Cuando Akira entró miró a Orión atacando a Itachi y al asustado chico tratando de protegerse del peligro que representaban al pelear a pocos centímetros de él.
-¡Taichi!- lo llamó Akira asustándolo -¿Estás bien?-
Él se inquietó debido a toda la conmoción, respondiendo mecánicamente –S-Sí…-
-No te dejaré solo. Te sacaré de aquí- le dijo mientras lo tomaba y lo cargaba con cuidado para sacarlo de ahí.
-¡E-Espera! ¡Orión!-
Akira miró la escena detrás de él. Sabía lo que Itachi estaba haciendo ahí y ese era su motivo principal para no ayudarlo, pero no podría dejarlo morir ahí… al menos no de esa manera.
Bajó al Taichi y lo dejó en el mismo lugar –No te muevas- ordenó en algo que parecía ser más un ruego.
Itachi logró separarse del molesto can y éste se colocó frente al chico, protegiéndolo con su cuerpo mientras gruñía con fiereza ante la amenaza que representaba Itachi.
-Maldito perro…- se quejó antes de tener a Akira sobre él, derribándolo con fuerza.
-¿Qué demonios estabas haciendo imbécil?- le dijo molesto mientras lo sujetaba por su chamarra. Ahora que el perro lo había dejado podía arreglar cuentas con él.
-No empieces con tus estupideces Konoe- respondió –No hacía nada que tú no hubieras hecho antes con ese mocoso-
-¡Arriba nos están atacando y tú estás aquí haciendo tus estupideces!- le gritó molesto, conteniéndose de soltarle un buen golpe en todo el rostro –Además ¡Te advertí desde un principio que no le tocarás ni un cabello!-
-Yo no le toqué ni un solo cabello- le dijo con una sonrisa sarcástica – ¡Toqué todo excepto su cabello!-
Akira se enfureció en verdad -¡Eres un maldito desgraciado!- se quejó mientras lo golpeaba, haciéndolo sangrar por su boca sin poder contenerse por más tiempo. No lo negaría, aquello se sintió bastante bien.
Itachi no se quedó solo con eso y arremetió contra Akira, comenzando una pelea entre ambos. Orión ladraba molesto, indicando su posición a quien fuera que lo escuchara, pero como nadie acudía a su llamado, se volteó hacia su amo y acarició su mejilla con su húmeda nariz, indicándole que lo acompañara. Atravesó la zona en la que ambos hombres peleaban y subió a la cama para tomar la chamarra negra de Akira, llevándosela a Taichi para que la tomara de un extremo mientras él la sujetaba del otro con su boca. De esa manera podría guiarlo, pero el chico se quedó dudando un momento.
-¡Vete Taichi!- le gritó Akira mientras reprendía contra Itachi -¡Ahora!-
Orión no esperó a que Akira dijera eso y sacó a Taichi de la celda, guiándolo a través del sótano hasta las escaleras para que salieran a la superficie.
Akira e Itachi se quedaron ahí por un par de minutos más, peleando entre ellos hasta que Akira logró deshacerse del chico y escapó para llegar a la parte alta, seguido de un furioso Itachi que no se permitiría una derrota tan fácilmente.
Arriba, la balacera aún no terminaba. Había policías e integrantes del grupo de Ito por todos lados. Algunos estaban muertos en el piso y otros aún se defendían y peleaban. No había rastros de Ito por ningún lado, pero claro que eso era de esperarse.
Akira buscó rápidamente con la mirada a Taichi, encontrándolo oculto debajo de unos barriles siguiendo a Orión, quien trataba de sacarlo al jardín donde se encontraría, seguramente, con oficiales que lo ayudarían a terminar de escapar.
Él sabía que no podía seguirlo, pero debía asegurarse de que saliera sano y salvo, aun si eso representaba su propia captura. Los siguió con la mirada mientras trataba de acercarse a ellos, cuidándose de las balas que cruzaban todo el lugar y disparando en dos ocasiones hasta que por fin pudo alcanzarlos.
-¡Taichi!- lo llamó Akira para que él se detuviera.
-Akira…- respondió el chico mientras se paraba y se volteaba, haciendo que Orión también se detuviera a contra de su voluntad –Volviste-
-Dije que no te dejaría solo- dijo mientras lo abrazaba –Te ayudaré a salir de aquí a salvo…-
-No lo harás Konoe- dijo Itachi atrás de ellos mientras lo amenazaba con un arma –Me causaste muchos problemas desde un principio, y ahora que todo se ha ido al infierno, no tengo nada más que perder-
Él se volteó y dejó a Taichi atrás de sí. Orión había desaparecido –Nunca me sentí intimidado por ti… no veo por qué hacerlo ahora-
Itachi rio –Búrlate todo lo que quieras, no me importan tus palabras-
-Ni a mí tus amenazas- le dijo –Pero si en verdad quisieras matarme lo hubieras hecho mientras estaba de espaldas, así como el cobarde que eres ¿Qué te detuvo?-
-Prefiero verte a la cara- contestó cargando el arma con su dedo en el gatillo –Así disfrutaré más el momento en el que te clave la bala justo entre los ojos-
Taichi temblaba aferrado a su espalda, haciendo que Akira le pusiera atención por un momento mientras Itachi seguía hablando –Cuando él dispare, corre en línea recta- le dijo en voz baja –Solo tiene una bala. Tardará en cargar de nuevo y te dará tiempo suficiente para que escapes-
-No…- se quejó Taichi.
-Solo tendrás una oportunidad-
-¡No voy a dejarte!-
Itachi se molestó cuando se dio cuenta de que ambos estaban conversando –¡Esta es la última vez que te burlas de mí Konoe!- gruñó –Espero que disfrutes el infierno-
Akira sonrió -¿Disfrutarlo? Yo vengo de ahí-
-Siempre con tu asqueroso sentido del humor- respondió de igual manera con una sonrisa –Tus últimas palabras Konoe-
Akira lo miró sin cambiar su expresión. Sabía que no saldría vivo esta vez y se limitó a sentir la adrenalina del momento recorriendo su cuerpo y al mismo tiempo los acelerados latidos del corazón del chico que se ocultaba atrás de él, temblando asustado y sollozando. Recordó entonces que de esa misma manera lo había conocido.
-Si eres razón suficiente para hacerme cambiar Taichi, mi única y hermosa razón- sonrió sin quitar su postura firme, protegiendo a Taichi detrás de sí, quien reaccionó asombrado tras lo que acababa de escuchar.
-Qué lindo- dijo Itachi.
Entonces todo fue muy rápido y en cuestión de un par de segundos o menos: Akira escuchó un gruñido fiero, un tirón en su cuerpo, un disparo y finalmente, una presión caliente en su pecho.
Después hubo silencio.