LA BATALLA FINAL
-…mi rey…-murmuro inaudiblemente.
El dragón se volvió hacia ella y entre cerro sus ojos con ira. Se elevó y se preparó para aterrizar dentro del templo deteniendo sus ataques de fuego. Miku vio impresionada como poco a poco, conforme bajaba se iba transformado en humano hasta que sus pies tocaron el suelo, y sus ojos de reptil desaparecieron al igual que sus alas, dejando una capa roja ondeándose en el aire.
La peli-verde noto entonces que su piel se agrietaba y se caía lentamente, parecían piezas de un rompecabezas que se caían del tablero poco a poco. Rio con burla, causando molestia en el oji-azul.
-Su cuerpo se rompe cuan muñeca de porcelana, mi rey. El contenedor que usa no soporta más su alma, yo pude haberle dado uno mejor si me hubiera dado la oportunidad, pero eligió ponerse en mi contra.
-Hmps. Por favor Madame, tampoco es como si yo hubiera estado de su lado en algún momento.
-Me decepciona-escupió iracunda-¡El proyecto Renacimiento iba a salvar al mundo! ¡Usted era nuestra esperanza, nuestro Dios! ¡¿Cómo puede darnos la espalda?! ¡Creíamos en usted para rescatarnos de la destrucción total!
-Eso es exactamente lo que estoy haciendo ahora!
-¡No, no entiende!-sus ojos se tornaron rojos y en su frente apareció un fragmento muy pequeño de la Piedra de la Muerte brillando con intensidad en ella-¡Y si no está con nosotros, entonces está en contra!
OOOOOO
¡Explosión! ¡Explosión! ¡Explosión!
Los cuerpos uno a uno iban cayendo inertes al suelo salpicando sangre a las paredes. Atravesó veloz los pasillos, derribando a todo el que se atravesara en su camino hasta llegar al área de control. El centro de poder de todos las maquinas en función del laboratorio.
Rápidamente acceso a las computadoras iniciando un proceso de autodestrucción sobrecargando la fuente de poder hasta nivel rojo. Las maquinas empezaron a despedir relámpagos de sí mismas y resonaron advirtiendo fallas en su sistema, algunas ya lanzaban humo de su interior. Miro hacia el interruptor que yacía en la pared en apagado, y supo que todo se resumía a activarlo para acabar con todo.
-¡¿QUE CREES QUE ESTAS HACIENDO?! ¡SI BAJAS ESE INTERRUPTOR NOS MATARAS A TODOS, INCLUYENDOTE A TI?!-grito una voz furiosa a sus espaldas.
Kirishima se volvió con rapidez apuntando su arma hacia los nuevos intrusos y frunció el ceño hacia aquel que lo miraba con rabia asesina.
-Takano.
OOOOOO
Yokozawa ni siquiera se mostró sorprendido al ver el cuerpo de Madame Hatsune transformándose en un dragón de piedra volcánica destellando de lava en su interior.
Rugio.
-Hmps. Con lo que odio lastimar mujeres-sonrió y de inmediato transformo su cuerpo para enfrentarla a muerte.
-GRRR
-GRRR
La batalla comenzó.
OOOOO
-Kirishima-san-sonrió con burla-¿O debo llamarlo “cuñado”?
-¡Vete al infierno!
-¡Ya estamos en el infierno Kirishima!-replico con recelo-Ritsu y yo estábamos cerca de cumplir nuestras ambiciones, pero usted tenía que arruinarlo todo.
-¿Dónde está Ritsu?
-Eso no importa. Lo que importa-sus compañeros se posicionaron a su lado levantando sus espadas y tubos metálicos-Es que usted y ese maldito dragón lo van a pagar con sus vidas.
Kirishima trago saliva y esquivo los ataques del grupo de científicos que se lanzaban en su contra. El tiempo se estaba acabando, y debía activar el interruptor antes de que fuera demasiado tarde para su amado.
OOOOOO
La zona de experimentación humana ardía en llamas con escombros y pedazos del techo completando el escenario, mientras dos dragones se enfrentaban con todo su poder en el firmamento. Miku enterraba sus garras y colmillos en el cuerpo de Yokozawa y este lanzaba su aliento de diamante hacia ella intentando apartarla, mas sus esfuerzos eran en vano.
El cuerpo de Miku era de roca volcánica tan dura como el acero mismo, no importaba cuanto lo intentara, no podría penetrar esa armadura pero al menos logro liberarse de ella escupiendo fuego en sus ojos. Corrió en el aire para lanzarse sobre la peli-verde en una pelea cuerpo a cuerpo, aprovechando la ceguera de su oponente.
Sus rugidos resonaban en el firmamento llamando la presencia de los relámpagos para reforzar la épica batalla que se desataba. Daba la impresión que los dioses se enfrentaban a muerte por el control del mundo.
OOOOOO
El castaño golpeo sin consideración el rostro de Meiko hasta lanzarla al suelo y luego siguió golpeando hasta matarla, para después esquivar los tubos metálicos de Luka, Rin y Kaito, y desenfundo nuevamente su revolver para disparar en su contra.
En ese momento vio su camino libre hacia el interruptor, pero antes de que pudiera acercarse la espada de Gakupo atravesó su cuerpo obligándolo a caer de rodillas al suelo escupiendo sangre. El dolor recorrió toda su columna vertebral intensificándose al instante en que el peli-morado la saco, intento alzar la vista hacia él, pero Takano de inmediato lo tomo del cuello para estrellarlo al suelo y golpearlo con ira.
-¡Muere, maldito imbécil! ¡Muere!
OOOOOO
Miku enterró con fuerza sus garras en el pecho de Yokozawa, quien al intentar arremeter sintió una punzada en todo su cuerpo haciendo que este dejara de responderle. Aquello brindo ventaja a Miku, por lo que se liberó de los brazos de su adversario para luego rugir feroz y lanzarlo al suelo del templo con gran fuerza.
Yokozawa se estrelló en su forma humana, aumentando el dolor y el daño en su cuerpo.
-¡Diablos!-gruño entre dientes apretando los ojos-¡No! ¡Aun no! –decía desesperado.
Sintió con dolor como su cuerpo se agrietaba con más rapidez de lo normal, las grietas se dibujaban causando un gran martirio para él, uno que ya no podía soportar. ¡Diablos! ¡Dolía como el infierno! Ya no tenía fuerza ni siquiera para ponerse de pie, estaba atrapado en el aprisionamiento de la roca en la que había marcado su figura al estrellarse, y al alzar la mirada abrió los ojos con horror al ver a Miku lanzarse contra el como una bala, transformándose en humana con una espada en sus manos.
-¡¡¡MUERE!!!
OOOOOO
-ngh…mal…di….to-susurro con sangre en la boca.
-Jajaja. ¡Espero que te guste mi puño, Kirishima-san! Será lo último que veras-respondió sin dejar de golpearlo.
Kirishima entonces diviso un pedazo de vidrio a su lado, y estiro su mano para tomarlo mientras reunía las pocas fuerzas que le quedaban, Takano tomo la espada de Gakupo quien intentaba detener la sobrecarga, y la hizo contra el castaño.
-¡Adiós Kirishima-san!
Entonces, Zen se levantó apenas unos milímetros antes de que la espada lo tocara, enterrando profundamente el vidrio en la pierna de Takano haciendo que este soltara el arma y cayera al suelo retorciéndose de dolor.
-¡AAAHHH!
Gakupo se volvió e intento dispararle con su propio revolver, pero una vez más, Kirishima había sido más rápido para esquivar la bala y cortar el cuerpo del peli-morado con su espada.
-¡E interruptor!-exclamo para dirigirse hacia él, mas fue detenido por una bala que atravesó su cuerpo-¡Ah!-se arrodillo apretando su herida.
-¡Voy a matarte imbécil!-decía Takano apuntándole con un arma que había mantenido oculta en su bata-¡VOY A MATARTE!
¡Explosión!
-Ngh…-aun con sus heridas, aun con su cuerpo al límite, y aun con su vida agotada siguió arrastrándose hacia el interruptor sin detenerse ante nada.
¡Explosión! ¡Explosión!
-¡¿Qué demonios eres?! ¡¿Por qué no te mueres ya?!
¡Explosión! ¡Explosión! ¡Explosión!
To be continued…