Estaba un hombre de cabello negro y ojos cafés, recargado en la pared de la iglesia, con las manos detrás de la cabeza y mirando hacia el cielo embozando una gran sonrisa
-Shouta, amor. ¿Dónde estabas? Te había estado buscando-pregunto un hombre alto de cabello castaño claro y ojos del mismo color
-Ah, estaba por ahí Kou- respondió posando su vista en su esposo
-¿Viste lo que paso con Yokozawa-kun?-asintió-No puedo creer que estuviera en una relación amorosa con ese hombre, la verdad me sorprendió. Aún más que viniera a interrumpir la boda, me pregunto ¿Cómo se enteró de que era aquí?
-Jum, digamos que yo lo ayude-dijo Shouta divertido
-¿Eh? ¿Qué fue lo que hiciste?
-Bueno….
FLASH BLACK
Yokozawa se encontraba frente al espejo, terminando de arreglar su hermosos traje blanco, que resaltaba su piel brillante, la cual le costó mucho poder cubrir las marcas que Iokawa le había dejado. En eso, Shouta entro a la recamara con cara de preocupación
-Hola Yokozawa, ¿Te interrumpo?
-No, ya termine de arreglarme
-Ya veo. Oye, ¿En serio te vas a casar? Iokawa es muy violento, en una de esas termina por matarte
-Lo sé, pero…no tengo otra opción-respondió tristemente
-Bueno, podrías huir y….
-¿Puedo pedirte un gran favor?-saco de un cajón una carta sellada con cera
-Claro, ¿De qué se trata?
-Ve al bajo mundo, y entrégale esta carta a Zen-se la dio -Por favor, es importante que la lea
-De acuerdo, de acuerdo. ¿Cuál es su nombre completo?
-Se llama Kirishima Zen, tiene el cabello castaño y ojos miel. No sé si está en su casa, pero sé que está libre de prisión, eso me dijo el comisionado
-Bien. No te preocupes, yo se la entrego-salió apresurado inmediatamente de ahí
Siguió corriendo hasta llegar a su destino. Se sintió inseguro y nervioso, caminaba lentamente volteando a todos lados, parecía que estaba desolado ya que no había gente en las calles. Llego a una parte oscura, donde se encontró con un hombre alto de cabello café y ojos azules, y ya que era la única persona a la que veía, se acercó a el
-Disculpa-lo llamo
-¿Si?-el aludido voltio a verlo seriamente
-Estoy buscando a un tal Kirishima Zen, es urgente que lo vea
-Bueno, el….
-Aquí estoy-Hatori fue interrumpido por Kirishima, quien salía del edificio abandonado donde residían-¿Para qué me buscas?
-Traje esto-le extendió la carta-Es de parte de Yokozawa
-¿Yokozawa?-sus ojos se iluminaron al escuchar ese nombre, rápidamente le arrebato la carta, y al abrirla comenzó a leerla
Zen, para cuando recibas esta carta ya estaré camino hacia el altar. Solo te la envió para decirte que….Te amo, te amo con toda mi alma, y no sabes cuánto desearía que fueras tú con quien me casara. Supongo, que esto sería la despedida, quisiera agradecerte por todo lo que hiciste por mi…me salvaste de la muerte, y le diste un nuevo sentido a mi vida, el cual creí que jamás encontraría. Te juro que nunca me olvidare de la maravillosa noche en la que te entregue mi virginidad…¿Sabes? Estoy feliz de haberse la entregado a alguien tan especial como tú, y no abra ningún momento de mi vida en que me arrepienta de eso.
Tú fuiste y siempre serás la única persona a la que ame, mi corazón siempre será tuyo, nunca dudes de eso
Te Amo Zen, cuídate y se feliz
Las lágrimas rodaron por sus mejillas, arrugo fuertemente la carta, sintiendo la sangre hervirle a gran velocidad, no podía permitir que Iokawa se saliera con la suya, iría a recuperar lo que le pertenecía solo a el
-¿D-Donde será la boda?-le pregunto a Shouta
-En la iglesia principal. ¿Qué piensa hacer?
-Robarme al novio-dicho esto, salió corriendo rumbo a la parroquia
-¿Qué?-se quedó sorprendido ante sus palabras, pero decidió dejarlo así, y volver con su esposo, de otra manera se enojaría por dejarlo solo tanto tiempo
FIN DEL FLASH BLACK
-…y así fue
-Ya veo. Pero, ¿Por qué los ayudaste?
-Porque ellos se aman como tú y yo, creo que merecen ser felices
-¿Y crees que lo logren?
-No lo sé. Pero no importa lo que pase, al final terminaran juntos, eso te lo aseguro-desvió su mirada al cielo, el cual amenazaba con soltar una tormenta pronto. Shouta sintió un fuerte aire golpearlo, sabía lo que significaba y repentinamente se preocupó. Eso era signo de que se avecinaba una tragedia, así que solo se quedó viendo el cielo ahora gris, mientras su esposo lo abrazaba por la cintura y lanzo unas palabras al aire-“Suerte Yokozawa”-para luego fundirse en un apasionado beso con su esposo.
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En las calles del alto mundo se desataba una fuerte persecución, entre los autos en que iban Yokozawa y Kirishima, y el de, el prometido y familia del menor. El auto de Iokawa, empujaba violentamente al de los amantes, provocando que perdieran un poco el control. Afortunadamente, lograron recuperarlo y antes de que Iokawa arremetiera de nuevo, acelero velozmente, ganando ventaja. Les costaba mucho trajano esquivar a la gente, y aún más a los otros conductores, aunque estuvieron muy cerca de chocar con uno. Yokozawa estaba muy asustado y Kirishima lo sabía, así que pensó en algo para tranquilizarlo
-Amor, ¿Qué te parece si nos casamos ahora?-pregunto sonriéndole dulcemente
-¿Qué? ¡Estamos en medio de una persecución! Además, no hay un sacerdote
-Lo sé, pero eso no importa, y no necesitamos uno. Basta con que queremos unir nuestras vidas
-Pero…¿Cómo iniciamos? Yo no sé nada de eso
-Así, Yokozawa Takafumi ¿Me aceptas como tu esposo para amarme y respetarme, en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe? Aunque ni eso nos separara
-Por supuesto que acepto. Y tu Kirishima Zen, ¿Me aceptas como tu esposo?-pregunto entusiasmado
-Acepto Takafumi, y siempre….siempre te voy a amar-se fundieron en una apasionado beso, que al finalizar, se acompañó de un tremendo relámpago, combinado con el sonido de una bala que casi rosa el brazo de Yokozawa.
-¡Maldición!-gruño Kirishima. Había comenzado a llover y la noche caía rápidamente. El auto se resbalaba con el agua, por lo que optaron por tomar un camino donde no sabían que había un barranco a la orilla de la calle. Iokawa ardía en rabia, no permitiría que Kirishima se llevara a su tesoro, no lo dejaría llevarse a Yokozawa, por lo que acelero a todo lo que daba, y arremetió contra el auto de su prometido.
Todo fue demasiado rápido, ambos vehículos perdieron el control; el de Iokawa golpeo el de Kirishima, el cual al intentar frenar, se volvo al barranco, rodando como un tronco. El castaño se abalanzo sobre Yokozawa, abrazándolo fuertemente para recibir todos los golpes y heridas en su lugar. El otro auto comenzó dar vueltas sin control, hasta que en un intento por recuperarlo, chocaron directamente con un árbol, el cual ardía en llamas debido a ser alcanzado por un rayo. En pánico, sus ocupantes intentaron salir, pero fue demasiado tarde….en un abrir y cerrar de ojos, el vehículo exploto en llamas extendiendo el fuego hasta el cielo.
El de los otros, seguía rodando hacia el precipicio, estaba asegurado que morirían. Kirishima sabia esto, por lo que pateo fuerte la puerta y besando a Yokozawa, lo empujo fuera del auto, el cual cayo hasta el fondo, ardiendo en llamas. El menor estaba inconsciente, durante el suceso, había estado muy asustado y no podía ver que sucedía, ya que el mayor lo estaba abrazando, pero podía escuchar perfectamente sus gemidos de dolor, lo que causo que llorara….sentía el auto rodar sin parar y en ningún momento se lastimo, dedujendo que era Kirishima quien recibía las heridas.
Poco a poco iba abriendo los ojos, veía borrosos pero al poco tiempo se le paso, recordando lo que había pasado. Asustado, comenzó a buscar al castaño….hasta que lo encontró tirado cerca del vehículo en llamas, gravemente herido y sangrando cada vez más. Comenzó a llorar y corrió desesperadamente hacia él,…no podía morir, lo necesitaba, lo amaba…al fin iban a estar juntos, no era justo que pasara esto, vaya que no. Sintió un repentino dolor en el brazo, al verlo noto que estaba sangrando, aunque la herida era muy pequeña….la última bala que Iokawa disparo, realmente le había dado, lo que significaba que lo que vio casi rosarlo, era un cartucho de esta. Empezó sentir los efectos, su cuerpo estaba muy cansado, y comenzaba a escupir sangre….no podía esperar menos, en este último mes, no se había alimentado y con los golpes y violaciones de su ex prometido, su cuerpo había quedado muy débil, no sabía si aguantaría. Con gran dificultad, llego a lado del mayor, el cual aún seguía con vida, y volteo a verlo con esos bellos ojos miel que tanto amaba
-Zen-susurro, la sangre ahogaba su voz. Le quedaba poco tiempo…o eso era lo que esperaba, empezando a soltar lágrimas de dolor puro
-Taka….Takafumi….-escupió más sangre-…no llores, to…todo estará bi…bien
-Te amo…te amo, por favor…no me dejes-rogo desesperado
-Amor…coff,coff- tosió sangre-haya te espero donde esta Dios…coff…él ha querido separarnos hoy, abra…abrázame más fuerte, porque me voy
-No…Zen, por favor no me dejes. Si lo haces…te alcanzare-se abrazó con fuerza a él, mientras mares de lágrimas salían de sus ojos
-No Takafumi, pro…coff,coff…prométeme una última cosa, que vivirás has…hasta el final, hasta que Dios te llame…promételo, por favor…no te preocupes, mi amor estará ahí, solo para ti cuando te toque partir, te lo prometí ¿no?-sus ojos lo delataban, ya no pudo contener su dolor y lo dejo fluir en lágrimas llenas de tristeza y sufrimiento
Yokozawa lloro aún más fuerte, no quería quedarse solo, no quería vivir sin la luz de su corazón, pero…por Kirishima, lo intentaría. Tendría hijos y la familia que deseaba formar con él, solo viviría…porque lo amaba, y quería ir al paraíso, donde ambos estuvieran juntos para siempre. El dolor invadió su alma y su corazón, esa noche perdía a la única persona a la que amaba, a la única que le dio sentido a su vida.
Suspiro profundo y con la poca fuerza que le quedaba, respondió:
-Lo…prometo
-…Te Amo…-lo beso dulcemente y en su último suspiro, su vida al fin se acabó, muriendo ahí en sus brazos