La mañana se presentaba esplendorosa y despejada sin ninguna nube que impidiera la perfecta apreciación del celeste cielo, el sueño ya no acompañaba a los habitantes de la gran mansión Uchiha, bueno en realidad si, los herederos de las empresas Abannico tenían una cara post-fiesta que no se la quitaban ni agregándole café a una botella de coca cola.
Estaban desparramados , por que así era como quedaban en el amplio sillón, en frente del televisor, tapados con una manta la cual poseía el símbolo de su familia bordado, acompañados por una tasa de chocolate caliente y unos sándwich de queso que le encargaron a una de las empleadas. Hacía ya un tiempo que se levantaron para arrastrarse a ver tele en la sala. La mayoría de los canales mostraba los acontecimientos de la noche anterior en el evento corporativo del año, otros más de farándula nombraba a los que fueron y a los que brillaron por su ausencia, pelaban a los que no asistieron como era debido y a otros los adulaban por su impecable presencia:
- la señorita Haruno estaba hermosa con su vestido de alta costura, era elegante y atrevido una combinación que muy pocas pueden llegar a obtener, se nota que ella se maneja en esta clase de situaciones, como todos saben ella esta enamorada de Sasuke Uchiha lo confeso públicamente, cualquiera quisiera a una pretendiente con ella- comentaba uno de los panelistas del programa, luego mostraron unos videos donde se veía a ella ingresando clamorosamente al lugar junto con sus amigas y saludaban a la cámara- sus amigas igual son muy acertadas cuando de reuniones importantes se trata-
- es verdad, oye pero no solo ellas estuvieron perfectas, si no que los hijos de los anfitriones, como acabas de mencionar a uno de ellos, estaban guapísimos, ¿o no?- exclamaba con estrellitas en los ojos una de las conductoras- miren las grabaciones y no podrán negármelo- y mostraron otras imágenes de ellos saliendo de su auto junto a su padre y su madre, ambos pulcros. Luego siguieron con más fotos de ellos en diferentes ángulos, solos, acompañados, sentados, con una copa de vino en la mano, etc. Posterior a eso prosiguieron las fotos del joven rubio, las que salieron fantásticas por que fueron naturales y un poco más diversas debido a que sus expresiones en cada una eran distintas a la anterior.
-impresionante que estén así de buenos y que más encima sean millonarios- seguía parloteando una de las periodistas-pero también tenemos datos de interés de estos 3 guapos, empecemos por Sasuke: el es el menor de la familia Uchiha, por ende uno de los herederos de tan grande imperio, no le gustan los dulces, es reservado, en sus estudios constantemente se ha destacado por sobre otros y tiene esa mirada seductora que a todas nos vuelve locas; Itachi: es el mayor de ambos, se le considera un genio por su gran manejo en empresas, le gustan las fiestas y divertirse, le dice a su hermano menor ototo-baka y se sabe que es gay, nada es completamente magnífico; por ultimo Naruto: hijo único del empresario Yodaime, vive solo con él en una de las mansiones que se encuentran a las afueras de la ciudad, a pesar de ser muy joven tiene su propio restauran en donde trabaja diariamente, el cual se llama Ángeles Culinarios, le gustan los dulces y en especial el ramen, es cariñoso y amigable-terminó de decir para pasar a otro tema derivado de este. Sasuke, quien tenía el control remoto, cambió de canal para buscar más información sobre el Uzumaki, le cambio a un canal netamente producido y hecho por paparazzis lo dejaron allí por que si no encontraban lo que buscaba allí en ningún canal más podrían encontrarlo. Les llamo la atención, a pesar del canal, que tuvieran tantas fotos de él junto a su restauran, pero una de las tomas los dejo boquiabiertos por decirlo menos. La foto mostraba al rubio sonriendo muy tiernamente mientras conversaba con... ¿su padre?, ese tipo era idéntico a su padre pero no podía ser su padre, él... sencillamente... era poco probable que fuera su padre, sin embargo no imposible. Luego de asimilar tan extraña foto, aunque todavía no les entraba en la cabeza por completo, al menos a Sasuke, decidió que ya sabía lo suficiente del rubio y de esas fotos extrañas, por lo que se levanto del sillón de cuero para dirigirse a su habitación en el segundo piso y cambiarse de ropa.
-voy a salir, me acorde que tengo cosas que hacer- decía Sasuke a su hermano sin mirarlo y caminando en dirección a la escalera, Itachi al escucharlo se volteo a apagar la tele.
-que coincidencia ototo-baka, yo igual, llegare tarde así que... hasta la noche- contestó en un tono de ironía y ansiedad mimetizados con su tranquilidad.
-... si que coincidencia ita-idiota- se enfrentaron visualmente antes de pisar el primer peldaño de la escalera y emprender una graciosa pelea por ver quien llegaba más rápido a su respectiva pieza y se iba. Con un propósito en la cabeza de ambos: encontrar al ojiazul.
A duras penas llegaron al segundo piso y como sus habitaciones quedan en extremos diferentes de la mansión, en cuanto llegaron a la planta superior echaron a correr como si les pagaran por eso.
Sasuke al abrir la puerta lo primero que hizo fue sacarse el pijama y botarlo en el suelo, se lavo la cara, busco ropa en la gaveta inferior de su armario, en donde guardaba parte de las poleras, escogió una violeta-grisácea con estampados negros ajustada a su cuerpo, luego buscó unos jeans gastados en la rodilla, cuando ya estaba saliendo se tropezó con el pijama que había tirado hace unos pocos minutos atrás, cayendo de bruces es su alfombra y maldiciendo por lo bajo su descuido. La situación de Itachi no era nada diferente a la de Sasuke, se podría decir que incluso peor. Mientras intentaba vestirse a la vez terminaba de comerse su sándwich de queso, cosa graciosa. Casi se nos muere por atragantamiento en el intento. Pero al fin y al cabo terminó de vestirse con una de sus camisas negras con líneas blancas verticales y unos jeans oscuro, todo bien ajustado al cuerpo. Al bajar las escaleras la cosa se repitió y en cuando tocaron la puerta de salida cada uno atravesó el jardín rumbo a su auto, Itachi fue el primero en irse porque lo que Sasuke no esperaba era que su auto estuviera lleno de fotos y carteles sobre el pobre auto, junto con un montones de cartas amorosas dirigidas a él.
-Sakura, Karin... tenía que hacer esto justo hoy, ¡¡¡¡esto es el colmo!!!!- decía en un tono tenebroso el Uchiha menor antes de sacar a tirones cada una de las hojas sobre su auto.
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Un edificio de desmesuradas dimensiones y amplios ventanales se distinguía en el centro de la ciudad, esta compleja mole construida en medio de la ajetreada vida urbana era las oficinas Abannico. El jefe de la corporación se encontraba en su escritorio revisando la formula de ganancias del día anterior, los lucros se mantenían, no habían perdidas desde hace 6 meses, la compañía automotriz estaba en un buen momento. Se sentía un poco cansado, pero no lo suficiente como para no poder arreglarlo con una taza de café bien cargado. La noche anterior había sido muy agitada y en cierto modo incomoda para él.
Tenía bien claro que el estaba en una posición ideal, perfecta, poseía una excelente esposa y madre, que no sintiera nada por ella era otro tema redundante que no representaba ninguna ventaja ni ninguna desventaja, sus hijos eran en todo lo que realizaban excelentes por sobre otros, era lo esperado... entonces para que estropear ese "conjunto sanguíneo" con un hipotético interés por alguien que perfectamente podría ser su hijo, el verlo era cierto que lo tranquilizaba, lo desestrezaba, pero de ahí a sentir un apego mayor por el rubio menor, era una estupidez que no se permitiría cometer. Entre todas sus cavilaciones se escucha como tocan discretamente la puerta, se trataba de su secretaria Tenten, no muy alta, de curvilínea figura y el pelo recogido en dos tomates, los cuales se sujetaban por varillas que combinaban con el formal atuendo.
-con su permiso señor Uchiha, ¿desea pedir algo para comer o va salir a almorzar?- pregunto su secretaria cordialmente.
-...-lo medito por unos momentos- ordéname algo para comer, no me interesa que-
-claro, en unos momentos se lo traigo- cerró la puerta tras de si, pero antes de salir preguntó- ¿quiere que la comida sea de algún sitio en especial señor?- había dado inconcientemente en el clavo la joven al preguntar eso. Lo primero que se le vino a la mente al empresario fue el lugar del restauran de Naruto.
-no, no es necesario- respondió, ya no quería pensar en nada que le recordara "ese" karma ojiazul.
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En otro lugar de la ciudad, específicamente en una tienda para animales se encontraba un pelirrojo de piel clara y ojos aguamarina, usaba un delantal blanco con el logo de la tienda, debajo de el vestía una polera manga larga verde oscuro de cuello v y unos pantalones negros. Él se encontraba en uno de sus tantos trabajos de medio tiempo, esta vez debía alimentar a un problemático mapache bebé dándole mamadera, la escena era completamente adorable, mientras Gaara cargaba a este recién nacido en sus brazos para darle la leche, este se revolvía no queriendo hacerle caso a la liquida comida que le ponían en frente, el pobre pelirrojo ya se estaba desesperando con el mapache.
-jeje ¿sabías que no se te dan mucho los animales?-se mofaba detrás de él una voz conocida.
-mm y ¿acaso tu lo puedes hacer mejor?- seguía la corriente Gaara del pequeño juego de retos.
-¡claro que puedo! Mira dame para acá ttebayo- había llegado de sorpresa el Uzumaki donde su amigo. El día cuando fue a recogerlo habían conversado sobre que habían hecho con sus vidas y el chef se había enterado de los trabajos esporádicos que estaba realizando su antiguo amigo y en que lugares normalmente se le podía encontrar, así que se había comprometido en visitarlo con cierta regularidad.
-viste si no es tan difícil- y lo logro, consiguió alimentar al caprichoso animalejo, unos cuantos mimos y ya estaba. Mientras tanto Gaara contemplaba absorto al joven ojicielo, se notaba que había crecido pero no lo suficiente como para perder ese aire aniñado que lo identificaba, sin embargo esta vez lo notaba un poco ojeroso, se había enterado de la gran celebración de noche, ¿y como no enterarse?, si en todos los noticieros salían fotos del rubio con su vestuario que lo favorecía de todos los puntos posibles que lo enfocaran y valla que lo enfocaron, pero tenía que reconocer que le había molestado que algunos programas le estuvieran relacionando con alguien de ese medio, haciendo de "cupidos" por encontrarle la pareja ideal, para él ellos no tenían ni el derecho ni la obligación para hacer eso. Aparte de eso lo conocía lo suficiente como para saber que no era muy dado a ir a fiestas hasta bien entrada la noche, a menos que fuera con sus amigos.
-¿no deberías estar acostado y durmiendo después de lo de anoche?- sonaba más como un reproche que como una pregunta.
-¿que? No, estoy bien AAAaaaa...-dijo bostezando y sobándose el ojo derecho, ya en ese momento había dejado al animalito en su lugar para que durmiera- talvez tengas razón mejor me voy al restauran a terminar algunas cosas y luego me voy a mi casa-
-yo prefiero que te vayas directo a tu casa, se te nota lo trasnochado- decía serio como siempre aunque con un tono más de confianza para el menor.
-no, primero iré al restauran y luego a mi camita- decía un poco meditabundo, ciertamente le hacía falta unas horas de sueño.-luego nos vemos gaa-chan jeje-le deposito un beso en la mejilla y se fue corriendo antes de escuchar los reclamos por como lo había llamado.
-nunca cambiaras naru...- comentaba con una sonrisa al silencio del lugar-PERO TE VUELVO A ESCUCHAR ES MALDITO NOMBRE Y TE @#~+**%$/ POR EL CULO!!!-... gente cambiante.
- {{Cambio de narrador: Naruto}}
Menos mal que me fui corriendo por que si no que me habría hecho gaa-chan, aún no entiendo por que le molesta tanto ese sobre nombre si es lindo, pero bueno él es así, que se le va hacer. Estoy caminando relajadamente por la acera, tengo mucho sueñito pero no me quiero quedar solo en la mansión, si no estoy con mi papá allí o con algún amigo me siento un poco vacío y solo, aunque con el tiempo ya me he acostumbrado a ese sentimiento, sien embargo nada quita lo desagradable de la sensación. En menos de cinco minutos llego a mi local, a todo esto que bien se siente tener un logro propio jejej, y ya estoy en las puertas del restauran, menos mal que yo no saco las cuentas del restauran porque sino no habría durado ni una semana. Me llama la atención un porche plateado en la entrada, se nota que es caro, los únicos autos caros que normalmente veo es el de mi papá, el auto del señor Uchiha y el de unos amigos que con regularidad vienen, ya hasta me sé el modelo de cada uno de memoria y este no lo había visto antes, lo dejo pasar y entro al recibidor donde se encuentra Kurama.
-¡hola, buenos días!-saludo, el se sorprende un poco y me sonríe.
-buenos días naru- ¡SI! por fin me llama de un modo menos formal, el que me llamen naruto-sama me hace sentir un viejo estreñido jeje. Acerco una de esas sillas de tres patas altas para sentarme y le pregunto si ha habido novedades o problemas en mi ausencia.
-no ningún contratiempo pero en el segundo piso hay un señor de pelo negro que quiere verle, digo verte, lo siento todavía no me acostumbro- dice un poco divertido, al parecer por la cara de extrañes que pongo, no me esperaba ninguna visita, me despido de Kurama-kun con un leve movimiento de mano y me dirijo a las escaleras, tomo el barandal para empezar a subirlas. ¿De quien se podría tratar? Talvez del señor Uchiha, si era él lo más posible que no tuviera tiempo que perder por su ocupada vida y que más encima estuviera cansado por la fiesta... mmm no me haría mal apresurarme. Listo, ya subí y veo que... no es el señor Uchiha, es su hijo Itachi el que me esta haciendo señas desde una de las mesas del extremo contrario, no es que me este quejando de verlo, él es muy gracioso y todo, pero igual tenía ganas de hablar con su padre quería saber si le había gustado la ceremonia, a mi me encanto y no esperaba pasarme la tan bien.
-hola angelito, ¿como dormiste?- me saluda con ese divertido apodo, nadie me había llamado así antes, me agrada mucho jeje. Mientras dice eso me estrecha entre sus brazos, son fuertes y agradables cuando te envuelven
-bien gracias Ita-chan ¿y tu?- le pregunto mientras respondo a su abrazo.
-yo no dormí bien- se quedo callado un rato, yo lo miro preocupado porque, que le habrá pasado. De pronto se me ocurre empezar a revisarlo por si tiene alguna herida o golpe, quien sabe y si lo asaltaron por la noche...
-angelito ¿que estas haciendo?- me dice un poco extrañado aunque se le nota divertido, creo que es por mí.
-mm ¿reviso si tienes alguna herida?- estoy apenado, creo que me he sonrojado pero no he bajado la mirada
- {{Cambio de narrador: Itachi}}
KYYYYYYYYAAAAAAAAAAA!!!!!!!!! Es tan mono e inocente, es tan profanable con esa carita sonrojada. Si se pone así cuando esta avergonzado no me imagino como será cuando YO este en su camita... o él en la mía kukuku. Esta decidido lo convertiré en mi koi para abrazarlo y besarlo cuando yo quiera y obviamente cuando el me lo pida.
-no te preocupes estoy bien, dormí mal por que no sabía como estabas tu- lo miro con una de mis miradas intensas y espero el resultado que quiero provocar en tan suculento manjar y... ¿se ríe? WTF?! Yo esperaba un "no quiero que vuelva a sufrir por mi, así que deseo que vivamos juntos para que usted no vuelva a preocuparse, soy todo suyo". Muy bien no esperaba tan buenos resultados pero al menos otro de sus lindos sonrojos para deleitarme, no se como mínimo.
- ¿por que te ríes?- le pregunto con un tic en el ojo.
- jeje ¿como que por que? Si afuera hay un gracioso auto con carteles mal pegados, mira por la ventana- me acerco a la ventana como pide mi angelito y efectivamente mi ottoto-baka había arruinado mi momento de confianza con el pequeño zorrito exhibiendo su mal decorado auto. Parece molesto, por que cerro de un portazo la puerta y tiene una cara de perro mal parido que no se le quitará en un rato, talvez sea por los carteles de su auto, jejej pareciera que se estuviera promocionando a si mismo por las fotografías aunque algunas están rasgadas y arrugadas.
-si tienes razón, pero volviendo al tema de porque dormí mal...- sin embargo no puedo terminar la oración ya que Sasuke me interrumpe abruptamente, corre rápido el niño después de todo.
-buenos días dobe- observo como ese sobre nombre te molesta, se nota que el tonto de mi hermano no se maneja mucho en esto de atraer la atención de tu futuro uke... le daría clases pero no me tomaría en cuenta.
-no me llames así teme- heces gestos infantiles de enfado mientras te acercas a discutir con mi ottoto-baka, talvez lo estoy subestimando con eso de no saber llamar la atención, después de todo lo logra de una forma poco común, pero lo hace al fin y al cabo. AAUWWWww te ves tan lindo refunfuñando con esos ojitos azules, es un hecho, no importa que te quiero como mi novio.
- {{Cambio de narrador: Sasuke}}
No pude quitar todas las pancartas que seguramente esas odiosas pusieron en mi vehiculo, lo más posible es que hallan comprado al inepto del guardia que monitorea las cámaras del jardín, me ocuparé de el más tarde. Al parecer llegue en el momento exacto, mi hermano esta con una cara de molestia, aunque ya se le paso porque se quedo admirando a naru, es alguien llamativo a primera vista, con su apariencia de niño inocente e hiperactivo. Se preguntaran porque le dije dobe, bueno la razón es por que en la reunión llegó tarde al encuentro de nuestras familias ya que no había hallado el baño, pero es más por que me gustó verlo enfurruñado y discutiendo conmigo la primera vez que lo nombre de ese modo.
-y que le pasó a tu auto sasu-chan- me pregunta mi hermano en un tono de burla mal fingida-parece como si te hubieran atacado unos publicistas mal pagados-
-¿¡te atacaron?!- exclamó el dobe preocupado tomando me de los hombros para llamar mi atención.
- no, no me atacaron dobe "esta vez", solo atacaron a mi auto- le contesto mientras le sujeto la cintura para que se relaje, porque realmente parecía preocupado. Itachi me mira en tono de advertencia para que lo suelte de una vez, pero no estoy dispuesto a hacerle caso. Luego de eso nos invita a que tomemos algo para conversar más a gusto y ambos aceptamos.
- {{Vuelvo a narrar yop}}
Se quedaron conversando "amenamente", no era que discutieran a cada momento sino que el punto de fricción de dos de los tres jóvenes era el tercer rubio integrante, aunque con chistes y ciertas revelaciones la tarde se tornó entretenida.
-sabías que a sasu le daba miedo la oscuridad cuando era pequeño y todas las noches se iba a mi cuarto a dormir, era tan tierno- decía Itachi con un vaso de jugo de melón en la mano y con la otra agarraba juguetonamente la mejilla de su hermanito, el cual se sonrojaba levemente con una mueca de molestia.
-ya empezaste con eso, pues bien...sabías que él una vez tomo "prestados" los calzoncillos de nuestro padre por que había visto en la tele un programa de superhéroes y el muy inteligente dedujo que la ropa interior te daba superpoderes, anduvo todo un día con ellos puestos encima de sus pantalones, incluso fuimos a comprar y él no se los quería sacar porque "debía esperar una situación de peligro para que sus poderes se activaran"- terminó de decir imitando la voz de pequeño de Itachi.
-oye, yo a esa edad creía todo lo que la caja mágica me decía, todavía no sabía diferenciar entre programas de cultura y los basura-show - se defendía agarrándole un poco más la mejilla y con una sonrisa sádica.
-y m vaz a dezir que ahora zabes ziquera lo que la palaba cultura zignifica- no podía hablar bien por la presión en su cara, pero eso no impedía la connotación de sarcasmo en sus palabras.
-JAJAJJajjajajjajj- la risa no la pudo aguantar más y reventó el kitsune con todas las barbaridades que decían el uno del otro. Insultos graciosos y frases para sacar en cara, era lo que se escucho toda la tarde en esa mesa apartada de los demás clientes por que el solo verlos pelearse como niños chicos hacía que se te quitaran las ganas de sentarte cerca.
- En la noche
-Me divertí mucho con ustedes, tanto que se me olvido a lo que venía a hacer al restauraran jejej, ustedes son muy graciosos- decía el menor con una gran sonrisa pintada en sus duraznos labios.
-si yo igual, a pesar de mi molestoso hermano mayor, me la pase bien- afirmaba con pesadez el Uchiha más joven.
-opino lo mismo, bueno nos tenemos que ir, hasta la próxima mi angelito- se despedía revolviendo le los dorados cabellos quien recibía a gusto la caricia y después mientras se alejaba le hacía señas con su mano derecha.
-nos vemos dobe- al igual que Itachi se despedía, pero él en vez de revolverle los cabellos, le daba un beso en la mejilla con las manos en sus bolsillos por que hacía un poco de frío.
La escena era mirada atentamente por un Mercedes Benz negro aparcado momentáneamente en la esquina de enfrente al restauran, su conductor se quedo esperando hasta que el chef entro a su local, luego se quedó meditando unos momentos antes de decidir si ingresar o no. Opto por ingresar.
End chapter five