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EL DIARIO: TE AMARE AUN DESPUES DE LA MUERTE por Mariela

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Toc, toc, toc-tocaban la puerta

 

-Adelante-ordeno el  hombre, dejando su copa de vino en el escritorio

 

-Yamato-sama, ¿Puedo hablar con usted?

 

-Ah, Shiro-kun. Claro, claro, adelante-le indico que se sentara en la silla delante de el

 

-Disculpe que lo moleste tan temprano, pero quisiera discutir un asunto de suma importancia

 

-¿De qué se trata?

 

-Quiero adelantar mi boda con su hijo. Nos casaremos al final del mes-dijo seriamente

 

-¿Qué? ¿Y por qué?-pregunto extrañado

 

-Es solo que…Takafumi y yo no podemos esperar tanto, ya lo hable con mi padre y está de acuerdo, solo necesitamos su consentimiento

 

-Bueno, si ya están de acuerdo, tienen toda mi aprobación-dijo sonriendo-Espero que lo cuides bien, Shiro-kun

 

-Claro-respondió satisfecho-“Sera mío a toda costa”

 

CON KIRISHIMA…

 

Se encontraba en la entrada de la mansión, tratando de convencer al guardia que lo dejara pasar, y llevaba un buen rato ahí

 

-Por última vez, le digo que se vaya  o llamare a la policía-le advirtió irritado

 

-Por favor, necesito ver al joven Yokozawa- insistió Kirishima

 

-Ya le dije que no, él está muy ocupado  con su prometido y futuro esposo, no tiene tiempo para atender a un muerto de hambre

 

-Solo será un minuto, se lo prometo

 

-Las simples palabras “NO” ¿Le dicen algo? ¡Ya váyase!

 

-Bueno, me dirían algo si no vinieran de un idiota-contesto furioso

 

-¡¿QUE?!-lo tomo del cuello de la camisa y lo alzo-Repite eso imbécil

 

-Dije que es un…

 

-Ejem-un hombre de traje y cabello negro hizo notar su presencia, junto a su esposo de cabello y ojos verdes-Disculpen ¿Sucede algo?

 

-Ah, Takano-san-solto al castaño-No, no pasa nada ¿Viene a ver a Iokawa-san?

 

-Así es, y Ritsu quiere hablar con Takafumi ¿Está disponible?

 

-Sí, claro. Adelante-los dejo pasar

 

-Gracias. Con permiso-Takano y Ritsu pasaron a lado de Kirishima

 

-¿Cómo es que ellos si pueden pasar?-pregunto casi gritando

 

-Porque ellos no son escorias como tú-contesto cerrando de golpe el portón

 

-ARRRRGGG-gruño, para luego echarse a correr por todo la propiedad, buscando  la manera de entrar, realmente quería ver a Yokozawa y tenía que asegurarse de que asistiera  a la cita, ya que esa noche…sería muy especial

 

MIENTRAS TANTO….

 

Yokozawa se encontraba frente al espejo, arreglándose su traje blanco, cuando de pronto, Iokawa entro azotando la puerta con una mirada seria y fría, asustando al menor. Se acercó peligrosamente  a él, con las manos en el aire, Yokozawa cerró los ojos y espero el golpe….más este nunca llego, abrió los ojos para darse cuenta que Iokawa le estaba acomodando la corbata

 

-¿Me dejarás salir? –pregunto en un susurro, dirigiendo la vista al suelo

 

-¿Para qué te veas con ese imbécil? ¡Olvídalo! Te quedaras aquí donde yo pueda vigilarte

 

-No puedes encerrarme para siempre

 

-Soy tu prometido y puedo hacer contigo lo que quiera-respondió terminando de arreglarlo

 

-Mi prometido, más no mi dueño. No tienes derecho a dejarme aquí

 

-¿Ah sí? Bueno, podrás salir   al jardín y otros lugares, pero claro, estarás vigilado cada segundo por mi valet y tu primo, así me aseguro de que no te portes mal

 

-¿Cómo puedes limitarme de esa manera? No puedes privarme de la libertad, no tienes ningún derecho a hacerme esto

 

-O sea que tú quieres libertad…libertad para salir a besarte y acurrucarte con otros hombre ¿no? Y seguramente también para acostarte con ellos

 

-Sabes que eso no es cierto, yo seré tu esposo

 

-¿Mi esposo? ¿Te atreves a decir que serás mi esposo  después de lo que me has hecho?-lo obligo a verlo-¡CONTESTAME!

 

-Yo no he hecho nada

 

-¡MENTIROSO!-lo jalo a la cama y lo arrojo violentamente-Respóndeme algo amor, ¿Eres virgen?-pregunto subiéndose sobre el

 

-¿Qué?

 

-¿Qué si eres virgen? Dime que ese imbécil no te ha tocado

 

-Claro que soy virgen, el aun no me ha tocado, pero francamente preferiría entregarle a él, mi inocencia   que a un ser tan violento como tú-dijo desafiante

 

-Eres un…lo golpeó fuertemente-MALDITA RAMERA, SERAS MIO TE GUSTE O NO-comenzó a desvestirlo, mientras besaba violentamente su cuello

 

-¡No, Shiro, Basta!....por favor, suéltame, no quiero-suplico Yokozawa, luchando por mantener su ropa

 

Iokawa lo manoseaba por doquier, hasta que una de sus manos empezó a descender a su parte intima-Shiro, por favor no…detente-rogo comenzando a llorar, al sentir que apretaba su miembro

 

-Tranquilo amor, hare que lo disfrutes-dijo lujuriosamente, apretando más fuerte su intimidad

 

-NO,….no quiero por favor, para

 

-¡CALLATE O TE IRA PEOR SI…

 

-Disculpen-un hombre de cabello castaño y ojos verdes interrumpió sus palabras-Iokawa-san, mi esposo quiere hablar con usted de algo muy urgente

 

-Claro. Bajo inmediatamente Ritsu-se quitó de encima de Yokozawa y camino hacia la puerta-No sabía que estaban de visita, de inmediato los atenderé

 

-Bueno, yo vine a ver a Takafumi ¿Le importa si hablo con él?

 

-Claro que no, solo avísame cuando terminen

 

Apenas salió de la habitación, Ritsu corrió a abrazar a Yokozawa, quien lloraba desconsoladamente en la cama abrazando sus piernas y con la ropa  muy desarreglada

 

-Ritsu, ayúdame…ayúdame-pidió entre lagrimas

 

-Por supuesto que te ayudare, somos amigos

 

-Necesito que me ayudes a escapar de la mansión, Shiro…me tiene encerrado y no me deja salir

 

-¿Por qué? Cuéntame lo que sucedió

 

-Bueno…-Yokozawa le conto absolutamente todo a su amigo, sobre cuando conoció a Kirishima en el balcón, el beso, incluso las veces en las que Iokawa lo había golpeado-…así fue como termine encerrado aquí

 

-¿Tu lo amas?

 

-¿A quién?

 

-A ese tal Kirishima

 

-P-pues….-se sonrojo completamente

 

-Ya veo que si jejeje-rio divertido, se levantó y camino a la puerta-No te preocupes, si es por amor…cuenta conmigo. Te ayudare a ir con el

 

-Espera, ¿Qué quisiste decir con…-no termino de hablar, ya que Ritsu cerró la puerta de la recámara, para luego marcharse con su esposo

 

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27 de Marzo de 1917

 

Querido diario:

 

Pase todo el día encerrado, aunque más me pareció un siglo, estaba tan impaciente…quería ver a Zen cuanto antes. Mi corazón  se aceleraba con tan solo pensar en él, y ¿Sabes? No sé cómo no me di cuenta  de lo que sentía, porque era algo bastante obvio, pero supongo que el hecho de que jamás lo había sentido, contribuyó a que no lo notara

 

Jamás lo diré, Zen nunca sabrá…que aquella noche en el balcón, me robo el corazón.

 

Repentinamente la puerta se abrió y Shouta entro   rápidamente, jalándome fuera de ahí. Sigilosamente salimos al jardín, donde nos encontramos con Ritsu, ambos me ayudaron a saltar la barda, no sé cómo le hicieron para conseguir la llave, pero…les estoy  profundamente agradecido por su ayuda…

 

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-Muchas gracias chicos

 

-No te preocupes, solo vete ya-dijo Ritsu

 

-Sí, anda. Ve por tu príncipe azul-bromeo Shouta

 

-Muy gracioso. Adiós-Yokozawa comenzó a correr lejos de la mansión, pero al doblar la esquina, alguien lo sujeto fuertemente. Trato de librearse, dándose cuenta de que se trataba de un hombre muy fuerte

 

-Suélteme, no me toque

 

-Shhhh, vas a hacer que nos descubran jejeje-dijo una dulce voz

 

-¿Zen?

 

-No, el rey España-contesto sarcásticamente y soltando al menor-Claro que soy yo Takafumi

 

-¿Qué haces aquí? -pregunto sorprendido

 

-Vine por ti, para asegurarme de que asistieras a la cita

 

-¿Ah sí? bueno y ¿Adónde iremos?

 

-A un lugar especial. Ven-lo tomo de la mano y comenzaron a caminar

 

-¿Dónde es?

 

-Es una sorpresa

 

Kirishima lo llevo a un pequeño restaurante del bajo mundo. Tenía un toque hogareño; manteles tejidos a mano de diferentes colores, cestas pequeñas de pan como centros de mesa, y camareros de porte singular. Yokozawa nunca había visto algo parecido, era muy nuevo para él, no estaban los 12 tenedores  ni las típicas servilletas que se ponían en las piernas para evitar mancharse, todos comen libremente sin necesidad de modales ni elegancia. Jamás imagino que pudiera existir algo así.

 

Ambos se sentaron en una mesa donde al poco tiempo los atendieron. Kirishima se dio cuenta de la elegancia con la que comía Yokozawa, sonrió dulcemente y dijo:

 

-Esto es el bajo mundo, no necesitas tantos modales

 

-Lo siento. Es una costumbre-contesto con un ligero sonrojo

 

-…-no respondió, solo se limitó a comer con la mirada fija en su plato

 

Toda la cena la paso incomodo, Kirishima no despegaba ni un segundo la vista sobre él, llego a pensar de que seguramente tenía algo en la cara  o  su traje estaba desalineado, lo que lo incomodaba aún más.

 

Respiro de alivio al terminar de comer, se levantó y camino a la salida

 

-¿Adónde vas?-pregunto el mayor, levantándose también

 

-Ya tengo que regresar a casa…y….pues, yo…-no sabía cómo excusarse, la verdad era que quería salir cuanto antes de ahí, la cercanía de Kirishima lo incomodaba

 

-¿En serio? Pero primero, tengo que decirte algo –camino hacia el

 

-Otro día- retrocedía a medida que el avanzaba

 

-No puede ser para otro día, tiene que ser ahora

 

-Lo siento….adiós-al girarse para correr a la salida, choco con un camarero que llevaba en sus manos un balde de agua, para limpiar el piso, lo que hizo que todo su traje blanco se mojara

 

-Takafumi, ¿Estas bien?-pregunto Kirishima llegando hasta el

 

-Sí, ya me voy –quiso salir, pero el mayor lo detuvo, tomándolo del brazo

 

-¿Adónde crees que vas?-frunció el ceño-No puedes salir así, la noche esta fría, te puedes resfriar

 

-Me iré corriendo

 

-Nada de eso. Ven-lo jalo fuera del lugar

 

-Espera…SUELTAME... te digo que estoy bien-se resistía

 

-Claro que no. Te puedes enfermar

 

-No es verdad-lo llevo a un pequeño cuarto sucio y abandonado, con las ventanas rotas

 

-¿Qué te pasa?-pregunto Yokozawa cuando el mayo lo solto

 

-No puedo dejarte ir así. Ahora….quítate la ropa-ordeno despojándose de su abrigo

 

-¿Per…don?

 

-Que te quites la ropa, te refriaras. Toma-le dio su abrigo negro-Póntelo

 

-¡¿Estás loco?! No voy a quitarme la ropa-grito enojado

 

-No te estoy preguntando. Quítatela o te la quito yo-amenazo seriamente y acercándose a el

 

-¡Aléjate!-retrocedió hasta tocar pared

 

-Vamos, quítatela. Estas muy mojado y hace frio

 

-NO-al tratar de salir, Kirishima lo acorralo contra el muro-¿Qué crees que haces? ¡Déjame ir!

 

-Ni creas que te dejare salir todo mojado

 

-¿Qué? ¿Y porque te interesa?

 

-“¿Por qué?”-lo abrazo por la cintura- Porque estoy preocupado por ti, no quiero que la persona que la persona que amo se enferme

 

 

 

-¿C-Como dices?-se sorprendió ante tal revelación

 

-Te Amo Takafumi. Sé que es imposible porque apenas nos conocemos, pero no necesito conocerte toda la vida, para saber que te Amo

 

Yokozawa se sonrojo notablemente, poco a poco, Kirishima se acercó a él,….hasta el punto de fundirse en un apasionado beso

 

“Yo también te AMO, Zen”

 


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