempo para pensar.
Esa tarde ideo una manera de disculparse, tendría que regalarle algo, entonces pensó en cuál sería el regalo perfecto, porque además de disculparse le aria entender al pequeño sus intenciones, tal vez unas rosas, no Spencer no era una niña, unos chocolates no mala idea nunca lo había visto comer tan siquiera un dulce y si no le gustaban los dulces o peor era alérgico a ellos, no mala idea entonces podía ser un peluche, pero los peluches son para niños, pero Spencer es un niño ah que difícil era escoger un regalo, y mientras caminaba por las calles pensando vio algo que le llamo la atención una tienda de antigüedades más bien el ajedrez de vidrio que estaba en un estante, y recordó una conversación que tuvo con Spencer.
 
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-que es lo que haces en tus tiempos libros aparte de leer- pregunto el moreno, estaban en la biblioteca llevan hablando tal vez 30 minutos olvidándose de que tenían que estudiar.
-mmm jugar ajedrez, soy muy bueno en ello- dijo Spencer con una sonrisa.
-algún día me enseñaras, me encantaría jugar con tigo- 
-por supuesto-
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Ese ajedrez era perfecto, no le importo haberse gastado todos sus ahorros que gano trabajando, solo quería que Spencer se sintiera feliz con ese ajedrez, lo envolvió con papel blanco y un listón café, y es que otros colores no se le habían ocurrido, pero creía que estaba perfecto porque el blanco simbolizaba pureza y Spencer era un ángel para él y café por sus hermosos ojos cafés, sintiéndose feliz porque había encontrado el regalo perfecto espero a que el nuevo día empezara.
Esto era malo muy malo pensaba que ahora que tenia al moreno a su lado las cosas cambiarían pero no pensó que tanto, pero no supo cómo y porque, si no que de un momento a otro Derek lo había besado, y sorprendiéndose a si miso lo había correspondido mil cosas pasaron por su mente y la principal Morgan estaba jugando con él, pero no era posible el no jugaría con eso, toda la tarde estuvo pensando en eso igual que en la noche y al día siguiente no fue al colegio no tenía el valor suficiente para verlo después de eso, se quedo en su casa pensando en que es lo que había pasado.