Yokozawa estaba en una encrucijada, no quería irse con Asahina, pero así como tenía razones para no hacerlo, también existían muy buenos motivos para ceder a su cita. Si iba, estaría traicionando a Kirishima, además de que su jefe lo despediría por salir con su amante, pero si no iba, tenía miedo de arruinar la relación de su jefe al negarse a esa cita cuando Asahina se había tomado tantas molestias para hacer posible esa oportunidad-“¿Y ahora qué hago?”-pensaba. El mayor ya lo tenía abrazado de la cintura y por su experiencia con Kirishima, estaba seguro que lo que venía era un beso. No podía apartarlo cuando no sabía si eso era lo que haría el verdadero Isaka-“Arrrggg, ¡El, la tiene fácil!”-gruño por dentro. Era obvio que él, la tenía fácil, ya que podía negarse sin causar sospechas, pero Yokozawa no. Conociendo la actitud infantil de su jefe, estaba casi seguro que él no se resistía a ninguna de estas demostraciones amorosas.
Se sonrojo notablemente al ver a Asahina acercarse a sus labios, no sabía qué hacer, ni que decir de buena manera sin explotar de la ira, si muy apenas podía con Kirishima, con él era otro cantar. La cercanía comenzó a desaparecer, apretó los ojos y espero lo que para él era inevitable….
-Se ve muy bien hoy Ryuuchirou-sama. Suba al auto-dijo alejándose repentinamente, y abrió la puerta del vehículo para que el subiera
-¿Q-Que?-pregunto sorprendido
-Vamos, suba ya. El día no dura para siempre-repitió
-C-Claro-“¡Diablos! Pensé que….Grrr, nada”-sin decir ni una palabra, se subió al auto, seguido después por Asahina
Sin más, el secretario arranco a toda velocidad, sin darse cuenta que cierto peli azul había salido corriendo de Marukawa tratando de evitar que partieran, pero ya no lo alcanzo
-¡MALDITO YOKOZAWA! ¡ESTAS MUERTO!-grito con tremenda rabia
-T-Takafumi-Kirishima salió dificultosamente de la empresa, cuidando su parte intima, donde Isaka en su desesperación por quitárselo de encima, lo había golpeado con su rodilla
-¡¿Qué?!-volteo a verlo con un aura oscura
-Oye….lamento la confesión que hice, pero…no tenías por qué golpearme….no sabía que eras tan fuerte-dijo tratando de recuperar el aire-….creo que te pasaste, me dolió
-¡TU TIENES LA CULPA IMBECIL! ¡QUITATE!-lo empujo y le paso de lado para volver a la empresa, ahora mucho más furioso que antes
Kirishima lo vio incrédulo, su osito era salvaje, pero no tanto, ¿Quién diría que ahora lo golpeaba?-“Bien, ahora me has dado una razón para llevarte a un hotel, solo tú y yo, me pagaras los golpes…con una noche de placer jejeje”-pensó lujurioso, ya había encontrado la mejor excusa para sus perversidades y se aseguraría de lo dejarle pasar.
Isaka caminaba rápidamente, estaba más que furioso, despedía un aura asesina que asustaba a cualquiera que se le cruzara en el camino, y era mucho peor estando en el cuerpo de Yokozawa, su semblante era del mismísimo demonio. Rechinando los dientes, entro al departamento de Ventas y se sentó en su escritorio, dispuesto a terminar pronto su trabajo para salir tras su novio
-¡TAKAYAMA!-semejante grito, asusto a todos los trabajadores incluyendo a la mencionada
-¿S-si?-pregunto temerosa, realmente la había intimidado
-¡Ayúdame a terminar todo este papeleo!
-¿Eh? Pero yo no…
-¡ES UNA ORDEN!
-C-Claro
“Maldito Yokozawa, maldito, maldito, maldito…por tu bien, espero que ni se te ocurra ponerle las manos encima a mi Kaoru, o juro que te despido. Solo espera a que te encuentre, ya verás cómo te va”
MIENTRAS TANTO…
Yokozawa nunca se había sentido tan incómodo, estaba en un auto con un hombre al cual no conocía nada, fuera del área profesional. Peor aún, iban a una cita… ¡UNA CITA!...por dios, esto no podía ser mucho peor. Fueron a la playa, creyó que intentaría hacerle cosas pervertidas en la arena, pero no fue así, solo dieron un paseo en total silencio. Por alguna extraña razón se decepciono de eso, porque si hubiera estado con Kirishima este no le hubiera soltado la mano en ningún momento, en cambio, Asahina era muy frio, todo lo contrario a él.
Después, fueron a una librería-“¿Una librería? Dios mío, este hombre no sabe nada sobre citas”-pensaba Yokozawa. Al salir de ahí, se dirigieron a varios lugares que confirmaban las palabras del menor; que iban a un parque de diversiones, era para saludar a los trabajadores o comprar algunas cosas, cuando con Kirishima se hubieran besado detrás de un árbol o hecho el amor en las servicios, que si iban al acuario era para hablar con amigos, en vez de ver los peces como seria con el castaño, que si iban al cine era para entrevistar a los directores de las películas, en lugar de verlas juntos, lo que haría él y el mayor, y que si iban en el auto, era tota incomodidad, silencio, tensión, inexpresividad y hasta frialdad, cuando con Kirishima no dejaría de hablar sobre lo que harían al llegar a casa, sin embargo no era así, sin duda Asahina era muy serio y se podría decir que también muy aburrido.
Ahora estaban en un restaurante, cabe decir que era muy elegante y bellísimo, se veía mejor ya siendo de noche, por desgracia, el ambiente seguía siendo muy serio, con decir que ni siquiera habían intercambiada palabras desde que empezaron a comer. Yokozawa, otra vez se sintió extraño, otra vez sintió que algo faltaba, mas no era capaz de descifrar que, aunque eso era muy obvio, considerando que había estado pensando en Kirishima todo el día
-¿Se divirtió?-pregunto Asahina repentinamente
-¿Eh?- Ah, claro
-Me alegro. Cuando terminemos de comer, tenemos que ir a Marukawa, necesitamos arreglar unas cosas antes de volver a casa
-Por supuesto
-¿Hum?- Asahina lo vio totalmente sorprendido-¿No va a exigirme intimidad esta noche?
-¿Por qué pregunta eso?-se sonrojo-Claro que no hare tal cosa
-Qué extraño
-¿Qué cosa?
-Que no lo haga
-¿Debería?
-Sí, normalmente siempre me pediría eso en una cita
-P-Pues, ahora ya no-desvió la mirada
-Eso me encantaría Ryuuchirou-sama-poso su vista en su plato
Al terminar de cenar, pagaron la cuenta y marcharon hacia Marukawa. Aunque todo el recorrido fue igual que el día, esta vez Yokozawa tenía un mal presentimiento, no uno de un terremoto o algo así, sino uno muy malo y embarazoso para él, y cuando tenía esa sensación, siempre había un único culpable: Kirishima.
Cuando llegaron a la editorial, Asahina se bajó y pidiéndole que lo esperara en el auto, salió corriendo hacia la entrada y de ahí al ascensor-“Espero que ese idiota no haya hecho de las suyas otra vez?”-pensó bajándose del automóvil y recargándose en el
CON ISAKA….
Corría a toda velocidad por las escaleras, el maldito ascensor estaba saturado y tenía muchísima prisa por salir de ahí. El trabajo se había extendido demasiado, cada que terminaban un asunto, les surgía otro y capaz, que nunca terminaban tuvo que gritarles a Takayama y a Henmi para que lo terminaran por él, de otra forma estaría atascado con tanto trabajo. Rápidamente llego al primer piso, su capacidad corporal era de aplaudirse, había logrado correr del octavo piso hasta el primero, aunque eso es algo normal sabiendo que estaba ardiendo en celos y su prioridad era encontrar a Yokozawa para enseñarle lo que era “Respetar al novio de tu jefe”
Al acercarse a la puerta, pudo ver al menor recargado en su auto, sonrió malévolamente, tenía muchos planes de venganza para el…sin embargo, antes de que pudiera llegar, un hombre de cabello y ojos negros, lo retuvo del brazo, al voltear a ver de quien se trataba, se encontró con Iokawa Shiro, reteniéndolo con fuerza
-¡Iokawa, idiota, suéltame!-le grito forcejejando
-Awww, veo que estas irritado hoy, aunque no me molesta jejejeje- le sonrió a dulcemente-¿Adónde vas? Si no tienes planes, tal vez, tú y yo podríamos ir a cenar juntos
-¡NO! Ahora ¡suéltame! Tengo algo importante que hacer
-De acuerdo, si insistes. Pero, a cambio de que te libere, me gustaría que me permitieras besarte
-¡Ni muerto! Déjame ir idiota
-Aunque me insultes, no lo hare hasta que me beses
-¿QUE?-“¡Maldito! Cuando vuelva a mi cuerpo lo despediré”
-Vamos, solo será uno-insistió
-¡Nada! Ahora, ¡Déjame ir!-por más que trataba no podía soltarse, ya empezaba a perder la paciencia- te digo que me sueltes o no res-nnnnnnnnnn-fue silenciado por un beso de parte de Iokawa, quien lo acorralo contra la pared, mientras profundizaba el beso
Isaka trato de quitárselo de encima, pero al ver que no se apartaba, opto por darle un fuerte puntapié, lo que hizo que este no solo lo soltara, también se doblara del dolor. Aprovechando esto, el peli azul corrió hacia la salida, por si a Iokawa se le ocurría volver a besarlo.
Al llegar con Yokozawa, saco una lata de refresco que había obtenido de una máquina, la abrió y le hablo al menor
-¡Yokozawa!
-¿Eh?-al oír que lo llamaban, se volteo encontrándose con un muy enojado Isaka, quien de inmediato lo empapo de refresco. Tal acción lo puso de muy mal humor-¡¿Por qué carajos hizo eso?!
-¡Es lo que te mereces bastardo! ¿Cómo te atreves a salir con Asahina? ¡Te dije que no te le acercaras!
-¡No tenía otra opción! ¿Qué tal si me negaba y empezaba a sospechar?
-¡ESA NO ES EXCUSA!-en ese momento, dos chicas pasaron a su lado platicando entre ellas e ignorando la discusión de sus jefes
-¡Oiga! No tiene que gri…-se interrumpió repentinamente al escuchar lo último que esas mujeres se dijeron- “Si, a mí también me sorprendió mucho que Yokozawa-san y Kirishima-san fueran amantes, casi me desmayo cuando confesaron en el departamento de Ventas”
-¡OYE! YOKOZAWA ¡NO ME IGNORES!-el grito lo saco del shock
-Mal-di-to-apretó los puños y despendio un aura demoniaca, asustando a Isaka-¿Confesaste mi relación a toda Marukawa?-pregunto entre dientes
-Ah, yo….-retrocedía lentamente-….f-fue u-un accidente
-Grrr-gruño acercándose-¡MALDITO DESGRACIADO!
-¿QUE? TU SALISTES CON MI NOVIO
-PERO N0 GRITE A LOS CUETRO VIENTOS SU RELACION
-AUN ASI NO…¡Aaaahhhh!-antes de que pudriera protestar, Yokozawa se le lanzo encima
Ambos comenzaron a pelearse en el suelo, se revolcaban, se desarreglaban las camisa y corbatas, forcejaban y golpeaban, Isaka incluso ya tenía a Yokozawa de cara contra el suelo , estaba montado en su espalda y a punto de golpear su cabeza, para noquearlo, subirlo a su auto y llevarlo al cementerio, pero el menor se dio la vuelta provocando que callera sobre su pecho. Lo que no sabían, es que estaban en una situación comprometedora, con las camisas desgarradas al igual que sus trajes, y uno sobre el otro, que parecía como si Isaka estuviera besando el cuello de Yokozawa
-¡¿QUE CARAJOS SUCEDE AQUÍ?!-gritaron al unisonido ciertos castaños echando humo de los celos y la ira. Ambos se congelaron al ver de quienes se trataban
-¡Kirishima/Asahina!