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Orgullo vs Amor por Shinjimasu

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Shitagi estaba inquieto. No le agradaba el estado de ánimo de Vegeta: no entrenaba y al parecer no planeaba hacerlo e incluso perdió interés en peleas cotidianas con él. Solo se quedaba en su habitación.

Habían transcurrido tres meses desde su llegada y su actitud no había cambiado lo suficiente, siendo que el chico tuvo que intervenir y acabar con todo lo que sucedía.

Aquel día entró a la habitación del saiyajin y lo encontró en su típica posición, recostado sobre la cama con sus brazos cruzados bajo su cabeza.

-¿Qué demonios te sucede?- le dijo molesto cuando él entro sin tocar.

-Vegeta, por favor, no puedes estar así por siempre-

-¿Acaso te afecta en algo? Esto es asunto mío, no tienes derecho a intervenir en lo que hago o no-

-No me gusta verte así- le dijo acercándose a él.

-Entonces concéntrate en tus tonterías y déjame tranquilo-

-Antes necesito saber que estas bien-

-¿Qué te importa cómo me sienta? Tú mismo lo dijiste, nada nos une más que ese mocoso… no tienes nada que ver conmigo, si en verdad quieres ayudarme, aléjate de mí-

-Vegeta, por favor, eso fue hace mucho tiempo y yo… admito que en ese momento estaba molesto pero…-

-Hablaste muy claro- lo interrumpió.

-De acuerdo Vegeta, lo acepto, me equivoque al decirte eso, al tratarte de ese modo, lo lamento- respondió con pena.

-Esa absurda disculpa no me hará cambiar de opinión… suenas más ridículo que de costumbre-

Shitagi se sintió limitado en ese momento -No te entiendo ¿Acaso solo piensas en humillarme?- contestó triste –Ya te ofrecí una disculpa, no sé qué más hacer-

-Para empezar, yo no te pedí eso, por el contrario, no tengo necesidad de hablar contigo- respondió serio –Solo me molestas-

-¡Pero aun así lo estoy haciendo! Lo único que quiero es que estemos bien tú y yo- respondió llorando débilmente –Desde que regresaste, no te he visto ni una sola vez con Trunks-

-Creo que eso quedo claro en su momento ¿No? ¿O quieres que te lo diga de manera en que tu pequeño cerebro pueda comprenderlo?-

-Vegeta por favor, es tu hijo…-

-¡YO NO LO QUIERO!- exclamó mientras se sentaba en la orilla de la cama, pero casi de inmediato se arrepintió de haberlo dicho, claro, sin aparentarlo.

Shitagi se destrozó por completo al escucharlo –¿Así que no lo quieres?-

Vegeta no le contestó.

-Y supongo que a mí tampoco ¿Verdad? ¡Nunca lo hiciste!- dijo limpiando sus ojos con resignación -Yo te di todo lo que tenía y… supongo que para ti no significó nada ¿Cierto? Aun cuando tú mismo juraste nunca lastimarme-

El saiyajin ya no sabía qué hacer ni que decirle. Todo sería mucho más sencillo si tan solo tuviera el valor de confesarle lo que en verdad sentía, pero ni siquiera él mismo lograba descubrirlo por completo.

-Debes saber que yo te amo y nuca podría obligarte a aceptar algo que no quieras… si estás cansado de todo esto puedes tomar una nave con todo lo que necesites y buscar un lugar en el que seas feliz. No tienes que preocuparte por Trunks o por mí, quizá puedas encontrar una mujer que en verdad quieras y es posible que él si pueda crear amor en ti y darte un bebé que sea como tú quieres- dijo para la sorpresa del guerrero.

-¿Qué estás diciendo?- preguntó nervioso ¿Acaso él lo estaba liberando de sus responsabilidades como padre y pareja? Pero entonces eso significaba que… -Oye, no estarás hablando en serio…-

-¡POR FAVOR VEGETA! ¡ES OBVIO QUE NO ERES FELIZ CONMIGO!- exclamó llorando de nuevo –En tus planes nunca estuvo esto, conocerme debió ser un gran error para ti ¡Y ni que decir de Trunks! Siento que solo soy un obstáculo para ti y ya no puedo soportarlo más ¡No soy tan fuerte!-

-Shitagi, escúchame…-

-¡NO QUIERO ESCUCHARTE MAS! ¡Lo único que me dices son ofensas y gozas con humillarme! ¿Es tan difícil dejarme en paz? ¿Acaso necesitas lastimarme más de lo que ya lo has hecho?-

-Si tan solo me dejaras hablar…- dijo acercándose a él.

-Vete Vegeta, no te quiero ver- gruño de manera impulsiva.

El príncipe lo vio, no dejaba de llorar pero se veía muy molesto. Se dio vuelta y salió por su balcón, volando lejos de la Corporación Capsula. Se sentía terrible, trataba de entender lo que estaba pasando, nunca hubiera imaginado todo el dolor que le causaba al chico en realidad… al igual que todo el amor que él aun le tenía. Se sentía miserable, lo había herido de una forma horrible aunque bien él pudo exagerar en unas cosas, pero esa no era la excusa de su egoísmo.

Voló un poco más hasta que se detuvo. No podía dejar las cosas como estaban, él era SU pareja y se había jurado jamás permitir que algo le sucediera y mucho menos si él era el culpable. Era un príncipe, y un príncipe cumplía su palabra sin importar lo que sucediera.

Regresó a la Corporación Cápsula después de varios minutos y comenzó a buscarlo, pero sorprendentemente él no estaba ahí. No sentía su KI pero aun así lo buscó sin obtener resultados. No tardo mucho hasta que Trunks comenzó a llorar.

“Debe estar en casa de sus padres” pensó “¿Pero por qué no se llevó al niño? <Grr> Me va a volver loco son sus lloriqueos” dijo molesto mientras se dirigía a la habitación del pequeño. Cuando entró avanzo hacia su cuna, donde el bebé lloraba lastimosamente. Le lanzó un mirada furiosa pero contrario a lo que quería, Trunks solo lloro más fuerte.

<Hump> -¡Mocoso cierra la boca!- ordeno, pero al parecer, el pequeño no tenía ganas de dejar sus lamentos –¡YA DEJA DE LLORAR!-

Trunks paró de pronto, observando fijamente a su padre, frunciendo sus pequeños ojos azules mientras adoptaba esa mirada molesta y amenazadora que solía tener Vegeta, una que al pequeño le asustaba pero que ahora tomaba en su defensa, aumentando considerablemente su KI.

El saiyajin no podía creerlo, de no ser un bebé podía jurar que lo estaba enfrentando; justo después, Trunks estalló en llanto de nuevo.

“¿Acaso me está retando?” pensó “Tonterías ¡Solo es un bebé!” No sabiendo exactamente qué hacer, creó una pequeña esfera de energía en su mano y amenazó a Trunks con eliminarlo si no dejaba de llorar, pero para su sorpresa, el pequeño comenzó a calmarse y a reírse: al parecer, la esfera lo divertía en lugar de asustarlo.

A Vegeta no le molesto, al contrario, con tal de que no llorara todo estaba bien.

Se relajó un poco y observo la energía que tenía en la mano, lanzándola hacia una pared, manipulándola para que rebotara por toda la habitación, simulando una pelota, divirtiendo mucho al pequeño, quien alzaba sus brazos para intentar tomarla. Después de un rato el príncipe la detuvo sobre la cuna, bajándola un poco para que Trunks pudiera verla de cerca, desintegrándola a pocos centímetros de él.

El bebé seguía feliz: ahora ya no sentía temor ante su padre, por el contrario, extendía sus brazos para que él lo cargara.

Vegeta lo miró. Sintió un gran impulso de querer tomarlo pero no lo hizo y retrocedieron unos pasos. ¿Por qué no podía hacerlo? Después de todo era su hijo pero aun no lograba aceptar la idea de ser padre. ¿Cómo se supone debía tratarlo? Si no podía ser cariñoso con Shitagi que eral único ser al que en verdad quería ¿Cómo podría serlo con el niño? Trunks comenzó a sollozar de nuevo al ver a Vegeta alejándose.

Él no podía permitir que llorara de nuevo, así que regresó a su lado. Tomó una silla y se sentó junto a su cuna, observándolo. “Que patético” se dijo puesto que ni siquiera sabía cómo tomarlo. Introdujo su mano entre los barrotes de la cuna y la coloco sobre él, permitiéndole a Trunks tomarla, palpándola juguetonamente, tomando los dedos de su padre con cariño, haciéndolo esbozar una gentil sonrisa.

Vegeta se sentía bien ante su acercamiento, sintiendo a su hijo, tan pequeño pero con una fuerza acorde a su edad. No pasó mucho hasta que el bebé bostezó y fue cerrando sus ojos  sin dejar de sostener los dedos del príncipe. Una vez dormido, el saiyajin se soltó delicadamente de su agarre, colocándole una pequeña cobija para cubrirlo del frio. Se levantó y salió de la habitación… por un momento se había olvidado de Shitagi.

¿Dónde podría estar? Era demasiado tarde como para que él estuviera fuera… además había dejado solo al niño y él sabía perfectamente que Vegeta no sabía cómo cuidarlo.

Comenzó a preocuparse ¿Acaso le había pasado algo? O peor aún ¿Lo había abandonado? ¡NO! Shitagi nunca haría algo como eso, de ser esa su intensión sin duda se hubiera ido con el bebé, además, lo amaba lo suficiente como para no dejarlo… y Vegeta a él como para dejarlo ir.

Había olvidado lo que era la soledad gracias a él, los últimos años los pasó a su lado y al de su molesta familia y nunca se había sentido solo desde entonces.

Al parecer esa fue la razón principal por la cual nunca tuvo intensiones de irse.

Salió de la casa y se quedó en el jardín, observando a su alrededor –Shitagi ¿Dónde estás?- 


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