CAPITULO 7 TU ERES SU COMPAÑERO
-Umm ... ¿por qué te detienes?- Yukina rompió el silencio.
-Yo ...- estupefacto Takano sólo podía mirar a Ritsu. Dejó caer la espada y dio un paso atrás, como si sintiera el miedo. Esto no le estaba pasando. No él!
Ritsu llamo a las cadenas de nuevo pero esta vez más fuerte para que Takano no podíera romperlas.
Takano maldijo cuando fue atrapado en la misma trampa. Pera muchos pensamientos estaban pasando por su cabeza.
Perplejo Ritsu preguntó.
-¿Por qué te detienes? ¿Eres estúpido o algo así?
Kirishima miró Takano en cuestión.
Por primera vez en la vida, Takano se sonrojó.
Kirishima se echó a reír.
-Cállate la boca!- gruñó. Takano
-¿Qué está pasando?"- preguntó Yukina de nuevo.
Takano firmó en relieve. ¿Realmente tenia que decirlo en voz alta? Por supuesto que no, pero la mierda, tenían que saber, quizás asi el Cuervo Negro se volteria de su lado. Tal vez había estado anhelando su compañero también
-... Él es mi compañero.
Ambos ángeles se quedaron boquiabiertos, mientras miraban a Ritsu.
Ritsu frunció el ceño.
-Como australiano de 'amigo'?-Takano se quedo con la boca abierta, que no sabía lo que significaba ser un compañero? ¿En serio? Cada Ángel sabía por amor de Dios!
Kirishima se rió entre dientes.
-Si un muy, muy cercano " amigo ""
Takano lo fulminó con la mirada.
-¿De verdad? Esto es serio!
Kirishima se encogió de hombros, o lo intentó con las cadenas, los mantenia presionados.
-Tú eres el que está atornillado encima.
Ritsu los vio argumentar, sin entender lo que significaban. Él no sabía sus nombres por lo que sólo los contó. El hombre que rompió de forma libre las cadenas antes era el número uno, número dos era el que actualmente está luchando con el número uno, y el número tres era actualmente tranquilo.
Número uno: -A ti se te salio un tornillo!-Luchó en las cadenas con clara frustracion
Número dos: -No tanto como tu esta noche
Número tres: -¿Es en serio? No es momento de ser infantil.- Dijo el hombre que estaba actualmente balanceándose adelante y atrás, entreteniéndose.
Ritsu decidió ignorarlos. El sol estaba saliendo,poniéndole fin a la guerra.
Ritsu estiró las alas y despegó en el aire.
-Hey, espera! No te vayas!-el Número uno sonaba desesperado. Una vez más ¿de que estaban hablando? Se aseguró de poner distancia entre él y los ángeles antes de dejarlos ir.
Entró por completo al infierno, haciendo caso omiso de los gritos y gemidos de los fuegos de abajo. Infernales sabuesos volaron alrededor, sus dientes masticando la carne podrida. Muchos demonios consideran el uso de los sabuesos infernales en la guerra, pero gobernado solo en ella ya que una de las reglas de la guerra fue que ningún ángel o demonio pueden interferir con los seres humanos, mientras que la guerra estaba en movimiento y conocer los sabuesos infernales no le importaba.
El infierno era todo lo que los seres humanos pensaron que sería y más. Edificios orgullosos estaban muy por encima de las nubes negras; que serían la envidia de todo arquitecto, cada ventana y puerta bellamente diseñado para invitan a entrar,sin saber que en el interior, a los humanos les esperaba la peor de sus pesadillas.
Un cráneo de un dragóngrande colgado en el aire, las llamas azules que emiten desde el interior. Para los demonios, ese era su sol
Se dirigió hacia el castillo del consejo sabiendo que después de cada batalla todo el mundo estaba allí para informar de inmediato. El castillo no era nada especial, era un edificio de piedra similares a los que acaba de pasar, sólo que no tenía ningún diseño, era evidente, significaba que era para los negocios. Los demonios eran astutas criaturas, siempre tramando. Ellos no ganaron con la violencia, sino con la política. ¿Cómo crees que trajeron las guerras con sólo convencer a los hombres para odiar, para satisfacer la venganza?
Ritsu miró alrededor notando que él era el único quefaltaba. En el interior, la caverna se disparó a un límite máximo imposiblemente; antorchas iluminaron todo el camino. El suelo estaba cubierto de símbolos brillantes de color rojo sangre. En el medio de todo colgaba un cerero hecho de diferentes cráneos; la luz iluminaba el interior del cráneo. Fue equivocadamente hermoso.
Unas horas pasaron hasta que finalmente todo el mundo se contabilizó. El líder, Korero, miró directamente a los ojos de Ritsu y sonrió. Ritsu frunció el ceño, el hijo de puta, ¿qué estaba tramando ahora?
-¿Qué deseas?-Ritsu gruñó. Al instante sintió inquietud. Un demonio arrojó una bolsa que contenia un líquido verde sobre la armadura de Ritsu,.Los Ojos de Ritsu se abrieron cuando el líquido comenzó a derretir su armadura y a quemar la carne. Ritsu vio más demonios con estas bolsas listos para lanzarcelas a él. Trató de cambiar de puesto, pero no pasó nada.
Ritsu trató de volar, pero sus alas se adormecieron.
Korero sonrió. Señalaron sus espadas en la dirección de Ritsu.
-Tú eres su compañero...