El chico se limitaba a no moverse por temor de herir a Akira de nuevo, pero conforme se besaban comenzó a sentirse más confiado, atreviéndose a cerrar sus labios también para chupar los de su compañero.
Finalmente se separaron después de unos segundos. Taichi no hacía más que quedarse quieto frente a Akira, permitiéndose sentir el calor de su cuerpo junto al suyo; ahora se daba cuenta que había deseado tenerlo así de cerca.
-Akira…- lo llamó mientras se abrazaba a su cuello, aferrándose con fuerza siendo que su compañero correspondiera su cariño.
Sí, Akira ya no había podido soportar más su ansiedad y necesidad de besarlo y por fin lo había logrado, pero la verdad era que no se sentía satisfecho solo con eso. Ahora lo entendía. Quería a ese chico, en verdad lo quería y solo deseaba que fuera para él.
-Taichi- lo llamó sujetando su mejilla con cariño. Miró sus ojos. Tenían un brillo sin igual –Taichi, yo quiero… hacerte el amor-
El chico de cabello rubio se quedó sin palabras ¿Qué había dicho?
-En verdad deseo hacerlo- le dijo mientras besaba su mejilla y terminaba por ocultar su rostro en la curva de su cuello -¿Puedo?-
Taichi sintió cómo un escalofrío recorría su cuerpo. Quería estar con Akira, en verdad anhelaba eso. Algo le decía que estaba bien, que debía hacerlo; sin embargo tenía miedo –N-No sé cómo hacerlo…- respondió avergonzado provocándole a Akira una especie de embate de ternura.
-No tienes que saberlo, solo confía en mí-
-Está bien- contestó con pena aferrándose a su playera.
Él sonrió al escucharlo. No quiso darle tiempo para que se arrepintiera y comenzó a besarlo lentamente en su cuello, bajando poco a poco mientras retiraba su playera y lo sujetaba con firmeza por su cintura. Lo despojó de ella y solo le dejó su chamarra puesta. Se veía adorable con ella y eso de cierta manera morbosa también lo excitaba.
Sonrió y siguió besándolo mientras sus manos comenzaban a desabrochar su pantalón, dejándolo caer junto con su ropa interior. Estaba listo para detenerse en cualquier momento que Taichi se lo pidiera, podía entender que se asustara y ya no quisiera continuar, pero sin importar qué tanto avanzara, el chico solo se limitaba a gemir en voz baja.
Cuando tocó su miembro él se hizo hacia atrás, chocando su espalda con la pared fría. Se estremeció y terminó por ponerse duro, lo que le causó una sonrisa a Akira “Muy lindo” pensó al sentir su lubricación tibia y abundante.
-Nnh… Akira…-
-Está bien- respondió él mientras se quitaba su playera negra y tomaba sus manos para colocarlas sobre sus hombros –También tócame. Tócame todo lo que quieras-
Las manos de Taichi se quedaron quietas por un momento pero después comenzaron a explorar sus hombros, sus brazos y su pecho, delineando cada musculo con cuidado, permitiéndose conocer su cuerpo, sintiendo su textura, sintiendo el calor que emanaba su cuerpo húmedo…
Taichi gimió cuando sintió cómo Akira bajaba por su pecho y comenzaba a lamer su pezón -¡Ah! ¡Ngh!-
-¿Así que eres sensible aquí?- preguntó mientras comenzaba a masturbarlo.
-S-Sí, supongo que sí…- jadeó Taichi justo antes de que Akira comenzara a lamerlos y morderlos con cariño, succionándolos como si quisiera alimentarse de ellos mientras emitía gozosos sonidos de su boca.
-¡Ah! ¡Ah… Akira!- gimió mientras acariciaba su cabello.
Él sonrió y deslizó sus manos hacia su parte trasera, introduciendo sus dedos entre sus glúteos y rozando su entrada. Parecía estar lo suficientemente suave como para soportarlo ya y lentamente metió su dedo.
Lo escuchó gemir cuando comenzó a moverlo.
-¡Ah…Akira!- jadeó –N-No… tu dedo…-
-¿No se siente bien?- preguntó regresando su rostro para mirarlo de frente.
-No… No lo metas ahí…- sollozó mientras un escalofrío recorría su cuerpo –Está sucio…-
-Entonces ¿Por dónde crees que entraré?- respondió Akira con una sonrisa, introduciendo con cuidado su segundo dedo –Esta muy húmedo aquí. Eso es bueno-
Taichi jadeó ¿Qué era esa sensación? No se sentía mal en lo absoluto, pero sí algo extraño. Sentía los movimientos atrevidos de su compañero dentro de su cuerpo al tiempo que comenzaba a perder la fuerza en sus piernas, viéndose obligado a abrazarlo por alrededor de su cuello con más fuerza, provocándole una sonrisa a Akira.
-¿Quieres que me detenga?-
-No… se siente… bien- le dijo antes de sentirlo alzando su pierna para acomodarse en su entrada, liberándola del roce de sus dedos.
-Taichi…quiero entrar ya- le dijo mordiendo su cuello con cariño.
-Ah, e-espera… Akira, no entrará- susurró a su oído.
-¿Quieres que te dilate más?-
-N-No… no sé-
-Está bien ¿Sí? Tranquilízate- le dijo evitando que se asustara –No te lastimaré-
Taichi intentó hacer caso, pero le resultaba difícil. Estaba muy nervioso al tratarse de Akira, pero principalmente porque temía que no fuera como lo podía imaginar. Lo sintió entonces acercar su punta en el borde de su entrada, presionando suavemente. Cada vez sentía más apremio en Akira, lo que terminó por excitarlo también.
-D-Duele-
-Puedo ir más despacio, pero tienes que relajarte-
El chico se sentía algo asustado, pero ya no podía soportar esa sensación por más tiempo. Asintió mientras se aferraba más a él.
Akira se agachó un poco y sujetó la pierna del chico, alzándola –Sostente de mi cuello- le dijo mientras sujetaba su otra pierna y la subía, haciendo que quedara una a cada lado de su cintura. Sintió el húmedo miembro de Taichi contra su abdomen y empujó un poco más en su entrada, logrando que la punta del suyo finalmente entrara en su inexperto cuerpo.
Notó como Taichi se aferró con más fuerza a su alrededor mientras contenía un gemido “Muy lindo” pensó tratando de hacer que resbalara por sí mismo sobre él para evitar ejercer más presión de la que podría soportar.
Taichi prolongó su gemido gradualmente mientras Akira terminaba por acomodarse dentro de sí, sintiendo cómo rozaba cada parte. No había dolor, pero si una presión un poco incómoda en un principio.
“Es muy estrecho” pensó Akira mientras un terrible deseo de empezar a moverse lo dominaba “Siento como su interior me oprime”.
-A-Akira… y-yo… se siente extraño-
-¿Duele aún?-
-No- respondió antes de atreverse a besarlo tímidamente –Se siente muy bien-
Akira se sobresaltó ante tal inesperada reacción “Tan estúpidamente lindo” se quejó correspondiendo su beso de una manera un poco más abrupta pero gentil.
Entonces toda la habitación comenzó a llenarse de sonidos extraños.