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Stupid youth. por LynValo

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Notas del capitulo:

Comienza el fin de semana abierto. ¿Bucky lo aprovechará?

Advertencias:
*Capítulo muy largo D:
*TRÍO hombre/hombre/hombre.

Le daban unas ganas inmensas de seguir a Bucky, espiarle y averiguar con quién aprovecharía ese fin de semana abierto. Oh, joder, bendita Natasha. ¡Qué buena novia! Es lo único que podía pensar Steve. Es cierto que seguro a muchísimas parejas jamás les gustaría tal idea, incluso pensó si a él mismo llegase a gustarle si algún día una de sus parejas le pide lo mismo, aunque también dependería de quién fuese su novia de ese momento. Además, eso no significaba una catástrofe ni el fin del mundo porque, aunque Natasha y James llevasen con buenas intenciones su relación, tampoco era como si planeasen casarse o si ya fuesen esposos. De alguna manera se sienten libres, son jóvenes, guapísimos, encantadores, así que ¿por qué no?

 

—Tony — llamó su atención moviéndole con un brazo para que el castaño se incorporara.

—¿Qué?

—Natasha y Bucky están en un fin de semana abierto — contó el chisme. Los ojos grandes de Tony se abrieron aún más.

—… ¿Por eso Natasha estaba con María…? — Steve le asintió con una gran sonrisa maliciosa — ¡Oh, Buda! Ahora vuelvo, tengo que ir a ver eso. ¡Qué sexy! — estaba por echarse a correr pero el rubio le tomó del brazo todavía reteniéndole.

—Ni te emociones, enano, que pusieron unas cuantas reglas.

—¿Cuáles?

—No puedes participar con ellas porque Nat sólo se podrá involucrar con mujeres y Bucky sólo con hombres.

—Pero yo sólo quiero verlas y nad… ¿Bucky sólo con hombres? — también pareció sorprendido e ¿interesado?

—Eso me dijo — se encogió de hombros.

—¿Y él con quién irá? — sonrió con malicia.

—Dice que no tiene nadie en mente, pero que sí piensa aprovechar en definitiva. ¿Estás interesado?

—¿Qué? No… — desvió la mirada. Steve hizo una mueca.

—¿Ah, no? Porque después de todo ya te has acostado con él, incluso en un trío.

—Cállate que tú también de seguro te has acostado con él y sólo lo niegas — se miraron con el ceño levemente fruncido.

—Nunca lo he hecho con él — aseguró.

—Sí, no te creo nada — frunció los labios en un leve puchero y se cruzó de brazos.

—Es verdad.

—Se lo preguntaré a él — amenazó.

—Te dirá lo mismo — sonrió.

—Hum…, lo tienen bien ensayado, ¿verdad? — le miró con ojos entrecerrados. Steve rió levemente.

—No sé por qué es tan difícil de creer para ti.

—Siempre están juntos.

—¿Te has acostado con Loki o Bruce? — ahora atacó él.

—No que recuerde — ambos rieron.

 

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Cuando al fin salió del edificio caminó un momento con toda tranquilidad, luego se detuvo en uno de los jardines, se recargó en uno de los árboles y encendió un cigarrillo. Bucky miraba a cada persona que pasaba cerca de él, algunos le sonreían, la mayoría le ignoraba y unos cuántos le saludaba de paso. Y él continuaba pensando. Le encantaba Natasha, la quería un montón, así que no era como si su interés hubiese estado puesto también en otra persona.  Ok, no estaban buscando nueva pareja, así que no es como si buscase más que atracción ese fin de semana. Sólo necesitaba las ganas de divertirse. ¿Pero con quién? No forzaría nada. Bucky iría a la fiesta de esa noche en la escuela (ya que Natasha le había dicho que ella saldría para que él si quería estuviese con libertad por ahí), y si se topaba con alguien que captase su atención pues sería bienvenido, si no, tampoco importaba. El problema es que ya se lo contó a Steve, y probablemente el resto de sus amigos tendría que enterarse para evitar malentendidos, y conociéndoles estarían sobre de él alentándole a cogerse a medio colegio o llevándolo a bares gay. Sería un fastidio, pero seguro que también divertido. 

Oh, rayos. De verdad esperaba que fuese divertido, sino se quedaría con la sensación de que eso fue una mala idea. ¿Y si ya no sabía cómo coquetear porque el tener novia le hizo torpe en esas cosas? Bueno, ya estaba pensando cosas ridículas y había acordado a sí mismo no presionar y dejar fluir la situación, ¿no? Bien.

 

—Hey Bucky, ¿te ha pasado algo, amigo? — James levantó la vista cuando escuchó aquello. Justo terminó su cigarrillo y le permitió sonreír al chico delante de él.

—Sam — intentó lucir lo más relajado posible, ¿por qué la situación le ponía así? Con eso de comenzar a buscar opciones seguro cualquier tipo que se le acercara le causaría un poco de conflicto aunque no lo quisiera —. Todo bien, ¿por qué?

—Solitario y fumando, parecías pensar.

—Sí, eso hacía y me interrumpiste — le reclamó no muy en serio.

—Hombre, lo siento si era algo importante. ¿Puedo ayudarte con algo? — Sam le miraba curioso y sólo le hizo saber a Bucky que de verdad se notaba extraño.

—No. Es decir…, no es nada importante, pero… — carajo, ¿contarle o no contarle? Estaba casi seguro de que Sam no sería de los que le arrastrarían a un bar gay, porque a Wilson sólo le gustaban las chicas (eso suponía), pero era muy probable que de cualquier forma le alentaría a cogerse a medio colegio.

—Si no me quieres contar está bien — le dio una leve palmadita en el hombro — ¿pero estás seguro de que no hay nada malo?

—Seguro — se relajó un poco más — ¿Qué estabas haciendo?

—Iba rumbo al gimnasio. Un poco de ejercicio antes de destruirme en la fiesta de esta noche — confesó con descaro y haciendo una mueca divertida — ¿Qué tal si vienes? Ya sabes, despejar un poco tu mente mientras te ejercitas.

—Parece una buena opción.

 

—————————

 

Mientras que Bucky continuaba conversando con Sam, entre los arbustos de ese jardín se encontraban Tony y Steve desde hace varios minutos. Habían salido a buscar con morbo a James para saber cuál sería su movimiento, y fue fácil encontrarlo. Como buenos tarados decidieron a espiarle un rato. Y aunque lo vieron pensativo no desistieron, pues era claro que pensaba respecto a su fin de semana abierto. Y aunque también pensaron en espiar a Natasha, lo reconsideraron al recordar que de ser descubiertos la pelirroja los mataría.

 

—Apuesto a que ya le está diciendo a Sam que se vayan a revolcar — murmuró Tony, como si no llamaran la atención. Quizá estaban fuera de la vista de Bucky, pero un montón de personas más les podían ver.

—¡Mi Bucky! ¡Mi Sam! — dramatizó Steve.

—Oh sí, se irán a tener sexo salvaje y no te invitarán. Muajajajaja — le siguió el juego.

—¡Por mí se conocieron! Malagradecidos — Tony comenzó a reír tras el drama torpemente exagerado de Rogers, pero su risa fue sustituida por un gemido de sorpresa.

—¡Steve, se están yendo juntos! — señaló sorprendido.

—¿Qué? Oh Dios — observó que era cierto — Siempre creí que Sam era hetero, ya sabes, lo insinuaba y le pregunté y… y me engañó…

—¡Ajá! No sólo ocultas lo tuyo con Bucky, sino que también te has tirado a Sam. Eres un puto, Rogers.

—¡Que eso no es cierto!

—Como sea — comenzaron a caminar tras ellos, a una distancia muy prudente — Sabes, no me molestaría si me invitaran a unirme.

—Si quieres ir con ellos sólo ve y diles — Steve se detuvo, sin quererlo su voz sonó un poco molesta.

—Sólo bromeo — ni siquiera supo porque intentó justificarse — Es decir, míralos, ambos son atractivos y están buenos y… ¡Vamos Steve! ¿Qué dices tú? ¿Te unirías a ellos?

—Joder, ¡que son mis amigos!

—Yo también, ¿no?

—Pero… ¡agh! — quería golpearlo por molestarle — Ellos son como hermanos.

—Ajá, Loki y Thor también lo eran y ya ves lo que pasó. Búscate otra excusa creíble.

—No me gustan.

—¡Qué! ¿Les llamas feos a tus mejores amigos? — señaló Tony, aunque Bucky y Sam ya iban muy lejos como para hacer referencia.

—¡No! Claro que son muy atractivos y… — se detuvo cuando notó la sonrisa maliciosa en Tony — ¿Por qué te empeñas en ese tema, Tony?

—No es mi culpa, veo chicos atractivos que son muy unidos y mi mente comienza a trabajar — se encogió de hombros inocentemente.

—Y hablando de eso… ya se fueron — Steve suspiró cansado cuando se percató de que ya no tenían a la vista a sus amigos.

—Bah, es mejor dejarlos sino le arruinaremos el momento a Bucky y seguro no nos lo perdonará.

—Pero sigo sin creer que Sam también batea para el otro equipo.

—Ya lo superarás, Steve. Incluso hasta puede que le saques provecho

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Dos malditas semanas sin hablarse ni verse con Clint, por lo que Bruce consideraba que ya había sido tiempo suficiente para que a su novio se le haya pasado el berrinche tan tonto.

Los exámenes concluyeron y era hora de verse, conversar cómo le fue en las asesorías y en las pruebas. Salir juntos y volver a estar como antes. Pero Barton todavía no había ido a buscarle, ni siquiera le había mandado un mensaje de texto.

Por un momento, al pensar en ello, Bruce entró en pánico al considerar la opción de que tal vez Clint ya había mandado al diablo la relación, y sin darle bien la cara.

Sintió un estrujamiento en su pecho. Él no quería terminar, amaba a Clint.

Casi corrió hasta el dormitorio de Clint deseando que todo siguiese normal y que sólo a haya olvidado hablarle con lo distraído que puede llegar a ser.

 

—¡Hey Bruce! — Thor le recibió en ese dormitorio con una gran sonrisa.

—Hola. ¿Está Clint? — no hubo necesidad de que le respondieran, pues se escuchó la risa de Barton desde dentro de la habitación.

—Pasa — abrió la puerta por completo para que pasara — Clint, aquí está Bruce.

—Sí, un momento — respondió Clint. Estaba sentado en su cama hablando por su teléfono y todavía riendo y diciendo algunas tonterías — Eres un completo estúpido… De acuerdo… ahora nos vemos — Cortó la llamada y ya giró a mirar a Bruce.

—Hola — Bruce trató que su sonrisa saliese normal y no angustiada ante seguir sintiendo distante a su novio.

—Hola.

—¿Cómo estás? ¿Cómo te fue en los exámenes?

—Bien — se encogió de hombros, despreocupado. Al notar que Clint no haría nada, fue que Bruce se acercó hasta él y le dejó un suave beso en los labios. Fue correspondido, aunque sin ningún entusiasmo característico de Clint.

—… Ya terminó el estrés…

—Sí, por eso iremos de inmediato por unas cervezas, ¿no es así, Thor? — volvió a ser sonriente.

—Unas muy merecidas cervezas — exclamó Thor igual de entusiasmado.

—Ya vamos, que Frandal nos espera en el estacionamiento — se levantó de la cama, sólo tomando su billetera — ¿Vienes?

—¿Seguro? — se moría de ganas de ir, sólo por volver a pasar el tiempo con su novio, pero parecía más como una salida de amigos a la que él no habría sido invitado de no haber aparecido de pronto. Clint sólo se encogió de hombros.

—Vamos Bruce — también Thor le animó.

—De acuerdo.

 

Se fue con ellos y en todo el camino hasta el estacionamiento, Clint se la pasó conversando tonterías con Thor. Ambos reían y, mientras Thor intentaba incluirlo a su charla, Clint parecía que lo que ignoraba. Tampoco lo había tomado de la mano. No se le pasaba eso desapercibido.

Frandal ya estaba esperándolos junto con Volstagg, y antes de meterse al auto discutieron su plan: sólo irían a un bar cercano a tomar unas cuantas cervezas y se regresarían para asistir a la fiesta que habían acordado junto con el resto del clan bobo.

Estando en el bar Bruce se seguía sintiendo excluido, aunque no era del todo cierto, ya que los chicos le hablaban tan naturalmente como siempre, pero Clint seguía prácticamente ignorándole. Estaban sentados uno al lado del otro, cruzaban directamente unas cuantas palabras, Clint no rehuía a su tacto cuando Bruce se animaba a tomarle la mano, o a recargarse más en él, pero igual éste no hacía nada. Hasta que Bruce también intento ignorar esa situación, pues todos los demás reían y parecían pasarla bien, y no quería que arruinarles el momento con algún gesto de incomodidad o enfado.

 

—Por cierto… — intervino Frandal — ¿ya se enteraron de la última noticia entre nuestros amigos?

—¿Qué noticia?

—¿Entre quiénes?

—James y Natasha están en un fin de semana abierto — contó con una sonrisa maliciosa.

—¿Es en serio? — cuestionó divertido Clint.

—Es verdad.

—¿Cómo lo supiste? — ahora preguntó Thor. Todavía no estaban seguros en creerle a Frandal.

—Natasha le dijo a Sif y ella me dijo a mí. Y ahora les digo porque Nat quiere que se enteren para que no haya malentendidos.

—Interesante — exclamó Volstagg

—¿No es raro? — Thor seguía extrañado.

—Ya sé qué piensas, pero no es infidelidad. Ambos se dieron permiso — explicó Frandal.

—Siempre que sea un acuerdo todo está bien. De hecho me parece algo maduro. — Opinó Volstagg.

—Es una buena medida para evitar infidelidades y hace que la relación no se torne aburrida.

—Pues bien por ellos — sonrió Clint — Supongo que tendremos que estar pendientes de que Bucky haga valer éste fin de semana.

—Por supuesto.

 

Rieron un poco y luego comenzaron a nombrar posibles conquistas para Bucky, luego para Natasha. Mientras tanto Bruce volvía a quedar en silencio y queriendo evitar de nuevo el pánico, ya que veía lo divertido que le parecía aquella situación a Clint, además de haber escuchado los comentarios de Frandal y Volstagg.

¿… Y si Clint ya se estaba aburriendo de él…?

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Vamos, unas cuantas más, Sam — Le animaba Bucky mientras Sam estaba en un aparato para levantar peso.

—¡Mierda! — soltó todo, estaba exhausto. Se dejó caer en el suelo —No puedo creer que no hice las mismas que tú — se quejó, respiraba agitadamente. Bucky se puso en cuclillas a un costado de él.

—Tal vez si trabajaras tu fuerza en brazos y espalda de la misma forma en que trabajas tu trasero, serías tan fuerte como yo.

—¿Qué? — Sam le miró ofendido. Bucky sólo se guardaba su risa — ¿De qué hablas? ¿Qué tiene mi trasero?

—Es… ya sabes, grande— hacía ademanes con las manos sólo para molestarle más — Seguro que lo trabajas mucho para tenerlo así.

—¿Qué diablos pasa contigo, Barnes? — le empujó un hombro, aunque no provocó nada al haberse quedado sin energía. Bucky por fin comenzó a reír — ¿Tienes envidia? ¿Eso es lo que pasa? Pues te informo que ni siquiera le pongo trabajo extra.

—¿En serio? Seguro serías la envidia de Jennifer Lopez y Beyoncé.

—Olvídate de mi trasero y ayúdame a levantarme. Estoy muerto.

 

Ayudó a Sam, aunque siguió riendo un poco más por la mirada asesina que de pronto le dirigía. Ambos fueron a las duchas del gimnasio ya sin hablar de nada en particular. Pero en cuanto iban saliendo, Sam trajo el tema de la fiesta y Bucky volvió a recordar su situación con ansiedad.

 

—Sam… — interrumpió lo que en ese momento su amigo decía —Estoy en un fin de semana abierto.

—¿Bromeas? — le miró son ojos sorprendidos.

—Es cierto y para ser sincero, estoy nervioso.

—¿Por qué?

—Temo que los tarados vayan a estar más entusiasmados que yo por esto y me arruinen la noche.

—Lo más probable es que ya te hayan buscado algunas parejas, es cierto, pero ya sabes que al final todos nos ponemos ebrios y se nos olvida el resto porque nos metemos en nuestros propios asuntos. Al final dejarán de preocuparse con quién te acuestes y sólo se interesarán a quién se llevan ellos a la cama. Tranquilo — le regaló una suave sonrisa junto con un apretón de hombro.

—Sí, supongo que eso va a pasar — correspondió a la sonrisa.

—Muy bien — Sam iba a seguir como si nada, cuando de pronto frenó su paso y le miró espantado — Espera.

—¿Qué pasa?

—¿Por eso aquellos comentarios de mi trasero? — Bucky no parecía si reír o igual espantarse ante la cara de pánico de Wilson.

—Simplemente fue una observación. Sé que eres exclusivo de las chicas, así que deja de verme como si fuera un pervertido.

—Siempre he creído que eres un pervertido, independientemente de esto, así que no sé con qué cara mirarte exactamente.

—Idiota.

 

Ambos comenzaron a reír tan despreocupadamente como antes y continuaron caminando juntos de vuelta a los dormitorios.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

La noche había llegado y los chicos ya estaban casi listos para ir a la fiesta. Bucky todavía estaba solo en el dormitorio después de que Steve se haya salido de compras antes de la fiesta. Ajá, compras, pero de lubricante y condones. James soltó una risita frente al espejo en el que se miraba al recordar como Steve le había dicho que también le traería a él una dotación de lubricante y condones para que no usara de pretexto decir que no tenía y así no acostarse con nadie. No supo si mandarlo al carajo o darle las gracias.

Pasó sus dedos entre su cabello para peinarlo y se dio un último vistazo frente al espejo. ¿Se vería mal si pareciera que se arregló especialmente para esa noche? Aunque en realidad estaba con su mismo estilo de siempre, sólo su insistencia al mirarse al espejo era nueva. El nerviosismo quizá.

Su móvil comenzó a sonar. Era un mensaje de Natasha donde decía: “Diviértete. Recuerda: todo sin culpa. Te quiero”. James suspiró y sólo le respondió con un Te quiero. En ese momento la puerta del dormitorio se abrió, anunciando que Steve había vuelto.

 

—Ok, aquí tienes — le lanzó una caja de condones y tres botellitas de lubricante que serían capaces de entrar en su bolsillo sin hacer un bulto enorme — No sé de qué marca usas, así traje de los que a mí me gustan. Si quieres de sabores, creo que tengo unos cuantos. Déjame buscar…

—Steve, no es mi primera vez. También tengo unos guardados — le frenó divertido — Pero gracias.

—Bien, ¿entonces estás listo? — le cuestionó al cruzarse de brazos y se permitió mirarle de pies a cabeza un par de veces.

—Eso creo.

—Te vez bien — le guiñó un ojo y volvió a abrir la puerta — Vamos, quedé de pasar por Tony.

 

Rápidamente metió unos cuantos condones a su billetera y una botellita de lubricante en su bolsillo. Siguió a Steve y en unos momentos ya estaba caminando también junto a Tony y Loki. Un minuto más tarde ya estaba rodeado por el resto de sus bobos amigos y otros chicos en la fiesta.

Sam puso una botella de cerveza en su mano y le sonrió relajado. Comenzó a darle traguitos pequeños a la cerveza. Después de unos veinte minutos, probablemente, Tony era el que se acercaba a él, le mostraba discretamente una bolsita diminuta con polvo blanco en su interior y le decía que por si quería relajarse. Dedicándole un guiño volvía a lo suyo. Clint también se posó a su lado en un momento, para señalarle varios chicos que le parecía que lo veían de una forma nada discreta. Después de él llegó Steve para entregarle otra botella de cerveza, diciéndole que se relajara, bailara un poco, viera los alrededores y decidiera qué hacer. Loki también se acercó, sólo para decirle que era una excelente oportunidad y no podía creer que él no la estuviese aprovechando. Darcy le sugirió moverse a un bar gay, aunque después dejando su propuesta para mañana.

Y así pasó las primeras horas en la fiesta; casi sin moverse y sin beber, escuchando todas las sugerencias que le decían cada uno de sus amigos. Maria y Sif no estaban, seguramente habían acompañado a Natasha para darle consejos parecidos, sólo que él tenía que soportar a la mayoría de los pervertidos a los que llama amigos.

 

—Bucky, vamos al sanitario — Tony le jaló de la mano y él se dejó guiar.

 

De un gran trago se bebió lo último que le quedaba a su botella de cerveza. ¿Cuántas llevaba? No lo sabía, pero apenas habían sido las suficientes para hacerlo sentir relajado, más no mareado ni mucho menos ebrio. Dejó en una mesa la botella antes de entrar al sanitario con Tony. Seguramente Stark sólo quería hablar con él respecto a que se ya se cogiera a alguien, lo conocía. Fue por ello que le sorprendió cuando Tony siguió guiándolo hasta que ambos estuvieron encerrados en un cubículo.

 

—Sostén esto, necesito ayuda — sin embargo, sólo le tendió su móvil y Bucky hizo caso, lo sostuvo. Después ya entendió, pues Tony sacó su bolsita de cocaína e hizo una línea a lo largo de la pantalla del móvil. Tras enrollar un billete inhaló el polvo y miró sonriente a Bucky — ¿Ya quieres?

—Sí, supongo que sería bueno — accedió. Otra línea fue hecha y ahora Tony sostuvo el móvil para ayudar a Bucky.

—¿Estás nervioso? — le cuestionó en cuanto Bucky elevó la cabeza tras haber inhalado. Éste sólo le negó con la cabeza — No dejes que los idiotas te presionen a hacerlo.

—No es eso, Tony — soltó una risita al confesarle — Es sólo que dejaré a ver si pasa. Sí he estado mirando, pero no he encontrado a nadie. Además, primero converso y ya se verá. No soy tan rápido como los demás.

—Ok, te creo — le sonrió — ¿Quieres un poco más?

—Por ahora así estoy bien.

—Entonces regresemos.

 

Volvieron con el clan bobo, tomaron otra botella de cerveza y Bucky decidió que era momento de ir a dar una vuelta solo por la fiesta. Se alejó mientras Steve y Tony le hacían una señal de ánimo levantando sus pulgares. Eran tan bobos.

Un grupo de chicos le invitó a unirse a su charla, pues entre ellos había tres chicos del equipo de futbol y se llevaban muy bien. Rio un rato con ellos, pero nadie le interesó ni ninguno de ellos parecía interesado en él tampoco, así que después de unos minutos se alejó.

Así estuvo, moviéndose de un lado a otro. Conoció a tres chicos nuevos, con los que bailó y besó a uno. Sólo que no sintió las ganas de llevárselo a la cama. Faltaba algo… quizá una coquetería más descarada.

De acuerdo, esto comenzaba a tornarse aburrido en lugar de divertido, por lo que regresó junto a sus amigos.

 

—Maldita sea, Bucky, ¿quieres por favor ya cogerte a alguien? — expresó Clint, sin creerse que James haya regresado con ellos todo resignado.

—No me voy a acostar con alguien nada más porque sí. En serio no he encontrado a alguien que me ponga — se quejó.

—¡Ja! Qué exigente te pones — se burló Frandal.

—No me como lo que sea con que tenga hoyo, al contrario que tú.

—Oh por Lucifer, no comiencen a pelear por ésta pendejada, por favor — pidió Loki con fastidio.

—Vamos Bucky — Steve le llamó, jalándole del brazo al ver que en verdad podría comenzar a molestarse.

 

Bucky casi gruñó con molestia antes de girarse y dejarse conducir por Steve, el cual lo llevó hasta fuera de la fiesta. Ambos suspiraron con cansancio y Bucky pensó que su amigo le diría algo como que tenía que relajarse o una basura así como si él tenga la culpa de que todos estén al pendientes de con quien se acuesta.

 

—Realmente esto está resultando una mierda — Steve comenzó a decir y Bucky le miró interrogante — Me refiero a la fiesta. No es tan buena y ellos te están molestando.

—Realmente quería divertirme, Steve. Pero sí, esto me está aburriendo.

—Hey, ¿están bien? — Tony se acercaba a ellos.

—Sí, descuida — le respondió Bucky con una suave sonrisa para no preocuparle — Sólo ya me voy.

—Oh Buck, no. No regreses solo al dormitorio.

—Hombre, tampoco puedo salir a los bares que hay alrededor, ¿qué tal si de casualidad me encuentro con Nat? Todo se arruinaría más.

—Pero tampoco esto tiene que terminar desagradable — opinó Tony — Vamos por alcohol y seguimos tomando en el dormitorio. Sólo nosotros, sin el resto de los tarados para que te dejen en paz.

—Eso me agrada.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Maldita sea, ¿por qué continuaba sintiéndose tan mal? Por supuesto, porque Clint continuaba siendo tan distante. Es decir, ya le hablaba un poco más, le sonreía y habían compartido varios besos en lo que iba de la fiesta, pero seguía sin ser Clint, ¿ajá? Faltaba esa chispa, la insistencia de siempre querer tocarlo y no le estaba mirando con los mismos ojos de torpe enamorado de siempre. Bruce suspiró con cansancio cuando Clint se alejó de él diciéndole que en seguida volvía, que sólo iría al sanitario.

 

—Las cosas no andan bien, ¿eh, Bruce? — le preguntó Loki discretamente.

—No. Y no sé qué pasa. Yo… — volvió a suspirar con un mueca de angustia.

—¿No has hablado con él?

—No sé qué decirle. Creo que sigue molesto por esa tontería y me parecería torpe hablar de ello. ¿Qué le diré? ¿Qué me parece infantil, que lo olvide y vuelva a ser como antes? También tengo miedo… No quiero terminar. ¿Y si él sí?

—Escucha, si no quieres hablar vas a tener qué hacer otra cosa — Loki le miró con una chispa de perversión para que Bruce pudiera captar la indirecta — Algo muy bueno para que se le pase el berrinche.

—¿Hablas de…?

—A todos nos gusta el sexo, y el sexo de reconciliación es muy bueno — Sonrió cómplice — Dale una buena noche y seguro se le pasa.

 

Loki le sonrió con seguridad, Bruce sólo le asintió. Dio un par de tragos largos a su bebida y cuando Clint volvió le sonrió con coquetería. El sexo parecía buena opción, además por supuesto que Bruce también lo quería. Dos semanas sin haber tenido contacto ya le hacía extrañarlo mucho, así que si eso funcionaba a traer de vuelta al antiguo Clint, qué mejor. Bien, hora de irse de la fiesta.

 

—Clint, ¿me acompañas a mi dormitorio? — le dio una sonrisa suave, tomándole de la mano.

—¿Ya te aburriste? — le preguntó, pero Bruce sólo le hizo una mueca insinuante para darle una idea de lo que estaba pensando.

 

Y así salieron de ahí. El camino al dormitorio fue incómodo por el puto silencio que se mantenía, así que Bruce tenía mucho trabajo qué hacer. Por ello, en cuanto estuvieron dentro de la habitación, Bruce lo condujo hasta la cama, ambos se acostaron y él comenzó a besarlo.

Primero fue un beso suave, el cual Clint le correspondía, pero en cuanto sintió que quería separarse, Bruce se colocó a horcajadas sobre sus caderas y reanudó un beso más rudo. Clint continuó correspondiendo y después de unos segundos Bruce sintió cómo ya tomaba sus caderas, apretando sus manos cada vez más fuerte.

Comenzó la fricción moviendo la cadera, sin dejar de besarle. Escuchó el primer gemido de Bruce y sonrió. Podría funcionar. Así que continuó, porque estaba seguro que todo el trabajo sería hecho por él. Sus besos bajaron al cuello, sus manos se escabulleron bajo la camiseta de Clint y comenzó a jalarla hasta que estuvo fuera. Ahora los besos iban dejando rastro por el pecho a la vez que comenzaba a desabrochar los pantalones. En cuanto pudo, bajó los pantalones junto con la ropa interior, sólo lo suficiente para que la erección de Clint estuviese fuera y se la metió a la boca.

 

—Oh joder… — exclamó Clint, hondeando levemente la cadera mientras Bruce tenía su pene en la boca — Sí…, sí, así.

 

No pasó mucho para que sintiera cómo Barton le tomaba desesperadamente del cabello, gemía más alto y soltaba algunas maldiciones. Ok, era buena señal de Bruce lo estaba llevando bien, pero falta más.

Retiró su boca de su labor y se limpió rápidamente la saliva con el dorso de la mano. Miró lo agitado que ya estaba Clint y le sonrió, luego se puso de pie para sacar del cajón de la cómoda el lubricante y un condón, y para deshacerse de sus prendas inferiores. Clint le imitó y volvió a subirse a la cama. Clint completamente desnudo y Bruce desnudo sólo de la cintura para abajo.

Bruce mojó sus dedos con el lubricante, se inclinó para besar a Clint y con calma llevó su mano a su trasero para él mismo prepararse. Cuando tuvo dentro de su culo dos dedos se le escapó un gemido en el beso, por lo que Clint se retiró sólo para observar qué pasaba, lo miró preparándose a sí mismo y le sonrió antes de volver a besarse.

Un momento más y ahora con tres dedos abriéndole, Clint le empujaba los muslos para que los abriera y volver a tenerlo a horcajadas. Bruce entendió, así que terminó de preparase, él mismo colocó el condón en la erección de Clint y se fue penetrando poco a poco.

El vaivén comenzó hasta que se sintió listo, fue al ritmo de Bruce, pues era el que seguía haciendo todo, Clint sólo le tomaba de la cadera, pero sin ejercer ningún ritmo. Fue lento y suave al principio, luego un poco más duro, hasta que también fue rápido.

Los gemidos eran sonoros y la cama también hacía ruido, pero ahora mismo eso no le importaba a Bruce. Se inclinó a besar a Clint, éste correspondió, incluso sintió que ya también había comenzado a mover la cadera. Bruce llevó su mano a masturbarse y en un momento Clint la reemplazaba por la suya.

Continuó moviéndose, gimió más alto cuando la mano que le masturbaba fue más precisa en su tacto. Miró a Clint morderse los labios con fuerza y cerrar los párpados, entonces ambos ya no aguantaron más y terminaron casi a la vez.

Por un momento todo lo que se escuchaba eran las respiraciones agitadas. Bruce se inclinó de nuevo para besarle tiernamente, le susurró un te quiero, Clint le respondió con un yo también te quiero. Pero después de empujó suavemente para que Bruce se hiciera a un lado.

Banner se acostó a su lado, Clint se deshizo del condón y volvió a acostarse, pero tomó su móvil casi inmediatamente y comenzó a perder el tiempo ahí, ya sin hacerle ningún comentario, sin mirarle, sin abrazarle. Nada.

Bruce sintió que un nudo comenzaba a hacerse en su garganta y sólo le dio la espalda. Esto estaba… jodiéndolo.

 

*~~*~~*~~*~~*

 

Yo nunca nunca... he sido golpeado en la cara por una chica que intentaba conquistar — dijo Bucky, los tres se rieron y tanto Tony como Steve bebieron de su trago.

—Yo nunca nunca… no lo sé — pensaba Steve — me he puesto tan ebrio que no recuerde lo que pasó — De nuevo risas porque los tres tuvieron que beber.

—Yo nunca nunca…— el turno de Tony, donde hacía un montón de muecas al pensar en qué decir — Ya no se me ocurre nada.

 

En cuanto habían llegado al dormitorio, después de haber ido a comprar unas cuantas botellas de licor, se pusieron a beber con tranquilidad. Habían puesto música y comenzaron a charlar, después surgió la idea de jugar los juegos estúpidos de borrachos, era así como ya llevaban casi una hora de yo nunca nunca. Por lo que tenía sentido que ya no se les ocurriera qué preguntar.

 

—Entonces cambiemos de dinámica, hay que hacerlo más divertido — propuso Steve — Verdad o reto.

—Oh Dios mío…, me darán miedo sus retos — se quejó Bucky. Hizo una exagerada mueca de espanto, denotando su embriaguez.

—Ok, ¡los reto a que coman tierra! — Gritó Tony y comenzó a reír, también denotando que estaba borracho.

—No iré hasta el jardín sólo para agarrar tierra y comerla — se quejó Bucky.

—Agh, qué aburridos. ¿O qué, quieren verdad?

—Reto — dijeron al unísono, estando de acuerdo para hacer las cosas más entretenidas.

—Ok, veamos — Tony entrecerró los ojos, en su gesto pensativo mientras observaba alrededor de la habitación — Pónganse de pie. Van a girar diez veces, correr de un lado a otro de la habitación, y cuando vuelvan aquí, tomar un puño de las popcorn y comerlo…, sin escupirlo. Menos vomitar.

—Creo que estoy lo suficientemente mareado como para caerme si hago eso.

—Eso será lo divertido.

 

Con pereza, Steve y Bucky se pusieron de pie, comenzaron a girar mientras Tony contaba hasta diez y los hizo correr. Stark soltó una carcajada de inmediato al verlos chocar uno con otro como desorientados. Bucky cayó al suelo como si fuese un borracho total, Steve chocó con la pared. Aún así ambos regresaron y tomaron el puño de las popcorn, llenando sus mejillas e intentando tragarlas. Mientras Bucky parecía ahogarse, Steve celebraba que lo había logrado.

 

—No vomites, Bucky — advirtió Tony. James sólo negó y logró tragar todo.

—Listo — dijo cuando dio un trago a su bebida para evitar seguir tosiendo — Supongo que me toca.

—Así es.

—Los reto a marcar cualquier número y hablar como si fuesen de una hotline.

—Nos colgarán de inmediato.

—Hay que intentarlo.

 

Marcaron tres números diferentes al azar, hasta que en una línea les retuvieron la llamada. Steve y Tony hacían unas voces de vergonzosas de galancillos y lo que decían parecía ser de un mal guion de una película porno. Bucky aguantaba la risa al ver cómo al par de tontos ya no se les ocurría qué decir cuando la persona al otro lado de la línea comenzó a responderles cosas igual de perversas.

 

—Eso ya estaba siendo incómodo — dijo Tony en cuento se decidieron por cortar la llamada.

—Demasiado, pero bueno, ya es mi turno — Steve sonrió — ¿Dónde quedó la salsa?

—¡No!

—Oh sí, cariño. No te haré comer tierra, pero sí un poco de salsa — Steve había tomado la botella de salsa que compraron junto con las botanas cuando fueron por el licor. No tenían cucharas, así que decidió que sería una tapita para quién.

—Tú primero — Tony señaló a Bucky. Barnes se mordió los labios antes de beber de un trago la salda. Hizo un gesto que les pareció muy gracioso y luego volvió a mirar a Tony — Listo.

—Oh no — Steve volvió a llenar la tapa y ahora se la tendió a Tony, que quiso tragársela tan rápido como Bucky — ¡Ah, mi garganta arde!

—Qué chillón.

 

Entre risas y maldiciones continuaron con retos estúpidos y verdades vergonzosas, intercalando las rondas de cada una para no aburrirse tan rápido. Y como suele pasar, en algún punto los retos habían tenido implicaciones sexys y las verdades resultaban confesiones sexuales, así que todo se volvía cachondo.

 

—Los reto a que… me hagan un baile sexy — pidió Steve con una boba sonrisa.

—¿En serio? — cuestionó Bucky.

—En serio. Ambos. Vamos — apresuró.

—Si quieres poner las cosas así, Rogers — le dijo Tony, con una miradita retadora y una sonrisa maliciosa.

—Woohoo! — gritó cuando ambos chicos comenzaron a bailar delante de él. Nada pretencioso al principio, sólo tratando de seguir el ritmo de la canción que se escuchaba en ese momento. Aunque después Tony le hizo un pequeño lap-dance.

—Te toca — señaló Tony cuando se separó del regazo de Steve. Bucky le miró con el ceño fruncido.

—No te hagas Bucky. Fue reto.

—Eres un maldito — le dijo con una sonrisa divertida, antes de bailarle de la misma forma a Steve. Sólo que cuando se separó le dio un golpecito en la cabeza.

—¡Mi turno! — intervino Tony.

—Esa sonrisa me está dando miedo — señaló Steve.

—¿Deberíamos correr?

—No — les dijo tranquilo Tony — Sólo bésense.

—¿Qué?

—Escucharon bien. Un beso. Francés. 20 segundos.

—Debí de haberlo esperado – comentó Steve soltando una leve risita. Se acercó a Bucky que parecía igual de divertido que él — ¿Listo amigo?

—Listo.

 

Aunque Tony tuvo que estar al pendiente de ir contando en voz alta hasta haber llegado a los 20 segundos, también estuvo muy al pendiente del beso. Era cierto que lo hizo por molestarles, pero también porque conserva cierto morbo al respecto.

Tragó duro cuando se dio cuenta de que se distrajo al ver los roces entre las lenguas y tanta saliva mezclarse sin que ahora sus amigos hicieran un drama por ello. Mierda, hasta había dejado de contar quién sabe cuántos segundos, así que lo reanudó donde quedó y no recibió ninguna queja por ello. Y más mierda, mierda, mierda, porque eso le parecía de verdad sexy.

 

—¿Veinte…? — dijo vacilante cuando llego al maldito número. No supo bien si era por que él no quería que terminara o parecía que ellos no querían parar todavía.

—Bueno…, creo que es tu turno, Buck — Steve parecía que se aguantaba una gran sonrisa.

—Sí, lo es — y James también parecía guardar una extraña sonrisa, mientras se limpiaba sin discreción la saliva de los labios — Va ronda de verdades, ¿cierto?

—Sí — Tony reaccionó, carraspeó y les miró ya como si nada.

—De acuerdo — suspiró y les sonrió — Díganme qué es lo que más les gusta uno del otro cuando están de pervertidos — escuchó una leve risita de ambos.

—¿Lo que más me gusta de él en esos momentos? Es una pregunta difícil — comenzó Tony, dispuesto a sincerarse, quizá porque estaba ebrio o quizá por el ambiente que se había instalado — Porque todo él es sexy, por eso me acuesto con él — primero rieron levemente y luego vio la sonrisa complacida (muy complacida) en Steve.

—¿Pero entonces qué lo que más te gusta? — insistió Bucky.

—Pues…, es muy bueno con la lengua, ¿sabes?

—Ahora lo sé. O al menos me doy una idea — esta vez rieron un poco más fuerte. Bien, comenzarían a quitarse la poca vergüenza que se mantenía.

—Sí. De hecho, me encantó como besa desde el primer momento — comentó Tony con una gran sonrisa — Pero usa muy bien la lengua en otros casos, además de los besos.

—Oh — Bucky sonrió, sorprendido — ¿Y tú Steve?

—Me gusta mucho, o todo, no lo sé — no apartaba la mirada de Tony mientras respondía — Sus besos, cómo se mueve, sus gemidos… ¡oh esa voz que hace!

—Interesante — comentó Bucky.

—¿El lugar más arriesgado dónde lo han hecho? — preguntó Tony, pues era su turno.

—¿Te refieres al riesgo de ser descubiertos?

—Sí.

—Creo que fue contigo — Steve señaló a Tony — Esa vez que te hice una mamada en el jardín, a un costado de donde se estaba haciendo la fiesta. Pudieron habernos visto todos los que estaban ahí.

—Creí que mencionarías cuando se les ocurrió coger en la misma cama donde también dormíamos Natasha y yo.

—No nos estábamos escondiendo.

—Malditos pervertido — Bucky rió.

—¿Y tú?

—Una de las veces que acompañé a Nat de compras — comenzó a narrar — Lo hicimos en los probadores de Victoria’s Secret.

—WOW.

—¿Qué pasó esa vez que tuvieron un loco trío, ustedes con Tasha? — cuestionó Steve con una mueca de interés. Bucky y Tony se miraron divertidos.

—Pues tuvimos sexo — ambos rieron.

—Me refiero a detalles.

—Ok, te diré si ustedes dos me cuentan que pasó en casa de Maria cuando se fueron los cuatro al privado — negoció Bucky.

—No pasó nada — comentó con inocencia Tony.

—¿Cómo no iba a pasar nada?

—Sólo nos bailaron como habían prometido. Hubo un poco de manoseo y besitos inofensivos. Nada del otro mundo — respondió Steve.

—Cositas que hacen lo amigos — Tony se empeñaba en parecer inocente, sólo por jugar.

—Les toca responder.

—¿Qué quieres que digamos, Steve? Tuvimos sexo los tres, fue divertido y ya.

—¿Te acuerdas y te pones celoso? — molestó Bucky.

—No me invitaron — hizo un puchero.

—Te odiaba en ese entonces — le recordó Tony.

—¡Te la chupé!

—Y fue bueno, lo admito, pero igual te detestaba.

—Oh Bucky, al menos dime que pensaste en mí.

—Cada instante — le siguió el juego

—¿Y luego no quieren que piense mal de ustedes? — canturreó juguetón Tony — Tengo que ir a orinar.

 

Se levantó y salió de la habitación para ir hasta los aseos. Bucky y Steve quedaron un momento en silencio, aunque conservaban las sonrisas bobas. Bebieron un poco más en ese cómodo silencio, de pronto compartiendo miradas todavía divertidas. Después Steve suspiró.

 

—Ya no te dio asco besarme.

—Nunca me dio asco besarte, eras tú el que parecía vomitar si me besaba — se defendió Bucky.

—No era eso. Es que aquella vez estaba tan molesto con ustedes dos — confesó — Salías con Tony cuando él me caía tan mal y se la pasaba rechazándome. Sólo actué a la defensiva.

—Y yo actué igual porque de verdad pareció que te era repulsivo — ambos rieron y bebieron un poco más.

—Besas rico — murmuró Steve. Bucky sonrió.

—Lo sé. Tú igual. Tony tiene razón — otras risas despreocupadas.

—Sí, él no mintió.

—Eres un presumido.

—Sólo es la verdad — volvieron a reír suavemente — Me gusta complacerlo, volverlo loco. Me encanta.

—Se nota — le sonrió, mirándole con atención para que continuase.

—No es que quiera presumir, pero he logrado complacerlo. Lo hago gritar, queda temblando de semejante orgasmo. Sólo hay algo en que no he podido lograr y me gustaría hacerlo.

—¿Qué cosa?

— Que sienta a la vez mientras se lo cogen y él se coge a alguien — Bucky sonrió divertido por lo directo que estaba siendo Steve — Amigo, si pudiera hacerlo yo solo ya lo habría hecho hace mucho, pero o sólo me lo cojo o sólo me abro de piernas.

—Esa es una triste historia — bromeó Bucky — Bueno, no tan triste…

—Porque tiene solución — ambos compartieron una sonrisa —Buck, somos buenos amigos y ahora estoy lo suficientemente ebrio, además creo que es el momento propicio para decirte esto: … Hagamos un trío.

—¿Qué? — exclamó con una sonrisa adornándole los labios.

—Mira, llevó rato sintiéndome caliente. ¿Tú no?

—La verdad sí.

—Entonces, ¿qué dices? — inconscientemente se relamió los labios. Bucky pareció ansioso.

—¿Crees que Tony quiera?

—Insistía en querer vernos besar, le ha de encantar al tonto.

—¿Cómo comenzamos?

—Un beso entre tú y yo. Veamos cómo reacciona.

—Bien.

 

Bucky se acercó a besarle de una vez. No había avanzado demasiado el beso cuando escucharon la puerta abrirse de nuevo. Pero esa no fue señal para que pararan, al contrario, fue para que sus lenguas hicieran aparición. No escucharon que Tony se acercara, no escucharon nada, tampoco lo sintieron. Así que con mucho trabajo se separaron para mirar qué había pasado con Tony. Lo encontraron de pie todavía frente a la puerta cerrada, mirándoles con la boca entreabierta y los ojos sorprendidos.

 

—Ahmm… lo siento. Yo… — parecía nervioso, se movió rápidamente hacia enfrente sólo para tomar su móvil — … ya me voy. No se inmuten por mí.

—Tony, no te vayas — le pidió Bucky.

—No, está bien — le sonrió, aunque seguía nervioso — Aprovecha tu fin de semana abierto.

—Tony… — Steve le alcanzó, con un brazo le rodeó por la cintura y con la mano libre le tomó por la barbilla. Le dio un par de suaves y castos besos sin dejar de mirarse — ¿estás seguro que no te quieres quedar?

 

Stark se mordió los labios y miró a Bucky, cuando este le asintió ya no dudó en ahora ser él quien comenzó a besar a Steve. Rogers le cargó y Tony le rodeó la cintura con las piernas. Bucky fue a sentarse en la cama en cuento vio que ambos ya se dirigían hacia allá.

James separó las piernas, permitiendo que Steve dejara a Tony sentado entre ellas y así el menor quedase entre ambos. Steve bajó los besos al cuello, así Tony pudo girar el rostro para encontrarse con los labios de Bucky. Se besaron con calma, como recordando a qué sabían sus labios.

Las manos de Bucky se deslizaron bajo su camisa, y las manos de Steve ya estaban sobre su entrepierna. Tony jadeo encantado. Se separó de los labios de Bucky y se sonrieron. Todo estaba bien.

 

—¿Pueden besarse de nuevo? — pidió ansioso.

 

Steve subió con una sonrisa, Bucky se inclinó hacia adelante recargándose en el hombro izquierdo de Tony para que éste pudiese mirar con sólo girar la cabeza. Y volvían a besarse ante la antenta mirada de Tony.

Se relamió los labios al ver, una vez más, las lenguas juguetear y terminó por también acercar su boca. Ambos sonrieron ante la petición del beso triple, el salivoso y obsceno beso triple acompañado de manoseo descarado.

Tony masajeó la entrepierna de Steve y descubrió lo duro que estaba, sólo al sentirlo sobre la ropa gimió. Pero, Dios, estaba ansioso, ya se había puesto cachondo desde antes y ahora esto estaba resultando malditamente genial. Así que rompió el beso sólo para tomar otra posición. Giró para arrodillarse todavía entre las piernas de Bucky, y así comenzó a besarle de nuevo, pero jaló la cadera de Steve para insinuarle que siguiese bien posicionado tras de él. Por lo que suspiró cuando sintió como Rogers le tomó por la cadera y comenzaba a restregar la entrepierna en sus nalgas. Luego se inclinaba a su espalda y comenzaba a besarle tras las orejas y por la nuca. Joder, era tan caliente, y eso que todavía tenían la maldita ropa puesta.

 

—Oh mierda — jadeo Bucky, Tony y Steve le miraron — Me gustaría que quedaran así. Quiero ver mientras te lo jodes así, Steve. Quiero ver si es cierto que eres tan sexy cuando lo haces y quiero escuchar cómo lo haces gemir.

—Sí, sí… — Tony estuvo de acuerdo. Movió las nalgas sólo para incitar más a Steve.

—Quítense la maldita ropa — ordenó Steve.

 

Los zapatos fue lo primero que salió disparado hacia cualquier parte de la habitación y después todas las prendas volaron con la misma desesperación. Tony fue casi lanzado de espaldas a la cama, en un segundo ya tenía sus piernas sobre los hombros de Steve mientras éste le hacía un oral. Bucky se acercó de nuevo para llenarle de besos; primero en los labios, luego en el cuello para después continuar por el pecho y su vientre. Tony le hizo una leve señal y entonces James se acercaba de rodillas cerca de rostro. Ahora Tony tenía una erección en su boca.

Después de un momento Steve desvió su boca hasta uno de los muslos de Tony, le dio una mordida a la parte interna haciendo a Tony dar un saltito y dejar de atender la erección de Bucky. Era la señal para cambiar de posición.

Le asintió a Bucky, para que se acomodara como había querido. James se sentó en la cama recargando su espalda en el cabecero, Tony volvía a ponerse en cuatro frente a Bucky, con sus rostros a milímetros, y Steve estaba de rodillas detrás de él. 

Bucky le pasó el lubricante, Steve lo tomó, pero antes de prepararlo con sus dedos, agachó el rostro para mojar primero con su saliva la entrada de Tony. Stark se estremeció y rodeó el cuello de Bucky con sus brazos. Barnes le abrazó por la espalda, con la mirada pendiente de lo que hacía Steve.

Estaba quedando claro que era cierto aquello que dijo Tony respecto a que Steve era muy bueno con la lengua. Primero hizo gemir demasiado a Tony con el oral y ahora éste se encontraba retorciéndose y jadeando al tener la lengua de Steve jugando en su agujero. Bucky iba dejando leves mordidas en los hombros de Tony mientras continuaba mirando el trabajo que hacía Steve, hasta que éste ya le fue preparando cuidadosamente con sus dedos. Cuando Steve ya usaba tres de dos, fue que Tony llevó su mano hasta envolver la erección de Bucky para masturbarle a un ritmo lento.

 

—Listo, Steve. Estoy listo — anunció jadeante. Steve gimió cuando Tony comenzó a pretar ansioso los dedos en su interior.

—De acuerdo — Susurró y retiró sus dedos. Bucky ahora le pasaba uno de los condones.

 

Con una mano estrujó una de las nalgas mientras que con la otra tomaba la base de su pene para irse hundiendo son firmeza en el culo de Tony. En todo el proceso, Bucky estuvo al pendiente de los gestos que Tony hacía. Y cuando comenzó a moverse, los gemidos de Tony reanudaron.

 

—Es… muy lindo — expresó Bucky, mirando la escena completa — Le encanta — puntualizó mirando el gesto de placer en Tony.

— Lo sé — comentó Steve entre sus jadeos. Se inclinó para quedar más cerca de Bucky y del rostro de Tony — Y a mí también me encanta — llevó una de sus manos debajo de Tony para tomar su erección, mientras continuaba embistiéndole.

—¡Ah! Steve…

—Puedo usar mi boca — dijo de pronto — Hace mucho que no tengo un pene en mi boca pero…, puedo volver a intentarlo — Steve y Tony ahogaron una leve risa. Tony iba a estar a punto de asentir, pero Steve se adelantó a hablar.

—Tony, cariño…, ¿está bien si Bucky y yo cambiamos de lugar? — preguntó Steve, aunque continuaba moviéndose.

—No quieras parar ahora, Steve… ¡Aahh! — se mordió los labios para controlar sus gemidos — No me malinterpretes Bucky, si quiero, pero primero… Mmnn… Steve sigue un poco más. Me está gustando… mucho.

—Lo que tu desees — le susurró en su oído.

 

Entonces fue Tony quien usó mientras tanto su boca en Bucky. Se deslizó un poco hacia abajo para llevar a envolver aquella erección con sus labios. Bucky jadeaba, Steve gemía y ahora los gemidos de Tony eran ahogados por el pene en su boca.

Steve no se detuvo en ningún momento, de ser posible iba más rápido, más profundo, como le gustaba a Tony y a él mismo. También continuó masturbando a Tony, percibió como éste empujaba sus nalgas solito para incitarlo a ir más duro. Maldita sea, ya estaba cerca.

No pudo aguantarse más cuando Tony se despegó de la polla llena de saliva de Bucky para gemir tan alto y terminar corriéndose en su mano. Steve también terminó con unas cuantas embestidas más y ¡oh Dios! Bucky también se corría en la mano de Tony que le siguió masturbando cuando retiró su boca.

 

Los jadeos cansados inundaron la habitación. Con un gran esfuerzo Steve salió de Tony, se deshizo del condón y los acompañó una vez más en la cama. Los tres sonreían perversamente.

 

—Fue muy bueno — murmuró Tony, dándole un beso a ambos.

—Todavía no termina — le recordó Steve — ¿No quieres follarme ahora tú a mí?

—Oh carajo, claro que sí.

—No creí que escucharte decir eso sería excitante, Steve — Bucky dijo y los tres rieron suavemente.

—Y a ti también te debo algo — le recordó Tony.

—Estoy listo.

—Pero yo no — Steve tomó de nuevo e lubricante, pero ahora para usarlo en él.

 

Despreocupadamente, Steve se colocó bien sobre su espalda, se mojó tres dedos con el lubricante y separó sus piernas para llevar su mano hasta su entrada. Tony y Bucky le miraron boquiabiertos. Cuando estaban juntos, Tony era quien siempre lo preraba, y Bucky…, bueno, él jamás creyó ver a Steve en esa condición. En cuanto reaccionaron, Tony se puso de rodillas frente a Steve.

 

—Bucky, atrás de mí — ordenó sin dejar de mirar a Steve — ¿es así como lo querías? ¿Los dos a la vez?

—Sí.

—Excelente idea — le sonrió ladinamente, tomó también del lubricante y hundió un dedo junto al que Steve ya tenía dentro.

 

Tony terminó de prepararlo con toda calma, recordando lo apretado que llegaba a ser Rogers, además de que así también tomaban tiempo para volver a tenerla completamente dura.

Tras ponerse el condón, levantó más los muslos de Steve y se fue hundiendo en él. Hasta que estuvo por completo dentro fue que escuchó detrás como Bucky rompía otra envoltura de condón. Giró su rostro para sonreírle, después se inclinó para que fuese más fácil para Bucky penetrarle.

Quería concentrarse en los gestos de Steve, pero no pudo evitar cerrar los párpados cuando Bucky fue penetrándole con firmeza, haciéndole mover las caderas involuntariamente, provocando así los gemidos en Steve.

¡Oh mierda! Era genial. Tanto que por un momento se olvidó de respirar.  

 

—Muévete, Tony — casi rogó Steve, sólo con eso Tony gimió.

—Hazle caso, Tony — susurró Bucky en su oído

 

Apoyó bien sus rodillas y manos en la cama y comenzó a mover la cadera. Se cogía a Steve y Bucky le cogía a él y… era tanta estimulación.

Cuando Bucky comenzó a besar su cuello y Steve comenzó a jugar con sus pezones, fue mucho más. Se movió lo más salvaje que le era posible al estar entre dos cuerpos. Los gemidos desvergonzados reaparecieron y hacía un gran esfuerzo por mantener sus ojos abiertos y mirar lo bien que se veía Steve y la mueca sexy de Bucky.

Hacía tanto calor. Todo estaba tan caliente. Sus pieles parecían quemar, pero se sentía tan bien.

Pero como era el único que se estaba moviendo y con tanto aturdimiento ante lo magnífico que le parecía, comenzó a cansarse más de prisa. Entonces se dejó caer sobre el pecho de Steve. Le besó suavemente. Bucky también se inclinó para ir de nuevo más profundo dentro de él. Más gemidos. Tony miró como Steve ahora le dirigía esa mirada anhelante a Bucky, éste la entendió y comenzó a moverse. Los tres gimieron casi hasta el grito.

Ahora Bucky llevaba también el ritmo con el que embestía a Steve. Seguía siendo tan excitante. Bucky abrazaba por el pecho a Tony, pero sólo con una mano, ya que con la otra tomaba uno de los tobillos de Steve, dándose apoyo de ambos.

El empuje continuó, siendo más profundo sin abandonar la fuerza. Tony se dejó hacer, no había nada que reclamar y Steve parecía disfrutarlo.

Los besos volvieron a compartirse; entre Tony y Steve, Tony y Bucky, Bucky y Steve, los tres al mismo tiempo. Un maldito y estimulante juego de lenguas y mordidas.

 

—Estoy cerca… — jadeó Bucky.

—Yo también… — Steve apretó los dientes.

 

Tony ya era incapaz de hablar, sólo gemía hasta el grito, con los ojos casi en blanco, aunque eso no le impidió llevar una mano a masturbar a Steve, haciéndolo soltar una maldición y provocando que se estremeciera mucho más en el colchón.

Bucky fue rudo al último mientras se corría, pero eso pareció ser perfecto, pues Tony ahora sí gritó y todo su cuerpo se estremeció. A Steve le pasó algo parecido y se corrió en la mano de Tony. Bucky quedó sin aliento y se dejó caer en Tony, quien a su vez ya estaba derrotado sobre el pecho de Steve.

 

—Quiero dormir — murmuró Steve, demasiado cansado.

—Estoy… muerto — susurró Tony.

—Eso fue intenso — Bucky suspiró.

 

James salió del interior de Tony, sacándole un gemido suave. Después Tony salió de Steve con la misma consecuencia: un gemido bajo muy sensual.

 

—Diablos, tienen razón, son una pareja muy sexy.

—Gracias, Buck… — Steve continuaba en la cama, aprovecho que los otros dos se pusieron de pie para estirar su cuerpo — Tú también eres sexy…, por eso tuve sexo contigo.

—Técnicamente no tuvieron sexo entre ustedes — señaló Tony — Si no que ambos tuvieron sexo conmigo…, al mismo tiempo.

—Da igual, fue grandioso — se quejó Steve. Jaló a Tony del brazo para que se acostara a su lado.

—Lo fue, pero no se repetirá.

—Aw Bucky, ¿por qué eres tan aguafiestas al decir eso y romper la atmósfera del puto momento? — Steve hizo berrinche. Tony sólo sonrió.

—Lo siento — soltó una leve risita. Tenía razón; era un ambiente agradable como para romperlo.

—Me siento un poco cursi — comenzó a decir Tony — No sé si es ésta atmósfera que dicen, o que sigo ebrio, o los orgasmos, o que los quiero mucho, o lo buenos amigos que somos, pero…, ¿podemos dormir los tres en la misma cama?

—Sí — Steve estuvo de acuerdo. Se recorrió un poco para hacerle espacio a Bucky.

—Será incómodo por el poco espacio, pero está bien.

 

Los tres sonrieron, con pereza se colocaron de vuelta sólo su ropa interior, la luz fue apagada y se acomodaron en la cama dispuestos a dormir.

 

Notas finales:

No me odien. Saben que la escencia de Stupid Youth es un todos contra todos xD


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