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Restaurant : Angeles Culinarios

Notas del capitulo:

hooola, un nuevo capi para leer, esta vez no me demore tanto jejeje.

yap, que les proveche

Capítulo 4

 

Aquel estrepitoso personaje que acababa de llegar al restauran de Naruto pasó por el recinto como un rayo directamente a la cocina y al ver al rubio en ella, al parecer acomodando algunos recipientes con especies, se abalanzó literalmente sobre el joven ojiazúl.

 

-NAARUU-CHAAN!! Mi niño, mi sol, mi mayor tentación erótica - decía mientras zarandeaba de un lado a otro al sorprendido y sonrojado Naruto por tan abrupta intromisión en su lugar de trabajo, tal vez su padre tenía razón en que entren sin tocar la puerta podía causarte un serio problema a los nervios.

 

-llegue sin avisarte, quería darte una sorpresa- y recién en ese momento asimiló de quien se trataba- no te molesta cierto naru-kawai.

 

- wuoo, claro que no Kakashi me alegra volver a verte después de tanto tiempo, pero me podrías soltar que en el bolsillo de mi camisa tengo unas llaves que me están haciendo daño- en ese momento soltó un poco el agarre ya que no dejaba de sostenerle su cintura- ¿como has estado?, como va tu vida en Inglaterra, supe que decidiste seguir estudiando allá-preguntó el feliz kitsune de reencontrarse con su amigo.

 

Kakashi era un estudiante de leyes ya graduado que realizaba un post-grado en Inglaterra para seguir progresando en su carrera, se le consideraba uno de los abogados con mayor proyección debido a sus impecables evaluaciones en la universidad, pero lo que tenía de brillante lo tenía de pervertido. Él era alto, de blanquecino cutis y platinado pelo que terminaba en punta, de cuerpo atlético, poseía una cicatriz que atravesaba su ojo izquierdo el cual por algún motivo tenía un tono rojizo carmín, acostumbraba a taparse la mitad de la cara con pañoletas o si no ocupaba chaquetas, en su mayoría de cuero negro, de cuello alto; la razón que daba a la mayoría de la gente, era que no quería tener a un sequito de chicas y chicos tras él que estuvieran deslumbrados por su cautivador atractivo, aunque ya de por si una que otra persona suspiraba por ser parte del sueño del abogado en las noches.

 

A pesar de que el peliplateado era mayor que el ojicielo por 3 años se trataban como iguales. Cuando se conocieron kakashi penso que naruto por su edad podría ser solo el bonito y caprichoso niñito de papá acostumbrado a la buena vida por su estable y exuberante situación económica, pero al ir conociéndolo entendió que era totalmente lo contrario, se dio cuenta que el único capricho, mejor dicho obsesión que tenía el rucio eran los tazones de ramen y quizas los chocolates.   

 

-jejeje si he estado bien, sin percances en mi estadía por esos románticos lugares a los cuales me encantaría llevarte lindo kitsune- con esa clase de palos [es como se le llama en mi país a las insinuaciones al menos en mi zona por que los modismos siempre cambian] Kakashi siempre conseguía que el joven chef se sonrojara, como en ese momento, y cuando las "invitaciones" subían de tono a veces se ganaba uno que otro coscorrón y un grito de indignación por parte del Uzumaki. Realmente le divertía molestarlo y abochornarlo, le hacía gracia ver como sus expresiones cambiaban paulatinamente de tranquila a sonrojado y a su vez a enrabiado, lo consideraba un hermano pequeño el cual pervertir.

 

- emm si gracias por la invitación ttebayo, pero dudo que a la persona que esta detrás de ti le haya gustado tu proposición- rió nerviosamente mientras intentaba no mirar a la persona que tenía un aura asesina dirigida directamente a Kakashi - no parece muy feliz-

 

-Kakashi que se supone que estas haciendo con naru, te dije que si lo volvías a tocar con segundas intenciones te iría muy mal- dijo de manera asesina mientras miraba a Kakashi con una vena en la frente por el enojo. Recién al escuchar la voz de la persona a sus espaldas, el peliplateado soltó de inmediato al kitsune casi haciendo que se cayera, para después empezar a dar una sarta explicaciones que ni él entendía al recién llegado.

 

-Irukiiita, ¿como has estado? Jejej me imagino que la amenaza que me gritaste en el aeropuerto antes de irme era solo una broma ¿no? Después de todo quien se puede resistir a abrazar y cofcoftoquetearcof a naru-chan, si hasta con esas caritas que pone es como si tuviera un letrero que dijera "zorrito de tus fantasías"- y esa fue la gota que derramo el vaso, ¿Qué no le lanzaron? Si por pura suerte el rubio no tenía cerca los cuchillos para matar al peliplateado.

 

Iruka Umino, la persona que acababa de entrar, era el contador de Ángeles Culinarios además de ser tío de naruto por parte materna, conocía al Hatake por que antes eran compañeros en el colegio, normalmente el Umino se la pasaba regañando al ojicarmín por cada situación bochornosa a la que los hacía enfrentar por su no tan santas ideas, a pesar de todo eran buenos "amigos", no se podía negar que esos dos tenían algo, por que si peleas todo el tiempo con la misma persona y si aún así no te alejas de ella , es por que debe existir un lazo más fuerte que la amistad para que se sigan soportando.

 

-KAKASHI, NO HAS CAMBIADO EN NADA, REMEDO DE DEGENERADO!!!!!- gritaba a todo lo que daba Iruka .

 

-no me tienes paciencia eso es todo, soy solo alguien incomprendido por esta sociedad de frígidos, solo por eso te parezco un degenerado, pero si te pones a pensar todos tenemos un pervertido interior la diferencia es que yo lo dejo expresarse- y mientras más hablaba menos posibilidades tenía de volver a Europa vivo...efectivamente era más que simpatía lo que esos dos se tenían.

 

Cuando los humos ya se habían relajado, pudieron conversar los tres relajadamente. Naruto e Iruka se enteraron que a Kakashi solo le quedaba completar 5 meses más en donde estudiaba para obtener el post-grado y que también se iba a quedar allí una temporada antes de regresar a Europa.

 

-Wuaaau es genial que estés a punto de terminar ttebayo- aplaudía graciosamente el kitsune con una de sus mejores sonrisas- seguro te convertirás en un buen abogado, ¿no es así tío? Cierto que lograra su meta- preguntaba entusiasmado al moreno.

 

-sí lo logrará, te felicito, me anima saber que obtendrás tu meta, como dijo naru te convertirás en un buen abogado- decía feliz el ojicastaño por su amigo.

 

-muchas gracias, pero esa es solo una de mis metas- y con esa frase le lanzo una fugas y peculiar mirada al Umino, lo que provoco que a este joven contador le diera un escalofrío en su cuerpecito al mismo tiempo que un hormigueo en las mejillas.

 

-¿a si? Cuales?- seguía preguntando el ojiazul sin darse cuenta de lo que realmente quería decir el peliplatino indirectamente. Luego de eso el Hatake se fue a su departamento por que dijo que aún le faltaba desempacar algunas cosas y como el castaño en esos momentos estaba desocupado optó por ayudarlo, cosa que aceptó rotundamente el otro. Ambos se despidieron del rubio en la entrada del restauran, cada uno a su manera le daba un "hasta mañana", luego se subieron al auto del abogado para irse rumbo al departamento de este y mientras el rubio los observaba alejarse pensaba a su vez como haría para ingeniárselas con respecto a todos los planes que tenía para ese día sabía perfectamente que a las siete debía estar listo con su terno en casa esperando la llegada de su padre para irse juntos al cóctel debido a eso ese día pensaba cerrar a las 5:30 de la tarde, no sabía que hora era pero esperaba que no fuera muy tarde. Al regresar a la cocina vio el reloj y casi se va de espaldas: Eran las 13:03 hrs.

 

-¿¿¡¡QUE!!?? No me pude haber demorado tanto conversando, será mejor que me apure y me ponga a trabajar sino mañana tendré más trabajo acumulado que el que debería... ¿por que yo?- entre lamentos y refunfuños se puso un delantal y empezó a hacer uno de los encargos de mariscos que tenía que estar listo para mañana- genial el queso parmesano se acabo- decía molesto el chico, salió de la cocina y le pidió a uno de los meceros el favor de ir a comprar unos tres paquetes del dichoso queso a una tienda que quedaba a unas cuadras de allí, mientras él lo cubría en sus labores, el otro chico acepto sin refutar la orden dada por su jefe.

 

- Naruto-sama no es necesario que me reemplace, dudo que me demore mucho en ir a la tienda así que no se moleste-expresaba el joven a su superior, mientras guardaba en su bolsillo el dinero que le había dado su jefe

 

-no es molestia Kurama-san ttebayo, además si me quedo sin hacer nada me sentiré peor por no haber trabajado en casi todo un día y no me llames "Naruto-sama" dime solo Naruto o naru, como mejor te parezca- le ofrecía rubio al otro joven, a modo de confianza- esta bien? De todos modos hoy no ha llegado tanta clientela como en otros días-.

 

- de acuerdo Naruto, nos vemos al rato-

 

-ok- le sonrió y se puso el delantal de Kurama para esperar si a alguien de los cliente se le ofrecía algo...

 

Cuando el reloj marcaba exactamente las 13:07 de la tarde por las afueras del restauran: Ángeles Culinarios se estacionaba el ya conocido mercedes negro de Fugaku Uchiha, no existía persona en la ciudad que no pudiera identificar el lujoso auto de este público personaje. Él había visitado ese lugar pocas veces solo se le veía en las mañanas al pasar a eso de las 8:00, para los empleados ya se les había hecho rutina verlo pasar y más de alguno se le hacía extraño el que al pasar fuera un poco más lento en especial cuando su jefe estaba allí atendiendo o arreglando algún problema.

 

Se bajo de su auto con ese porte de supremacía digno de la realeza, le dejo el auto encargado a uno de los chicos que trabajaba allí, los empleados al verlo pasar hacían una reverencia en modo de respeto. Al llegar al mostrador aclamo la atención del chico que se encontraba de espaldas a él. [No hay que ser genio para saber de quien se trata...]

 

-prepara me una mesa, de preferencia cerca de la ventana, para una persona- solicitó el empresario al chico que estaba de espaldas, en eso su celular empieza a vibrar en su bolsillo, al chequear en la pantallita de quien era el número como mensaje salía "secretario gral. Empresa". Luego lo llamaría no se encontraba de humor como para aguantar las necedades de un idiota que solo daba la cara y pedía cosas cuando era conveniente para él, por ahora lo único que quería era...

 

-Señor Uchiha! Que agrado verlo, mi padre no me aviso que vendría- el ojicielo apartó a Fugaku de sus pensamientos con respecto a la empresa, dejándolo un tanto sorprendido porque no espera encontrárselo detrás del mostrador, más bien ¿que se supone que hacía allí?, si el era el chef en jefe y dueño del lugar para que se rebajaría a tomar un puesto inferior en su propio negocio.

 

-Naruto... ¿que haces en el mostrador?-pregunto extrañado, pero sin mostrarlo físicamente con la postura de su cara.

 

-emmm trabajo, bueno en realidad estoy aquí porque en la cocina se acabo el queso parmesano, por eso le pedía a uno de los muchachos que fuera a comprar, mientras tanto yo cubro su lugar aquí- terminó de explicar el kitsune- pero usted me había pedido una mesa para uno cerca de la ventana ¿no?, la prefiere en el segundo piso no es así, desde ese lugar se puede obtener una vista impresionante y más interesante que en el primero-subieron las escaleras de caracol y se acercaron a  una de las mesas que se encontraba cerca de uno de los ventanales.

 

- aquí esta su mesa, voy por la cart.. -se contuvo de seguir con su regreso al primer piso por una de las cartas debido a que el mayor le tenía levemente sujeta una de sus manos.

 

- no te preocupes ya sé lo que quiero pedir, tráeme un café negro-pidió tranquilamente el empresario al menor.

 

-claro, ¿que más?, quiere acompañarlo con algún dulce o sándwich tenemos de variados tipos-

 

-No, no es necesario, pero... a ti... te gustan los dulces? - no le costo despedir a 50 empleados la semana pasada, no le hacía ningún efecto las caricias de su mujer, pero esta simple consulta le resulto difícil preguntarla y le causo un efecto extraño saber cual era la respuesta.

 

- siii me gustan mucho los postres de toda clase, no tengo preferencias con eso, pero lo que más me gusta en lo que comida se refiere es el ramen- contestaba con estrellitas en sus ojos y una sonrisa de ensoñación.

 

-en ese caso trae un postre, el que tu quisieras... como si fuera para ti- y con esa extraña petición el kitsune fue a preparar el café y a sacar un postre de los que había en refrigerador, sacó un crème brulé [no sé como se escribe, lo que si sé es que es un dulce]. Con ambos pedidos listos se encamino de nuevo a donde se encontraba en señor Uchiha esperando, estaba mirando por la ventana con esa mirada inquebrantable y seria pero a la vez dubitativa, como si se estuviera contradiciendo mentalmente en ese momento, "es atrayente esa mirada" pensó el rubio cosa que se reprochó mentalmente enseguida.

 

-aquí esta lo que ordeno Uchiha-sama, su café negro y el postre que me encargo es un crème brulé es bien rico y sabe mejor cuando esta más frío, bueno que le aproveche- se hiba a ir cuando nuevamente fue detenido, sin embargo esta vez por un inesperado ofrecimiento

 

-será mejor que te sientes no querrás que tu postre se entibie-

 

-¿qué? ¿El postre lo encargo para mi?- preguntaba el kitsune con una de sus caritas de no entender nada ladeando un poco su cabeza dándole un toque muy encantador para el que lo mirase.

 

- si, es tu postre, siguieres llévatelo y te lo comes en el mostrador tranquilamente, no tengo problema- decía tan serio como siempre pero en esta oportunidad se le podía apreciar un poco más relajado, como si hubiera resuelto un conflicto interno.

 

- gracias, pero prefiero quedarme aquí a comer el postre y de paso hacerle compañía - le sonrió con una de sus tantas sonrisas sinceras y amplias, luego acercó una silla a la mesa para poder sentarse y comer más cómodo su postre.

 

Al rato llego Kurama con el encargo de la tienda, entrego los paquetes al rubio y pidió su delantal para volver al mesón que era su puesto de trabajo. Ya teniendo todos los ingredientes que necesitaba para empezar y terminar fuera como fuera el encargo de mañana, se despidió del presidente de la compañía Abannico y hasta lo acompaño a la entrada y como si de un impulso se tratase le confió un suave y fugas beso en la mejilla.

 

- lo siento, fue un impulso- atinó a decir con la mirada gacha, esperando un "no lo vuelvas a hacer" o algo parecido, pero ninguna respuesta llegaba a sus oídos hasta que levanto la mirada y lo que encontró fueron unos ojos negros que le daban seguridad y algo más que le daba un matiz singular a esas orbes de carbón.

 

-... no te aflijas, esta bien...-después de darse el ultimo apretón de manos, él ojicarbón caminó hacia su auto, se subió en el y se marcho a dar una ultima mirada a los papeles de la compañía antes de dirigirse a su casa para alistarse con motivo del cóctel.

 

...

 

Luego de eso la tarde avanzo normalmente sin ningún percance fuera del normal. Se acercaba la hora de la reunión, el apart-hotel estaba listo para recibir a toda la gente de linaje, millonarios, empresarios de éxito, familias importantes, etc. Toda la gente con estatus social se reuniría en ese lugar para celebrar la unión de dos de las más importantes empresas.

 

El lugar era amplio, contaba con un sector especial para hacer eventos de importancia, este espacio era conformado por  un amplio salón pentagonal de dos pisos con suelo de mármol y paredes de un tono durazno con decoloraciones un poco más claras .Se accedía  a la segunda planta, que rodeaba a la primera, mediante unas escaleras de metal negro hechas con un estilo clásico, resaltando la refinación del lugar y a la vez dándole un toque romántico. Todo esto era iluminado por un candelabro situado en el centro de todo. En las mesas ya se encontraban los pequeños refrigerios, como canapés, quesillos, dulces y cosas por el estilo, mientras los tragos serían ofrecidos por los camareros a los invitados. La puerta de entrada daba directo con una pileta, la cual en el centro un ángel medio inclinado miraba las estrellas a la vez que derramaba agua desde su vasija en la fuente, simulando que esta nunca se secaba.

 

El ambiente simplemente era perfecto. Al poco rato la gente empezó a llegar luciendo sus trajes de diseñador, joyas, limosinas con chofer y uno que otro viejo verde con plata acompañado por una modelo joven de exuberante figura.

 

-en estas reuniones siempre se ven las misma cosas, nada nuevo - se quejaba el menor del imperio Uchiha: Sasuke Uchiha, estaba vestido con un terno y zapatos negros, camisa blanca con una corbata color perla y como adorno el bolsillo de su saco había un pañuelo que sobresalía con forma triangular, del mismo color de la corbata; su cabello negro azulado estaba igual que siempre con dos mechones a los lados y terminaba en punta, sencillamente su aspecto era impecable.

 

-o vamos estas reuniones no son tan malas, después de todo no solo vienen viejos, si no que también sus jóvenes y guapos nietos que son lo suficientemente idiotas como para engañarlos con palabras bonitas, para pasar un rato de diversión con ellos- decía Itachi Uchiha a su hermano, intentando ver el lado positivo del asunto, bueno en realidad dando a conocer sus planes para esa noche, ya que pensaba matar el tiempo entreteniéndose de esa forma. Su vestuario consistía en un terno negro similar al de Sasuke, camisa de un rojo-sangre, una corbata negra y su pelo atado en una coleta baja le daba un aire relajado.  

 

-tu si que eres un idiota, padre nos va a querer a su lado toda la noche para presentarnos ante su nuevo socio y no nos va a perdonar un desaire si le llegamos a dejar solo-

 

-lamentablemente tienes razón, y yo que pensaba que eras unineuronal, te estas superando ototo-baka- decía al mismo tiempo que le revolvía el pelo como si de un niñito pequeño se tratase.

 

-atarantado- le insultó molesto antes de subir las escaleras e irse a esperar el brindis arriba.

 

Cuando todos los invitados estaban ya presentes el brindis dio comienzo con unas palabras del presidente de la compañía NAUZ.

 

-buenas noches destacados presentes, es un placer para mi el dar inicio a esta especial velada en la cual celebramos, como ustedes ya saben, la alianza de las compañías Abannico y NAUZ, tengo fe en que este trato lograra un éxito económico muy satisfactorio y solo me queda decir- y ahora dirigiéndose a Fugaku - Uchiha eres un buen socio y me alegra el tenerte como aliado, espero que siga así y que no tengamos graves complicaciones en lo que dure el contrato-finalizo el rubio con la copa en alto-salud

 

-salud- se escucho el conjunto de voces que levantaban la copa dando inicio a la reunión social del año. Como siempre se formaron pequeños grupos de personas a conversar, estaba el de unas buen mozas muchachas que conversaban animadamente de trivialidades de su vida: los chismes.

 

-no, yo estoy completamente segura que sasuke uchiha se encuentra en esta fiesta, lo vi y estaba muy guapo- comentaba la chiquilla rubia de ojos calipso, portaba un vestido verde musgo con brillantes, sin mangas ajustado a su cuerpo, resaltando su fina cintura.

 

-obvio que debe estar aquí, lo que pasa es que debe estar muy ocupado con su padre y su familia, tu sabes negocios, es alguien tan ocupado mi sasuke-kun- decía una de ellas que tenía el pelo rosa recogido en un tomate que dejaba libre algunos mechones, su vestido crema con diseños plomos brillantes era escotado y de mangas sueltas en el área de la muñeca, el largo llegaba por sobre la rodilla       

   

Y así siguieron debatiendo su tema favorito junto a otras jóvenes que tenían los mismos intereses sentimentales hacia el azabache.

 

En otro lugar, ubicado en la segunda planta se encontraban los anfitriones con sus familias... bueno casi.

 

-¿donde esta su hijo señor Uzumaki?, me sentiría encantada de conocerlo- preguntaba curiosa Mikoto Uchiha al padre de Naruto.

 

-Fue al baño, debe estar por llegar a penas este aquí se lo presento- fue en ese instante en el que se podía divisar a un joven rubio de ojos cielo y piel acaramelada acercarse a la mesa en la cual se encontraban sentados, su vestuario consistía en un terno azul oscuro, camisa celeste claro y corbata blanca, su pelo estaba desordenado como siempre y las marquitas en sus mejillas le daban un toque exótico... sencillamente un perfecto ángel.

 

-Lamento la tardanza, pero es que no encontraba el baño jeje- su voz y su risa saco del transe a los Uchiha, pero la sonrisa que puso al darle la mano a la señora Mikoto los devolvió a el.

 

-Mucho gusto señora, es un placer- saludaba y le daba un beso en la mejilla el rubio.

 

-con que tu eres Naruto, eres muy apuesto, el placer es mío- le contestaba con una sonrisa- tenia mucha curiosidad en conocerte, ahora te presento a mis hijos.

 

-jeje gracias- sonreía dulcemente ante los halagos.

 

-bueno el es mi hijo menor Sasuke...- y mientras ella lo presentaba el estaba sumido en sus pensamientos observando cada detalle del otro, sus expresiones, sus labios y sus ojos que se le quedaron viendo fijamente, ese cielo carente de imperfección.

 

-es un gusto conocerte-reacciono justo a tiempo para contestar el saludo del ajiazul  y no quedar como un idiota.

 

-y el es mi hijo mayor Itachi...-este si que estaba en un trance, cada cosa de el lo consideraba ideal, en especial esa sonrisa de tranquilidad y felicidad que hacía juego con las marcas de sus mejillas simulando la idea de un zorrito y su físico dejaba traslucir que no debía envidiarle nada a nadie,  tal cual como estaba era apetecible.

 

-hola Itachi-san- saludaba amigable el rubio.

 

-hola, pero no me llames itachi-san, llama me simplemente itachi o ita-chan, no me molesta-

 

-en serio, pues gracias por la confianza, ambos pueden llamar me simplemente naru, así escomo la mayoría me dice, a acepción de algunos- en eso se acordó del pervertido de Kakashi - que me nombran como naru-chan o kawaii pero son pocos.

 

-... mmm me gusta más angelito, no te molesta o si- preguntaba seductoramente el azabache mayor al kitsune, consiguiendo un hermoso sonrojo en este, además de una sonrisa aniñada.

 

Mirando la escena, Minato con la vos un poco más baja para que solo Fugaku lo escuchara le dice-quien sabe y aparte de socios nos convertimos en consuegros, tu hijo por lo que he oído es el genio de la familia, debe ser tu orgullo... pienso que serían una bonita pareja - este comentario le dejo un sabor amargo en la boca, por así decirlo, sabía que Naruto era alguien que siempre lograba captar la atención de los demás por su sola presencia, pero no se le había pasado por la mente que su hijo lo pudiera llegar a mirar con otros ojos, ya que el rubio no encajaba con los canones de su hijo, las veces que lo había visto de andante con alguien siempre eran jóvenes irresponsables que solo buscaban diversión y el ojicielo era demasiado...tierno y diferente como para estar con su primogénito.

 

-dudo que se emparejen, Itachi no es de compromisos- soltó más serio del normal, refutando cualquier posibilidad.

 

-es una lastima, me hubiera gustado tenerlo como yerno, es el prospecto más decente con que lo he visto, ya que Naruto es un especialista en enamorarse de la persona  menos indicada, si supieras los novios que ha llevado a la casa, lo único que le falta a su repertorio es un hombre casado se fije en el para ser la guinda de la torta en errores jeje- decía a modo de broma Yodaime, en cambio para su socio fue un balde de agua fría esa pequeña broma, pero no debía tomarse la personal, ¿cierto?, que le guste la compañía del menor no involucraba nada más. Su abuelo le consiguió un buena mujer para formar una familia y no iba a permitirse a si mismo un posible desliz.

 

...

 

la celebración continuo su curso como era el esperado. Al terminar la glamorosa velada los invitados se despedían y felicitaban a los organizadores por el buen recibimiento, otros acordaban verbalmente una reunión para los próximos días, lo típico. Cuando ya se habían retirado todos los invitados, ambas familias se despedían a las afueras del local antes de irse a sus respectivos hogares y cada uno de ellos con diferentes planes para el día siguiente... el de Itachi tener una cita con el rubio.

 

 

                                                                                                                     end chapter four

Notas finales:

 

ahora la cosa se pondra interesante entre estos dos, si derrame más miel que el osito pooh cuando mira la hora de su reloj de pulsera, pero bueno cualquier sugerencia, duda o lo que sea en un review .

que esten bien, se cuidan


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