CAPITULO 30 BLACK ANGEL RAVEN
Ritsu abrió los ojos para encontrarse a sí mismo en la cama con Takano abrazándolo con fuerza entre sus brazos. Fruncio el ceño y se pregunto como rayos habían llegado ahi
Poso su vista en el angel, aun seguía dormido, podía sentir su respiración en su rostro. Con su mano lentamente se acerco para acariciar su mejilla, estaba a un centímetro de acariciarla con sus nudillos cuando de pronto, Takano hablo
-Sigo siendo tan irresistiblemente guapo- retumbó sin abrir los ojos-Igual que a noche mi amor
Ritsu se ruborizo y rápidamente desvio su mirada.
-Buenos días-saludo escondiendo su rostro en el pecho de Takano, quien no pudo evitar reir ante su timidez
-Buenos días-respondio pasando los dedos a lo largo de la columna vertebral de Ritsu haciendo que el menor se sobresaltara.
Takano sonrio y empezó a morder suvamente su cuello.
Ritsu gimió.
-¡Takano! No tan temprano, apenas salio el sol-el aludido se rió entre dientes.
Takano gimió cuando acerco mas a Ritsu a su cuerpo. Le encantaba la sensación de la piel suave de Ritsu contra la suya, por lo que se inclinó para lamerla.
Sonrojado Ritsu trató de empujarlo.
-No va a funcionar- susurro el otro con voz ronca. Se dio la vuelta para darse cuenta que estaba encima de el.
Takano estaba a punto de darle un beso sin sentido cuando un golpe los interrumpió.
-Ritsu-Sama, recibió una llamada de Onodera Publishing. Ellos quieren hablar con usted ahora. Es urgente.
-Gra ... ¡Gracias Saeki-san! Takano quítate-Ritsu trató de empujarlo pero el hombre no se movio. Takano gruñó cuando volvió a insistir y se quito de muy mala gana. Ritsu se dirigió al armario para cambiarme.
-¿Cómo ehcaste a andar Onodera Publishing?- preguntó mientras admiraba el cuerpo de Ritsu a la luz suave.
-Me encantaba leer y me aburrí de no hacer nada todos los días, así que decidí probarlo, no crei que llagaria a ninguna parte
-¿Es este el único lugar donde vives?
Ritsu negó con la cabeza mientras se ponía la corbata, sin prestar atención de donde estaba Takano.
-Hay otras siete casas en todo el mundo. Pero ésta es mi favorita
Slato cuando Takano tranquilamente lo abrazó desde atrás.
-¿Qué voy a hacer yo solo?
-Uh ... podrías ... no sé-Ritsu no sabía si le gustaba leer, tenía una hermoso biblioteca al final de la sala, o si le gustaría salir al patio trasero para ver el gran jardín con diferentes tipos de flores plantadas.
No sabía mucho acerca de Takano y eso le aturdia.
Al ver la lucha linterna del demnio reflejada en su linda cara, Takano besó su mejilla.
-Voy a pasaerme por los alrededores, ya que no tuve la oportunidad ayer-Ritsu asintió vacilante. Takano retiró la cabeza y lo besó-Vuelve a mí rápidamente
Totalmente ruborizado Ritsu asintió y se movió a Onodera Publishing.
-Takano
Takano perezosamente salió de la habitación para ver qué otros secretos escondia su pequeño compañero.
-Ah, ¡Takano-san! ¿Rirsu-sama ya se fue?-pregunto Saeki desde la cocina, mientras una mujer mayor se sentaba en la mesa del comedor-Oh, esta es mi abuela.
Takano hizo una reverencia
-Señora- La anciana se limitó a sonreír.
Saeki sonrió tímidamente,
-Quería ver a Ritsu ya que ha pasado un tiempo desde la ultima vez que nos vimos
-Ya veo, dijo que no tardaría mucho tiempo en regresar- La mujer asintió alegremente.
-Bueno, entonces ¿le gustaría comer?- Preguntó Saeki. Takano negó con la cabeza.
-No, gracias yo sólo voy a explorar los alrededores.
-Entonces, si usted quiere relajarse hay una fuente termal cerca de aquí, o puede leer en nuestra gran biblioteca- Takano se animó a eso. Él amaba a leer.
-¿Dónde?-Saeki señaló en la dirección de un largo pasillo. Agradeciendo a ella y de nuevo haciendo una reverencia a la mujer mayor se acercó y abrió la puerta para encontrar una vista increíble.
La biblioteca estaba llena de estanterías altas; parecía que era más grande que la casa entera. Se sorprendió al ver la belleza y las colecciones que tenían, valían una fortuna. La habitación tenía una hermosa vista de la caída de agua con un campo de flores amarillas. Al parecer, un mar de oro.
Unas horas más tarde Saeki entró con el té.
-Si le gusta hay un hermoso banco en el jardín, Ritsu-Sama siempre le encanta leer allí-Takano asintió con ganas de saber más sobre sus pequeños gustos y disgustos de su compañero.
El Jardín le quitó el aliento. Ni siquiera el cielo se comparaba con la belleza del jardín. Takano caminó a través de todos los diferentes tipos de rosas, lirios, boca de dragón, y mucho más, algunos nunca antes vistos. Una hermosa fuente estaba en el medio de todo esto con los cojines Lilly flotando sobre el agua.
Realmente se sorprendió, no es de extrañar que este lugar fuera el favorito de Ritsu, era el paraíso en la tierra.
Takano frunció el ceño cuando vio a un santuario en el extremo del jardín. Curioso se dirigio hacia el. Pasó la puerta del santuario de color rojo y en una escalera que llegaba a el. Los árboles estaban alineados con las escaleras haciendo que parezca una pared propia. Al llegar a la cima, vio una pequeña casa japonesa.
A su alrededor, la gente caminaba con kimonos ya desgastados. No era de extrañar que Takano pudiera ver almas alli; algunas almas se quedaron un rato más en la tierra después de la muerte y siempre en los cementerios. Se inclinó de nuevo a ellos y regresó a su búsqueda en el interior del santuario.
Empujó la puerta de a lado y vio a un par de piedras rodeadas de velas encendidas.
Fruncio el ceño mientras caminaba hacia ellos, los suelos de madera brindaban una sensación suave bajo sus pies.
Se le hizo un nudo en la garganta al leer los tres primeros nombres que aparecieron alli.
Akari Onodera, madre cariñosa.
Toshihiro Onodera, Padre amoroso.
Rokuro Onodera, hijo cariñoso.
Los otros eran probablemente sus amigos que también perdió.
Takano sonrió un poco, se alegró al saber que Ritsu había ayudado su familia a descansar en paz. El aura que emanaba de aquí era pacífica lo que significaba que estaban en paz, sin embargo, sentía un toque de tristeza. Takano se sumergió profundamente en eso y se enteró de que era su familia en duelo por su hijo.
-No se preocupen más. Voy a cuidar de él. Nunca voy a dejar que se vaya por eso otra vez- Dijo en voz baja.
El aire estaba tenso como si estuvieran sopesando sus palabras y el corazón. Los ojos de Takano picaban debido al cambio del aire que soplaba alrededor. Era como si firmaban en relieve.
Takano sonrio e inclinó sus respetospara salir de ahi.
Ritsu, ¿hara vuelto ya?
-Ritsu
Ritsu se desplazó a su oficina en Onodera Publishing. Nunca había nadie cuando llegaba, siempre se aseguraba de eso.
Se dirigió a su escritorio. No había muchas cosas en esta gran sala, a pocos estantes de libros, su escritorio y una computadora portátil. Eso era todo lo que necesitaba para manejar su negocio.
Hubo un golpe en la puerta.
-Señor, lo están esperando en la sala de reuniones-dijo un hombre en traje negro.
Ritsu asintió.
-Gracias Ryo-Ryo asintió. Él sabía lo que era Ritsu y prometió que lo mantendría en secreto.
Un día Ritsu encontró un hombre que había sido golpeado cerca de la muerte fuera del bosque de su casa. Estaba tratando de encontrar un lugar donde esconderse cuando Ritsu lo encontró. Ritsu lo había mirado a los ojos y se sorprendió al ver que le recordaba a sí mismo. El mismo dolor.
Lo acogió y le ofreció un trabajo. Rrealmente se sorprendió de su inteligencia. Confió en Ryo lo suficiente para que dejar que corriera este negocio más de un par de veces sin ningún problema.
Ritsu se dirigió por el pasillo a la sala de reuniones y se inclinó a los tres hombres que lo esperaban.
-Si puede tomar asiento para empezar la reunión se lo agradeceriamos- Ritsu fruncio ceño y se preguntó qué estaba pasando.
Antes de que pudiera decir nada alguien detrás de él se las arregló para esposarlo.
-¿Qué ...?-Ritsu se sorprendió al ver a los hombres elevarse a su alrededor con hermosas alas blancas, parecía una ilusion. Ritsu maldijo, en realidad eran ángeles.
Trató de luchar contra ellos, pero los puños se debilitaban junto a la mitad de su fuerza
-Deja de luchar, es inútil- Ritsu apretó los dientes.
Ellos lo cambiaron al cielo donde Isaka-san le estaba esperando en el Pasillo de la verdad.
-Ritsu, bueno verte de nuevo- Isaka-san le sonrió-No te preocupes, no estás realmente en problemas
Ritsu frunció el ceño.
-¿Entonces por qué me atraparon?
-Bueno tenemos que hablar sobre tus alas en primer lugar.
-¡No tiene que esposarme para esi!
-Apuesto que Takano ya te dije lo que hicimos, ¿verdad?
Ritsu asintió.
-¡Genial! Ahora, sabes que no podemos dejar que corras por ahi sin una correa en tu cuello, porque sigues siendo un demonio sin cadena del infierno a tu alrededor. También estamos preocupados por la forma en que pierdes el control.
Ritsu se quedó tranquilo. Estaba un poco preocupado por el mismo. ¿Y si él pierde el control un día y accidentalmente mat Angeles?
-La única táctica lógica es encerrarte
Ritsu se puso tenso.
Los otros dos miembros del consejo llegaron entonces.
Yokozawa realmente le sonrió.
-Es bueno verte Onodera.
Ritsu rió.
-Igualmente- Los tres hombres estaban juntos.
Usagi-san se sentó.
-Lo siento Onodera pero incluso si puenteamos la parte en que se pierde el control está la cuestión de lo que hiciste en la última guerra.
-Ah, bueno Takano me dijo que fui yo todo el tiempo, era Haitani.
Todo el mundo se puso tenso.
-¿Qué? -Usagi-san no parecía muy convencido-¿A pesar de que todo el mundo vio como vencieste a cada ángel con facilidad?
-¿Sabes cómo Haitani puede sembrar semillas de duda y la locura en ti? Él hizo eso.
Usagi-san sacudió la cabeza.
-Eso tendría que requerir un montón de fuerza para lograrlo.
Ritsu se encogió de hombros.
-Hable con Takano sobre eso entonces, él no me dijo todo. Él lo dijo que antes de que matara Haitani este admitió hacerlo.
Los consejeros se miraron.
-Bien entonces vamos a esperar a que Takano a aparesca. Pero por ahora lo encerraremos- Isaka-san sonrió muy feliz.
Ritsu frunció el ceño.
–¿Por qué no puedo simplemente esperar aquí?
Isaka-san parpadeó.
-Porque eso no es divertido- se quejó.
Ritsu lo miró. Isaka-san sólo se encogió de hombros.
Dos ángeles agarraron a Ritsu y lo llevaron a la celda de nuevo. Ritsu los miró prometiendo venganza.
Tan pronto como la celda se cerro los puños desaparecieron. Molesto Ritsu se apoyó contra la pared, frotándose los ojos. Era demasiado brillante aquí, él nunca podría soportarlo.
Takano todavía no podía moverse o volar por lo que podría estar aquí por un tiempo.
-Takano
Se acercaba la noche y Takano estaba molesto ahora. Quería estar con su pequeño compañero y cada minuto lejos de él era una tortura.
-Takano-san, estás servil- Saeki sonrió.
-¿Me puedes culpar? Ritsu se está tomando demasiado tiempo ...- se quejó.
Saeki rió.
Es tan lindo! Me gustaría tener un hombre como él- pensó ella
Las alas de Takano revoloteaban como si acabaran de despertar. Takano miró a sus alas.
-¿Qué pasa Takano-san?
Takano frunció el ceño y probó sus alas. Ellas se agitaron de nuevo y Takano sonrio.
Ya podía volar. Se preguntó si podía ir al cielo a explicar a todo el mundo que Ritsu no fue el que hirió a todos los ángeles. No quería dejarlo, pero tenia que hacerlo
-Regreso mas tarde, hay algo en el cielo que tengo que resolver
Ambas mujeres asintieron mientras el cambiaba al consejo.
-¡Ya era hora!-dijo Isaka-san aburrido.
-¿Qué demonios estabas haciendo? ¿Caminando sin rumbo por la tierra o algo así?- Yokozawa frunció el ceño.
-¿De qué estás hablando?
-Ritsu te está esperando en la celda- respondió Isaka-san.
Al oir esto,, Takano salió corriendo en dirección a la celda.
-¡Espera! ¡Idiota!-lo llamo Yokozawa .
Takano no escuchó. Estaba cabreado. ¿Cómo se atrevieron a tratar de encerrar a su compañero? ¿No podían ver que era inocente?
Takano abrió la puerta a las celdas y encontró a su pequeño compañero sentado en medio con los ojos cerrados. La luz era demasiado cegadora. Takano gruñó
Abrió la puerta y lo estrecho entre sus brazos.
-¡Takano!-Ritsu se sonrojó. Takano lo mantuvo apretado.
-Te fuiste demasiado tiempo- susurró suavemente.
Vacilante Ritsu lo abrazó lentamente.
-Lo siento...- Takano sonrió suavemente.
-Takano te dije que esperaras-el mencionado se volvió con furia y corrió para atraparlo.
-Te mata…
-¿Es cierto que Haitani nos mintió de ese día cuando los ángeles desaparecieron de repente?- pregunto Isaka-san.
Takano asintió.
Isaka-san firmó.
-Bien vamos a hablar de el resto más tarde en este momento hay literalmente cientos de ángulos esperando- Con el ceño fruncido, tanto Takano como Ritsu salieron a encontrar toneladas de ángeles animando.
Ritsu se quedó asombrado cuando la noche se llenó de fuegos artificiales y los ángeles que animaban se acercaron a el
Isaka-san firmó.
-De cualquier manera todo el mundo ya estaba luchando para que Onodera se quedara , así que supongo que podría estar aquí, en el Cielo.
Lleno de tantas emociones Ritsu se limitó a asentir.
Isaka-san sonrió.
-Ahora a disfrutar
-Celebración ...
Todo el mundo rodeaba a Ritsu y le daba la bienvenida. Sus alas no significaban nada para ellos, ya que lo abrazaban y le daban unas palmaditas en la espalda.
Todos estaban contentos de verlo de nuevo. Muchos le dieron las gracias por haberlos salvado, otros estaban contentos de tener a Onodera alli.
-Pero ¿ustedes no…?
Kirishima sonrió.
-Sabemos quién eres y todo el mundo sabe ahora gracias a Isaka-san que nunca fuiste tu todo el tiempo.
Ritsu firmó en relieve. A él le encantó estar aquí y el hecho de que los Angeles se lo permitieran a pesar de saber lo que era le hacia feliz. Ahora todo el estrés que tenía casi todo se fue volando y lo dejó en paz flotante.
Caminaron por el pequeño pueblo con muchos otros ángeles que lo rodearon y le dieron las gracias. Todo el mundo bailaba en círculos de fuego y las luces se encendieron a través de toda la ciudad. Era precioso, con la luna y las nubes hinchadas.
-¡Onodera!-Kisa puso su brazo alrededor de su hombro-Vamos a beber más tarde no te lo pierdas
Takano tomó Ritsu por la espalda.
-Ni siquiera en tus sueños Kisa.
Ritsu rió.
-¡No le hagas caso Onodera! Vamos a celebrar sin él otra vez!-se unió Kirishima.
-¡Sí! Eso suena como un plan!- Yukina abrazó a Onodera.
Todo el mundo tenía reflejaba el mal en sus ojos como si estuvieran listos para llevárselo. Gruñendo Takano agarró rápidamente a Ritsu y les pasó a sus árboles de la flor de cerezo.
Ritsu rió y Takano disfruto el sonido. Han pasado por muchas cosas juntos y ahora por fin podrían ser felices.
Ritsu estaba en éxtasis; ser aceptado entre los ángeles fue una bendición para él.
Ritsu miró a su compañero agradecido de tenerlo en su vida. El corazón se le subia a la garganta Ritsu audazmente tomo su mano y besó a su compañero.
Takano gimió.
-Ritsu amor, no hagas nada que podría lamentar más adelante.
Ritsu rió.
-No me arrepentiré de nada.
Takano le miró y sonrió con cariño.
Takano tomó la otra mano y lo llevó a su árbol en el medio de las flores de cerezo.
-¿Cómo llegaste aquí?- preguntó Takano con curiosidad.
-Perdí el control otra vez- Ritsu sonrió. Él había estado perdiendo el control mucho en su tiempo en el infierno y siempre terminaba algún lugar nuevo y hermoso. -Me desperté y terminé aquí. Pronto me enamoré de este lugar.
Takano sonrió.
-Se mío ahora.
Ritsu se sonrojó.
-¿Estás bien con eso? Quiero decir que yo todavía soy un demonio- pregunto mirándolo un poco decepcionado.
Takano se rió entre dientes.
-Tú eres mi Cuervo Negro Ángel. No quiero nada más que tú y yo no quiero que tus alascambien, sean diferentes y únicas. Me encanta la forma en que son y doy gracias a Dios que no cambiaron.
Takano besó a su ángel.
Juntos observaron los fuegos artificiales que iluminaron el cielo con cristales, con la promesa de que jamas se separarían y formarían parte uno del otro para siempre
- El Fin