Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un Paciente Complicado por yaonita

[Reviews - 175]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola ^^
La página web me va fatal, no sé si soy la única, por eso no pude actuaclizar a tiempo :( Pero aquí está el epílogo.
Y con este epílogo llegamos al final de la historia ^^ Por favor tened insulina a mano porque viene cargadito de azúcar XD
Un beso
Yaonita

Epílogo: Cuatro años después.

(Erick)

Estaba temblando de arriba abajo, todo mi cuerpo sudando de los nervios. Rody a mí lado me miraba con una de sus tontas sonrisas, esas que pone cuando sabe que ha conseguido lo que quería.

¿Por qué me dejé engañar para hacer esto?

Era el momento decisivo, sentía un terrible vértigo solo de pensar en el gran salto que íbamos a dar.

- ¿Estás listo? – Me preguntó Rody con una enorme sonrisa – Estan esperando por nosotros.

- No sé si puedo hacerlo – Confesé con voz temblorosa.

- Vamos Erick, llevamos tiempo esperando esto, no podemos tirarnos para atrás ahora – Si que podíamos, y estaba empezando a pensar que preferiría mil veces estar en cualquier otro sitio que donde estaba.

- Rody, es que me da miedo lanzarme al vacio – Insistí.

- Te lanzaras al vacio conmigo, y sabes que jamás te dejaría caer – Rody siempre me decía que nunca me dejaría caer durante la rehabilitación, ahora seguía diciéndomelo para hacerme ver lo mucho que me quería. Y mi corazón saltaba de alegría cada vez que le escuchaba decirme esas palabras.

- ¿Vais a saltar ya o tenemos que empujaros para que llegue nuestro turno? – Preguntó un Tristán impaciente. Del susto casi me caigo. Aún me preguntaba como habíamos llegado a ser amigos de Tristán.

- ¡Ya vamos pesado! – Grité mirándole con cara de enfado.

Estábamos justo en la cornisa de un puente, Rody y yo atados con un arnés y a punto de tirarnos al vacio haciendo puenting.

¿Cómo habíamos llegado aquí, a estar en esta situación?

Fácil, en un momento mío de debilidad, en la cama junto a Rody, y completamente relajados después de hacer el amor. Cuando tenía las defensas más bajas. Rody comento que éramos afortunados, que ambos habíamos pasado por una silla de ruedas y habíamos conseguido volver a caminar, que era algo que muy poca gente conseguía y que debíamos celebrarlo.

Y que mejor manera de celebrarlo según Rody que haciendo un viaje de aventuras, tirarse al vacío en puenting, saltar en paracaídas, e infinidad de cosas más, todas ellas peligrosas y arriesgadas. ¿Cómo acepté? Pues aún me lo estoy preguntando.

Muchas cosas habían pasado en estos años, yo por fin había podido acabar los estudios, ya tenía mi título en psicología, y no solo eso, había conseguido trabajo en una clínica bastante conocida gracias a mis buenas notas. Si, os lo creáis o no, acabé la carrera con buena nota.

Eso también era algo que celebrar según Rody.

Pero sigamos… Muchas cosas habían pasado pero lo que no había cambiado era el amor que sentía por Rody, y el amor que él sentía por mí. A pesar de todo, él seguía aguantándome cosa que no me explico.

Nuestra pandilla de amigos había incrementado considerablemente, ahora éramos amigos de Kiel y Tristán y también habíamos conocido a sus amigos. Aunque no con todos nos veíamos a menudo pero de vez en cuando organizábamos fiestas en las que nos reuníamos, la verdad es que todos eran buena gente.

Debo agradecer enormemente haber conocido a Roberto gracias a Tristán. Me dio un trabajo en el Open Mind, un trabajo por horas, con el que pude ayudar en casa económicamente y no dejar todo el peso sobre Rody. Esto nos ayudó mucho como pareja.

Como iba diciendo, estábamos en nuestro viaje de aventuras para celebrar la vida y la suerte que teníamos de poder caminar. Y lo que en un principio iba a ser un viaje de pareja, acabó siendo un viaje de amigos.

Malditos sean, en cuanto supieron de nuestros planes se apuntaron sin dejarnos rechistar.

No todos pudieron venir, algunos estaban liados con el trabajo, otros ya tenían niños, pero los más juerguistas se apuntaron de inmediato. Pero vamos por partes.

Laura y Hugo se habían casado un año atrás, al final su relación funcionó y ahora estaban muy felices esperando su primer hijo. Laura estaba ya de siete meses, motivo por el cual no habían podido venir.

Jessica lo había dejado con su novio tres años atrás, lo pasó muy mal al principio, pero ahora estaba muy ilusionada con un chico que había conocido unos meses atrás y con el que estaba saliendo. Lamentablemente no pudieron apuntarse al viaje por temas de trabajo, al faltar Rody, Jessica no podía coger vacaciones también.

Speed y Elektra seguían con su circuito, y seguían igual de locos. Tenían un hijo de tres años, que seguramente acabaría estando tan loco como ellos, pero que era una monada. Ellos si se apuntaron al viaje, dejaron al niño con los abuelos ya que se apuntaban a cualquier locura.

Mi hermana Noelia se iba a casar con un chico que había conocido un año atrás, todo había sido muy rápido pero a ella se la veía encantada y para mí eso era suficiente. Además el chico me caía muy bien y se había integrado muy bien a la pandilla. Ambos también se habían apuntado al viaje.

Maite y Germán seguían viviendo juntos pero no se habían casado, Maite no creía en el matrimonio y decía que no le hacían falta papeles para saber que Germán y ella eran el uno para el otro. Siempre supe que mis amigos formaban una estupenda pareja. Por suerte, ambos pudieron encontrar un hueco en sus trabajos y apuntarse también al viaje, los necesitaba a mi lado para que me apoyaran en momentos duros como este en que tenía que tirarme al vacio.

Rody había estado trabajando mucho en la recuperación de Tristán, y el chico muy en el fondo, era una buena persona. A pesar de las pullitas que nos tiraba de vez en cuando, de los piquitos que le daba a mi chico delante de mí para ponerme celoso y de lo caradura que podía llegar a ser muchas veces, se había convertido en un buen amigo. Y su chico Kiel, un santo por aguantarle, también era estupendo. Ellos no dudaron tampoco en apuntarse junto a sus amigos, Toni y Alex. Otros que también se habían hecho un huequito en nuestros corazones.

Roberto y su chico, no se habían podido apuntar por temas de trabajo, y otros chicos de la pandilla tampoco, pero si se apuntaron Marc y Guille, otro para al que conocimos a través de Tristán.

En definitiva, éramos un buen grupo de amigos dispuesto a disfrutar de un viaje de aventura por la paradisiaca y hermosa Tailandia.

- Erick, dame la mano y salta conmigo – Susurró Rody con mucho amor, provocando que una tonta sonrisa se instalara en mi cara.

- No me sueltes – Comenté mientras le cogía la mano.

Había llegado el momento de saltar, no podía echarme atrás y ya llevábamos mucho tiempo haciendo esperar a los demás. Nos miramos fijamente, hablándonos con los ojos, y juntos nos decidimos a saltar al vacío. Rody no soltó mi mano en ningún momento, ni tan siquiera cuando la cuerda que nos sujetaba y nos libraba de estamparnos contra el suelo, se tensó provocando que nos moviéramos como muñecos de trapo a pocos metros del fondo.

Ambos habíamos gritado hasta quedarnos sin voz, ahora, colgando en el aire, recuperándonos del momento de máxima adrenalina nos reíamos como posesos. Una locura más, un momento especial nuevo que contar a nuestros futuros nietos. Una maravillosa y excitante nueva experiencia junto al hombre que amo.

Nunca en mi vida me hubiera imaginado que iba a ser capaz de hacer algo así, Rody conseguía que hiciera cosas que jamás pensé experimentar.

Mientras nos subían de nuevo hasta el puente, Rody y yo nos abrazamos con fuerza, aún recuperando la respiración.

- Ha sido increíble mi niño – Susurró a mi oído.

- Increíble, pero no dejaré que vuelvas a convencerme para hacer una locura así – Protesté aún temblando de la emoción. Tanto Rody como yo sabíamos que eso era mentira, que me tiraría del edificio más alto del mundo si Rody me lo pidiera.

- Pero ya aceptaste tirarte en paracaídas así que esos planes no van a cambiar – Se rió. Y si, efectivamente, otra de las locuras a realizar en ese viaje era tirarse en paracaídas.

Los chicos nos esperaban arriba entre aplausos y sonrisas, los próximos en tirarse iban a ser Tristán y Kiel, Alex y Toni después, en cuarto lugar Guille y Marc, y para finalizar lo harían Speed y Elektra, los demás no se habían atrevido, no estaban lo suficientemente locos.

- Hermanito no pensé que fueras capaz de tirarte – Me recibió mi hermana nada más llegar arriba.

- Tú aún estás a tiempo de hacerlo – Le piqué.

- Ni hablar, yo lo tengo mucho aprecio a mi vida – Resopló teatralmente.

Estuvimos un rato más en el puente, viendo como todos lo que se atrevían iban tirándose y disfrutando de la experiencia. Más tarde fuimos a comer y después de comer nos acercamos a una playa que nos dijeron que era muy bonita. Y en realidad lo era, allí pasamos las últimas horas del día, disfrutando del paisaje, de algún que otro baño y de algún que otro arrumaco entre las parejas.

Cuando llegó la hora de recogerse volvimos a la casa que teníamos alquilada, para ducharnos y luego cenar en el maravilloso porche.

Estábamos en una preciosa casa en primera línea de mar, era una casa muy bonita que además de disponer de todas las habitaciones que necesitamos, tenía un enorme porche con piscina y que daba directamente a la playa. Habíamos decidido alquilar una casa en lugar de ir a un hotel para tener más libertad y privacidad, y desde luego que no nos arrepentíamos. El lugar era maravilloso, y el poder acabar la noche con una cena tranquila con los amigos, en un porche maravilloso, y con la brisa del mar de fondo era un autentico placer.

- Estoy agotado, hoy ha sido un día muy intenso – Suspiró Speed al tiempo que se sentaba junto a su chica.

- Hay que vivir la vida al máximo – Se rió Tristán que hacía lo mismo pero al lado de su chico.

- Y mañana nos espera una bonita excursión – Rody se sentó en uno de los sofás y con su mano me guió para que me sentara entre sus piernas.

Ya habíamos cenado y decidimos tomar una última copa en el porche antes de que cada pareja se recogiera a su habitación, esos momentos eran unos de mis momentos favoritos. Habíamos puesto un poquito de música de fondo y la noche era perfecta, íbamos a disfrutar del momento sin prisas, en un ambiente inmejorable y ya con el estomago lleno.

- Por un momento pensé que Erick se iba a rajar – Se rió Tristán.

- Le temblaban hasta las pestañas del miedo – Se burló Elektra también.

- De eso ni hablar, solo lo hice para hacer el momento más emocionante – Protesté con enfado.

- Mi niño es muy valiente, no os riais de él – Me defendió Rody.

- Tú lo defiendes para no quedarte sin sexo esta noche – Empezó a reírse Maite.

- Como si mi hermano fuera capaz de castigar a Rody sin sexo, es incapaz de resistirse a su tonto mastodonte – Siguió Noelia con la broma.

- ¿En serio? – Intervino Rody con fingida sorpresa – De haberlo sabido me habría ahorrado muchas cosas.

- No me pongas a prueba Rody – Le amenacé.

- Uy, uy, uy, cuidado que hoy duermes en la piscina – Se rió ahora Marc.

- ¿Qué nos hemos perdido? – Preguntó Alex que llegaba junto a Toni después de ir a buscar alguna bebida.

- Estos que no pierden oportunidad de meterse conmigo – Resoplé.

- Es que te pones muy mono cuando te enfadas – Tristán me lanzó un beso al aire y me guiñó un ojo.

- ¿No vas a defenderme? – Le di un “cariñoso” codazo a Rody.

- ¿Por qué? Yo también pienso que estas muy mono cuando te enfadas – Empezó a reírse mi tonto mastodonte.

- Sois lo peor – Me levanté con enfado y me alejé de ellos echando humo por las orejas.

- Erick, Erick – Me llamaba Rody detrás de mí. Yo no le hice caso y seguí corriendo hasta quedar al borde del mar, dejando que el agua mojara mis pies – Mi niño ¿En serio te has enfadado? – Se abrazó a mi cintura por detrás al llegar junto a mí.

- Solo quería tenerte para mí solo – Sonreí al tiempo que me daba la vuelta para besarle – Y castigarles un poquito, ahora se sentirán culpables por pensar que me han enfadado.

- Que malo eres – Sonrió – Pero se lo merecen.

- No sé cómo podemos ser sus amigos – Puse morritos.

- Porque son buena gente – Sonrió de nuevo – Vamos a dar un paseo por la playa – Nos cogimos de la mano y empezamos a caminar por la orilla.

- ¿Recuerdas cuando pisé la arena por primera vez después del accidente? – Comenté mientras paseábamos.

- Como olvidarlo – Sonrió – Ese día me enamoré un poquito más de ti si eso era posible.

- ¿Por qué? – Quería saber.

- Por tu cara – Confesó – Tus ojos brillaron de la emoción, tu cara se iluminó y tu sonrisa era capaz de opacar al mismísimo sol. Entonces me di cuenta de cuánto me quedaba por conocer de ti, y de cómo deseaba hacerlo. Conocerte cada día más, descubrir todo lo que ocultabas en tu interior, conocer al maravilloso hombre que eras debajo de esa fachada.

- Y tantos años después ¿Aún tienes interés en mí? – Mis miedos de que algún día Rody se aburriera de mí seguían ahí.

- Oh, mi niño, puedo asegurarte que cada día me sorprendes con algo – Se paró y me abrazó con fuerza – Y hasta el más mínimo detalle que voy descubriendo, hace que cada día te ame con más fuerza.

- Te amo Rody – Levanté la cabeza para mirarle fijamente.

- Yo también te amo mi niño – Se inclinó para besarme –Y no sabes lo afortunado que me siento por tener tu amor.

No quería que los besos se acabaran así que me colgué de su cuello, me puse de puntitas y devoré su boca con desesperación. Rody rodeaba mi cintura con sus fuertes brazos, yo rozaba mi cuerpo contra el suyo, y de no ser porque estábamos en la playa, donde cualquiera nos podía ver, le habría hecho el amor allí mismo.

Cuando a duras penas nos separamos, seguimos paseando por la playa, sin palabras, simplemente cogidos de nuestras manos y disfrutando del paseo.

Al poco rato volvimos a la casa donde el grupo se había ido dispersando por el porche, cada cual con su pareja.

Daba gusto ver como nuestros amigos se amaban.

Mi hermana Noelia estaba emocionada con Juan su futuro marido, estaban apartados en un rincón del porche, ambos sentados en una de las hamacas de la piscina. No sé de que estarían hablando pero a mi hermana no se le quitaba la sonrisa de la cara.

Speed y Elektra se habían tirado a la piscina con ropa incluida y jugaban a las ahogadillas, mientras unos Guille y Marc divertidos les miraban desde la orilla de la piscina donde ambos se habían sentado muy juntitos.

Pude ver a Maite y Germán sentados a la orilla del mar, Germán abrazaba con mucho amor a mi amiga, supe en ese momento que Maite ya le había dado la noticia. Iban a ser padres en unos meses. Cuando Maite me llamó porque necesitaba un apoyo mientras se hacia la prueba, no dudé en apoyarla, cuando la prueba dio positiva, me alegré mucho por ellos, iban a ser unos padres maravillosos.

Miré entonces hacia Alex y Toni, ambos estaban tumbados muy juntitos en el jardín del porche, deseé que ellos pronto pudieran cumplir su sueño de ser padres también. Alex, gracias al dinero que había heredado un tiempo atrás, estaba haciendo todo lo posible por conseguir adoptar a un niño junto a su esposo. No estaba siendo una tarea sencilla, no era fácil para dos hombres adoptar a un niño, pero con el amor que esos dos se tenían, estaba convencido de que lo conseguirían tarde o temprano.

Y después de ellos muchos otros se animarían, Y Alex prometió ayudar a sus amigos a conseguirlo de llegar a desearlo.

Miré entonces a Kiel y Tristán, llevaban ya un tiempo juntos y aunque ahora estaban tan centrados en sus respectivas carreras que en lo último que pensaban era en tener un hijo, estaba convencido de que no tardarían a ir a por él. Me estremecí al pensar en Tristán como padre. Pero hablando en serio, Tristán estaba en una compañía de baile de las mejores del país, era increíble como bailaba, la sensibilidad que tenía en el escenario me sorprendía muchísimo viendo lo descarado que era. Cada dos por tres tenía que viajar para actuar y Kiel cuando podía le acompañaba, aunque él también estaba liado con su carrera musical, que no le iba nada mal. En definitiva, cuando ambos se asentaran seguro que empezaban a pensar en tener familia.

Y Marc y Guille estaban tan enamorados, que tampoco tardarían mucho.

Miré entonces a Rody que Caminaba a mi lado, aunque habíamos llegado a la casa seguíamos paseando por la orilla. Nunca le pregunté a Rody si él quería familia. ¿La quería?

Yo si quería formar una familia con Rody, aún era demasiado pronto justo había acabado la carrera y empezaría a trabajar ahora, pero en unos años… si, quería tener un niño o una niña que me llamara papi. O lo más importante quería que Rody tuviera un hijo o más conmigo, solo imaginar lo cariñoso que sería Rody con los niños ya se me caía la baba. Iba a ser un padre estupendo y yo quería formar parte de esa familia. Seguramente yo sería el papa malo, el que los reñía y castigaba cuando se portaban mal y Rody el papa que los consentía, estaba convencido de ello pero no me disgustaba la idea. Es más, ya podía imaginarme como les levantaba los castigos a mis espaldas, o como les daba chuches sin que yo les viera, o como les leía un cuento por la noche para que se durmieran, y solo podía sonreír con la imagen.

- Rody ¿Tú quieres formar una familia algún día? – Se me escapó, no quería preguntárselo pero no pude controlar mis pensamientos.

- Estoy deseándolo – Sonrió – Ya te imagino corriendo detrás de un par de niños, riñéndoles por cualquier cosa – Me reí al darme cuenta de que ambos teníamos los mismos pensamientos.

- No soy tan malo – Protesté entre risas.

- Más adelante, cuando estemos preparados – Me rodeó la cintura con su brazo y me acercó a él – Hablaremos con Alex para que nos ayude a adoptar a un niño o una niña da igual, y juntos seremos una familia – Me besó, jugando con mis labios como siempre hacía, demostrándome todo el amor que sentía por mí – Y si todo sale bien, quizás vayamos a por un segundo o un tercero.

- No te embales – Sonreí – Creo que con dos estaríamos más que ocupados.

- Eso ya lo veremos – Se rió. Me levantó con sus fuertes brazos y empezó a dar vueltas sobre sí mismo, haciéndome volar a su alrededor.

- Bájame tonto – Protesté sin poder aguantarme la risa – Nos vamos a caer.

- No nos caeremos – Dijo entre risas y poco después tropezó y ambos fuimos a caer al suelo. Por suerte caímos sobre la arena y no nos hicimos daño – ¿Estás bien? – Preguntó con preocupación.

- Si ¿Y tú? – Me preocupé yo también.

- Perfectamente – Volvió a agarrarme por la cintura para acercarme a él, ahora los dos tumbados en la arena – Mira – Empezó a escribir algo en la húmeda arena.

- “Te amo” – Leí emocionado.

- No me cansaré de decírtelo – Susurró a mi oído.

Volvimos a besarnos, estábamos tumbados sobre la húmeda arena, esta se pegaba a nuestra ropa, pero nos daba igual acabar rebozados, lo único que deseábamos era sentirnos el uno al otro. De no ser porque a la mañana siguiente debíamos levantarnos temprano para una excursión que teníamos programada, no nos hubiera importado quedarnos allí tumbados, comiéndonos a besos y caricias.

El resto del viaje fue igual de alocado, hicimos todo aquello arriesgado que se le ocurría al loco de mi novio y a los locos de mis amigos. Después de la segunda vez en que tuve que jugarme la vida por una de las locuras de mi tonto mastodonte, ya dejo de importarme, si tenía que morir al menos que fuera disfrutando con mi chico. Hubo momentos de mucha adrenalina, y momentos muy románticos, en más de una ocasión pensé que hubiera sido un momento perfecto para pedirme matrimonio.

Que si, lo reconozco, muy en el fondo deseaba que Rody me pidiera matrimonio, no iba a hacerlo yo, esas cosas románticas eran cosa de él. Y en más de una ocasión me sentí defraudado, y algo desilusionado al darme cuenta de que no era la intención de Rody pedirme matrimonio en ese viaje.

Quizás si no se hubieran apuntado los chicos y solo estuviéramos él y yo… malditos acoplados.

La vuelta a casa después del maravilloso viaje fue muy triste, entre que estábamos cansados y que no queríamos que acabara, nadie decía una sola palabra. Habíamos disfrutado muchísimo del viaje y nos prometimos hacer uno cada año todos juntos, y ojala en otro año se pudieran apuntar los que faltaban. Vale sí, que se acoplaran nuestros amigos tampoco estuvo tan mal.

Una vez en el aeropuerto nos despedimos de todos y Maite y Germán nos acompañaron a casa. Durante todo el camino note a una Maite muy sonriente y a un Rody muy nervioso que no paraba de mirar y escribir en el móvil, si fuera mal pensado pensaría que me ocultaban algo, y un poco mal pensado sí que soy.

Cuando nos dejaron en la puerta y nos despedimos de ellos miré a Rody con un interrogación pintada en mi cara.

- ¿Qué pasa? – Preguntó haciéndose el inocente.

- ¿Maite y tú me ocultáis algo? – Pregunté mientras subíamos con las maletas a cuestas.

- Si, tenemos un romance a tus espaldas y no queríamos que lo supieras – Bromeó. O al menos esperaba que fuera una broma – ¿Qué quieres que te ocultemos?

- Espero que sea una broma – Protesté ofendido y sin mirarle.

Cuando llegamos a la puerta de nuestra casa me sorprendió escuchar música dentro y me asusté ¿Y si había entrado alguien mientras estábamos de viaje?

- Rody, escucho música, hay alguien en nuestra casa – Comenté asustado.

- Será música de nuestros vecinos, en casa no hay nadie – Le quitó importancia.

- Que no, que no, que viene de nuestra casa – Insistí.

- La única forma de saberlo es abrir la puerta – Buscó la llave para abrir – Vamos, seguro que no es nada.

Abrió la puerta y me invitó a pasar, aunque yo me quedé quieto en el sitio. Ahora que la puerta estaba abierta no había duda de que la música salía de nuestra casa, y lo que más me sorprendía era la tranquilidad de Rody. ¿Es que no se daba cuenta de que había alguien en nuestra casa?

Le miré asustado y él me sonrió esperando a que entrara yo primero, no entendía nada así que decidí entrar a pesar de todo.

Lo que me encontré nada más entrar no lo habría imaginado en toda mi vida, dejé caer la maleta al suelo y me llevé las manos a la boca con sorpresa para luego mirar a un Rody feliz y emocionado.

El piso estaba completamente iluminado con un montón de velas que le daban una luz preciosa, de fondo sonaba una canción maravillosamente romántica, y una mesa estaba colocada en el centro preparada para una tranquila cena. Pero lo más sorprendente y lo que me dejó con la boca abierta, era ver como una serie de fotografías de Rody y mías se iban proyectando en una de las paredes.

- ¿Qué es esto? – Pregunté completamente sorprendido y casi sin voz – ¿Lo has hecho tú?

- Lo he preparado para ti, aunque he necesitado ayuda – Me dio la mano y me hizo entrar – Mira el video Erick.

Hice lo que me dijo, miré el video completamente emocionado, con la lagrimilla a puntito de salir y sin soltar la mano de mi chico. En el video se podían ver una serie de fotografías en las que salíamos Rody y yo, iban saliendo al ritmo de la música se notaba que estaba completamente estudiado. Fotografías de cuando empezamos, en algunas aún salía con la silla de ruedas, en nuestra primera escapada juntos, en cumpleaños y fiestas varias, vestidos elegantemente o con muy poquita ropa. Entonces empezaron a salir también frases acompañando a las fotografías.

“No olvides que nunca te dejaré caer.”

“Pase lo que pase siempre me tendrás a tu lado.”

“Te amo, incluso con tu mal genio.”

No pude evitar sonreír ante esta última frase y mirar a Rody con diversión. …l estaba mirando el video y de vez en cuando me miraba con una sonrisa, sin soltar nunca mi mano.

“Eres especial y nacimos para estar juntos.”

“Antes de conocerte me sentía vacío.”

“El momento más feliz del día es cuando estoy junto a ti.”

- El mío también – Murmuré.
-
En mi vida había estado tan emocionado, mi tonto mastodonte aún era capaz de sorprenderme. Muchas veces me culpaba por no ser capaz de demostrarle de igual manera lo mucho que lo amaba.

“Podría haberme enamorado de otras personas, pero mi corazón te eligió a ti.”

“Mi vida, mi alma y mi corazón te pertenecen.”

“Es por eso que quiero pedirte una cosa…”

Y el video se fundió en negro, me quedé con la boca abierta preguntándome que era lo que quería pedirme. Le miré con la pregunta escrita en la cara y lo que vi me dejó de piedra.

Rody estaba mirándome con una sonrisa, con una pequeña cajita entre sus manos, en cuanto vio que le miraba, hincó la rodilla al suelo y me lo pidió.

- Erick, siempre he buscado a alguien con quien compartir mi vida, ahora estoy seguro de haber encontrado a esa persona – Yo no podía creerme lo que estaba escuchando, Rody abrió la cajita y pude ver una hermosa alianza de oro blanco – ¿Mi niño, quieres casarte conmigo?

- Claro que si – No dudé en lanzarme sobre él y abrazarle por el cuello para besarle, Rody rodeó mi cintura con posesión. El beso fue maravilloso, nuestros labios se reconocían, nuestras lenguas se saludaban y jugueteaban entre ellas, nuestros cuerpos sentían el calor del otro.

- Deja que te ponga el anillo – Susurró al romper el beso. Yo le alcancé mi mano para que sellara nuestro pacto de matrimonio.

- Yo no tengo anillo que ponerte – Murmuré algo entristecido.

- Tranquilo mi niño, he pensado en eso – Sacó otra cajita igual a la anterior y me la dio – Haz los honores.

- Siempre piensas en todo – Sonreí al tiempo que cogía la cajita y le ponía el anillo sin dejar de mirarle con una enorme sonrisa en la cara – Ahora ya no tienes escapatoria, eres mío.

- Desde que te conocí he sido tuyo – Mi corazón saltó de alegría al escucharle.

En dos días no salimos de casa, estuvimos celebrando nuestro compromiso como es debido. Nuestros amigos no dejaban de llamar o enviar mensajes para preguntar cómo había ido todo. Los muy granujas sabían de los planes de Rody pero me lo habían ocultado y Laura había ayudado a prepararlo todo para cuando llegáramos.

Echando la vista a tras, todo lo que había sufrido había valido la pena para estar ahora con un hombre tan maravilloso como Rody. Aunque tuve momentos muy difíciles, perdí a una persona muy importante para mí por culpa de nuestra juventud e inconsciencia, ahora había conseguido encauzar mi vida. Y todo gracias a un hombre maravilloso que había caído del cielo para ayudarme a salir del pozo en el que me había metido.

Rody era lo mejor que me había pasado, gracias a él tenía ganas de vivir, él había conseguido que tuviera ganas de formar una familia, algo impensable años atrás.

Y ahora un gran futuro se abría paso ante mí, iba a hacer lo posible por no estropearlo, por darle a Rody todo lo que se merecía. Aunque conociéndome, algún que otro día tendría que aguantar mi mal humor, no soy perfecto y tengo mis días malos. Pero lo bueno de Rody era que sabía sobrellevar esos momentos de la mejor manera posible, haciéndome reír y demostrándome todo el amor que sentía por mí.

“Te amo Rody” pensé mientras me abrazaba con fuerza a Rody, ambos tumbados en la cama después de haber hecho el amor.

- Te amo mi niño – Dijo él como leyendo mis pensamientos.
-
Y supe que nunca me dejaría, que me amaría y me haría feliz, que era la persona destinada a estar conmigo.

Y sonreí feliz de haberle encontrado.

FIN
Notas finales:

Siempre siento algo extraño cuando acabo una historia :( Y con esta he tenido sentimientos encontrados en muchas ocasiones.
Espero que los lectores que me hayan acompañado a lo largo de toda la historia hayan disfrutado hasta el final de ella ^^
Debo confesar que he pasado momentos de inseguridad, indecisión, colapso, falta de inspiración y un millón de cosas más mientras escribía esta historia.
Porque, como siempre digo, los comentarios te animan a seguir escribiendo con ganas y hacen que la inspiración fluya con facilidad. Pero al mismo tiempo, ver como poco a poco desaparecen, como lectores habituales dejan de serlo, te crea una gran inseguridad que provoca que no sepas por donde tirar con la historia, que te hagan dudar de si seguir por el camino que tenías marcado o darle un giro radical al argumento, y eso me ha pasado.
Cuando empecé a escribir la historia quería que fuese algo sencillo, solo dos personajes principales y centrarme exclusivamente en ellos, es agotador contralar a muchos personajes. Por eso me centré en Erick y Rody, aunque al final acabé introduciendo aunque de manera superficial a algún otro personaje. Estoy orgullosa de mis personajes y creo que he conseguido mantener la esencia de lo que quería contar desde un principio, aunque haya tenido mis dudas.
Solo quiero agradecer enormemente a todas esas personitas que me han estado acompañando, y que me han dejado un mensaje siempre que han podido ^^ Sin vosotros no soy nada ^^ En este último capítulo los reviews fueron de LUCI, sophiemx y Ana ^^ Muchas gracias ^^ Pero también gracias a todos aquellos que hayan dedicado un poquito de su tiempo, en algún momento de la historia, para hacerme saber su opinión ^^
Esta historia ha acabado y no sé si volveré a escribir otra, tengo una en mente pero no me siento con fuerzas, ni tiempo, para escribirla ahora :( Asique posiblemente me dediqué a escribirla pero sin prisas y quizás la publiqué cuando la acabe o la tenga muy avanzada… no lo sé.
De volver a publicar en algún momento, que conociéndome será que sí, eso sí, no antes de septiembre ;) me gustaría volver a saber de todos vosotros ^^ Porque sin duda sois quienes me alientan a seguir creando, en la medida de mis posibilidades, y compartir mis creaciones ^^
Una vez más… Muchas gracias ^^
Un beso
Yaonita


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).