-Codos sobre el mantel-Los brindis, mirando a las persona no al suelo ni con la cabeza baja-Mira de frente y no levantes la copa por encima de la cabeza-Para el saludo la mano y ocasionalmente la genuflexión-Piernas juntas-No se calla ni se contradice a tus mayores-Enderézate-Ese tenedor no es para el postre, ni siquiera se prueba el postre-Nunca se toma más de una copa de vino-Por última vez ¡LAS PIERNAS JUNTAS!-golpeó la mesa con un látigo para caballo
-NI QUE FUERA MUJER-replico furioso
-¡TAKAFUMI!-lo regaño su padre entrando al comedor-Recuerda que los caballeros de la alta sociedad no se sientan con las piernas abiertas. Eso es vulgar y propio de las basuras del bajo mundo
-Pero…-intento protestar
-¡SILENCIO!-le grito su primo, quien llevaba toda la mañana dándole clases de comportamiento y clase-No se contradice a tus mayores y por amor de dios, CIERRA LAS PIERNAS-le repitió, ya que Yokozawa las tenía separadas como si fuera una escoria de la baja sociedad
-Argg. Está bien-lo obedeció-¿Contento?
-Enderézate bien
-Que los codos sobre el mantel y no, no ese tenedor no es para eso
-A ustedes nada los contenta-dijo levantándose de la mesa y saliendo del comedor
-¿A dónde vas? En media hora es tu clase de literatura
-Necesito aire fresco
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25 de Marzo de 1917
Querido diario:
Me canse…me canse de tantas reglas, de la intolerancia típica de mi padre y de mi primo. ¿Quiénes se creen para llamar basuras a los del najo mundo? Que no tengan dinero, no quiere decir que sean menos. Juro que un segundo más a su lado y los hubiera puesto en su lugar. El alto mundo empezó a sofocarme de nuevo, por eso, finalmente me decidí a hacer una locura…corrí hacia el jardín trasero, y trepándome en un árbol, salte la barda hacia la calle. De ahí, me puse una gabardina con la que cubrí mi rostro, para luego dirigirme a los barrios bajos.
Llegar fue como ver un nuevo mundo, vaya que si…todo era tan hermoso e interesante, los niños corrían por doquier, otros jugaban trompo y las niñas ayudaban a sus madres con las cestas de ropa para lavar, lástima que se arruino con la repentina lluvia que se soltó en toda la ciudad. Tuve que correr a buscar en donde asombrarme, hasta que entre a un edificio abandonado, donde…
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-¿Qué haces aquí?-pregunto una voz por detrás, quien también lo tomo del hombro
-¡AAAHHH!-Yokozawa dio un salto de terror puro, volteándose para hacer una reverencia-Lo siento, yo solo buscaba un lugar donde refugiarme de la lluvia
-¿Takafumi?-susurro casi inaudiblemente
-¿Eh?-levanto la vista para ver de quien se trataba-¿Kirishima-san?-pregunto sorprendido
-…-no podía articular palabra alguna, estaba en shock de que lo hayan descubierto
-Kirishima-san, usted….¿Es del bajo mundo?
-Yo…-bajo la vista y con los ojos tristes asintió-Si
-Entonces, ¿Cómo es que ayer…?
-Me disfrace como rico y me escabullí en la fiesta. Lo siento…jum, supongo que ahora me odia por ser pobre
-No es así-Kirishima levanto la vista completamente sorprendido-Yo no soy como mi padre ni como mi primo, yo no odio ni desprecio a los del bajo mundo. No me gusto que me mintiera, pero aun así…quisiera agradecerle por ayudarme ayer, la verdad nadie había hecho algo tan bello por mi
-No hay nada de que agradecer-sonrió ante las palabras del menor-Pero ¿Qué haces aquí?
-Bueno, es que…me escape de mis clases de refinamiento-dijo ligeramente sonrojado
-Ah ya veo. Ven-le llevo a un rincón donde se sentaron lado a lado- Y ¿Por qué querías lanzarte?
-Bueno….en ese momento, no encontraba otra salida, solo…solo…solo siento que estoy en un mundo tan gris, donde a nadie le importa lo que haga o diga, nadie se interesa por mí, y yo…yo…
-¿Lo amas?-pregunto interrumpiéndolo
-¿Qué?-lo miro fijamente
-¿Qué si lo amas? A ese hombre que me apunto con una pistola
-Escuche Kirishima-san…
-Zen, llámame Zen
-Escucha Zen, no tengo porque responder a eso-contesto frunciendo el ceño
-¡Ah! Así que es un matrimonio arreglado-dedujo sorprendiendo a Yokozawa
-Algo…parecido
-¿Él te golpea?-pregunto seriamente
-¿Por qué me pregunta eso?
-Porque ayer tenías roja la mejilla
-Yo…si-afirmo-Pero fue porque lo moleste
-Eso no significa que puede golpearte
-Oiga, no pienso discutir con usted mi vida privada y ya que paro la lluvia, regresare a mi casa-dijo levantándose del rincón-Adiós
-Como quieras. ¡Espera!-Yokozawa se detuvo justo cuando iba salir
-¿Qué?-voltio enojado
-Cuídate y nos vemos esta noche-dijo abrazándolo fuertemente
Yokozawa se sonrojo completamente, no sabía cómo reaccionar ante tan acción, ni siquiera era capaz de corresponder al abrazo…su corazón comenzó a acelerarse, sentía que se salía del pecho, algo demasiado nuevo para él. En eso, llegaron Hatori y Chiaki, lo que hizo que Kirishima lo soltara
-En serio cuídate, los barrios bajos son peligrosos-embozo una dulce sonrisa
-C-c-claro…-torpemente salió corriendo de ahí
-¿Qué no ese era el chico que intentaste violar ayer?-pregunto Chiaki divertido
-Por milésima vez Chiaki, yo no quise violarlo. Ahora ¿Trajeron lo que les pedí?
-Sí. Nos costó mucho robarnos un traje de gala sin ser descubiertos-respondió Hatori entregándole una bolsa con un elegante traje negro con corbata de moño
-Robar es una palabra fea Tori, di que lo tomamos prestado-dijo sonriendo y sacando el traje
-¿En serio vas a ir?-pregunto Chiaki
-Por supuesto, más ahora que me acepta a pesar de ser pobre
-Ese chico debe ser muy raro para aceptarte así-comento Hatori
-No…-sonrió cálidamente y miro por la ventana, donde el sol ya empezaba ponerse-Es especial -“Y será todo mío jejeje”
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La fiesta de compromiso se celebró en el primer piso de la mansión, se había decorado con ramos de rosas blancas y se había escogido los mejores vinos para la ocasión. Los invitados vestían elegantemente, dándole el toque perfecto a la celebración, que más parecía de la realeza. Esa noche, celebraban el compromiso entre Yokozawa Takafumi, único heredero de las empresas Yokozawa Y de Iokawa Shiro uno de los herederos de la empresa Mitsuhashi, sin duda, ante la gente su matrimonio era lo mejor para ambas familias. Iokawa estaba con su valet, hablando cómodamente con Shou y el señor Yamato, cuando vieron entrar a Kirishima, vestido con un hermoso traje negro. Él se acercó, esperando saber dónde estaba Yokozawa
-Kirishima-san, bienvenido-Iokawa estrecho su mano y luego se dirigió al padre de su prometido-Yamato-sama, le presento al hombre que salvo a Takafumi de caer del balcón
- Me alegra conocer al hombre que salvo a mi hijo-le entrego una copa de vino
-A mí también me alegra conocerlo-la recibió gustoso
En eso, escucharon pasos descendiendo las largas escaleras, al voltear a ver de quien se trataba, Kirishima se quedó completamente sorprendido, era Yokozawa quien se veía tan bellísimo vistiendo un traje negro como el, solo que con moño blanco
-Takafumi, te ves tan lindo como siempre –Iokawa quiso acercarse, pero Kirishima se le atravesó, justo cuando empezaba a tocar el primer vals
-Bueno, Taka…Yokozawa-kun, es hora de recibir mi recompensa-dijo sonriéndole cariñosamente. Yokozawa le sonrió también y tomo la mano del mayor, a pesar de la mirada fulminante de celos que Iokawa le dirigía. Ambos, fueron al centro del salón donde comenzaron el vals
-Te ves hermoso-comento pegándolo a él por la cintura
-D-déjese de tonterías y…terminamos con esto ya, que debería estar con mi prometido-dijo sonrojado por la cercanía
-¿En serio? Pues yo quiero que dure un poco más-comento divertido, siguiendo el romántico ritmo del vals
La música era tan hermosa, cargada de pasión…lo pasos iban de un lado a otro, no dejaban de mirarse fijamente… sus corazones latían fuertemente, con cada vuelta se pegaban más al otro, la grado de oír y sentir sus respiraciones. Un solo paso basto para que Kirishima plantara un ligero beso en la mejilla izquierda de Yokozawa, sonrojándolo aún más. Kirishima no dejaba de pegarlo a su cuerpo, sus corazones latían fuerte y al unisonado…los ojos azules y miel se fundían formando uno solo y sus temperaturas aumentaban cada vez más…poco a poco la gente iba despareciendo, quedando solo ellos dos en el gran salón. Los músicos tocaron más romántico y apasionado, haciendo que la pareja acercara lentamente sus labios, sin estar conscientes de lo que hacían…un sin número de emociones los envolvían y les era imposible reconocerlos. Tan solo se abrazaban a la calidez que les brindaba el otro, sin despegar la vista de sus ojos…
“¿Qué me sucede?... ¿Porque mi corazón no deja de latir así? Nunca me había pasado esto… ¿Por qué se siente tan bien estar pegado a el?, ¿Por qué? ¿De dónde viene esta necesidad de entregarme a sus brazos? Llevamos poco tiempo de conocernos, pero… ¡Demonios! Se siente tan bien estar a su lado…”
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…no encontraba una explicación lógica para este nuevo sentimiento, tan solo me dejaba llevar por el momento. Sus brazos, sus manos, me daban la calidez que tanto necesitaba, una que creía que no existía….hasta sus ojos eran perfectos, expresaban tanto amor…me preguntaba ¿De dónde viene tanto cariño? Tal vez era mi imaginación, pero llegue a pensar que ese amor era para mí…
Aquel momento, lo disfrute…en verdad lo disfrute…ese momento pareció congelarse en el tiempo, ya no existía nadie más que nosotros e incluso me olvide de Shiro, me dedique a perderme cada vez más en la calidez y en los ojos color miel de Kiri…Zen. No me daba cuenta de lo que hacía, no recuerdo en que momento dejamos de bailar a pesar de que la música seguía, no sé en qué momento la distancia entre nuestros labios se acabó, ni se…en que momento nos besamos, pero…no me arrepiento, de verdad los disfrute.
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Todos los invitados se quedaron en completo shock al ver semejante escena; el prometido de Iokawa besándose tan apasionadamente con otro hombre, no lo podían creer. Shou incluso escupió su vino y el señor Yamato soltó su copa rompiéndose esta en mil pedazos en el suelo, mientras Iokawa se soltó del agarre de su valet y se acercó rápidamente a su prometido que no rompía el beso con Kirishima, lo separo bruscamente y tomándolo fuertemente del brazo, lo llevo lejos de la fiesta. Kirishima quiso ir tras él, pero el señor Fudo y Shou lo detuvieron obstruyéndole el paso
-¿Cómo se atreve a besar a mi primo? Él se va a casar y para besarlo esta Shiro, no usted-le reclamo Shou
-Y supongo que también para golpearlo-dijo Kirishima furioso
-Cuidado Kirishima-san, no juegue con fuego porque se va a quemar-lo amenazo el señor Fudo-Ahora si es tan amables de retirarse, ya no es necesaria su presencia-entre él y Shou lo arrastraron fuera de la mansión. Kirishima estaba muy furioso y aunque intento entrar de nuevo debido a que tenía un mal presentimiento, siempre era detenido, por lo que se rindió y regreso a los bajos mundos. Esperando que Yokozawa estuviera bien
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Iokawa entro a la habitación azotando la puerta, junto a Yokozawa. Lo soltó del brazo, para luego plantarle tres bofetadas bastantes fuertes que resonaron en toda la habitación
-¿COMO TE ATREVES A DESHONRRARME DE ESA MANERA?-grito con tanta rabia
-Po favor, cálmate…yo…-decía mientras retrocedía, tenía miedo de Iokawa, temía incluso por su vida-…lo siento, yo no quería…
-¡CALLATE!-lo abofeteo de nuevo, para luego arrojarlo bruscamente al suelo-ME HUMILLASTE EN FRENTE DE TODOS ¡RAMERA!-empezó a patearlo con fuerza
-Shiro me duele…por favor ya no me golpees…-rogaba entre lágrimas, pero Iokawa no se detenía hasta intensifico más los golpes
El dolor era demasiado, sentía que con cada arremetida su cuerpo se rompía en mil pedazos, y lloraba…lloraba con todas sus fuerzas, ahogando los gritos por ayuda.
Después de unas horas, Iokawa lo dejo, se sirvió sake y al bebérselo, se acercó a él, que aun seguía llorando silenciosamente en el suelo
-Perdóname mi amor, pero me obligaste. No debiste besarte con Kirishima-san, este es tu castigo. Lo lamento, pero espero que así aprendas a portarte bien-le susurró al oído, luego lo beso en la mejilla-Buenas noches amor-dicho esto, se marchó de ahí, dejándolo solo
“Ayúdame Zen….ayúdame”-pensó, para luego caer en el sueño, esperando no despertar nunca más…