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24 de Marzo de 1917/23:05 hrs
Querido diario:
Lo que ahora voy a contarte, sucedió hace un par de horas cuando baje a la fiesta (que aun continua), como siempre me vi en la obligación de saludar a todos los invitados, claro colgado del brazo de Shiro. Embozaba falsas sonrisas, fingía pasarla bien cuando era todo lo contrario, mi padre y Shou nos presentaron a Shiro ya mí, a sus amistades de Japón: primero fueron los reconocidos editores de Marukawa, Takano Masamune y su esposo Takano Ritsu, luego un talentoso pintor casado con otro editor de Marukawa, Yukina Kou y su esposo Yukina Shouta, y algunos otros de puestos importantes de la alta sociedad. Al terminar las presentaciones, nos sentamos en una mesa a platicar y conocernos más.
Fue algo totalmente sofocante, estar rodeado de gente intolerante, lo mismo de siempre, la misma charla vacía….sentía que estaba al borde de un precipicio y sin nadie que me ayudara….así que llegue a la conclusión de hacer lo que Kami-sama se tardaba tanto en realizar…
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-…y yo digo que Usami Akihiko no es más que un holgazán que busca ganar dinero fácil, escribiendo idioteces tan irreales –comento Iokawa, algo que hizo enfurecer a Yokozawa, ya que él era un fiel seguidor del novelista, además de que amaba la literatura
-¡Usami Akihiko es un gran escritor!-exploto parándose de su silla y golpeando al mesa, llamando la atención de todos-No es ningún holgazán que busca dinero, sino un hombre que como cualquier escritor, brinda esperanza a la gente
-¡Takafumi!-lo reprendió su padre con el ceño fruncido-¿Qué diablos te pasa?
-Disculpen-se marchó de la mesa muy irritado, al poco tiempo Iokawa fue tras él. Lo alcanzo en el pasillo que salía del gran salón donde se llevaba cabo la fiesta
-Se puede saber ¿Qué demonios te sucede?-lo retuvo fuertemente del brazo y lo miraba con reclamo
-Lo que pasa, es que no soporto que hables así de Usami-sensei. Yo amo sus novelas-contesto
-Mi prometido tiene que apoyarme en todo lo que diga-replico
-Pero yo no voy a apoyarte cuando hablas mal del escritor que adoro-esto último despertó los enormes celos de Iokawa, quien aumento la fuerza del agarre
-ESCUCHAME IDIOTA, TU TE CASARAS CONMIGO, POR LO TANTO A QUIEN TIENES QUE ADORAR ES A MI, NO A ESE IMBECIL-le grito furioso
-Shiro, suéltame….me lastimas
-No hasta que te disculpes por ofenderme
-No lo hare, y el único imbécil eres tú. Usami-sensei al menos gana dinero con sus medios, mientras tú lo obtienes pidiéndoselo a tu padre, el holgazán eres tú
-¡CALLATE!-lo abofeteo tan fuerte que el golpe resonó en todo el salón, por suerte nadie le prestó atención-Y A LA PROXIMA, TE VA PEOR ¿ME OISTE?-lo arrojó al suelo bruscamente y volvió a la fiesta
La mejilla de Yokozawa se puso intensamente roja por el golpe, y el brazo con el que lo retenía le dolía mucho, empezó a sollozar y al poco tiempo, soltó lágrimas de dolor puro. Se levantó, y sin estar consciente de lo que hacía su cuerpo, empezó a correr a donde el camino lo llevara, dejando fluir todo su sufrimiento que durante años lo carcomió por dentro. Se sentía completamente solo, como si estuviera en un mundo tan gris donde solo el tenia color….suplicaba a gritos que alguien lo salvara, pero nadie le prestaba atención. Siempre siguiendo las reglas de un caballero del alto mundo, le sofocaba, le hostigaba y le molestaba tantos modales, tantas limitaciones-Enderézate-No fumes –No bebas-Usa los doce tenedores-Compostura-Modales-Arréglate bien-No escupas al suelo-No grites-Come con elegancia-No hables con los de la baja sociedad-Siéntate bien-Camina correctamente-No contradigas a tus mayores-etc.-su padre nunca le pedía su opinión ni lo escuchaba, su primo lo presionaba a comportarse como un chico de clase y su futuro esposo le gritaba, lastimaba y hasta lo golpeaba, todo esto le dolía, pero aún más, que no pudiera decirlo sino guárdaselo para sí y nunca expresarlo a exterior
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Querer llorar y no poder
Querer gritar y no poder
Decirles “Estoy bien”
Y refugiarme en una sonrisa
Cuando lo único que quiero
Es salir corriendo y llorare…
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Se detuvo al final del pasillo, en el balcón del tercer piso….aun con lágrimas en los ojos, se acercó para ver la asombrosa altura a la que se encontraba, una caída desde ahí lo mataría rápidamente sin más dolor físico. Se colgó sosteniéndose de los barrotes sin darse cuenta que un hombre de pelo castaño con ojos miel, lo estaba observando….era Kirishima, quien se había separado de sus amigos debido a que la alta sociedad ya le había aburrido e incluso, lo estaba sofocando
-No lo haga por favor-la voz dulce de un hombre, lo hizo voltear a verlo con los ojos muy llorosos
-¿Quién eres?-pregunto
-Me llamo Kirishima Zen-respondió con extrema preocupación. Al ver como Yokozawa lloraba, sintió su corazón acelerarse con cada lagrima que derramaba….por alguna razón, le partía el alma verlo así, quería ir hacia él y abrazarlo, consolarlo y hacer que sonriera, así como borrar el dolor que lo hacía llorar, sintió un incontrolables deseo de amarlo y protegerlo.
Así es, Kirishima se dio cuenta de que se había enamorado a primera vista del alma tan pura e inocente que los ojos azules de Yokozawa le mostraban. Había encontrado lo que tanto deseaba y se aseguraría de no dejarlo ir
-¡VAYASE! Déjeme solo
-No puedo hacer eso. Por favor, baje de ahí, le aseguro que usted no quiere hacer eso-empezó a cercarse con cuidado para no provocar que el menor saltara
-No se acerque, no se acerque más-amenazo Yokozawa, temblaba de frio y de tristeza, solo llevaba su pantalón blanco y su camisa, se había quitado el saco y el moño en el camino al balcón-O me voy a soltar, juro que lo hare-se agacho a ver la altura de la que caería, y pensó-“Claro que voy a saltar, a nadie le importo ¿Qué hace ese idiota tratando de detenerme?”
-Bien, pero ¿Usted de verdad quiere morir?-pregunto en un fingido tono calmado
-Si
-¿Por qué?
-A USTED NO LE IMPORTA, ahora váyase-grito
-No lo hare-se acercó sigilosamente-No sé sus razones, pero no puedo permitir que haga esto, acabar con su vida no es la solución
-Si lo es para mí-susurro llorando más
-Para nadie es la salida…mmm ¿Cuál es su nombre?
-¿Por qué quiere saber?
-Porque me gustaría conocer el nombre de la persona que quiere lanzarse de un balcón estando en el tercer piso de la mansión Yokozawa
-Pues…-dudaba, no estaba seguro de darle esa información a un hombre al cual apenas conocía, pero había algo en esos bellos ojos miel que le daban tanta seguridad-Me llamo Takafumi….Yokozawa Takafumi
-Ah, ya veo. Entonces es el único hijo de Yokozawa Yamato-sama
-Si
-Con más razón no debería hacer esto. Tengo entendido que su madre murió trayéndolo a usted a la vida, en ese caso ¿Porque quiere acabar con la vida que ella le dio?
-Porque a nadie le importo, estaré mejor a su lado
-Aun no es hora de que la acompañes
-¿Cuándo será?
-Ya llegara el momento. Por ahora, trate de vivir que su madre se decepcionaría si se suicidara por querer alcanzarla
-¿Tu…¿Tú crees?
-Sí. Ahora deme su mano, usted no quiere hacer esto-le extendió su mano
Yokozawa no lo pensó dos veces y le dio su mano, se voltio con cuidado para quedar frente a frente con el mayor.
A Kirishima le parecía mentira que Yokozawa, con su rostro lloroso, lo enamoraría, se miraron fijamente, sin parpadear siquiera.
Aunque apenas lo conocía, a Yokozawa le parecían cálidas las manos de Kirishima, por una extraña razón su corazón latía fuerte y rápidamente, sentía que se le salía del pecho y un ligero rubor se formó en sus mejillas aun mojadas por el llanto, pero en una de ellas no se notaba debido al golpe. Le sonrió ya más calmado con los dientes temblando de frio, pero algo malo ocurrió, piso mal el barrote y se resbalo con su pantalón, por lo que ya se encontraba colgado de manos de Kirishima
-¡Aaaaahhhhh…ayúdenme….Aaaaahhhh!-gritaba asustado
-¡Takafumi, resiste, sostente fuerte!-en eso, la camisa del menor se atoro en un bache y al jalar se desgarro. Yokozawa intentaba subir, pero no tenía fuerzas, su brazo aun le dolía y sentía mucho frio
El único heredero de la familia Yokozawa estaba en peligro de caer…