Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

INFRAMUNDO (La Caída del Imperio Dracula) por Mariela

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Se encontraba en un lugar completamente oscuro y silencioso, no podía ver nada ni recordaba como había llegado ahí. Extendió sus alas y se elevó a unos metros, de pronto, un recuerdo llegó a su mente, lo que hizo que recordara el lugar donde estaba, era el mismo donde, una vez, le pidió a La Sombra que le diera a quien amar, pero este nunca le respondió, y desde entonces no había vuelto ahí-"Seguro, quedé inconsciente cuando esos idiotas  me atacaron, pero ¿Por qué estoy aquí?"-entonces, una luz blanca apareció frente a él, era tan cegadora que tuvo que alejarse unos metros. Aquella luz empezó a tomar forma humana, lo que lo desconcertó por completó, cuando de pronto, la luz desapareció y un hombre de cabello azul, vestido de negro con capa roja, apareció en la oscuridad, y una voz muy conocida por él, se escuchó en el aire

-He cumplido tu deseo, Iokawa. Él es la persona que me pediste

-¿Señor?-preguntó en completó shock

-Sí. Este hombre, es el deseo que me pediste, él es tu único amor. Pero...tendrás que conquistarlo y pelear por él, ya que le pertenece a alguien más. Solo tú decides si tomarlo o no

-¡Lo tomó!-se acercó rápidamente y lo jaló de su hombro hacía atrás obligándolo a voltearse, y lo que vio fue a unos hermosos ojos azules en un hermoso rostro-¿C-cuál es tu nombre?

-...-el hombre no le respondió, solo le sonrió dulcemente y lo abrazó amoroso

-Yo soy Iokawa Shiro, por favor, dime tu nombre-suplicó correspondiendo al abrazo.

Su calidez le dio la paz que nunca había tenido, su corazón comenzó a latir con fuerza, sentía que se le salía del pecho, confirmándole que él si era la persona indicada. Pasó sus dedos entre sus cabellos, para luego acariciar su cintura provocándole un dulce sonrojo. Sintió su esencia, no era como la de él, era muy diferente-"Así que mi amor es un dragón, ¿eh? Jum, no es importante"-lo estrechó con más fuerza, espero tanto por él, tantos siglos, quería a alguien que acabara con su soledad y con su amargura, él era la respuesta a sus suplicas. Tan solo en unos minutos, logro enamorarse de un ser tan hermoso como este hombre, su belleza superaba a la de cualquier mujer, ¿Acaso era real? Su hermosura era tal que era imposible creer que existiera, pero ahí estaba y seria suyo a como diera lugar, no le importaba que le perteneciera a alguien más, lucharía para que fuera solamente de él

-¿Te gusta Iokawa?-le pregunto la Sombra

-Si

-Entonces, pelea por él, su nombre es Yokozawa Takafumi, es el heredero del clan dragón y está más cerca de lo que te imaginas

"Hasta su nombre es tan bello jejeje. No te preocupes Yokozawa, serás mío cueste lo que cueste, estaremos juntos para toda la eternidad"

De pronto, todo se hizo borroso, aquel cuarto oscuro empezó a caerse en pedazos, Iokawa sabía lo que pasaba, ya estaba despertando

-No, aún no, ¡NO!-grito alterado

Entonces, Yokozawa desapareció de sus brazos y todo se volvió confuso.

Apretó los ojos y los abrió lentamente, viendo  que se encontraba en una habitación oscura, iluminada por únicamente dos antorchas. Recorrió el lugar con la mirada, encontrándose con Aikawa sentada a un lado de la cama

-Hola, ¿Te sientes mejor?-le pregunto la peli roja

-Sí, ¿En dónde estoy?

-En el palacio de Drácula

-Ah, ya veo-apartó las sabanas y trató de levantarse

-¡Espere! Esta herido, tiene que descansar. An-chan ya viene para curarlo, por favor recuéstese

-No se preocupe, estoy bien. Mis heridas sanan rápido. Mire-se abrió la camisa y le mostró su pecho totalmente libre de heridas ni siquiera quedaban las cicatrices, estaba limpio como si nunca lo hubieran atacado-¿Lo ve? Estoy muy bien-se levantó y se acomodó sus ropas negras

-Pero puede tener heridas internas

-Ya le dije que estoy bien, soy inmortal

-Eso no quiere decir que...-fue interrumpida por la puerta, la cual se abrió azotándose contra la pared, dejando entrar a Isaka, junto a los tres concejales

-¡Maldito demonio!-dijo el peli negro desenfundando su espada y apuntándole con ella

-¡¿QUÉ CRÉE QUE ESTA HACIENDO LORD DRACÚLA?!-gritó Aikawa sumamente furiosa y parándose delante de Iokawa

-¿Acaso no es obvio? Voy a matar a este demonio, ¿Cómo se atreve a entrar a mi reino? Lo exterminare

-Este demonio me salvo la vida, ¡NO DEJARE QUE LO LASTIME!

-¿Ahora te pones de su lado? Para empezar, es demasiado sospechoso que te salvara

-Es cierto Aikawa-san-concordó Miyagi-Usted es mortal y los demonios odian a los mortales

-¿Quién nos dice que no es un plan para acercarse a nosotros? Él puede ser un espía-completó Kirishima

-¡ESO NO ES...

-Entiendo sus dudas señores-habló Iokawa-Pero no soy un espía, salvé a la señorita Aikawa, porque estaba en peligro y no podía dejarla morir

-Es raro que un demonio piense así-comentó Asahina

-Lo sé, pero les aseguro que no tienen nada que temer. Yo no soy como los otros, es más, ellos me quieren exterminar por amenazar al señor Haruhiko

-Y se puede saber ¿Por qué lo amenazaste?

-Porque el mató a mi esposa debido a que ella no cedía ante sus deseos, por eso lo amenace y es más, deseaba matarlo, pero me descubrieron y tuve que huir-mostró en sus ojos una muy bien fingida tristeza y dolor

Los concejales, se vieron entre sí y asintieron, la historia de Iokawa sonaba muy convincente, su mirada reflejaba la verdad, así que dejarían que se quedara. Isaka, por su parte, no confiaba en él, tenía muchas dudas acerca de eso, creía que lo estaba inventando para un plan mayor, y estaba seguro que tenía que ver con la sospechosa huida de  los demonios

-¿Cuál es su nombre?-pregunto Kirishima

-Iokawa Shiro

-De acuerdo Iokawa-san, puede quedarse pero si intenta algo aunque sea un poco sospechoso, será aprendido-dijo Asahina fríamente

-Pues yo no estoy de acuerdo-aseguro Isaka-Quiero a este hombre fuera de mi reino ahora mismo

-Nada de eso, Señor Drácula-dijo la peli roja-Él se queda, me salvó la vida y está en peligro. Los suyos tratan de matarlo

-¿Y eso qué? Este es mi palacio

-¿Cómo que eso qué? Sabes que podría decirle a mi Señor Yokozawa sobre el incidente de hace un momento, y nunca volverían a recibir un centavo de nuestro dinero

-¿Acaso me estas amenazando?

-Le debo mi vida

-Arrrggg-gruño para luego volver a guardar su espada-De acuerdo, puede quedarse-dijo

-Gracias-contestó satisfecha

-Miyagi, instálalo en su habitación. Vámonos-ordenó yéndose de ahí, seguido de Asahina, Kirishima y Aikawa

-¿Eh? Pero...¡Lord Drácula!-intentó protestar, pero Isaka lo ignoró

"Lo siento Shinobu, no habrá sexo antes de que salgas a tus rondas"-pensó, para luego soltar un largo suspiro, sabía que el rubio le gritaría un par de verdades solo por no cumplirle, solo esperaba que no fuera a reclamarle algo a Yokozawa, porque si lo hacía, tenía que soportar los tremendos gritos por parte de Kirishima, la verdad, le tenía miedo, la última vez, casi le da un infarto al ver su cara furiosa, sin duda, a veces si podía dar miedo

MIENTRAS TANTO...

Kirishima entró a su habitación, encontrándose con la hermosa figura de su amado esposo, quien se encontraba parado dándole la espalda, mientras se ponía su ropa. Se puso sus jeans, sus botas, su camisa y su capa roja, luego tomó su espada y se la colocó aún costado de su cintura

-Te gusta seducirme, ¿verdad?-le preguntó

-¿K-Kirishima?-se sonrojo-¿Desde cuándo estas ahí?

-Desde que te paraste  de la cama para ponerte la ropa. Fue tan excitante verte desnudo, ¿sabes?

-¡Cállate! ¿Acaso no te enseñaron a respetar la privacidad de otros?

-Sí, pero no cuenta si eres mi esposo

-¡Claro que cuenta!

-Vamos, no te enojes, al final soy tu esposo no vi nada que no haya mordido antes-dijo descaradamente

-¡Cierra la boca! Pervertido-gritó-Y dime, ¿Cómo salió todo en la asamblea?

-Bien-respondió cortante

-"Bien" no es una respuesta, ¿cómo salió todo?

-Más o menos, Drácula volvió a fastidiar y un demonio llegó al palacio, al cual se le permitió quedarse, después de todo, salvó a Aikawa y ya que ella nos amenazó, no se le pudo negar. No queremos más problemas con tu padre

-¿Drácula volvió a fastidiar? ¿Y qué le hiciste?-preguntó omitiendo lo demás

-¿Yo? Nada, pero desearía haberle rotó la cara

-¿Por qué?

-Porque se atrevió a insultarte, ¡Yo no puedo permitirlo! Si no fuera por Miyagi y Asahina, lo hubiera matado-dijo apretando los puños de la furia que todavía tenía

-Cálmate, ¿Quieres? No es como si no estuviera ya acostumbrado a eso, me dijo peores cosas cuando llegué

-SI, PERO NO...

-Zen-lo miró suplicante- Déjalo ya ¿sí? Hay peores cosas que tenemos que arreglar. Por ejemplo, mi padre se rehúsa a seguir pagando hasta que dupliquen la seguridad, y según lo que sé, tus guerreros están muy mal, no creó que puedan seguir peleando, y los demonios están planeando algo grande, además de que tenemos la guerra encima

-Eso lo sé, estamos tratando de encontrar una solución

-Yo podría hablar con mi padre, pero no te prometo nada, ya sabes como es. Además, estoy de acuerdo con él, mi gente se está reduciendo, los ataques los afectan mucho, si no hacemos algo, los acabarán

-Lo sé mi amor, pero también entiende nuestra situación

-Y yo la entiendo Kirishima, la entiendo. Sin embargo, son los míos los que más mueren, no puedo ponerme de tu lado cuando sé que es el mío el que más pierde

-Está bien Yokozawa, comprendo eso perfectamente. Pero nosotros también nos estamos quedando sin recursos, lo que tu padre nos pide esta fuera de nuestro alcance

-Lo sé, lamentó si exigí mucho. Podría ayudarte volviendo a la reserva por un tiempo, para defenderla y reducirte el trabajo

-Am-intentó protestar, pero Yokozawa lo calló poniéndole un dedo en sus labios

-Solo sería por un tiempo, mientras resuelvo todo, no será para siempre

-¡No! No permitiré eso, buscaré la manera de arreglar los problemas, te lo prometo. No soportaría tenerte lejos de mí

-Kirishima no creó que...

-Confía en mí, lo arreglare

-Ahhh-suspiró resignado-Solo no te metas en problemas-Claro, te lo prometo-dijo estrechándolo con fuerza-Por cierto, ¿Qué tal si aprovechamos nuestro tiempo juntos? Con un poco de esto-dijo acariciando su entrepierna

-Ngh-gimió-E-espera...¡Basta!

-Tranquilo, será rápido-dijo tratando de empujarlo a la cama

-¡Aléjate pervertido idiota! Lo hicimos hace rato

-¿Y? Tengo ganas de nuevo

-Pero ese no es mí...-fue interrumpido por el sonido de la puerta al abrirse

-Oni-chan, ¿Ya te sientes mejor?-preguntó Hiyori, corriendo a abrazarlo

-Así que ya despertó la dormilona jejeje-la cargó en sus brazos embozando una sonrisa-No te preocupes Hiyo, estoy bien

-Etto...¿Interrumpí algo?-preguntó sonrojada al ver la cercanía de sus padres

-No, claro que no. Tu papi ya se iba, tiene que salir al mundo humano por más armas, ahora que la luna ha cambiado a creciente

-Por desgracia, es cierto-confirmó Kirishima al oír de nuevo la molesta campana-Pero regresare pronto, no se escaparán de mi tan fácilmente-advirtió abriendo la puerta para salir

-¡Vete!-le gritó el peli azul

-Cuídate papá

-Eso haré-y con esto, salió de ahí dejándolos solos

CON ISAKA...

-No confió en él

-No confías en nadie

-En ti sí, además tengo suficientes razones para desconfiar

-Él parece dolido, pude ver en sus ojos el dolor profundó que tenía, dudó que lo haya inventado

-¿Y no se te hace extraño que apareciera justo cuando los demonios se retiran de una batalla?

-Sí, pero puede ser una simple coincidencia. Ryuuchirou-sama, yo sé que es muy desconfiado, pero de cualquier manera, no podemos echarlo, Aikawa lo está protegiendo y sí no cumplimos con sus deseos, tendremos fuertes problemas con Yamato-sama

-Lo sé, y solo por eso dejare que se quedé. Pero a la más mínima oportunidad, lo matare

-Estoy de acuerdo con eso-se acercó a él-Sin embargo, tiene que confiar, aunque sea un poco, en ese hombre, puede sernos de gran ayuda

-Sí tú lo dices. Ahora, ¿Qué tal si me bajas los nervios?-dijo insinuante, levantando las manos para desbrochar su camisa

-Lo siento, tengo que irme-se separó de él y camino hacia la puerta

-Pero cuando regreses, me lo harás ¿entendido?-advirtió dándole la espalda


-Claro-dicho esto, salió de ahí, y se dirigió a la entrada del castillo

EN OTRO LADO...

Iokawa salió al balcón de su nueva habitación, y posó su vista en el cielo nocturno, dejando que el aire frió golpeara su rostro, era una noche cualquiera, pero él sentía que era una muy especial. De pronto, el rostro de Yokozawa apareció en su mente, por La Sombra, era bellísimo, sumamente hermoso, su suave y delicada piel blanca, sus destellantes ojos azules, y ¿Cómo olvidar su dulce sonrisa? En definitiva, sería suyo, solo suyo. No le importaba con quién tuviera que pelear ni lo que tuviera hacer, su propósito era claro, Yokozawa Takafumi sería de él. De inmediato, una imagen suya del peli azul haciendo el amor, apareció en su mente, embozó una sonrisa amorosa y cerró los ojos, perdiéndosetambién en tan bella ilusión. Si, ya podía saborear la deliciosa piel del menor, sus besos apasionantes, podía sentir como  se retorcía debajo suyo, oía como gritaba por más, cada frase sin censura que salía de la boca de Yokozawa, lo excitaba más, ya podía sentir aquella aura delicada y pura, que despertaba en él, un instinto de protegerlo, de amarlo, de cuidarlo y poseerlo. Tomó las piernas del peli azul, las enrolló alrededor de su cintura y metió su pene en una sola estocada, arrancándole semejante grito de placer al menor, quien se retorció al sentir esa invasión

-Aaahhh...ah, ah...aahhha-gemía, las embestidas eran muy fuertes y rápidas, pero lejos de sentir dolor, lo único que sentía era placer

-Ah, ah, ah...Takafumi, te amo-dijo, metiéndoles más adentro

-¡AAAHHH!...y-yo t-también...Ah, ah, nghah-con dificultad, rodeó el cuello de su amante con los brazos, estrechándolo con fuerza-Ah, I-Iokawa...Ah, d-dame m-ma-ah

-Lo que pidas...mi emperatriz-respondió, para luego intensificar las embestidas, hasta dar con el punto sensible del menor

En todo el lugar, resonaban los gemidos y jadeos, sus cuerpos se bañaban en sudor y sus corazones latían al unisonado, tan fuerte que podían oírlos latir. Con cada estocada, Yokozawa sentía que recibía una descarga eléctrica, jamás había tenido tanto placer. Iokawa sabía que ya estaban cerca del clímax, así que se empujó con más fuerza, hasta que aquel líquido caliente lo lleno a ambos, haciendo que cayera rendido al lado del peli azul. Justo cuando iba a abrazarlo, una voz tan conocida lo sacó abruptamente de su mente

-¿Cómo te fue?

-Grrr-se volteó violentamente hacía él-Takano, ¿Qué carajos haces aquí?

-Nada maldito idiota. Solo vine a preguntarte cómo había salido todo, Haruhiko-dono pide que le rindas todos tus movimientos. Yo obedezco, así que no me vuelvas a hablarme de esa manera

-Dile que todo salió bien, ya estoy aquí. Solo necesito ganarme su confianza total

-¿Cómo lo harás?

-¡Ese es mi problema! Solo dile lo que te dije

-Sí, mi Señor

-Pues, entonces. ¡Ya lárgate! Tu presciencia me fastidia

-Con su permiso-con esto, desapareció en el aire, dejándolo nuevamente

-Ahhh-suspiró-Tranquilo mi amor, te encontré y esa hermosa ilusión se hará realidad jejeje-"Serás mío, cueste lo que cueste"

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

 

-Así que todo marcha conforme lo planeamos-pregunto moviendo su copa de sangre para evitar que se asentara

-Al menos eso dijo Iokawa-san-respondió Takano

-Jum-río victorioso-Aún hay mucho que hacer. Prepara a nuestro ejército, también a los lycans y a los esclavos

-¿Para qué?

-Vamos a ayudar a Iokawa. Atacaremos el palacio Drácula con toda nuestra fuerza, para desvanecer todas las sospechas. Los vampiros esperan una gran jugada de nuestra parte y eso haremos

-Pero tenemos programado otro ataque para debilitarlos, y con la GIgosa Menguante tan cerca, no creó que este ataque sea prudente

-No te estoy preguntando, ¡Es una orden! Ahora retírate, yo tengo un plan

-Claro, señor-dijo con recelo

-Dile a Onodera que tengo una misión especial para él. Debe matar a la niña inmortal

-Lo que ordene-y con eso, salió de ahí para encaminarse a cumplir con sus ordenes

Haruhiko se levantó de su silla, dejando su copa en la mesa que se encontraba a su lado, para luego caminar hacía la ventana de su habitación

Mientras tanto, todos los demonios corrían de un lado a otro, afilaban sus espadas, se ponían sus armaduras y liberaban a sus esclavos. Tenían aproximadamente una cuarta parte de un ejército conformado por elementales, una tercera parte de Fénix, una octava parte de Dragones y todo el resto eran licántropos, juntos formaban un ejército entero, y con el ejército de demonios, su fuerza era grande. Se formó en filas a cada guerrero de cada especie, aunque por delante estaban los demonios, seguían los lycans ya convertidos, rugiendo y aullando, preparados para atacar, y al final, estaban las especies más bajas. Los caballos relinchaban y pateaban la tierra, así como también sus jinetes gritaban. Haruhiko cabalgó entre las filas hasta llegar adelante de toda su división, les dirigió una mirada rápida a sus hombres, para luego tirar de las cuerdas del corcel y empezar a correr a toda velocidad. Pronto, todos los guerreros fueron detrás de él, dirigiéndose al palacio de Drácula

Aquella noche, les aseguraba su victoria...


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).