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4. El Cachorro de JongDae por dayanstyle

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Notas del capitulo:

CAPITULO FINAAAAAL.. de esta serie.. ya viene la otra

disfruten y a leer

Min Seok bailaba en el estudio jugando video juegos. Nunca lo había hecho antes, pero era divertido. Heechul lo había desafiado. El chico parecía ser muy agradable.

— Derrotado. —Heechul se rió, chocando con Luhan la mano.

— De nuevo. —Min Seok hizo pucheros. No iba a ser superado— Tres juegos. El ganador se lleva todo.

— ¿De qué ganador hablas? Oh sí, si no lo has adivinado, ese seré yo. —Heechul le dio un guiño a Min Seok. El bocón caería.

— El perdedor… —Min Seok palmeó su mentón durante un momento, tratando de pensar en algo bueno.

— ¿Qué si el perdedor paga la cena de todos? —Baekhyun sugirió.

— Es poco, pero está bien. —Heechul regresó al juego.

Min Seok sostuvo el control cuidando de iniciar rápido. Trampa.

— ¡Vamos, Xiumin! —Baekhyun saltaba levantando las manos al aire frenéticamente.

— Ves cómo es esto. —Heechul se reía mientras Min Seok gritaba. Ganó el segundo juego. Él y Baekhyun chocaron la mano.

— Aun no vas a la cabeza, gritón. —Heechul de nuevo inició el juego. Esta vez Min Seok estaba listo para él. Su carro giró dentro de la pared, entonces salió de nuevo. Pequeños personajes en el desierto los animaban. ¿Por qué la gente estaría de pie en el desierto? Min Seok rápidamente regresó su mente al juego.

— Oh, sí, gané. Oh, sí, perdiste. Oh, sí, Heechul es un perdedor.

Min Seok movía sus brazos adelante y atrás mientras bailaba y cantaba.

— Como sea. Vamos. —Heechul y Luhan salieron del estudio.

— ¿Por qué estamos saliendo furtivamente? —Min Seok le preguntó a Baekhyun. Notó que habían dejado el juego y el estéreo encendido. Deberían de estar usando el ruido como una distracción que cubriera que se habían ido.

— No sé. —Baekhyun se encogió de hombros mientras jalaba a Min Seok.

Min Seok estúpidamente los siguió cuando ellos tomaron una de las camionetas de la fila. Y la abrieron. — Bingo —Luhan murmuró.

Min Seok y Baekhyun subieron al asiento de atrás y se colocaron los cinturones de seguridad. Una vez que salieron del camino, Luhan encendió el estero. Min Seok veía el paisaje, preguntándose cómo había sido tan tonto para seguirlos a ciegas. ¿No se había metido en problemas antes?

Bueno, él estaba con las parejas. ¿Qué les podría suceder? Heechul era lo suficientemente alto y mayor. Él podría defenderlos, ¿verdad?

— Ahí es. —Luhan señaló un pequeño restaurante al lado de la oficina de correos. Min Seok había estado en la ciudad antes con Jong Dae pero él no había visto el restaurante. Se desabrochó el cinturón de seguridad mientras Heechul estacionaba la camioneta.

— Tenemos que comer rápido. Esos guerreros no demorarán mucho antes de darse cuenta de que salimos. —Heechul y Luhan chocaron sus nudillos. Min Seok se preguntaba de qué se había perdido. Algo había sucedido con esos dos. Algún secreto compartido que él quería conocer.

— ¿Qué sucede? —Min Seok preguntó.

— Oh, Hee y yo tomamos una camioneta antes. Siwon y Jong In nos encontraron poco después. —Luhan se reía graciosamente mientras salía del asiento del pasajero, permitiendo a los dos de atrás salir.

— Ni siquiera alcanzamos a comer —Heechul murmuró.

Los cuatro entraron y tomaron una mesa al fondo como si pudieran esconderse de guerreros enojados que estaban seguros llegarían aquí pronto. Min Seok vio alrededor. Era un lindo lugar. Aunque pequeño. Suponía que se debía a que era una pequeña ciudad. Sus ojos rápidamente regresaron a la mesa cuando vio a cuatro grandes hombres a un par de mesas viéndolos. «Estás siendo paranoico, detente. Sobre reaccionas, ¿Recuerdas a la policía?»

Una mesera llegó a tomar sus órdenes. — Hola soy Jung Ah. ¿Qué puedo traerles?

Ellos ordenaron bebidas, tomándose su tiempo para ver el menú. Min Seok notó que Luhan ayudaba a Heechul con algunos artículos. Min Seok pensó que debería de llevar poco con sus lecciones de lectura.

— Voy a orinar. —Baekhyun jaló el brazo de Min Seok para poder salir.

— Xiumin te acompañará —Luhan advirtió.

— ¿Por qué tengo que ir contigo? —Min Seok preguntó cuándo seguía a Baekhyun al cuarto de baño. Los tipos de la otra mesa los observaban. Min Seok estaba comenzando a pensar que después de todo quizás no era paranoia. Ellos les daban una particular diabólica mirada. Min Seok se frotó el brazo con la mano de arriba abajo mientras entraba al cuarto de baño y mantenía la puerta abierta para que Baekhyun entrara.

— Porque dos hombres trataron de tener sexo conmigo en el cuarto de baño cuando Channie y yo teníamos una cita en la ciudad.

Min Seok se quedó con la boca abierta ante el pequeño chico. Baekhyun lo había dicho como si no fuera importante, como si no fuera un gran problema. Eso a él lo habría aterrado.

Se quedó en el mingitorio de al lado de la pareja con el cabello castaño. — ¿Qué sucedió?

— Channie los golpeó, entonces la policía se lo llevó. Aunque estuvo bien, Jong In lo sacó. —Baekhyun se ruborizó mientras se lavaba las manos.

Min Seok solo sacudió la cabeza. La pareja parecía tan recuperado.

— No de nuevo —Baekhyun gritó.

Min Seok giró la cabeza y vio a dos de los cuatro hombres de la mesa que los habían estado viendo. Rápidamente subió el cierre y se dirigió hacia Baekhyun. Ellos no estaban haciendo nada malo, hasta ahora. Lo que ellos hicieron fue usar el cuarto de baño. Él quería lavarse las manos rápidamente y sacar de ahí a Baekhyun.

Antes de que Min Seok pudiera terminar de secarse las manos con la toalla de papel, fue detenido contra la pared con un puño. Baekhyun estaba gritando pero Min Seok no podía liberarse.

— Malditos maricones —el hombre que sostenía a Min Seok maldijo.

Min Seok sintió un puñetazo en su costado, el aire salió de sus pulmones. Tenía que ayudar a Baekhyun.

Los caninos de Min Seok salieron. No eran muy largos, pero lo suficiente para girar la cabeza y morder el brazo que lo sostenía. Los encajó profundamente, moviendo la cabeza y rasgando la carne.

— Pequeña mierda. —El tipo trató de darle un puñetazo mientras atendía su herida. Min Seok movió la cabeza y corrió hacia Baekhyun, quien mordía y arañaba. Min Seok saltó a la espalda del tipo, dándole puñetazos sin efecto en la cabeza del tipo.

— ¡Muérdelo, Xiumin! —Baekhyun gritó mientras el pequeño encajaba su rodilla en la ingle del asaltante— ¡Channie me enseñó esto! —Baekhyun gritaba.

El hombre se agachó tomando sus joyas y cayendo de rodillas al suelo. — ¡Detrás de ti! —Baekhyun advirtió cuando el cabello de Min Seok fue jalado, un puño golpeó un lado de su cara.

— Oh, infiernos no. —Min Seok veía estrellas pero alcanzó a ver un largo cabello castaño. Heechul estaba ahí— No mientras yo esté aquí- Heechul gritó. Min Seok vio cómo Heechul y Luhan saltaban sobre el que él había mordido. El atacante era muy grande, pero parecía que los dos podían con él.

— Xiumin.

Min Seok se giró para ver que el hombre caído se levantaba. Lleno de pánico, Min Seok levantó la pierna pateándolo, conectando con la nariz del tipo.

— Si, Min —Baekhyun lo animaba mientras movía sus puños como si estuviera golpeando al tipo— Dale de nuevo.

Min Seok rodeó al hombre colocándose frente a Baekhyun. No se comparaba a la altura del tipo, pero podía proteger a Baekhyun. Podía sentir los pequeños puños tomando su camisa, las manos de Baekhyun temblaban. — Esta vez no estás solo. —Min Seok lo miró sobre el hombro tranquilizándolo.

Min Seok sentía su cuerpo bien maltratado. Su costado lo estaba matando, su cara estaba hinchada y su pecho dolía demasiado por ser golpeado contra la pared.

— Toma esto —Heechul gritó.

Min Seok se dio la oportunidad de ver a las otras dos parejas. Heechul había saltado sobre la espalda del tipo envolviéndolo con sus piernas y brazos; su brazo apretaba el cuello del tipo. Luhan esquivaba los golpes.

Min Seok empujó a Baekhyun hacia la pared detrás de él, cuando el atacante finalmente se recuperó e iba detrás de ellos.

El hombre se detuvo cuando un fuerte gruñido llenó el cuarto de baño. Min Seok vio alrededor y vio a Jong Dae y Siwon. Min Seok quería correr con su pareja pero eso requería rodear al gran bruto.

— Afuera ahora —Jong Dae le ladró.

Min Seok no necesitó que se lo dijeran dos veces. Tomó a Baekhyun de la mano y cuidadosamente se alejó del tipo corriendo hacia la puerta. Min Seok chocó contra una pared cuando salía del cuarto de baño.

Jong In levantó los brazos y lo detuvo antes de que cayera. Está bien, no era exactamente una pared, pero el sólido pecho de Jong In se sentía como una.

— A la camioneta, ahora —Jong In siseó con las mandíbulas tensas. Min Seok tragó saliva. Él nunca había visto a Jong In molesto, al menos no con él.

 

 

Jaló a Baekhyun detrás de él cuando pasó cerca del Comandante Park quien estaba inclinado sobre los dos tipos que se habían quedado en la mesa. Chanyeol les decía algo que Min Seok no pudo entender. Lo que fuera tenía a los dos hombres pálidos y temblando.

Min Seok no se detuvo a descubrir lo que era. Abrió la puerta del restaurante y dejó salir a Baekhyun. El guerrero E.Den estaba frente a la camioneta negra, sus brazos cruzados sobre su pecho y chasqueando la lengua. — Entren atrás. —Su pulgar señaló sobre su hombro.

Min Seok abrió la puerta trasera, empujó a Baekhyun dentro antes de seguir a la pequeña pareja. Su mano iba a cerrar la puerta cuando Jong Dae lo detuvo y lo jaló afuera.

— ¿Por qué saliste de la casa sin que ningún guerrero lo supiera? ¿Sin que yo lo supiera?

Antes de que Min Seok pudiera contestar, Jong Dae tomó su mentón, moviendo su cara de un lado a otro. — Los mataré.

Min Seok rápidamente rodeó a su pareja, sus piernas a la altura de las pantorrillas de Jong Dae y sus brazos rodeando su cintura. — No. Estoy bien. Por favor, Chen.

— Te lastimaron, Min —Jong Dae gruñó.

— Nosotros también los lastimamos. Pateamos sus traseros.- Min Seok se sostenía más fuerte de Jong Dae quien trataba suavemente de liberarse.

— Y ellos patearon el tuyo. —Jong Dae logró apartar los brazos de Min Seok listo para quitarlo.

— No puedes ir. —Min Seok entró en pánico. No quería que Jong Dae fuera a la cárcel— Yo, uh, tengo un trauma. —Min Seok temblaba mientras se sostenía de Jong Dae como si tuviera un ataque epiléptico. Sacó la lengua para mejor efecto.

Jong Dae se rió. — No me hagas reír. Esto es serio, cachorro.

Min Seok dejó de temblar pero no soltó a su pareja. — ¿Podemos ir a casa?

— Sube a la camioneta —Jong Dae señaló la que ellos habían tomado. Min Seok se puso de pie y se subió al asiento del pasajero. Jong Dae se inclinó para abrochar el cinturón de seguridad de Min Seok. Cuando el brazo de Jong Dae lo rozó, él hizo un gesto de dolor a causa del dolor en su costado por el golpe que el tipo le dio en su riñón.

— Estás herido —Jong Dae gruñó— ¿Qué tan serio? Y no me mientas.

— Soy tu pareja. Sanaré. Solo necesito una aspirina…y una siesta. ¿Puedes gritarme hasta que estemos en casa?

Jong Dae lanzó sus manos al aire con una expresión de exasperación. — Bien, pero te nalguearé si sigues haciendo cosas que te lastimen.

— Promesas, promesas —dijo Min Seok mientras Jong Dae abrochaba el cinturón en esta ocasión mucho más cuidadosamente.

Llegaron a casa en menos de diez minutos. Jong Dae lo sacó de la camioneta y lo llevó al interior. — Puedo caminar.

— Silencio, cachorro. —Su pareja mordió su hombro mientras llevaba a Min Seok arriba de las escaleras. Jong Dae lo dejó de pie y comenzó a desvestirlo, dejándolo solo con la ropa interior.

— Sube a la cama —Jong Dae ordenó y él se dirigió al cuarto de baño.

Estaba cansado de prometer castigar a su pareja y no cumplirlo. Él iba a hacer lo que le había prometido aunque nunca lo hubiera hecho antes. Esa idea hizo que el pene de Jong Dae se pusiera más duro que una roca.

Min Seok se quitó la ropa interior y subió a la cama en cuatro patas. Él iba a conseguirlo, maldición.

Jong Dae llenó el vaso con agua y lo dejó en el mostrador mientras buscaba la botella de aspirinas en el gabinete de medicamentos. ¿En qué estarían pensando? Cualquier sinnúmero de cosas les pudieron haber sucedido. Jong Dae estaba agradecido de que no hubiera sido peor, aunque al ver los hematomas de Min Seok le hacía querer matar a esos humanos.

Levantando el vaso se dirigió a la recámara. El vaso se deslizó de su mano y golpeó contra el piso derramando el agua en la alfombra mientras se quedaba con la boca abierta viendo a su pareja.

— Santa mierda —Jong Dae siseó ante la vista frente a él. Pasó por encima del vaso y las pastillas que habían caído al suelo. Dos hermosos montículos levantados al aire con un pequeño y rosado agujero separándolos.

Inclinándose, Jong Dae deslizó su pulgar sobre la estrellada abertura. Besó cada expuesta nalga. Empujó la punta de su pulgar al interior, viendo que el agujero de Min Seok le daba la bienvenida.

— Nalguéame —Min Seok rogó.

El pene de Jong Dae comenzó a pulsar ante la idea. Su pareja estaba sacándolo de sus cabales. Su mano izquierda acarició la suave carne mientras su pulgar se presionaba profundamente. Sonriendo, levantó la mano y la dejó caer. Nalgueándolo.

— ¡Sí! —Min Seok gritó.

Jong Dae se inclinó y lamió la lastimada carne. Su mano estaba pintada orgullosamente en el globo izquierdo de su pareja. La vista de su marca en Min Seok lo provocaba. Vio a su pareja. — No es castigo si ruegas por él.

— Está bien, no rogaré. Lo prometo. No hay manera de que ruegue porque continúes con esto y me castigues.

Jong Dae sonrió mientras empujaba su pulgar dentro y fuera unas cuantas veces más. Antes de salirse, lamió el arrugado agujero antes de levantar la mano derecha y dejarla caer.

Nalgada.

Tomó las caderas de Min Seok, presionó la mezclilla que cubría su pene contra el culo de su pareja y lo frotó. Levantó ambas manos esta vez, dejándolas caer en un abrumador asalto, su pareja estaba de rodillas bajo él. Su pene estaba listo y drenando pre-semen. Pero el ataque se había iniciado. Un gran punto de humedad manchaba sus jeans por el pre-semen derramado.

Masajeando la lastimada piel de su pareja, Jong Dae besó ambas nalgas antes de patear sus botas y desnudarse. Sacó el lubricante de debajo de la almohada, que era donde ahora permanecía gracias a su caliente pareja, Jong Dae lubricó sus dedos.

Lo único que salía de Min Seok era gruñidos y gemidos. Min Seok frotaba su cara contra los cobertores. Sus dedos se abrían y se cerraban aferrándose a las sábanas.

Jong Dae se reía. — ¿Estás bien, cachorro?

— Ung.

Dos dedos se empujaron a través de su barrera, obteniendo otro ilegible sonido de su pareja. Cuando deslizó un tercer dedo dentro, Jong Dae acarició las bolas de Min Seok. Su pulgar sobre la curva del perineo.

— Che-Chen —Min Seok rogó presionándose contra el colchón.

— Córrete ahora, cachorro. —Jong Dae sacó los dedos. Tomó la botella del lubricante y vertió una gran cantidad desde la base hasta la cabeza de su pene. Tomando las caderas de Min Seok empujó la corona de su pene hacia la estrellada entrada de Min Seok, su abertura se abría más para él. Todo el cuerpo de Jong Dae se estremeció con el fuerte agarre.

Solo la vista hacía que su orgasmo se acercara junto con la presión que su pene tenía.

— Dios, cachorro, no voy a durar —Jong Dae jadeó. Su mano derecha sostenía la base de su pene evitando correrse. Cerró los ojos. Si veía su pene jodiendo el culo de su pareja un segundo más, se correría inmediatamente.

Sus caderas involuntariamente se movían. Exhalando lentamente, Jong Dae se empujó todo el camino hacia adentro. — Esto va a ser rápido. No puedo aguantar mucho.

— Hazlo. Fóllame, Chen —Min Seok gimió.

Jong Dae tomó sus caderas y se empujó todo el camino dentro de su pareja y comenzó a bombear. Su pie derecho plantado en el borde de la cama mientras que Jong Dae follaba a Min Seok hasta el olvido.

— Chen, Chen, Chen —Min Seok gritaba. La cabeza de su pareja cayó hacia sus hombros. Sus rodillas se separaron más permitiendo a Jong Dae entrar más profundamente.

— Estoy aquí, cachorro. Estoy aquí —Jong Dae gritaba cuando sus bolas subieron y vaciaron su carga. Su mano rodeó a su pareja hasta que tomó el pene de Min Seok y bombeó rápido y duro. Min Seok gritó, moviendo las caderas hacia el eje de Jong Dae.

Jong Dae sentía sus piernas de hule, luchando porque lo sostuvieran y sacando su pene. Se giró y cayó sobre su espalda. — Vas a matarme, pareja —Jong Dae gruñó.

— De cualquier modo ya no fue una promesa vacía —Min Seok bostezó y se acurrucó cerca de Jong Dae. Tengo una cosa más que necesito hacer. Es algo que quiero hacer.

— Mañana cachorro. Hablamos mañana. Dormimos primero r13;Jong Dae bostezó también. Se giró y se acurrucó en la cama jalando a su pareja sobre su pecho.

 

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Min Seok se puso la camisa, sus manos temblaban cuando se veía al espejo. Lentamente abotonó la camisa. Lo siguiente meterla dentro de los pantalones antes de subir el cierre y abrochar los jeans.

— Vas a estar bien —Jong Dae le aseguró mientras lo abrazaba por detrás.

— Lo sé. Solo que estoy realmente nervioso. —Min Seok pasó un cepillo por su cabello antes de bajar las escaleras con su pareja. Luhan, Baekhyun, y Heechul estaban en el arco del estudio, sonriéndole.

— Estás haciendo lo correcto. —Luhan lo abrazó, frotando su mano en la espalda de Min Seok.

— Gracias. —Min Seok se apartó.

— Estoy orgulloso de ti. —Heechul fue el siguiente en abrazarlo, lo apretó fuerte antes de soltarlo.

Min Seok cerró los ojos ante esas palabras. ¿Cuánto tiempo había esperado antes de que alguien se las dijera? Todos en esa casa sanaron su corazón. Jong Dae era un bálsamo para su alma.

— No entiendo lo que vas a hacer, pero espero que todo esté bien. —Baekhyun lo jaló a un abrazo, besando la mejilla de Min Seok antes de separarse.

— ¿Listo? —Jong Dae le preguntó colocando su mano en la baja espalda de Min Seok.

— No, pero lo estaré en un momento. —Min Seok sonrió tristemente mientras Jong Dae lo guiaba afuera. Min Seok subió a la camioneta y se abrochó el cinturón mientras soltaba una gran respiración. Sus dedos se enroscaban juntos nerviosamente cuando Jong Dae subió al otro lado y encendió el motor.

— Estoy asustado —Min Seok confesó viendo sus manos.

— Lo sé, bebé, estaré contigo. Puedes hacerlo. —Jong Dae salió por el camino de grava— No sé si ya te lo he dicho suficiente, pero estoy orgulloso de ti. —Jong Dae entrelazó los dedos con los de Min Seok.

— Gracias. Toda mi vida quise que alguien me lo dijera. No importaba lo duro que intentara, nadie reconocía eso. Parece tonto que quisiera oír eso, pero lo quería.

Jong Dae apretó su mano. — No es tonto. Todo el mundo quiere saber que sus esfuerzos son tomados en cuenta. Yo lo noté. Has recorrido un largo camino.

— Pero aun así me falta un largo camino. —Min Seok vio hacia afuera por la ventana, viendo el paisaje y pensando en las batallas que tenía por delante. La necesidad por las drogas seguía. Algunas veces lo golpeaba duro, pero al parecer Jong Dae lo sabía y estaba ahí para apoyarlo cuando parecía que iba a colapsar y quemarse. Su pareja había estado a su lado, sosteniendo su mano mientras atravesaba el dolor. Solo por eso Min Seok podría amarlo el resto de su vida.

El corazón de Min Seok se aceleró cuando Jong Dae llegó al estacionamiento, apagó el motor y se giró hacia él. — Avísame si es demasiado. Podemos intentarlo en otro momento.

— No, es algo que necesito hacer. Solo prométeme que no me dejarás. —Min Seok desabrochó el cinturón de seguridad y se giró hacia su pareja.

— Eso es algo de lo que nunca tienes que preocuparte. Siempre estaré aquí para ti. No importa lo duro que sea. Estamos juntos en esto. El dúo dinámico. —Jong Dae besó los nudillos de Min Seok.

Min Seok se rió. — Me sostendré de eso. —Miró fijamente los ojos plateados de Jong Dae perdiéndose en ellos. Eran tan hermosos, tan majestuosos. Jong Dae era suyo y Min Seok aún se preguntaba cómo había logrado ese milagro.

— Vamos. —Jong Dae liberó su mano, inclinándose y besándolo apasionadamente— Si no salimos de la camioneta nos pueden poner una infracción por exposición indecente y quién sabe qué otra cosa porque haré mi camino hacia ti. —Jong Dae movió las cejas.

— No puedes hacer eso. —Dios, Min Seok lo amaba tanto que en ocasiones dolía. Abrió la puerta y salió. Tomó una calmante respiración antes de reunirse con Jong Dae del otro lado.

Jong Dae colocó su brazo en los hombros de Min Seok y lo abrazó fuerte.

Caminaron al interior, Min Seok se presionaba contra un costado de Jong Dae mientras entraba al cuarto. Min Seok preparó dos tazas de café, entonces le dio una a su pareja y tomaron asiento. Jugaba con la bastilla de su camisa que había sacado. Le dio un trago al horrible café. No quería beber café pero necesitaba sostener algo.

Dejó la taza en el suelo bajo su asiento, Min Seok escuchó. Jong Dae apretaba su mano antes de soltarla cuando Min Seok se puso de pie y se limpió la garganta.

— Mi nombre es Min Seok, y soy un adicto a las drogas.

 

 

FIN

Notas finales:

awwww termino pero aqui les dejo otra historia 2Min... disfrutenla

5. Los Ojos de Minho 


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