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INFRAMUNDO (La Caída del Imperio Dracula) por Mariela

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En el firmamento, la luna brillaba intensamente, era una hermosa luna menguante, acompañada de bellas nubes negras que anunciaban una muy pronta tormenta. El aire era frio, el bosque estaba oscuro y algo silencioso, apenas podía oírse el sonido de los grillos, el aleteo de las libelas, el búho que volaba en busca de su próxima presa, los ciervos que corrían velozmente  hacia sus refugios, los estruendos en las nubes, la tormenta estaba más cerca….se puede ver a las luciérnagas iluminar ligeramente la oscuridad, y el aleteo de sus alas invadía la noche.

Tal tranquilidad, se ve interrumpido repentinamente por un caballo que salta sorprendentemente a los arboles caídos, atraviesa rápido los pantanos y no se detiene ante nada, las herraduras resuenan  fuertemente, rompiendo todo silencio, la capa negra de su jinete se ondea con el viento que resopla con fuerza, el hombre cubre su rostro con la capa, toda su ropa es negra, igual que la noche, el cielo, las nubes, el bosque, TODO, solo su caballo interrumpe el patrón, siendo blanco…blanco como su alma. Tira de las cuerdas atadas al corcel, aumentando la velocidad del animal, huye de algo, trata de escapar de las bestias del INFRAMUNDO. De los arbustos, saltan dos enormes lobos, tratando de emboscarlo, pero el hombre fue rápido y logro esquivarlos, comenzando de nuevo con la persecución. El caballo corría a todo lo que daba, el camino parecía nunca terminar….de pronto, más lobos salen de las sombras, tratando de tirarlo del corcel, este se detiene y de inmediato, los lobos los rodean, rugiendo y enseñando sus afilados y grandes colmillos. El caballo se asusta  parándose en dos, su jinete trata de controlarlo, pero empeora al aparecer más animales. Ahora estaban en una extrema tensión, el caballo blanco relinchaba y pateaba, no escuchaba a  su amo, quien miraba a todos lados, sabiendo que uno atacara primero…y no se equivoca, el macho alfa salta del árbol en que se había estado ocultando, se le encima tirándolo del caballo, el cual arranca a correr para salvarse. Los lobos se lanzan encima del hombre, ellos y el alfa comienzan a morderlo en todo su cuerpo, uno logra perforar su brazo, arrancándole semejante grito de dolor. Ruge, pelea y grita para alejarlos, pero las bestias se mantenían firmes, mordieron sus piernas haciéndolas sangrar, rasguñaron su mejilla y su pecho, desgarraron su ropa; uno  ataco su cuello, enterrando sus colmillos, cortándole el aire y sacándole más sangre

-jakakdijdeknigfdicjneoijmncd…-susurro con dificultad

De pronto, su cuerpo se incendió con flamas rojas como la sangre, causando que los lobos se alejaran rápidamente. El hombre empezó a transformase, sus ropas se convirtieron en escamas gruesas y negras, sus brazos y piernas en garras afiladas, de su espalda, grandes, negras y fuertes alas salieron, abrió los ojos   perecidos a los de un reptil, el fuego desapareció y...rugió ferozmente, era un dragón negro de ojos rojos, uno de los dragones más fuertes y peligrosos. Este, miro a los licántropos, con un rugido les escupió fuego, haciendo que corrieran lejos de ahí, y los que no pudieron escapar, fueron desintegrados. El dragón extendió sus alas, uso fuego para distraerlos, mientras empezaba a elevarse, hasta que se detuvo y salió volando de ese lugar. Se elevó más alto, al grado de que en un trueno, el rayo lo iluminara, dejando ver también, un imponente palacio en las montañas, su estructura era negra con antorchas que iluminaban ligeramente el lugar. Apenas lo pudo ver, se dirigió en su dirección, aumentando la velocidad, sin embargo, sus heridas lo debilitaban rápidamente, su vista se hacía borrosa, sintiéndose más pesado para mantenerse en el aire. Rugió dolorosamente al sentir una flecha de acero atravesar una de sus alas, volteo y vio al ejercito de demonios volando hacia él, traían espadas de acero y flechas con puntas de este mismo metal, además de cadenas pesadas. Trato de retomar su camino, pero el ala herida no se lo permitía, su vuelo era torpe, sus ojos veían tan borroso haciendo que no pudiera fijar su objetivo, el castillo al que querían ir se movía de un lado al otro, se multiplicaba y se distorsionaba, su cuerpo le pesaba, no sabía cuánto más podría mantenerse en el aire. Repentinamente, sintió las cadenas apresarlo, miro atrás dándose cuenta de que los demonios ya lo habían alcanzado, se reían con malicia, enterrándole sus armas, provocando que rugiera del dolor, mas cadenas lo inmovilizaron, todo le pesaba, hasta que ya no pudo más y se dejó caer estrellándose contra el suelo. El impacto le causo más dolor al hombre, rugiendo desesperadamente para apaciguarlo. Cayó en un estado semiconsciente, lo que causo que volviera a su forma normal
-Oigan, creo que ya se desmayó-comento uno de los demonios entre risas
-Al fin, ¡oye tú!-señalo a uno de sus compañeros-Quítale la capa, vamos a ver quién es

-Claro-su compañero obedeció y le quito la capa que llevaba, dejando ver a un hermoso rostro de cabello azul y ojos de este mismo color, con una piel blanca tan bella que a simple vista parecía suave y deliciosa
-Jajaja. Miren que tenemos aquí
-Pero si es Yokozawa Takafumi, el esposo del concejal Kirishima
-Oh, que tonto es Kirishima-san. Dejando a tan bella criatura solo e indefensa a la mitad del bosque
-Oigan, ¿qué tal si nos divertimos un poco con él? ¿Eh? Sería divertido y además, un golpe muy fuerte para los malditos chupasangre-aseguro uno de los demonios con lujuria
-Estoy de acuerdo. Nada más no te pases
-Claro. Ven aquí dulzura-se acercó a Yokozawa y trato de quitarle la ropa, besando sus labios y su piel-Que deliciosa, espero que lo hagas bi-¡AAAHHH!-fue interrumpido por una flecha que lo había atravesado, cayendo muerto al suelo
-GRRRRRRR-sus compañeros rugieron con rabia al ver de quien se trataba-¡MALDITO!-de inmediato se lanzaron contra el
El hombre tenía cabello café y ojos azules, estaba vestido con ropas negras, pero su capa era roja. Hizo un rápido movimiento con su mano, recito unas palabras incompresibles y causo una lluvia de lanzas de diamantes, los cuales arrasaron a una parte de los demonios, apretó su puño al ver a los demás atacarlo, logro esquivarlos y pronuncio un hechizo, haciendo que de su mano saliera una gran esfera de fuego lo que acabo con los demás. Al levantar su vista, vio al menor siendo apuntado con una espada por un demonio
-Entrégate o lo mato... ¡Hablo en serio!-amenazo el hombre
-...-
-¡Vamos! Tienes tres...UNO
-...-
-DOS
-...-
-TRES-¡TRACK!-su voz se cortó con el sonido fuerte de la tierra
El demonio vio con terror como unos muros de piedras se levantaban a su alrededor, lo encerraban, no tenía a donde huir...hasta que de pronto, lo encapsularon completamente, la tierra se abrió y el sarcófago fue lanzado al fondo del Inframundo. De las sombras, apareció un chico de cabello negro y ojos azules, vistiendo ropas de color gris
-Bien hecho Chiaki-le agradeció

-Gracias Tori. Me salió bien para ser la primera vez que lo practico-contesto con una sonrisa infantil
-Vuelve a la reserva, pronto vendrán mas-le ordeno mirando a Yokozawa, quien ya había perdido el conocimiento
-¿Eh? Pero ¿y tú?
-Llevare a mi amigo con su estúpido esposo
-Iré contigo
-¡No! Hoy se desatara otra batalla de inmortales, seguro ya rondan por aquí, y tu aun eres aprendiz, vuelve a la reserva, yo lo llevare a su casa
-Tori, no...
-¡Chiaki!-lo miro furioso-¡Vete! No quiero que te lastimen, tú y Takafumi son mi prioridad, no quiero que les pase nada. Ahora ¡Regresa a la reserva!
-Bien, haya te espero-Chiaki dejo de protestar y se fue de vuelta a la reserva de dragones, donde Vivian a salvo de los demonios
Hatori cargo a Yokozawa en sus brazos, y se encamino al palacio de su esposo, conocido como palacio de Drácula
MIENTRAS TANTO....
Kirishima corría por los pasillos desesperado y alterado. Llego a una gran puerta de madera, la cual abrió violentamente. Con una mirada fulminante, se acercó a un hombre de cabello y ojos castaño claro, que estaba siendo curado junto a uno más bajo de cabello negro y ojos cafés por una chica castaña. Lo tomo del cuello y lo lanzo al otro lado de la habitación, los dos presentes se asustaron ante tal acción
-¡YUKINA, ERES UN DESGRACIADO!-grito Kirishima yendo rápido hacia el
Yakima escupió sangre ante el impacto contra la pared, alzo con temor la vista hacia el castaño, que en una sorprendente velocidad apareció delante de él, y volvió a tomarlo del cuello, pero esta vez comenzó a asfixiarlo separándolo del suelo
-¡Kirishima-san! ¡DETENGASE!-fue hasta él y trato de detenerlo-¡ES UN MAL ENTENDIDO!
-¡APARTATE  KISA! VOY A MATAR A TU NOVIO-le grito Kirishima, apretando más fuerte el cuello de Yukina
-¡Suéltelo por favor! No es lo que cree, él nos rogo que...
-¡¿QUE DEMONIOS ESTAS HACIENDO KIRISHIMA?!-intervino un hombre de cabello negro y ojos violetas junto a uno de cabello y ojos cafés
-¡VOY A MATAR A YUKINA!-respondió 
-¿POR QUE?

-PORQUE ESTE MALDITO....SE SUPONIA QUE DEBIA CUIDAR A MI ESPOSO, Y A LA PRIMERA OPORTUNIDAD ¡LO ABANDONO!
-ELLOS MUY APENAS PUDIERON ESCAPAR, ADEMAS ESTABAN HERIDOS Y YOKOZAWA ES MUY CAPAZ DE CUIDARSE SOLO, NO NECESITA DE NADIE, Y EN TODO CASO, EL NO ES DE LOS NUESTROS, NO TENEMOS PORQUE PROTEGERLO
-TSK-con esto último, Kirishima solto a Yukina, y Kisa corrió hacia el
Sintió la rabia invadirlo completamente, cuanto odiaba que rechazaran a Yokozawa solo porque no era de su especie ni siquiera era un inmortal....apretó los puños con impotencia, a nadie le importaba si algo le pasaba al peli azul, solo pensaban en ellos mismos, eso era lo que más odiaba de ser de raza suprema. Rechino los dientes y se dirigió a la puerta, si nadie iba a ayudarlo, el mismo iría por su amor
-¿ADONDE CREES QUE VAS? LA GUERRA ES EN UNA HORA, NO TE PUEDES IR
-¡No me importa! Voy por mi esposo
-ES UNA ORDEN
-Una que no obedeceré
-¿QUE? ¿SE TE OLVIDA QUIEN SOY?
-¡NO! USTED ES ISAKA RYUUCHIROU, CONOCIDO COMO "DRACULA", UN IDIOTA AL CUAL NO OBEDECERE CUANDO SE TRATA DE LA PERSONA QUE AMO-y salió azotando la puerta
Comenzó a correr de nuevo, tenía que salir al bosque a buscar a su amado, esa noche abría otra batalla, se lo había encargado a Yukina y Kisa para que se lo llevaran a un lugar seguro junto a su hija, pero una manada de lycans los había emboscado, Yukina y Kisa lograron escapar con la pequeña Hiyori, pero dejaron a Yokozawa a su propia suerte. Sentía tanta rabia, mataría a esos dos después, para colmo, era luna menguante, el menor era débil en esa fase lunar.
Llego a la salida del palacio y cuando abrió la puerta para salir, se quedó en completo shock al ver a Hatori ahí, con el menor en sus brazos. Vio con profundo terror todas las heridas que tenía en su cuerpo, y abrió los ojos como platos, palideció de inmediato (más de lo normal) al ver su ropa desarreglada, como si hubieran querido arrancársela
-¿Que hace ahí parado? ¿Me va dejar pasar o qué?-pregunto Hatori claramente molesto

-C-claro-se hizo a un lado, permitiéndole el paso-Takafumi-Kirishima quiso tocarlo, pero Hatori se lo impidió
-¡No lo toque!
-¡¿Por qué?! El está muy mal, tengo derecho como su esposo
-Así que su esposo ¿Eh?... ¿Y POR QUE CARAJOS NO SE COMPORTA COMO TAL? MIRE LO QUE LE PASO POR SU CULPA, SU DEBER ERA PROTEGERLO Y FALLO, COMO SIEMPRE, FALLO
-¿QUIEN DIABLOS TE CREES PARA RECLAMARME? TU NO SABES MI SITUACION
-DIGAMELO USTED. YOKOZAWA ES MI MEJOR AMIGO, CASI UN HERMANO, NO PERMITIRE QUE LE HAGA DAÑO. SABIA QUE NO ERAS MERECEDOR DE EL, DEBERIA ESTAR EN SUS TIERRAS, CON SU PADRE Y CON SU GENTE, NADIE EN ESTE REINO LO QUIERE
-TSK-furioso, le arrebato a Yokozawa de los brazos, y lo empujo fuera de ahí-NO ME IMPORTA SI TODA MI RAZA ESTA EN MI CONTRA, YO LO PROTEGERE Y SI TENGO QUE MORIR PARA ESO, LO HARE .SI NO TIENES NADA MAS QUE RECLAMAR ¡LARGATE!-le dio un portazo
De inmediato, salió corriendo y lo llevo con An-chan. Cuando estuvo en buenas manos, suspiro con frustración, esperando fuera del cuarto de sanación. Rechinaba los dientes de la rabia, pero a la vez.....una profunda tristeza lo invadía, siempre era lo mismo, todos rechazaban a Yokozawa. Por si no tuviera suficientes problemas lidiando con su especie, tan bien tenía que lidiar con los dragones, Hatori principalmente, él era un muy cercano amigo de Yokozawa, si no los conociera bien, hubiera creído que hasta eran hermanos por la manera tan fraternal con la que se trataban.

Obviamente, Hatori no estaba de acuerdo con que se casara con su amigo, decía que no era correcto y que eso solo le traería problemas al menor, pero ninguno lo escucho. Aunque trato por todos los medios de hacer recapacitar al peli azul, no logro nada, al final se resignó a aceptarlo, pero solo porque Yokozawa era feliz, sin embargo, le había dejado muy en claro a Kirishima que lo odiaba y que si no cuidaba de él, así fuera a la fuerza, se lo llevaría de vuelta a la reserva de dragones. El menor esa el hijo del líder de su especie, así que tenía dos razones para volver, aunque Yokozawa había decidido dirigirlos desde el palacio Drácula, Hatori insistía en que debía regresar. 
Las cosas no le podían salir peor, todo estaba en su contra....pero no se rendiría, al fin era feliz, al fin había encontrado el Amor, y no dejaría que nadie se lo arrebatara. Nunca olvidara aquella noche en que se conocieron, si esa vez volvió a vivir....
FLASH BLACK
"¿Quien dijo que nuestra existencia era la mejor? ¿Que era afortunada e invisible? Los humanos no tienen idea de lo que es ser un Vampiro. Dicen que envidian nuestra inmortalidad, nuestra fuerza, nuestro poder e incluso, nuestra facilidad para asesinar sin sentir remordimientos, pero...ellos no saben realmente, la desgracia que es ser un inmortal. Nuestra sed de sangre es insaciable, no podemos controlarla, asesinamos a los humanos, incluso a las otras razas, destruimos todo, hasta traer un hijo al mundo es un sacrificio, pues perdemos a sus madres. ¿Acaso creen que es bueno vivir por siempre? ¿Conservar tu misma forma por siglos? ¡CLARO QUE NO! Más que un don, es una maldición...es una desgracia, no solo perder la vida, sino también el descanso de los muertos. No estamos vivos, pero tampoco muertos, sino en medio de ambas formas de existir.
Odio lo que soy, de verdad lo odio...lo tengo todo y a la vez nada...y"-de pronto, se detiene en su andar por el bosque, y ve a un hombre en el suelo. Al parecer, pudo notar que su esencia era diferente, más cálida que la suya, dándole a entender que era un dragón que había violado las reglas y entrando en terreno prohibido. Quien violaba esa ley, debía ser asesinado, por lo que desenfundo su espada, y se acercó más a él, noto múltiples heridas, la ropa desgarrada y por el olor a sangre, podía decir fácilmente que agonizaba. Obvio, eso no debía importarle, se preparó y justo cuando iba a asesinarlo, el reacciono y lo miro con unos hermosos ojos de color azul como el zafiro...Kirishima se perdió en su belleza, bajo su espada y lo miro fijamente. Había algo en esos ojos que le impedía matarlo, su corazón comenzó a latir fuertemente, le entraron unas incontrolables ganas de protegerlo...un impulso de salvarlo.
Tomo a Yokozawa en sus brazos, y se encamino al palacio
-Kirishima, ¿En dónde demonios estabas? Tenemos un... ¿Qué haces con esa cosa?-le pregunto un hombre de cabello negro y ojos del mismo color, llamado Miyagi You
-¡Cierra la boca! Ve a buscar a An-chan, dile que la necesito-le ordeno con el ceño fruncido
-¿Para qué? No estas herido
-No es para mí idiota, ¡Ahora ve!
-Pero no...
-¡ES UNA ORDEN!-piernas le faltaron a Miyagi para salir corriendo en busca de la bruja para que curara a Yokozawa
Kirishima lo llevo al cuarto de curación, donde lo recostó en la cama. Kohinata An era una bruja blanca, las cuales tenían el poder de curar heridas de todas las especies, incluyendo vampiros. Esta fue una de las razones por la que Isaka había decidido tenerla en el palacio. Al poco tiempo, la castaña entro por la puerta
-Kirishima-san, ¿me llamaba?-pregunto acercándose a el
-Sí, necesito que salves a este hombre-contesto señalándolo
-¿Eh?-lo miro asustada, supo de inmediato que se trataba de un dragón, y ellos, por naturaleza, eran enemigos de las brujas-P-pero...el
Ante la súplica de su superior, An-chan acepto y se acercó a curarlo, pidiéndole a Kirishima que la dejara sola con él. El castaño se dirigió a la puerta y al abrirla, se encontró a Isaka y Asahina, junto a un grupo de vampiros
-¿Que quieren?-pregunto fríamente
-¿Por qué trajiste un dragón aquí? Eso es contra las leyes que impuse, como miembro del consejo, tu desobediencia es traición -respondió Isaka irritado
-Solo es uno y además, está herido
-Eso no es de nuestra incumbencia Kirishima-aseguro Asahina-No importa que tan herido este, es un Dragón, un enemigo y nuestro deber es aniquilarlo. Ahora, apártate
-¡No! Yo me hare responsable de todo. Lo vigilare
-¡Nada de eso! Ese hombre puede representar una amenaza para el reino, tenemos que eliminarlo
-¡Viene solo!
-Justamente por eso-señalo Isaka-¿Que dragón aparece solo a la mitad de la noche? ¡Es obvio que es parte de un plan mayor!
-No lo creo. Estaba muy herido, puede que lo hayan atacado
-No importa como haya sido, el piso terreno prohibido sin permiso alguno, no importa si no fue a propósito, hizo mal ahora que se atenga a las consecuencias. ¡Apártate!
-¡NO!
-No te estamos preguntando
-Grrr-saco su espada y les apunto con ella-NO LE PONDRAN NINGUN DEDO ENCIMA
-Está bien, si así lo quieres-volteo hacia sus subordinados-¡MATEN AL DRAGON!
-Si Señor-todos se lanzaron contra Kirishima
Repentinamente, el pasillo se vio inundado por el chispear de las espadas, los movimientos de Kirishima eran muy veloces y agiles, el filo de su espada pasó rápidamente entre los vampiros, cortando sus cabezas, sin embargo, con solo chasquear los dedos Isaka llamo a más vampiros. Corrió con rapidez entre las filas, pasando su espada por el abdomen de sus hermanos, la sangre ya empezaba a pintar las paredes, un vampiro golpeo a Kirishima por detrás y lo mando a volar a la pared al final del pasillo. Aturdido, vio a Asahina reaparecer delante suyo y arremetió con su espada en un ataque horizontal, el cual por milagro logro esquivar, apretó su espada y bloqueo otro ataque, así ambas armas estaban unidas midiendo fuerzas. El peli café era el primer concejal de Drácula y amante de este, había obtenido ese puesto con su increíble fuerza física, capaz de agrietar la tierra con un solo golpe, en cambio, Kirishima obtuvo el suyo por su asombrosa velocidad y agilidad con la espada, por lo que en un enfrentamiento como este era muy difícil decir quién ganaría, casi imperdible para los vampiros que miraban expectantes aquella batalla. El castaño se separó con un salto, vio a Asahina correr hacia el con la espada en el aire en posición horizontal, no se movía ni un poco y cuando estuvo a un paso y el filo del arma cerca de su cabello, se echó hacia atrás en una maniobra acróbata, arqueo su espalda sosteniendo su peso con sus brazos, al dar la vuelta pateo la espada de las manos de Asahina, haciendo que al salir volándose enterrara en la pared. En la acción, quedo de canclillas y aprovechando esto, preparo su arma y al levantarse, corto la cara del peli café, provocando que se arrodillara al quedar tan aturdido, Kirishima preparo su espada en el aire en posición semi vertical, empezó a descenderla hacia el cuello del concejal, y justo cuando estaba a punto de cortarlo, una voz autoritaria lo detuvo
-¡YA ES SUFICIENTE!-grito Isaka, corriendo a ponerse delante de su esposo
-Fue usted quien empezó todo-dijo Kirishima guardando su espada
-Kirishima Zen, tercer concejal de Drácula, ¿Enfrentarías a tu propia especie solo por un ser tan inferior?-pregunto fríamente
-Si-contesto sin titubear 
-Al menos, dame una razón
-¡...!-esto le sorprendió, que ¿Por qué lo hacía? Ni siquiera el mismo lo sabía, era un instinto...un impulso de protegerlo, era como si una parte de él se lo ordenara, sentía que si algo le pasaba a ese hombre, el mismo moriría. Los bellos ojos azules que poseía llegaron a su mente, haciendo que su corazón latiera con fuerza y rapidez, solo entonces lo comprendió...aquel sentimiento que creía ya olvidado, regreso de la nada con más fuerza que antes. Sonrió dulcemente y dijo-¡Estoy enamorado de el!
Se hizo un silencio profundo, formándose un ambiente bastante serio. Asahina y los demás vampiros se mostraron extremadamente sorprendidos, ninguno podía creerse tal confesión. El gran Kirishima Zen se había enamorado, y no de alguien cualquiera, sino de un... ¡DRAGON!...precisamente tenía que ser un Dragón, dios mío, eso era más que alta traición, él era un concejal, aunque llevaba 500 años viudo, enamorarse de una especie inferior estaba prohibido.

Era como una distinción social, por ejemplo; Ricos y Pobres, aquí se aplicaba de Inmortales y Mortales, el primer grupo eran los supremos y privilegiados, y el segundo eran solo escorias inferiores, simples basuras, obviamente meterse con ellos estaba considerado una bajeza.
Isaka, por su parte, logro entender a Kirishima, tal vez, suene sorprendente pero así era. Puede que su renombre sea "Drácula", pero eso no era impedimento para saber perfectamente lo que era el Amor. Miro fijamente a Kirishima y soltando un suspiro de resignación, le dijo
-Estarás a cargo de él, te harás responsable de todos sus actos, lo vigilaras a cada momento, y para más seguridad, estará vigilado también por otro concejal, Miyagi se encargara de eso. Y si algo le pasa, a nosotros no nos concierne, ¿Esta claro?
-Como el agua
-Bien. Vámonos-ordeno dándose la vuelta para irse
-Pero debemos...-intentaron protestar
-¡Dije que no vamos!-ante su mirada fulminante, se callaron y se marcharon de ahí
De inmediato, An-chan salió de la habitación y le sonrió dulcemente, para luego retirarse, dándole a entender que ya podía pasar. Entro, se acercó a la cama donde se encontraba, ahora desnudo y cubierto por una sabana de seda. El mayor, quedo encantado por el hermoso rostro que poseía, acaricio sus mejillas con sus nudillos, sintiendo por primera vez, su piel tan suave y blanca que tenía, embozo una sonrisa cariñosa al verlo dormir...por un momento, se vio tentado a arrebatarle la sabana y saborear por el mismo, su cuerpo, probar su hipótesis de si de verdad era tan deliciosa como la imaginaba, pero sabía que eso estaba mal, si se aprovechaba de él estando dormido, seguro perdería aquella tan hermosa joya que había encontrado y no quería eso...ya no.
Aunque trato de resistirse, no pudo evitar besar aquellos labios rosados, tan hermosos y claramente delicados...fue un simple beso, pero en él, pudo maravillarse más con el delicioso sabor que tenían, paso su mano por su cabello, y profundizo el beso, cuando de pronto sintió una fuerte bofetada en su mejilla, lo cual lo hizo apartarse, viendo que el peli azul ya había despertado
-¿Quién eres tú? ¿Dónde estoy? ¿Adónde me trajiste?-pregunto alterado
-Cálmate-le dijo sonriéndole divertidamente, pero aún se sobaba la mejilla, en verdad era fuerte-Soy Kirishima Zen, tercer miembro del consejo de Drácula y estar en su palacio
-¿Que hago aquí?
-Yo te traje. Te encontré en el bosque agonizando, así que te salve
-¿Por qué me estabas besando? ¿Qué pretendías hacerme?-observo debajo de la sabana y vio que estaba desnudo. Palideció, sintiendo que su corazón se detenía-¿Q-Que m-me h-hiciste?
-Nada. Estas desnudo porque An-chan te desvistió para así poder curarte
-¡No te creo nada!-replico-¡Me violaste!
-Claro que no. Pero si quieres creer eso, es tu problema
-¡¿Qué?!
-¿Cuál es tu nombre? Debes decírmelo al menos, yo te salve la vida
-Me llamo Yokozawa Takafumi, ¿Qué quieres de mí?
-Todo
-Tsk-llevo su puño detrás de él, y con una palabra inaudible, su puño comenzó a arder en fuego
-Vamos, no te enojes. Aclárame algo, si tu apellido es "Yokozawa" entonces eres el hijo de Yokozawa Yamato, el líder de los dragones, ¿verdad?
-¡Eso no te concierne!
-Lo tomare como un sí. ¿Sabes? Me sorprende que de esa raza, haya nacido alguien tan hermoso como tú-se acercó y tomo su mentón, obligándolo a verlo de frente
Los dulces ojos miel de Kirishima se fundieron con los fríos ojos azul zafiro de Yokozawa, de nuevo el castaño sintió su corazón latir con una fuerza. El menor no entendía lo que pasaba, podía oír los acelerados latidos de su corazón, nunca antes le había pasado esto. Kirishima acaricio sus mejillas, haciendo que se sonrojara y sintiera una calidez extraña, lo vio acercarse lentamente a sus labios, no sabía cómo reaccionar, quería apartarlo pero su cuerpo no le respondía...pronto, sus corazones obtuvieron un ritmo igual, latían al unisonido, invitándolo a saborear el beso que se le ofrecía.
No fue hasta que Kirishima estuvo a un paso de besarlo cuando reacciono. Le disparo una esfera desde fuego con su puño, lo que lo arrojo al otro lado de la habitación. Rápidamente, se levantó, se cubrió con la sabana hasta su dorso trato de salir por el balcón, pero antes de que pudiera siquiera llegar, vio al castaño parado ahí, impidiéndole el paso. Extendió su mano hacia él, y envolvió su muñeca en fuego
-¡Apártate!
-No, eso te dejaría escapar
-Hazlo o si no
-Awww, que amenazante
-¡Lo hare!
-Lo siento, pero no puedo dejarte escapar. Eres mi prisionero, entraste en terreno privado sin autorización, eso es contra la ley, y ya que te perdone la vida, lo mínimo que puedes hacer, es trabajar para nosotros. Además, siendo el heredero del clan dragón, sino pagas tu desobediencia, quienes pagaran serán todos tus hermanos
-¡PERO ESTOY AQUI PORQUE LOS DEMONIOS ME ATACARON!
-No me importa las razones, violaste las reglas, enfrenta las consecuencias
-Arrrggg-gruño al verse atrapado-De acuerdo
-Bien, pero cálmate y ve a descansar, no deberías estar tan a la defensiva, no es necesario, aparte de que soy tu amo
-Por desgracia,-apago su mano y la bajo
-Me alegra que te lo tomaras bien-sonrió satisfecho-Ahora ve a descansar, tus heridas aún son recientes
-¿Cuánto tiempo permaneceré aquí?
-Hasta que yo decida que es suficiente, ahora ve a dormir, como mortal debes ser capaz de eso ¿no? O ¿quieres que te cargue hasta la cama?
-¡PUEDO HACERLO YO MISMO!-molesto, regreso a la cama y se acostó dándole la espalda al castaño
-Buenas noches-dijo Kirishima saliendo de ahí
"Jum, serás mío cueste lo que cueste"

FIN DEL FLASH BLACK
Cuando An-chan salió de la habitación, de inmediato entro en ella, se acercó a la cama y vio con dolor, todas las heridas que tenía Yokozawa, había golpes, mordeduras y heridas profundas que apenas como podían sanar. Le costó todo su autocontrol no llorar y gritar de la impotencia, cada vez se hacía más dura la batalla, no contra los demonios, sino contra el mismo Inframundo, contra esa desagradable existencia que se empeñaba en hacerlo sufrir, era muy difícil que los vampiros aceptaran su amor, que se convencieran que él era uno de los suyos, mas era todo lo contrario. Acaricio sus delicadas mejillas con sus nudillos, le partía el alma ver así a su esposo, lo había enviado lejos con la intención de protegerlo, pero en su lugar, termino por lastimarlo más. Tal vez, Hatori tena razón, el solo lo condeno a la desgracia, sabía que sus especies no armonizaban, que se rechazaban y aun así, se casó con él. Se sentía culpable, si hubiera estado a su lado, nada de eso habría pasado, sabía bien que era un blanco deseable y aun así, dejo su cuidado a un par de idiotas, que lo abandonaron a la primera, ahora estaba ahí, con todo su cuerpo lastimado, estaba seguro que un minuto más afuera y hubiera muerto
-Takafumi-susurro con el dolor en sus palabras
No había nada que le causara tanto miedo que perder a la persona que tanto amaba, no deseaba tener volver a vivir solo el resto de la eternidad, muy apenas había podido con Sakura, y perderlo a él, terminaría por destrozarlo completamente, ya sin deseos de existir
Repentinamente, el menor movió su mano, a la primera creyó que lo había imaginado, pero a la segunda se convenció de que al fin estaba despertando
-¿Z-Zen?
-¡Takafumi!


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