Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

INFRAMUNDO (La Caída del Imperio Dracula) por Mariela

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Aquella era una escena bastante triste...una que nunca antes había presenciado, una noche sin luna, las nubes de tormenta habían vuelto, la lluvia caía como lágrimas del cielo, pues este deseaba compartir la agonía junto a todos los que lloraban la muerte de un buen hombre, que fue un buen monarca. El rey de la reserva, Yokozawa Yamato, fue un rey que se ocupó tanto de su pueblo como de su familia, atendía a ambos sin fallarles ni una sola vez, fue un buen padre, un buen esposo, un buen hombre...era muy amado por su gente, aquella que ahora lloraba desconsoladamente su partida, aquella que sentía que una parte de ellos se había extinguido, y ¿Qué decir de sus hijos? Tal vez con uno no compartía el lazo de sangre, pero si el de amor, llegó al punto de reconocerlo como hijo de crianza, aunque nunca lo dijo a nadie. Ahora, ambos hombres se encontraban parados frente a la tumba de su padre, lágrimas de dolor puro caían por sus mejillas, a su alrededor, estaban los concejales y la gente que logró escapar junto a los guerreros que no habían sido capturados. Aikawa lloraba en el hombro de Shinoda, mientras él y Sumi hacían hasta lo imposible para contener su llanto, y "él"...parado a una distancia considerable lejos de ahí, junto a Asahina, Miyagi y Kirishima y el nuevo general, Iokawa. Isaka, sabía que había perdido a una parte importante de fuerza, estaba muy consciente de eso, pero también sabía...que había perdido a un buen amigo y a la vez, enemigo  quizás se odiaban pero no podía negar que Yokozawa Yamato fue una gran persona. Veía a su hijo desplomarse de rodillas frente a su tumba, y a Hatori estrechándolo con fuerza, bajando a su nivel para consolarlo. Los Kirishima no se atrevían a ir a su lado, se sentían fuera de lugar, la gente de ahí no dejaba de verlos mal desde que llegaron, pero ¿Cómo no hacerlo? Si eran vampiros y ellos los odiaban, si acaso no odiaban a su príncipe por haberse involucrado con ellos. Isaka pudo notar la impotencia reflejada en los ojos de Kirishima, él quería estar a lado de su esposo, pero estaban en el entierro del rey y el pueblo no los dejaba pasar, por lo que no podía ir a su lado. El ambiente era muy triste, la nostalgia azotó a la reserva esa noche, las lágrimas y la lluvia amarga, inundaron los suelos, a la gente no le importaba si se empapaba de agua o no, ni los fénix se preocupaban por todo el poder que usaban para mantener prendidas las velas de aquella tumba, tan solo les importaba, darle la última despedida al rey, pues...su muerte quedaría marcada en la historia del Inframundo

MÁS TARDE....

Yokozawa decidió quedarse a dormir en la reserva, no quería irse aún, por lo que le pidió a Kirishima que se llevara a Hiyori al palacio de Drácula, aunque le costó mucho convencerlo de que lo dejara solo en la reserva, quería dejarlo a cargo de Miyagi, pero por suerte, se retractó y eso solo porque Hatori intervino. La verdad, era que quería estar solo, aún se sentía tan culpable de lo que había sucedido, creía que sin él hubiera estado ahí, nada de esto habría pasado.

Se encontraba parado frente a una pared de su antigua habitación, contemplando un cuadro colgado ahí, en donde aparecían su padre y su madre, ambos sonreían felizmente, al parecer, ese cuadro había sido pintado el día de su boda, por eso ambos se veían tan felizmente. Las lágrimas amenazaban con salir de nuevo, y se preguntó, si estarían juntos en el infierno o si sus almas galopaban en la oscuridad, preparándose para volver en otra forma, no lo sabía, aunque conociendo a su padre, podía decir que había preferido quedarse en el infierno junto a ella, mil veces antes de volver a existir sin su amor. Cerró los ojos y pensó, ¿Qué pasaría cuando él muriera? Su esposo, ¿Esperaría su regreso o recaería su vida? Tampoco se había parado a decidir si usar magia para volver o quedarse en el infierno, a esperarlo a él, aunque...después de eso-"De acuerdo, esto es lo que quiero que hagas"-ya no tenía más opción, que seguir lo que le obligaron a elegir. Tampoco era tan malo, solo que tenía miedo.....tenía miedo de sí mismo, se conocía perfectamente bien como para saber de lo que era capaz, y temía que eso le afectara a "él" o que hiciera algo que lo lastimara, por primera vez en toda su vida, le tuvo miedo al futuro y a él mismo. Las cosas empeoraban, lo sabía, la vida en el Inframundo cambiaría para siempre, tan solo esperaba...que el plan de Isaka funcionara.

Escuchó la puerta de su cuarto abrirse y sabía de quien se trataba, por lo que no se molestó en voltear a verlo, ahora no quería lidiar con él

-¿Te encuentras bien?-le preguntó

-Hatori, ¿Acaso se te olvido cómo tocar o qué?

-No, pero si tocaba no ibas a abrirme. Ahora respóndeme

-Estoy bien. Deberías estar con Chiaki, no quiero tener a otro mocoso detrás de mí, acusándome de seducir a su novio-"Shinobu"

-¿Otro mocoso?

-Yo me entiendo

-Chiaki está durmiendo, quedó muy cansado debido a la guerra. Me alegra que decidieras quedarte

-No lo malinterpretes, yo solo quise quedarme esta noche. Aunque...creó que me quedare más tiempo

-Es lo justo. Ahora eres el rey de la Reserva. Tú debes quedarte aquí

-Pero...

-Te necesitamos Takafumi, nuestro reino esta decadente, necesitamos nuestro rey para alzarnos

-Lo sé, y me quedare lo suficiente para alzar este reino. Pero entiende que tendré que volver

-Pues no lo entiendo, ¡Tu padre acaba de morir! La reserva fue atacada, muchos de nuestros guerreros son esclavos ahora, TE NECESITAMOS, eres el rey, si tu esposo e hija te quieren lo suficiente entenderán que debes quedarte

-No los metas en esto. Ahhh-suspiró volteando a verlo-Buscare la manera, pero no pienso abandonarlos ni a ellos ni al reino

-Tan solo espero que sepas lo que haces. Por cierto, bonito collar, ¿Te lo dio ese imbécil?

-¿Eh?-entonces reparó en el bello diamante azul que colgaba de su cuello, aquel que él mismo había creado-No, no. Me lo dio un..."amigo"

-Ya veo. Ya es muy tarde, será mejor que duermas

-Este cuarto no ha cambiado nada desde que me fui-comentó pasándole de lado

-Tu padre y yo siempre conservamos la esperanza de que volvieras-respondió sin voltear a verlo

-¿Tanto así fue mi error de casarme con Zen? Creí que ya les había dejado bien claro ese tema

-Eras el príncipe de la reserva, tu lugar estaba aquí, no entre ellos

-¿Nunca se cansaron de recordármelo? Me enfurece saber que no fueron capaces de apoyarme, antes de conocerlo, ustedes me presionaban para que encontrara esposa ¿no?. Cuando al fin lo hago, lo único que hacen es rechazar el matrimonio, ¿Acaso les molesto que fuera un hombre?

-No, no es eso. Solo que nos molestó que fuera un VAMPIRO

-¿Por qué no puedes entender que lo amo y él también me ama?

-Hasta que no lo vea por mis propios ojos, no lo creeré

-Ahhh-suspiró-Hatori, déjame solo

-Pero...

-¡Vete!

-Que duerma bien...majestad-dijo saliendo de ahí

Yokozawa se dejó caer de espaldas en la cama, vaya que las cosas no podían estar peor. Acaba de enterrar a su padre, estaba tan dolido y lo único que quería era estar con su esposo y con su hija, calmar su llanto recostado en el pecho del castaño bajo su calidez y su amor. Sentir su consuelo, pero...sabía que eso no era posible, ahora era el rey, y Hatori tenía razón, tenía que quedarse con su gente para alzar el reino nuevamente, ahora su responsabilidad era con ellos, no importaba cuantas ganas de volver tuviera, estaba obligado a quedarse.

Poco a poco, se quedó dormido, el cansancio y la frustración agotaron sus fuerzas y lo único que quería era descansar. Pasaron un par de horas, cuando sintió unos dulces labios sobre los suyos, apretó los ojos y los abrió lentamente, encontrándose con Kirishima montado sobre él, mientras lo besaba

-¡WAAAAAAAAAA!

-Aaaaaaahhhhhhh- gritaron ambos. De la sorpresa, Yokozawa empujó al castaño al suelo

-¿Q-qué carajos hacen aquí?-le pregunto el peli azul con el ceño fruncido

-¡Duele!-se quejó, sobando su cabeza-Oye Takafumi, no tenías que empujarme, solo era yo, tu esposo, no un violador

-¡Pues, te lo tienes merecido! Ahora explícame, ¿qué haces aquí?

-Shhh, nos van a oír. Y si estoy aquí, es para protegerte, no creíste que te iba a dejar solo, ¿verdad?

-¡Te dije que estaba bien! No tenías que...

Toc, toc, toc-fue interrumpido por el sonido de la puerta

-Majestad, ¿se encuentra bien? Lo escuche gritar-pregunto Yuu con preocupación

-¿Eh? ¡Ah! Sí, sí, estoy bien, bien. Solo...ah, yo...tuve un mal sueño...y...-decía nervioso, si Hatori encontraba a Kirishima en su habitación, seguro se armaba una batalla a muerte

-¿Seguro que se encuentra bien? Lo escuchó algo nervioso-volvió a preguntar, obviamente no creía esa explicación tan infantil

-No, solo estoy cansado. No olvidé que acabo de enterrar a mi padre, y...solo, retírese, estoy bien

-De acuerdo majestad, que descanse

Yokozawa, al oír sus pasos alejarse, se levantó de la cama y empezó a empujar a Kirishima al balcón para que se fuera

-Ya vete. No quiero que estés pegado a mí, todo el tiempo, vete

-Ah, pero por supuesto que no-dijo seriamente, mientras se erguía-No voy a dejarte solo, ¡Me quedó contigo! No puedo arriesgarme a que alguien se te acerque, y así me aseguro de que vuelvas al palacio CONMIGO

-¿Ya vas a empezar? ¡Te dije que volvería!-"Aunque planeaba quedarme más tiempo"-Además, me gustaría que mi esposo confiara más en mí, ¿Acaso crees que saltare a la cama de cualquiera?

-No, claro que no. Confió en ti, pero no en la gente de este reino

-Hay por favor, ¿Crees que atacarían a su rey? ¡No seas imbécil! Nosotros somos escorias en el imperio de Isaka-san, no hay traición entre los nuestros

-¿Sí? Pues no me convence-cruzó los brazos

-¡Pues no es mi problema! Ahora, ¡Vete! No puedes dejar a Hiyo sola, después de lo que paso

-No está sola, Miyagi y Shinobu la están cuidando

-Zen, ya vete. Quiero estar solo

-Ya te dije que no me iré. Amor-relajó el ceño y se acercó a abrazarlo, pegando su cabeza contra su pecho-No me pidas que me vaya, estoy preocupado por ti

-¿Por qué todo el mundo dice eso? Estoy bien

-Porque realmente estamos preocupados, Hatori también te lo preguntó ¿verdad?

-...-

-Mi amor, sé que es difícil perder a tu padre, y puedes llorar todo lo que quieras, pero no me pidas que me vaya. Soy tu esposo, y quiero estar contigo en este momento tan difícil

-¡No necesito ayuda!-se separó bruscamente, mirándolo con ira-Estoy bien, estoy bien, ¡¿CUANTAS VECES TENDRE QUE DECIRLO?! LO UNICO QUE QUIERO ES QUE ME DEJEN SOLO, ¡LARGATE!-lo empujó con violencia sin que el otro se opusiera-¡VETE DE AQUI!-"Si te quedas, yo...."

EN OTRO LADO...

Isaka e Iokawa, caminaban por un pasillo bastante oscuro. El transcurso era en un silencio penetrante, ninguno se dirigía la mirada, hasta que llegaron a una gran puerta de piedra, el vampiro se volvió hacía Iokawa y dijo

-Es aquí

-¿Perdón?

-Ahora que eres de mi corte, me vi obligado a mostrarte este lugar

-¿Ah sí? Y ¿qué hay dentro?

-Dime, ¿conoces la piedra de la muerte?

-No-"Claro que la conozco, es por eso que estoy aquí"

-Es el centro de todo mi poder, sin ella, mi imperio caería. La mantengo oculta en este lugar, tras esa puerta de piedra

-Interesante. Y, ¿no hay guardias?

-No los necesito. Esta puerta no caerá con la fuerza bruta, lo único que la abre es una gota de mi sangre, lo cual es muy difícil de conseguir

-Es muy precavido mi lord

-Así es. Hay mucho que perder si esa piedra cae en las manos equivocadas

-Y, ¿me la mostrara?

-No se ofenda Iokawa-san, pero no puedo hacer eso. La Piedra de la Muerte debe permanecer ahí, si algo la perturba, dañara mi poder

-Lo entiendo mi Señor-"Gracias"

-Bueno, será mejor volver-dijo dándose la vuelta y empezando a caminar

-Lo sipo-respondió yendo detrás de él

"Esto fue demasiado fácil, ya tengo la piedra en el bolsillo. Tan solo falta el último ataque, y luego...¡No! Antes de que inicie la batalla, tengo que ir por mí linda reina, ella y yo gobernaremos juntos jajaja. Haruhiko, disfruta tus últimos días de vida, el Imperio Drácula será mío, solo mío y Yokozawa será mi esposo"-al llegar a los pasillos, Isaka e Iokawa se encerraron en sus habitaciones, cada uno tenía algo importante que hacer

CON YOKOZAWA...

-¿QUÉ NO OYES? ¡TE DIGO QUE TE LARGUES!

-No me iré Takafumi, yo quiero estar a tu lado, amor, no me alejes

-¡Te digo que estoy bien, ¡Maldita sea! Ya vete-quiso empujarlo nuevamente, pero Kirishima atrapó sus muñecas y las apretó con fuerza

-YA TE DIJE QUE NO ME IRE-grito perdiendo la paciencia-NO ME IMPORTA LO QUE DIGAS, YO ME QUEDARE CONTIGO TE GUSTE O NO-lo miró fijamente y notó, que muy por dentro, lejos de la ira Yokozawa estaba al borde del llanto, reflejaba un dolor profundo-"Los ojos, sin duda, son la ventana de nuestras almas"-¿Te duele?-pregunto, entonces pudo ver y sentir algo más en él, no estaba así solo por lo que sucedió, había algo más pero no lograba descifrarlo

-Un poco-respondió más calmado

Kirishima lo estrechó con fuerza, pegándolo a su cálido pecho, pensó que no sería correspondido, sin embargo, el menor lo rodeó con sus brazos y se pegó más a él

-Mi amor, ya estoy aquí. Seré tu consuelo

-...-"Eso es lo que quería evitar, porque sé que si te quedas..."

-Te amo-lo beso dulcemente, para luego cargarlo en sus brazos y acostarlo en la gran cama de sabanas de algodón, los dragones no eran tan elegantes

Kirishima se posiciono sobre él, y profundizo el beso, haciéndolo más demandante. El castaño, empezó a saborear la dulce piel del cuello de Yokozawa, haciéndolo suspirar de placer, se éxito cuando el menor desgarró su ropa, y soltaba pequeños gemidos. Desabotonó su capa, sin despegar sus labios de los del peli azul, y poco a poco, desabrochó los botones de su camisa negra, por cada botón que desataba, daba un beso al dorso de su amante, quien se estremecía al sentir su lengua. Le arrancó los pantalones junto a la ropa interior y comenzó a masajear su pene con una mano y la otra, la entrelazaba en los cabellos azulados de Yokozawa, quien se retorcía debajo de él. El mayor, empezó a dar mordiscos en la blanca piel de su uke, relamió sus pezones hasta dejarlos erectos, para luego darles un mordisco y descender hasta su entrepierna, ensalivando el camino y el ombligo, llegó al pene y lamió su longitud, provocando que el peli azul se retorciera aún más y gimiera más alto, Kirishima se divirtió un rato con esa parte, introduciendo su lengua dentro, saboreando el pre semen que goteaba al estar ya erecto

-Aaahhh, Zen...

-Mi amor, eres tan delicioso

-Basta, no...no...ah-"Basta por favor, porque si te quedas...si te quedas..."

-Aquí viene

-¡AAAHHH!-grito, al soltar su esencia en la boca del castaño-"...si te quedas...será más difícil la despedida"

Kirishima tragó gran parte y lo que no pudo, se le escurría de la boca. Luego, se incorporó para besar nuevamente los labios del menor, mientras mojaba sus dedos con el semen que no pudo tragar, para luego meter el primer dedo en el orificio del pene, haciendo que el menor se retorciera aún más ante la nueva invasión, y si no fuera porque se estaban besando, hubiera gritado de placer. El mayor exploró dentro durante un rato, moviendo su dedo de arriba a abajo, de un lado a otro, preparándolo para locura...en ningún momento dejo de saborear aquellos labios tan dulces, deliciosos y rosados que poseía y su aroma...aquel aroma tan hermoso que emanaba era tan embriagante, por tal dulzura se perdió en ella, así como en st pureza. Era en momentos como este, en los que agradecía haberlo conocido aquella noche, porque conoció al ser más bello que haya existido.

Se separó un poco para dejarlo respirar e inmediatamente volvió a besarlo, introduciendo un segundo, lo que hizo que arquera la espalda. Nunca olvidaría cuando lo beso por primera vez, si esa noche sintió que volvía a la vida, como vampiro era obvio que estuviera muerto o casi, pero desde que lo conocía, sintió que volvía a vivir, él era su sueño hecho realidad, un regalo del cielo que no merecía, pero ahí estaba y era solo para él, lo protegería y amaría siempre, no permitiría que el maldito Inframundo se lo arrebatara nuevamente, esta vez lucharía hasta el final.

Introdujo un tercer dedo, y esta vez, Yokozawa apartó sus labios y soltó un fuerte grito de placer

-Ya voy a entrar, ¿estás listo?

-S-sí-Ah...entra ya...¡Ngh!

-Lo que pida, su majestad jejeje-dicho esto, sacó sus dedos y bajando sus pantalones y boxers, metió su palpitante pene dentro del peli azul, quién dio un salto en la cama y soltó un asombroso grito de placer

-¡AAAHHH!...ah, ah, ah...ah, ha-gemía el menor

Las embestidas empezaron lentas y suaves, pero poco a poco se intensificaron, haciendo que los gritos aumentaran. Los corazones de ambos, se aceleraban, tomando un ritmo unisonado. Sus jadeos resonaban en la habitación, la temperatura comenzó a aumentar en el peli azul, haciendo que se empapara de sudor, a diferencia de Kirishima, quien era frió por naturaleza, y no sudaba ni aumentaba su temperatura. Las estocadas se hicieron más fuertes, hasta que el castaño dio en el punto sensible de Yokozawa, quien se retorció aún más en la cama

-Oh, su majestad, ya encontré el punto de placer

-Cierra la-ah...la boca...ah, ah

-Jejeje, prepárate amor

Dicho esto, enrollo sus piernas alrededor de su cintura, atrayendo más las caderas de Yokozawa hacía él, y empezó a embestir ese lugar. Con cada arremetida, una oleada de placer los golpeaba a ambos, los jadeos, los gemidos, los gritos, todo se intensificó, llevándolos a la locura. Kirishima se empujó más adentro, más fuerte dentro del menor, hasta que aquel líquido caliente los lleno a ambos, y el mayor se dejó caer a lado de su amante, respirando con dificultad y sumamente cansado. Ambos se esforzaban por respirar, Kirishima se abrazó al menor, pegándolo a su pecho y cubriéndolos a ambos con una sábana, pues la noche era fría, y aunque él era de sangre fría, su amado gatito no, él era de sangre caliente, por lo que el aire frío le afectaba mucho. Beso su frente y lo acurrucó más a él, sintiendo como este se quedaba dormido, sonrió dulcemente, ahora podría verlo dormir, admirando su belleza. Aquella, era una noche de consuelo, consuelo....antes del Dolor

EN OTRO LADO...

Isaka jadeaba sin control, Asahina tomó sus piernas y las puso sobre sus hombres, para después empujarse más duro, más adentro del peli negro, quien se retorció y soltó un asombroso grito de placer

-¡AAAHHH!...ah, ah...aahh, ah-gemía, las embestidas eran fuertes y rápidas, lo único que sentía era placer

-Ah, ah, ah...Ryuuchirou, te amo-dijo el peli café, metiéndosele más

-Aaahhh...y-yó t-también...Ah, ah, Nghah-con dificultad, rodeo el cuello de su amante con los brazos, estrechándolo con fuerza-Ah, Asahina...ah, d-dame m-ma-ah

-Lo que pida, sus deseos con órdenes-respondió, para luego intensificar las embestidas, hasta dar con la próstata del menor

En todo el lugar, se escuchaban los gemidos y jadeos, sus cuerpos se cansaban y sus corazones latían al mismo ritmo, rápidos y fuertes, que hasta podían oírlos latir. Cada estocada, le daba a Isaka una gran descarga de placer, llevándolo a la locura. Al poco tiempo, ambos se corrieron dentro del otro, haciendo que Asahina cayera rendido al lado del peli negro. Ambos luchaban por recuperar su respiración normal. Asahina, se levantó y empezó a vestirse

-¿Qué estás haciendo?-le pregunto Isaka con el ceño fruncido

-Tengo trabajo que hacer, por si no se ha dado cuenta, la guerra definitivamente esta muy cerca-respondió poniéndose sus pantalones

-Lo sé, pero aún tenemos tiempo para otra ronda-dijo insinuante

-Lo lamento, pero no creo que sea posible

-¡Es una orden, Asahina!

-Ryuuchirou-sama, ¿podría tomarse esto más en serio? Nuestro imperio esta por caer, y nosotros con él si no hacemos algo, en pocas horas se desataran una guerra que lo definirá todo

-Claro que me lo tomo en serio

-Pues no lo parece

-Pero es así, es más, ya he tomado mis preocupaciones. La criatura me ayudara

-¿Qué?-pregunto confundido-¿Qué tiene que ver Yokozawa-san con todo esto?

-Ah...-"¡Maldición!"

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

-Señor, nuestro ejército está muy decadente, al igual que los de lycans y esclavos, no podremos pelear así-cuestiono Takano frunciendo el ceño

-¿Acaso me crees un idiota? Sé perfectamente lo que estoy haciendo, tal vez estemos débiles ahora. Pero, en cuanto Lucifer nos traiga la Piedra de la Muerte, estamos en estupendas condiciones para luchar

-¿Esta seguro Señor?

-Claro, esto es un juego de ajedrez. Ya hemos movido nuestras piezas, ahora faltan esos malditos chupasangre-dijo, dándole un sorbo a su copa-"Pronto...pronto, tú estarás, mi amor"

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

-Le hice una pregunta Ryuuchirou-sama, ¿qué planea con Yokozawa-san? Él acaba de perder a su padre, espero que no sea algo en su contra. Recuerde que ahora es el Rey de la reserva y nos conviene estar en buenos términos con él, si queremos mantener nuestro trato a flote

-¡Eso ya lo sé!

-Entonces, explícame esas "precauciones" que tomó

-Lo lamento, no puedo decírtelas

-¿Por qué?

-Porque es secreto. Ya te lo diré cuando sea el momento-"Y además, es algo que te dolerá mucho, y estoy seguro que no querrás que haga"

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

-Pero ellos están demasiado débiles, sin la reserva ya no tienen aliados y sus guerreros están en malas condiciones

-Lo sé, pero Drácula puede usar la piedra y cambiar eso. Esa es la razón por la que necesito quitársela

-De acuerdo, ¿y qué hacemos ahora?

-¿Ahora?-se levantó del sillón donde se encontraba, y dio unos pasos hacía los barrotes-Ahora........preparémonos para la batalla

-¿Eh?

XXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXXX

-De acuerdo, confiare en usted. Pero si intenta algo contra Yokozawa-san, tenga por seguro que no lo apoyare

-¡Ya te dije que no tiene nada que ver con....-se detuvo en seco, mirando por la ventana de su habitación hacía el firmamento

-¿Eh? ¿Ryuuchirou-sama?

-...-

-¡Ryuuchirou-sama!

-...-

-Ryuuchirou-sama, ¿Qué sucede?-pregunto preocupado, al verlo palidecer

-La luna......

-¿Eh?-entonces, Asahina desvió su vista hacía el cielo, notando lo que su amante veía

Y así, la luna creciente desapareció en las tinieblas y la Gigosa Menguante apareció en el firmamento, tan hermosa y brillante, tan linda, una fase bellísima que solo aparecía cada 500 años, y sería aún mejor, si los demonios no la hubieran usado para desatar sangre cuando volviera a aparecer.

 

Ya todo estaba listo, la Gigosa Menguante había vuelto y una guerra definitiva estaba a punto de desatarse....¿Quién dominara el Inframundo?

EN OTRO LADO....

 

 

Cierto peli café, veía con nostalgia la luna, sabía lo que venía. Cerró los ojos y dejo que el aire frio lo azotara, ondeando sus cabellos y su capa roja. Sacó de su bolsillo la carta que el rey Yamato le había dado antes de morir, entrecerró los ojos, la observó detenidamente, el sobre estaba arrugado y la cera, sellaba perfectamente la abertura. Sacó una garra y la paso por uno de los laterales del sobre, abriéndola lo suficiente para sacar la hoja cuidadosamente doblada, que llevaba dentro. La desdoblo, acercó su vista y comenzó la lectura. Sus ojos se llenaron de lágrimas y sus manos comenzaron a temblar, no cabía duda de que era del rey, estaba escrita con su propia letra, con su propia tinta, y sus palabras......sus palabras y aquella petición escritas ahí le desgarraron el alma, no pudo evitar caer de rodillas en el balcón donde se encontraba. Al terminar la lectura, volvió a guardar la carta, tal y como se la habían dado, se levantó con piernas temblorosas, y la guardo en un cajón, metiéndole llave. Limpió sus lágrimas, y soltó un largo suspiro, al final de cuentas, fue más que un general del rey

-Cumpliré su petición......................................padre


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).